DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA POBLACION DE KINDIA, REPUBLICA DE GUINEA, EL 6 DE "MAYO DE 1972.

 

(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS

DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)

 

Camarada Sekou Touré (APLAUSOS);

Camaradas del Partido Democrático de Guinea;

Distinguidos visitantes;

Queridos amigos de Kindia: 

 

Nosotros hemos iniciado nuestro viaje prolongado a través de numerosos países.  Esa es la razón por la cual nuestra estancia en Guinea es breve.  Debido a eso, hemos tenido que usar el avión para visitar Kankán, Kissidougou, Faranah, Labé, y regresar a Conakry.  Sin embargo, les confieso que cuando cruzábamos sobre el territorio de Guinea tratábamos de conocerlo, mirar su suelo, sus montañas, sus mesetas, sus ríos y su naturaleza, y siempre veíamos con un poco de nostalgia que por el aire estábamos muy distantes de todo aquello.  Llegábamos al aeropuerto, a la ciudad, de la ciudad otra vez al aeropuerto, y a otro aeropuerto, a otra ciudad.  Por el aire veíamos los campos, veíamos las aldeas aisladas, y eso despertaba nuestro interés, nuestro deseo de conocer cómo vivían antes, cómo trabajaban, cómo era su vida, cómo era su organización.  y en fin, le decía siempre al compañero Sekou Touré que nosotros teníamos el deseo de visitar algunos de aquellos lugares, aquellas aldeas; le expresábamos también nuestro deseo de ver más de cerca la geografía, la naturaleza de Guinea y de tener un contacto más directo con los vecinos, los ciudadanos, los trabajadores, los estudiantes, los campesinos. 

A nosotros nos gusta visitar los centros de trabajo, ver cómo está la producción, cómo está organizada, cómo enfrentan los problemas y las dificultades reales; nos gusta visitar las escuelas, conversar con los maestros, conversar con los niños; nos gusta visitar las obras, cómo se construye, qué materiales, qué técnicas se emplean cuando se construye un edificio, cuando se construye una carretera, cuando se construye una industria.  Nos gusta visitar los campos, las plantaciones, los cultivos, saber cómo cultivan el arroz, cómo cultivan el fonio, cómo cultivan la piña, la banana, el café.  Nos gusta conocer la naturaleza, nos gusta conocer las plantas, la tierra, porque la naturaleza es una escuela, es un libro abierto que nos enseña muchas cosas.  Pero, sobre todo, nos gusta el contacto con el hombre, porque es del hombre del pueblo de quien nosotros recibimos siempre nuestro aliento, nuestro estímulo y nuestras enseñanzas. 

Desde luego, nosotros no veníamos a ver aldeas ricas.  Para ver aldeas ricas habríamos concebido un viaje a Holanda, a Bélgica, Suiza, y en realidad a nosotros no nos interesan esas aldeas (APLAUSOS).  Si nos interesa una aldea, es una aldea guineana, y no nos va a sorprender encontrar pobreza, porque lo que nos habría sorprendido realmente es encontrar riqueza en una aldea guineana; porque nosotros sabemos que los imperialistas explotan, saquean los países y no dejan ninguna riqueza, ningún bienestar.  Y nosotros sabemos que el mérito de la revolución, la razón de ser de la revolución y la causa de la revolución es precisamente esa injusticia y esa pobreza (APLAUSOS). 

Las cosas de los ricos no despiertan nuestra simpatía, no despiertan nuestra solidaridad, nuestra solidaridad y nuestra simpatía la despierta el hombre que lucha, el hombre que trabaja, el hombre que se esfuerza por superarse, el hombre que lucha contra esa pobreza y la lleva con dignidad, porque no olvidaremos nunca aquello que dijo el compañero Sekou Touré, que prefería la pobreza con libertad a la opulencia en esclavitud (APLAUSOS). 

Desde luego que ningún esclavo será nunca opulento y los hombres libres también venceremos el atraso y también venceremos la pobreza.

Por esta razón el Presidente quiso que hiciéramos un recorrido por carretera, que visitáramos Kindia, y además que conociéramos alguna aldea, un centro de experimentación agrícola y algunas cosas más, y por eso nos sentimos muy contentos y muy satisfechos. 

Hemos visto aquí el mismo espíritu que hemos visto en todas las demás ciudades, el mismo entusiasmo, la misma unión, la misma lealtad al Partido y al compañero Sekou Touré (APLAUSOS). 

Aprovechamos la ocasión para saludar a los representantes de otros países africanos que se encuentran aquí.  Les deseamos éxitos en su trabajo y en su lucha, porque sabemos que en Africa todavía queda dominio imperialista, todavía quedan colonias europeas, para vergüenza de la humanidad, en este continente.  Tenemos Angola, tenemos Mozambique y tenemos Guinea Bissau bajo el coloniaje portugués; tenemos mucho neocolonialismo todavía en Africa y hay que luchar contra ese neocolonialismo hasta barrerlo (APLAUSOS).  Hay que luchar para que cada pueblo de Africa, donde todavía exista el neocolonialismo sea un día como el pueblo de Guinea. 

Les agradecemos a los estudiantes, a los jóvenes, a los trabajadores, a los milicianos, a los soldados, a los hombres y mujeres de Kindia, a las autoridades del Partido y del Gobierno, les agradecemos profundamente el caluroso recibimiento y las pruebas de afecto que hemos recibido.  Nosotros traemos el mensaje de la amistad, de la hermandad y de la solidaridad de nuestro pueblo (APLAUSOS), que es un sentimiento sincero y profundo.  Lo vamos a expresar en una palabra:  nos sentimos hermanos de ustedes (APLAUSOS). 

Y por último:  felicitarlos, porque sabemos que cuando los mercenarios desembarcaron en Conakry el 22 de noviembre de 1970 los milicianos y los soldados de Kindia empuñaron las armas y salieron inmediatamente a apoyar a sus hermanos de Conakry y a derrotar en cuestión de horas a los invasores mercenarios (APLAUSOS). 

Honor (GRITOS DE:  "¡Au peuple!")

Gloria (GRITOS DE:  "¡Au peuple!")

Victoria (GRITOS DE:  "¡Au peuple!")

¡Viva la Revolución!

¡Viva el compañero Sekou Touré!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!  (APLAUSOS)