Banner alegórico al Festival Varadero Gourmet 2018.
 
La Habana.- La cocina cubana, el rescate de sus tradiciones y la fusión de culturas, unidas a la mezcla con las nuevas tendencias de la gestión de alimentos, fueron algunas de las claves del Festival Varadero Gourmet 2018.

La celebración de la décima edición del evento en el balneario de Matanzas sirvió durante cinco días como punto de encuentro de 53 participantes de 21 países, un aumento sostenido en asistencia que avala el carácter internacional de una cita dedicada a la excelencia gastronómica en Cuba.

Ese escenario constituyó un espacio para el intercambio entre empresarios y especialistas nacionales y extranjeros vinculados a la gestión, capacitación y comercialización de alimentos y bebidas, así como para profesionales y académicos que promueven el progreso de la gastronomía y de la enología.

Entre las actividades se realizaron cinco concursos: de entrantes fríos y tapas, de entrantes calientes, platos principales con guarniciones, postres tradicionales gourmet, coctelería de fantasía y cata a ciegas de rones cubanos.

La cita celebrada en el Centro de Convenciones Plaza América en el balneario de Varadero -a unos 140 kilómetros al este de La Habana y considerado el principal polo turístico de sol y playa del archipiélago caribeño-, tuvo entre sus objetivos posicionar a Cuba como un destino de calidad en los servicios gastronómicos encaminados a los alimentos y bebidas Gourmet.

Todo ello, con destaque de las raíces culinarias y marcas cubanas de reconocido prestigio internacional, actualizadas, además, con las novedosas corrientes del sector de la industria turística.

A propósito, el ministro cubano de Turismo (Mintur), Manuel Marrero, explicó que en Varadero Gourmet se enalteció la cocina nacional mediante el rescate de nuestras raíces, una plataforma favorable para la retroalimentación de los profesionales de esta materia y con el público.

Marrero recordó que los expertos de la cocina deben pensar en el cliente final, un consumidor que se torna a diario más exigente, lo cual requiere actualización ante los cambios de tendencias, muchos de ellos dirigidos al rescate de los orígenes y el honor de la gastronomía, comida y cantina del país.

Explicó que una de las tendencias es la comida minimalista, pues los turistas prefieren degustar menores cantidades de comida, pero probar mayor variedad de platos.

El titular de la cartera significó la importancia de la fusión de las culturas al trabajar con el turismo internacional, una búsqueda donde se mezcle lo tradicional con determinadas formas de elaboración, elementos que pudieran proporcionar al cliente de otro paladar una estancia más placentera en el país, y una forma de ampliar el desarrollo creativo, remarcó.

Los servicios de clase mundial son un factor de competitividad para los destinos turísticos, puntualizó.

En Cuba, estimó, se conjugan cuatro elementos que dan lugar a una combinación perfecta, la cual solo produce un país como el nuestro en la denominación de origen, y son los maridajes espirituosos de los habanos, el chocolate, el café y el ron, apuntó.

Uno de los aspectos destacados por el funcionario en el evento fueron los avances en la recuperación de la cultura de la barra, lugar donde los clientes pueden degustar un buen coctel, en una sobremesa con coctelería.

Sin embargo, reconoció que la generalización del todo incluido casi nos llevó a perder nuestras tradiciones en la cantina, debido al imperativo de atender a los consumidores con mayor rapidez.

No se puede deteriorar una cultura de la cual somos referencia mundial, en la que 10 de los mejores cocteles del orbe son cubanos, destacó.

Marrero exhortó a los especialistas culinarios a la publicación de libros que versen sobre temas como la elaboración de los platos tradicionales, regionales, postres, o los denominados saladitos. Todo ello, en función de difundir las raíces autóctonas.

ALGUNAS REFLEXIONES

El titular del Mintur comentó que debido a las afectaciones generadas tras el paso del huracán Irma en septiembre por los polos turísticos del norte del país se apreciaron efectos en la comercialización en algunos países de Europa, pese a la rápida recuperación de las instalaciones de recreo, las cuales quedaron mucho mejor al estado inicial, opinó.

Unido al impacto del evento meteorológico y la falsa percepción en los clientes finales, quedó en duda la veracidad de la recuperación, máxime cuando se mezclaron las imágenes de la isla con las de Puerto Rico, apuntó.

No obstante, explicó, se realizaron importantes acciones para cambiar la percepción de los clientes finales, entre ellas el trabajo directo con los turoperadores y una mayor publicidad, gracias a lo cual comenzó un proceso progresivo de recuperación.

Luego de ese panorama adverso, en mayo y junio se logró crecer el seis por ciento, para julio y agosto los pronósticos son halagüeños y, en cuanto al último cuatrimestre, se pronostica una mayor expansión, puntualizó.

Otra de las cuestiones que impactó de forma negativa la llamada industria sin humo fue el retroceso en las relaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, con un retorno a las medidas anteriores para dificultar los viajes de los ciudadanos estadounidenses a la isla, remarcó.

Esa situación, trajo consigo una caída significativa de los viajeros de ese mercado a la nación antillana, apuntó, y agregó que la mayor de las Antillas se mantiene como único país del mundo al cual un ciudadano norteño no puede viajar como turista.

Sin embargo, pese a las trabas del gobierno de Donald Trump, paulatinamente se aprecia una recuperación de los viajes a la isla, remarcó.

Las premisas para revertir el sabor amargo del huracán y de las medidas estadounidenses son la calidad, defender nuestras tradiciones gastronómicas y de la cantina. Hoy somos un destino turístico de talla internacional gracias a ello. Cuba es auténtica, mientras más la vives, más la amas, concluyó.