Pioneros cubanos
Aunque la figura del docente siempre resultará decisiva en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el aplauso acompaña la llegada de tabletas y laptops a las aulas cubanas.

El sitio institucional del Ministerio de Educación de Cuba dio a conocer hace solo unos días la llegada de un módulo de laptops a tres escuelas secundarias experimentales en Villa Clara.

En esa comunicación, la Dirección Provincial de Educación de la central provincia aseguraba que docentes, estudiantes y sus familiares habían recibido con entusiasmo tales entregas «para perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje».

Así pudo constatarlo in situ la comisión del Ministerio de Educación y del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas en visita reciente al centro experimental «José Martí», del Consejo Popular «Centro» del municipio de Santa Clara.
 

Algunos juegos didácticos como el Cuadrado mágico, a cargo de la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales, permiten desarrollar habilidades matemáticas y de lógica en general.

No se trata de un acontecimiento aislado en esta geografía insular y sobran motivos para el entusiasmo, porque ese equipamiento en manos de alumnos y profesores será mucho más que un juguete, un entretenimiento.

Es una afirmación que ratifica la Dirección de Tecnología Educativa del propio Mined en boca de Susana Oceguera Martínez, metodóloga y jefa del departamento de Recursos Informáticos y Audiovisuales para el aprendizaje de la DTE, quien subraya, también desde ese eficiente portal digital, que dicha novedad, aun en fase experimental, «servirá para validar los nuevos planes de estudio, orientaciones metodológicas y recursos en función de su generalización».

Susana Oceguera Martínez, metodóloga y jefa del departamento de Recursos Informáticos y Audiovisuales para el aprendizaje.

Esta alternativa experimental, de la mano de las TIC, forma parte del Tercer Perfeccionamiento del Sistema Nacional Educativo, y consiste en dotar a un grupo de escuelas, a lo largo del país, de recursos tecnológicos como tabletas de producción nacional de tipo GDM para los niveles educativos de primera infancia, primaria, especial y preuniversitaria.

Fernando Ortega Cabrera, director de Tecnología Educativa, también del Mined, explica que «los medios van acompañados de una laptop de producción nacional que sirve como máquina al profesor y repositorio de Objetos Virtuales de Aprendizaje».

En particular, las secundarias básicas comprendidas en el experimento se benefician con el incremento de al menos un laboratorio con 15 laptops. Abunda Ortega Cabrera que tanto las laptops como las tabletas se encuentran configuradas con el sistema operativo Nova y NovaAndroid, respectivamente.

«En los dos dispositivos son instalados los recursos para el aprendizaje desarrollados por la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales (Cinesoft), que incluyen productos informáticos y audiovisuales de apoyo al proceso de enseñanza y aprendizaje, juegos didácticos, visitas virtuales y los portables de Cubaeduca, por asignatura», refirió el directivo al espacio en línea.

Qué bien que sean productos del patio los que contribuyan a calzar la educación de las nuevas generaciones de cubanos, porque junto con lo académico, de seguro aprehenderán también valores, los mismos que se empeña en formar la escuela cubana por otras vías. Y también es probable que puedan aportar a su acervo cultural en general, a sus conocimientos del país en que han nacido, enraizando de ese modo sentidos de pertenencia.

A la vez, el empleo de las nuevas tecnologías propiciará clases más interactivas, creativas y también entretenidas, porque ¿quién dice que aprender es aburrido?

Todo ello es lo que se ha dado en llamar un proceso educativo desarrollador.

Estos empeños transcurren bajo la conducción del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, como entidad rectora de la investigación que lleva a cabo el perfeccionamiento, y con el auxilio de la Dirección de Tecnología Educativa y Cinesoft.

Se trabaja actualmente en la preparación de orientaciones metodológicas y en talleres de capacitación para los docentes de los centros escolares seleccionados, no solo con vistas a extraer el máximo de potencialidades a este equipamiento, sino también para su cuidado y protección.

Vale, además, marcar en un círculo rojo el «detalle» de que a este equipamiento podrán acceder sin distinción alguna los alumnos de las escuelas escogidas para esta fase experimental. Habrá algunos que por primera vez podrán tener en sus manos una tableta, por ejemplo, porque los bolsillos de sus familias no dan para comprársela y priorizan otras necesidades.

Y es hermoso que, una vez más, la escuela cubana en particular sea el espacio para, en la medida de lo posible, continuar subrayando el concepto de que las diferencias esenciales entre las personas, sus posibilidades para desplegar alas por la vida, radican más allá de su poder adquisitivo.

No es este un enfoque de última hora. La conocida como Batalla de Ideas que fomentara el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, a partir de la cruzada por el regreso del entonces niño Elián González, asentaba sus esencias precisamente en esa visión humanista, que privilegia al ser humano por ser y no por tener.

En paralelo con lo hasta aquí dicho, el pasado miércoles 21, el periódico Juventud Rebelde daba a conocer sobre la adquisición por Cuba de 27 aulas tecnológicas para formar maestros. Evidentemente, no es fortuita tal coincidencia.

Nunca serán inútiles esos esfuerzos e inversiones porque, a pesar de las limitaciones económicas que vive el país, es innegable que las nuevas tecnologías son el distintivo de este siglo, y también del pasado. Nadie que no pueda acceder de una u otra forma a ellas podrá hoy informarse, educarse y cultivarse convenientemente.

En consecuencia, las aulas tecnológicas mencionadas conforman un ecosistema tecnológico integrado y operado por el software ATcnea, realizado por la Universidad de las Ciencias Informáticas, según indicaba el rotativo.

Dichas aulas las componen una pizarra digital interactiva, un carro de carga de 20 tabletas GDM de diez pulgadas, de producción nacional, y la laptop del profesor con sistema operativo Nova.

Tales espacios permiten la autenticación de los usuarios, la posibilidad de atender de modo diferenciado a los estudiantes, así como de realizar actividades grupales y varias tipologías de preguntas y exámenes. Posibilitan también compartir audio y video, y enviar archivos.

Esas disponibilidades dan al docente la capacidad para controlar el terminal de cada estudiante, actualizando así reportes de asistencia y de evaluaciones.

El director de Tecnología Educativa del Mined, citado en párrafos anteriores, consignaba que «con este software se busca que la tecnología sea la base para la creación de un ambiente colaborativo y dinámico en el que se enriquezca el contenido académico de las asignaturas».

En el presente se acomete el montaje de dichas aulas y el entrenamiento del personal que laborará en ellas. De ahí que se realizara un curso de capacitación para los profesores de Informática de las escuelas pedagógicas, detalló Ortega.

La tecnología se sigue abriendo paso en la escuela cubana, y qué bueno que así sea, sobre todo cuando, como lo hace, va de la mano de los valores y de esa concepción humanista que junto a enseñar, educa y garantiza futuros.