Trabajo por cuenta propia

“No hemos renunciado al despliegue y desarrollo del trabajo por cuenta propia, ni a proseguir el experimento de las cooperativas no agropecuarias”, decía Raúl en la más reciente sesión del Parlamento.

Las palabras del presidente cubano ratificaron la voluntad gubernamental de ampliar esa forma de gestión que hoy ocupa al doce por ciento de la fuerza laboral del país. Sin embargo, la decisión de congelar la entrega de licencias para un grupo de actividades ha despertado una avalancha de conjeturas.

Lo primero que hay que aclarar es que esa es una medida temporal. Por otro lado, no resulta menos cierto que algunos de esos negocios privados han recurrido a la ilegalidad, aprovechando las fisuras del control estatal y hasta justificándose con la ausencia de un mercado mayorista.
Cooperativas no agropecuarias

Reorganizar todo

Es una realidad que algunos de los trabajadores por cuenta propia ni siquiera cumplen las regulaciones laborales vigentes y se saltan olímpicamente los derechos de sus empleados.

Por eso, entre otras cosas, es necesario ahora hacer un alto y reorganizar todo lo concerniente al trabajo por cuenta propia, una modalidad de gestión que llegó para quedarse, aunque algunos piensen lo contrario.

Para el país, que está inmerso en una profunda transformación económica, es imprescindible continuar la ampliación de ese sector, que asimila a una buena parte de los trabajadores del país.

Lo que se necesita ahora es tomar medidas con celeridad para que ese mecanismo funcione de manera eficiente. La economía no espera, pero hay que ordenarlo todo antes de que el mal no tenga cura.