DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CUBA y PRIMER
MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA INAUGURACION DEL MODERNO
POLICLINICO DEL VALLE DEL PERU, EN EL MUNICIPIO DE JARUCO, EL 8 DE ENERO DE
1969.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Trabajadores y
campesinos del Valle del Perú:
Hace unos días se terminó la escuela, y hace todavía
menos tiempo se terminó el policlínico.
No estaba completo el inicio de este plan hasta que el policlínico no
estuviera listo. También, días atrás se
inauguraron ya la escuela y el policlínico de El Cangre.
Este policlínico se construyó en 30 días; una brigada
de trabajadores que sin descanso laboró, de trabajadores de vanguardia y de
trabajadores militantes del Partido que trabajaron de verdad
revolucionariamente (APLAUSOS), y construyeron ese hospital que tantos
beneficios significará para la población de esta región.
La Revolución ha construido decenas y decenas de
hospitales. Sin embargo, como acaba de
cumplirse el X aniversario, y en días atrás en la Plaza de la Revolución
exponíamos los problemas relacionados con el avance de la agricultura y el
desarrollo económico del país, y en el acto de El Cangre hablamos de los
avances educacionales de la Revolución, que son también extraordinarios, como
lo prueban los datos y sobre todo el hecho de que más de 300 000 personas
adultas hayan aprobado el sexto grado, esto después de la Campaña de
Alfabetización.
La cuestión de la salud, como la de la educación, son
dos cuestiones importantísimas para todo el pueblo. Como igualmente ese desarrollo de la
educación y de la cultura en general, y de la salud, tienen
que basarse en un desarrollo económico, que es lo que lleva el peso principal
del esfuerzo en estos años.
Y la situación de la salud en el mundo subdesarrollado
es muy seria. Hay, por ejemplo, aquí
algunos datos: digamos
por ejemplo un continente que vivió sometido al colonialismo durante cientos de
años, por ejemplo el continente africano.
Aquí hay una revista de la Salud Mundial, donde se dice:
“Una tercera parte de los niños africanos mueren antes
de haber cumplido cinco años de edad.” Una tercera parte: de cada tres, uno.
“Esta gran tragedia, dolor y desconsuelo de tantas
madres, priva a los países africanos de muchos de los brazos que necesitan para
levantar una economía sólida.” Bueno: los priva de los brazos para levantar
la economía sólida, pero sobre todo los priva de la vida, de la oportunidad de
vivir y de crear, que es lo más doloroso.
En otra revista:
“Hechos que revelan progresos de la salud”, de la Oficina Sanitaria
Panamericana, que dice lo siguiente:
“Las defunciones de niños menores de cinco años de edad constituyen el
44% de todas las muertes en América Latina, en comparación, por ejemplo, al 8%
en Estados Unidos.” Mientras en Estados Unidos es el 8% las defunciones de
niños de menos de cinco años, en el continente explotado por el imperialismo el
44% de las muertes son niños de menos de cinco años: es decir, de cada 100 personas que
mueren anualmente, 44 son niños. Esto
significa que en América Latina mueren aproximadamente 999 000 niños menores de
cinco años por año, casi un millón.
En la misma revista se dice: “En Latinoamérica las enfermedades
diarreicas, el sarampión, la tos ferina, son causantes de un total estimado de
226 000 defunciones de niños menores de cinco años. En Estados Unidos mueren por estas
enfermedades 5 000 niños de la misma edad.” Ahí se pueden ir haciendo las
comparaciones.
Aquí, por ejemplo, en esta misma revista de la salud,
se dice: “Alerta: 26 países de Africa Central disponían de 4
700 médicos en 1962 y de 4 400 solamente en 1965” —iba reduciéndose el número
de médicos. “Proporción médico-habitantes: 1 por 18 000 en
1962, ¡uno por dieciocho mil!; 1 por 20 500 en 1965. Los objetivos de las Naciones Unidas para
1970 eran 1 por 10 000.” Este escrito,
esta afirmación, demuestra que se va retrocediendo en vez de avanzar.
Entonces aquí dice: “Paradoja del siglo xx.
Mil doscientos médicos, la mitad de ellos procedentes de países en
desarrollo, emigran cada año a Estados Unidos.
A este fenómeno se le ha dado el nombre de asistencia técnica invertida”
—es al revés. “Ningún Estado conoce con
exactitud el número de sus nacionales que después de haber estudiado en el
extranjero no regresan al país, pero no hay duda de que ese número es
considerable.
“Una personalidad médica africana ha declarado
recientemente a este respecto: 'Esta
hemorragia que priva a los países africanos del concurso de un alto personal
que le es indispensable, en el momento mismo que ese personal acaba de
formarse, constituye una de las grandes paradojas del siglo xx.
Ninguna ayuda extranjera podrá jamás compensar los efectos debilitantes
de semejante sangría. Mientras el alto
personal médico-sanitario siga prefiriendo el camino de la facilidad y se
marche al extranjero, huyendo de la vida mísera en el propio país, de nada
servirá seguir hablando de progreso y de paz para el mundo de mañana’.
“De la ayuda exterior, cualesquiera sean su origen y
su importancia, no cabe esperar milagros.
¿Cuál es la situación actual? Hay
11 escuelas de medicina en ocho países de Africa Central: las escuelas del Congo, Ghana, Madagascar,
Nigeria y Uganda, son anteriores a la independencia de estos países; las
escuelas de Costa de Marfil, Rwanda y Tanzania son de fecha posterior y está
prevista ahora la creación de nuevas escuelas en Camerún y Kenya.
“Ni en Asia ni en América Latina hay país de más de 3
millones de habitantes que no cuente con una escuela o facultad de
medicina. Pero en la región africana son
nueve los países que todavía carecen de escuela de medicina, y en siete de
ellos no se ha previsto hasta la fecha la creación de ninguna.
“De las 11 escuelas actualmente abiertas se prevé que
salgan, hasta 1970, unos 400 médicos anualmente. Y de América Latina, de unas 80 escuelas de
medicina que hay, el equivalente de los médicos que se marchan para Estados
Unidos son los graduados de 20 escuelas.” Así que se marcha algo más del 20% de
los médicos que se gradúan en América Latina para Estados Unidos. Y donde hacen falta, donde se mueren 44
niños, de cada 100 personas que mueren, 44 son niños de menos de cinco años, y
con todos los problemas, entonces de los países pobres y subdesarrollados salen
los médicos, los técnicos para el país donde se mueren ocho, no solo los que
gradúan ellos, sino los que compran, en dos palabras. ¡lmportan
médicos!
Aquí también, “La salud en el mundo de mañana”, un
artículo del doctor Abraham Horwitz, director de la
Oficina Sanitaria panamericana,
con motivo del Día Mundial de la Salud, el 7 de abril de 1968, dijo:
“Las urgencias de hoy nos mueven a considerar la salud
en las Américas de mañana solo hasta fines de este siglo, y anticipar que no
será lo que la ciencia y la técnica modernas nos inducen a soñar, si no
modificamos los factores que condicionan las apremiantes situaciones del
presente. Y entre estos —y es tal vez
uno de los más graves— está el desequilibrio entre lo que se conoce, y para lo
cual hay sólida experiencia, y lo que se aplica con los recursos
disponibles. El efecto es muertes y
enfermedades que podrían evitarse y cuyo número es en exceso superior al que se
observa en los países tecnológicamente avanzados.
“Son las Américas un continente en transición en lo
que respecta a la naturaleza y a la dinámica de los problemas de salud. Su distribución en las sociedades es un
reflejo del grado de su desarrollo. Y
entre las expresiones más trágicas está la mortalidad infantil de los menores
de cinco años, cuyas proporciones no corresponden a la tradición cultural y la
riqueza espiritual de los países.
“Sobre 800 000 menores de cinco años fallecen
anualmente en América Latina y región del Caribe” —dice sobre 800 000; es
aproximadamente cerca de un millón— ”...que vivirían
si prevalecieran las tasas que hoy se registran en la América del Norte.”
¡Ah!, es el cálculo de los que podrían sobrevivir, es
decir, unos 800 000 por año si
existieran las técnicas médicas adecuadas.
“Más grave aún: se sabe cómo evitar la enfermedad y
por sobre todo la muerte de la mayor parte de estos niños.
“Entre los sobrevivientes” —¡entre
los que sobreviven!— “los hay muchos que han crecido penosamente con avanzada
malnutrición, con las consecuencias que esta tiene para su formación
intelectual.”
Ese es el panorama general del mundo y ese era
bastante parecido al de Cuba.
Ahora, la situación en Cuba. Por ejemplo, una serie de enfermedades cómo se
han ido combatiendo.
Ya, por ejemplo, en 1965, la poliomielitis: en Brasil, 541
casos; en México, 477; en Perú, 444; en Colombia, 330; en Honduras, 265; en
Ecuador, 217; en Chile, 206; en Estados Unidos, 72; en Venezuela, 118; Cuba,
cero (APLAUSOS).
Paludismo: en Nicaragua, 8 307 casos; en
Paraguay, 6 728; en El Salvador, 34 217; en Brasil, 110 306; en Costa Rica, 2
563; en Estados Unidos, 147 casos; en Venezuela, 4 794; en México, 10 114; en
Cuba, en 1965, 1,7 por cada 100 000 habitantes.
En Cuba, en 1968:
¡cero! (APLAUSOS.)
Fiebre tifoidea, también están los casos, por cada 100
000 habitantes: en Perú en 1965 eran
—cada 100 habitantes— 97 casos; Chile, 65,3; Colombia, 56,3; Ecuador, 42,7;
México, 11,4; República Dominicana, 12; Venezuela, 9,3; Uruguay, 9,1; Cuba,
3,1, en 1965. Este año aumentó a
novecientos treinta y tantos casos debido a una epidemia que hubo en la zona de
Bayamo y que fue controlada, y que elevó a 11,4 casos por cada 100 000. Es decir, hubo con esa epidemia un retroceso
en los porcentajes, pero fue rápidamente controlada.
Defunciones por gastroenteritis en Cuba: en 1958, 2 784; en
1968, 1 346. Es decir, ha habido una reducción de 2 784 a
1 346 de 1958 a 1968.
La gastroenteritis, por ejemplo. Defunciones.
Por cada 100 000 habitantes murieron en Colombia 105,4; en Costa Rica,
136,8; en Chile, 68,4; en Ecuador, 120,4; en El Salvador, 60,3; en Guatemala,
229; en Venezuela, 47,8; en la República Dominicana, 98,5; en Perú, 81,3; en
Nicaragua, 87,7; en México, 111,2; Cuba, 28,1, es decir, la cifra más baja de
todos los países mencionados.
Aquí hay una cosa muy importante y muy nueva en Cuba,
que son las pruebas citológicas para el diagnóstico precoz del cáncer del
útero. Esto es nuevo. Ya en el año 1966 se descubrieron 9 positivos;
en 1967, 106 positivos; en 1968, 303 positivos.
En total en estos tres años: 418 casos que se curaron
(APLAUSOS).
Y sospechosos: en el año 1966, 58 casos; en el año
1967, 742; y en 1968, 1 614. ¡Dos mil
cuatrocientos catorce casos que se curaron!
(APLAUSOS.)
Ya son cerca de 3 000 personas que por el diagnóstico
precoz del cáncer fueron curadas.
Estas pruebas se han tomado en 255 policlínicos; se
han realizado en 11 laboratorios que cuentan con 50 técnicos de citología.
Las metas de pruebas son: para 1969, 350 000 personas; y para
1970, medio millón de personas. Hacer
los exámenes para el descubrimiento precoz de una enfermedad que es un azote y
que descubriéndola precozmente puede ser curada.
Los nacimientos en los hospitales. En 1963, varios años después de la
Revolución, que ya había aumentado considerablemente el número de nacimientos
en los hospitales, de 256 900, 164 396; es decir, el 64% ya en 1963 nacieron en
los hospitales. En el año 1964, el 67%;
en 1965, el 73,6%; en 1966, el 80%; en 1967, el 86,4%; y ya en 1968, el 90% de
los nacimientos se efectuaron en los hospitales.
En ningún país de América Latina existe nada parecido
a un porcentaje semejante.
¿Qué caracterizaba a la medicina antes de la
Revolución?
1.
Ausencia
de un plan nacional de salud pública;
2.
Baja
calidad de los servicios estatales y mejor en los paraestatales y privados;
3.
Orientación
hacia el aspecto curativo de la medicina;
4.
Servicios
estatales en grandes ciudades; abandono de las zonas rurales y de algunas
urbanas; medicina individual, mercantilismo, competencia entre los servicios
privados;
5.
Centralización
administrativa;
6.
El
pueblo era desconocedor de las acciones que lo pudieran beneficiar.
Después de la Revolución:
Primero: planificación. Todas las tareas de salud se hacen en forma
planificada.
Segundo: todas las actividades de salud deben
responder a los adelantos de la ciencia médica.
Tercero: las tareas de salud se realizan
orientadas con carácter preventivo-curativo.
Cuarto: la salud del pueblo es responsabilidad
del Estado. Las actividades de salud
deben ser gratuitas y estar al alcance de toda la población.
Quinto: centralización normativa y
descentralización ejecutiva.
Sexto: participación de las masas en las
tareas de salud.
El presupuesto de la nación para la salud pública en
1959, al triunfo de la Revolución, eran 25 millones de pesos; en 1968 fueron
220 millones de pesos. ¡Nueve veces lo
que se gastaba antes! (APLAUSOS.)
En Cuba...
(MIEMBROS DE LA CRUZ ROJA TRASLADAN A UNA PERSONA). Una camilla por ahí. Hablando de asistencia médica... ¡Hizo falta la camilla!
No hay casos de defunciones en actos de masa,
afortunadamente (RISAS).
En Cuba al triunfar la Revolución había 6 300
médicos. Es sabido que, igual que en
otros países, algunos se marcharon hacia Estados Unidos y otros se fueron
también por la Revolución. Eran
alérgicos, padecían de una enfermedad que se llamaba “alergia revolucionaria” y
se marcharon.
Claro que el imperialismo hizo una política especial. Aparte de los médicos que espontáneamente se
roba de todo el mundo, hizo una especial política para dejar al país sin
médicos.
A pesar de eso, dado los programas educacionales y de
formación de médicos de la Revolución, ahora tenemos en 1969 ya, ahora, 7 500
médicos (APLAUSOS). Es decir que tenemos
más médicos con la ventaja de que están repartidos por todo el país. Y en 1970 tendremos ya 8 000 médicos. De manera que en 1969 ya tenemos un médico
por cada 1 100 habitantes, ¡un médico por cada mil cien! —ustedes recuerdan
las cifras que leí—, pero médicos de verdad distribuidos en todos los rincones
del país. Y hay 6 000 estudiantes de
medicina en este momento.
Para 1971 debemos tener ya un médico cada 1 000
habitantes; y para 1975 uno cada 800 y para 1980 debemos estar más o menos en
uno cada 650 como mínimo. Es decir, ya
ese es el nivel de médicos, pero médicos de verdad por habitante, es decir,
médicos al servicio de toda la población.
Esas son nuestras cifras ya: ahora un médico por cada 1 100 y en
1975 uno por cada 800; y debe bajar en 1980 a 1 por cada 650 habitantes.
Ahora: ¿Cuántos médicos trabajaban en los
hospitales al servicio del pueblo, es decir, los hospitales que brindaban
servicio a la población?
En el año 1959 había 1 003 médicos en todo el
país. Y ustedes saben que para ingresar
en un hospital, bueno, esa es una historia conocida: recomendaciones y cosas por el estilo,
votos, carné electoral, etcétera. En el
año 1968 hay ya 6 500 plazas de médicos, ¡seis mil quinientas! ¡De mil tres a seis mil quinientas las plazas
de médicos en los hospitales al servicio de la población!
Había 250 estomatólogos y ahora hay 1 081. Farmacéuticos 46 y ahora 380. Además de esto, haciéndose especialistas hay
en este momento 1 531 médicos. De manera
que en los próximos dos a tres años tendremos 1 531 nuevos especialistas. Es decir, ya no es el crecimiento en cantidad
de médicos sino en la calidad y en la preparación.
El número de consultas médicas, que fue en 1963 de 13
874 666, fue ya en 1967 de 23 452 059; consultas estomatológicas en 1963, 700
812; en 1967 ya fueron 2 548 797. En
total en cuatro años creció de
14 575 478 a 26 856 000. Para
1968 se ha estimado un total de 30 a 32 millones. En 1959 se han estimado las consultas en
instituciones estatales en unos 5 millones.
Era lo que había.
De técnicos y auxiliares —es decir, enfermeras,
laboratoristas— en 1959 había 1 669; ahora hay 20 800 auxiliares en la
asistencia médica. Escuelas de
enfermeras. Había en 1959, seis; ahora
hay 13. Y además, 58 cursos en los
hospitales, aparte de las 13 escuelas.
El número de hospitales en 1959 era 54; en 1968 son 180, sin contar este
y el otro (APLAUSOS). El número de camas
totales en 1959, 25 745; es decir que a veces había que poner dos personas en
una cama. Ahora hay 47 660.
Las defunciones por algunas enfermedades como, por
ejemplo, las enfermedades diarreicas agudas en 1958 fueron 7 000 casos; en
1968, 1 300. La poliomielitis desapareció. Había 300 ó 400 casos anuales. De difteria en 1962, 1 469; 1967, 435. Defunciones por tuberculosis en 1962, 1 402;
en 1967, 940. Paludismo: desde junio de 1967
no han surgido casos en Cuba. Bancos de
sangre: había
uno en 1958; ahora hay 15.
Nutrición.
Mueren 10 000 personas de hambre diariamente en el mundo por problemas
de nutrición. Y hay un cálculo de que en
la India en los próximos 10 años morirán 50 millones de niños por hambre.
Ahora el consumo.
Por ejemplo, en Estados Unidos consumen cinco veces más huevos que en América
Latina; tres veces más leche. Y así por
el estilo, comparado con los países explotados.
Se creó, como ustedes saben, el servicio médico rural
y se llevó la medicina a todos los rincones del país, lugares como en Oriente,
donde había zonas de cientos de miles de personas sin un solo médico.
Ahora, ya los éxitos de la Revolución en la medicina
son reconocidos casi generalmente. Aquí
la revista de la Organización Mundial de la Salud del mes de diciembre —según
un cable de diciembre 27 de 1968, procedente de Ginebra—, dice: “Lo que se aspira a
conseguir en 1988 en los países latinoamericanos, en Cuba es ya una realidad,
se subraya en la revista de la Organización Mundial de la Salud, al comentar un
artículo optimista sobre el futuro de la sanidad en América Latina.
“En una entrevista para el número de diciembre de la
revista, el doctor A. Horwitz, director de la Oficina
Panamericana de Sanidad, oficina regional de la ONU para las Américas, predica
que en la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe la mortalidad
quedará reducida a la mitad en 1988. Y
que los niños que entonces nazcan, vivirán un promedio de 10 años más que las
generaciones actuales.”
A pesar de ese optimismo el doctor Horwitz
reconoce la situación actual de esos países y dice “que los servicios de
sanidad son todavía insuficientes en cantidad y calidad, especialmente en las
regiones rurales y en los barrios pobres surgidos recientemente alrededor de la
mayoría de las grandes ciudades.
“Datos existentes” —agrega— “muestran que en América
Latina hay en gran volumen enfermedades infecciosas, desnutrición, malas
instalaciones sanitarias, casas y condiciones de trabajo malsanas,
analfabetismo, falta de ropa adecuada y bajos ingresos per cápita”.
Como contraste con esa situación existente en América
Latina, la revista publica en ese mismo número un artículo titulado “Servicio
Cubano para Todos.”
Tras de afirmar que la sanidad cubana es ejemplo para
todo el continente, el artículo continúa: “En las lejanas regiones rurales del
país se construyeron hospitales, los médicos han de trabajar en las provincias
y toda la población activa ha sido registrada con fines de combatir las
enfermedades.
“La revista destaca los esfuerzos del gobierno cubano
por superar, mediante un amplio programa de formación, la carencia de médicos y
personal sanitario, y afirma que estos esfuerzos son coronados por el éxito.”
Muestra a continuación el caso concreto de la
provincia de Oriente. Y escribe: “Antes de la
Revolución esta región fue la más atrasada de Cuba. En ella no había medicina, asistencia pública
ni programas sociales. Ahora, en menos
de 10 años, se construyeron en esta provincia 30 hospitales.”
El artículo se refiere por último a la participación
entusiasta del pueblo en los esfuerzos por combatir las enfermedades, y señala
que los resultados son visibles al lograr eliminar por completo la
poliomielitis, cortar radicalmente la transmisión de la malaria y reducir a
menos de la mitad los casos de gastroenteritis.
Es decir, ya se admite cómo se ha logrado en Cuba,
para esta fecha, lo que aspiran a lograr —si lo logran—, para 1988, los países
latinoamericanos.
Ahora con este policlínico junto a la escuela, igual
que el de El Cangre, pues se inicia un nuevo desarrollo en que va la escuela,
el policlínico y la carretera por delante.
Lo importante que tiene este policlínico es que es un
policlínico de avanzada, ya es la medicina del año 1980, ya que, ¿qué buscamos
nosotros para 1980, antes de que logren lo que nosotros tenemos ahora, 10 años
antes? Porque ya esta es la escuela del
comunismo y la medicina del comunismo.
¿Y cuál es el programa de este policlínico? Les voy a leer el programa. Los programas a veces resultan un poquito cansones, pero yo creo que en este tema tenemos que informarnos
bien para tener una idea del tipo de lucha que tenemos que desarrollar contra
las enfermedades.
“Consulta de puericultura. Esta consulta es para atender niños sanos,
ejerciéndose en la misma acciones tendientes a
preservar y promover la salud.
“Se atenderá en esta consulta a toda la población
infantil —menos de 15 años— en la forma siguiente:
“A los lactantes menores de un año: a la semana del alta de la maternidad,
al mes de nacido todos los meses, hasta los seis meses y bimestral hasta el
año. O sea nueve consultas en el primer
año.
“Como tenemos una población menor de un año de 56
niños, se les brindarán 494 consultas al año para atender al ciento por ciento
de los lactantes de este sector.
“En esta consulta el pediatra exigirá el carné
pediátrico, hará examen físico completo, vigilará el crecimiento y desarrollo,
peso, talla, circunferencia craneana, dentición, desarrollo psicomotor;
orientará alimentación, insistirá sobre lactancia materna, buenos hábitos
dietéticos; indicará las vacunaciones y reactivaciones siguiendo el esquema del
MINSAP; realizará junto con el personal auxiliar, en forma individual y
colectiva, discusiones de higiene, así como cuidados acentuados en lactantes
expuestos a riesgos: distróficos
generales, prematuros, retrasados, anomalías congénitas, etcétera, y reflejará
todas estas cuestiones en la historia clínica.
“A los preescolares de uno a cuatro años: se les dará tres
consultas al año. Siendo la población de
218 niños, habrá que asegurar 654 consultas al año.
“El pediatra vigilará la vacunación, desarrollo
psicomotor, deformaciones óseas; orientará a la madre de cómo evitar los
accidentes, hará el examen físico completo, realizará investigaciones de
laboratorio:
hemoglobina, heces fecales, mantux, etcétera.
“A los escolares de 5 a 14 años: se les darán dos consultas
preventivo-educativas. Con una población
de 569 niños, habrá que asegurar 1 138 consultas al año. De esta forma se brindará consulta de
puericultura al ciento por ciento de los niños de la zona, con dos consultas
por semana.
“En los escolares el pediatra realizará examen físico
del paciente, vacunación; atenderá hasta donde sea posible los problemas
psicológicos que puedan confrontar los niños de esa edad; indicará
investigaciones de laboratorio.
“La consulta de puericultura se verá reforzada por las
orientaciones que impartirá el personal de terreno al visitar las viviendas del
sector.
“Atención médico-estomatológica a toda la población
infantil del sector que la demande.
“Programa de ginecología y obstetricia. Se realizarán acciones curativas, preventivas
y educativas.
“Obstetricia.
Atenderá a las 28 embarazadas que actualmente existen en este sector,
confeccionando su historia clínica; efectuará exploración cardiovascular del
aparato respiratorio, envío de la paciente al estomatólogo, examen gineco-obstétrico completo, vacunación con toxoide tetánico
si aun no la tiene, se indicarán análisis de hemoglobina, orina, heces fecales,
serología, grupo sanguíneo y factor RH; radiografía de pulmones después del
sexto mes” —tomamos todas las medidas de seguridad indispensables—, “prueba
citológica, etcétera.
“Estas medidas se aplicarán por igual a todas las
embarazadas.
“Prenatal. Se
ofrecerá un total de 12 consultas por embarazada: una mensual hasta el séptimo mes, una
quincenal en el octavo mes y una semanal en el noveno mes.
“Como en este sector se calcula un promedio de 60
embarazadas al año, se brindará un total de 720 consultas, que representa un
promedio de 60 consultas mensuales. Esta
atención estará íntimamente relacionada con la labor de la enfermera de
terreno.
“Posnatal. Se
ofrecerá por lo menos una consulta a la puérpera seis semanas después del
parto, para controlar peso, temperatura, tensión arterial, examen de orina,
examen cardiovascular, genitales externos e internos.
“Ginecología.
Se ofrecerán dos consultas al año, como mínimo, de ginecología a las
mujeres en edad fértil, lo que equivale a 1 008 consultas a las 504 mujeres
comprendidas entre las edades de 15 a 49 años, lo que representa ofrecer 84
consultas mensuales a las mismas.
“Programa de atención al adulto. Se brindará atención médico-estomatológica a
toda la población mayor de 15 años, garantizando no menos de 1 421 consultas al
año.
“Programa de control de enfermedades
trasmisibles. Inmunizaciones: mantener el nivel inmunitario al ciento por
ciento con vacuna triple a los 330 menores de 6 años; mantener el nivel inmunitario
al ciento por ciento con vacuna triple a los 218 preescolares; mantener el
nivel inmunitario al ciento por ciento con vacuna duple
a los 215 niños en edad escolar; mantener el nivel inmunitario al ciento por
ciento con toxoide tetánico a los 190 niños de 10 a 14 años; mantener el nivel
inmunitario al 90% con toxoide tetánico a los 1 421 mayores de 15 años;
mantener el nivel inmunitario al ciento por ciento con vacuna antivariólica de
los 274 niños de 6 meses a 2 años y de los que ingresen en este grupo etario.
“Mantener protegidos contra la tuberculosis al ciento
por ciento de los menores de 15 años, vacunando con BCG a los 684 niños.
“Control de los focos de infección. Notificación completa y oportuna de todos los
casos de enfermedades trasmisibles; registro y estadística de los casos
notificados y confirmados en el libro oficial de registro de enfermedades de
declaración obligatoria. Llevarán tablas
estadísticas, gráficas y mapas epidemiológicos.
“Se ordenará el aislamiento en hospitales de los
siguientes casos:
difteria, tétanos, fiebre tifoidea y paratifoidea, meningitis y
encefalitis, tuberculosis pulmonar.
“Se ordenará el aislamiento, mediante un ingreso en el
hospital, de los casos de enfermedades diarreicas agudas, enfermedades
respiratorias agudas, hepatitis infecciosa, enfermedades eruptivas agudas.
“Estos casos se evolucionarían por el policlínico
siempre que no requieran una atención más especializada o presenten
complicaciones, en cuyos casos serán remitidos al hospital
correspondiente.
“Se ordenará el aislamiento en el hogar, previo
establecimiento de medidas preventivas y vigilancia periódica de su
cumplimiento, en los siguientes casos: tuberculosis, grupos dos y tres;
sífilis reciente, lepra.
“Investigaciones epidemiológicas. En todos los casos de enfermedades
trasmisibles se realizará la historia epidemiológica por el médico del sector,
participando en su confección el equipo de salud: auxiliar de enfermería, auxiliar de
trabajador sanitario y epidemiológico del área o de la región.
“Diagnósticos y tratamientos. Corresponderá al policlínico, según los casos
sean remitidos o no.
“Control de convivientes o contactos. Las medidas profilácticas correspondientes a
cada enfermedad se pondrán en ejecución por enfermería de terreno y auxiliares
de trabajadores sanitarios, orientados por el médico del policlínico o
epidemiólogo del área o región. Se
realizarán las medidas de desinfección concurrente o terminal —según el caso—
por el personal de terreno. Se
realizarán las investigaciones pertinentes —coprocultivo,
exudado nasofaríngeo— entre los siguientes trabajadores: de instituciones infantiles, maestros
y trabajadores de la enseñanza, manipuladores de alimentos, trabajadores de la
medicina. Se realizarán coprocultivos y exudados nasofaríngeos a todos los
convivientes y contactos de casos detectados de fiebre tifoidea o
difteria.
“Todas las tareas realizadas para el control de esas
enfermedades serán presididas por actividades educativas en relación con las
mismas. Se tomará mensualmente un número
de 30 láminas en casos febriles actuales o de los últimos 30 días.
“Estudios epidemiológicos de todo síndrome
neurológico, meningitis y encefalitis.
“Mantener inmunizada contra la rabia al ciento por
ciento de la población canina; sanear a los perros no útiles. Conocer mediante coordinación con el
Instituto de Ciencia Veterinaria el resultado de las pruebas de brucelosis y
tuberculina al ganado del sector.
“Adecuada
notificación de todos los casos de enfermedades diarreicas agudas. Estudio epidemiológico de la morbilidad y
mortalidad por estas enfermedades.
“Control en base al desarrollo cualitativo de la
puericultura, haciendo hincapié en los menores de un año.
“Control de tuberculosis. Mantener y desarrollar cualitativamente el
programa actual de lucha contra esta enfermedad.
“Enfermedades respiratorias agudas: mantener un registro exhaustivo de la
mortalidad de esta patología.
“Higiene del seminternado de primaria. Mantener un programa de actividades tendiente
a garantizar el comunismo sanitario en esta institución.
“Programa de higiene urbana y rural. Control de agua: estudio de la calidad bacteriológica
de las diversas fuentes de abastecimiento de agua, con el objetivo de
relacionarlo con la morbilidad de enfermedades de transmisión hídrica.
“Vigilancia permanente del funcionamiento y
mantenimiento del sistema de disposiciones de residuales. Educación sanitaria tendiente a orientar
sobre los riesgos que conlleva el fecalismo al aire
libre.
“Coordinar con los organismos correspondientes para
lograr una correcta recogida y una adecuada disposición final de la
basura.
“Realizar índices de moscas, con análisis de los
resultados semanalmente como mínimo, en la cocina y comedor del seminternado,
tendiente a garantizar el control —y con periodicidad adecuada en el resto de las
instituciones o servicios que se creen en la población.
“Mantener un programa de control de roedores,
coordinando con las bases campesinas la colocación de postas de warfarina o fosfuro de zinc” —no sé si algunas gallinas se
podrán morir con eso.
“Mantener los ciclos de verificación y tratamiento
cuando fuere necesario en el programa de lucha contra el mosquito Aedes Aegypti.
“Realizar las labores de saneamiento que sean
necesarias de acuerdo con los problemas existentes.
“Control y educación sanitaria en las nuevas viviendas
que se construyan. En las existentes,
básicamente educación sanitaria.
“Mantener vigilancia y actividades sanitarias
permanentes en el seminternado. Mantener
vigilancia y actividades sanitarias permanentes en el policlínico. Mantener vigilancia y actividades sanitarias
quincenalmente sobre los albergues agrícolas.
Mantener vigilancia y actividades adecuadas a cualquier nuevo local de
reunión que se construya.
“El médico del sector debe garantizar el cumplimiento
de los programas de las diversas disciplinas de trabajo, para lo cual
establecerá coordinaciones internas y externas.
Las coordinaciones internas las establecerá mediante los consejos de
dirección y técnico-administrativo del policlínico del sector. Deberá, a su vez, responder al consejo de
dirección del área de salud a la cual pertenece. Las coordinaciones externas las efectuará
mediante el contacto con los representantes de diversos organismos, lo que
constituirá la comisión de salud del sector.
En ella se procederá al análisis de toda la problemática sanitaria del
mismo.
“Será responsabilidad del médico del sector el
desarrollo de la Brigada Sectorial de Cruz Roja.
“El programa de medicina del trabajo. Este programa estará orientado
fundamentalmente al control de la repercusión del uso de fertilizantes e
insecticidas en el ser humano.
“Programa de higiene de los alimentos. Mantener vigilancia permanente sobre el
almacenamiento, elaboración, distribución y consumo de los alimentos del
seminternado. Vigilancia quincenal a los
comedores obreros del sector. Establecer
vigilancia adecuada en todo centro de producción, de elaboración, distribución
y consumo de alimentos que se construya en el sector.
Confección y estudio conjunto con el organismo, para garantizar
su mejora, de las fichas sanitarias a todas las vaquerías que existen o se
creen en el sector. Vigilancia de las
normas sanitarias para las vacas en el ordeño, de las salas de ordeño, de las
cortinas y cuartos de frío, de los recipientes y lugares de acopio de leche,
etcétera. Control de laboratorio de la
leche acopiada y del agua empleada en la vaquería.”
Esto se rige por el principio del Ministerio de Salud
Pública, que es “no curar enfermos, sino cuidar la salud de los hombres”
(APLAUSOS). No hay que esperar que la
enfermedad venga, hay que salirle al paso, hay que tomar la ofensiva, hay que
prevenirla.
Ya todo esto es un concepto nuevo, de un policlínico
que se convierte en una fortaleza de la salud de esta comunidad. No se trata de darles servicio a los que se
enfermen, sino fundamentalmente evitar que se enfermen; considerar la salud el
estado normal de la persona y defender ese estado de salud, y solo
excepcionalmente combatir la enfermedad cuando la enfermedad pueda romper todas
las barreras que se le pongan delante.
Y este es un programa que es —puede decirse— lo más,
lo más que puede pedirse en materia de medicina.
El otro día, cuando nosotros terminábamos de recorrer
el seminternado de El Cangre —igual que este, solo que para un número mayor de
alumnos por la población de la región—, decíamos que si nos propusiéramos hacer
una escuela superior a esa, realmente no sabríamos qué hacer para lograrlo;
porque es que ya todas las últimas técnicas de adelanto están establecidas. Y lo mismo pasa con este policlínico.
Es muy importante ver cómo se desarrolla todo este
programa, cómo funcionan las escuelas, qué repercusión tienen. Después se pueden ir haciendo algunas pruebas
de nutrición también, elevando los índices de consumo de leche y de los
alimentos en general; sobre todo elevando su calidad.
De manera que tenemos que irnos preparando, porque ya,
con los incrementos de la producción de leche y en general del desarrollo de la
agricultura, en 1975 nuestro país posiblemente tendrá ya el nivel más alto de
alimentación. Ya no será cuestión de
calcular aquí cuánto tiene Estados Unidos más que América Latina, sino que
podríamos ya comparar, en 1975, los niveles de alimentación nuestros con los de
Estados Unidos. Y con toda seguridad que
los superaremos en calidad, ¡con toda seguridad! (APLAUSOS.)
Porque aquí en el capitalismo, como tantas
cosas... En el capitalismo, por ejemplo,
la medicina es una mercancía y un negocio.
La enfermedad es una mercancía del capitalismo. En el capitalismo los negocios y las
instituciones del capitalismo necesitan de la enfermedad como una mercancía más
para hacer negocio, para hacer dinero, para vender medicinas. Es decir, bajo las condiciones del
capitalismo no se puede llevar a cabo un programa de salud de esta naturaleza,
porque puede ser la ruina de muchos negocios de medicina, puesto que al
disminuir las enfermedades, todos esos que se fueron de sus países allá a hacer
negocio con la medicina y a ganar dinero...
En nuestro país ya todos los médicos que se gradúan
van a trabajar para el pueblo, ya no ejercen la medicina como un timbiriche,
una cosa privada. ¡Todos los que se
gradúan!
No se ha establecido eso como una medida general,
porque hay médicos que estaban habituados a las consultas, que cooperaron con
la Revolución, han ejercido como maestros, profesores, han ayudado, y
lógicamente eso es un proceso de tránsito.
Y lo que interesa es que todos los miles de nuevos médicos que se
gradúen ya vayan a trabajar en las instituciones del país. Desaparece el carácter de mercancía que tiene
la enfermedad en el capitalismo; de manera que nuestro programa de salud ya
puede, sin esa traba, avanzar hasta el máximo que el hombre sea capaz de lograr
en ese terreno.
Y en la alimentación lo mismo. En el capitalismo, si hay aumento de un
producto, puede traer como consecuencia una reducción de los precios. Muchas veces destruyen el producto, lo botan,
limitan la producción. Y en la situación
nuestra nunca se producirá ese fenómeno.
Cuando haya un litro de leche per cápita y se produzca más, no se va a
botar la leche: se
aumenta a uno y medio; cuando haya dos, a dos.
Hay muchas maneras y muchas formas de hacer consumir leche a los
niños.
Y en el futuro lo que menos se consumirá será
leche. Tendrán helado, yogur, leche con
sabores, leche acidificada con sabores, quesos de todos tipos. Y habrá una enorme variedad de tipos que está
desarrollando ya la industria láctea, y que podremos elevar todo lo que queramos
el consumo de leche.
Es decir que, en el incremento de la masa ganadera,
nuestro problema —decíamos días atrás— era cómo vamos a ordeñar todas esas
vacas. Naturalmente que tiene que ser
con ordeñadoras mecánicas porque no habría manera, con el viejo método, de
ordeñar todas esas vacas. Pasa como con
la caña.
Pero incrementaremos hasta llegar a los niveles
óptimos. ¿Y cómo lo distribuiremos? Porque no es de esos per cápita de
alimentación que es per cápita en que unos tienen el triple y otros tienen una
cuarta parte, esos per cápita que dan en los países capitalistas. Y aquí no, porque estarán todas esas
escuelas, y ahí estará el desayuno, el almuerzo, la comida; y luego están todos
los becados, y luego están todos los comedores obreros; y además, la
distribución directa a la población. De
forma tal que podremos lograr un real per cápita de alimentación aprovechando
las ventajas de nuestro suelo, de nuestro clima, como consecuencia del trabajo
de toda una colectividad, donde el parasitismo ha ido desapareciendo y donde
todo el mundo está dando su aporte.
Tendremos una cantidad tal de recursos —todo un pueblo trabajando
ayudado por la técnica, ayudado por las máquinas, con los enormes incrementos
de regadío que vamos a tener—, una producción segura.
Y en 1975, a la vuelta de seis años, iremos a
situarnos posiblemente en el primer lugar en la calidad de la
alimentación. Calidad quiere decir
cantidad también. Es decir, ya no habrá
límites en cantidad, y en calidad será la mejor. Será el resultado del desarrollo actual que
lleva nuestro país.
Todo esto lo podemos hacer por todas estas
instituciones que se van creando: desde el círculo infantil, la escuela,
los becados... La población adulta,
naturalmente, comerá lo que prefiera, pero deberán hacerse programas
educativos.
Claro está que para hacer los programas educativos
sobre la alimentación hay primero que crear la base alimenticia. No hacemos nada con hacer un programa sin esa
base. Y ya se va aproximando el momento
en que tendremos que educar sobre el contenido de carbohidratos, es decir, de
calorías, de proteínas, la importancia que tiene cada proteína, la necesidad de
cada uno de los tipos de proteína y qué alimentos las contienen, los alimentos
que en exceso pueden producir daños. Es
decir, ya en el futuro será un problema —en atención a la salud— de que la
población esté totalmente informada de lo que debe consumir.
Habrá que hacer algunas campañas. El mismo problema del cigarro y del consumo
de tabaco es grande, ha crecido de una manera increíble. Habrá que hacer campañas explicando... Recientemente se han dado algunas
conferencias explicando la incidencia que tiene el cigarro en general en el
cáncer pulmonar. Eso fue explicado. No para que no fumen sino para que todo el
que fume sepa que no debe excederse, que debe autolimitarse. El país seguirá produciendo tabaco e
incrementará sus cultivos de tabaco.
Pero la población a su vez debe ser educada en las consecuencias de cada
una de las cosas que haga y de lo que consume.
Porque tampoco hay un interés de tipo mercantilista,
capitalista, en vender más cigarros, en hacer el negocio de una fábrica de
cigarros. A cada rato oíamos: fume esto, fume lo
otro, lo de más acá y lo de más allá. En
los países capitalistas han tenido problemas por las campañas acerca del efecto
del cigarro en el cáncer pulmonar, porque chocó con los intereses de las
grandes empresas cigarreras y tabacaleras.
Chocó con grandes negocios que hicieron resistencia. Los criterios médicos, los criterios
científicos, prevalecieron en algunos países y lograron que por lo menos se
pusiera una etiqueta, que por lo menos se dijera al consumidor cuáles eran las
consecuencias. Pero hubo fuerte
resistencia por parte de los negociantes del tabaco.
Ese no es un problema de un país socialista o de un
país comunista, porque no es el problema de vender un producto, aunque envenene
a la gente, por ganar más. De la misma
manera la calidad tendrá que ser una cosa esencial de todo lo que se produzca. Habrá cosas que cueste más producirlas, pero
son esenciales y se hace lo que haya que hacer por producirlas. Habrá cosas que son menos saludables; hay
cosas que tienen, por ejemplo, mucha grasa.
Tenemos el helado Coppelia, que fue un éxito técnico: treinta y tantos sabores. Es una maravilla, pero tiene grasa como loco: tiene el 14% de
grasa. De manera que se harán algunas
fábricas más en las provincias —para que todo el mundo lo sepa— pero habrá que
hacer otro tipo de helado con menos contenido de grasa, y lograr garantizar
calidad, sabor y todo, sin ese porcentaje tan alto de grasa.
Porque la población también tendrá que ser instruida
sobre todos estos problemas:
que muchas de las leches que se van a repartir serán en parte
leches acidificadas con sabor, que tienen un sabor extraordinario, pero con un
mínimo de grasa. Quesos también muy
saludables con mínimo de grasa, en la escuela.
Para la población se producirán decenas de tipos de queso, pero se le
dirá la grasa que tiene cada uno también.
De manera que el que no quiera ponerse demasiado grueso o tener problemas
arteriales, de presión arterial o del corazón, sobre todo eso, sabrá... Cada cual debe tener la información para
decidir qué debe consumir.
Claro que a la escuela no vamos a llevar un tipo de
queso que sea muy rico en grasa y crear un hábito de un alimento que puede no
ser tan saludable como los quesos desgrasados.
Lo que interesa es la proteína de la leche. Y los productos lácteos que se distribuirán
en la escuela serán, sobre todo, con toda la proteína de la leche y el mínimo
de la grasa de la leche.
(UN ANCIANO DEL PUBLICO LE DICE AL COMANDANTE FIDEL
CASTRO: Yo me
bebo cuatro litros de leche todos los días y tengo 80 años, ¡tengo ochenta años
ya!”)
¿Se toma cuatro litros? ¡Es un per cápita alto!
Dice que tiene 80 años... ¡Pero esa es la leche! ¡Esa es la leche! (RISAS.)
¿Y usted ordeña la vaquita?
(EL ANCIANO RESPONDE: “Yo me llamo José Avila Ramos, de Güeycanama...”)
De Güeycanama. ¿Y ordeña la vaca usted mismo allá? (EL ANCIANO RESPONDE: “¡Yo mismo!”) Usted mismo.
Todos los días.
(EL ANCIANO CONTINUA: “Yo mismo! ¡Y monto a caballo!”)
¡Y monta a caballo y ordeña la vaca! ¡Está bien eso! ¡Y tiene ochenta años!...
(EL ANCIANO CONTINUA: “Y pienso vivir 80 más”)
¡Y piensa vivir ochenta más! Bueno: pues va a tener que desgrasar un poco
la leche, porque usted se toma... Le voy
a decir. ¿De qué raza es la vaca que
usted tiene: Holstein,
mestiza, Cebú con Holstein?... ¿Qué tipo
de vaca es la que usted tiene? Su vaca,
¿de qué raza es?
(EL ANCIANO RESPONDE: “Jersey”)
¿Es Jersey?
¡Ave María! Entonces tiene como
el 5% de grasa. ¡Usted se toma
doscientos gramos de grasa por día!
Doscientos gramos de grasa es algo considerablemente por encima de lo
que se debe consumir de grasa. Lo que
pasa es que usted debe tener algún mecanismo para eliminar esa grasa. ¿Camina mucho todos los días?
(EL ANCIANO RESPONDE: “¡Hasta veterinario soy yo! ¡Veterinario!
Usted sabe que en Güeycanama, donde yo esté,
yo soy José Avila Ramos”)
Güeycanama...
¿Dónde está? ¡Ah!, cerca de Boca
de Jaruco. Sí, ya sé.
Bueno, dígame: yo le hago una visita por allá y voy a
probar la leche esa de la vaquita suya.
¡Me guarda un litro de los cuatro!
¿Cómo usted se llama?
(EL ANCIANO RESPONDE: “José Avila Ramos”)
Bueno: pues le voy a hacer la visita pronto
por allá.
¡Seguro! ¡Voy a
ir por allá seguro! No se ocupe usted de
eso: pronto
estoy por allá. ¡Guárdeme el litro de
leche! (RISAS.) Yo le aviso, yo le aviso
para que no vaya a dejar la leche esperando ahí...
Bueno: entonces esto es lo que significa este
policlínico, y ahora comenzará a andar.
Todos tenemos mucho interés en que marchen bien tanto la escuela como el
policlínico. Y ahora que ya hemos terminado
el policlínico, tenemos que bautizar la escuela. Queríamos esperar esta terminación del
hospital para ponerle el nombre a la escuela.
(DEL PUBLICO LE DICEN: “¡Tamara Bunke!”)
“¡Tamara Bunke!”,
“Tania”. Ese es el nombre de la escuela
(APLAUSOS PROLONGADOS).
Así, estas dos instituciones educacionales que
son... (ALGUNOS NIÑOS LE GRITAN: “¡Fidel, lo
esperamos en el internado 'Victoria de Girón' !”)
¡Hay como tres!...
¡Ah!, ya van dos veces. Está
bien. Ustedes no pierden oportunidad de
recordármelo.
Bien: entonces quería decirles que estas dos
instituciones que son vanguardia, vanguardia de nuestra Revolución, llevan los
nombres gloriosos de dos combatientes que dieron su vida por la liberación de
los pueblos oprimidos de América Latina:
Tamara Bunke y Camilo Torres.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)