Granma vuelve a ser el campeón de Cuba. Foto: Calixto N. Llanes/ Jit.

Las Tunas.- De los brazos de Alaín Sánchez y Raidel Martínez, los Alazanes de Granma mantuvieron su reinado en nuestra Serie Nacional, al derrotar en el séptimo juego de la final 3-2 a los Leñadores de Las Tunas, en un estadio Julio Antonio Mella que vivió de tensión en tensión hasta que Yoekis Céspedes atrapara el fly de Rafael Viñales, último out del partido.

El refuerzo villaclareño estuvo impecable en la lomita hasta el noveno capítulo, cuando permitió el tercer hit del primer bate Yunieski Larduet y luego triple del líder de los bateadores de la temporada, Jorge Yhonson, silenciado hasta ese momento en los play off, lo cual hizo soñar a más de un aficionado local con al menos un empate.

En su auxilio, el mentor granmense envió al box a Raidel Martínez por sexta ocasión consecutiva como apagafuego y el pinareño resolvió la situación, a pesar de soportar metrallazo de Yosvani Alarcón, Alexander Ayala y Yunior Paumier, en tanto se benefició sobremanera con un mal corrido de base del receptor tunero, sorprendido al intentar robarse la segunda almohadilla.

La ofensiva visitante marcó la primera del partido en el inning de apertura, cuando se combinaron hit de Yordan Manduley, base semintencional a Alfredo Despaigne y cañonazo del capitán Carlos Benítez, mientras la segunda apareció en quinto gracias a par de sencillos de Céspedes y Roel Santos y elevado remolcador de Manduley.

La tercera y a la postre decisiva anotación, todas frente al abridor Yariel Rodríguez, sobrevendría un capítulo más tarde. Despaigne pegó tubey, Benítez continuó con incogible y tras pelotazo a Lázaro Cedeño, el avileño Raúl González levantó palomón impulsador al jardín derecho.

Finalizó así pasadas las 5:00 de la tarde de este viernes el desafío conclusivo de una serie que deja luces y sombras en la pasión de todos los cubanos.

Moralejas del partido y de la serie

– El pitcheo de Alaín fue tan dominante que no sobrepasó los 100 envíos en ocho entradas, no regaló boletos y apenas permitió cinco hits, tres de ellos de Yunieski Larduet. “Es el juego más importante de mi carrera deportiva”, aseguró el tricampeón nacional, quien había ganado antes con Villa Clara y Ciego de Ávila. Fue el más valioso jugador de la postemporada.

-Exacto el cambio de Yoelkis Céspedes para la custodia del jardín derecho en el séptimo partido, pues no solo pegó par de indiscutibles, anotó la importante segunda carrera, sino que hizo alarde de su potente brazo cuando Las Tunas amenazó con empatar en el noveno.

-El receptor Yosvani Alarcón no olvidará jamás que fue sorprendido cuando en sus piernas estaba el empate de la final. Lo increíble de la jugada es que el máscara apenas había salido cuatro veces al robo en toda la temporada. Sus lágrimas de vergüenza son admirables.

-Con decisiones controvertidas, pero una extrema confianza en sus jugadores, Carlos Martí sorteó fácil la marea yumurina en semifinales (4-1) y luego dirigió la más difícil de sus dos finales consecutivas con una carta de triunfo secreta, Alaín Sánchez, quien de tercer abridor para la postemporada se erigió en el más valioso del conjunto bayamés con cuatro sonrisas de las ocho conseguidas.

-La versatilidad del incombustible Santos, la maestría y oportunidad de Manduley, la efectividad de Benítez con corredores en base, la fortaleza remolcadora de Raúl (15 remolcadas y tres jonrones en play off) y la estabilidad de Guillermo Avilés fueron las armas -fundamentales de los Alazanes, sin olvidar al rascacielo Lázaro Blanco y lo hecho por los refuerzos Yolexis La Rosa, Geydi Soler, Ulfrido García y el mencionado Raidel.

-Con esta corona, Martí entró en la historia como el decimocuarto mentor con al menos dos sonrisas en nuestros clásicos y es el noveno con dos máximos galardones al hilo.

– “Siempre un triunfo enorgullece, pero este ha más sido peleado que el primero por la resistencia de los tuneros, a quienes también felicito. Esta victoria se lo dedico al autor intelectual de nuestra Revolución en el día de su natalicio, José Martí, y al Comandante en Jefe, Fidel Castro, que tanto hizo porque tuviéramos este béisbol, dijo emocionado el director con el mismo apellido que el Apóstol.

-Finaliza una campaña en la que si bien la afición retornó con más deseos a los estadios, se impone seguir pensando en opciones para enriquecer el espectáculo más allá del encuentro beisbolero.

– Toca decidir a la comisión nacional de la disciplina cuestiones demandadas como pitcheo libre para la final, arrastrar solo los resultados entre los equipos que clasifican a la segunda etapa y diferenciar la estimulación monetaria de los peloteros tras finalizar la primera ronda.

-La rivalidad vivida en esta campaña todavía puede acompañarse de más calidad y mejores pensamientos tácticos. Por el momento los Alazanes galopan felices, del otro Pablo Civil consuela las hachas encendidos de sus pupilos. Para ambos un aplauso de Cuba entera.