Senador norteamericano Marco Rubio.

El acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes Ligas estadounidenses (MLB, por siglas en inglés) tiene en el senador norteamericano Marco Rubio a uno de los principales promotores para destruir el pacto.

Una vez más, el legislador por el estado de Florida evidencia su odio hacia la mayor de las Antillas, y al parecer intenta convertirse en protagonista de otro episodio a favor del distanciamiento de los dos países.

Con el gobierno del presidente Donald Trump, las relaciones entre Cuba y Estados Unidos padecen un retroceso con respeto a los pasos dados al final de la administración anterior de Barack Obama, que se encaminaron a normalizar los vínculos bilaterales.

De manera creciente altos funcionarios estadounidenses, con la complicidad de algunos lacayos, difunden nuevas falsedades, y otra vez pretenden culpar a Cuba de todos los males de la región, denunció el 1 de enero el primer secretario del Partido Comunista de la isla, Raúl Castro.

También, al intervenir en el acto por el aniversario 60 del triunfo de la Revolución, reiteró la disposición de su país a convivir civilizadamente en una relación de paz, respeto y beneficio mutuo con Estados Unidos.

A diferencia de las diversas opiniones favorables al convenio, calificado de beneficioso para ambas partes y como una relación de ganar-ganar, Rubio expresó a finales de 2018 amenazas al respecto y trató de tergiversar su cometido desde la red social Twitter.

Según el senador, la legalidad del trato se basa en la era de Obama que dictaminó que la FCB no está controlada por el Gobierno cubano, y eso, agregó, 'es una farsa y estoy trabajando para que se anule lo antes posible'.

Bajo este acuerdo, la FCB obtendrá el 20 por ciento del valor total de cada contrato de la MLB firmado por un jugador de la isla, apuntó antes de señalar que 'el régimen impondrá un nuevo impuesto sobre la renta a las ganancias de los jugadores, a pesar de que el ingreso se gana jugando en Estados Unidos'.

Rubio retuiteó además un artículo de la revista política National Review titulado "Trump debería vetar el mal acuerdo de MLB con Cuba", y manifestó seguridad en que el jefe de la Casa Blanca y el Departamento de Estado pondrán fin a una iniciativa que describió como ilegal, inmoral y terrible.

Ante tales comentarios del legislador, a quien le atribuyen cierta influencia sobre Trump para asuntos anticubanos, varios medios norteamericanos de prensa divulgaron sus propósitos y no faltaron especulaciones acerca de un posible fin del trato.

Sin embargo, el 20 de diciembre último, un día después del anuncio del acuerdo, para brindar un camino seguro y legal a la contratación de cubanos en el 'Big Show', el diario The Washington Examiner expuso que sería una tontería tratar de detenerlo con la reversión de las disposiciones que facilitaron su surgimiento.

El objetivo del convenio, cuyas negociaciones se prolongaron durante casi tres años, es poner fin al peligroso tráfico de peloteros de la isla que desean jugar béisbol profesional en Estados Unidos, afirmaron en un comunicado MLB y su Asociación de Jugadores.

Recordaron que esa peligrosa práctica, documentada en procedimientos legales y reportes de medios de comunicación, ha causado grandes dificultades a los jugadores cubanos y sus familias.

Así, el béisbol cubano se unió a las ligas profesionales de Japón, Corea del Sur y Taipei de China en tener un acuerdo de esta naturaleza con el torneo norteamericano de béisbol de mayor nivel.

Robert Manfred, comisionado de la MLB, anotó que durante años la entidad bajo su mando ha estado tratando de poner fin a la trata de peloteros de Cuba por parte de organizaciones criminales.

Creemos que el acuerdo logra ese propósito y permitirá que la próxima generación de jugadores persiga su sueño sin soportar muchas de las dificultades que enfrentan colegas actuales y anteriores, acotó.

Mediante el pacto, vigente en este primer momento hasta octubre de 2021, los 30 equipos de la Gran Carpa podrán contratar a partir de 2019 a los peloteros en suelo cubano.

De hecho, quienes emigren después de esa fecha en busca de la agencia libre en otros países serán vetados para firmar con conjuntos estadounidenses, precisó una nota de prensa de la FCB.

Según esa fuente, el convenio asegura una relación de colaboración, estable y no politizada entre las partes, y representa además un modo legítimo y conforme a la práctica internacional para que los cubanos puedan jugar sin discriminación, en igualdad de condiciones, en la MLB, sin verse obligados a romper nexos de ningún tipo con su país.

La FCB deberá liberar a todos los jugadores contratados con al menos 25 años de edad y seis o más de experiencia en la Serie Nacional, y recibirá un pago de una tasa de liberación, totalmente independiente al contrato que logre el pelotero.

Hasta ahora, el bloqueo de Estados Unidos contra la isla, impuesto hace más de 55 años, obligaba a los cubanos a renunciar a su ciudadanía para poder firmar por las organizaciones de Grandes Ligas.