Monumento a  Mariana Grajales

Tres veces ha sido enterrada Mariana Grajales, pero jamás su ímpetu se ha detenido en las entrañas de la tierra. Precisamente por el simbolismo de su figura, desde su muerte en Jamaica en 1893 y hasta el 2017, sus hijos cubanos hemos estado pendientes de su reposo eterno, en cumplimiento de su última voluntad: descansar en la tierra libre de Cuba.

Discurso de Eusebio Leal

Cuentan que al producirse el alzamiento en Majaguabo (San Luis, Santiago de Cuba) el de octubre de 1868, Mariana no dudó en convocar a su familia a la lucha. Consciente de que la Patria necesitaba brazos y corazones, tomó un crucifijo en sus manos y a modo de compromiso insoslayable dijo: “De rodillas todos, padres e hijos, delante de Cristo, que fue el primer hombre liberal que vino al mundo, juremos libertar la patria o morir por ella”.

Todos partieron a la lucha y según el Doctor Eusebio Leal, el primero en caer fue su esposo y algunas referencias históricas afirman que, en el hospital, moribundo, sus últimas palabras fueron: “He cumplido con Mariana”.

En 1878, cuando comienza la Tregua Fecunda, Mariana se muda a Jamaica, junto a sus hijas y nueras. Allá su casa era sitio de peregrinación para muchos patriotas cubanos. Martí, por ejemplo, la visitó por primera vez en 1892 y luego volvería a verla en otra ocasión.

Mariana y la vida después de la muerte

Antes del 27 de noviembre de 1893, Mariana pidió que si fallecía fuera de Cuba, sus restos fueran trasladados a nuestro país, cuando la Patria fuera libre. Desde el día de su muerte y hasta el 10 de octubre de 2017, sus restos han sido enterrados tres veces:

Trayectoria de los restos de Mariana Grajales

Actualmente, la tumba de la insigne patriota está acompañada por un monumento realizado por el propio Alberto Lescay Merencio, titulado: “Mariana Grajales, Madre ceiba, Madre de la patria”

 “Mariana Grajales, Madre ceiba, Madre de la patria”

La obra fue elaborada en 90 días, porque ya el autor había previsto tal diseño. Cuenta con 4.60 metros de altura. Primero se modeló en arcilla, luego en yeso y al final se fundió en el bronce de casquillos de proyectiles de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, como otra muestra más, de que el ímpetu y los principios de esta mujer, no podrán ser silenciados nunca.

Mariana y la vida después de la muerte

 Mariana y la vida después de la muerte