DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CUBA y PRIMER
MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA INAUGURACION DE VARIAS OBRAS
HIDRAULICAS EN LA TOMA DEL CAUTO, FINCA ZARAIBA, BARRIO CAUTO DEL PASO, EL 30
DE MAYO DE 1968.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Compañeros
trabajadores:
Hace siete meses en esta región nos reunimos para dar
inicio al trabajo de la Brigada Invasora, para dar inicio al desarrollo
agrícola, económico y social de esta región.
Nos encontrábamos en un territorio sobradamente
conocido por ustedes, que se caracterizaba por ser un área inmensa llena de
manigua y de marabú que se inundaba cada vez que llovía mucho, cuando llovía. Ni qué decir cuando hay ciclones, porque fue
esta una de las regiones que se inundó totalmente a raíz del ciclón “Flora”;
una región sin caminos, en pésimas condiciones en todos los órdenes.
Alguien hablaba, cuando empezaba aquí oí una voz que hablaba
de la casa que se le caía y que necesitaba casa. Y es que, entre otras cosas, se puede decir: ¿Qué casa aquí no
se está cayendo? ¿Qué casa aquí no
consistía, y en buena parte consiste todavía, en bohíos con las peores
condiciones de vida?
Y habiendo transcurrido apenas siete meses, o
exactamente siete meses, hay ya en esta región miles de caballerías de tierras
desbrozadas, cientos de kilómetros de canales construidos y tres presas derivadoras, una de las cuales estamos inaugurando en el
día de hoy. Parece verdaderamente
increíble que un plan de esta magnitud y que obras de esta índole se hayan
podido realizar en tan breve tiempo. Los
experimentados en cuestiones de construcciones hidráulicas calculan que una
obra de este tipo lleva meses de proyecto y no menos de dos años de
construcción.
Y hay que decir que en el mes de enero todavía no
estaban terminados los proyectos y que los proyectos realmente se terminaron
sobre la marcha.
Esta obra se comenzó a construir aproximadamente en
esa fecha, y en el día de hoy ustedes han podido apreciar ya las primeras
turbinas en funcionamiento hacia las regiones donde está sembrándose el
arroz.
Junto con esta obra se terminó también en un tiempo
récord la presa derivadora de Bayamo. Y
hay que decir que nuestros trabajadores y nuestros técnicos han realizado una
verdadera proeza. Sin ese esfuerzo esas
caballerías de arroz no habrían podido ser sembradas este año.
Lo que significan estas obras hidráulicas para todo
nuestro pueblo se puede comprender mejor en un año como el que acaba de pasar,
año de sequía que en esta provincia tuvo sus peores manifestaciones, pues puede
decirse que no se recuerda ningún otro año de condiciones del tiempo tan
adversas como este; y lo que significa para nuestra economía el avance
arrollador que en este momento se viene dando a las obras hidráulicas, gracias
a las cuales en un período de cinco años podremos poner bajo riego más del 50%
de la superficie agrícola del país.
Se dice fácilmente fomentar una arrocera. Quizás haya muchos que piensen que esas
tareas son tan fáciles como las ven en su imaginación. Sin embargo, esta arrocera de Oriente que se
está desarrollando nos ilustra a todos del inmenso esfuerzo que debemos
realizar, del inmenso esfuerzo que debe realizar un pueblo si se quiere
garantizar, mediante métodos modernos, la base alimenticia que necesita una
población creciente.
Aquí tenemos algunos datos referentes a este proyecto,
este proyecto de la arrocera oriental de la zona de la Cuenca del Cauto.
Había el año pasado 751 caballerías dedicadas a arroz,
que después de descontar caminos, zanjas, los diques —por ejemplo— y todas las
tareas, quedaban reducidas a 618 caballerías.
En este año 1968 se fomentarán 1 437 nuevas caballerías, de las cuales
quedarán 1 150 netas de arroz. Hay que
descontar también las instalaciones, las viviendas.
En el año 1969 se habrán de fomentar, o esperamos
fomentar, 1 749 nuevas caballerías de arroz.
De manera que en el año 1969 esta arrocera deberá alcanzar una
superficie de 3 937 caballerías brutas, con 3 168 caballerías netas. En el futuro, es decir ya en 1970, una parte
de esta área podrá cultivarse dos veces al año.
Este año se le hará todavía solo una cosecha.
¿Por qué?
Porque las aguas que dispondremos en la represa de El Mate deberemos
dedicarlas al riego de caña. Es decir
que en la próxima zafra extensas áreas de caña serán regadas con las aguas de
El Mate, al igual que en la zona de Manzanillo con las aguas del Yara, acumuladas
en las represas de El Mate y Paso Malo.
Sin embargo, en el mes de noviembre de este año se
comenzarán a construir nuevas represas.
La de pedregal, que
enviará sus aguas a través de la presa derivadora del Bayamo y del canal
construido allí; se construirá también la presa de Leonero, y esperamos reunir
los equipos necesarios para comenzar a construir también la presa 24, que
tendrá una capacidad de embalse de unos 200 millones de metros cúbicos.
De manera que ya para fines del año que viene, solo en
esta región, tendremos una capacidad adicional de aproximadamente 300 millones
de metros cúbicos de agua.
En el futuro, como ustedes saben, será necesario
construir las presas de Buey, Cautillo, Bayamo, el Guaninicún
—donde se construirá la presa Canasta, que ella sola tendrá más de 300 millones
de metros cúbicos de agua. Esa presa
Canasta, que será seguramente la mayor de Cuba, esperamos comenzar a
construirla en al año 1970.
De manera que cada año que transcurra en los próximos
cinco años tendremos cientos de millones de nuevas capacidades de riego,
cientos de millones de metros cúbicos, lo que permitirá —a la conclusión de
este plan— poner bajo riego prácticamente esta inmensa región, controlar las
inundaciones dominando a la naturaleza, impidiendo que cause destrucción y daño
y poniéndola al servicio del bienestar del hombre.
Y estas no son promesas. Esta Revolución se ha caracterizado por los
hechos y no por las promesas. Y por lo
general los hechos van por delante de las palabras. Y así, tal vez una considerable parte de las
cosas que se hacen en todo el país no se conocen, porque lo importante no es
hacer propaganda: lo
importante es construir, crear y desarrollar a nuestro país.
De manera que a la terminación de este plan, para el
año 1970, se cultivarán en esta provincia más de 5 000 caballerías de arroz, 5
000 caballerías físicas, y alguna parte de esta extensión ya desde el año 1969
podrá cultivarse con doble cosecha.
Pero no solamente nos conformaremos con ampliar de
modo tan considerable la superficie de cultivo, sino que trataremos por todos
los medios de obtener, mediante la selección de las semillas adecuadas, la
fertilización correspondiente y la lucha contra las plagas y las malezas,
obtener los más altos rendimientos posibles.
Porque si podemos producir 800 quintales ó 1 000 quintales, no debemos
conformarnos con 500.
Cualquiera comprende que después que se hacen tan
inmensos trabajos es de la mayor importancia buscar los máximos rendimientos
por caballería.
Hay, además, potencialmente nuevas superficies de posible
dedicación de arroz después de 1970, en un extenso territorio comprendido entre
Manzanillo y Bayamo. Naturalmente que
allí habrá de hacerse obras de drenaje y de otros tipos.
El fomento de la zona fue iniciado por la brigada
gigante, la que realizó el “buldoceo” de 3 218 caballerías en esta región. Esa tarea se realizó desde el primero de
noviembre hasta el 24 de diciembre, con el siguiente desmonte: “ Buldoceo” pesado, 1 349 caballerías;
mediano, 1 353; ligero, 516.
Equipos utilizados.
Ese trabajo se realizó con el equipo siguiente: 130 CD-8, 20 P-100, 12 remolcadores de
tanques y 5 DT-250.
Aprovechamiento forestal. Se organizó por el Instituto de Desarrollo y
Aprovechamiento Forestal el aprovechamiento total de las maderas producto del
desmonte, habiéndose obtenido hasta la fecha: pies de madera en bolos, 2 415 000
pies; pies de madera rolliza, 4 870 000 pies; cuerdas de leña, 71 499; sacos de
carbón vegetal, 103 599; pencas de guano, 4 017 000.
Recursos utilizados.
En esta tarea de aprovechamiento forestal han participado 1 982 obreros,
además de los equipos siguientes: 3 buldóceres, 7 grúas, 2
motoniveladoras, 96 camiones, 4 tractores arrastre.
Obras hidráulicas.
Para cubrir las necesidades de agua de la primera etapa del plan, o sea,
para 1968, se requiere un volumen adicional de 257 millones de metros cúbicos
de agua por cosecha. Para garantizar ese
volumen de agua se han acometido obras que representan el siguiente volumen de
trabajo: 281
kilómetros de canales principales, primarios y secundarios; 6 851 196 metros
cúbicos de movimiento de tierra en canales, presas, túneles, pozos, etcétera,
utilizándose el siguiente material: 1
199 toneladas métricas de acero laminado y de refuerzo, 25 000 metros cúbicos de hormigón, 250
000 sacos de cemento.
Se han empleado los siguientes equipos: 91 buldóceres, 7
motoniveladoras, 27 tractores de estera, 25 mototraíllas, 16 tractores de
arrastre con scrapers, 103 camiones-volteo;
concreteras, plantas eléctricas, etcétera.
Han laborado durante seis meses en esas obras
hidráulicas cerca de 1 600 trabajadores.
Principales obras hidráulicas: Toma del Cauto, tiene una capacidad de
20 metros cúbicos por segundo, equivalente a 456 millones de galones diarios,
superior al bombeo total diario de todos los acueductos del país, incluyendo
los acueductos de La Habana, Marianao y Santiago de Cuba. Presa derivadora de Bayamo: derivará del río Bayamo 10 metros
cúbicos por segundo. Presa Salado: deriva las aguas de
los ríos Salado, Rioja y Naranjo hacia el canal principal del Cauto.
Estudios topográficos.
Se están ejecutando bajo la dirección del Instituto Cubano de Geodesia y
Catastro, utilizando personal procedente de escuelas de topografía del MICONS,
profesores y alumnos de los institutos y escuelas secundarias básicas de
Manzanillo y Holguín. Aquí están
presentes los alumnos de esa escuela, y dicen que el día 27 de este mes se van a graduar en el Turquino (APLAUSOS).
Plan del año: 1 150 caballerías. Realizado: 500.
Como ustedes saben, para hacer los canales, los diques y los sistemas de
riego, se necesita conocer con exactitud el terreno, y esa es la misión de
estos compañeros vanguardias de los trabajos hidráulicos.
(DEL PUBLICO LE DICEN: “TENEMOS PROFESORES SOVIETICOS QUE NOS
ESTAN ENSEÑANDO BIEN”)
Dicen que tienen un grupo de profesores soviéticos que
los están enseñando bien.
Como ustedes saben, son la vanguardia del trabajo
hidráulico, tomando todas las alturas, todos los niveles y creando las
condiciones para que el agua corra y se extienda.
Labores agrícolas.
El plan del año comprende el fomento de 1 150 caballerías, habiéndose
realizado lo siguiente:
en área bruta balizar 1 506 caballerías, roturadas 1 432, gradas
cuatro pases 925, niveladoras con dos pases land-plain 725, limpiadas 375, sembradas 92.
Equipos utilizados: 29 buldóceres, 9 motoniveladoras, 43
C-100, 40 DC-54, 17 CD-6, 2 tractores varios, 203 MCZ y otros de goma. Fuerza de trabajo. Han laborado como promedio, 1 944 obreros
mecanizados y manuales. De estos, 773
pertenecen a las Brigadas Juveniles Agropecuarias.
Construcciones.
El plan de construcciones a ejecutar por el MICONS es el siguiente: secaderos de arroz,
plan perspectivo, 25; plan 1968, 8; en ejecución, 8. Albergues de 500 personas, plan perspectivo,
15; plan 1968, 10; en ejecución, 1.
Viviendas 2 100: plan 1968, 400;
en ejecución, 400. Almacenes de
fertilizantes, plan perspectivo, 15: plan 1968, 9. Talleres de mantenimiento, plan perspectivo,
4; plan 1968, 1. Pista de aviación, plan
perspectivo 8; plan 1968, 5; en ejecución, 2.
Se construye el pueblo el Doce y Medio y las Mil Nueve —aquí los
pueblos, al parecer, tienen nombres aritméticos—, que constará de todos los
servicios comunales correspondientes a un centro municipal, como son: círculo infantil,
comercio primario, centro escolar, politécnico, centros de servicios, talleres
automotrices, cines, almacenes, acueductos, alcantarillado, electricidad.
Equipos utilizados.
En todas la obras a ejecutar por MICONS se han utilizado: 8 buldóceres, 5
grúas, 3 motoniveladoras, 4 cargadores, 3 cilindros, 39 camiones-volteo, 18
camiones varios. Fuerza de trabajo: han laborado un
promedio de 1 186 obreros. En las
construcciones para este año se consumirán unas 210 000 bolsas de cemento.
Viales. El plan
perspectivo plantea la necesidad de construir 1 300 kilómetros de terraplenes y
varios caminos de acceso. Para la etapa
1968 se requieren 700 kilómetros de terraplenes. Actualmente se encuentran en ejecución 60
kilómetros de caminos, que son los siguientes: Guamo-Puente Guillén 11 kilómetros;
Jucarito-Puente Guillén 11,3; Gamboa-Puente Guillén 5,1; Gamboa-Dormitorio 7,4;
Miradero-Cauto El Paso 9,5 kilómetros; Cayamas-Pista Echenique 8,2; Carretera a
Pista 3; El Nueve de Echenique-Pastor 4,8.
Han intervenido en estos trabajos de caminos los
equipos siguientes: 18
buldóceres, 11 motoniveladoras, 8 cargadores, 8 cilindros, 76 camiones-volteo,
7 camiones varios.
Red eléctrica.
Se construye línea de alto voltaje, 33 000 voltios, que tendrá una
longitud aproximada de 70 kilómetros y contará con 3 subestaciones que podrán
suministrar unos 14 000 kilowatts, o sea, una fuerza similar a la que se
requiere para darle servicio a Bayamo, Manzanillo y Guantánamo a la vez. Con esta red se electrificarán la Toma del
Cauto, otras estaciones de bombeo, secaderos y el pueblo del Doce y Medio
(APLAUSOS).
Organización.
Al iniciarse el plan se contaba con métodos de dirección deficiente,
incapaces de lograr los objetivos en el tiempo requerido. Esta situación quedó superada al orientarse
por la Dirección del Partido de la provincia de Oriente que el plan era uno
solo y, por lo tanto, debía haber unidad de acción. A tal efecto se creó un puesto de mando
dirigido por el INRA, como organismo productor, y con la participación de
Recursos Hidráulicos, MICONS, Electricidad, etcétera, que dirige y controla
todas las actividades, hace chequeos periódicos con el fin de que se tomen las
medidas necesarias para garantizar la solución de los problemas y eliminar las
deficiencias.
Al aplicarse este nuevo método, de inmediato se
observaron mejores resultados, lográndose un avance notable en todos los
aspectos del plan y obteniéndose el cumplimiento de los objetivos trazados en
la primera etapa, por lo que se continuará con este método.
Maquinarias y equipos totales utilizados en los
trabajos realizados en la primera etapa: buldóceres 170, grúas 39,
motoniveladoras 32, mototraíllas 25, scraper con
tractor 16, cargadores 12, cilindros 11, camiones de volteo 208, otros camiones
127: C-100, tractores de estera, 43
DC-54, 43 CD6-40, de otras marcas 17, tractores de goma 203. En total han realizado este trabajo, y
continúan realizando el plan, 949 equipos, equipos que han estado trabajando
día y noche durante todos estos meses.
Creemos que estas cifras pueden darles una idea a
ustedes, y a todo el pueblo, de la magnitud y la enormidad del esfuerzo que
tienen que realizar, si se quieren superar las escaseces, si se quiere crear la
base alimenticia para la satisfacción plena de todas las necesidades de este
país. Y estos equipos, casi 1 000
equipos, uno por uno han tenido que ser adquiridos, desembarcados, trasladados,
entrenado el personal correspondiente, y además su mantenimiento, los mecánicos
de los talleres: y,
en fin, todos los medios adicionales para poner en producción tan enorme número
de máquinas.
Es importante destacar que, no obstante la inmensidad
de este esfuerzo, es similar al esfuerzo que se realiza hoy en numerosas
regiones del país, aunque ciertamente debemos decir que en esta región del
Cauto el cambio, la dinámica de este esfuerzo, ha sido realmente
extraordinario.
Es interesante ver cómo ya los pueblos se construyen
junto con las líneas de transmisión de la electricidad, y que determinarán un
extraordinario cambio de vida entre los vecinos de esta región, una de las más
pobres y abandonadas de Cuba. Es posible
que aquí muchos de los presentes jamás habría podido imaginarse que en tan
breve lapso de tiempo una fuerza tan imponente de máquinas y de hombres
organizados podría caer en esta región y transformarla a la velocidad que la están transformando.
Es altamente satisfactorio saber también que la
electricidad que se consumirá en esas turbinas eléctricas procede de la
termoeléctrica de Renté, construida por la Revolución (APLAUSOS). De manera que a aquellos que se preguntan por
la importancia que tienen esas industrias básicas que ha estado construyendo la
Revolución, como son las plantas termoeléctricas: no sirven solo para iluminar las
calles y los parques y las casas; traer electricidad desde Santiago de Cuba
hasta aquí, generada en una termoeléctrica moderna, significa disponer de una
energía que se traslada rápidamente, instantáneamente, más de 100 kilómetros.
Instalar motores eléctricos en el regadío significa instalar motores más
seguros, de más fácil mantenimiento, que pueden durar indefinidamente bien
atendidos y bien conservados. A
diferencia de los motores Diesel —que hay que emplear cuando no se dispone de
la electricidad—, estos motores no requieren camiones trasladando
incesantemente combustible hacia aquí, tanques para guardar ese combustible,
hombres moviéndose por las carreteras; basta llevar allí al puerto aquel el
combustible para generar la energía eléctrica:
esa energía se traslada instantáneamente y hace funcionar las máquinas
con las cuales se distribuye el agua con que se pueden obtener cosechas
abundantes y seguras.
Y esa electricidad no solo sirve para la producción,
no solo sirve para los motores y para los talleres, para los tornos eléctricos,
sino que sirve también para satisfacer las necesidades de las familias, las
necesidades de las escuelas, las necesidades de los almacenes, de los
frigoríficos, de las máquinas que harán después el trabajo siguiente a la
cosecha, como es el trabajo en el secadero, el trabajo en el descascarado de
arroz, y así sucesivamente.
Desarrollar la energía de un país significa
precisamente desarrollar esas industrias básicas que nos permiten disponer de
una energía maravillosa que mueve las máquinas más importantes de todo el
proceso.
Esta estación donde nos encontramos hoy es sin duda la
más moderna que se ha construido en Cuba de este tipo. Su capacidad de bombeo —como les leí
anteriormente— es superior a la de todos los acueductos existentes: un número de 12
máquinas, 12 motores capaces de bombear el río Cauto. Esta planta fue diseñada por un grupo de
técnicos soviéticos y cubanos, dispone de equipos de construcción francesa que
han sido aquí montados con la cooperación de dos técnicos franceses. Dispone esta estación de un centro de control
modernísimo, donde ocho personas, realizando un trabajo relativamente sencillo,
observarán, atenderán y harán funcionar mediante pizarras electrónicas las 12
bombas.
Esto les demuestra a ustedes cómo a medida que se
desarrolla la economía, cómo a medida que avanza la técnica en nuestro país, el
trabajo cambia de carácter. Antes las
zanjas se abrían con un pico y una pala.
¿Un hombre en un día cuántos metros de zanjas de drenaje podía
abrir? Nosotros recordamos que cuando
éramos muchachos en el campo había un viejito que abría zanjas, y comparando lo
que produce un tractor CD-6 con zanjeador, calculamos
que en 10 días producía más zanjas que las que aquel trabajador produjo durante
toda su vida.
Mencionamos aquí 904 máquinas. Son 904 máquinas tripuladas por hombres,
haciendo un trabajo que ya no tiene el carácter de aquel trabajo de antes, de
aquel trabajo manual, duro y escasamente productivo; 900 máquinas con una
productividad mediante la cual sus operadores pueden hacer el trabajo de
decenas de miles de hombres, hacer el trabajador el trabajo tal vez de 50 000,
de 80 000 ó de 100 000 trabajadores, en dependencia de la tarea y del
equipo. Se multiplica enormemente la
productividad del trabajo, cambian las condiciones de trabajo. Ya no es un hombre con una regadera echando
agua para salvar la cosecha de una sequía; son máquinas operadas por 12
hombres, trabajando a la sombra frente a pizarras electrónicas, garantizando la
cosecha de más de 1 000 caballerías de arroz.
Y es el arroz un cultivo que lleva en verdad bastante agua; de estar
instaladas en área cañera, esas mismas máquinas podrían producir agua o bombear
agua suficiente para irrigar de 3 000 a 4 000 caballerías de caña.
Desde luego, aquí se construyen canales de vasta
extensión, y aguas del Contramaestre y del Cauto irán hasta las proximidades de
Camagüey. Y cuando la represa Canasta y
otras estén construidas, entonces es posible incluso llevar el agua hasta más
allá de los límites de las provincias de Oriente y Camagüey. Oriente tiene montañas que facilitan la
construcción de presas que recojan el agua de las montañas, y esta cuenca de la
zona central de Oriente es especialmente rica en agua. Un canal derivador,
el gran canal, llevará el agua prácticamente por gravedad. Esas aguas que inundaban extensas regiones y
que serán recogidas en una presa, podrán ir, correr hasta la provincia de
Camagüey por gravedad. Aquí nos vemos
obligados a bombearla porque hay que subirla de un nivel inferior, pero muchas
de las aguas de los sistemas de canales y de riego que se están haciendo no
necesitarán siquiera de esas máquinas para bombear porque marcharán por
gravedad, y solo serán necesarios los equipos en los campos para distribuir
esas aguas, si tenemos en cuenta el ambicioso proyecto, o los ambiciosos
proyectos hidráulicos que se están llevando a cabo, proyectos que constituyen
una necesidad esencial en nuestro país.
Porque no es que en nuestro país llueva poco, sino que
llueve mal: a
veces caen cinco pulgadas en unas horas, y en cambio pueden transcurrir dos
meses sin una sola llovizna. Y en esta
misma provincia hay regiones, como en la zona de Guantánamo, que ya casi se ha
perdido la cuenta del tiempo que lleva sin llover.
Hay que decir, desde luego, que este año empezó siendo
todavía más seco que el anterior, porque en los primeros meses —enero, febrero,
marzo y abril— en Las Villas, Camagüey y Oriente había llovido menos todavía
que en 1967, pero evidentemente que estaba acercándose el fin de la sequía, y
en este mes de mayo ha llovido magníficamente bien, presentándose el clima con
magníficos augurios para nuestro país.
No obstante eso, Santiago de Cuba y Guantánamo son cosa aparte. En Santiago tengo entendido que cayeron unas
lloviznas hace dos o tres días —no sé si ayer cayó algo por allá— y en
Guantánamo, en algunas zonas de Guantánamo no había caído todavía una sola gota
de agua.
Cualquiera comprende que cualquier cultivo, o muchos
de los cultivos, si no les llueve, en dos meses se pierden: las viandas, el maíz; la caña sufre
extraordinariamente. Y, en fin, no hay
agricultura segura en nuestro país sin regadío: llueve bastante pero irregularmente,
demasiado en algunos meses, nada en absoluto en otros. Nuestros sistemas de riego van hacia la
distribución del agua durante todo el año, recogiendo la que sobre para
emplearla en los meses en que no llueve.
Eso nos dará a nosotros una agricultura extraordinariamente segura.
Y, como les decía, más de la mitad de la superficie
agrícola... Es decir, aspiramos en un
período de cinco años a irrigar más de 300 000 caballerías de tierra, ¡más de
trescientas mil caballerías de tierra!
Este año que transcurre se están incorporando a las obras hidráulicas
equipos suficientes para mover 60 millones de metros cúbicos de tierra por año,
puesto que hay que hacer infinidad de embalses, infinidad de canales de riego y
de drenaje —algunas veces el canal es para llevar el agua y otras veces es para
evacuar el agua sobrante.
De manera que con esa capacidad de construcción, que
nos permitirá por eso ya en el mes de noviembre, según esperamos, comenzar en
la provincia de Oriente nueve presas y estar construyendo simultáneamente 20 en
todo el país, aparte de micropresas, además de las perforaciones de pozos en
las cuencas subterráneas, aspiramos con vistas a la zafra de 1970 llegar a
irrigar más de 25 000 caballerías de caña (APLAUSOS). Por eso estamos de acuerdo con ese letrero
que estaba por ahí, y que dice: “Con sequía o sin sequía los 10
millones van” (APLAUSOS). Y los 10
millones van porque se están tomando todas las medidas para el aseguramiento de
la zafra de los 10 millones aun cuando se presentara un año tan seco, tan
pésimamente seco como el que acaba de transcurrir: sembrando áreas adicionales,
incrementando la fertilización, los cultivos, los drenajes y sobre todo la
irrigación. ¡Porque en esos diez
millones está comprometido el honor de la Revolución, está comprometida la
vergüenza y la dignidad de nuestro pueblo!
(APLAUSOS.)
Algunos enemigos de nuestra Revolución infundadamente
afirman que Cuba ha vuelto a la caña.
¡No! Cuba está desarrollando la
caña, pero no solo la caña. El hecho de
que este plan en tan pocos meses se haya estado realizando simultáneamente con
un programa de siembra de más de 25 000 caballerías de caña, que es más del
doble de lo que se sembró nunca en un año; el hecho de que se estén
desarrollando enormes planes de café, de cítricos, de frutales en general, en
los bosques y en más de media docena de importantes actividades agrícolas,
implica que nuestro país no marcha al monocultivo, sino todo lo contrario,
hacia la diversificación. Y si la caña
era más del 50%, o constituía más del 50% del producto agrícola del país, en el
año 1975 alcanzará apenas el 25% del producto agrícola del país. Claro que crece la caña, pero más que la caña
está creciendo la ganadería (APLAUSOS), más que la caña están creciendo los
cítricos, el café, el arroz; hay cultivos nuevos que no existían, como el kenaf; se desarrollan cultivos que apenas existían, como el
algodón; se aumenta la producción de tabaco y se están ejecutando planes
grandes en viandas y vegetales.
El hecho de que hablemos de zafra de 10 millones les
ha hecho creer a los muy ingenuos que vamos hacia el monocultivo. Y no es que la caña sea mala, la caña es muy
buena: la caña
es uno de nuestros mejores cultivos, que nos produce el azúcar, es decir, uno
de los más importantes energéticos que existen; nos produce alimento para el
ganado, como se hizo este año en vista de la tremenda sequía destinando unos 50
millones de arrobas de caña a la producción de mieles integrales. Pero también ya en nuestro país hay una
planta que convierte la miel en proteínas y sirve también para la producción de
pienso; es decir, que la caña es nuestro maíz, la caña es una planta
privilegiada de los trópicos que tiene la capacidad de absorber más energía
solar que ninguna otra planta sobre la tierra.
Y baste decir que una caballería de caña de 100 000 arrobas —cosa fácil
de conseguir, como lo saben ustedes, con regadío y a veces sin regadío en años
de buena lluvia—, con buen cultivo y buena fertilización, produce cinco veces
los nutrientes de una caballería de maíz promedio en Estados Unidos. En Estados Unidos tienen los más altos
rendimientos en el maíz, y sin embargo los nutrientes que produce una
caballería de caña en un año es cinco veces el de una caballería de maíz.
La caña es un cultivo de los trópicos de alto valor
para nosotros, que nos da el azúcar, nos da la miel como subproducto, nos da el
bagazo, que hoy lo utilizamos como combustible pero que en el futuro lo
utilizaremos con un valor mucho mayor, como pulpa para papel, y también para
otros usos (APLAUSOS); papel que necesita en cantidades cada vez mayores un pueblo
que ha erradicado el analfabetismo, un pueblo donde todos los niños tienen una
escuela, un pueblo donde todos estudian.
Y así, las cantidades de libros y de papel, de libretas que
necesitaremos todos los años, serán cada vez mayores, las necesidades de cartón
y de papel para envolver los productos cada vez mayores. Y ahí, en un subproducto de la caña —en el
bagazo—, tenemos una materia prima para enormes productores de pulpa para la
producción de papel, que es una materia prima cuya demanda aumenta” en el mundo
y que como consecuencia de la desaparición de enormes áreas de bosques tiene
cada vez más dificultades para producirse.
La caña, incluso en un año seco como este, con su cogollo ha contribuido
a la alimentación del ganado, al sostenimiento del ganado en grado
considerable.
Sin embargo, nosotros produciremos toda la caña que
queramos. Llegaremos a los 10 millones
y, a pesar de eso, el incremento de nuestra agricultura en los demás renglones
hará que el valor de toda esa caña deba ser más del 50% de la producción
agrícola, para reducirse a un 25% en el año 1975 y posiblemente no más de un
15% en el año 1980. Cuando esas enormes
extensiones de pastos que estamos desarrollando, cuando una ganadería de
incomparablemente mejor calidad, extraordinariamente más numerosa y más
productiva esté en plena producción, cuando las 20 000 caballerías de cítricos
estén en producción, y cuando el café, la piña y otros muchos de esos cultivos
hayan alcanzado las metas que nos hemos propuesto, entonces la caña quedará
reducida a menos del 20%. Es decir,
producimos mucha más caña y, sin embargo, vamos a un incremento mayor de otros
renglones, que hará que nuestra agricultura no dependa de un solo producto, que
hará que nuestra agricultura no sea de monocultivo, expuesta a los riesgos de
depender de una sola cosa, por precios, por una serie de causas, además, por la
distribución del trabajo.
Y no solo eso: que nuestra agricultura, con un
porcentaje tan alto de tierras regadas, nos permitirá trabajar todo el año en
las siembras y en los cultivos. ¿Por
qué? Porque ahora, en los meses de seca,
hay que arar y arar y arar, y no se puede sembrar nada; arando cuatro o cinco
meses, y cuando caen los primeros aguaceros y todavía no se ha terminado la
zafra y ya empieza a nacer la hierba en la caña cortada, entonces a correr todo
el mundo para terminar la zafra, para sembrar las nuevas cañas, para limpiar,
para sembrar los demás cultivos.
La importancia que tiene el regadío no es solo la
garantía y la seguridad de la cosecha, no es solo la garantía de una alta
producción frente a la sequía, sino que permite el mejor empleo de los recursos
mecánicos, el mejor empleo de los recursos humanos, puesto que los hombres
pueden programar entonces su siembra todo el año y no tener que hacer en un mes
todo: porque cuando cae un aguacero
general, a crecer la hierba en todas partes, a sembrar toda la tierra que se
aró en un montón de meses, a cortar la caña que falta todavía, a limpiar toda
la caña que se cortó. Y calculen lo que
eso significa en una provincia con unas
30 000 caballerías de caña, como la provincia de Oriente.
El regadío y las máquinas liberarán al hombre del
azadón, igual que las máquinas con las zanjadoras lo
libraron del pico y el tenedor y la pala: igual que las máquinas cortadoras de
caña, probadas con tanto éxito en la provincia de Oriente, liberarán al hombre
de ese trabajo durísimo que es el corte de caña. Y cuando la Revolución mediante la
mecanización haya liberado a cientos de miles de obreros de un trabajo tan
duro, bajo el calor de nuestro clima, entonces la Revolución habrá llevado a
cabo no solo uno de los esfuerzos económicos más importantes sino una de las
obras humanas y sociales más importantes, que es ahorrarle al hombre ese tipo
de trabajo (APLAUSOS). Y desde luego,
como ustedes saben, esas máquinas desde el punto de vista técnico han sido
resueltas, y esperamos ya que un buen número de ellas trabajen en la zafra de
los 10 millones. Y algo más: esas máquinas no
solo han cortado caña de 50 000 sino de
100 000, de 140 000, Y no solo han cortado cañas erectas: han cortado con todo éxito la famosa 42231,
que es una caña que, como ustedes saben, se siembra en los lugares secos, que
crece acostada y que es durísima, porque hasta los machetes se mellan cortando
esa caña.
Pues bien: la maquinita famosa se enfrentó con
cañaverales de 42231 y los cortó con todo éxito. Esa caña que uno no se imaginaba cómo
demonios una máquina la iba a cortar —que todos los que han cortado caña saben
que a veces la caña se enreda, que no hay manera de encontrarla debajo de la
paja o debajo de otras cañas— y, sin embargo, una maquinita apareció. La invención del hombre, la inteligencia del
hombre, encontró los medios, los mecanismos, para levantar esa caña y para
cortarla perfectamente bien y para limpiarla y para tirarla en la carreta. ¡Vaya cantidad de cosas que una máquina de
esas hace, y vaya trabajo que le ahorra al pueblo!
Es decir que todo este programa permitirá una
distribución del trabajo durante todo el año, y tendremos una agricultura muy
diversificada, muy desarrollada, altamente mecanizada y tecnificada,
aprovechando todas las ventajas de una región geográfica donde hay sol todo el
año. Si hay sol y hay agua y hay fertilizante,
cualquier planta crece aquí todo el año, y entonces el clima tropical se vuelve
no un obstáculo contra el hombre; cuando el hombre lo domina se convierte
entonces en un magnífico aliado del hombre.
Es natural que en estos años tengamos que trabajar
mucho, es natural que tengamos que gastar mucho comprando todos esos equipos,
todas esas máquinas. Nosotros sabemos
muy bien cuántas cosas escasean, nosotros sabemos muy bien cuántas cosas
desearían tener los hombres y mujeres de nuestro pueblo. Pero es que en estos años tenemos que invertir
los recursos en lo más esencial, en los alimentos más esenciales, en las
medicinas y tenemos que invertir una gran parte en la adquisición de estas
máquinas. ¡Es la única garantía de que
este país posea la abundancia el día de mañana!
No tiene ningún mérito, no tendría nada de inteligente que nos
pusiéramos encima unos cuantos adornos más y, en cambio, el día de mañana
dejemos de tener lo que gracias a estas máquinas y lo que gracias a este
esfuerzo vamos a disponer en cantidades muy superiores a las que seamos capaces
de consumir.
Nuestro país desarrolla, a la vez con la agricultura,
el intercambio comercial con numerosos países.
Hay países, pueblos que viven en zonas frías o en zonas de clima
templado, donde muchos valiosos productos tropicales no se pueden
cultivar. Y por eso, nosotros
desarrollamos nuestra política de intercambio, y podremos ser abastecedores de
muchos de esos países.
Tenemos el caso de la República Democrática
Alemana. Nuestra delegación, una
delegación cubana presidida por el compañero Carlos Rafael Rodríguez, visitó
recientemente ese país, y uno de los objetivos fue comprar bombas, motores
hidráulicos, bombas de riego y bombas de pozo profundo. Y en conversaciones con los representantes de
la República Democrática Alemana concertó un convenio con ese país, en virtud
del cual nos concedieron un crédito en ventajosas condiciones para la
adquisición de equipos hidráulicos por 20 millones de pesos y de 5 millones de
pesos para equipos de construcción.
Ustedes comprenden las necesidades de equipos de riego tan enormes que
tenemos. Esas máquinas, por ejemplo,
costaron medio millón de pesos. Sin
embargo, ¿cuántas máquinas de todo tipo necesitamos para llevar a cabo nuestros
planes de riego?
En la República Democrática Alemana fabrican
magníficos motores de regadío y mediante este convenio dispondremos en los
próximos tres años de 20 millones de pesos en equipos de ese tipo, mediante un
crédito pagadero en varios años —no recuerdo ahora exactamente el número de
años, seis años. Pero una cosa muy
interesante es que, fundamentalmente, pagaremos esas máquinas con cítricos, con
café, con piña, con plátano fruta, es decir con cultivos de tipo tropical de
los que estamos desarrollando (APLAUSOS).
Así, existen posibilidades magníficas de cooperación económica con
numerosos países.
Sabido es que los imperialistas yankis han tratado por
todos los medios de bloquear a la República Democrática Alemana, de la misma
manera que han tratado por todos los medios de bloquear a nuestro país. Pero lo que no pueden impedir los
imperialistas es que entre los países que se enfrentan a su bloqueo se puedan
establecer estrechos lazos de cooperación económica.
En el día de hoy se encuentra entre nosotros una
delegación de la República Democrática Alemana asistiendo a este acto
(APLAUSOS), presidida por un viceministro primero de Comercio Exterior y
compuesta de varios miembros. Esta
delegación es la delegación de la República democrática
Alemana para la cooperación económica y científica con Cuba. Ellos han estado recorriendo el país y nos
han hecho el honor de acompañarnos en el día de hoy, a pesar del enorme calor y
a pesar de que yo creo que los alemanes no están muy bien condicionados para
soportar estos rayos solares de nuestro país, que nos están derritiendo a todos
nosotros ahora en este momento (APLAUSOS).
Por tanto, compañeros, nuestro más profundo
reconocimiento, nuestra sincera felicitación por el esfuerzo con que ustedes
han trabajado aquí en la derivadora de Bayamo, en la derivadora de El Salado, buldoceando, recogiendo madera, preparando los diques,
preparando los campos, sembrándolos y en todas las tareas. Nuestro sincero reconocimiento a los técnicos
que han cooperado con nosotros, y nuestra sincera felicitación a los compañeros
que dirigen este plan, a la dirección de nuestro Partido en la provincia de
Oriente, y a nuestro viejo compañero y guerrillero, primero entre los
campesinos de la Sierra Maestra, el comandante Guillermo García (APLAUSOS),
cuyo espíritu de trabajo y cuya responsabilidad, cuya capacidad de dirección y
organización se han hecho sentir en esta provincia.
Y que sigamos por ese camino, y que nuevos miles de
caballerías se incorporen a la producción de arroz en esta provincia, y que
nuevos cientos de millones de metros cúbicos se incorporen a nuestros sistemas
hidráulicos, que esto es realmente Revolución.
¡Eso es lo que significa una Revolución, eso es lo que significa hacer
una Revolución!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)