DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL PURS y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, A LOS ALUMNOS
DE LAS ESCUELAS DE AUXILIARES DE ADMINISTRACION, EN EL TEATRO “CHAPLIN”, EL 2
DE OCTUBRE DE 1963.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Compañeros
alumnos de las Escuelas de Auxiliares de Administración:
Ustedes fueron seleccionados para determinadas tareas,
para cumplir determinadas misiones. Por
eso, hace algo más de un año se organizaron las escuelas, que en un principio
íbamos a llamarlas Escuelas de Administración de Empresas Agrícolas; después
nos pareció que no debíamos llamarlas Escuelas de Administración, sino que
debíamos llamarlas Escuelas de Auxiliares de Administración. ¿Por qué?
Porque nos parecía a nosotros más sano, más saludable y más idóneo para
la formación mental de ustedes, que no se fueran a hacer la idea de que se iban
a convertir en administradores por el solo hecho de haber aprobado los cursos
de la escuela, y para que no se les fuera a adaptar la mente a eso, y no
pensaran que ustedes iban a recibir fácilmente una responsabilidad de ese
tipo. Desde luego, este ejemplo que les
voy a poner fue reciente, pero que venía a confirmar precisamente esa opinión
de que debíamos preparar la mente de ustedes a la idea de que tenían que
ganarse los cargos con el trabajo.
Un joven que estudió en una escuela, que se preparó
para técnico avícola, donde se seleccionó un grupo de muchachos igual que
ustedes y, por cierto, buenos muchachos, cuando terminaron su curso en unos 10
meses, comenzaron a trabajar. Y
entonces, recientemente me informó un compañero que está al frente de ese plan,
de que uno de los jóvenes le dijo:
“Bueno, ¿pero a mí no me van a nombrar administrador?” Figúrense que esa
escuela no era ni siquiera de administración, sino de técnicos avícolas. Y él dijo:
“¡Ah!, yo creía que cuando terminara en la escuela me iban a dar un cargo
de administrador.”
El compañero naturalmente le respondió bien. Yo le dije:
“No, tú a ese compañero le dices que de administrador nada, que él
posiblemente sea el último en recibir algún cargo de administrador, alguna
responsabilidad.”
Y creo que es muy importante que todo joven que se
está formando en la Revolución, sepa y se haga la idea de que bajo la
Revolución y que en el mundo que nosotros queremos hacer, cada responsabilidad,
cada honor, cada átomo de confianza se lo tiene que ganar trabajando, se lo
tiene que ganar superándose, se lo tiene que ganar cumpliendo el deber.
Sería realmente triste que dentro de algunos años
hubiera gente aspirando a esto y a lo otro.
Y más todavía un muchacho joven, recién salido del cascarón, como quien
dice: que todavía no se acaba de dar
cuenta perfectamente de lo que es la vida, lo que es la lucha de un pueblo, lo
que es la lucha por la vida de una nación, lo que es la lucha de una nación por
progresar, por avanzar, y ya esté diciendo:
“¿Qué cargo es el que me van a dar a mí?” Eso pertenece a los tiempos idos, en que
cualquier “guataca”, cualquier politiquero recibía honores y repartía
honores.
Y ustedes estarán de acuerdo con nosotros que ustedes
prefieren un sistema en el cual los méritos se adquieran, las responsabilidades
se adquieran según el trabajo, según el mérito; y que no sea privilegio de
nadie. Porque no vamos a sustituir los
privilegios del pasado, el privilegio de ser hijo de un señor rico o de un
personaje, para tener asegurado en la vida ya todo lo que quiera sin tener que
esforzarse, para establecer el sistema en que el privilegio sea de los
oportunistas, que los honores y las responsabilidades sean de los oportunistas
o de los aspirantes. No. Cada hombre tiene la oportunidad realmente,
dentro de nuestro país, en el momento actual, para desarrollarse, desarrollar
su inteligencia, su experiencia; y podrá alcanzar todos los honores, tendrá
todas las oportunidades, podrá alcanzar todas las responsabilidades. Pero no hay más que una manera de ganárselas,
que es mediante el trabajo, mediante el cumplimiento del deber, la seriedad, la
responsabilidad.
Esto no quiere decir, compañeros, que hoy todavía cada
persona, cada ciudadano que hoy ostenta una representación, sea en realidad el
más competente; aun no ha podido ser así como yo les decía, porque todavía hay
muchos métodos subjetivos para escoger la gente. Y así se han escogido a muchas personas para
cargos de responsabilidad, que no tienen capacidad. Pero eso, ¿cómo se podía evitar? ¿Porque dónde está el registro, el archivo,
aquí, donde se relataran las capacidades de cada cual y la experiencia de cada
cual?
Y así se han designado un sinnúmero de administradores
en muchas partes, y en muchos casos muy buenas personas, pero sin experiencia y
sin capacidad para el cargo; no dudo que incluso el amiguismo haya funcionado
en alguna ocasión también. Y algunos
individuos que uno los conoce como que son absolutamente incompetentes, y están
haciendo un trabajo importante; y otros, cuando uno habla con ellos se da
cuenta de que no saben.
Pero eso era propio e inevitable de los primeros
tiempos de la Revolución; no porque ese fuera un sistema.
En cambio, ya nosotros estamos marchando por el camino
donde podemos establecer un sistema mediante el cual la garantía de la
capacidad de un ciudadano para ejercer una tarea no la dé el criterio de un
individuo, sino la dé el expediente de la persona a quien se vaya a
designar: los éxitos que haya alcanzado
en los trabajos y en las tareas que se le hayan asignado. Y las escuelas constituyen una buena base
para eso.
Porque ya hoy nosotros podemos saber que tenemos aquí
equis miles de compañeros que han estado recibiendo una capacitación y que
pronto comenzarán a desempeñar determinadas tareas, y ya nosotros sabremos cual
fue su expediente en la escuela, su comportamiento en la escuela, sus actitudes
en la escuela, e iremos registrando el trabajo de cada cual. Y ya se empezará a hacer, se puede decir, el
expediente de los hombres formados por la Revolución para trabajar en la
Revolución.
Eso es una ventaja sobre lo de antes. Porque posiblemente cuando necesitemos un
cuadro administrativo para cualquier tarea, nosotros vayamos a buscarlo allí
entre aquellos que conocemos, cuyos expedientes conocemos, y que, además,
tendrán su hoja clínica como trabajadores.
Es decir: cómo han trabajado
donde estuvieron. Y tendremos elementos
de juicio para seleccionar para lo que queramos los hombres que necesitamos,
porque siempre hacen falta hombres al frente de cada una de las actividades,
hombres responsables. Y cuando las
personas que tienen asignada una responsabilidad no la saben cumplir, todo anda
mal.
Naturalmente, compañeros, que ustedes lo que aprendan
en la escuela no será suficiente. Es
mucho más lo que ustedes tendrán que aprender en la vida y en el trabajo. Lo que ustedes aprenden en la escuela no es
más que un inicio. Y, desde luego, la
escuela no ha podido ser una escuela con todo un programa desarrollado en
profundidad; han sido cursos de preparación.
Ustedes no han tenido tiempo de tener una escuela como
la que tendrán otros jóvenes que nosotros preparemos. Algunos han tenido cursos de varios meses;
hay compañeros aquí que llevan más tiempo, llevan algo más de un año. Hay una de las escuelas donde los cursos son
de dos años. Naturalmente, esos
compañeros saldrán con más conocimientos teóricos, que los compañeros que han
estado en escuelas de menos tiempo. Sin
embargo, ustedes van a tener en el trabajo oportunidad de aprender mucho; todo
depende de la actitud con que ustedes vayan a cumplir cualquier trabajo que se
les asigne, la convicción de que no tienen experiencia y que esa experiencia
tienen que adquirirla, y la disposición en que estén ustedes de superarse, de
seguir estudiando, de analizar mucho, de meditar; no imaginarse que todas las
cosas son fáciles, sencillas, y que cualquiera de ustedes es un genio, sino de
que tienen —con las realidades— que aprender muchas cosas. Y que no tienen experiencia, que no tienen
conocimientos, y que ahora saben posiblemente la centésima parte de lo que van
a saber dentro de 10 años.
Si ustedes creen que saben, entonces empezarían mal;
si ustedes creen que los trabajos que van a hacer son fáciles, entonces
empezarían mal; si ustedes creen que las cosas en la vida son muy sencillas y
muy simples, entonces empezarían mal. Porque
muchas veces detrás de las apariencias de cosa sencilla y fácil, se descubre el
fondo de que la cosa no es tan sencilla ni es tan fácil.
Y nosotros queremos que ustedes tengan una actitud
correcta, quiero decir, una actitud acertada para lo que vayan a hacer. Y sepan bien esto que les estamos
diciendo: que no hay nada fácil; y mucho
menos en los trabajos de la agricultura.
Teníamos la idea de que hicieran los cursos completos,
pero en lo que se refiere a una parte de ustedes, los alumnos de la escuela de
Santa María y de Rancho Boyeros —no los de la escuela “Martínez Villena”, que
tienen un programa de otro tipo, más amplio— que necesitarían todavía algún
tiempo más de preparación, sin embargo nos vemos en la necesidad de acortar ese
período de tiempo, nos vemos en la necesidad de abreviar el curso, y tener que
asignarles tareas a ustedes, aun teniendo en cuenta que en algunos casos no han
recibido el curso completo.
Es decir, que aun les vamos a pedir más, más de lo que
pensábamos pedirles. Porque pensábamos
primero que tuvieran una preparación elemental y después asignarles
determinadas tareas; y la Revolución se ve en la necesidad de asignarles esas
tareas antes de terminar esos cursos elementales.
Nosotros sabemos, compañeros, que ustedes han llegado
a estas escuelas en virtud de un proceso de selección; sabemos de dónde
proceden, conocemos los métodos mediante los cuales fueron seleccionados, igual
que fueron seleccionados otros compañeros que también fueron a la Unión
Soviética y que están al regresar, porque tenemos 600 compañeros que estuvieron
en la Unión Soviética.
No quiere decir que siempre que se haga una selección,
cada una de las personas seleccionadas reúne todos los requisitos. Muchas veces se hace la selección y las
personas no reúnen los requisitos, y fallan.
En la propia escuela “Martínez Villena”, donde se hace una selección muy
buena para ingresar allí, puesto que se seleccionan aproximadamente uno de cada
10 de los que van a la Escuela de Instrucción Revolucionaria, Sierra Maestra,
después de estar allí cuatro meses y estarles observando cuatro meses su
comportamiento, su interés, sus cualidades, se seleccionan, algunos de los
seleccionados después no han dado la talla; ha habido, incluso, que expulsar a
algunos por mal comportamiento. Y hubo,
por ejemplo, un momento de prueba, porque en esta escuela —donde van a estar
dos años, pero en el futuro los nuevos ingresos estarán posiblemente tres o
cuatro—, se estaban pagando los mismos sueldos que ganaban. Nosotros nos planteamos un día: “Bueno, entonces esta república se va a
hundir, se va a hundir, puesto que imagínense que la gente que está estudiando,
además de todos los gastos, todos los costos, toda la oportunidad, tenga el Estado
que hacer grandes desembolsos por los que están estudiando.”
Y dijimos: no
pagarles lo que estaban ganando; vamos a ver quién tiene más necesidad y quién
tiene menos, quién es soltero y no tiene que sostener familia, quien tiene que
sostener familia, y vamos a asignar determinadas cantidades para
ayudarlos. Pero no todo el sueldo,
porque eso es absurdo; por ese camino no marcha adelante ningún país, porque no
son unos pocos, son muchas las escuelas.
Y, claro está que todo eso significa grandes gastos
para el país. Nosotros planteamos entonces
que se redujeran los ingresos según las necesidades durante los dos años que
iban a estar en la escuela. Porque el
hecho en sí mismo, de tener oportunidad de recibir escuela muchos jóvenes del
campo que no pudieron estudiar porque no tenían recursos, porque no tenían
facilidades, que se les abra adelante un campo para ellos, una oportunidad que
posiblemente muchos jóvenes no podían soñar hace algunos años; y encima de eso
había que pagarles el mismo sueldo que estaban ganando cuando fueran a la escuela. Era lógico que se hiciera el planteamiento
que se hizo. Algunos renunciaron cuando
se hizo ese planteamiento. Claro, una
minoría, todos los demás aceptaron perfectamente.
Pero eso demuestra que no había calidad en todos. Porque hay gente que cree que 10 pesos valen
más que una oportunidad de superarse, de encontrar nuevos horizontes, de
desarrollar la inteligencia, de desarrollar todas las buenas cualidades. Porque muchos hombres tienen dentro
magníficas cualidades y no tienen nunca en la vida la oportunidad de
desarrollarlas, de emplearlas. Y así,
cuántos y cuántos miles y cientos de miles, millones de jóvenes en nuestros
campos y en nuestros pueblos, quién sabe cuántas cualidades tuvieran si
hubieran podido estudiar, si hubieran tenido una oportunidad. Esa oportunidad no les llegó nunca. En cambio, esa oportunidad llega hoy para la
gente nueva.
Y es posible que haya alguna gente que todavía no sepa
lo que vale esa oportunidad; porque ha sido demasiado fácil todo para alguna
gente.
Y ahí tenemos otro ejemplo, es siempre bueno acudir a
los ejemplos. Me informaron no hace
mucho de 10 compañeros que salieron de la escuela de Girón, que estaban
graduados ya como patronos y maquinistas; pero no se vayan a creer ustedes que
unos patronos de trasatlánticos, patronos de seis meses, para empezar a
aprender, porque era tan breve el curso que tenían que estar un año de
aprendices en los barcos, se les asignó una pequeña cantidad; ya querían irse,
al cabo de dos meses. Posiblemente
querían irse con lo que se aprendió en la escuela, para irse a una cooperativa
a trabajar, cuando el país se gastó tantos recursos en prepararlos para hacer
flotas, para que algún día tengamos pescado en abundancia y no las pocas libras
que se pescan por ahí con un cordelito en un botecito. Claro, si usted lo vende a peso la libra en
bolsa negra, es mucho ingreso; pero que no le resuelven el problema a
nadie. Y el problema del país es
producir; no andando para ver cómo se vive mejor.
El problema, compañeros, no es el de andar viendo cómo
uno se acomoda mejor. Mientras haya
gente con esa mentalidad el país tendrá grandes rémoras, y el país tendrá
dificultades en avanzar. Porque el que
anda buscando cómo se acomoda mejor, no hace ninguna contribución al bienestar
del país, ni en la producción de bienes materiales; sino “vamos a ver cómo yo
cojo lo más posible de lo poco que hay.”
Y esa no es la mentalidad. Sino
que la mentalidad debe ser de que cada cual trate de dar el máximo de lo
posible, de lo que es capaz; y cuando esté todo el mundo en esa actitud,
entonces tendremos a toda una nación donde cada ciudadano está dando todo lo
que puede dar. Y ese sí es el camino de
la abundancia, no el otro camino.
También ocurre a veces que aquí, antes por ejemplo,
para conseguir un empleo en una ruta de ómnibus, de transportes, de cualquier
cosa, había que estar cinco años esperando.
Luego, incluso, un par de años de “machacante”. Hoy hay escuelas donde en seis meses, ocho
meses, a cualquier joven se le enseña, se le da una oportunidad. Ha sido demasiado fácil para alguna gente las
cosas. De tal manera, que nosotros a la
gente joven se la vamos a tener que empezar a poner más difícil, se la vamos a
empezar a poner más difícil.
Y así en los programas de cada escuela y de cada cosa
tendremos que ir enseñando que las cosas en la vida no se ganan fácil ni en
virtud de buena suerte. La única buena
suerte que cabe aquí es la oportunidad que la Revolución les da a la gente
joven.
Y a partir de ahí hay que saberse ganar el lugar, el puesto
que les corresponda dentro de esa sociedad.
Nosotros sabemos que los que están aquí reunidos han
pasado por distintas selecciones y por distintas pruebas, y han cumplido. Se les necesitó para distintos trabajos y han
cumplido; se les necesitó para cortar caña y cumplieron. Es decir, que nosotros sabemos que esta masa
no es una masa común y corriente de jóvenes que por casualidad se hubieran
reunido ahí, sino que han tenido que pasar por distintas selecciones y
distintas pruebas. En dos palabras: nosotros tenemos confianza en la calidad de
esta masa, por sus orígenes (APLAUSOS), por las pruebas que han pasado.
Pero, sin embargo, deben estar muy conscientes de que
desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista de la capacitación,
puede ser necesario que se exija de ustedes tareas difíciles de realizar y que
están quizás por encima de la experiencia y de los conocimientos actuales de
ustedes —no me estoy refiriendo principalmente a los compañeros de la escuela
“Martínez Villena”, que los vamos a necesitar ahora provisionalmente, durante
dos meses, y después volverán a la escuela—, me estoy refiriendo a los demás
compañeros de las otras escuelas de Santa María del Rosario y de Rancho
Boyeros, que los vamos a necesitar para trabajos definitivos, aunque tenemos
esperanza de que todos aquellos que se destaquen puedan volver a recibir cada
año, cada dos años, cursillos de un mes o dos meses, donde ustedes vayan
completando, complementando sus conocimientos.
Que ustedes partan con la conciencia de que aún no están plenamente
capacitados y se hagan el propósito de estudiar y de seguirse superando.
Y que ahora ustedes van a tener una oportunidad de
demostrar lo que ustedes valen, de lo que ustedes sean capaces, de la
competencia, de la voluntad, del carácter, de la seriedad, de la
responsabilidad de ustedes; y el que falle no le podrá echar la culpa a nadie,
porque el que falle realmente perderá su oportunidad, el que falle porque le
falte carácter, porque le falte interés en superarse y cumplir bien, no le
podrá echar la culpa a nadie. Y nosotros
tenemos esperanzas de que entre ustedes salgan muy buenos cuadros, que en el
futuro puedan fortalecer la organización y la eficacia de nuestra economía
agrícola. No sabemos cuántos de ustedes
se van a destacar. Quién sabe cuántas
tareas les asignen a lo largo de la vida de ustedes; eso dependerá
exclusivamente de ustedes.
No se imaginen ustedes que van a empezar ahora
realmente asumiendo responsabilidades muy grandes, muy notorias; pequeñas
responsabilidades las de ustedes, pequeñas, pero son importantes, ¿y por qué
son importantes? Porque en la medida en
que cada uno de ustedes cumpla, en la medida en que la masa cumpla, pues el
país tendrá mayor o menor éxito. De la
suma del éxito del trabajo de cada uno de ustedes dependerá el éxito de las
tareas que nos proponemos realizar en su conjunto.
Si el trabajo de cada uno de ustedes en sí puede
decirse que es un trabajo pequeño y discreto, el trabajo de todos ustedes
juntos es importantísimo para la Revolución y para el país. Y, desde luego, empezarán por ahí, empezarán
por tareas modestas y en algunos casos no tan modestas, pero, en fin, están
conceptuadas como tareas modestas, y por ahí empiezan ustedes. Pero aun esas tareas que son simples y modestas
no son fáciles, no son fáciles; y eso deben tenerlo siempre muy presente, y
nosotros queremos ayudarlos a que ustedes esas tareas las cumplan bien,
queremos puntualizar cómo tienen que trabajar, queremos puntualizar algunas
normas para que ustedes sepan a qué atenerse, tanto los que se van a quedar
definitivamente, como los que no se van a quedar definitivamente, para que
cuando vaya el sustituto de ustedes en el trabajo que le asignemos —bien porque
llega de la Unión Soviética, bien porque sea cualquier compañero escogido entre
los trabajadores—, lo sepan orientar bien acerca de lo que tiene que hacer en
cada lugar.
Y nosotros tenemos esperanzas de que un gran número,
que la inmensa mayoría de ustedes trabaje acertadamente y con el mayor interés,
que el número de los que fallen sea el mínimo y que el país pueda recibir
pronto los frutos del trabajo de ustedes.
Dentro de algunos días ya estarán ustedes en el campo
trabajando. En esta ocasión, compañeros,
no van a cortar caña, aunque es muy bueno que hayan cortado caña, porque les
enseña el trabajo duro, que tienen que realizar los obreros. Que para ustedes no era nuevo, desde luego,
pero que siempre los vuelve a acercar a la clase de donde ustedes proceden,
siempre los acerca a la vida que ustedes han tenido y les permite siempre
recordar que todo lo que se hace se hace por los trabajadores, se hace en bien
de los trabajadores; que la gran lucha de nosotros es precisamente para que
cada trabajador y sus familiares tengan todo lo que necesitan, para que cada
niño, cada anciano, cada mujer, cada hombre, tenga todo lo que necesita. Y lo podemos lograr porque nuestra tierra es
fértil, nuestra tierra es rica, nuestro clima es magnífico. Y cuando nosotros de verdad sepamos
aprovechar nuestros recursos naturales, cuando nosotros de verdad sepamos
trabajar, es incalculable la abundancia con que podrá contar nuestro país. Y ustedes, que van a trabajar en el frente de
la economía, tienen que tener eso muy presente.
Van al campo y no van a cortar caña, van a cumplir una
misión que la Revolución les va a asignar, y esa tarea es nada menos que la
Segunda Reforma Agraria, es decir, que vamos a llevar a cabo la Segunda Reforma
Agraria. La segunda y última Reforma
Agraria, puesto que, de acuerdo con nuestro criterio, de acuerdo con lo que
hemos expuesto, habrá dos tipos de producción:
la producción de las empresas estatales y la producción de los pequeños
agricultores. Nosotros les hemos dado
garantías definitivas a los pequeños agricultores, y ellos confían en la
Revolución, y la Revolución puede marchar con sus granjas estatales y con el
esfuerzo de los pequeños agricultores, y después será un proceso de
evolución. Habrá pequeños agricultores
que deseen organizarse en sociedades agrícolas, otros querrán seguir como
pequeños agricultores. ¿Cuántos
años? No nos interesa, el pequeño
agricultor puede marchar con la Revolución porque el pequeño agricultor fue
liberado de la explotación por la Revolución:
pagaba renta, compraba caro, tenía que pagar intereses altísimos por los
préstamos, tenía que vender sus productos baratos a los intermediarios, no
tenía maestro, no tenía escuela, no tenía hospitales, no tenía caminos; el
pequeño agricultor fue un sector numeroso de la población ayudado y liberado
por la Revolución; con la Revolución marcha y marchará siempre ese pequeño
agricultor. Hay pequeños agricultores
cuyos hijos están todos estudiando, están en el ejército, y entonces ellos
mismos han dicho: “Bueno, quiero
retirarme.” Habrá un proceso largo, en
el cual no irán surgiendo nuevos pequeños agricultores; de las tierras de la
nación no saldrán nuevos pequeños agricultores, pero los que están perdurarán
todo el tiempo que ellos lo deseen. Eso
no afecta la producción.
Lo que nosotros tenemos que lograr es que los pequeños
y medios agricultores se organicen bien, apliquen buenas técnicas de producción
y con sus tierras produzcan el máximo, con el esfuerzo de ellos y con el
esfuerzo de los trabajadores de las granjas del pueblo, entonces verán ustedes
el desarrollo que va a alcanzar nuestra agricultura. Porque de ahora en adelante no habrá más que
pequeños y medios agricultores y granjas del pueblo (APLAUSOS), desaparecerá el
burgués rural, porque el burgués rural nunca marchará con la Revolución, será
siempre como clase un enemigo irreconciliable de la Revolución. Podrá haber, y hay efectivamente alguno que
otro burgués rural que tiene una buena actitud él como individuo, pero la clase
en su conjunto como clase es enemiga irreconciliable de la Revolución y siempre
será enemiga de la Revolución, siempre será aliada del imperialismo contra los
proletarios y contra los campesinos, siempre será enemiga del socialismo,
porque ocupaba una posición social privilegiada, cómoda; tenía aun mayores
aspiraciones de enriquecerse explotando el trabajo humano y por eso nunca, como
clase, estará con la Revolución; ha perdurado durante más de cuatro años y
medio y ha hecho todo el daño que ha podido; tiene una posición económica
fuerte, manejan mucho dinero, sus productos muchas veces los venden a sus
amigos de la burguesía urbana, sabotea la producción, no carga las vacas, no
limpia la caña, trata de piratear trabajadores a las granjas. Y ahora son mejores patronos que nunca.
Antes ni daban los buenos días. Pero desde que se imaginaron o concibieron
que algún día ellos perderían esas tierras, entonces los hay quienes invitaban
a pasear a los trabajadores. Entonces
eran mejores amigos, y le daban el pedacito de tierra.
Porque, incluso, muchos de esos burgueses rurales han
estado repartiendo pedacitos y haciendo aparcería. Desde luego, para crearle dificultades a la
Revolución porque saben que esa no es la política de la Revolución. ¿Por qué?
Señores, porque es un minifundio; con eso nunca abastecen a nadie.
La Revolución tiene la responsabilidad del
abastecimiento de todo el país. Y el
abastecimiento solo se puede lograr mediante la mecanización, la técnica.
Y, claro, ellos han promovido, incluso, cosas para
crearle obstáculos a la Revolución cuando la Revolución nacionalizara sus
tierras; lo han estado haciendo.
Y una de las razones por las cuales tengamos que
adelantar la medida es para no darles tiempo a que sigan haciendo daño. Porque como ellos saben —porque se les
advirtió; se les explicó en la reunión con los pequeños agricultores cuál era
la política de la Revolución para que ya los pequeños agricultores estuvieran
definitivamente tranquilos; se les dijo que esa tranquilidad no se les podía
dar a los otros, a los burgueses rurales—...
Y, ¿qué ha ocurrido?
Que muchos de ellos han estado, incluso, repartiendo tierra y
saboteando, haciendo todo el daño posible, para cuando las nuevas medidas
revolucionarias se aplicaran. Y por eso
es necesario acelerar la marcha para no darles tiempo de hacer mayor daño.
La Revolución tendrá en cuenta algunas excepciones
hacia aquellos que realmente hayan tenido una verdadera actitud de cooperación
con la producción nacional, que hayan mantenido la finca en óptima
producción. La Revolución hará
excepciones porque la Revolución no pierde nada con hacer excepciones, la
Revolución no pierde nada cuando tiene consideración especial hacia aquellos
que han sido leales con la Revolución y han trabajado y han producido.
Entonces, esos casos por excepción recibirán una
consideración especial. Eso no afecta la
política de la Revolución.
Pero la inmensa mayoría de las tierras de los
burgueses rurales pasará a manos de la Revolución. Y si no me equivoco excede de las 150 000 caballerías de tierra (APLAUSOS). Y de buenas tierras.
También se exceptuarán aquellos que son, por ejemplo,
varios hermanos que trabajan en una misma finca, cuando se ponga el límite de
tierra. Y sobre eso las informaciones
las recibirán ustedes cuando salga la ley esa.
Esos casos también se exceptuarán.
Todas las demás tierras pasarán a ser tierras nacionales, es decir,
todas las demás tierras de los burgueses rurales.
Y ahora viene la tarea más importante, la tarea más
difícil. Porque esto plantea dos
cosas. Primero una lucha de clases dura;
es decir que esta Ley de Reforma Agraria, nueva Ley de Reforma Agraria entabla
una batalla de clases más dura que la primera Ley de Reforma Agraria, que
afectaba a los gigantescos latifundios.
Afecta un número mayor de propietarios que la primera ley, de gente que
tiene cierta preparación, cierta cultura, muchas amistades; han tenido tiempo
en estos años de hacer algunos favores y algunas cosas, y hacer incluso alguna
política. Luego, constituirán un enemigo
de clase más numeroso que los que fueron afectados por la primera ley
agraria.
Claro está que perderán desde ahora su influencia
social y la fuente de sus recursos económicos con que muchos de ellos han
estado subvencionando y apoyando a la contrarrevolución.
Claro está que el imperialismo yanki y la Agencia Central
de Inteligencia perderán muchos colaboradores, porque ya no podrán contar con
la finca de Don Fulano y Don Mengano para que el infiltrado se oculte allí o
haga contacto allí, no. El imperialismo,
la contrarrevolución y la Agencia Central de Inteligencia recibirán un duro
golpe, puesto que nosotros no vamos a estar tolerando ni vamos a estar cruzados
de brazos frente a la acción de los enemigos de la Revolución. Y es la propia actitud de esos enemigos de
clase lo que determina el aceleramiento de las medidas; la actitud de sabotaje
de esa clase para con la producción y las acciones del imperialismo yanki y sus
planes subversivos, para los cuales cuenta con esos señores.
Pero ya no podrán contar ni con sus fincas ni con sus
recursos.
Y por lo tanto, los enemigos de la clase obrera
recibirán un golpe duro con esa medida.
Pero implica una lucha dura e implica, al mismo tiempo, otra tarea muy
importante, que es la necesidad de poner en producción al máximo esas
tierras. Implica la sustitución de todos
esos señores en sus tareas como organizadores y dirigentes de la producción en
esas tierras. Es decir que poner a
producir, saber utilizar esas tierras es nuestra tarea. Y es la tarea que tenemos que saber cumplir,
y es la tarea que ustedes tienen que ayudar a cumplir.
Claro está que ya no es como la primera vez. La primera vez no pudimos contar con un
contingente de compañeros ya disciplinados para enviarlos a cumplir esa tarea,
y por eso se cometieron tantos errores en muchos lugares, porque hubo fincas
que cuando llegó el administrador de la Revolución lo hizo peor de lo que lo
hacían los burgueses allí. Y es una
verdadera vergüenza para la Revolución, y es un daño al prestigio de la
Revolución cuando se toma una empresa de esas, una finca de un burgués, y por
mal administrada que esté y por mal empleadas que estén esas tierras, cuando
llegue la administración revolucionaria lo haga peor. Y esto es lo que resulta inaceptable.
Y claro está, hay muchos lugares donde los equipos se
los llevaron de un lugar para otro, abandonaron otros; disparates a montones
cometieron gente que no tenía experiencia ni sentido de la responsabilidad, en
aquellos primeros tiempos de la Revolución en que había tanta gente con tantas
ideas simplistas en la cabeza, en que creían que todo era fácil y que quitar a
un señor de allí y ponerse él a administrar aquello, a hacer producir aquello,
eso era fácil. Y, ¿cuánto costaba? Qué le importaba. ¿Cuánto gastaba? Qué le importaba. ¿Qué producía? Qué le importaba. Y llegó esa gente que no les importaban los
costos, no sacaban una cuenta nunca.
Los créditos llegaban, el dinero llegaba. Ellos cuando iban a producir una caballería
de algo no calculaban cuánto iba a costar, ni cuánto iba a producir, ni en qué
tierra iban a sembrar, ni qué siembra destruían para sembrar otra, ni qué valor
tenía la siembra que estaban destruyendo y qué valor tenía la otra
siembra. Agarraban un tractor, y a dar
carreras para arriba y para abajo, y no lo engrasaban, no lo cuidaban. Agarraban un equipo de regadío y no lo
cuidaban. Empezaban a hacer trasiegos de
todos tipos.
Y por eso, los errores que se cometieron una vez no se
pueden volver a cometer de ninguna manera.
En el lugar donde sitúen a cualquiera de ustedes, lo primero que tiene
que hacer es un inventario de todo lo que hay allí, de inmediato un inventario;
si una carreta, si dos carretas, si tres carretas, si un camión, si una goma,
si tantas vacas, tantos terneros, tantos novillos, tantas instalaciones, tantos
equipos, tantos arados, tantas cosas; en las condiciones en que están. E incluso, en segundo lugar, no mover
absolutamente nada de allí.
Claro está que al principio, señores, al principio el
que estaba en una provincia de administrador o de jefe de una provincia o de una
zona quería vacas para aquella zona, y salía a comprar las vacas a otra zona, y
a lo mejor dejaba esa zona sin vacas para llevarse vacas para la otra
zona.
Y así se desbarataron lecherías, se desbarataron
muchas cosas.
Nosotros tenemos que partir de lo que hay en cada
lugar que ocupemos, de lo que hay.
Averiguar el inventario de todo lo que hay, qué está produciendo,
cuántos trabajadores tienen, cuánto gana cada uno de esos trabajadores. Esa es una de las primeras cosas que tenemos
que ver, qué planes de producción tenía ese señor, qué créditos, qué préstamos
había recibido del banco para los trabajos.
Hay muchos, como les digo, que se habían puesto a
repartir tierras en aparcería. La ley
anula toda concesión, contrato de tierra, toda concesión de tierra que hubieran
hecho los burgueses rurales después de la Ley de Reforma Agraria; los
anula. Por eso, ustedes tienen que ver
si hay alguien “metido”, desde cuándo están, si estaban hace cinco años o si
cuatro, si estaban antes de la Revolución, si después de la Revolución, antes
de la Ley de Reforma Agraria. Y la Ley
de Reforma Agraria establecía la invalidez de todo desde antes del 1ro de enero
de 1959; y claro está que los burgueses, muchos, han tomado medidas de esas
para crearles problemas, para hacerles la competencia a las granjas del pueblo,
han estado repartiendo lotes de tierra, y todas esas cosas.
Es decir, se han estado aprovechando de las
circunstancias para crear obstáculos a la Revolución. Por eso, tienen que estudiar la situación
concreta de cada lugar, y ser muy cautelosos, muy cautelosos, porque no será
nadie, será el INRA si tiene que hacer un cambio, un traslado, un equipo
situarlo o ponerlo; pero eso no va a ser de inmediato, porque naturalmente toda
la organización, toda la agricultura se está organizando y reestructurando; las
fincas pertenecerán a granjas, las granjas pertenecerán a agrupaciones de
granjas; pero muchas de estas fincas se mantendrán como unidades, tal como
están, otras se agruparán con otras.
Pero el principio fundamental es este:
hay que partir de lo que hay, y lo que exista hay que mejorarlo.
Lo único que no puede ocurrir es que ninguna de estas
fincas dentro de seis meses, o dentro de un año, tengan menos producción de la
que tiene en este momento. Porque el que
dentro de un año tenga menos producción de la que tiene hoy el burgués, ese no
sirve para trabajar en el frente económico de la Revolución, y eso será en
primer lugar el índice de cómo se ha administrado o trabajado una de esas
fincas, si tienen menos o tienen más; pero no solo si tienen menos o tienen
más: ¿con qué costo?, ¿se está
produciendo a un costo inferior o a un costo superior?, ¿con qué renta? Porque no debe haber una sola finca agrícola
de esas que no sea costeable y rentable.
Y para eso hay que sacar números, y cada uno de ustedes tiene que
empezar por conocer cuánto cuesta la limpia, cuánto cuesta limpiar una
caballería, cuánto cuesta el regadío, cuánto cuesta el abono, dónde hay
abono.
Y en primer lugar, tienen que saber cuál es la técnica
de cualquiera de los cultivos que se estén realizando. Si el cultivo es de arroz, saber cuánto arroz
había sembrado, cuánto estaba en los planes sembrar, cuánto crédito recibió
para eso, cuánto abono, cuáles son las condiciones concretas de cada campo de
arroz, de las instalaciones, cuándo es la cosecha; si es algún arroz que esté
por sembrar, cuándo hay que sembrarlo, qué día, qué semilla, qué
características; si es de caña, cuántas limpias tiene, qué personal hay
disponible para limpiarla, cuáles son los salarios que se están pagando para la
limpia de caña, que no es cuestión de llamar a todo el mundo y empezar a pagar
a 10 pesos el cordel allí, no; porque a ustedes les van a pedir cuenta de los
gastos, a ustedes les van a pedir cuenta de cuánto cuesta cada operación
agrícola.
Hay que ver la mano de obra disponible, los costos,
hay que estar allí sobre el campo, hay que saber lo que un hombre puede hacer
en un día, hay que comprobar el trabajo en el sitio, dentro del campo, en todas
partes; no hay que andar montando a caballo dando carreritas para un lado y
para otro, no; hay que ir allí, algo más:
hay que trabajar con la gente.
Porque, desde luego, si es una empresa que puede tener 30 ó 40
trabajadores, las tareas de quien esté al frente de eso, puede ser más
importante que esté vigilando, controlando y organizándolo todo, a que esté
allí haciendo un trabajo directamente; pero si es una empresa pequeña, de pocos
obreros, tienen que dar el ejemplo allí en el trabajo. Porque un administrador donde hay tres, y ese
administrador no trabaja y tres trabajando, ¡eso es un lujo, eso es un
lujo! ¡Y eso es muy costoso!
No, no estamos inventando un tipo de administrador
químicamente puro. Administrador neto,
que no haga nada, ¡no! Tiene que dar su
ejemplo allí, en el trabajo; si hay un tractor roto, qué necesita, cómo se
arregla ese tractor, cómo están las turbinas; no esperar que las cosas se las
traigan a uno, tiene uno que salir a buscarlas, hacer las gestiones; tiene que
verlo todo, supervisarlo todo. Y cuando
haga falta gente, él es el primero, cuando no está realizando una gestión,
allí, trabajando junto con los obreros como el que más (APLAUSOS).
Nosotros no podemos decirles ahora exactamente qué
tipo de fincas, qué tipo de cultivos, qué tipo de empresa va a ser la que
ustedes van a recibir para trabajar, porque irán... Cada uno más o menos estará repartido por las
provincias de donde son, están clasificados también según los exámenes; pero
serán muy distintos tipos, pero muy distintos tipos; pueden caer en café,
pueden caer en arroz, pueden caer en caña, pueden caer en frutos menores,
pueden caer en ganado. Y, desde luego,
recuerden que lo que hay, hay que mantenerlo y mejorarlo primero que nada;
porque ahora no existen planes inmediatos para cada una de las fincas; por eso,
para ustedes lo primero es inventar, es informar.
Desde luego, que si son cañeras, la limpia de la caña
para tenerla en las mejores condiciones para la zafra, la reparación de los
equipos correspondientes; si son de café, la recogida, la limpieza, los planes
que hay de tecnificación de la producción de café. En cualquier tipo de cultivo tienen
inmediatamente que ponerse al día sobre todo en las cuestiones que se refieran
a este cultivo.
Pero como una gran parte de las fincas son ganaderas,
pues cuando se hizo la Reforma Agraria muchos latifundistas cogieron sus 30
caballerías en zona de ganado, es posible que la mayor parte de las tierras
—casi no es posible, sino que sabemos que la mayor parte de las tierras son
fincas ganaderas. Y es ahí donde ustedes
pueden hacer un trabajo de inmediato muy útil para el país. En muchas de esas fincas los potreros están
abandonados, en muchas de esas fincas ustedes se encuentran que el marabú está
surgiendo y los dejan llenarse de marabú, de manigua; en muchas de esas fincas
no cargan las vacas, y, por lo tanto, las vacas ni paren. Eso es lo que ustedes se van a encontrar en
todas las fincas ganaderas, a los que les correspondan fincas ganaderas; y
muchos de esos problemas. Otras son
lecherías, están produciendo poco.
Nosotros tenemos que empezar a hacer un trabajo muy
importante con esas fincas ganaderas. La
producción de leche y de carne en los años futuros va a depender mucho del
trabajo que se haga en todas esas fincas.
Las habrá que sean combinadas de arroz y de ganado, otras de caña y de
ganado; habrá de todo. Cañas, por
supuesto que no se puede tocar una hoja de caña; y cualquier plan relativo a
nueva siembra de caña, pues recibirían instrucciones para ello.
Pero en el ganado lo primero que ustedes tienen que
hacer en cada finca ganadera, o en cualquier finca, en todas las fincas, es
informar inmediatamente de qué finca se trata, la finca que le asignan, qué
extensión tiene, qué cultivos se están desarrollando en ese momento, cuántos
potreros tiene, cuál es el estado de los potreros, cuánto ganado tiene, y
cuánto ganado puede soportar. Y eso es
muy importante.
Nosotros necesitamos saber cuántas caballerías de
potreros hay, en qué condiciones están, y cuánto ganado se puede tener allí;
porque hay un problema, y es que muchos pequeños agricultores tienen en exceso
ganado macho y hembra, que para que ellos puedan cargar sus vacas tienen que
vender ese ganado. Si un pequeño
agricultor que tiene una lechería que produce leche, tiene un número de añojos
que ya no le caben allí ahora que viene la seca, si no lo puede matar, si no lo
puede vender, el resultado es que no puede cargar las vacas; y eso afecta
grandemente la producción de leche.
Ustedes tienen la tarea de informarnos a nosotros cuál
es el estado de los potreros, cuánto pueden soportar —fíjense bien— en seca
—que hay que tener en cuenta que ahora viene la seca, el período de seca—,
cuánto podrían soportar en la seca.
Porque nosotros tenemos el propósito de adquirir a la mayor brevedad
posible todo el ganado sobrante de los pequeños agricultores. Y esa medida es indispensable para darle un
impulso a la producción de carne y de leche; porque si los pequeños
agricultores no cargan su ganado, no paren las vacas, no hay leche e igualmente
se afecta la producción de carne. Y el
gobierno revolucionario tiene un plan de desarrollo de la producción de leche y
de carne, para lo cual serán indispensables grandes cantidades de crías todos
los años.
El Gobierno Revolucionario tiene el propósito de
concentrar la ceba de ganado en un número determinado de lugares. Y todas las demás fincas serán fincas de
cría, de producción de leche y de cría, producción de leche y de cría; es decir
que si se tienen 10 ó 12 regiones dedicadas a la ceba, todas las demás fincas
deben producir cada vaca un ternero todos los años o cada 14 meses, según el
ganado de que se trate. Si es una
lechería que está al lado de una ciudad, que está abasteciendo una ciudad, sí
hay que procurar; actualmente tenemos las necesidades de la producción, podemos
hacer que la vaca para cada 12 meses o cada 14 meses.
Si pare cada 12 meses, al año, está dos meses horra,
10 meses ordeñándose. Si la cargamos al
tercer mes o al cuarto mes puede tener 13 —digamos, si se carga al cuarto mes—,
puede tener de 13 a 14 meses entre parto y parto, es decir, si la cargamos al
cuarto mes de haber parido la tendremos entonces otra vez parida al cabo de 13
ó 14 meses del parto anterior.
En ese caso se ordeñan hasta dos meses antes del parto
y se ordeñan 12 meses.
La regla que vamos a seguir, que pensamos seguir en
las lecherías que están próximas a la ciudad, es cargarlas al cuarto mes, al
cuarto mes, de manera que para aproximadamente cada 14 meses.
Y en las demás fincas que producen leche para la
industria, que no están al lado de los grandes centros de producción, tenemos
el plan de que paran todos los años, es decir, que se carguen aproximadamente
el segundo o el tercer mes.
Pero tenemos el propósito de que todas esas fincas
sean productoras de leche y de cría.
Todavía hay por ahí mucho ganado que está comiendo hierba todo el año,
no se ordeña y lo que producen al año es un ternero, que valdrá 50, 60 ó 70
pesos. Ahora bien: si una vaca produce leche para un ternero, y,
además, produce seis litros de leche
—nada más que seis— el valor de la producción de esa vaca sería el
ternero que vale 50 ó 60 pesos y vamos a suponer seis litros de leche diarios a
10 centavos; serían 18 pesos en un mes, en 10 meses serían 180 pesos. Y entonces tenemos el caso de que una vaca
que se coma 120 ó 130 libras de pasto todos los días —y el pasto vale— y
produce solamente un ternero que vale 60 ó 70 pesos, y el otro caso es el de la
vaca que produce un ternero que vale 60 ó 70 pesos más 180 pesos de leche, por
la misma cantidad de hierba.
Es por eso que no debemos tener ninguna vaca comiendo
hierba sin producir leche, además de la leche que se necesita para el
ternero. Porque son muchas las
necesidades de leche que tiene la población para que nosotros nos gastemos el
lujo de tener vacas que comen 120, 130 ó 140 libras de pasto diario, y solo
producen un ternero.
Eso le podía convenir a un latifundista que tenía 500
caballerías de tierra, que no le importaba nada, tener 1 000, 2 000 ó 3 000
vacas, los terneros un poquito más grandes.
Pero un ternero consume cinco o seis litros diarios, y nosotros hemos
visto, por ejemplo, vacas cebú que las ordeñan por la mañana, les sacan cinco o
seis litros, las sueltan con el ternero hasta la 1:00 de la tarde, les recogen
el ternero a la 1:00 de la tarde para volverlas a ordeñar al otro día a las
6:00 de la mañana o a las 5:00 de la mañana, dan leche y crían perfectamente
bien el ternero.
Claro que ese no es el sistema de una lechería al lado
de la ciudad. El sistema de la lechería
al lado de la ciudad es que se aparta el ternero y se cría con leche en polvo
o, a veces, con leche también de vaca, pero no de la madre; separan al ternero
de la madre, se ordeñan por la mañana y por la tarde. Ese es el tipo de vacas lecheras que están al
lado de las ciudades, las lecherías que están al lado de las ciudades.
Este es el caso de fincas que tienen ganado que no son
vacas lecheras, son vacas cebú o vacas criollas. Todas esas vacas, todas las que se pueda hay que
ordeñarlas. Desde luego, nosotros
estamos estudiando el problema de convertir todo ese ganado cebú mediante
cruces en ganado lechero, estamos estudiando sobre la conveniencia de convertir
toda la ganadería nuestra en una ganadería lechera, y después, cuando ya
tengamos vacas que produzcan leche todas, entonces una parte de esas vacas las
dedicamos a producir pies de cría, como pies de cría para producir reemplazos,
y la otra parte la cruzamos con toros de carne.
Porque se habla de animales de doble propósito, que
dan leche y que dan carne. La realidad
es que si ustedes tienen, por ejemplo, una vaca Holstein que da 15 litros de
leche, esa vaca siendo de leche le puede producir un animal de carne,
simplemente cruzándola con una Santa Gertrudis, con un Aberdeen Angus, con
cualquier otra raza de carne, entonces la vaca da leche, y cuando pare produce
un ternero que a los seis meses se puede mandar a cebar, cuando es un añojo se
puede mandar a cebar.
Pero el propósito que tenemos —esto, desde luego, está
todavía siendo discutido—, pero la idea que tenemos y lo que estamos estudiando
es la de convertir toda la masa ganadera en masa que produzca leche, de ganado
lechero. ¿Cómo? Mediante el cruce.
Ustedes saben que una vaca cebú, por ejemplo, se cruza
con un Holstein o con un Brown Swiss y produce un ternero y una ternera
híbrida. Si esa ternera se vuelve a
cruzar con otro Holstein pues en cada uno de estos cruces se va cambiando, y al
cabo de tres, cuatro o cinco cruces tiene una proporción muy pequeña de sangre
de cebú y tiene un 80%, un 90% de sangre de raza lechera.
¿Cuál es la ventaja de una vaca de raza lechera? Que produce leche para el ternero —si se
quiere— y además produce 8, 10 ó 12 litros para la población.
Y les vuelvo a poner un ejemplo: imagínense una vaca que le críe un ternero,
que le dé leche para alimentar un ternero y le dé 10 litros de leche
diarios. El valor de la producción que
sale de esa vaca. Desde luego, yo digo
la vaca pero realmente quien produce la leche y produce el ternero no es la
vaca, es la tierra; pero les quiero decir, por ejemplo, partiendo de un animal,
de la ventaja de tener un tipo de animal y otro. Una vaca que le críe un ternero, es decir,
que dé leche para criar un ternero y 10 litros de leche para la población,
poniendo el litro de leche a 10 centavos, el valor de la producción de esa vaca
sería 360 pesos en leche y 60 ó 70 pesos el valor de un ternero, es decir que
el valor bruto de la producción de esa vaca pasa de 400 pesos.
Vean ustedes la diferencia que es tener una vaca que
no da más que un ternero y una vaca que le da un ternero y 350 pesos de
leche. Y ese es el único camino por el
cual podemos nosotros, de verdad, producir toda la leche que necesitamos. Nosotros no podemos darnos el lujo de que una
vaca coma una cantidad de pasto y apenas produzca nada, porque, más o menos,
cuesta lo mismo que tener un tipo de vaca que otro tipo de vaca.
Ahora, ¿qué estamos haciendo? Hemos importado sementales de raza lechera,
de los mejores del mundo. Y así tenemos,
por ejemplo, un ejemplar que costó 27 000 dólares, Holstein, pesa 3 100
libras. Así que no hay ningún animal,
incluso de carne, que pese lo que pesa ese animal de leche.
Pero ahora en el trabajo inmediato de ustedes con
respecto a la ganadería, ¿cuál es la primera preocupación que ustedes deben
tener dondequiera que haya una finca ganadera?
Naturalmente, cuántas vacas hay, cuántas novillas, cuántos novillos,
cuántas vacas están cargadas y cuántas no están cargadas, cuántas vacas están,
por ejemplo —si es una lechería—, produciendo leche y cuántas están
horras.
Una de las primeras tareas de ustedes es,
inmediatamente, empezar a resolver esa situación cargando todas las vacas que
estén horras, que estén abandonadas.
Porque hay que lograr, por lo menos, de un 60% a un 70%, por ahora,
después más. Ustedes se pueden proponer
como meta lograr un 70% de natalidad todos los años en la ganadería en
general. Ya decía que si era de leche
debían tratar de que pariera no todos los años sino cada 14 meses. Pero en cualquiera de esas fincas que están
destinadas a cría, ver inmediatamente cuántas vacas hay y cuántas vacas están
cargadas. Entonces, hay que cargar las
vacas, hay que seleccionar los mejores toros de cada una de esas fincas. Hay un plan de inseminación, pero de
inmediato por ahora, no se puede esperar que se organice el plan de
inseminación para llevarlo a cabo en esas fincas. Hay una finca lechera, y lo que tienen que
hacer inmediatamente es ver cuáles vacas están cargadas y cuáles no. Entonces, toda vaca que tenga, digamos, que
haya pasado cuatro meses de haber parido, puede que haya pasado 12 meses, 14,
pero toda vaca que no esté cargada, y tenga más de cuatro meses de haber
parido, hay que cargarla. Si la finca es
de ganado lechero, hay que cargar esa vaca con un toro bueno de su raza: si es Holstein, Holstein, si es Brown Swiss,
Brown Swiss. Si el hombre estaba
cruzando ya y no hay más que un toro de una sola raza, pues empezar a cruzar
con ese toro allí. Puede haber que hayan
25 vacas Holstein, 3 vacas Brown Swiss, y haya un toro Holstein, y no haya otro
ni se pueda conseguir un Brown Swiss por ahí, y se va a quedar la vaca sin
cargar, entonces, en ese caso, siempre cojan el toro Holstein.
Siempre cruzar o cargar la vaca con el mejor toro de
su raza, con el mejor que haya por allí, o cerca de allí; puede ocurrir que no
haya toro, puede ocurrir que esté muy mala, pero pueden ustedes entonces
acercarse a una granja y solicitar que le presten un toro; pueden ustedes
dirigirse al INRA y solicitar un toro de la raza de aquellas vacas. Ustedes se van a encontrar distintos tipos de
vacas, algunas Brown Swiss, algunas Holstein, algunas criollas, que tienen
sangre de todas las razas. En ese caso,
cuando se encuentren un tipo de vaca de esas raras, las cruzan con el toro
mejor que hay allí, de la raza preponderante allí. Es decir, ustedes se encuentran donde hay 20
vacas Holstein, y 3 vacas criollas, aquellas vacas criollas hay que cruzarlas
con Holstein. Lo que no vayan a hacer en
ninguna parte, es cruzar una vaca de leche con un toro Cebú; no hagan eso en
ninguna parte. Todo lo contrario, donde
haya una lechería, que tiene vacas Cebú, las cargan con toro Holstein o Brown
Swiss según sea el tipo de ganado que haya en la lechería. Es decir, cruzar la vaca con toro de leche
sí, cruzar la vaca de leche con toro de carne no, porque es un retroceso. Si ustedes tienen en una lechería 50 vacas
Holstein, 20 vacas Cebú, hay que cargar esas 20 vacas Cebú con toros
Holstein. Si ustedes están en cualquier
lugar —ya decimos que todas las fincas se van
a poner de cría y de leche— tienen 50 vacas Cebú, no tienen toros
Holstein allí, tienen toro Cebú, la cargan con toro Cebú en ese caso: Cebú con Cebú, que es el que abunda más.
Pero dondequiera que haya un animal de leche, un toro
de leche, cargan las vacas esas rústicas con toro de leche; dondequiera que
puedan hacer ese cruce, para convertir ese ganado Cebú que no produce leche, en
ganado de leche, dondequiera que puedan hacer ese cruce, háganlo.
Pero recuerden bien la regla: cada uno con su raza, Holstein con Holstein;
Brown Swiss con Brown Swiss; nunca una vaca de leche con un toro Cebú. Siempre que puedan, una vaca Cebú con un toro
de leche; esto es para los que se encuentren con ganado, pero la mayor parte se
va a encontrar con ganado, la mayor parte.
Aquí se podrían hablar de muchas otras cosas respecto
a la cuestión de la ganadería. Ahora a
ustedes no les queda más remedio que aceptar el sistema de alimentación que les
estén dando. En muchas de esas lecherías
le están dando pienso a vacas que dan seis litros de leche; el pienso cuesta
caro, hay que importarlo. Antiguamente
la concepción capitalista era darle pienso a cualquier res de esa porque había
unos señores que hacían una lechería y no tenían ni tierra, en el patio de la
casa tenían 10 vacas, le daban pienso, ese pienso se compraba con divisas, se
exportaba azúcar, se importaba maíz, soya, todo eso. A ese hombre no le importaba nada más cuánto
iba a ganar él, y tenía una lechería a base de pienso. Y eso es antieconómico.
Y claro que han quedado todas esas costumbres del
método capitalista de producción de leche y de carne. Y hay una gran confusión y una gran
ignorancia sobre todo eso, y darle pienso a una vaca que produce seis litros de
leche es un crimen; porque aunque le dieran un quintal de pienso, esa vaca no
da más. Porque hay vacas que son
lecheras y otras que no son. Ahora, una
vaca lechera le produce los seis litros de leche sin darle pienso, con 100
libras de pasto tierno, le produce más, le produce 10 litros. Una buena vaca lechera con pasto solo, puede
producir 12, 14, 16 litros de leche, y estamos investigando para ver hasta
cuántos puede llegar.
Lo que le podemos decir es que con pasto solo, es
suficiente para que una vaca produzca 6, 8, 10, 12 y 14 litros, sin
pienso. Y el absurdo más grande que hay
es darle pienso a una vaca, que está dando seis litros de leche.
Y eso es lo que hace caro y costoso; porque el
alimento más barato para el ganado es el pasto, y además el más seguro porque
lo tienen allí. Claro está que si
ustedes llegan a una lechería ahora, y se encuentran que allí las vacas están
dando seis, siete u ocho litros, y están a base de pienso porque el hombre no
tiene pasto sembrado, no le quedará más remedio que seguir dándoles pienso,
mientras se cambie el sistema de alimentación.
Hay toda una serie de problemas en lo que se refiere a
la ganadería, que todo depende si es tierra que tiene regadío, pasto con
regadío, o tierra que no tiene regadío. Los
potreros en época de primavera producen de tres a cuatro veces más que en época
de seca, cuando no hay regadío. Es por
eso que se hace el heno; es decir, se corta la hierba que sobra en la primavera
para poderla utilizar en los meses de seca.
Es decir, que si puede tener nada más que 10 vacas en seca, y 30 en
primavera, para poder tener por ejemplo 15 ó 20 vacas, hace falta cortar el
sobrante de la hierba en primavera, hacerlo heno y dárselo a las vacas en la
época de seca.
Naturalmente que ponerse a cortar heno a mano es
costoso. Entonces hay un programa que se
va a desarrollar para aprovechar en las tierras que no son de regadío, todo el
sobrante de hierba mediante máquinas; máquinas que cortan y máquinas que
empacan; mientras no lleguen esas máquinas, hay que hacer lo que puedan.
En primavera, que sobra la hierba, hay que tratar de
cortar todo lo que se pueda y henificarlo.
Es necesario que todos los que estén en fincas
ganaderas tengan en cuenta un principio, una regla: no permitan que el pasto se pase. No es lo mismo cuando una res come en un
potrero que tiene 100 días, 200 días, es decir, que tiene hierba pasada, que
cuando come en hierba tierna. Una hierba
que tiene seis meses, tiene el 50% o el 70% menos de proteínas, que cuando
tiene 30, 35, 40 días, cuando está tierna.
Es decir que con un procedimiento que es rotar los
potreros, no tenerla muchos días en un potrero, les voy a poner un
ejemplo: tienen, digamos, tres
caballerías, la tienen dividida cada una en tres cuartones, por ejemplo,
entonces, ustedes pueden tener 50 reses, vamos a suponer, y las ponen cinco o
seis días en uno, cuatro días; si tienen nueve cuartones, las pueden poner
cinco días en cada cuartón, las van rotando, y donde terminó de comer aquí
vuelve ahí al cabo de 40 días; de manera que siempre la res esté comiendo la
hierba tierna.
Simplemente con eso ya ustedes van a lograr que los
animales estén mejor alimentados, comiendo siempre hierba tierna, rotando los
potreros. No permitan que los animales
estén en los potreros, hasta que se agoten los potreros, no permitan que se le
pase la hierba. Ustedes no hacen nada
con tener ese colchón, lo que tienen es que rotar para que los animales coman
los retoños que tienen 30, 35, 40 días, y siempre estarán mejor alimentados, y
siempre aprovecharán así mejor el pasto.
Es un principio elemental; es claro que hay muchos
métodos de cómo atender el pasto, hay muchas experiencias; a veces los animales
pastan. Cuando los animales tienen que
caminar mucho para pastar, se agotan, gastan muchas energías, el ganado
lechero. Pero cualquier técnica
nueva..., ustedes tienen ahora que trabajar con lo que hay, con el sistema que
hay, procurar inmediatamente cargar todas las vacas que deban cargar, rotar el
ganado en los potreros y, al mismo tiempo, cuidar los pastos. Pero uno de los informes que ustedes tienen
que dar, dondequiera que haya un potrero es decir: aquí hay un potrero en estas condiciones,
tiene tantas reses, podemos tener tantas.
Una de las cosas que tienen que hacer es prestarles atención
inmediatamente a los potreros, donde está creciendo marabú, donde está
creciendo la manigua, quitar la hierba mala, limpiar la manigua, resembrar;
todo lo que puedan hacer por los pastos, háganlo. Porque hay una cuestión que yo quiero que ustedes
recuerden y es la siguiente: de todos
los cultivos, el cultivo más productivo es el pasto. Cualquiera ve el pasto y piensa que vale
menos que cualquier otra cosa. Ven una
caballería de pasto y piensan que vale menos que una caballería de frutales, o
que una caballería de arroz, porque como la hierba se da en todas partes, hay
una tendencia a pensar que la hierba no vale nada. Ahora en una caballería de pasto con regadío
se le puede sacar una producción en bruto de más de 20 000 pesos de leche al
año. A una caballería de arroz no se le
sacan 20 000 ni 10 000 pesos y en agua gasta mucho menos de lo que gasta el
arroz, el pasto gasta mucho menos agua de lo que gaste el arroz. No hay prácticamente ningún otro cultivo que
pueda producir tanto como una caballería de tierra sembrada de pastos con
regadío.
Estas no son más que algunas ideas elementales; es
necesario que ustedes le presten mucha atención a dos cosas: a la caña y el pasto, que no permitan que les
destruyan un metro cuadrado de pasto, excepto que se trate de un programa
especial, ordenado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria, que se le
asigne determinadas cantidades de tierra.
Pero hay que cuidar el pasto como oro y hay que cuidar los potreros como
el más productivo de todos los cultivos.
Ustedes se encontrarán distintos tipos de
hierbas. Por ahora tienen que
conformarse con lo que hay allí. Si hay
hierba guinea, pues limpiar los potreros para que esté bien esa hierba guinea,
en tanto se pueda sustituir por otro tipo de pasto, puede haber otro tipo de
pastos naturales, puede haber otro tipo de pastos artificiales, el que haya
ustedes lo tienen que cuidar porque ese es el que hay. Pueden encontrarse muchos potreros de
pangola, hasta el momento es uno de los cultivos, uno de los mejores pastos, de
los que ha dado mejores resultados en Cuba.
Y si ustedes encuentran una caballería de pangola, lo
que tienen es que limpiarla y mantenerla en las mejores condiciones: si tienen regadío, utilizar ese regadío.
Pero por ahora yo no les estoy hablando de una técnica
muy complicada, les estoy hablando de lo que hay y de algunos principios
elementales que es necesario que ustedes tengan muy presente. Ver el estado de los potreros, informarlo,
informar cuántas reses pueden sostener —sin equivocarse, sin equivocarse en
eso—, preferible que fueran conservadores a que se equivocaran, preferible que
se quedaran cortos que dijeran que pueden sostener muchas más. Tienen que procurar cargar las vacas, todas
las vacas, siguiendo las normas que se les dijo, tienen que cuidar el pasto con
atención, tienen que salvar todos esos potreros donde ha empezado a surgir el
marabú. Estos son simplemente principios
elementales. Ustedes deben saber que la
agricultura no es fácil: mucha gente
cree que la agricultura es fácil porque vieron que un guajira se encaramó en
una loma, hizo una “pelúa” allí, o tumbó monte y sembró' una caballería de café
o media caballería de café, o un caró de café, o que sembró plátano o que
sembró yuca, por eso mucha gente cree que cualquiera es agricultor, y ese es el
error, por eso hay tantos agricultores por ahí tan malos, y tantos
administradores que no saben lo que están haciendo.
Todos esos tumbes que se hacen en el monte, son de un
daño tremendo para la capa vegetal, muchas veces después vienen las lluvias y
se arrastra toda la capa vegetal. A
veces nada más se puede sembrar un año, porque bueno, está bien, los campesinos
tumbaban el monte, después sembraban alguna vianda junto con el café, después
dejaban el café cuando ya no podían sembrar vianda; o a veces, cuando tumbaban
el monte para sembrar vianda, sabían que nada más podían coger una o dos
cosechas, pero, ¿por qué? Porque la
lluvia se llevaba la tierra y porque la capa vegetal se agotaba, entonces venía
la “pelúa”. Los que han estado por la
montaña saben lo que es la “pelúa”, y la pelúa es el lugar donde una vez
tumbaron el monte, sembraron vianda un año o dos años y ya creció una manigua
allí, liquidado el monte, liquidada la capa vegetal, liquidado todo. Sí, se ha sembrado café, pero cuando ustedes
vean lo que es la producción por caballería de café, verán que es ínfima;
caballerías produciendo 90, 120, 130 quintales.
Una caballería de café bien sembrado, escogiendo las variedades,
sembrándolo a determinada distancia, podándolo y abonándolo, puede dar el
doble, el triple, el cuádruple de café que ese café que está ahí.
Y en todas las demás cosas es igual. Cualquier frutal hay que cuidarlo, hay que
abonarlo y hay que “chapearlo”, quitarle la maleza, podarlo. Y esa es otra cosa que ustedes tienen que
preocuparse mucho, por los frutales, y dondequiera que haya un árbol frutal,
cuidarlo también como oro. Hay mucha
gente que no quiere saber de árboles frutales.
Había administradores, que si les hablaban de sembrar calabaza se
volvían locos, porque iban a sembrar calabaza y a los tres meses iban a recoger
la cosecha de calabaza, pero si les hablaban de sembrar frutales, era como si
les hablaran del demonio, porque pensaban:
frutales... tres años, cuatro
años. Sin embargo hay que saber lo que
significan los frutales que se han sembrado, como en la granja Granma, en que
ya hay enormes extensiones de anones, de guanábanas, de distintos tipos ,de
frutales, señores, y esos frutales hacen falta porque el pueblo necesita todas
esas cosas, porque cada trabajador tiene el derecho a aspirar a que cuando se
siente en una cafetería, lo mismo le den un café con leche que le den un batido
de anón o de guanábana, o un helado. Y
la Revolución ha sembrado grandes extensiones de frutales, pero qué trabajo ha
costado que algunos administradores se resignaran a dar tierras para sembrar
frutales. El año pasado se sembraron por
ejemplo en PR-2, 28 caballerías de guayaba.
Ya el próximo año estarán en producción, apenas con dos años; la semilla
de la guayaba se pasa por una deshidratadora y da una harina magnífica para
pienso, y pronto tendremos todas las barras de guayaba que necesitemos
(APLAUSOS). Aquí las guayabas se dan
silvestres, unas guayabitas chiquitas; la gente por ahí muerta de hambre, las
recogía en unos jabucos para ganarse una peseta; después vino la reforma
agraria y muchos de esos lugares fueron desmontados, mucha gente encontró
trabajo, ¿quién demonio va a salir ahora con una jaba por ahí a buscar guayaba? Se acabó la guayaba, ¿cuál era el
remedio? Sembrar grandes
plantaciones. Ahora se siembra una
guayaba especial, de una variedad especial, que está pariendo todo el año, y
son unas guayabas grandes y no son del Perú (RISAS), son de otro tipo de
guayabas; hay dos o tres variedades.
Y entonces pues pronto la fábrica ya no solo dará
guayaba para la fábrica que está allí en PR-2, sino para las fábricas que están
en los pueblos cercanos allí, con una plantación de 28 caballerías de
guayabas. En Corralillo, en una tierra
donde no se daba nada, ya hay más de 100 caballerías entre aguacate, marañón,
anón, distintos tipos de frutales.
Porque el frutal incluso, muchas veces se da en tierras donde no se da
nada. Algunos, como los cítricos,
necesitan regadío, la misma guayaba; otros como el aguacate, el marañón, se dan
en lugares donde a veces no crece ni la palma cana, porque en esos sitios ni
una palma cana había. Y se han
desarrollado unos aguacatales magníficos.
Porque, desde luego, compañeros, hay que buscar para
cada cosa la tierra adecuada; incluso, en la cuestión de los pastos, hay tipos
de hierbas que son buenas para una tierra, hay tipos de hierbas que son buenas
para otra. La pangola, por ejemplo, es
un magnífico pasto, pero habrá sitios en que no es bueno sembrarla, que habrá
que sembrar otros tipos de hierbas más adecuadas a las condiciones del
terreno. Hay distintos tipos de
terrenos, la agricultura no es sencilla.
Hay tierras de un tipo y de otro, tierra húmeda y tierra seca. Hay tierras que son ácidas, tienen una acidez
alta y otras que tienen una acidez baja.
Hay tierras que tienen mucha materia orgánica y otras que no tienen
materia orgánica apenas, que han sido muy explotadas. La agricultura requiere toda una técnica de
selección de las variedades, de métodos de cultivo, de empleo de abonos.
Y desde luego, en una tarde como hoy, no nos vamos a
enfrascar en todos esos problemas que se refieren a la técnica agrícola, pero
ustedes deben... porque cualquiera
siembra una mata de boniato, o una mata de plátano o una mata de yuca, pero eso
no es agricultura. El verdadero
agricultor tiene que cuidar el suelo, cuando va a arar en una zona inclinada no
puede arar así en surco, porque viene el agua y se lleva toda la capa vegetal,
que después quién sabe cuánto tiempo hace falta para recuperarla. Dondequiera que haya una loma y que haya que
hacer un cultivo, procurar no hacer cultivos en loma; el cultivo ideal para las
colinas es el pasto, porque conserva la capa vegetal, defiende la capa vegetal
de la erosión. Usted cultiva, usted
ara. Muchas veces vamos por la carretera
y vemos las tierras aradas con surcos hacia abajo. No hace falta más que un aguacero, o dos o
tres buenos aguaceros y no queda capa vegetal, y la capa vegetal puede costar
decenas de años en reproducirse. Hay que
cuidar el suelo; mucha gente cree que el suelo no vale nada y el suelo es lo
que lo produce todo.
Por eso les decía que no era la vaca la que producía
leche, la vaca convierte el pasto que consume en leche; la res convierte el pasto
que consume en carne.
Y por eso, nosotros dentro del socialismo, lo que
tenemos que buscar no es la mayor producción de leche por vaca, sino la mayor
producción de leche por caballería de tierra.
¿Qué quiere decir esto? Que quizás dándole grano, una vaca produzca
20 litros en vez de 15, pero sembrando granos, lo que a usted le alcanza es
para tener allí 5 vacas; mientras que con pasto, puede lograr que le dé 15, no
le dé 20, le dé 15, pero en vez de 5 vacas puede tener allí 30 vacas. Y les advierto compañeros, que con una
caballería de tierra con regadío, sembrada de pangola, lo menos que pueden
tener son 50 vacas, lo menos que pueden tener.
Cincuenta vacas que si son buenas le pueden dar 12, 14, y 15 litros con
pasto. Y no les digo más porque estamos
haciendo experimentos. Lo que está
completamente probado es que con pasto se producen 14 y 15 litros de leche, sin
una libra de pienso. Y ustedes se
encontrarán por allí muchas lecherías que no tienen pasto y les están dando
pienso a vacas de seis litros; se encontrarán eso mucho. Se encontrarán mucho ensilaje de maíz y todas
esas cosas; no se metan por ahora en esas aventuras, conserven lo que tengan,
porque todo el problema de ensilaje es una cuestión que hay que estudiarla aquí
también, porque aquí se han empleado muchos métodos de producción que son
propios de los países fríos, que son propios de los países fríos, en un país
que tiene primavera todo el año...
porque por eso les decía que el pasto era uno de los grandes tesoros de
este país. ¿Por qué? Porque si tienen regadío puede hacer 10
cosechas de pasto, se puede cortar diez veces el pasto en un año. Si no tiene regadío, tiene la primavera
abundante, puede henificarlo; pero aún hay ciertos pastos que aun en la seca
retoñan, y proporcionan verde.
La ventaja que tiene Cuba es que puede contar con
pasto verde todo el año, y la cantidad de proteínas que da una caballería de
pastos, es varias veces superior a la que da una caballería de maíz aunque le
sacaran dos cosechas. Y precisamente el ganado
vacuno se caracteriza porque su estómago puede digerir el pasto, no es como el
pollo, aunque el pollo puede consumir algún pasto; convierte el pasto en carne,
convierte la proteína del pasto en proteína-carne. Y ese bistec que ustedes comen —cuando se los sirven allí en la escuela;
desde luego, que van a tener mucho menos por allí que lo que había en la
escuela, quizás la echen de menos, y está bien, para que se esmeren en producir
bastante (APLAUSOS)—, ese bistec sale del pasto, proteína que estaba en la
pangola, y que al pasar por el aparato digestivo de la res se convirtió en
proteína-carne. Y la proteína que
produce una caballería de pasto en tierra de regadío, que se cortara la hierba
cada 35, cada 40 días, es varias veces más que lo que daría esa caballería que
se le sacara dos cosechas al año de 1 000 quintales por caballería. ¿Qué les parece? ¡Y el pasto se desprecia! El pasto, les vuelvo a repetir, cuando tiene
más proteínas es cuando está tierno; cuando se pasa pierde del 50% al 70% de
las proteínas. Desde luego, la calidad
del pasto dependerá de la calidad de la tierra; la cantidad de nutrientes del
pasto dependerá de los nutrientes que tenga la tierra, y para eso existe el
abono; pero el primer abono es el propio abono del animal, y después viene el
abono químico.
Esos son problemas un poco más técnicos, pero yo les
he querido hablar de estas cosas para que ustedes vayan cogiendo una idea de
que la agricultura no es fácil, porque ustedes ven muchos bohíos al lado de
bohíos: sí, los campesinos también
saben, saben algo, los campesinos no son tan ignorantes, no; pero, desde luego,
de la agricultura común y corriente que nosotros conocemos a una agricultura
verdaderamente técnica, hay un gran trecho; a cada tierra hay que aplicarle la
fórmula de abono que le corresponde según el análisis que dé esa tierra. No se puede aplicar la misma fórmula de abono
a cualquier tierra, no se puede aplicar la misma fórmula de abono a cualquier
caña; algún día nosotros ya estaremos en condiciones de aplicar cada fórmula a
cada tierra, la fórmula adecuada a cada cultivo según el sitio donde esté
sembrado.
Y ustedes tienen un mundo por delante que aprender en
la agricultura, porque algunas cosas nosotros tenemos que sacudírnoslas,
algunos métodos tenemos que sacudírnoslos porque no son propios de nuestro
país, fueron copiados de los países fríos.
Cuando nosotros apliquemos una buena técnica, mecanicemos además nuestra
agricultura, seleccionemos nuestras variedades de semilla tanto caña como
frutales, como el mismo ganado, mediante la selección; porque la selección
quiere decir que se van eliminando los animales que no producen y se van
seleccionando los mejores, se van seleccionando las vacas que más leche
producen, se escogen las hijas; los toros que son hijos de vacas de las que más
leche producen y se utilizan como padres, para que cada hija hembra que nazca
tenga la máxima producción de leche.
La selección, la mecanización y una buena organización
son la clave del éxito de la agricultura.
Una silo-cosechadora hace el trabajo de 30 hombres, 30
hombres; cualquier máquina hace el trabajo de 20 ó 30 hombres. Nosotros tenemos que ir a la tecnificación,
mecanización y organización adecuada de la agricultura. Y si logramos eso, estamos en condiciones, porque
tenemos toda la tierra que necesitamos para eso. Con la nueva Ley de Reforma Agraria, la mayor
parte de las tierras estarán en manos del Estado; y aplicando una buena técnica
y aplicando la mecanización, podemos lograr una abundancia extraordinaria de
productos, mucho más de lo que cualquiera se imagina, mucho más de lo que
cualquiera de ustedes se imagina.
Pero ahora simplemente ustedes van a empezar. Nosotros les hemos dicho algunas cosas que
nos interesa que hagan, y queremos saber si ustedes han comprendido. Yo les voy a pedir a cualquiera de los
compañeros de aquí, de la segunda o la tercera fila, que se levante y diga qué
hace si llega a una finca de 15 caballerías de tierra y se encuentra que hay
allí 200 vacas de cría. Usted compañero,
usted mismo; ahora yo soy el que les voy a preguntar a ustedes.
A cualquier finca, si tú llegas allí, ¿qué es lo
primero que tú haces?
ALUMNO DIOSDADO GARCIA.- Yo sacaría datos estadísticos de todo lo que
hay en esa finca. En el ganado contaría
todo el ganado y lo clasificaría en añojos, terneros, toros y vacas; las que
están en estado de gestación, las que están paridas, las que están en
producción de leche, las que están en producción de carne, etcétera. Haría una estadística completa de lo que
existe allí, los datos del terreno, los potreros, los cultivos que hay
sembrados, etcétera. Estadísticas de
todo lo que voy a trabajar, de todo lo que me voy a encontrar, para mantener un
perfecto control.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- y
si tú te encuentras, compañero, que en el ganado, por ejemplo, tienes 40 vacas
Brown Swiss, 50 vacas Cebú, 30 Holstein, y te encuentras que tienes allí nada
más que tres toros Cebú. ¿Qué tú
haces?
ALUMNO DIOSDADO GARCIA.- Buscaría los medios posibles, solicitaría un
toro del INRA...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- ¿Qué raza?
ALUMNO DIOSDADO GARCIA.- Bueno, para cada raza de ganado que tengo
allí. Por ejemplo, para la Holstein un
toro Holstein, para la Brown Swiss un toro Brown Swiss: para la Cebú pues tenemos el toro Cebú allí.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Bien.
¿Y si tú allí en el mismo lugar tienes tres toros Cebú, cuatro Holstein
y un Brown Swiss, qué tú harías? Te
sobran toros Holstein, ¿qué tú harías?
ALUMNO DIOSDADO GARCIA.- Bueno, lo cruzaría con la hembra del ganado
Cebú, para entonces seguir especializando esa raza Cebú, que no produce tanta
leche, en raza que se desarrolle (APLAUSOS).
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Puede haber un caso... Si tú te encuentras que esas 50 vacas Cebú
son de un patio muy fino, ¿qué harías?
Son Cebú, pero finas, finas, finas, porque es un patio famoso de “Don
Fulano de Tal”, que lo está formando hace mucho tiempo.
ALUMNO JOSE NUÑEZ.-
En algunos casos podríamos conservar el ganado Cebú, y en otros...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- ¿En cuál caso harías una cosa, y en cuál
otra?
ALUMNO JOSE NUÑEZ.-
Si quisiéramos mantener una pureza de raza...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Pero tú te encontraste que allí —yo te pongo un caso concreto— es muy fino
el pie de cría; yo no dije nada sobre eso, pero quiero que tú razones. Si tú te encuentras que hay 20 Brown Swiss,
30 Holstein, 50 Cebú, pero resulta que los Cebú que hay allí es de un patio de
“Don Fulano”, que lo viene haciendo hace mucho tiempo, que es muy famoso, ¿qué
tú crees que debe hacerse ahí?, ¿cuál es tu opinión? Sobre eso yo no he hablado. Es muy fino...
ALUMNO JOSE NUÑEZ.-
Seguir manteniéndolo.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Seguir manteniéndolo, eso es lo que debe
hacerse (APLAUSOS).
Porque los patios finos si se encuentran, aunque sean
de Cebú, si es un patio famoso, muy fino, no debe tocarse. Posiblemente eso sea lo mejor sacarlo para
donde están los patios finos de eso.
Pero por excepción puede haber eso.
No se dejen ustedes llevar y decir:
“Ese es un buen ganado Cebú”, porque eso no quiere decir un patio fino,
fino; no. Yo les pongo el caso de que es
un patio fino, famoso. Entonces: “Bueno, este lo mejor... déjame no tocar este, déjame consultar qué
hago con esto.” Pero el 99% de Cebú,
aunque le digan que es bueno, es corriente.
La razón por la cual tenemos necesidad de ir
convirtiendo ese ganado en ganado de leche, es sencillamente por aquella razón
que yo les expliqué. ¿Tú recuerdas lo
que yo dije? ¿Por qué debemos convertir
una vaca Cebú en una vaca de leche?
Yo le pregunté al compañero la razón por la cual
nosotros debemos tratar de convertir ese ganado Cebú corriente que hay en
ganado lechero.
ALUMNO.- La
razón que nosotros buscamos al convertir el ganado Cebú en un ganado productor
de leche, es por la razón de que lo que más nos hace falta ahora a nosotros es
la leche, debido a que la leche es una cosa fundamental ya que está ahora
realizando una gran función. Por
ejemplo, para los niños es una gran función que realiza; además, para la misma
economía...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Sí.
¿Pero por qué para la economía es útil?
Vamos a suponer que no faltara leche, incluso que hubiera leche bastante.
ALUMNO.- Si hay
bastante leche, y entonces tenemos equis cantidad de vacas Cebú. Entonces, ¿qué haremos con ellas? Bueno, pues entonces tratar de irlas
cruzando, vacas Cebú con toro, por ejemplo, Holstein o Brown Swiss de buena
raza, para ir obteniendo una raza lechera.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Sí, pero la razón fundamental, ¿tú no te
recuerdas de aquello que hablábamos?
¿Cuánto se come al día una vaca, más o menos? ¿Qué usted puede decir?
OTRO ALUMNO.-
Una vaca se come al día de acuerdo al peso de ella. Por ejemplo, una vaca de 1 000 libras se come
99 libras diarias.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Sí, más o menos; o se come más.
ALUMNO.- No, de
promedio 99 libras.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Bueno, se come un poquito más. Sí puede ser un promedio, se acerca a ese
promedio; depende de la hierba que le dé.
Si le das una hierba tierna se come 140, y si le das una hierba pasada,
a lo mejor se come 75, porque no le gusta.
ALUMNO.-
Entonces tenemos que si le damos hierba a una vaca, que de ella nada más
obtenemos el ternero, que vale 50 ó 60 pesos, pues no nos es productiva. Ahora, si tenemos una vaca que nos dé 10
litros de leche, vendidos a 10 centavos, nos da 350 ó 360 pesos, más 50 ó 60
pesos que nos produzca el ternero, son cuatrocientos y pico de pesos que nos
produce al año.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Una vaca que come la misma cantidad de hierba
que la otra.
ALUMNO.- y la otra nada más que da el ternero.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Exactamente.
ALUMNO.- De
acuerdo (APLAUSOS).
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Ahora hay una cosa, compañero: aunque el compañero hablaba de la necesidad
de la leche, tenemos necesidad de las dos cosas: de leche y de carne.
Desde luego, nosotros hemos hecho los cálculos, y una
caballería dedicada a producir leche, produce mayor cantidad de valores brutos
al año que la caballería dedicada a producir carne. Pero, desde luego, no nos podemos dedicar a
producir exclusivamente leche; hay que dedicar alguna cantidad de tierra a
producir carne también, porque hay que satisfacer las necesidades de la
población.
Nosotros hemos calculado la posibilidad de que pase de
20 000 pesos la producción de leche en una caballería. Claro que emplea también más hombres. Y que pase de 12 000 pesos el valor de la
producción en carne de una caballería con regadío. Pero para producir carne no hay que tener
obligatoriamente un ganado de carne.
Nosotros tenemos el ganado Santa Gertrudis —precioso ganado— que
produce, que crece rápido, que tiene un gran poder de conversión; pero ese
ganado, ¿para qué lo queremos nosotros?
Lo queremos para producir machos.
¿Con qué objetivo? Si nosotros
tenemos una vaca de leche —vamos a
poner un caso— de 20 litros, lo que hacemos con esa vaca de leche es que la
cruzamos con un toro de su raza.
Vamos a suponer que ya todo el ganado fuera ganado de
leche, Brown Swiss y Holstein, o tuviéramos 5 millones de vacas lecheras, pero
nosotros queremos producir carne. ¿Qué
hacemos? Decimos, bueno: 3 millones de vacas vamos a cruzarlas con
ganado de carne. ¿Cuáles 3 millones de vacas? Bueno, las vacas que dan menos leche, vacas
de 10, 12, 14; los otros 2 millones son vacas que pasan de 15, de 20, esos 2 millones las tenemos destinadas a
cruzarlas con animales de su raza, para producir los reemplazos. Porque si usted tiene 5 millones de vacas,
por lo menos todos los años tiene que remplazar 500 000 vacas, mandar 500 000
al matadero porque están viejas, y meter 500 000 novillas nuevas paridas.
Entonces, se destinarían, por ejemplo, 2 millones a
producir los reemplazos. ¿Cuáles 2
millones? Las vacas de más alta
producción, de 15, de 20 litros. Los
otros 3 millones los cruzaríamos con un toro de carne, para matar lo mismo el
macho que la hembra que naciera.
Entonces, ahora mismo uno de los experimentos que se están haciendo es
cruzar ganado Holstein con seis o siete razas de ganado de carne, Cebú,
Aberdeen Angus, Santa Gertrudis, Charolais, para ver cuál cruce es el
mejor.
Puede ocurrir que el cruce mejor sea el de Aberdeen
Angus, pero nosotros tenemos pocos Aberdeen Angus; y que el Santa Gertrudis con
Holstein dé un buen toro, pero no tan bueno como Aberdeen Angus, pero que
tenemos muchos miles de toros de Santa Gertrudis; entonces haríamos el cruce de
Santa Gertrudis con el de Holstein para buscar carne.
Es decir, que una vez que toda la masa fuera ganadera,
unas vacas —las mejores— se cruzan; determinadas granjas se dedicarían a pie de
cría, y otras se dedicarían a producir un ganado híbrido para carne.
¿Qué hacemos con los machos que paren aquellas vacas,
Holstein pura? Pues las hembras, ya se
sabe, para pie de cría de remplazo. ¿Y
los machos? Pues los machos también,
cuando la leche abunde... hoy en día en
algunas lecherías matan al macho; ya nosotros hemos planteado que no maten al
macho, sino que lo críen, porque nos interesa obtener ejemplares para la
reproducción, para el cruzamiento.
Pero el macho del Holstein, por ejemplo, se puede
criar también; por ejemplo, se cría con leche descremada, se le saca la crema a
la leche para hacer la mantequilla, y con la leche descremada se puede criar el
ternerito hasta los dos o tres meses, y ya a los tres meses empieza a comer
heno y otras cosas. Así que se puede
criar el ternero y ese ternero después se ceba también. Porque un Holstein tiene más tamaño que
cualquiera de los demás toros de carne, ¿qué les parece? El Holstein tiene tamaño. Ya les digo que el toro este de que les
hablaba pesa 3 100 libras. Es decir, que
es un elefante realmente este toro.
Hay la ventaja de que cuando los animales son de la
misma raza, a mayor tamaño, mayor cantidad de leche, porque pueden comer más,
ingerir más alimentos, ingerir más cantidad de pastos. Porque como dijo el compañero muy bien, comen
según su peso. Una vaca de 1 400 libras
come mucho más que una vaca de 900 libras, y, por lo tanto, puede producir más
leche.
Aquella vaca de 900 libras, por muy buena que sea, si
se ha comido 100 ó 110 libras de pasto, no puede producir tanto como otra vaca
muy buena que se come 150 libras de pasto, y a veces se comen hasta 180.
¿Cuál es la ventaja del pasto tierno? No solo tiene más proteínas, sino que gusta
más al animal y come más. Usted le da a
esa misma vaca pasto viejo y come 80 libras, le da pasto tierno y come 120;
come más pasto y un pasto que tiene mejor proteína cuando está tierno, porque
el otro está muy fibroso.
Así que algún día estos puntos de vista que estamos
discutiendo... Desde luego, esto no
afecta nada, las cosas que están en discusión no afectan nada las instrucciones
que se les han dado a ustedes, porque esto sería para llevarlo a toda la masa
ganadera, y ustedes van a tener relación no con toda la masa, sino con una
parte de la masa ganadera. Pero un
animal de leche puede producir un animal de carne; esa vaca pare un ternero que
puede ser hijo de un Aberdeen Angus, o de un Santa Gertrudis, la vaca es
Holstein, puede parir un macho o una hembra, no se quiere para leche sino para
carne; la vaca se ordeña, se le saca toda la leche y se cría el ternero y se
manda para los cebaderos. Al otro año
esa vaca, vuelve a parir otro animal de carne; y así puede hacer siete u ocho
partos.
Así que una vaca de leche puede servir dos
propósitos: dar leche y dar carne. Porque cada vez que pare da leche, y cada vez
que pare puede parir un toro cruzado con un animal de carne; aunque la Holstein
también puede decirse que es de carne, tiene un gran tamaño, come bien; el
Brown Swiss también. Nosotros de los que
tenemos mayor cantidad es de Holstein, aunque hay también Brown Swiss.
El gobierno revolucionario, como ustedes saben, ha
importado por lo menos 15 000 vacas Holstein, y ya muchas de esas han
parido. Algunas de esas vacas están
dando 20, 25 litros de leche. Desde
luego, para que una vaca dé 25 litros de leche hay que usar pienso; pero
nosotros debemos buscar un tipo de vaca, no que nos dé 25 litros de leche con
pienso, sino que nos dé, 15, 16 litros de leche sin pienso.
¿Por qué?
Porque la extensión de tierra que necesitamos para producir aquel grano
para hacer pienso, si en vez de sembrar el grano sembramos pasto, entonces no
obtenemos 10 litros de leche de esta vaca más, pero podemos tener 30 litros de
leche poniendo tres vacas allí. Quiere
decir: la extensión de tierras que se
necesita sembrando granos para sacar 10 litros de leche más a esta vaca con un
concentrado, si en vez de sembrar granos sembramos pastos, podemos tener tres
vacas de 15 litros. ¿Comprenden
ustedes?..
Entonces, la caballería de tierra sembrada de granos
puede darnos —pongamos un ejemplo—, digamos, 40 000 litros de leche,
convirtiendo ese grano en leche a través de una vaca que da 14 ó 15 litros,
dándole ese grano para que diera 16, 17.
Desde luego, si la vaca es capaz de darlo; si la vaca no es capaz de
darlo, le ponen un quintal de concentrado todos los días y no da un litro más.
Hay vacas que son capaces de dar más leche con todos
los nutrientes que tiene el pasto que son capaces de consumir. Toda la vaca que consuma 160 libras de pastos
porque le quepa en el estómago, que dé tanta leche como ingredientes tiene ese
pasto, pero aún pudiera dar más si le dieran un concentrado, es decir, le
dieran tres o cuatro libras de concentrado.
Pero el problema de nosotros es no buscar la vaca que
dé más leche, sino sacar el máximo de leche por caballería; y si sembrando esa
caballería para producir pienso, voy a sacar 40 000 litros, hay que sembrarla
de un pasto para sacar 80 000, no con vacas de 25, sino con vacas de 15. ¿Ustedes comprenden?
Al capitalista sí le interesaba una vaca que le diera
25 litros, porque era menos trabajo, menos problemas, más ganancia para él;
porque tenía que sostener la vaca, le daba pienso... A él no le importaba cuántas caballerías
había que sembrar para sostener sus 15 vacas.
En cambio, bajo la concepción socialista lo que interesa saber no es cuánto
va a ganar el individuo, sino cuánta leche va a dar una caballería de tierra,
al mínimo de costo, para el pueblo; cuánta carne va a dar una caballería de
tierra, al mínimo de costo, para el pueblo.
Nosotros estamos modificando muchos de los métodos que
había, y estamos estableciendo métodos distintos. Ahora mismo estamos estudiando dos
sistemas: ceba con pastoreo intensivo,
ceba con estabulado, con ganado estabulado, pero con pasto, no con pienso.
Es decir, si se suelta el ganado para que busque la
comida, rotándolo, para que siempre esté comiendo, o si se corta la hierba y se
le lleva al establo.
¿Qué es lo que decidirá esta cuestión. Bueno, en el establo cuesta más, son más
obreros, más costo; ahora, puede ocurrir que el aumento, el número de reses que
se pueda cebar en una caballería estabulado, es mayor que la caballería por
pastoreo intensivo; el aumento que se pueda lograr por esa vía costee todos los
gastos. Digamos: si por pastoreo intensivo se pudieran cebar
120 y por estabulado se pudieran cebar 180 por caballería, lo que decidiría la
cuestión es si esas 60 reses más pueden sufragar todos los gastos y si la
inversión implica un sistema en vez del otro.
Estamos estudiando la posibilidad de desarrollar varias zonas con 10 000 caballerías de tierra con regadío para
la ceba y lo que está por resolver es si se utiliza pastoreo intensivo o se
utiliza ceba en establo, cortándole la comida, es decir, cortándola con
silo-cosechadores y llevándosela a los establos.
Desde luego que hay otros factores que pueden decidir
la cuestión, por ejemplo, la pangola es la hierba conocida por nosotros como la
que más rinde, tiene un alto porcentaje de proteínas también. Ahora bien, puede ocurrir que la pangola sea
resistente al pie y al diente del animal, puede ocurrir que no lo sea; así que puede
ocurrir que la pangola resista mucho mejor el corte que el pisoteo. Eso no se sabe porque no lo ha estudiado
nadie, pero es un factor que puede decidir, porque hay tipos de hierbas que
resisten el corte y no resisten el diente ni la pata y hay otras que resisten
mejor el diente y la pata que el corte.
Si se demostrara, por ejemplo, que la pangola resiste mucho mejor el
corte, pues lo más recomendable sería establecer el sistema estabulado,
cortarle la comida y llevársela.
Hay otro factor que puede decidir, que es la mano de
obra que necesita un sistema u otro, pero siempre tenemos que guiarnos por los
costos: “Qué nos rinde más a menor
costo.” Eso es lo que siempre tenemos
que plantearnos. Y sobre todas esas
cuestiones hay muchas cosas que estudiar, la cuestión de los suelos, la cuestión
de los abonos, el análisis de proteínas de los pastos, cuándo tiene más
proteína, si en primavera, si en seca, en qué mes; cómo influye la estación del
año en el porcentaje de proteínas. Todas
esas cosas tenemos que hacerlas y en realidad muchas de esas cosas no están
estudiadas desgraciadamente, pero que es imprescindible que las estudiemos para
que lleguemos a tener una agricultura altamente tecnificada, con el máximo de
producción. Por ejemplo, si todas esas vacas
que les estamos dando pienso que producen menos de 12 litros, no les diéramos
pienso, les diéramos pasto, nos saldría una leche mucho más barata, no
tendríamos todos los dolores de cabeza que tenemos buscando pienso en el
extranjero, gastando divisas en comprar pienso, pudiendo alimentarlas con pasto
aquí, o pudiendo dedicar ese pienso a producir aves y a producir huevos.
Todas estas cosas nosotros tenemos que meditarlas
mucho, señores, porque en definitiva la tarea fundamental que tiene un pueblo,
la fundamental, es la producción de los bienes materiales que necesita. Nosotros somos hoy dueños de los recursos del
país. Cómo nosotros no vamos a encontrar
los caminos mediante los cuales nosotros sacamos el máximo de provecho a los
recursos del país. Y ahora tenemos que
inaugurar una nueva era en la agricultura, una era de técnica, de seriedad, de
responsabilidad. Eso es lo que nosotros
queremos que sean ustedes, compañeros; que ustedes tengan la técnica siempre
presente. Y les he puesto algunos
ejemplos, ustedes se van a encontrar miles de cosas, cosas no previstas por
ustedes ni previstas por nosotros, de todos tipos de problemas se van a
encontrar. Se van a encontrar todo tipo
de fincas, de un tipo, de otro, o fincas mixtas, todo tipo de tierras.
Ustedes tienen que cuidar como oro los equipos que
tengan, porque además puede ocurrir que ustedes piensen: “Qué bueno sería sembrar esto aquí, qué
magnífica tierra.” No se pueden volver
locos, no se pueden desesperar y empezar a decir mándenme un tractor y tal cosa
y tal cual cosa, porque eso no puede ser así.
Ustedes deben trabajar con lo que hay en cada lugar, y de ahí esperar
pacientemente; sugerir, sugieran todo lo que quieran pero no hagan planes
pensando que les van a mandar un tractor.
Señores, porque uno de los problemas que tenemos es
que los equipos están distribuidos por todas partes y nosotros debemos ahora
invertir los recursos por regiones.
¿Dónde debemos invertir los recursos?
En la tierra que más produce. No
es lo mismo desmontar una caballería de tierra que tiene una buena capa
vegetal, que tiene agua, que desmontar una caballería de tierra que tiene una
capa vegetal pobre, que no tiene agua, que no tiene nada. Desmontar esa caballería le va a costar igual
que desmontar la otra caballería, y los recursos están muy distribuidos; a
veces llegan 500 maquinarias, se le da a cada uno una máquina, uno la emplea
bien, la cuida bien, le saca el máximo de rendimiento, otro no la cuida, no la
emplea bien, está subutilizada.
Ahora nosotros si vamos a mandar cosechadoras tenemos
que mandarlas a aquellos lugares donde existen las mejores condiciones para
emplearlas, garantías de que se van a emplear bien; que vamos a mandar
empacadoras, bien arreglados estamos si recibimos 1 000 empacadoras y les
mandamos una a cada uno de ustedes.
¿Saben lo que pasaría? Algunos de
ustedes la emplearían muy bien porque tienen condiciones, otros la tendrían
todo el tiempo allí y no la emplearían porque no tienen condiciones. Es decir, no hay hierba ni hay nada. Esas mismas 1 000 empacadoras enviadas a 100
fincas con un programa para cada una de las fincas, con personal que la
atienda, las cuida, rinde cinco veces más que repartiendo las 1 000 en 1 000
fincas.
¿Comprenden ustedes?
No se pueden volver locos ahora pidiendo equipo.
Quizás se les ocurran cosas fantásticas, maravillosas,
buenas, se vuelvan locos, pero tienen que tener paciencia, porque eso les va a
pasar. Ustedes pueden trabajar con lo
que tienen allí; si ven un terreno que está baldío, que es bueno para pastos
porque tienen ganado allí, que hay un tractor que está sin hacer nada, que
tienen semillas, pueden arar aquello y sembrarlo; cuando vayan a sembrar
averigüen bien cuál es el mes de sembrar.
Naturalmente, compañeros, que a medida que todo vaya
desarrollándose ustedes recibirán más o menos las instrucciones de lo que
tienen que hacer, de acuerdo con los planes de producción. Los planes de producción no se van a hacer
sin contar con ustedes, porque si los planes se hacen todos desde arriba a
aquel le dicen: siembra millo, y la
tierra no sirve para millo; o a lo mejor la tierra sirve para millo, pero
resulta que lo que tiene son 10 obreros ocupados en determinado cultivo y no
tiene ni un obrero más; siembra el millo y se pierde el millo. Cuando se hagan los planes tiene que haber
dirección e instrucciones de arriba y también informaciones de abajo, para que
cada cual sepa lo que pueda sembrar, informe, y se tenga en cuenta el terreno,
la mano de obra.
Además, compañeros, la agricultura, como el terreno
varía de un lugar a otro, las condiciones varían de un lugar a otro, es como la
guerra, lo que hay que hacer en cada finca hay que hacerlo de acuerdo con las
condiciones del terreno, la topografía, toda una serie de circunstancias. Desde luego, ustedes llevan algunas orientaciones,
ustedes saben que la caña tienen que cuidarla como oro, el ganado tienen que
cuidarlo como oro, el pasto tienen que cuidar lo como oro; y lo demás, no
abandonar absolutamente nada de lo que hay allí. Esto no quiere decir que si se da la malanga,
no, que si tienen maíz los manden para el diablo, no.
Les he dicho las cosas que más interesan: caña, y pasto, son los dos cultivos que más
interesan; pasto quiere decir leche y carne.
Y todo lo demás cuidarlo, porque todo lo necesitamos, pero por lo menos ustedes
llevan dos buenas orientaciones. Si
llegan a una finca de café, tratar de informarse inmediatamente cuál es el
equipo técnico que está trabajando en los planes de poda y abono del café; que
tiene viandas, cuidar la vianda, ponerse inmediatamente de acuerdo con los del
organismo correspondiente, porque ahora en la primera etapa ustedes entran en
todos aquellos sitios, van a estar algún tiempo sin mucho contacto;
inmediatamente después se irá haciendo contacto, principalmente con el Partido
y con el INRA. Porque la ocupación de
todos los latifundios esos que quedan la va a hacer el Partido, pronto, no va a
tardar mucho eso (APLAUSOS); llegarán los compañeros del Partido, emplearán
alumnos de las Escuelas de Instrucción Revolucionaria, y después irán ustedes.
Ahora bien, yo les decía que este iba a ser un tipo de
lucha dura, ustedes se van a encontrar con muchos casos; muchos latifundistas
que tienen casa en la ciudad, con esos no hay problema, esos se van para la
ciudad; se van a querer llevar algún mueblecito, bueno se pueden llevar objetos
personales; muebles, ¿usted tiene muebles allá?
“No”. “Bueno, que me quiero
llevar un sillón, que era de un familiar”; bueno, eso se lo lleva. Cosas de esas, que sean cosas de
recuerdos. ¿Que quiere llevarse los
muebles de la casa? Bueno, ¿usted tiene
muebles allá? Entonces los de esta casa,
no.
Pero se van a encontrar quienes no tienen casa en la
ciudad, se van a ver en la situación de tener que coexistir allí con ellos;
ustedes no van a vivir en la misma casa, no se van a mudar a las casas de
allí. Pero van a tener problemas. Y ustedes tienen que ser por un lado todo lo
caballeroso, todo lo decente, todo lo amable que puedan ser, pero al mismo
tiempo todo lo firme que tengan que ser.
No se olviden que habrá alguno que les van a pintar un
cuadro de miseria, de tragedia; no va a haber miseria ni tragedia, se le va a
indemnizar; el que menos va a recibir son 100 pesos durante 10 años, se les va
a pagar, no van a pasar hambre, no se van a “quedar en la calle y sin llavín”,
ellos van a tener una indemnización que les va a garantizar durante 10
años.
Alguna de esa gente es posible que se quiera
incorporar a la Revolución, nosotros en algunos pueblos que hemos socializado
hemos visto que los burgueses cuando son derrotados ya, entonces se adaptan
mejor que cuando todavía están beligerantes.
¿Comprenden? Es muy difícil que
un burgués beligerante de estos hoy quiera adaptarse, pero después puede ser
que esté sin nada, le guste la agricultura, y no quiere irse para afuera o no
tiene cómo irse, y se adapte. Pero hay
problemas de tipo humano: tienen mujer,
tienen hijos; no faltará alguno que otro llanto, la cosa de tragedia, toda esa cosa
humana.
Por eso es necesario que ustedes sean respetuosos,
sean amables y al mismo tiempo firmes, firmes, y sobre todo aquellos que tengan
que coexistir cerca con el antiguo dueño, pueden surgir disputas.
La ley es clara, le dice lo que le va a dejar, lo que
no le va a dejar. Van a querer el jardín
a la casa; le pueden dejar el jardín unos 10 metros alrededor. Les dirán:
“el caballito”. Yo no recuerdo
cuál era la fórmula del caballo, creo que si tenían caballo y viven allí
—porque no viven en la ciudad— pueden tener dos caballitos, y algo alrededor de
la casa, no muy grande. Porque no es que
se les va a reducir; al que se le toca se le toca todo, y al que no, no se le
toca nada. Si no, le quitas un retazo
por aquí y después el tipo sigue allí fastidiando con los equipos, la
instalación, la lechería. No, cuando
ocupamos, ocupamos completo.
¿Comprenden?
No es como la otra vez que se dejó 30. No, ahora, al que caiga dentro de la ley, va
todo (APLAUSOS). Los que se van para la
ciudad ustedes no los van a ver y no van a tener problemas con ellos. El problema es con los que no tienen casa en
la ciudad y se quedan allí mientras consiguen una vivienda, y tienen que vivir
allí. Se les respeta el derecho a la
casa.
Ahí es donde ustedes van a tener a lo mejor muchas
discusiones todos los días, alguna “tragedia” incluso gente fastidiando. Puede haber alguno que esté fastidiando,
queriendo sembrar el descontento entre los trabajadores. Entonces, a esos, si fastidian mucho,
tendremos que cambiarlos de allí y mudarlos para la ciudad, ¿no?
Pero puede haber quienes se quieran incorporar. Y se han dado casos de hombres que, como
tienen experiencia en la agricultura, cuando se ponen a trabajar de verdad
trabajan con seriedad, teniendo recursos como tiene el Estado. Y fuera posible que algunos quisieran
incorporarse, y con eso no perdemos nada, con eso ganamos, cuando haya quien se
quiera incorporar.
Incluso, en muchas de esas fincas —son más fincas que
ustedes—, en muchas de esas fincas vamos a utilizar algunos de los
administradores que ellos tienen, porque son muchas más que los que hay
aquí. ¿Comprenden? Y eso plantea la necesidad de buscar alguna
gente más.
ALUMNO.- ¿Y el
que tenga un pedacito...?
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- ¿Cómo?
Ahora mismo iba a hablar de eso.
Eres adivino (RISAS).
Sí, ahora ustedes se van a encontrar otro problema
también, que está muy bien dicho eso.
Ustedes tienen primero que averiguar quién tiene allí un pedacito,
cuándo lo recibió, si lo tenía de siempre o lo tenía después que se hizo la Ley
de Reforma Agraria. Pero si lo tenía
después... Sobre todo, yo creo que
debemos tener en cuenta, principalmente, si después de la reforma agraria,
porque la reforma agraria prohibió eso, y anulaba las que se habían hecho hasta
el 1ro de enero. Porque había algunos
que al primo y al otro empezaron a repartirle su tierra.
Por lo tanto, todo lo que se haya dado después del 1ro
de enero de 1959 no tiene validez. Pero
sobre todo los que se dieron después de la reforma agraria, y aún más, las que
se dieron últimamente. Porque hubo quien
dio y hubo quien se dio cuenta de ese plan y fue e instaló su timbiriche. El “chinchalito” agrícola ese, no lo podemos
aceptar, compañeros. Porque eso da para
el vecino de allí cuatro matas de plátano, cinco de yuca, siete de maíz, para
él escasamente y su familia.
¿Y qué come el obrero de ferrocarril y del
transporte? ¿Qué va a comer el enfermo,
qué van a comer los trabajadores industriales?
Por eso es que el chinchal agrícola ese no produce.
Y, claro, ellos para tener el obrero, para que no se
le fuera para la granja, porque en la granja había casa y había mejores
condiciones, algunos de ellos le ofrecen su pedacito de tierra, y hasta para
piratearlo, para ganarle. No aceptamos
eso en esas tierras, porque eso fue una violación de la ley.
Ahora: no
quiere decir que vamos a llegar allí y le vamos a decir al trabajador “te
vas”. No, no. No hay que maltratar de ninguna manera a
estos obreros; pero sí hay que decirle:
“mire, esa tierra no le corresponde a usted, porque ese lo hizo por
esto; no se crea que lo hizo por bueno ni por nada, lo hizo para burlar las
leyes de la Revolución, lo hizo para crear obstáculos a la Revolución, para
cuando estas tierras pasaran a la nación crearle problemas y tenerlos a ustedes
ahí adentro. Y decirle: “Bueno, usted debe devolver esa tierra.” ¿No quiere?
No se le va a sacar. Se le
dice: “Usted con qué va a cultivarla. ¿Crédito?
No, se habla con el ANAP: ni un
centavo de crédito a este señor.
¿Trabaja allí? No, a ver si solo,
desacatando la ley y egoístamente puede vivir.
Porque hay algunos que han hecho eso, y además para corromper, además,
para captar, además para ganarse gente, para ampliar la base.
Porque estos burgueses son unos pocos miles, pero
influyen sobre decenas de miles de gente.
Aquel que le hicieron un favor, aquel que le dieron. Sobre todo, cuando vino la Revolución se
volvieron más buenos que nunca.
¿Comprenden? Ellos pueden ser 7
000 u 8 000, pero influyen sobre decenas de miles de gente. Son gente que tiene “labia” —como se dice—,
educación, finura. Y son muy “bichos”
(RISAS), son “bichos”. Hay algunos de
ellos que después de la Revolución invitaba a su gente y los llevaban a
Varadero y todo, hasta los llevaban a pasear en sus automóviles. ¿Comprenden?
Y hay gente confundida por esa gente. Además, tienen plata, le hacen un favor a
cualquiera. Llega un individuo que está
apurado y: “Aquí tiene.” “¡Qué bueno es Don Fulano!, el pobrecito, es
un buen hombre.” Y además, puede ser un
tipo bondadoso, puede darse el caso, los hay.
Pero que su “bondosidad” no tiene nada que ver con el régimen social que
defienden, que no es un régimen bondadoso, sino que es un régimen cruel. El individuo puede ser bondadoso, pero la
institución y el sistema que representa es criminal e inhumano.
Porque, claro, toda la filosofía de ese sistema de
propiedad se basa en que un individuo tiene a 40 trabajando para él, para
enriquecerlo a él y a su familia, y se acabó.
Pero, luego, con lo mismo que extrae del sudor del trabajador hace
favores, se pinta de bueno; hay todo eso.
En esos casos, lo primero es informarse de todo el que
está dentro, desde cuándo está; lograr una información con la asociación
campesina, con la gente. Y ustedes
tendrán muchos modos de informarse con los demás trabajadores. “Bueno, eso no le pertenece.” Bueno, ¿que tiene una siembrita? Bueno:
eso se le compra. ¿Comprenden?
No, ¿que no quieren?
No se le va a ir a desalojar...
Ahora, claro, yo les vaya decir otra cosa que sí es
importante. Nosotros planteamos de que
en todas las granjas debe haber un mínimo dedicado a autoabastecerse. ¿Qué pasa? Que había en granjas enormes un
problema que es difícil que la gente lo entienda: tierra buena y ni una malanga por todo
aquello. Y se da el colmo de la gente en
el campo sin vianda. Y entonces la gente
decía: “¿Pero por qué ahí —mire, que hay
marabú, que hay manigua no me dan un pedacito para sembrar yo?” Yo lo he oído
veinte veces. Y, desde luego, el
individuo que está diciéndolo, relativamente está diciendo una verdad,
relativamente; pero desde el punto de vista del futuro, de los intereses del
país, no está diciendo una verdad, porque aunque eso es malo, el remedio de ese
mal no es empezar a repartir todos esos pedacitos, sino el remedio de ese mal
es cultivar todo eso con métodos técnicos y con maquinarias, no con la yuntica
de bueyes, ni nada de eso.
¿Comprenden? Porque sí, él
dice: “En eso que está abandonado yo produzco
para mí.” Pero mire, ahí lo que hay que
hacer es producir para todo el pueblo, y producir diez veces más que lo que
usted va a producir en el mismo pedazo.
El remedio no es ese, aunque él tenga razón al decirlo, porque eso está
abandonado.
Ahora, si en cada una de las granjas, en una finca
cualquiera de 20 caballerías, trabajan 10 ó 12, y se siembra una caballería de
viandas, de manera que esa gente cuando vaya allí a comprar puedan comprar, que
ganen todo lo que quieran trabajando; cuando van a comprar vianda, pueden
comprar vianda allí, en la tienda, se manda esa vianda para la tienda, o se le
vende vianda allí. Si en cada uno de los
lugares, hay un pedazo donde se siembra la vianda... la gente tiene dinero, no crean que no tiene
dinero; los trabajadores agrícolas tienen dinero. Incluso se está implantando el sistema de que
trabajen por su cuenta, se les asigna una tarea determinada.
Hay algunos administradores que se sobregiraron en
eso, ¿saben? Había trabajadores que
estaban saliendo con siete y ocho pesos todos los días, porque hubo una cierta
piratería entre administradores, cosa en que ustedes no deben incurrir. Mucho cuidado con ustedes ir a la piratería
para resolver los problemas esos.
Desde luego, toda la forma en que van a operar
ustedes, los fondos con que van a operar, todas esas cosas se las dirán en el
lugar donde estén. Pero ustedes se van a
encontrar allí fincas en que hay bastante gente trabajando. Yo no sé cuál será la situación económica de
muchos de esos trabajadores.
Sí les decía que en las granjas, en algunas granjas la
gente ganaba mucho dinero y, a veces, más de lo posible, a veces más de lo
posible. Porque algunos administradores
han pagado carísimo, han salido con 8 ó 10 pesos por pocas horas de
trabajo. Eso es muy malo, señores; eso
es un engaño.
Promover eso es promover la inflación. Es estarle pagando a la gente plata sin que
esa plata tenga un equivalente en productos.
Por eso, cuando la gente lanza plata para la calle actúa
irresponsablemente. Hay que defender el
dinero, que ese dinero no es de ustedes, es del pueblo. Si todavía ustedes fueran espléndidos con su
dinero; lo malo es que hay administradores que son espléndidos con el dinero de
la tesorería de la república, con el dinero del pueblo, con el dinero de los
presupuestos. Y lo mismo pagan 5 que 15. Pero el dinero hay que discutirlo,
razonarlo.
Otra cosa:
estar pagando 10 pesos, para que después no puedan comprar más que seis
pesos de productos o siete pesos, con eso no hacemos más que aumentar la
inflación.
Y el problema del país es no producir billetes, sino
producir bienes de consumo. Porque, ¿de
qué sirve un papel si no hay bien de consumo?
Está pagando pesos.
Por eso es que las fincas tenemos que hacerlas
costeables. Mientras estemos pagando más
pesos que lo que valen los productos que se producen, tendremos el problema
este del racionamiento y de la inflación, señores. Porque resulta que hay más plata que bienes,
¡no alcanza!; entonces ahí tenemos la cola, es el problema de la cola: mucha mayor cantidad de dinero que de
productos. Por eso ustedes tienen que
defender el dinero. Y la gente en
realidad tiene dinero; por eso hay que tratar de tener autoabastecimiento,
aunque sea en un cuarto de caballería, o menos.
Puede ser que ustedes estén al lado de una granja que tenga una gran
producción de frutos menores y que ustedes digan: “Bueno, si no podemos abastecer de ahí, no
tenemos por qué sembrar.” Pero bien
puede ser que en la zona no haya ni viandas —yo no estoy hablando de la vianda
que puede tener un lugar para el pueblo, sino estoy hablando de la vianda que
puedan necesitar los trabajadores de allí—, no cuesta ningún trabajo arar un
cuarto o menos de caballería, sembrar distintas viandas, para que los
trabajadores de allí siempre puedan abastecerse, puedan comprar esas
viandas. Ellos pueden ganar, porque el
que quiera trabajar de verdad, puede ganar —se lo digo— en las condiciones
actuales. Entonces, pueden ir a comprar
esas viandas.
Por eso, sería bueno, dondequiera que fuera posible,
hacer aunque sea una pequeña rotación de tierra, rotar una pequeña extensión de
tierra, según el número; si es una finca de 30 caballerías, que tiene muchos
trabajadores, por hache o por be, puede necesitar más tierra, una
caballería... Pero en cualquier lugar
con un cuarto, un tercio, media caballería, una caballería de vianda para el
abastecimiento de allí. Esa vianda se le
paga al trabajador que esté trabajándola allí, se comercializa también, o
directamente se vende allí la vianda, o se manda a la tienda que esté más
próxima donde compran los obreros esos.
Pero principalmente para que no haya esas presiones: “dame una esquinita, dame por aquí”; porque
es lógico que el hombre del campo es el colmo que no tenga vianda, y es lógico
que ese hombre quiera tener vianda.
Luego eso se debe a la falta de previsión de los administradores; toda
persona que se preocupe, que sea responsable dice: “déjame este pedacito, esta esquinita, esta
tierra que no sirve para otra cosa, que no está cultivada, aquí vamos a
sembrar”; no decir: “voy a tumbar este
potrero de pangola tan bueno para meter aquí un canutico de vianda.”
Yo he llegado a alguna granja y me he encontrado que
toda la tierra la tienen sembrada de caña, y la que no tienen sembrada de caña
no le sirve para vianda. ¿Qué
hacer? Les dije: “Miren, ustedes no tienen una tierra
cerca.” Dicen: “Sí, al lado de nosotros hay una tierra que
no la están utilizando en la granja tal.”
Entonces se habló con la otra granja para que le entregara a ellos esa
tierra que le venía muy bien, para que ellos sembraran allí, es decir, para que
hicieran una siembra de frutos menores para los trabajadores de aquel
lugar. Bien puede ocurrir que en uno de
los lugares donde estén ustedes esté todo sembrado, y entonces ustedes de
alguna granja que tenga tierra al lado, y le digan: “Nos pueden ceder, dar...”, gestionar que le
cedan un pedazo de tierra para resolver el problema allí.
Todas estas son cosas que se les pueden presentar a
ustedes. Van a tener muchas cosas
distintas, y es imposible que nosotros podamos desde ahora preverlas todas;
pero recuérdense de trabajar con el Partido (ya el Partido está organizado en
todos los municipios, y está ayudando en toda esta operación), y de trabajar
con el INRA. Es decir que la función del
INRA es la administración, y la función del Partido es ayudarlos a
ustedes. Ustedes recibirán las
instrucciones en cada lugar de lo que van a hacer; estarán provisionales los
compañeros de la “Rubén Martínez Villena”, los compañeros de la “Rubén Martínez
Villena” después que cumplan por lo menos dos meses, que encaminen ese centro,
serán sustituidos y vendrán otra vez para la escuela. Ustedes, los de las demás escuelas, ya
quedarán definitivamente en todos esos lugares.
Yo no recuerdo exactamente bien cuál es el sueldo,
pero el sueldo no va a ser un sueldo alto, ni mucho menos; no se imaginen eso,
que vamos a empezar pagándoles mucho dinero a ustedes, cuando todavía no
sabemos ni cómo van a trabajar, ni cómo van a producir ustedes (APLAUSOS).
Nosotros sabemos que eso a ustedes, naturalmente, no
les sorprende, porque sabemos que ustedes son gente de trabajo, de trabajo
duro, y que han sabido cumplir con el deber.
Pero, sobre todo, entran a trabajar en un frente de la economía nacional
donde tienen por delante todas las oportunidades de superarse, de ser útiles;
mejorarán ustedes en la misma manera en que trabajen bien, mejorará el país, y
tendrán oportunidades; ahora empiezan por ahí, pero cuando estos acaben, no
crean que van de administradores de agrupación, estos empiezan también por un
departamento chiquitico, todos, aunque se estén dos años estudiando
(APLAUSOS).
Ahora, ¿qué vamos a hacer en la agricultura? Un sistema de selección; cada vez que haya
que nombrar un administrador, digamos de una granja, escogerlo entre los
mejores administradores de departamento; cuando haya que designar un
administrador de una agrupación, escogerlo entre los mejores administradores de
agrupaciones o entre los mejores administradores de granjas, y así
sucesivamente. Desde luego, habrá
clasificaciones, habrá granjas de una clasificación, granjas de otras, según la
importancia, según el valor de la producción.
Pero es un frente donde todo el que quiera superarse, el que quiera
trabajar, el que sea responsable, el que sea serio, tendrá todas las
oportunidades: irá triunfando en la
misma medida en que triunfe la agricultura y en que triunfe la Revolución.
Nosotros tenemos que lograr desarrollar una
agricultura que no tenga nada que envidiarle a la agricultura de los países
capitalistas más desarrollados, e incluso, tenemos que sobrepasarlas; porque la
ventaja que tiene la producción socialista, como todos sus recursos están en
manos del Estado para dirigirlo en una orientación correcta, no la puede tener
ningún productor privado; e incluso, un productor de aves privado puede tener
muy bien montada una planta, o algo; sin embargo, un plan avícola que se está
haciendo en este momento tiene todos los recursos, infinidad de unidades con
toda la técnica. De ninguna manera,
ningún productor privado puede contar con los recursos con que cuenta la
agricultura socialista. Porque si en una
zona, hay que construir una obra hidráulica, una represa para regar 1 000
caballerías de tierra, porque es la única manera de que determinado lote de
tierra tenga regadío, y están ahí los recursos de la nación para hacer esa
represa que vale millones de pesos. Esos
problemas no los pueden resolver los privados, lo mismo que la inseminación, la
selección. Si necesitamos, por ejemplo,
10, 20 toros, cuesten lo que cuesten, de las mejores razas, los traemos. Además, se emplean, se les da servicio a
todo, los recursos se utilizan mejor, se racionalizan mejor.
La debilidad de nosotros está principalmente en la
falta de experiencia y en la falta de capacidad de la gente que ha estado en
muchos sitios en la agricultura. Que no
es lo común ahora, hay muchos que van superándose, van superándose. La agricultura es muy bonita, es realmente
una de las actividades del hombre más apasionante, más amena, más agradable;
porque el hombre que está en la agricultura está creando, está viendo cómo se producen
los frutos, cómo se producen los bienes, cómo se producen los alimentos;
terminan encariñándose hasta con cada árbol, con cada animalito, con cada cosa
de lo que están haciendo, aquellas cosas con las que están trabajando. Y de veras que el trabajo que ustedes van a
hacer es como para envidiárselo; cualquier joven que tiene la oportunidad de ir
allí, a luchar con la naturaleza, a producir, a mejorar, a librar la batalla
por abastecer al pueblo, a lograr organizar el trabajo de manera que la tierra,
el trabajo, la maquinaria, produzcan el máximo posible, crear la
abundancia. ¡Es para envidiar el trabajo
que ustedes van a hacer, compañeros!
Y se pueden sentir de verdad satisfechos, orgullosos,
de que la Revolución les haya dado esa oportunidad, y deben por eso tener
presente que ustedes tienen el deber de quedar bien con la Revolución, que
ustedes tienen el deber de responder a la confianza, a esa confianza que la
Revolución ha puesto en ustedes.
La otra vez, cuando la primera reforma agraria no teníamos
esto. Para nosotros es una gran
satisfacción, una gran tranquilidad, saber que va un ejército como este para la
agricultura: inexpertos, pero
disciplinados: sin muchos conocimientos
todavía, pero llenos de buenas intenciones, llenos de entusiasmo por el
trabajo; gente buena, gente trabajadora, de origen humilde, producto genuino
del pueblo, que van a tener ahora la oportunidad de servir al pueblo, al mismo
pueblo que les ha dado la oportunidad, que los ha escogido a ustedes, que les
ha capacitado, que les ha brindado conocimientos.
Y así ustedes pueden tener mayor satisfacción
personal, no solo en saber que han aprovechado bien esta oportunidad, en saber
que están ayudando al pueblo, que están ayudando a la Revolución, que de
ustedes dependerá mucho, que en cada familia haya abundancia, que los niños
tengan leche, tengan carne, tengan alimentos; y cuando ustedes vean que
prospera, como está prosperando ya la Revolución, y vean la abundancia de todas
partes, sabrán que eso es obra de ustedes, producto del esfuerzo de ustedes en
una gran parte, de la dirección de ustedes.
Nosotros seguiremos preparando administradores, y
seguiremos preparando y ampliando la escuela “Rubén Martínez Villena”, porque a
medida que podamos, podemos darles cursos; porque nosotros, por ejemplo, si
mantenemos 500, y mandamos 500 dos meses a sustituirlos a ustedes, ustedes
pueden tomar cursos de dos meses. Y con
los propios alumnos de nuestra escuela permanente de administración, o de
auxiliares de administración, con esos cursos permanentes nosotros podemos
hacer cursos de superación para ustedes, igual que han hecho, por ejemplo, en
el Ministerio de Educación, que a los maestros de vanguardia les dan 45 días,
les dan dos meses, y eso ha ido mejorando mucho a los maestros. Y figúrense la cantidad de experiencias que
van a tener ustedes, cómo van a hablar ustedes de vacas, de caña, de café, de
arroz, de todo eso. Y cuántas cosas
podrán, incluso, decirnos a nosotros de las experiencias que ustedes han
adquirido.
Y seguiremos con la escuela permanente; la elevaremos
a 500, a 1 000, a 1 500, a 2 000, de
manera que la Revolución prepare los cuadros que necesita. Claro que un buen administrador no se hace en
una escuela, la escuela lo que da es conocimientos, le enseña a un compañero
todo ese problema sobre el peso de las vacas y todas esas cosas. Porque es lógico que ellos tienen que tener
nociones no solo de administración, un administrador químicamente puro no
existe; un administrador que no sepa ni dónde está parado, ya podrá sacar mucha
cuenta y saber mucho de esquema, pero si no sabe de agricultura no puede ser un
buen administrador de ninguna manera.
Claro está que a ellos la incursión esa por el campo
de la agricultura les sirve de experiencia.
Y así, la escuela les da conocimientos teóricos, pero la vida es una
cosa no teórica solo sino práctica. Hay
muchos problemas prácticos que el hombre con su sentido común, con su
inteligencia, tiene que resolver. Y de
esos se les van a presentar a ustedes infinidad de problemas; y yo creo que
algún día nos reuniremos otra vez para hacer un recuento de todo lo que se ha
hecho y cómo lo han hecho; pero no se olviden de las cosas que nos interesan
más inmediatas: el inventario y el informe
sobre los potreros, sobre todo, cuántos potreros tienen, de qué son los
potreros, en qué condiciones están, cuántas reses hay, y qué reses creen
ustedes que puedan sostener. E
inmediatamente comenzar a cargar todas las reses, todas las vacas que estén
horras o novillas que puedan ser cargadas —el cuarto mes habíamos dicho, ¿no?—, por lo menos si ya tienen cuatro meses
cargarlas, todas las vacas del cuarto mes en adelante.
Nos referimos a las lecherías. Les voy a explicar por qué: porque una vaca, por ejemplo, lechera, al
lado de La Habana, que está produciendo 14 litros o 12 litros si ustedes la
cargan casi inmediatamente después de parir ya a los dos o tres meses empieza a
reducir su producción de leche, y al sexto o séptimo mes ya está seca: mientras que si la vaca está en su máxima
producción cuatro meses y después con un poco menos de producción después que
está cargada, pero puede estar en producción unos 10 ó 12 meses después del
parto. Pero, sobre todo, tiene cuatro
meses de máxima producción sin estar cargada.
¿Ustedes comprenden? Y después
que se carga se puede estar ordeñando hasta los siete meses; a los siete meses
hay que soltarla porque por exprimirle un litro de leche más lo que se hace es
que se está poniendo la vaca en peores condiciones para cuando vuelva a
parir.
Si la vaca no es bien cuidada antes de parir, después
no produce la leche que produciría con un buen cuidado. Y en los casos en que las vacas no están
propiamente en una cuenca lechera, aunque produzcan leche para la industria o
produzcan leche para allí para los vecinos, ese tipo de lecherías que hay que
no son propiamente leche de las grandes cuencas, pues a esas sí que paran todos
los años, esas no importa que paran todos los años, porque el objetivo
principal es producir un ternero para la carne, aunque produzca la leche
también.
Ahora, de lo que ustedes informen sobre los potreros
dependerá lo que nosotros inmediatamente podamos hacer para comprarles a todos
los pequeños agricultores el exceso que tienen de novillas y de novillos, para
que, a su vez, ellos inmediatamente puedan cargar su vaca. Y digan:
bueno, no voy a tener problemas, porque si esta gente me compran 15, 20,
30 reses, yo pongo todas las vacas a parir y no tengo problemas con la
hierba.
Pero imagínense que, al no poder salir del sobrante
ese, no carguen las vacas, se les van a morir de hambre. Y eso afecta la producción de leche y de
carne. Y nosotros queremos darle un
impulso de inmediato a la ganadería, de manera que en el curso de 10 ó 12 meses
ya se puedan ver los frutos.
Claro que estos burgueses no les compraban a ellos el
ganado, porque muchos de esos ganados eran mejorados en esas fincas; si son
machos se los vamos a comprar para cebarlos, y si son hembras, se las vamos a
comprar para crías, aunque sea una chivita, una vaquita chiquitica, pero esta
vaquita chiquitica así nosotros, mediante el cruce, el cruzamiento, podemos
empezar a mejorarla también.
Ustedes saben que actualmente no se está matando ni
una hembra. Hay una masa ganadera
grande. Si nosotros logramos un porcentaje
alto de natalidad y tenemos cada vez una masa de ganado mejor y mayor, es fácil
comprender la abundancia que nosotros podemos lograr en nuestro país. Ustedes se convencerán de todas estas cosas
cuando estén allí sobre el trabajo, sobre la marcha.
¿Creen ustedes, compañeros, que están en condiciones
de cumplir las misiones que tienen?
(APLAUSOS y EXCLAMACIONES
DE: “¡Sí!”) Pues bien, compañeros, es conveniente que
vayan llenos de confianza en sí mismos.
Además, vayan también con humildad, se ayuden de los compañeros que
tengan experiencia en la agricultura, busquen el apoyo del Partido, cumplan las
orientaciones que les den, las instrucciones que les den los delegados del
INRA. Y estoy seguro de que ustedes van
a cumplir esta tarea bien. Es difícil,
pero ustedes la pueden cumplir.
Recuerdo cuando en la guerra siempre que salían de las
escuelas de reclutas los nuevos soldados, eran nuevos y ganaban batallas,
porque se había apoderado de ellos esa fe, esa confianza en la victoria, ese
sentido de su capacidad para poder vencer los obstáculos. Y recuerdo que siempre los soldados más
viejos se iban en las distintas columnas y los más nuevos empezaban a realizar
sus primeras operaciones. Y a mí siempre
me tocaba luchar con los nuevos, porque a los más viejos los mandábamos a los
distintos frentes. Siempre andábamos con
una tropa de reclutas nueva, pero esa tropa ganaba batallas y vencía obstáculos
difíciles.
Y ustedes son la tropa nueva que entra en el frente de
la economía, formada en la Revolución (APLAUSOS). Esta tropa va a ganar muchas victorias,
compañeros, y posiblemente marque una fecha muy importante en el curso de la
Revolución, un verdadero auge de nuestra agricultura, porque esas 150 000
caballerías de tierra tenemos que ponerlas como un jardín a producir al máximo
para el pueblo. No más el crimen de
vacas descargadas, no más el crimen de tierra desperdiciada, no más el crimen
de la especulación, que es lo que hacen los burgueses vendiéndoles a los
burgueses, los burgueses rurales a los burgueses urbanos, y los burgueses
urbanos a los rurales. Y así, en casa de
ningún burgués nunca faltaba ningún artículo, porque de eso se encargaba el
burgués de la ciudad, no le faltaban artículos industriales; ni al burgués
urbano le faltaban artículos alimenticios porque la leche se la llevaban
allí.
El hijo de un trabajador se podía quedar sin leche
todos los días; y en muchos pueblos del interior ustedes saben que la leche la
repartían los mismos burgueses que la producían, y se la llevaban a sus
clientes que eran los burgueses. Y ahora
tiene que haber más leche, y un reparto justo que llegue a todos por
igual. Que tome leche el niño hijo de un
burgués, pero que tome leche el niño hijo del trabajador y del proletario
(APLAUSOS).
Y esto marcará un auge en nuestra agricultura, con un
buen año de lluvia, con un entusiasmo grande, con un sentido de la
responsabilidad que crece en todos los hombres de la Revolución, en todos los
hombres que están en todos los frentes de trabajo y en la agricultura; porque
en la agricultura, a pesar de todas las debilidades que provenían de la falta
de cuadros, de la falta de experiencia en esos cuadros, sin embargo, ya se nota
mucha mejoría. Y ustedes deben entrar en
emulación, para que ustedes puedan sentir siempre el orgullo de que se hable
bien del trabajo que ustedes van a hacer, y que todo el mundo tenga un alto
concepto de ustedes, y que el pueblo pueda apreciar eso.
Y tengan la seguridad de que esta es una batalla
histórica, que esta batalla es una batalla histórica por la Revolución, es un
fuerte golpe a los enemigos, a los recursos económicos de la clase enemiga del
proletariado; un fuerte golpe al imperialismo, doble golpe: porque por un lado le quitamos las trincheras
que tienen, y por otro estaremos en mejores condiciones de resistir su criminal
bloqueo. Y ustedes son los soldados que
van a marchar a cumplir esa tarea, a librar una batalla histórica, y a marcar
un punto de auge para la agricultura y la economía de nuestro país. Y van a marchar pronto, porque van a empezar
a salir hoy mismo, compañeros, esta misma noche van a empezar a salir
(APLAUSOS).
Ahora, discreción para que los burgueses no se
enteren, discreción para que los militantes del Partido Unido de la Revolución
Socialista lleguen allí antes que los burgueses sepan que la Revolución ha
dispuesto esta medida, de manera que no les quede tiempo de empezar ni a
repartir reses ni a hacer cosas.
¿Comprenden? (APLAUSOS.)
Así que la cosa ya prácticamente está andando,
prácticamente dentro de muy breves horas todas esas fincas, fundamentalmente,
estarán ocupadas (APLAUSOS). Y detrás
llegarán ustedes, y detrás llegarán los compañeros que ya vienen de la Unión
Soviética. Y así iremos recibiendo
refuerzos, y después llegarán los compañeros que graduaremos en las escuelas
también, porque vamos a seguir preparando cuadros para la agricultura. Y ya en el futuro todos los que estarán
trabajando en la agricultura serán cuadros que salieron de la clase obrera del
campo, y volvieron al campo.
Y así, todo obrero que se destaque tendrá su
oportunidad de estudiar, de manera que ahora ya los cuadros que van a dirigir
tienen que salir de allí, del campo, tienen que salir de los hombres que saben
lo que es el trabajo del campo. Y es la
ventaja que tiene haber escogido a los que van a estudiar, a hombres que sean
trabajadores agrícolas. Y en el futuro
serán jóvenes, muchachos que estarán en la primaria, en la secundaria,
trabajarán y cuando se destaquen tendrán oportunidad de ir a las escuelas, los
mejores, de entre los mejores trabajadores, para después regresar.
Y si nosotros seguimos por ese camino algún día
tendremos muchos miles; si ahora tenemos unos cuantos miles, algún día
tendremos muchos miles de hombres que estén a la altura de las circunstancias,
de hombres en cuya responsabilidad, en cuya seriedad, en cuya capacidad pueda
confiar plenamente el país para vencer la escasez (APLAUSOS); porque nosotros
tenemos que combatir al enemigo que es la escasez. Dígame.
ALUMNO.- Yo
quería que usted viese el problema de una finca que es en la zona de la United
Fruit Company, en Banes, en que allí hay una época en que no hay trabajo,
cuando llega la seca, porque la caña no requiere en todo tiempo trabajo.
Usted hace rato habló de la piratería de obreros. Entonces, eso estaba pasando allá por
Niquero, que la rosa de caña la estaban pagando a cincuenta y pico de
pesos. Entonces muchos obreros que
trabajan bien en la granja van a trabajar allá; incluso ahora cuando tenían las
metas del 26 de julio para la limpia de caña, se los llevaron para allá...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Se los llevaron de Preston para allá.
ALUMNO.-
Entonces, yo estaba pensando que sería bueno que se fueran sacando
obreros de allí, porque en el tiempo de la caña es cuando más se necesita
fuerza de trabajo allí...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Y, sin embargo, mira qué problemas tenemos
con la recogida del café, problemas serios; porque mucha de la gente que
trabajaba en la caña... Y mira, el tener
que estar movilizando obreros de la ciudad para recoger café, es malo. Porque sacamos a lo mejor a un obrero de una
productividad de 10 pesos por día, para situarlo en una productividad de dos
pesos por día; pierde la economía cuando se saca a un obrero de un taller, de
cualquier sitio donde está creando valores que valen 10 pesos, para crear
valores que valen —lo que puede hacer
él a mano allí—, dos pesos.
El problema es que, miren, uno de los problemas, la
piratería, en parte se debe... había una
triple o cuádruple piratería aquí; la piratería era entre granjas del pueblo y
granjas cañeras, luego entre las dos y granjas administradas, y fincas
administradas; luego entre las tres y los burgueses rurales.
Tan pronto empecemos a producir de verdad... en este país, compañeros, si nosotros
trabajamos bien puede ser incalculable lo que puede producir. Podemos producir de todo en las cantidades
que nos dé la gana, pero hay que trabajar bien, con seriedad, con
responsabilidad.
Esos administradores que lo que les importa es lo de
él nada más, y se llevan a la gente de aquí y de allá, no son administradores
revolucionarios. Porque uno tiene que
querer que lo de uno marche bien, lo que él tiene allí, pero no puede ser a
costa de llevarle la gente a los otros; eso es una vulgar piratería, y eso no
conduce a nada.
Y, desde luego, en la agricultura esos pagos que se
han hecho tienden a corromper. Porque en
el momento en que un día le pagan a 10 y después tienen dinero y se pueden
sentar en su casa a esperar que les paguen a 10 otra vez, si no no van. Y esos son los problemas, que no le hacemos
ningún favor a nadie, no beneficiamos a nadie con eso y, sobre todo, no
beneficiamos al país con esas cosas.
Es bueno que ustedes tengan conciencia de esos
problemas porque hace falta que entre una corriente nueva en el campo a
combatir todas esas cosas, todos esos vicios combatirlos. Porque ustedes, por lo menos, salen con la
disciplina de una escuela; no es el caso de todos los administradores que nunca
se conocieron ni se vieron; muchos de ustedes estarán cerca unos de otros, se
conocerán, se ayudarán, tendrán los mismos métodos, las mismas normas, no
andarán egoístamente queriendo que lo suyo salga bien y haciendo que lo del
otro salga mal.
Hay buenos administradores en la agricultura, muchos
buenos administradores; desde luego, no salió la gente de una escuela, y cada
vez será mejor. Así cuando los muchachos
sean muchachos que hayan estado dos años en la escuela, y tres años, y cuatro
años, pues en el futuro los cursos serán de tres y cuatro años, cuando ya
tengamos muchos administradores buenos, y entonces no tanta urgencia y podamos
poner cursos mayores para que puedan tener no solo conocimientos de
administración, sino de técnica agrícola.
Y algún día, compañeros, piensen que, por ejemplo, la
ciudad escolar con capacidad de 20 000 alumnos cuando esté terminada, será un
instituto de secundaria básica rural, y algún día será un instituto
tecnológico; así que algún día tendremos de 15 000 a 20 000 estudiantes en un
instituto tecnológico agrícola en la ciudad escolar (APLAUSOS). Calculen cuántos cuadros técnicos irán a la
agricultura en el futuro, con cuánto conocimiento y con cuánta
experiencia. Y de nuestras escuelas de
ingeniería agronómica saldrán miles también.
Y claro que nosotros queremos que no gente de la ciudad, sino gente del
campo se prepare, que vayan hijos de trabajadores agrícolas a esos institutos
rurales, gente del campo, hijos de campesino a ese instituto secundario, a esos
institutos tecnológicos y a las universidades, para que sea gente del campo la
que oriente y dirija en el campo, que estudie y que vuelva al campo. Eso es lo que queremos.
Compañero, ¿usted quería hacer una pregunta?
ALUMNO.- Yo
quería señalar que cuando fuimos a Camagüey a cortar caña, y terminamos la
tarea a la que fuimos allí, nos dieron un pase para ver a los familiares.
Fui a la casa de los familiares y allí tuve una
reunión con algunos campesinos que estaban esperando a la maestra para hacer la
prueba de escolaridad, y mientras llegaba la maestra cambiamos impresiones con
los de allí, y me informaron que estaban ganando 10 y 12, 8 pesos y trabajaban
medio día.
Entonces yo les decía de qué les servía a ellos oír a
Fidel Castro hasta la 1:00 de la madrugada y no comprender que él decía que el proceso
que estábamos viviendo era de aumentar la producción y la productividad a la
vez.
Entonces, ellos me dijeron que no tenían por qué
trabajar todo el día, si en medio día ganaban 8, 10 y 12 pesos, y no tenían en
qué gastarlo. Y yo les decía que precisamente
por eso...
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- No, y con lo que tienen que comprar con
trabajar medio día les alcanza para comprar lo que les venden en cinco o seis
días. Pueden trabajar medio día a la
semana, casi.
ALUMNO.- Yo les
decía, que por eso precisamente ellos tenían que trabajar más y aprovechar
mejor las horas de trabajo para aumentar la producción.
Eso es lo que yo quería señalar.
COMANDANTE FIDEL CASTRO.- Muy bien, compañeros: yo me alegro mucho de ver que ustedes han
planteado estas cosas, eso nos da idea a nosotros de que ustedes han pensado,
han meditado esos problemas, han tenido oportunidad de verlos,
analizarlos. Y es muy importante que
ustedes se vuelvan abanderados de la producción y del trabajo, porque la
razón... ustedes siempre podrán discutir
con razón con cualquier campesino, con cualquier trabajador, y explicarles que
eso es un engaño, que eso lo que conduce es a la paralización de la economía, a
la inflación. Y por lo tanto hay que
combatir también a todo el que haga eso, todo el que practique esos métodos, en
todas las reuniones, en todos los sitios; porque el daño que le hacen a la
Revolución los administradores que hacen esas cosas, porque son blandos, porque
son débiles de carácter, porque piratean, porque son irresponsables... Y en esas mismas cosas que ustedes han tenido
oportunidad de ver y comprender que son erróneas, en esas cosas no deben caer
ustedes nunca, compañeros. Y les
repito que nosotros tenemos confianza de que van a saber cumplir con la misión
que se les ha asignado.
Y eso es todo lo que tenía que decirles compañeros.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)