DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE
FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN EL ACTO DE
CLAUSURA DEL PRIMER CONGRESO LATINOAMERICANO DE JUVENTUDES, EL 6 DE AGOSTO DE
1960.
(VERSION TAQUIGRAFICA DE LAS OFICINAS DEL PRIMER MINISTRO)
Compañeros delegados de las
Juventudes de América Latina y de todos los países del mundo que nos visitan;
Dirigentes obreros de
América;
Pueblo de Cuba:
Para
nosotros esta reunión de representativos de la juventud de los pueblos de
América Latina, de América entera, por cuanto lo malo de América no es ningún
pueblo, sino que lo malo de América es el sistema implantado al pueblo
norteamericano y al pueblo latinoamericano por el imperialismo yanki (APLAUSOS). Para nosotros, repito, este es un acontecimiento
único en nuestra historia: significa que
vemos por primera vez convertido en realidad lo que para nosotros, los cubanos,
como para todos los pueblos hermanos de este continente, no habían sido más que
ilusiones hasta hoy.
Los
que hemos leído la historia de América, los que más de una vez nos hemos puesto
a meditar, desde que adquirimos las primeras nociones políticas, desde que
adquirimos los primeros conceptos de lo que era este continente, de su origen,
de su historia; y se nos hacía difícil comprender por qué la América nuestra
había llegado al estado actual, por qué nosotros, hombres y mujeres que
hablábamos el mismo idioma, que poseíamos la misma tradición, por cuyas venas
corría la misma sangre y en cuyos corazones corría también el mismo sentimiento
y que sobre nuestras espaldas llevábamos la misma carga, que sobre nuestros
cuellos llevábamos el mismo yugo, en nuestros pies las mismas cadenas y en
nuestra entraña el mismo dolor, que era el dolor de los 200 millones de
latinoamericanos explotados y esclavizados (APLAUSOS) por el sistema colonial;
que sustituyó en nuestros pueblos al coloniaje español; por qué habíamos vivido
tan ausentes; por qué habíamos vivido tan distantes; por qué habíamos vivido
tan indiferentes nosotros a los que muchas veces no nos ha separado más que un
río, o una línea imaginaria, o una montaña o un brazo de mar; pero que en el
fondo y en esencia éramos la misma cosa.
Para
los que nos habíamos preguntado cómo los pueblos de América Latina habían caído
bajo el dominio del imperio, apenas sin resistir; para los que nos habíamos
preguntado dónde estaba el orgullo de vivir como vivíamos, dónde estaba la
honra en la humillación perenne que padecíamos; para los que nos habíamos
preguntado tantas veces el porqué, el porqué de esa inconcebible debilidad, el
porqué de esa absurda desunión, el porqué de esa criminal indiferencia. Este acto de hoy, este acto de estos días,
esta reunión de representativos de la juventud de nuestro continente, tiene que
ser extraordinariamente emotivo para todos nosotros.
Para
nuestro pueblo y para ustedes los delegados que nos visitan, porque tanto lo
que vemos nosotros, como lo que ven ustedes, es nuevo para ambos; para ustedes
es nueva una revolución en este continente y para nosotros es nueva esa unión,
es nueva esa solidaridad y no solo es nueva, sino que para nosotros esa unión,
esa solidaridad y esa presencia es la vida misma de la Revolución que ustedes
están viendo (APLAUSOS).
Decimos
que es nuevo este cuadro de una revolución en este continente y con ello no
negamos los esfuerzos que otros pueblos han hecho por liberarse, más
correctamente podríamos decir que es la segunda revolución de América y para
ser más exacto, la segunda revolución libertadora de América (APLAUSOS). Fue la primera contra el yugo colonial
español y es esta la segunda última contra el yugo colonial yanki (APLAUSOS).
Pero,
¿es que se había podido concebir una revolución en América? ¡No! Las
revoluciones en América estaban proscriptas, las revoluciones en América
estaban prohibidas; estaban prohibidas de hecho, y hasta de derecho. El hecho de la dominación material y el
derecho que había implantado el imperio en este continente.
Las
revoluciones no estaban autorizadas en América.
¡Las únicas revoluciones autorizadas en América eran las revoluciones
"made in United States"! (APLAUSOS.) Es decir, los golpes de estado que aquí
llamaban "revoluciones", o los movimientos revolucionarios hasta
donde estuviera dispuesto a permitirlo el gobierno norteamericano
(EXCLAMACIONES y ABUCHEOS DE: "Fuera").
Los
obreros explotados por razón social y económica fundamental son
revolucionarios; el campesino hambriento y sin tierra es también,
necesariamente, revolucionario; el hombre joven es, por temperamento,
revolucionario; todo pueblo explotado, toda clase social explotada son, por
naturaleza, revolucionarios. Pueblos explotados
y clases sociales explotadas tenían que ser, necesariamente, revolucionarios. El germen de la revolución estaba en la
realidad social y económica de América.
Sin
embargo, ¿qué derechos tenían nuestros pueblos a hacer revoluciones? Ninguno, porque el derecho a hacer
revolución, es decir, el derecho a romper las cadenas es un derecho inmemorial
de los hombres (APLAUSOS); el derecho a destruir la injusticia, el derecho a
suprimir la explotación, es un derecho inmemorial de los hombres. Ese derecho estaba impedido no solamente por
las fuerzas represivas que, en el interior de cada una de nuestras fronteras, impedían
la más mínima manifestación de inconformidad, de rebeldía y de protesta.
El
derecho a hacer revolución lo impedían no solamente las castas militares, los
ejércitos profesionales, las policías políticas represivas; lo impedían no solo
el control monopolista de las armas, de la fuerza, sino incluso de los medios
espirituales de los pueblos; es decir, no de su prensa, de sus universidades,
de sus centros de enseñanza, de los medios de información nacional o
internacional. Lo impedían no solamente
el control de los recursos militares, de los recursos intelectuales y de los
recursos económicos, porque enseñaban lo que la camarilla gobernante quería que
enseñaran; se escribía lo que la camarilla gobernante quería que se escribiese;
se repartía de la renta nacional lo que la camarilla gobernante, al servicio de
los privilegios nacionales o extranjeros, quería que se distribuyese. Y los recursos de la nación no se repartían con
criterios de justicia, la parte de los recursos, es decir, de la renta de la
nación que repartían al pueblo, la repartían también en tal forma que, si era
posible dividiera a los obreros entre sí; si era posible dividiera a los del
campo de los de la ciudad, dividiera los de una región del país, contra otra
región del país.
No
solo eran esos factores los que impedían a nuestros pueblos el derecho a hacer
una revolución, porque nosotros tenemos una prueba muy elocuente, demasiado
elocuente, de que había todavía más trabas para hacer revoluciones; porque
nosotros vencimos aquí, al ejército profesional mercenario al servicio de los
privilegios nacionales y extranjeros (APLAUSOS); nosotros logramos vencer al
monopolio que esos intereses tenían de los medios de divulgación.
Nadie
crea que las ideas de la rebeldía y de la justicia que inspiraron a la
Revolución Cubana se escribieron en los periódicos, ni se explicaron en las
estaciones de radio y televisión. Nadie
crea que las ideas que engendraron a la Revolución Cubana se inspiraron en los
libros de texto de nuestra historia, porque para vergüenza de los que
contribuyeron a esa sumisión criminal al interés extranjero, en nuestros libros
de historia se les enseñaba a nuestros jóvenes y a nuestros niños que debíamos
la libertad al imperio que nos la había arrebatado (APLAUSOS). Nadie crea que esas ideas se enseñaron en los
libros de texto; nadie crea que esas ideas nos las trajeron las agencias
internacionales de información. Nadie
crea que la UPI y la AP nos enseñaron a los cubanos doctrinas revolucionarias
(EXCLAMACIONES Y ABUCHEOS); las únicas noticias que a nuestro país llegaban
eran las noticias de la AP y de la UPI (EXCLAMACIONES Y ABUCHEOS).
Nadie
crea que la Revolución surge de las organizaciones campesinas; las
organizaciones campesinas estaban absolutamente impedidas en nuestra patria. Nadie crea que la Revolución surge de las
organizaciones obreras; las organizaciones obreras (APLAUSOS) en su afán
(APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel!")
de controlarlo todo... (EL COMANDANTE
FIDEL CASTRO PIERDE MOMENTANEAMENTE LA VOZ)
(EXCLAMACIONES DE: "¡Que se
cuide, que se cuide!, ¡que descanse, que descanse!")... Yo recobro la voz, yo la recobro
(EXCLAMACIONES DE: "¡Que
descanse!")..., sí, no me hagan ruido, déjenme a mi, yo recobro mi voz;
¡vamos, colaboren conmigo y no me hagan ruido!..., sí (CONTINUAN LAS
EXCLAMACIONES DE: "¡Que
descanse!" Y COREAN: "¡Raúl,
Raúl, Raúl!").
Locutor- Fidel quiere seguir hablando. Fidel no quiere irse porque se encuentra
fuerte, solo con un poco de afonía.
Comandante Raúl Castro.- Queridos
compañeros (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS):
No
es una simple casualidad que esto suceda (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") en momentos que han de ser
históricos para Cuba y para la América nuestra, ¡que es la verdadera! (APLAUSOS), no es ni cosa del destino, ni
cuestiones de malos augurios; eso es, simplemente, un ligero revés sin importancia,
porque se ha ido una voz por un momento; ¡pero ahí está él y estará! (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel!")
En
muchos años no habíamos visto, o no
había visto temblar mi mano como tiembla de emoción en estos momentos
(APLAUSOS). Esto que acabamos de ver, y
que por un fugaz instante fue el deleite de los enemigos de nuestros pueblos,
no es nada, porque eso no es más que la consecuencia de una vida joven,
dinámica y honrada, dedicada al bien de su pueblo (APLAUSOS). Y esto, que no ha sido nada, porque ahí está
él, que es lo que importa; más esto otro que tengo en la mano (MUESTRA UN
DOCUMENTO) (APLAUSOS y
EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel,
Fidel!"), pudo haberse evitado, si el querido y admirado compañero Fidel
hubiese dedicado algún tiempo a cuidar su persona (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Que se cuide, que se cuide!").
Y
en estos momentos, sufre él y sufrimos nosotros, porque los magníficos
pronunciamientos que hacía e informar al pueblo y a nuestra América de los
frutos que hemos conquistado, ¡es una gloria que solo le cabía a él! (APLAUSOS.)
Por lo tanto, no vamos a ser extensos, ni a mantener por mucho más
tiempo vuestro desesperado interés en conocer el objetivo de esta reunión; pero
antes, antes, déjenme recordarles una anécdota de la guerra.
Luchar
contra el ejército batistiano (ABUCHEOS), apoyado y sostenido, además de
instruido y armado por los yankis, fue una tarea dura; pero, más duro fue para
nosotros, durante los dos años de guerra civil, tratar de separar a Fidel de
los combates y de la línea de fuego (APLAUSOS).
Al final, esa pelea se hacía más dura.
Por fin, los compañeros oficiales que en aquellos meses finales estaban
junto a él aceptaban o se transaron, con que Fidel dirigiera al menos, además
de las operaciones, las baterías de morteros.
En Guisa, una de las más grandes batallas que la Columna No. 1
"José Martí", bajo su mando, libró, fue necesario —aunque esté mal el
decirlo— que una tropa, la misma que lo obedecía hasta la muerte, se le
sublevara para que él no diera ni un paso más al frente (APLAUSOS).
Fidel
ahora tiene que descansar y recuperarse, porque no tiene nada grave; y así nos
lo ha prometido.
Leeremos
estas leyes revolucionarias, que es lo que hay aquí hoy (APLAUSOS). Y juremos que cuando esté aquí restablecido,
para cuando él pueda dirigirse nuevamente a su pueblo, como siempre lo ha
hecho, y haga la magnífica y brillante, además de histórica y profunda
exposición, no de Cuba —porque hoy aquí no hablará Cuba—, sino de toda nuestra
América Latina (APLAUSOS).
Y
para eso, juremos, hermanos cubanos, prepararle la concentración más grande que
jamás nuestra patria haya visto (APLAUSOS).
"República
de Cuba, Poder Ejecutivo. Resolución."
(En los Por Cuanto ustedes podrán
observar que todo está explicado)
"Por
Cuanto: La ley No. 851, de 6 de julio de
1960, publicada en la Gaceta Oficial de la República, de julio 7, autorizó a
los que resuelven para que, mediante resoluciones, dispongan conjuntamente,
cuando lo consideren conveniente a la defensa del interés nacional, la
nacionalización; por vía de expropiación forzosa de los bienes o empresas,
propiedad de personas naturales o jurídicas nacional de los Estados Unidos de
Norteamérica" (APLAUSOS Y EXCLAMACION DE:
"¡Cuba sí, yankis no!" Y DE:
"¡Fidel, Fidel!", "¡Fidel, seguro, a los yankis dales
duro!" "¡Qué tiene, que los americanos no pueden con él).
Una
mala noticia para el imperialismo yanki (EXCLAMACIONES); porque puede ser que
se le vuelva a ir, pero le está volviendo la voz a Fidel. Vamos a hacer un pequeño esfuercito, él y
nosotros; él hablando bajito, y ustedes haciendo silencio; dentro de cinco minutos
solamente, mientras, vamos a cantar el Himno, dirigido por Almeida (SE ENTONAN
LAS NOTAS DEL HIMNO NACIONAL. POSTERIORMENTE
EL COMANDANTE FIDEL CASTRO CONTINUA EN EL USO DE LA PALABRA).
Comandante Fidel Castro.- "Por
Cuanto: En la fundamentación de la
expresada Ley, se contempló la actitud asumida por el Gobierno y el Poder
Legislativo de los Estados Unidos de Norteamérica de constante agresión, con fines
políticos, a los fundamentales intereses de la economía cubana, evidenciada en la
enmienda acordada por el Congreso de dicho país a la Ley Azucarera; mediante la
cual se concedieron facultades excepcionales al Presidente de dicha nación para
reducir la participación en el mercado azucarero del mencionado país, a los
azucareros cubanos, como arma de acción política contra Cuba.
"Por
Cuanto: El Ejecutivo del Gobierno de los
Estados Unidos de Norteamérica, haciendo uso de las expresadas facultades
excepcionales, y en notoria actitud de agresión económica y política contra
nuestro país, ha procedido a la reducción de la participación en el mercado
norteamericano de los azúcares cubanos, con la indiscutible finalidad de
agredir a Cuba, y a su desarrollo y proceso revolucionario.
"Por
Cuanto: Este hecho constituye una
reiteración de la continuada conducta del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica,
dirigida a evitar el ejercicio por nuestro pueblo de su soberanía y su integral
desenvolvimiento, correspondiendo así, a los deleznables intereses de los monopolios
norteamericanos, que han obstaculizado el crecimiento de nuestra economía, y la
afirmación de nuestra libertad política.
"Por
cuanto: Ante tales hechos, los que
resuelven, conscientes de sus altas responsabilidades históricas, y en defensa
legítima de la economía nacional, están en la obligación de proveer las medidas
necesarias para contrarrestar el daño causado por las agresiones de que ha sido
objeto nuestra nación.
"Por
cuanto: De conformidad con nuestro
ordenamiento constitucional y legal, en ejercicio de nuestra soberanía, y como
medida legislativa interna, entendiendo que resulta conveniente ante la
consumación de las medidas agresivas a que se refieren los Por Cuantos
anteriores, ejercitar las facultades que confieren a los que resuelven la Ley
No. 851, del 6 de julio de 1960; o sea, proceder a la expropiación forzosa, a
favor del Estado, de bienes y empresas propiedad de personas jurídicas
nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, como decisión justificada,
por la necesidad que tiene la nación de resarcirse de los daños causados en su
economía, y afirmar la consolidación de la independencia económica del país.
"Por
Cuanto: La Compañía Cubana de
Electricidad (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES) y la Cuban Telephone Company
(EXCLAMACIONES), han constituido un ejemplo típico de monopolios extorsionistas
y explotadores que han succionado y burlado durante largos años la economía de
la nación y los intereses del pueblo.
"Por
Cuanto: Las Compañías Azucareras se
apoderaron de las mejores tierras de nuestro país y al amparo de la Enmienda
Platt, cláusula ominosa y cercenadora de la economía nacional, que facilitó la
invasión al país por el capital imperialista de sus insaciables e
inescrupulosos amos extranjeros, que han recuperado muchas veces el valor de lo
invertido.
"Por
Cuanto: Las compañías petroleras
(ABUCHEOS) estafaron de manera continuada la economía de la nación, cobrando
precios de monopolio, que significaron durante muchos años la erogación
cuantiosa de divisas, y el afán de perpetuar sus privilegios desacataron las
leyes de la nación, y fraguaron un criminal plan de boicot contra nuestra
patria, obligando al Gobierno Revolucionario a su intervención.
"Por
Cuanto: Es deber de los pueblos de
América Latina propender a la recuperación de sus riquezas nacionales,
sustrayéndolas del dominio de los monopolios de intereses foráneos que impiden
su progreso; promueven la injerencia política y menoscaban la soberanía de los
pueblos subdesarrollados de América.
"Por
Cuanto: La Revolución Cubana no se
detendrá hasta la liberación total y definitiva de la patria.
"Por
Cuanto: Cuba ha de ser ejemplo luminoso
y estimulante para los pueblos hermanos de América y todos los pueblos
subdesarrollados del mundo, en su lucha por librarse de las garras brutales del
imperialismo.
"Por
Cuanto: En uso de las facultades de que
estamos investidos, de conformidad con lo dispuesto en la Ley No. 851, del 6 de
Julio de 1960,
"RESOLVEMOS:
"PRIMERO: (EXCLAMACIONES DE JUBILO) Se dispone la nacionalización, mediante la
expropiación forzosa, y por consiguiente se adjudican a favor del Estado
cubano, en pleno dominio, todos los bienes y empresas ubicados en el territorio
nacional, y los derechos y acciones de emergentes de la explotación de esos
bienes y empresas, que son propiedad de las personas jurídicas nacionales de
los Estados Unidos de Norteamérica, u operadoras empresas en que tienen
intereses predominantes nacionales de dicho país, que a continuación se
relacionan:
1.
Compañía Cubana de Electricidad (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Bravo!" Y DE "¡Fidel,
seguro, a los
yankis
dales duro!")
2.-
Compañía Cubana de Teléfonos.
3.- Esso Standard Oil, S.A.,
División de Cuba.
4.- Texas Company West
Indian.
5.- Sinclair Cuba Oil
Company, S.A.
6.-
Central Cunagua, S.A.
7.-
Compañía Azucarera Atlántica del Golfo, S.A.
8.-
Compañía Central Altagracia, S.A.
9.-
Miranda Sugar States.
10.-
Compañía Cubana, S.A.
11.- The Cuban American Sugar
MilI.
12.- Cuban Trading Company.
13.- The New Tuinicú Sugar
Company.
14.-
The Francisco Sugar Compay.
15.-
Compañía Azucarera Céspedes.
16.- Manatí Sugar Company.
17.- Punta Alegre Sugar Sales
Company.
18.- Baraguá Industrial
Corporation of New York.
19.- Florida Industrial
Corporation of New York.
20.- Macareño Industrial
Corporation of New York.
21.-
General Sugar States.
22.-
Compañía Azucarera Vertientes Camagüey de Cuba.
23.-
Guantánamo Sugar Company... (EXCLAMACIONES
DE: "¡Se llamaba!").
24.
United Fruit Company (EXCLAMACIONES DE: "¡Se
llamaba!")
(EL
EX PRESIDENTE DE GUATEMALA, JACOBO ARBENZ, VIENE A LA TRIBUNA Y ABRAZA AL
COMANDANTE FIDEL CASTRO)
25.-
Compañía Azucarera Soledad S.A. (EXCLAMACIONES
DE: "¡Se llamaba!")
26.
Central Ermita, S.A." (EXCLAMACIONES DE:
"¡Se llamaba!")
Es
decir que quedan nacionalizadas todas las empresas de la compañía eléctrica,
todas las empresas de la compañía de teléfonos, todos los bienes, por supuesto,
y empresas de la Texaco y de la Esso (EXCLAMACIONES DE: "¡Se llamaba!"), la Sinclair
(EXCLAMACIONES DE: "¡Se
llamaba!") y, además, los 36 centrales azucareros que tenía Estados Unidos
en Cuba (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Se
llamaba!", "¡se llamaba¡").
"En
consecuencia —bajito, bajito, como para que no oigan—, se declara al Estado
cubano subrogado en lugar y grado de las personas jurídicas relacionadas en el
apartado anterior, al respecto de los bienes, derechos y acciones mencionados,
así como de los activos y pasivos integrantes del capital de las referentes
empresas, etcétera, etcétera, etcétera.
"Firmado: Dr. Osvaldo Dorticós, Presidente de la
República (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Dorticós,
Dorticós!"). Y el que les habla,
Primer Ministro del Gobierno Revolucionario" (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel!").
Como
ustedes saben, de acuerdo con la Ley del 6 de julio de 1960, de defensa de la
economía nacional y de soberanía del país, esos bienes se indemnizarán (DEL
PUBLICO LE DICEN ALGO).
Todavía,
ahora le vamos a preguntar al pueblo. Estamos
explicando.
Se
van a indemnizar. ¿Cómo? En bonos vencederos en un plazo de 50 años,
al 2%, con un fondo... ¿Con qué vamos a
pagar? Muy bien: con un fondo que se constituirá con la cuarta
parte del valor de lo que nos compren de azúcar por encima de 3 millones de
toneladas (APLAUSOS), es decir que cuando nos compren azúcar por encima de 3
millones, 3 millones y medio o 4 millones, por ejemplo, lo que pasa de 3
millones, con la cuarta parte de lo que pase de 3 millones, siempre que sea a
un precio de 5,40 dólares el quintal para arriba (APLAUSOS), con la cuarta
parte del valor —¿ustedes entienden bien?— (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"), con la cuarta parte de lo
que valga, lo que nos compren de azúcar de 3 millones para arriba, siempre
que sea a un precio de 5,40 dólares el quintal, o más, en bonos. Así que los bonos se pagarán con ese fondo,
en 50 años; hay un plazo de 50 años para pagarlo. Esta es la Ley, la resolución adoptada de
acuerdo con la Ley, aprobada por el Consejo de Ministros y que autorizaba al
Presidente de la República y al Primer Ministro para adoptar estas medidas, en
defensa de nuestra economía (EXCLAMACIONES).
No, no, no, la voz no se me va a ir...
Como
ustedes saben, ellos nos habían arrebatado cerca de un millón de toneladas de
nuestra cuota; azúcar que ya estaba producida de acuerdo con las leyes
existentes en aquel país, que nos había costado producirla y que estaban
destinadas a ese mercado, que siempre fue abastecido por nuestro país, sobre
todo en los días difíciles, cuando ellos no podían recibir azúcar de ningún
otro punto, la recibían de Cuba, y la vida les fue dulce, dulce, aun cuando el
mundo se veía envuelto en las catástrofes y en las miserias y en las hambres de
las guerras.
Ellos
siempre tuvieron nuestro azúcar, azúcar que era nuestra, pero cuyos dividendos
se los llevaban ellos mismos a través de las compañías que eran dueñas de los
principales centrales, y además la pagaban a un precio inferior al mercado
mundial en los años de guerra, cuando no tenían a quien comprarle azúcar, y
nuestros obreros se sacrificaban, nuestros agricultores se sacrificaban para
que ellos tuvieran azúcar, mucha azúcar; cuyos precios, al fin y al cabo, se
los llevaban ellos.
Y
nos arrebataron un millón de toneladas de nuestra cuota, cuando ya estaba
producida, en un evidente propósito de rendirnos por hambre, de torcer el
destino de nuestra patria mediante ese acto de agresión económica. Y nosotros les advertimos claramente que las
agresiones a Cuba y las cuotas que nos arrebataran, las pagarían central por
central y propiedad por propiedad (APLAUSOS).
Sin
embargo, faltaba un detalle, un detalle —¡uh!, todavía quedan algunas cosas. Ya iremos discutiendo a su debido tiempo golpe
por golpe, a su debido tiempo, ¡golpe por golpe! (APLAUSOS.)
Ellos
se creen demócratas, es decir, Wall Street, la casa Morgan, la casa
Rockefeller, y ese puñado de casas que controlan cientos de miles de millones
de pesos que constituyen el nervio del imperio económico: el grupo exiguo y minoritario que controla
las riquezas que tienen invertidas en el mundo.
Ellos, se llaman demócratas. Ellos
que linchan a los hombres negros; ellos, que lincharon a los indios; ellos, que
no son capaces de dar siquiera un mitin como este, porque no hay partido en
Estados Unidos que reúna, en Estados Unidos, tanto pueblo como nosotros
reunimos aquí en unas horas (APLAUSOS); ellos, que llaman democracia a esa
farsa que tienen montada, a ese "cachumbambé" entre camarillas que
son juguetes de Wall Street; ellos, que persiguen las ideas, que a todos los
hombres de pensamiento progresista los han encarcelado o expulsado; ellos, que
tratan de engañar al mundo con esa farsa, en medio de la indiferencia de su
propio pueblo; porque aun cuando fabrican allí opiniones, como fabrican
butifarras, perros calientes o coca colas (RISAS), a través de esas películas
insoportables, que lo peor y lo más retrógrado del pensamiento de ese país
produce. Porque las mentes brillantes,
los artistas brillantes como Charles Chaplin, verdaderos actores, verdaderos
escritores, los expulsaron de ese país; solo porque veían el lado obrero, solo
porque veían el lado humilde del pueblo norteamericano, solo porque sufrían con
el perseguido, solo porque intentaron decirles la verdad que se esconde detrás
de todas las apariencias y de todas las mentiras. A pesar de que en ese país el control
monopolista de la prensa, de la radio, de la televisión, la persecución que
desatan contra todo periodista que difiera, que lo expulsan de su trabajo, le
cierran las puertas y lo matan de hambre, a pesar de que así ellos fabrican sus
opiniones y le hacen creer al noble pueblo norteamericano las cosas más
absurdas, las mentiras más inauditas; y lo mismo le dicen que aquí tenemos una
base de cohetes, que le afirman que asesinamos a los norteamericanos por las
calles respondiendo a una sola voz; porque son los resortes económicos de los
monopolios los que quitan y ponen directores de periódicos, los que sostienen
esos periódicos. Ustedes saben que los
periódicos cuestan cantidades fabulosas, y esas mismas compañías y trusts con
sus anuncios y con sus subvenciones, son las que sostienen esas cadenas de
periódicos; a pesar de que ellos así han cocinado al pueblo norteamericano en
ese caldo de mentira constante y sistemática; a pesar de eso, ellos, en Estados
Unidos, donde hay ciudades de 8 millones de habitantes que tienen cerca de
200 millones de ciudadanos, no pueden reunir nunca, ellos, que se llaman
demócratas; esos partidos que dicen que practican la democracia, esos grupitos
de farsantes y de hipócritas que dicen practicar la democracia y representar al
pueblo, son incapaces de reunir allí, donde hay ciudades de 8 millones de
habitantes, un público como este. Esto
es demasiado, esto sería lo nunca visto allí, por uno de los partidos que se
disputan, se tiran y se cambian de mano el poder de Estados Unidos.
Prueba
inequívoca, porque, ¿cómo puede haber democracia donde no hay pueblo? ¿Cómo puede haber democracia donde el pueblo
no participa, donde el pueblo no actúa, donde el pueblo no cuenta? y
al pueblo, a pesar de que lo engañan, por instinto aquel pueblo, aunque no
pueda conocer las verdades del mundo, aunque no pueda comprender los desastres
de la política absurda de ese grupo que está llevando al abismo a la nación
norteamericana, por lo menos, no han podido evitar que los invada la
indiferencia, la repugnancia y el asco contra sus propios políticos. Y no pueden reunir ni siquiera un pueblo como
este.
La
Revolución, en unas horas, en un llamado, reúne tanto público, que no es, por
cierto, el acto más grande. No hemos movilizado
la ciudad, no hemos movilizado los pueblos del interior. Aquí se ven camisas azules, que son las
camisas azules de nuestras milicias obreras (APLAUSOS); aquí se ven las camisas
verdes de nuestras milicias campesinas (APLAUSOS). La Revolución puede reunir muchas veces más
público que este, no solo en la capital; la Revolución los reunió en pleno
campo, en la Sierra Maestra (APLAUSOS), porque revolución sí es democracia,
revolución sí es pueblo que actúa y que lucha, porque la democracia no está en
las formas. A las formas les rinden
pleitesía los hipócritas; a las formas se aferran los falsos valores. Los verdaderos y profundos valores se agarran
de los hechos, se afincan en los hechos y en la esencia.
Ellos
se lamentan de que nosotros, en pleno proceso revolucionario, no les hayamos
hecho el favor de caer en aquella politiquería falsa e incolora que era disputa
de las camarillas, expresión de intereses de las clases dominantes; sin que el
campesino, el obrero y la gran masa del pueblo contara para nada.
Ellos
se aferran a la forma y nosotros nos aferramos a los hechos, a la esencia; y
los hechos constantemente nos dan la razón.
Ellos querían llamar democracia a aquel sistema de hambre, a aquel
sistema de analfabetismo, a aquel sistema de desempleo y de miseria; como si
pudiese ser libre un hombre que no tenía ni siquiera un trabajo con qué ganarse
el pan; como si pudiese ser libre un hombre inculto; como si en medio de
aquella dominación, de aquel control de que hablaba, de todos los medios de
dominación, desde el poder militar hasta el poder espiritual, pasando por las
magistraturas, pasando por el control económico; puesto que eran ellos los que
distribuían y manejaban a su antojo todos los recursos de la nación, los
periódicos y, en fin, todos los medios. Precisamente
me había interrumpido cuando les explicaba que en su afán de controlarlo todo,
habían controlado también, por medio de la pistola y por medio de la
corrupción, las organizaciones oficiales de los trabajadores. Hasta eso, los instrumentos de lucha del
obrero, en medio de un régimen de explotación estaban controlados a la fuerza
por los servidores de esos intereses y privilegios.
Por
eso es que nosotros, tomando al pueblo de La Habana como una representación y
una expresión, en sus sentimientos, del sentimiento de la nación, le queremos
preguntar al pueblo, para que ellos que de democracia no entienden una palabra,
sepan que aquí el blanco y el negro, porque aquí el negro es como el blanco
(APLAUSOS), aquí, aquí donde no se juntan los abogados ni los millonarios de la
casa Morgan o de la casa Rockefeller; aquí donde se reúne el obrero, el hombre
humilde, el hombre que trabaja; aquí donde se reúnen las mujeres humildes, las
mujeres que trabajan, los estudiantes, el pueblo. Porque si esto no es el pueblo, ¿qué será el
pueblo? Ellos entienden por pueblo el
millonario aristocrático que vive saqueando al pueblo, ¿eso es lo que ellos
quieren llamar pueblo? (APLAUSOS.) Si esto no es el pueblo, si el hombre que
trabaja, si el hombre honesto, si el hombre que quiere a su patria, si aquel
ciudadano que quiere luchar por ella y está dispuesto a morir por ella, si ese
ciudadano que lo da todo, si ese ciudadano generoso, si ese que practica las
virtudes verdaderamente humanas de hermandad y de comprensión entre los
hombres, de solidaridad y de amor, si ese no es el pueblo, ¿qué es el
pueblo? Ya este pueblo aquí, delante de
nosotros, queremos también consultarlo, para que el pueblo también participe
directamente en esta medida y que, por tanto, levanten la mano los que
suscriban esta determinación del Gobierno Revolucionario (EL PUEBLO EN PLENO
LEVANTA LOS BRAZOS) (APLAUSOS
PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Ya
votamos, ya votamos!" Y "¡Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los
americanos no pueden con él!").
De
las milicias vamos a hablar dentro de un ratico. ¿Y quién dice que las milicias no tienen
armas?, ¿qué ustedes quieren, que yo diga ahora dónde están? Todas las armas de todos ustedes están
depositadas, y en puntos donde en brevísimo tiempo están todas en manos de
ustedes (APLAUSOS). Quiero que sepan que
están probadas, engrasadas, con su parque, con su bayoneta, todo absolutamente
(APLAUSOS). Y ya dije que las milicias
no iban a desfilar más sin armas, porque es que ya están las armas, ya están
las armas (APLAUSOS).
Ahora,
ustedes saben que ya los responsables estuvieron un mes en la Sierra Maestra, y
ahora serán sometidos a un curso de entrenamiento intensivo, y todos ustedes
van a ser sometidos a un curso de entrenamiento intensivo (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES),
para que organicen verdaderos batallones con la máxima eficiencia; porque no basta
con tener las armas, el problema es saber hacer el uso más perfecto y más
efectivo de ellas para que el que choque con nosotros aquí sepa lo que le toca
(APLAUSOS). Hay armas para todos, y tan
buenas armas que cuando ustedes las vean, se van a maravillar (APLAUSOS).
El
pueblo, del cual emanó el poder de la Revolución... Porque es una cosa curiosa preguntarles a
esos señores del Pentágono y a esos señores del Senado, si ellos creen que el
poder de ellos, que ya sabemos cómo lo lograron, en medio de una indiferencia donde
la mitad del país ni va a votar y donde todo está hecho de antemano, a través
de los trusts que dirigen la prensa de ese país y dirigen los recursos, donde
ya se sabe quién va a ser el candidato y cómo se seleccionan los candidatos,
que su poder sea más legítimo que el de nosotros. Porque al señor Eisenhower (ABUCHEOS), al
señor Eisenhower, con todo respeto, con todo respeto, y al señor Nixon, con
todo respeto (ABUCHEOS), y a todos esos señores que están en el Senado, con
todo respeto (ABUCHEOS), los llevaron, los postularon, les hicieron la
propaganda —que ya ustedes saben lo que es la propaganda— y allí los hicieron
senadores y los hicieron funcionarios, no del país, sino funcionarios, ¿de
quién?, de la plutocracia; porque esos señores no representan al pueblo
norteamericano, esos señores tienen engañado al pueblo norteamericano, y
representan la plutocracia norteamericana:
los dueños de todos los trusts, de todos los bancos y de todo el dinero
de Estados Unidos, que son un grupito, un porcentaje ínfimo de la nación
norteamericana. Esos señores que
representan la plutocracia, seguro que
creen que tienen un poder más legítimo que el de la Revolución. Y al Gobierno Revolucionario no lo llevó al
poder ningún dinero de ningún banco, de ningún monopolio, de ninguna maquinaria
política; al Gobierno Revolucionario no lo llevaron al poder las bayonetas,
esas bayonetas que llevan a los gobiernos al poder; no lo llevaron los fusiles mercenarios,
esos fusiles con que ellos arman las pandillas que defienden sus intereses; no
nos llevó el Pentágono, ni nos llevó al poder la Junta Interamericana de
Defensa, ni nos llevó al poder la misión militar norteamericana; no fueron los
coroneles, ni las glorias con que, por ejemplo, el señor Eisenhower, respaldado
en decenas de miles de aviones, de barcos, de tanques y de todo el poderío
militar, le permitió cosechar las victorias en Europa, cuando los ejércitos
alemanes habían sido desangrados en los campos de batalla de la Unión Soviética
(APLAUSOS). No. Nosotros no teníamos ni un miserable tanque;
al contrario, los tanques los tenían los esbirros de la tiranía, eran tanques
Sherman, yankis. No teníamos un
miserable avión; los aviones los tenían los servidores del imperialismo, y eran
aviones yankis. No teníamos bombas; la
dinamita que nosotros usábamos era la dinamita de las bombas que nos tiraban y
que no explotaban; las que explotaban, explotaban. Y de las que no explotaban sacábamos nosotros
la dinamita.
La
Revolución llega al poder porque está consagrada con un respaldo, que no es el
respaldo de ir allí, a una urna, a votar una vez cada cuatro años. La Revolución llega al poder con ese respaldo
verdadero que dan los pueblos, cuando dan todo lo que tienen; porque dan sus
hijos, dan los esposos, dan los hermanos, dan los seres queridos, dan su sangre
por conquistar algo. Y con sangre, con
sacrificio, sin un miserable avión, sin un miserable tanque, sin fusiles Garand,
sin millones de ningún trusts, sin maquinarias políticas, sin periódicos que
nos hicieran la propaganda, sin cadenas de prensa, sin UPI, ni AP; con sangre y
sudor de pueblo llegó al poder la Revolución, y sus funcionarios son los más
legítimos representantes de ese pueblo (APLAUSOS). Y se mantiene en el poder, a pesar de ellos. Si el imperialismo, si Wall Street, si el
State Departament quieren medir nuestro mérito, les vamos a dar una regla para
que vean todo el respaldo que tiene la Revolución Cubana, para que vean toda la
fuerza popular que tiene la Revolución Cubana, para que vean todo el apoyo
democrático que tiene la Revolución Cubana; les vamos a dar una regla: estamos en el poder, a pesar de ustedes, y ya
eso lo dice todo.
Porque,
¿qué gobierno podía mantenerse en el poder?, no ya contra ellos, sino ellos. ¿Qué gobierno en América —y si no quieren
hablar de América, en Cuba— podía mantenerse en el poder contra ellos? Y si quieren tener la medida del respaldo con
que contamos, baste decirles que estamos en el poder a pesar de ellos
(APLAUSOS).
Y
si en un mundo como el nuestro, en un país pequeño, subdesarrollado, que no
solo vivió bajo sus botas, que no solo vivió bajo el poder de sus dólares, que
no solo vivió bajo su propaganda; porque nosotros aquí no leíamos otra cosa que
revistas norteamericanas; nosotros no veíamos otras películas que películas
norteamericanas; nosotros no oíamos otras consignas, que consignas
norteamericanas; nosotros no veíamos otras costumbres que costumbres norteamericanas;
nosotros no teníamos otras noticias del mundo que noticias norteamericanas. En nuestra escuela, ¿qué se enseñaba? Lo que decía el norteamericano. En nuestros libros, ¿qué se enseñaba? Lo que quería el norteamericano. Cómo van a venir a decir que doctrinas
extrañas, si doctrinas extrañas hubiésemos asimilado, habrían sido doctrinas
extrañas (APLAUSOS).
Y,
¿por qué no hemos asimilado, y por qué hemos arrojado de nuestra conciencia sus
doctrinas extrañas, rarísimas? Porque son
las doctrinas que van acompañadas de hambre, de la miseria, de la explotación
más despiadada de los pueblos. Por no
aceptar sus doctrinas que son las únicas, las únicas que aquí llegaban, porque,
¿qué otra doctrina, a través de la UPI, a través de la AP, a través de las revistas
y del cine norteamericano, qué otra doctrina llegaba a nuestro país? Y como prueba de que la Revolución Cubana
surge de las entrañas del dolor, del sufrimiento de Cuba, porque ha demostrado
nuestro pueblo esa sensibilidad que le permitió reaccionar frente a ese tóxico,
frente a ese veneno, frente a tanta mentira; eso no viene sino a demostrar la
extraordinaria sensibilidad moral y revolucionaria del pueblo cubano. Que nosotros hayamos descubierto nuestro camino,
como lo descubrieron otros pueblos, eso no quiere decir sino, que los pueblos
reaccionan frente a la injusticia en todas partes del mundo y que, además,
todos los pueblos que han surgido al mundo victorioso frente a la explotación y
a la injusticia, son pueblos llamados a ser amigos y hermanos (APLAUSOS).
Y
ese era el pan de cada día en nuestro país:
el pan yanki. Y eso sirve para
que se mida el respaldo que tiene el Gobierno Revolucionario. Nos habían creado hasta una mentalidad
fatalista que hacía pensar a cada ciudadano, que sin ellos el mundo se hundía,
que contra ellos jamás nadie podría gobernar, porque, entre otras muchas armas,
se valían de esa arma, se valían de la superstición, se valían de esas mentiras
tradicionales. Y a nuestro pueblo le
habían hecho creer eso también, el fatalismo geográfico, que no es lo mismo el
fatalismo que la fatalidad geográfica. Era
en todo caso la fatalidad, pero no el fatalismo. Fatalismo quiere decir, seguir de todas
maneras, irremisiblemente, en una situación; fatalidad quiere decir, ir hacia
la situación que le convenga a un pueblo, a pesar de la fatalidad, es decir, de
las adversidades. Para nosotros en cada
caso será una fatalidad, pero no un fatalismo.
Sin embargo, ellos hablaban y aquí se habla del fatalismo. Y si a pesar de todo eso, a pesar de la
influencia que tenían aquí, nuestro pueblo ha roto las cadenas, y nuestro
pueblo mantiene su actitud y su línea. ¿Qué
quiere decir eso?, que nuestro poder es mil veces más legítimo que el poder que
ellos ostentan, y que nosotros aquí no representamos al garrotero, ni al
prestamista, ni al latifundista, ni al monopolista, ni al banquero; nosotros
aquí representamos a la víctima, al explotado, al extorsionado por todos esos
intereses. Nosotros, históricamente, sí
representamos al pueblo y nuestro poder es, por tanto, mil veces más legítimo,
y mil veces más democrático, porque, posiblemente, haya pocos pueblos en el
mundo en que el pueblo tenga una participación tan directa y tan decisiva en
sus propios destinos, como tiene el pueblo de Cuba.
Pero
este es un pueblo en campaña, este es un pueblo sobre las armas (APLAUSOS),
este es un pueblo virtualmente atrincherado frente a la agresión; un pueblo que
realiza una tarea, un pueblo que transforma su estructura económica y social
para que sobre estos grandes cambios, crezcan las nuevas instituciones de la república,
que no serán instituciones al servicio del privilegio, que no serán
instituciones al servicio del explotador, sino que serán, definitivamente, y
para siempre, instituciones al servicio del pueblo.
Por
eso es bueno que el pueblo haya votado aquí también y, desde luego, el Gobierno
Revolucionario no hace sino interpretar la voluntad del pueblo, ¡del pueblo! El pueblo no es garrotero, ni explotador, ni
latifundista, ni privilegiado. Esos
señores, no, esos señores no forman parte del pueblo, esos señores son
antipueblos, que no es lo mismo (APLAUSOS).
Y
con nosotros han votado también los delegados del congreso de juventudes
(APLAUSOS), porque ellos también tienen derecho a votar aquí (APLAUSOS). Porque el problema de Cuba no es solo el
problema de Cuba; el problema de Cuba es hoy el problema de toda la América
Latina, pero no solo de la América Latina; el problema de Cuba es el problema
del negro del sur de Estados Unidos; el problema de Cuba es el problema de los
“espaldas mojadas” que trabajan en la zona fronteriza con México; el problema
de Cuba es el problema del intelectual progresista de Estados Unidos, es el
problema del obrero norteamericano, del campesino norteamericano y también del
pueblo norteamericano (APLAUSOS).
Por
eso ellos tienen derecho aquí también a votar, y porque, además, cada uno de
estos centrales que antes eran de la Atlántica, de la United, de la tal y más
cual company, se llamarán desde ahora, llevará cada uno de ellos el nombre de
una república hermana de América Latina (APLAUSOS PROLONGADOS). Y en especial hay un central que es de los
más grandes, era propiedad de la United Fruit Company, y ese central llevará en
lo adelante el nombre de Guatemala (APLAUSOS), en homenaje al pueblo
guatemalteco, cobardemente acribillado por las balas y los aviones de la United
Fruit Company en homenaje al pueblo de Guatemala, en homenaje a los
guatemaltecos que murieron asesinados o fusilados por las hordas mercenarias de
Castillo de Armas, es decir, las hordas de Foster Dulles armadas por la United
Fruit y el State Departament; en memoria a aquellos héroes, en memoria de
aquellos que cayeron víctimas de la más cobarde y más infamante conjura que ha
visto este continente en los últimos años; conjura cobarde y criminal que marcó
con el sello de la infamia a los que se hicieron cómplices de ella en la Organización
de Estados Americanos; porque fueron cómplices de aquella agresión, fueron
cómplices cobardes y viles de aquel crimen. La mano criminal del imperio no habría podido
ensañarse sobre Guatemala, si cual una horda de serviles, si cual una manada de
sumisos y de lacayos al imperio, las cancillerías de los pueblos de América no
hubiesen consagrado con su apoyo aquella agresión cobarde.
Y
bueno es que en honor de los guatemaltecos, le pongamos el nombre de ese
heroico país a un central de la United, víspera del minuto en que se pretende
otra vez escribir aquella página sin nombre; de vergüenza y de entreguismo al
imperio explotador, al imperio humillador, al imperio que tanto daño, tanta
humillación y tanta deshonra nos ha traído.
¡Qué papel tan miserable desempeñaron las cancillerías en el caso de
Guatemala! ¡Qué papel tan cobarde, qué papel
tan cómplice!, porque ayudaron al brazo extranjero, ayudaron al brazo poderoso
a clavar el puñal sobre el pueblo guatemalteco, sencillamente porque quiso
hacer una revolución y las revoluciones estaban prohibidas en América.
Ustedes,
jóvenes representativos de la América Latina, ustedes deben saber que las
revoluciones estaban prohibidas en América; ustedes que como jóvenes han de
ansiar para su patria lo mejor; ustedes que como jóvenes, si se quiere por
diversos caminos, si se quiere con diversas concepciones políticas, pero en el
fondo movidos de una misma y única inquietud; porque a los rebeldes, a los
revolucionarios los mueve una inquietud, los mueve ese espíritu que no se
reconcilia con el abuso, que no se reconcilia con el crimen, que no se
reconcilia con la injusticia, ese espíritu que no se reconcilia con la maldad; que
ama bien, que ama la justicia, que ama la libertad; ustedes que querrán lo
mejor y lo más perfecto para cada una de sus patrias; ustedes que mil veces
habrán mordido en silencio ese dolor, esa angustia que nace de la impotencia
frente a lo que no han podido remediar; ustedes que saben de camarillas
políticas, ustedes que saben de farsantes, ustedes que saben de entreguistas,
de vendepatrias, de intereses, de privilegios; que han tenido que morder la
impotencia, la impotencia de no haberlo podido remediar; que se reúnen y se
mueven para conquistar algo mejor; que se reúnen y luchan y están dispuestos a
morir por algo mejor, ustedes deben saber que las revoluciones están prohibidas
en América.
Revolución
quiere decir destrucción del privilegio, desaparición de la explotación,
creación de una sociedad justa donde los hombres perciban el fruto de su
esfuerzo, donde las naciones perciban el fruto de sus riquezas naturales, y que
los hombres vivan de su trabajo, y que sin trabajar solo vivan los que no
puedan valerse por sus brazos, o los que son demasiado ancianos, o los que son
demasiado jóvenes para producir.
Ustedes
que quieren revoluciones, que quieren que sus patrias dejen de ser juguetes del
imperio, que quieren que sus gobiernos dejen de ser títeres del imperio, que
quieren justicia en América, que quieren libertad en América, que quieren
dignidad en América; ustedes han de saber que las revoluciones están prohibidas
en América, porque para prohibir revoluciones el imperio tiene los ejércitos
mercenarios, las misiones militares, los gobiernos títeres, la prensa vendida,
la UPI, la AP, los convenios colectivos suscritos a la cañona, y los pactos
bilaterales suscritos a la fuerza, con gobiernos que no representaban el sentir
de los pueblos. Para combatir
revoluciones tienen la OEA, para combatir revoluciones tienen a los títeres,
tienen a los dictadores, tienen las cancillerías vendidas, para prohibir
revoluciones; y en cuanto en cualquier país de América tenga lugar una
revolución que se decida a arrebatarles de una vez la tierra a los grandes
latifundistas, a las grandes compañías extranjeras; a ponerles impuestos a las
minas, o a recuperar el subsuelo del país, el petróleo, o el estaño, o el
cobre, o cualquier mineral; en cuanto quieran tener una economía propia, en
cuanto quieran liberarse, en cuanto quieran desarrollarse económicamente, en
cuanto quieran convertir los cuarteles en escuelas; en cuanto expulsen una
misión militar norteamericana, que son misiones de espías que están allí
cumpliendo órdenes del Pentágono (APLAUSOS); en cuanto proclamen los derechos
soberanos de la nación, comenzarán las presiones. Primero son las presiones, después las
amenazas, después las agresiones, y después la OEA. ¡Para eso tienen la OEA!
¿Y
qué quieren los yankis? ¿Quieren decir
que nosotros desacatamos la OEA? Pues si
quieren decirlo, magnífico que digan lo que nosotros decimos: que tienen la OEA como un instrumento para
impedir revoluciones en América (APLAUSOS).
Y
claro, los yankis tienen doctrinas, tienen esa doctrina proteccionista que se
llama "doctrina de Monroe", en virtud de la cual ellos convierten a
los pueblos de América en protectorados.
Pero, ¿será posible que en nombre de la democracia y que en nombre de la
integridad continental quieran resucitar la doctrina de Monroe, un gobierno que
tiene 22 bases militares en la España de Franco? ¿Qué gobierno que traicionando a los cientos
de miles de norteamericanos que cayeron en los campos de batalla luchando
contra el fascismo y contra el nazismo, contra ese nazismo que engendró a
Franco, y que engendró el franquismo y que engendró esa tiranía de 20 años, no
en una tierra del continente americano; estos señores yankis que tienen 22
bases militares en la España fascista de Franco, quieran esgrimir ahora la
palabra democracia y la doctrina de Monroe para agredir a la Revolución Cubana? ¿Con qué cara estos señores que, incluso,
tienen una base en este territorio, una base que se la quitaron al pueblo de
Cuba, una base que le impusieron al pueblo de Cuba, a un país que no era libre
para decidir, y le impusieron ese gobierno bajo las cláusulas de la Enmienda
Platt, con su derecho a intervención, que fue una traición a Cuba; a una Cuba
que tanta sangre había derramado por su independencia, traicionando sus propios
acuerdos, traicionando la resolución conjunta que previamente habían aprobado,
nos imponen una Enmienda Platt y nos imponen una base naval por 99 años; esa
nación, que tiene aquí una base con todos los peligros que implica para nuestro
país que una potencia imperialista guerrerista y agresiva tenga una base
militar en el país, que venga esgrimiendo supuestas interferencias
extracontinentales para preparar la maniobra en la OEA contra Cuba?
Y
debemos expresar aquí que la próxima reunión de la OEA no es sino una maniobra
yanki contra Cuba, y debemos expresar aquí que lo que se propone el
imperialismo yanki en la reunión de la OEA es una encerrona contra Cuba.
¿Y
de qué hablan? ¿Quién convoca a esa
reunión y por qué? Es curioso, muy
curioso que esa reunión no se haya convocado cuando los aviones procedentes de
Estados Unidos y en muchas ocasiones con pilotos yankis, estaban bombardeando
nuestros cañaverales y nuestros centrales; es curioso que nadie pida esa
reunión cuando el gobierno de Estados Unidos interfería toda la gestión que
hacía Cuba por adquirir armas, interfería sin razón y sin derecho, cuantas
gestiones hacía Cuba por adquirir aviones para defenderse de los aviones que
quemaban nuestros cañaverales. No se
pide esa reunión cuando misteriosamente, un barco que traía pertrechos para
Cuba explota, costándole la vida a decenas de obreros, un barco que explota,
precisamente, cuando fracasa la gestión del gobierno norteamericano para que
uno de esos países no nos vendiera armas.
Al fracasar la gestión, ¡oh, casualidad!, el barco explota en el momento en que iba a
ser descargado. No se pide esa reunión
cuando nos arrebatan nuestra cuota azucarera; no se pide esa reunión cuando en
el Pentágono discutían los planes de agresión militar a nuestra patria. Y, sin embargo, cuando la Unión Soviética
declara que si se comete... (APLAUSOS)... contra nuestro país el crimen de una
agresión, apoyarían a Cuba; es decir que expresan con toda claridad que si se
comete un crimen contra Cuba, ellos apoyarían a Cuba, que si no se comete un
crimen contra Cuba, pues entonces no habrá necesidad de apoyar a Cuba. Y entonces no se promueve una reunión contra
el crimen posible, sino que promueve una reunión contra el apoyo posible si el
crimen se comete.
¿Y
quién lo propone? Lo propone el gobierno
de Perú. Pero, ¡qué casualidad, qué
casualidad!, que en el mismo momento en que el gobierno de Perú propone una
reunión de la OEA, evidentemente cumpliendo órdenes del imperialismo yanki,
propone una reunión en la OEA, para discutir interferencias extracontinentales;
el gobierno de Estados Unidos declara que le presta 53 millones de dólares al
gobierno de Perú. ¡Si eso es una
decisión vendida, si esa no es una decisión a cambio de oro, si esa no es una
decisión comprada, es lo que más se parece a una decisión comprada por el Departamento
de Estado norteamericano! (APLAUSOS.)
¿Y
puede concebirse, puede concebirse que en medio de una agresión a nuestro país,
una agresión que viola directamente los acuerdos de esa Organización de Estados
Americanos, una organización que viola la ley continental, en medio de una
agresión a Cuba, convoque a la OEA para discutir los problemas de Cuba; en el
mismo momento en que el gobierno de Estados Unidos reparte entre los demás
gobiernos de América Latina la cuota que le arrebataron a Cuba? ¿Con qué moral van a ir a analizar los
problemas de Cuba las cancillerías de América Latina, después que Estados
Unidos les ha repartido los despojos de la cuota que le arrebató a Cuba? ¿Cómo pueden tener validez moral, cómo puede
tener sentido que Estados Unidos promueva una reunión de la OEA en el mismo
instante en que reparte los despojos de lo que le quitaron a Cuba, en el mismo
instante en que ofrece millones de dólares y préstamos? ¿Qué concepto tienen de la justicia, qué
concepto tienen de la ética y qué concepto tienen de la vergüenza? ¿Y cómo creen que pueden tener validez para
el mundo y validez para la América, y validez para nadie los acuerdos que vayan
a tomar, en el cual el país poderoso, el país imperialista, el país agresor ha
repartido entre los que van a juzgar los despojos de su agresión?
Imagínense
un pirata, porque la agresión de Estados Unidos contra nosotros fue una
agresión filibustera, una agresión de piratas; arrebataron nuestra cuota,
imagínense un pirata que se apodera de un botín y que lo reparte entre los que
van a juzgar de sus hechos. Estados
Unidos ha repartido el botín de lo que arrebató a Cuba antes de la conferencia
de la OEA; Estados Unidos ha ofrecido ayuda antes de la conferencia de la OEA;
Estados Unidos ha concedido préstamos. ¿Cómo
es posible que pueda juzgarse allí a
nuestro país? ¿Cómo es posible que
puedan tener validez moral?
Si
no bastaron las circunstancias de que el imperio norteamericano se las ha
arreglado para mantener divididos a nuestros pueblos, empobrecidos a nuestros
pueblos, gobernados a nuestros pueblos por castas militares, u oligarquías
privilegiadas, si no bastara el hecho de que allí el índice yanki es el índice
que estarán mirando una gran parte de los delegados representativos no de los
pueblos de América, sino de dictaduras como la de Somoza, o de Stroessner, o la
de Trujillo, o de gobiernos títeres como hay en abundancia en América Latina; y
los ojos de esos delegados estarán mirando para el índice de míster Herter. ¡Ah! Ellos
no prestarán oídos a las razones de Cuba, el pueblo hermano, el pueblo pequeño
del continente que se yergue heroica y gallardamente contra el imperio poderoso. Ellos no prestarán oídos al honor de América
Latina, como no prestaron oídos al honor de América cuando se trató de agredir
a Guatemala, como no prestaron oídos al honor de América cuando los yankis
invadieron a Nicaragua, y Sandino luchaba heroicamente en la provincia de
Segovia (APLAUSOS). Las cancillerías no
prestaron oídos al honor de América, ni al dolor de América, ni al interés de
América; prestaron oídos a la voz mandona de Washington, prestaron oídos a las
órdenes de Washington, y el poderoso imperio sacrificó la pequeña república,
como antes había sacrificado a México, como antes había sacrificado a Colombia,
como antes había sacrificado a Santo Domingo, a Haití y a Cuba.
¡Las
cancillerías no prestaron oídos al sentimiento y al corazón de América,
prestaron oídos a la voz poderosa del gigante del norte!
Así,
hoy las cancillerías se prestan a escuchar no el dolor de América, no el
interés de América, no la razón del pueblo pequeño y heroico que con toda la
entereza que lo honra y lo enaltece se enfrenta hoy, sin miedo y sin
tembladeras, al gigante del norte (APLAUSOS).
Las cancillerías americanas, si querían ir a discutir a la OEA, limpias
de sospecha, ¡debieron comenzar por renunciar a los repartos que hizo el
gobierno de Estados Unidos de la cuota azucarera cubana! (APLAUSOS.) Y allí, con todo su poderío, con
su cuota arrebatada a Cuba, con sus promesas de millones, se prepara el imperio
a reunir su instrumento, que es la OEA, contra revoluciones.
Y,
¿qué creerán? ¿Creerán que Cuba va a
guardar silencio? ¡No, el imperio y las
cancillerías de América deben prepararse a oír la voz de Cuba! (APLAUSOS.) Cuba irá a la OEA a poner los puntos sobre las
íes; ellos decidirán lo que estimen conveniente. ¿Cuántos votos lleva Washington? ¡Ya se sabe!
Ya se sabe que Washington tiene en el bolsillo un considerable número de
votos de América Latina, de los gobiernos que no representan el sentimiento de
esos pueblos; ya se sabe que los latifundistas que gobiernan en la América, ya
se sabe que los privilegiados que gobiernan en la América no van a votar a
favor de la revolución que hace la reforma agraria; ya se sabe que los abogados
de los monopolios norteamericanos no van a votar a favor de la revolución que
nacionaliza los monopolios; ya se sabe que las castas y las oligarquías
militares no van a votar a favor de la revolución que hizo polvo la oligarquía
militar que había en Cuba, ¡ya se sabe! (APLAUSOS.)
Ya se sabe que Washington lleva sus
cartas marcadas; ya se sabe que Washington, jugador tramposo, lleva sus dados
cargados al evento de Costa Rica, como los ha llevado siempre; eso lo sabemos,
pero que no se crean que Cuba ve a la OEA a contemporizar. ¡Cuba va a la OEA a denunciar, Cuba va a la
OEA a denunciar la agresión contra su economía!
(APLAUSOS.) Pero no va a
denunciar solo la agresión contra su economía, Cuba va a la OEA a denunciar
todas las agresiones que se han perpetrado contra la economía de los pueblos de
América Latina (APLAUSOS); Cuba va a denunciar no solo la agresión de hoy, sino
la agresión de ayer; Cuba va a decir la verdad con toda claridad, porque Cuba
sabe que no habla para los títeres de hoy, Cuba sabe que no habla para los
cobardes que se venden al poderoso del norte; ¡Cuba sabe que habla para los
pueblos, Cuba sabe que habla por los pueblos, Cuba sabe que habla para la historia! (APLAUSOS PROLONGADOS.)
Cuba
no habla para los monopolios de América, Cuba no habla para los abogados de los
latifundistas de América, Cuba no habla para los gobiernos títeres, Cuba no
habla para las oligarquías y las castas militares, Cuba no habla para los
explotadores de América; ¡Cuba habla para los trabajadores de América, Cuba
habla para los campesinos sin tierra de América (APLAUSOS), Cuba habla para los
estudiantes de América, Cuba habla para los intelectuales de América, Cuba
habla para los pueblos de América: los
indios, los negros y los explotados sean blancos, sean indios o sean negros! (APLAUSOS.)
Cuba
habla, sí, y no le ha pedido permiso a Washington para hablar. Lo que Cuba diga allí, no lo consultará en
Washington; lo que Cuba diga allí, no se lo preguntará primero a míster Herter. La Revolución Cubana no está aquí —sépase de
una vez—- porque nos la haya autorizado Washington, ni la Revolución Cubana
está aquí porque nos la haya autorizado la OEA.
Y si la Revolución Cubana es una realidad, sin permiso de Washington y
sin permiso de la OEA, ello quiere decir que la Revolución Cubana seguirá
siendo una revolución profunda y seguirá siendo una realidad, ¡a pesar de
Washington y a pesar de la OEA! (APLAUSOS
PROLONGADOS.)
Los
hombres que entregaron su vida por la patria cubana, los jóvenes que murieron a
lo largo del camino, los 20 000 muertos de la patria no le pidieron
permiso a Washington ni le pidieron permiso a la OEA, murieron bajo las balas
que Washington le entregó a la tiranía, sin que la OEA se preocupara para nada;
supieron morir y con su sacrificio y con su heroísmo nuestro pueblo conquistó
su derecho a conquistar su felicidad, sin pedirles permiso a ellos. ¿Qué importa que se reúnan? ¿Qué importa que pretendan condenarnos? ¡Estarán condenando a los humildes de nuestra
patria, estarán condenando el derecho de los humildes de América a ser libres y
a ser felices; estarán condenando la aspiración de los que no tienen pan al
pan, de los que no tienen maestro a tener el maestro, de los que no tienen
trabajo a tener trabajo, de los que no tienen felicidad, de los que no tienen
un lugar de honor, un lugar en el seno de su patria, estarán condenándolos a no
tenerlo, o más correctamente, estarán condenando su derecho a tenerlo, estarán
condenando su decisión irrenunciable de tenerlo!
¿Qué
importa que nos condenen? ¿Qué importa
que Washington maniobre? ¿Qué importa
que los títeres lo secunden? Y después
de eso, ¿qué? Después de eso, seguirá
viviendo una revolución que surgió a la vida sin permiso de unos ni de otros;
después de eso, seguirá teniendo más vida que nunca. Cuanto más sola la dejen, cuanto mayor
deshonra acumulen los que hoy se pongan del lado del imperio, que tanto ha
agredido a los pueblos de nuestra propia sangre, más honra acumularán sobre los
hombros de la patria cubana; cuanta más deshonra carguen sobre sus hombros, ¡más
honra echarán sobre los hombros nuestros!
(APLAUSOS.) Porque Cuba lo que
hace hoy es recoger la bandera de América, la bandera de Bolívar, la bandera de
Sucre, de San Martín, la bandera de Juárez y de Sandino, la bandera de los
hombres dignos de América, la bandera de la dignidad de América. Cuba lo que hace hoy es rebelarse contra el
coloniaje yanki, como ayer se rebelaron ellos, en Venezuela, o en México, o en
Argentina contra el coloniaje de España.
El grito de Cuba aquí y el grito de Cuba en Costa Rica será el grito de
la libertad de América, será el grito de los derechos de América, será el grito
de la dignidad de América frente al grito del imperio (APLAUSOS), frente a la
complicidad vergonzosa de los que entregan sus pueblos en bandeja de plata al
poderoso imperio del norte.
Después
que adopten acuerdos contra Cuba, ¿qué? La
vida de la Revolución Cubana no es vida prestada, es vida que nació de la entraña
de nuestro pueblo, vida que se alimenta de esa entraña de pueblo, vida
vigorosa, vida indestructible; porque por encima de todos esos quehaceres
yankis, por encima de todas esas maniobras, por encima de esos planes, hay una
realidad viviente aquí, en nuestra isla, que para destruirla, ¡tienen que
destruir la isla! (APLAUSOS.)
Y
la Revolución Cubana que nació sin permiso de Washington —sépalo Washington—, que nació sin
permiso de la OEA —sépalo la OEA—, seguirá viviendo, a pesar de Washington y a
pesar de la OEA. Seguirá viviendo,
porque estamos decididos a que siga viviendo.
Seguirá viviendo, ¡porque los hijos de Cuba estamos dispuestos a morir
para que la patria siga viviendo! (APLAUSOS
PROLONGADOS.) Y seguirá viviendo,
seguirá viviendo, ¡porque contamos con la solidaridad de los trabajadores, los
estudiantes, la juventud, de los intelectuales y los campesinos de América! (APLAUSOS.)
Y seguirá viviendo, ¡porque contaremos con la solidaridad de todos los
pueblos explotados del mundo! (APLAUSOS.)
Y seguirá viviendo, ¡porque contaremos
con la solidaridad de todos los pueblos liberados del mundo! (APLAUSOS.)
Y
no solo vivirá, sino que la Revolución será realidad en América, no porque lo
queramos nosotros; sino porque las realidades de América engendran la
Revolución de América, como las realidades de Cuba engendraron la Revolución de
Cuba, ¡a pesar de los yankis!
Las
realidades de América engendrarán la revolución de América, a pesar de la OEA y
a pesar de los yankis. Y si los yankis
intentan destruir la Revolución Cubana por la fuerza, ¡no encontrarán aquí su
Guatemala, sino que encontrarán aquí su Waterloo! (APLAUSOS PROLONGADOS.)
No
podrán destruir la revolución en América, como no podrán destruir la revolución
del mundo. Por más bases militares que construyan
en la España de Franco, por más que se esfuercen en confundir y en engañar al
mundo. La revolución del mundo, ¿cómo
van a impedirla? ¿Es que acaso están tan
miopes y tan ciegos que no ven el grito de libertad que surge de los pechos de
Africa, de los pueblos arábigos? ¿Es que
no han visto el grito que surge de los pechos de América? ¿Es que no han visto esa solidaridad superior
a todo el poder de sus agencias, a todo el poder de sus mentiras en la América
nuestra? ¿Es que están tan ciegos que no
comprenden que la revolución es una realidad que no hay fuerza humana capaz de
impedirla, y que la liberación de los pueblos es una verdad en todos los
continentes de la Tierra?
La
liberación de los pueblos del coloniaje y de la explotación es un hecho que no
podrán impedirlo los yankis. Mucho menos
cuando se tiene en cuenta que militarmente, militarmente sí están en desventaja
con la Unión Soviética (APLAUSOS).
¡A
qué cuentos de camino! ¿Cómo van a
intentar destruirnos? ¡Insensatos!, no
comprenden que para destruirnos a nosotros hay que destruir aquí la vida de
millones de invasores (APLAUSOS). ¡Insensatos!,
no comprenden que en el intento de destruirnos van a precipitar la llama de la
revolución en toda la América y en todo el mundo (APLAUSOS). Insensatos que no comprenden que mientras más
han agredido a nuestra patria, más fuerte han hecho nuestra Revolución; que
mientras más han agredido a la Revolución Cubana, más ha crecido el prestigio
de la Revolución Cubana en todo el mundo!
¡Torpes
imperialistas que no comprenden que al arrebatarnos nuestra cuota, no hicieron
sino quitarse "la hoja de parra" ante el mundo! (APLAUSOS.) Y por eso, hoy, en respuesta a esa agresión,
ahí tienen la ley, ahí tienen la resolución cumpliendo la voluntad del pueblo
de Cuba; resarciéndose de los daños que nos ocasionaron. ¡Y no es todo lo que les podemos quitar
todavía, que todavía podemos quitarles unas cuantas cosas más! (APLAUSOS.)
¡Comprendan
de una vez por todas que no nos van a doblegar!
¡Comprendan de una vez por todas que Cuba devolverá ley revolucionaria
por agresión contrarrevolucionaria! (APLAUSOS.)
¡Comprendan de una vez por todas que
Cuba ni se rendirá ni se venderá! (APLAUSOS.)
Cuando
quieran discutir que vengan a discutir de igual a igual. Cuando quieran discutir que vengan a discutir
aquí, con un país que ni se rinde ni se vende (APLAUSOS). Y desde luego, no sueñen jamás que Cuba podrá
volver a su carro, que Cuba podrá volver a su círculo de títeres. ¡Cuba jamás volverá a ser lo que fue! ¡Cuba jamás le hará el juego a los intereses
del imperio yanki! (APLAUSOS.) Cuba estará siempre al lado de los pueblos
oprimidos; Cuba estará siempre al lado de los pueblos que no explotan a otros
pueblos (APLAUSOS); Cuba no estará jamás al lado de las castas de privilegiados;
Cuba estará siempre junto a los humildes, ¡Cuba estará siempre junto a los
amigos de los humildes! (APLAUSOS.)
Y
además, para escándalo de Washington y del Pentágono si se quiere, ¡Cuba no se
considera atada a Estados Unidos por ningún compromiso! (APLAUSOS.) Y para escándalo de Washington, si lo desea,
con mucho gusto le declaramos que Cuba no se siente atada al carro belicista y
agresivo de Estados Unidos por ningún compromiso (APLAUSOS). Y que si esos compromisos los contrajeron las
camarillas gobernantes, si ayer habló en nombre de Cuba la voz de los sumisos,
la voz de los entreguistas, la voz de los privilegios, hoy habla, en nombre de
Cuba, la voz del pueblo (APLAUSOS). Para
que lo sepa: Cuba no se siente atada a Estados
Unidos por ningún compromiso belicista; Cuba, agredida por Estados Unidos, no
se considera atada a Estados Unidos por ningún pacto militar (APLAUSOS). Cuba no se considera atada al carro belicista
de Estados Unidos por ningún pacto militar.
Y si quieren, que lo añadan al mamotreto ese que presentaron a la
Organización de Estados Americanos (APLAUSOS).
Y
así, con esa claridad va a hablar Cuba en la Organización de Estados Americanos. Ante la coyuntura histórica, ante el minuto
que vive nuestro continente, Cuba no vacila, Cuba no se atemoriza; Cuba, con
todo el vigor y con toda la entereza que le da saber que está defendiendo la
causa justa del continente explotado y esquilmado; Cuba, que sabe que habla en
nombre de todos los que no pueden hablar hoy en la América; Cuba, que sabe que
habla en nombre de los perseguidos, de los guajiros y de los obreros que no
pueden hablar, de los estudiantes que no pueden hablar, de las masas que no
pueden hablar, ante esta coyuntura, Cuba que habla en nombre, lo mismo del
panameño que quiere su canal, que del puertorriqueño que quiere su
independencia (APLAUSOS), o del guatemalteco que quiere recobrar su
libertad. ¡Cuba en esta coyuntura, sabrá
estar a la altura que esperan de ella los hermanos de América! Cuba en este minuto histórico sabrá
enfrentarse —por sola que se encuentre— al imperio y a sus cómplices, a
Washington y a sus marionetas, al imperialismo y a sus juguetes, y a sus
muñecos; Cuba, por sola que se encuentre, irá allí a denunciar y a decir la
verdad como nunca se ha dicho. Y si en
ninguno de esos augustos salones donde se han reunido siempre a escuchar la voz
de Washington, y a nunca escuchar la verdad en boca de un pueblo de América
Latina, aquí se escuchará, en nombre de Cuba, y en nombre de las masas
oprimidas de América: la verdad que
nunca se escuchó. Y si los títeres nunca
han oído la verdad, si Washington nunca ha oído la verdad, allí, por boca de
Cuba, escuchará la verdad; que la sostiene con su sentimiento solidario la
América hermana, y la sostienen con sus brazos y sus fusiles las milicias
cubanas (APLAUSOS), los soldados del Ejército Rebelde, los militares
revolucionarios (APLAUSOS), las brigadas juveniles y estudiantiles, porque esa
verdad la podemos decir por nuestro propio derecho, sin pedirle permiso a nadie
(APLAUSOS); y la sostiene un pueblo entero, que no solo ha dicho "Patria o
Muerte", significado que cada uno de sus hijos está dispuesto a morir por
su patria (APLAUSOS); como tendrán que decirlo ustedes los jóvenes y los
obreros de América algún día. Ustedes
conocerán de represiones y de persecuciones, porque el imperialismo se vale de
gobiernos que no andan con mano suave; se vale de esbirros que asesinan, se
vale de esbirros que encarcelan, se vale de esbirros que torturan. Y así, ya lo vemos: en la Argentina los amigos de Cuba
encarcelados, en Venezuela los amigos de Cuba encarcelados o asesinados.
Eso
quiere decir que ser amigo de Cuba es ser cruzado de una causa justa, es ser
cruzado de una causa redentora, es ser apóstol de la justicia, apóstol de la
verdad. Para ello se necesita valor y
entereza, para ello se necesita convicción; esa convicción que hace que cada
mañana sepamos mantener firmes nuestras ideas, aunque veamos un cerco de
calumnias que trata de nublarnos el entendimiento, aunque veamos un coro de
voces mercenarias tratando de apartarnos de la verdad. Tener convicción significa saber mantenerla
en la cárcel o en el cadalso; saber mantenerla en la soledad más espantosa,
saberla sostener en todas las circunstancias.
Y ustedes, los amigos de Cuba, han de saber que el imperialismo no les
perdonará que hayan venido aquí a ver la verdad, que hayan venido aquí a ver
cuán calumniosa y falsas, cuán infames son sus mentiras; que hayan venido aquí
para poder decirles a los hermanos del continente: "Mentirosos son los que calumnian a
Cuba." Calumniadores que han tratado
de ocultar al mundo la verdad de un país que nace a la verdad, de un país que
nace a la felicidad, de un país que está convirtiendo sus fortalezas en
escuelas, de un país que está sembrando la patria de escuelas y de maestros, de
un país que está sembrando su tierra de riqueza, que está sembrando la dignidad
en el hombre. El país democrático que
practica la más sincera, la más honesta, la más inequívoca de las democracias: darles fusiles a los obreros, darles fusiles
a los campesinos, darles fusiles a los estudiantes (APLAUSOS). La democracia revolucionaria de Cuba le da al
campesino, al obrero, al estudiante y al pueblo algo más que un voto que ustedes
falsean, que ustedes prostituyen, que ustedes compran. La democracia cubana le da a cada cubano algo
más, la democracia cubana le da a cada cubano un fusil para defender sus
derechos y para defender su patria (APLAUSOS).
Los
esbirros del imperialismo no les perdonarán que hayan venido a Cuba, no les
permitirán que hayan cruzado la "cortina de luz" para descubrir la
verdad, por sobre la cortina de infamia y de calumnia que alrededor de nuestra
isla quisieron sembrar. Y los
perseguirán, tratarán de tomar venganza, y tendrán ustedes que conocer lo que
son las garras crueles, sangrientas y despiadadas del imperialismo. Pero no importa, el imperialismo está en su
ocaso, el imperialismo está en su senectud, el imperialismo está tocando a su
juicio final (APLAUSOS).
Ustedes
han de saber, cuando se vean perseguidos, que aquí en Cuba, aquí hay millones
de brazos hermanos que los esperan; han de saber que aquí en Cuba tienen también
su patria, y que aquí en Cuba los hogares de los hijos de nuestro pueblo son
también los hogares de ustedes (APLAUSOS).
Y que cuando dentro de las fronteras de la patria los esbirros al
servicio del imperio explotador los quieran privar de la patria, aquí tienen
patria (APLAUSOS), aunque el deber de todos es luchar, allá o aquí. América es una sola: campo de lucha por la libertad, campo de
lucha por la dignidad y por la justicia.
Aquí o allá, todos tendremos que decir también "¡Patria o
Muerte!" (APLAUSOS); aquí o allá todos diremos a la larga: "¡Venceremos!", ¡y venceremos!
(OVACION)