DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CUBA y PRIMER
MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA INAUGURACION DE LA SECUNDARIA
BASICA EN EL CAMPO “COMANDANTE PINARES”, EN GUANE, PINAR DEL RIO, EL 20 DE
SEPTIEMBRE DE 1971.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Compañeros
profesores, estudiantes y obreros constructores de esta escuela:
Estas edificaciones constituyen ya la sexta escuela de
este tipo que se inaugura. El ritmo
creciente de construcciones de secundarias básicas en el campo se inició cuando
los técnicos de la DESA desarrollaron el sistema de escuelas prefabricadas, el
modelo y los proyectos.
Una gran parte de ustedes llevan ya un año en una
escuela al campo. Es una escuela que
improvisaron los compañeros de la región en unas naves agropecuarias, en
albergues, en condiciones materiales muy diferentes. Nosotros creemos que esa fue una buena
iniciativa y que en cierto sentido los preparó a ustedes como un colectivo de
estudiantes ya veteranos para inaugurar esta escuela. Puede decirse que ustedes se han ganado el
derecho a utilizar la primera escuela de este tipo de la región de Guane.
La escuela, por decisión del colectivo de los
estudiantes, lleva el nombre de “Comandante Pinares” (APLAUSOS
PROLONGADOS).
Ustedes tienen una responsabilidad muy grande, los
alumnos de esta primera escuela, precisamente por ser la primera y por llevar
el nombre de “Pinares”.
De la forma en que marche esta primera escuela
dependerá mucho el funcionamiento de las escuelas ulteriores.
Hay un cambio notable en el tipo de instalaciones, en
los laboratorios disponibles, en las facilidades para la práctica del deporte,
para las actividades culturales, para los grupos de interés científico, con
relación a la escuela donde ustedes estudiaban.
Si ustedes han logrado una promoción alta el pasado curso, ahora tienen
mucho más obligación de lograr una promoción mayor. Pero nosotros debemos advertirles que esa
promoción de aproximadamente el 85% ha podido contar con una ventaja, y es que
no tenían el 10mo grado. El 10mo grado
con el examen o la evaluación de nivel de los estudiantes, requiere cuidadosa
atención. De manera que ustedes no se
pueden dormir sobre los laureles, y tienen que irse preparando y tienen que
hacer un esfuerzo mayor y tienen que hacer un esfuerzo especial en los alumnos
del 10mo grado, porque constituye una prueba decisiva que puede reducir el
índice de promociones de la escuela.
Podríamos decir otra cosa de esta escuela: que es la primera
no solo de la regional de Guane, sino que también es la primera de Pinar del
Río. Podría decirse adicionalmente que
es la escuela más occidental de Cuba. Y
podría añadirse que está ubicada en uno de los planes que más dificultosamente
ha avanzado.
La región de Guane era una región sumamente pobre, no
tenía prácticamente vías de comunicación, grandes áreas estaban cubiertas de
marabú, de palmas canas, y eran tierras completamente improductivas. La Revolución ha hecho un esfuerzo grande en
esta región. Desde los primeros años se
realizaron, se llevaron a cabo las primeras plantaciones de frutales y de
cítricos en esta región. Ulteriormente,
teniendo en cuenta las condiciones naturales de esta zona, que se prestaba para
las plantaciones de cítricos, que disponía de enormes extensiones, se decidió
hacer un nuevo esfuerzo de desarrollo.
Se han construido presas, se han hecho embalses y canales de distintos
tipos, se ha acumulado agua para casi 1 000 caballerías de cítricos en esta
región, se han hecho caminos, se han realizado construcciones diversas. Sin embargo, todavía tenemos apenas unas 200
caballerías de cítricos plantadas en Guane.
¿Qué quiere decir esto? Estamos en una región que puede llegar a ser
un día una de las más desarrolladas, una de las más productivas de la provincia
y del país. Estamos en una región donde
se calculan posibilidades de sembrar miles de caballerías de cítricos. Yo no recuerdo ahora exactamente las cifras
pero, unida a la región de Herradura y otras de Pinar del Río, cuentan
aproximadamente con 5 000 caballerías de suelos potencialmente aptos para el
cultivo de cítricos.
A pesar de los esfuerzos que la Revolución ha hecho,
esta zona todavía está atrasada. A pesar
de los esfuerzos que la Revolución ha hecho, esta zona todavía no hace ningún
aporte importante a la economía del país.
Pudiera decirse ciertamente que hasta ahora esta zona ha costado mucho y
ha producido poco. Y nosotros
quisiéramos ver en la inauguración de esta escuela el inicio de una nueva fase
de lucha por el desarrollo de la región de Guane. Nosotros quisiéramos ver en esta escuela una
especie de símbolo de los años venideros, un nuevo comienzo, el inicio de una nueva
lucha por el desarrollo de la región.
Digamos que, entre otras cosas, esta es la escuela que
más tiempo ha tardado en construirse de todas las secundarias que se han hecho,
de las seis que ya funcionan. Creemos
incluso que esta escuela va a ser un récord de lentitud en su construcción,
porque comenzaron en abril de 1970 y la terminaron aproximadamente en este
verano. Ya sabemos que en el mes de
agosto la escuela estaba casi terminada, pero han estado por lo menos 14 meses
construyendo esta escuela. Otras
brigadas han construido su escuela en ocho meses. Y esperamos que en un momento determinado se
llegue a construir en seis meses como promedio.
Bien es cierto que es la primera de Pinar del Río y
también que la brigada comenzó con un número reducido de trabajadores, que no
tuvo todo el personal necesario, ni las calificaciones pertinentes. Pero por las razones que sean, por
responsabilidad de la región y por responsabilidad de la provincia, esta
escuela ha tardado 14 meses en construirse.
La primera conclusión que debemos sacar —que así lo ha
estado prometiendo el compañero Esteban, jefe de la brigada, y así lo ha estado
prometiendo el compañero Camacho, secretario del Partido en la provincia—, es
la necesidad de recuperar el tiempo en ese aspecto y terminar, de ser posible,
con esta misma brigada dos escuelas el próximo año. Desde luego, contando la brigada con un
personal ya más entrenado y con el número suficiente de trabajadores.
Nosotros estamos convencidos de que si se empeñan lo
logran. Nosotros creemos que tal vez esa
segunda escuela que ahora construyen, podría haber estado más adelantada si se
hubiera logrado una buena secuencia de trabajo; inmediatamente que se
terminaron los movimientos de tierra aquí, marchar con los equipos a la otra,
inmediatamente que las grúas hubiesen terminado aquí, tener ya las bases
colocadas para comenzar el izaje en la otra; inmediatamente que se hubieran
terminado las piezas para construir esta escuela, ir fabricando y ubicando las
otras piezas para las otras escuelas.
Con ese ritmo tal vez ustedes puedan, en el año 1972, terminar la
segunda escuela que están haciendo ahora, comenzar y terminar la tercera. Es necesario, por tanto, superar la secuencia
y el ritmo de construcción en la brigada.
Existe el propósito, además, de constituir una segunda
brigada de izaje, para tener una de movimiento de tierra: los buldóceres, los camiones,
cilindro, retroexcavadora, motoniveladora, etcétera, y dos brigadas de izaje,
para ir construyendo simultáneamente dos escuelas secundarias.
Esto permitiría llevar un ritmo, crear una capacidad
anual, aproximadamente para 1 500 nuevos estudiantes de secundaria. Serían las dos primeras brigadas de
secundaria de Pinar del Río.
No creemos que debemos
conformarnos solo en trabajar con este tipo de escuelas en esta región. Hay que ir pensando también en la necesidad
de organizar otro programa de construcción de secundarias en la región más
central de la provincia. De manera que
la provincia deberá contar con no menos de cuatro brigadas de construcción de
secundarias.
Cierto es que no tienen en este momento en Pinar del
Río muchos alumnos de secundaria básica —son aproximadamente unos 8 000—, pero
tienen en cambio más de 100 000 estudiantes de primaria. En 6to grado, según informaron los
compañeros, esperan matricular este año unos 10 000. ¿Qué quiere decir esto? Que en los próximos dos años se duplica la
cantidad de estudiantes de secundaria; es posible que en los próximos dos años
lleguen a tener unos 20 000 estudiantes de secundaria.
Si hiciéramos unas seis escuelas por año, todavía
tardaríamos mucho tiempo en disponer de suficientes instalaciones semejantes a
esta para la provincia de Pinar del Río.
Para 20 000 estudiantes se necesitarían 40 escuelas similares a esta, si
es que nosotros queremos avanzar rápidamente por el camino de esta revolución
educacional que significan las escuelas secundarias en el campo. A un ritmo de seis por año necesitaríamos
—nosotros creemos— unos 10 años, unos 10 años para llegar a tener todas las
escuelas secundarias, si es que un día ustedes tienen 30 000 estudiantes en
este nivel. Pero yo creo que el cálculo
es conservador para la provincia de Pinar del Rió, si pensamos en 1980.
Unido a esto hay que trabajar en las escuelas de maestros. Ya se piensa comenzar a fines de año —tan
pronto estén terminados los proyectos— la escuela de maestros de Pinar del
Río. Pero hay que pensar además en las
escuelas tecnológicas. También en la
provincia se está construyendo el Instituto Tecnológico Forestal. Posiblemente esa brigada pueda venir más
adelante en apoyo de estos planes, esa brigada que está construyendo en Cajalbana el Instituto Tecnológico Forestal, y ayudarnos
también a construir escuelas secundarias.
Unido a esto tenemos que llevar a cabo planes de
escuelas primarias, de construcción de escuelas primarias. Claro que en la medida que en las ciudades
liberemos escuelas secundarias, dispondremos de instalaciones para las escuelas
primarias. Pero, además, en cada central
azucarero, en cada pueblo agrícola, nosotros debemos organizar a los
trabajadores para que en horas extra construyan escuelas primarias.
Hace unos días se inauguró en Meneses una escuela de
primaria, del nuevo tipo. La escuela del
nuevo tipo tiene instalaciones deportivas también como esta escuela, pero tiene
además un área, un huerto de unas 26 hectáreas, es decir, dos caballerías,
donde también los alumnos que un día vendrán a este tipo de escuela comenzarán
trabajando dos horas todos los días, a desarrollar actividades productivas en
el huerto para el abastecimiento de la escuela, para el abastecimiento del
hospital, de comedores obreros y para la población. De manera que vamos a llevar ese sistema en
lo posible, a todas las nuevas escuelas rurales.
Y nosotros creemos, consideramos que escuelas
primarias de este tipo deberemos construir no menos de 500 entre 1972, 1973,
1974 y 1975. La cifra puede parecer
elevada, pero en 500 escuelas de ese tipo podríamos tener 250 000 estudiantes
primarios, si el promedio es de 500 alumnos por escuela. ¿y
saben cuántos alumnos primarios se matricularon este año? Un millón setecientos mil.
Claro está que hay determinadas escuelas primarias que
tienen buenas instalaciones en las ciudades, y algunas escuelas primarias que tienen
buenas instalaciones en los campos. Pero
la inmensa mayoría de nuestras escuelas carecen de una base material adecuada,
de instalaciones, de laboratorios, de campos deportivos; no existe el mínimo de
condiciones para el tipo de educación que deseamos impartir a nuestros niños y
a nuestros jóvenes para la calidad de la educación que queremos llevar a
nuestro pueblo.
En escuelas secundarias, sobrecumpliendo los planes,
pensamos construir alrededor de 300 escuelas de este tipo en los próximos
cuatro años, de manera que para el mes de septiembre de 1975 nosotros tengamos
capacidades aproximadas para 150 000 estudiantes secundarios en escuelas como
esta. El plan inicial para el año 1972
era de 25 escuelas. Y estamos haciendo
un especial esfuerzo por alcanzar una capacidad de construcción de 40 nuevas
escuelas disponibles para el mes de septiembre de 1972.
Y en este esfuerzo le pedimos su aporte
correspondiente a la provincia de Pinar del Río.
Cuarenta escuelas nacionalmente significarían
capacidades para 20 000
estudiantes. Pero, ¿saben ustedes
cuántos nuevos estudiantes de secundaria hay este año en el país? Se estima que se alcanzará una cifra de 35
000 estudiantes de secundaria más que el pasado año. ¿Se imaginan ustedes lo que significa ubicar,
encontrar alojamiento, aulas, profesores, para 35 000 nuevos estudiantes? Y se supone que el próximo año ingresen 40
000 más.
De manera que si logramos nuestro propósito de
construir 40 escuelas de este tipo estaríamos creando capacidades para la mitad
de los nuevos ingresos del año que viene.
Y aun así, el país tendría que ver cómo ubica 20 000 estudiantes
más.
Ahora bien, en 1973 pensamos —para septiembre de 1973—
disponer de 60 escuelas más, y alcanzar en esa fecha 100 escuelas; y alcanzar
200 para septiembre de 1974; y para septiembre de 1975 —mínimo— un total de 300 escuelas de
este tipo. Y desde luego, seguir, seguir
incrementando el ritmo de ser posible.
En el plan perspectivo de construcción de escuelas
secundarias en el campo, hay 100 para 1975.
Desde ahora debemos proponernos superar esa cifra y construir no menos
de 120 escuelas en 1975. Si seguimos ese
ritmo creciente, es posible que en 1980 tengamos 1 000 escuelas de este
tipo.
Desde luego, a pesar de que nuestras cifras de
escuelas son apenas suficientes para cubrir las nuevas necesidades, al ritmo
que llevamos de construcción de escuelas de este tipo estamos seguros de que
nuestro país ocupa el primer lugar sin discusión en toda la América Latina
(APLAUSOS).
Cuando antes se hablaba de construir una
escuela... Una escuela como esta se
hacía cada cuatro años. Es más: la Revolución no
conoció ninguna como esta cuando triunfó.
Aparte de algunas escuelas para familias ricas, en
nuestros campos no había nada que se pareciera a una escuela como esta. En otros tiempos se llegaron a hacer algunas
escuelas para huerfanitos, para abandonados, y también en ocasiones para el que
tenía muchas amistades, mucha influencia, y lograba que le dieran a un familiar
suyo una beca. Pero principalmente eran
escuelas para huérfanos. Escuelas como
esta la Revolución no encontró ninguna.
y poder tener la seguridad de que ya en un solo año, en
el próximo año podremos construir 40, y que en cuatro años más estaremos a un
ritmo de 100 anuales —de escuelas tan completas como esta—, es algo que se
salía de la imaginación de cualquiera. Y
pudiéramos decir más:
es algo que se salía de los sueños de cualquier revolucionario en
nuestro país.
El esfuerzo de nuestro pueblo, el incremento de la
técnica, de la organización, de la experiencia, de los medios, de los recursos,
la mayor cultura, la mayor conciencia, la mayor fuerza de nuestro pueblo, nos
permite hoy día aspirar a esfuerzos y objetivos como este.
Sin embargo, estamos convencidos de que lo que se hace
todavía es poco. Estamos convencidos de
que nuestro país podría avanzar mucho más rápidamente de lo que avanza.
Por eso, nuestra exhortación a los trabajadores de
esta brigada a superar sus esfuerzos, a superar su productividad, a superar su
experiencia, para construir a un ritmo mayor.
Y de ahí nuestra exhortación a la provincia de Pinar del Río a realizar
un máximo esfuerzo en este sentido.
Pero estas escuelas no son independientes del
desarrollo económico del país. Como
hemos dicho en otras ocasiones, nuestro país no se podría poner a construir
escuelas de este tipo sin desarrollo económico; nuestro país no podría llevar a
cabo un programa de construcción semejante si nuestro movimiento educacional,
si nuestro programa educacional no se vincula al desarrollo del país, puesto
que escuelas como estas no caen del cielo, los recursos y las inversiones que
significan escuelas como estas tienen que salir de la economía del país.
Y si nosotros no combinamos, si nosotros no
conciliamos nuestro programa educacional con el programa de desarrollo
económico, no podríamos llevar a cabo estos planes de construir 100, 300, 1 000
escuelas de este tipo. Por eso se
construyen las escuelas en áreas donde los estudiantes puedan participar en el
desarrollo económico del país.
Pero, hay algo más: si en estas escuelas no se combinara
el estudio y el trabajo, no serían escuelas comunistas (APLAUSOS), no sería una
educación revolucionaria, no sería una educación comunista (APLAUSOS). Y esta escuela, que en el orden material
supera a cualquiera de las mejores escuelas de los capitalistas, si fuese una
escuela como aquellas, si fuese una escuela para señoritos a los que hay que
prepararles todo, desde tenderles la cama, servirles el desayuno y tener un
ejército de trabajadores a su servicio para que durante todo el día charlaran
mucho, estudiaran un poco y holgazanearan bastante, entonces ninguna de estas
escuelas se diferenciarían de aquellas escuelas de hijos de capitalistas y de
burgueses.
Y por eso, para que escuelas de este tipo pudieran
existir, y no para huérfanos, no para desamparados, sino para cualquier niño,
para cualquier joven; para que escuelas de este tipo pudieran existir —repito—
al servicio de los hijos de nuestros trabajadores, al servicio de los hijos de
nuestros obreros y nuestros campesinos, fue necesaria una revolución. Pero aun en medio de una revolución que tiene
que luchar duramente por crear el porvenir del país, por recuperar los años perdidos,
por crear las riquezas que el bienestar material y espiritual de nuestro pueblo
exige; para que puedan existir escuelas no para unos cuantos sino para todos
—no para 1 000 ó para 2 000, sino para
700 000 u 800 000—, para que podamos hacer escuelas buenas no solo para los
estudiantes de secundaria, sino también para cientos de miles de estudiantes de
nivel medio superior un día, para poder construir escuelas buenas para el 1 700
000 estudiantes y para los futuros nuevos cientos de miles de estudiantes —que
a medida que nuestra población crezca tendrá nuestro país—, no bastaba una
revolución solamente: era necesario la
revolución y, además, el esfuerzo tenaz y decidido de todo el pueblo, el
trabajo de todos, la participación de todos:
hombres y mujeres, jóvenes y ancianos (APLAUSOS).
Para que una sociedad pueda disponer de esos bienes
para todos, es necesario el esfuerzo de todos, es necesario que todos cumplan
con su elemental deber del trabajo —todos los que estén en condiciones de
hacerlo.
Nuestra sociedad garantiza el apoyo total a cualquier
ciudadano en cualquier contingencia que pueda ocurrirle, garantiza a cualquier
trabajador su seguridad, su sostenimiento del trabajador y de su familia frente
a la enfermedad, frente al accidente, frente a la muerte. Nuestra sociedad garantiza a todos los
trabajadores, cuando llegan a la edad en que ya no pueden prestar más servicios
a la producción, la subsistencia a ellos, a sus familiares. De manera que en nuestra sociedad la
seguridad de todos los ciudadanos está garantizada.
Para lograr eso, es elemental también el esfuerzo de
todos, el máximo esfuerzo de todos.
Hay países que alcanzaron determinados niveles de
industrialización, de desarrollo. Hay
países llamados “países ricos”, como hay países llamados “países pobres”. La característica, desde luego, de los países
pobres es la falta de escuelas, la falta de hospitales, la falta de desarrollo
social, como consecuencia de la falta de desarrollo económico.
Nuestro país no es un país rico, nuestro país no es
todavía un país desarrollado económicamente.
La historia la conocen ustedes los estudiantes: cuando comenzó
aquella historia, hace 400 años con la conquista española, y después vinieron
400 años de explotación, la población indígena fue prácticamente exterminada,
obligándosele a buscar oro en los arroyos, en los ríos. Fue exterminada por el trabajo esclavo. Y cuando fue prácticamente exterminada la
población aborigen, fue introducida otra forma de esclavitud: la esclavitud de otros hombres
cruelmente arrancados y traídos por la fuerza —atados con cadenas— de otros
continentes, para establecer una nueva forma de explotación. Y esa forma odiosa de esclavitud duró más de
300 años: duró
prácticamente hasta fines del siglo pasado.
Y su fin comenzó cuando en La Demajagua, con el Grito de Yara, se
comenzó por poner en libertad a los esclavos.
Los estudiantes de secundaria conocen perfectamente
bien cómo nuestras heroicas luchas por la independencia fueron truncadas por la
intervención yanki, y cómo nuestro país dejó de ser una colonia española para
convertirse en una dependencia de Estados Unidos; cómo se apoderaron de
nuestras tierras —de nuestras mejores tierras—, cómo se apoderaron de nuestros
recursos naturales, de nuestras minas, y cómo instauraron también en nuestra
patria su sistema de explotación imperialista.
Cuatro siglos de explotación es lo que conoció este país hasta el
primero de enero de 1959 (APLAUSOS), en que por primera vez nuestro pueblo fue
verdaderamente dueño de sus destinos, en que nuestro pueblo recuperó los
recursos naturales, en que nuestro pueblo recuperó la propiedad de todas las
industrias del país, en que nuestro pueblo tuvo en sus manos la posibilidad de
construir el futuro. ¡El futuro es este! ¡Esta es una parte pequeñita de ese futuro
que tenemos que construir! (APLAUSOS)
Porque cuatro siglos de esclavitud y de explotación no
podían dejar la cultura como herencia.
Lo que nos dejó fue un 30% de analfabetos y un 90% del resto
semianalfabetos. Eso fue lo que nos
dejaron esos cuatro siglos de explotación en el campo de la educación. Otro tanto nos dejaron en el campo de la
salud. ¿Cuántos médicos en nuestros
campos? ¿Cuántos hospitales? ¡Ninguno!
¡Y cuántos miles de niños que morían de gastroenteritis, de
tétanos! ¡Cuántos miles de niños que morían
o quedaban inválidos bajo el flagelo de la poliomielitis y de otras tantas y
tantas enfermedades! Eso fue lo que nos
dejaron cuatro siglos de explotación. Y
en el orden material nos dejaron la mayor pobreza, la mayor miseria. Y en el orden técnico el mayor atraso.
Muchas veces se construye una flamante fábrica y lo
difícil que es encontrar el técnico que sea capaz de dirigirla, los técnicos y
los obreros calificados que sean capaces de hacerla funcionar. Pero hay algo más: antes de construir la flamante fábrica
hacen falta los proyectos. Y tenemos que
comenzar no solo por comprar las máquinas para hacer una fábrica, sino por
comprar los proyectos, porque no hay en nuestro país suficiente personal
calificado para proyectar nuestras fábricas, presas, sistemas de riego,
carreteras, puentes...
Incluso ha sido necesario el transcurso de años para
que surgieran técnicos, ingenieros, arquitectos capaces de concebir estas
escuelas con elementos prefabricados, capaces de proyectarlas y dirigir su
ejecución. Ha sido necesario que
transcurrieran años para contar con técnicos, ingenieros y arquitectos
revolucionarios que pudieran proyectar simultáneamente decenas de escuelas,
decenas de pueblos, cientos de lecherías y otras numerosas obras como las que
ahora se están llevando a cabo. Y aun
así no son suficientes. Piénsese que
cada una de estas escuelas hay que ubicarla, examinar el suelo, analizar la
topografía del terreno, hacer el proyecto y resolver todos los problemas
pertinentes. Es muy bonita cuando está
terminada, pero hay que hacerla a base de trabajo, hay que hacerla a base de
esfuerzo físico y mental, a base del esfuerzo del brazo y de la inteligencia,
para llegar a tener una maravilla de este tipo.
Y en el orden técnico, lo que nos dejaron cuatro
siglos de explotación fue —decíamos— el más inconcebible atraso.
Es por eso que si queremos ganar el tiempo perdido en
el orden técnico y en el orden educacional, hay que hacer grandes
esfuerzos. Pero a la vez somos demasiado
pobres todavía para poder reunir todos los medios y todos los recursos que se
necesitan para hacer una educación masiva como esta.
Luego, ¿cuál es la solución? ¿Cuál puede ser la solución? Vincular la educación con el desarrollo,
corno una necesidad de la economía. Pero,
además también —y esto es muy importante—, como una necesidad de la pedagogía
para realmente formar hombres para la vida futura; preparar a las nuevas
generaciones para el mundo que nos tocará vivir mañana; preparar a las nuevas
generaciones para el trabajo del futuro.
Y para prepararlas hay que comenzar desde temprano.
Si ustedes, jóvenes estudiantes de secundaria, que han
tenido el privilegio de ser los primeros o entre los primeros que han podido
venir a estudiar a escuelas de este tipo, cumplen con su deber, si ustedes son
capaces de tener toda la conciencia necesaria de la necesidad de estudiar y de
la necesidad de trabajar, ustedes estarán ayudando a que efectivamente dentro
de 10 años nuestro país pueda tener 1 000 escuelas como esta (APLAUSOS).
Un pueblo trabajó para ustedes. Cientos de maestros, profesores, cientos de
obreros se esforzaron por hacer posible lo que ustedes tienen ahora. Pero en la mente de ustedes, en el corazón de
ustedes debe estar muy presente la idea de que para que un día dentro de 10
años, medio millón de jóvenes puedan tener escuelas como estas, ustedes deberán
realizar el máximo esfuerzo como estudiantes y como trabajadores. ¡A ustedes les corresponderá, en parte, crear
el porvenir de ellos!
Es por eso nuestra exhortación, a los maestros, y a
los alumnos de prestar el máximo de atención al estudio y al trabajo, y a la
combinación del estudio y del trabajo como una necesidad de la economía de un
país pobre y como una ley de la pedagogía de un país revolucionario (APLAUSOS).
Pero, además de la educación, además del trabajo,
ustedes cuentan aquí con extraordinarias instalaciones deportivas. En esas instalaciones ustedes deben
desarrollar al máximo las actividades deportivas, como parte de la formación,
como parte de la satisfacción de las necesidades espirituales del hombre. Pero, además, ustedes deberán desarrollar las
actividades culturales y artísticas, porque si ya en el día de hoy fueron
capaces de brindarnos a todos nosotros un hermoso espectáculo, conmovedor por su
sencillez; conmovedor porque revela ese esfuerzo inicial en que se vence el
miedo escénico, se vencen las dificultades, se rompe una barrera; conmovedor
porque significa esa posibilidad de que todo un pueblo pueda disfrutar los
beneficios de la cultura y del arte; conmovedor porque demuestra que todo un
pueblo —y así será nuestro pueblo el día de mañana— pueda ser participe y
creador del arte, de un arte propio que implique el desarrollo de las
potencialidades creadoras de nuestro propio pueblo, que sea a la vez capaz de
asimilar sin dejarse colonizar, que sea capaz de asimilar —repito— sin dejarse
colonizar, las manifestaciones artísticas de otros pueblos, y que sea capaz de
llevar a las masas la cultura y el arte, tal como se estableció en el Primer Congreso
Nacional de Educación y Cultura...
(APLAUSOS). Y ya estas escuelas
están demostrando esa posibilidad, y ya todas las escuelas iguales que esta lo
están demostrando. Y cuando tengamos
dentro de 10 años 500 000
estudiantes en escuelas como esta, ¿quién podrá negar esa realidad? ¿Quién podrá negar esa masividad que se
desarrollará con la nueva generación, esa masividad de la participación en la
creación y disfrute de la cultura y el arte?
De la misma forma, ustedes tienen aquí laboratorios, ustedes
tienen aquí condiciones para crear los Círculos de Interés Científico, de
manera que el interés, la pasión por la ciencia, por la investigación y por la
técnica, se desarrolle ampliamente en nuestra juventud. Porque será esencial, será imprescindible,
será vital que la nueva generación que ha de vivir en el mañana domine
cabalmente la técnica y la ciencia (APLAUSOS).
Y así, establecer como principios fundamentales de
estas escuelas revolucionarias, de estas escuelas formadoras de generaciones
comunistas, el que todos aspiren a ser buenos estudiantes, el que todos aspiren
a ser buenos trabajadores, el que todos participen en alguna actividad
deportiva, el que todos participen en alguna actividad cultural y artística, el
que todos participen en algún círculo de interés científico.
Estos son cinco puntos esenciales, cinco pilares,
cinco bases sobre las que tendrá que construirse la pedagogía formadora de las
generaciones que habrán de vivir en el comunismo (APLAUSOS).
Y nosotros esperamos que esta primera escuela de Pinar
del Río siga esta pauta, que esta primera escuela de Pinar del Río no se quede
atrás. Que si Guane se ha quedado atrás
más de una vez, esta escuela no se quede atrás (APLAUSOS). Que esta escuela marche adelante, que esta
escuela sea ejemplo de las que vendrán después, que esta escuela sea modelo del
espíritu revolucionario y de trabajo que se necesita para transformar esta
región.
Y nosotros esperamos que en años futuros otras muchas
escuelas como esta funcionen en la región de Guane. Nosotros esperamos que en un futuro decenas
de escuelas como esta se puedan contar en la región de Guane, al igual que la
región de Isla de Pinos, al igual que la región de Jagüey, al igual que la
región de Ciego de Avila y otras muchas regiones en el país.
Imaginen ustedes por un instante el día en que en vez
de una —la primera— tengamos aquí 10, 20, 30 escuelas como esta. ¡Qué transformación! ¡Qué fuerza!
¡Qué vida juvenil! ¡Qué
lucha! ¡Qué emulación en el espíritu de
trabajo y de superación! ¡Qué
encuentros! Porque ahora ustedes podrán tener algunos encuentros con las
escuelas de otras regiones.
Pero algún día ustedes en esta misma región tendrán
decenas de escuelas con las que realizar las emulaciones de estudio y
producción, las competencias deportivas, los encuentros culturales y de
círculos de interés científico.
De manera que esta región, igual que otras muchas
regiones del país, será región prácticamente invadida por el espíritu juvenil,
por el entusiasmo juvenil, por la conciencia revolucionaria de nuestros
jóvenes.
Nosotros podemos asegurarles que en ninguna otra parte
de este continente nunca los jóvenes han tenido posibilidad semejante,
perspectiva semejante, un futuro semejante al que ustedes tienen delante. Y en nombre de ese futuro es que nosotros los
exhortamos a ustedes y a sus profesores a trabajar tesoneramente, en nombre de
ese futuro que ustedes van a vivir y por el cual lucharon, cayeron y dieron su
sangre tantos y tantos cubanos a lo largo de decenas y decenas de años
(APLAUSOS).
Y por último recordar que esta escuela lleva el nombre
de “Comandante Pinares” (APLAUSOS), cuya sangre generosa se vertió en aras de
la liberación de América Latina. Y que
ustedes deben saber ser dignos de ese nombre y de ese ejemplo.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)