Boxeadores en el ring

En definitiva serán cuatro y no cinco las peleas revancha de la pasada final de la Serie Mundial de Boxeo protagonizada por Lobos de Astana y Domadores de Cuba, ganada por los europeos hace dos años.

Desgraciadamente no fue convocado el crucero Vasilii Levit, y así se frustró la revancha más esperada, la de él contra Erislandy Savón, quien le había vencido en aquella final, pero luego perdió en semifinales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro-2016.

Anton Pinchuk será entonces el contrario de Erislandy, quien sale como favorito ante un oponente de menos aval.

Del resto de los duelos que tendrán reedición, solamente Yosbany Veitía (52 kg) salió airoso entonces ante Olzhas Sattibayev, mientras que Johanys Argilagos (49), Lázaro Álvarez (60) y Roniel Iglesias (69) intentarán desquitarse frente a Temirtas Zhusupov, Zakir Zafiullin y Aslanbek Shymbergenov, respectivamente.

Los tres están mucho mejor que hace dos años, y por lo menos los dos últimos deben triunfar esta vez.

A los otros que veo con grandes posibilidades de imponerse son a  Andy Cruz (64) contra Dïlmurat Mïjïtov y a Julio César La Cruz (81) frente a Arman Rysbek. Andy se ha mostrado inmenso a lo largo de todo el certamen, y de Julio César, hay poco que agregar.

Con muchas reservas veo los duelos restantes, pues Javier Ibáñez (56) tiene calidad, pero enfrenta su primera final, en un territorio bien hostil, y Arlen López (75) ha dejado mucho que desear hasta el momento y, por si fuera poco, todo lo contrario ha sido su oponente, Abilkhan Amankul, sólido en toda la temporada.

Nuestros restantes enviados, Yoandy Toirac (más de 91) y Frank Zaldívar (52), debutarán precisamente este sábado, lo cual llena sus presentaciones de incógnitas, con todo y que sus rivales son poco conocidos.

Si los jueces votan como es debido, algo que estará seguido bien de cerca por las autoridades competentes según nos aseguró el gerente de la franquicia cubana, Alberto Puig, los caribeños salen con mayores opciones de triunfo.

Ahora bien, no olvidar que independientemente de algún despojo, cuando se boxea en casa del contrario no se puede dejar margen a dudas.