Matanzas, Cuba.- El Museo Farmacéutico de Matanzas fue elegido como el mejor museo del año, entre los 376 en la nación, y curiosamente en la primera convocatoria que ofrece el Comité Cubano del Consejo Internacional de Museos (ICOM).
Esta instalación prestigia a la Isla y al trabajo colectivo de la institución cultural, como reconoció Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.
“Es un alto compromiso, tanto como el reconocimiento”, comentó la licenciada Marcia Brito Hernández, directora de la única farmacia del siglo XIX que permanece detenida en el tiempo, con la singularidad de que todas sus piezas son originales y atesora además, poco más de un millón de fórmulas de las farmacopeas francesa, norteamericana, española y cubana, un bien digitalizado y ofrecido a la memoria del mundo.
La joya matancera ostenta además la categoría de Monumento Nacional y con esta distinción, en el contexto de la celebración por el Día Internacional de los Museos, se consolida la posibilidad de inscribirlo en la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
“El atributo de la botica francesa radica en un ambiente diferente al resto de los museos de la nación, con un muy llamativo clima de homogeneidad en la manera de mostrar los bienes patrimoniales y en quehacer de la botica”, precisa Brito Hernández quien comenta que el mayor impacto para los visitantes es justamente el alto grado de autenticidad.
Con 136 años de fundado, el hoy Museo Farmacéutico de Matanzas esgrime un interesante programa de acercamiento a la comunidad y su función utilitaria, de tal forma que entre el gran surtido de sus formulaciones conservadas rigurosamente en antiguas recetas, puedan confeccionarse desde fragancias únicas hasta jabones, desde caramelos con propiedades medicinales hasta simples recetas para curar un resfriado, “algo en lo que trabajamos y pondremos en marcha como atractivo”, enfatiza Marcia.
José Linares, presidente del ICOM en el país, afirmó que el futuro de la tradición está asegurado en la otrora Botica Francesa de Ernesto Triolet, que se caracteriza por la permanente preservación y respeto a valores cada vez más enaltecidos.
En ese contexto, el funcionario aprovechó la oportunidad para en representación del Comité Cubano del Consejo Internacional de Museos, reconocer la dedicación de personalidades matanceras que al paso del tiempo han devenido benefactoras de la institución cultural, como Bielka Cantillo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural en Matanzas; a Maritza Cuba, Gicela Álvarez, e Isabel Hernández, por la obra durante más de 20 años de servicio.
