Alicia AlonsoEl presidente Luis Guillermo Solís agradeció al pueblo cubano por haber enviado esta joya, la maestra Alicia Alonso, a Costa Rica, junto a los integrantes del Ballet Nacional de Cuba.

"Estoy conmovido, conmovido por la destreza, por la calidad, por la sutileza, por la extraordinaria coordinación de este grupo maravilloso de artistas, reconocidos mundialmente, han venido a demostrarlo con creces en Costa Rica una vez más", señaló Solís.

El presidente costarricense, junto a la Primera Dama, Mercedes Peñas, el canciller Manuel González, y embajador de Cuba en Costa Rica, Danilo Sánchez, asistieron anoche a la primera de las tres presentaciones del Ballet Nacional de Cuba en el josefino Teatro Popular Melico Salazar.

Tras concluir el programa, Solís saludó a la prima ballerina assoluta cubana Alicia Alonso, quien también presenció el espectáculo de la compañía de la cual es fundadora, directora, maestra y coreógrafa.

Por su parte, la Primera Dama obsequió a Alicia Alonso un ramo de Guaria Morada, un tipo de orquídea, que es la flor nacional de Costa Rica, porque es la mística flor de la fe, que se heredó de los mayores. Era la flor predilecta de la cuaresma, de la Semana Santa.

Tanto Solís como Peñas expresaron a la afamada bailarina cubana el honor que representa tenerla en su país, mientras Alicia Alonso agradeció las muestras de cariño del Presidente y la Primera Dama, así como de los 900 asistentes a la función, quienes la ovacionaron por más de cinco minutos cuando salió al escenario.

Al respecto, el mandatario tico expresó que "tener el honor de contar con la presencia de la maestra Alicia Alonso, triplica la extraordinaria presentación del Ballet Nacional de Cuba en Costa Rica. Le agradezco mucho al pueblo cubano habernos enviado esta joya de Cuba para Costa Rica".

En un bello espectáculo, disfrutado hasta el delirio por los costarricenses, el Ballet Nacional de Cuba presentó el segundo acto de Giselle, en la versión coreográfica de Alicia Alonso, el pas de deux de El Corsario y la suite de Don Quijote.

Anette Delgado fue una estupenda Giselle, al igual que Ginet Moncho como Myrtha, reina de las Wilis, mientras Dani Hernández desempeñó con soltura a Albrecht, Duque de Silesia. Todos merecieron el reconocimiento del público que los ovacionó largamente antes del intermedio.

Si el segundo acto de Giselle dejó caliente el escenario, la temperatura tomó mayor nivel cuando Sadaise Arencibia y Ariel Martínez ejecutaron con brillo el pas de deux de El Corsario.

Pero lo mejor llegó con la suite de Don Quijote y la maestría de Viengsay Valdés interpretando a Kitri, la hermosa, y a Patricio Revé en su papel de Basilio, el barbero del pueblo, a los que antecedieron Rafael Quenedit, como Espada, Claudia García, en Mercedes, su amante.

Con doble función mañana concluirá la presentación de la compañía cubana en Costa Rica, que ha contado con una impresionante cobertura de prensa, al tiempo que Alicia Alonso recibió sendos reconocimientos de la Asamblea Legislativa y de la Universidad de Costa Rica, que le concedió el título de Doctor Honoris Causa en emotiva ceremonia.