DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO
COMUNISTA DE CUBA y PRIMER
MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA INAUGURACION DE LA ESCUELA
"FRANK PAIS", EN NOWA HUTA, CRACOVIA, EL 9 DE JUNIO DE 1972.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Queridos
compañeros del Partido y autoridades de Cracovia;
Queridos
profesores;
Queridos
familiares de los alumnos;
Queridos
amiguitos de la Escuela "Frank País":
Todos nosotros hemos experimentado una gran emoción
esta mañana al encontrarnos con ustedes, al develar la tarja con el nombre de
"Frank País", al visitar las aulas y ver cómo ustedes han trabajado y
han escrito y han pintado imágenes con las cuales tratan de tener una idea de
cómo es Cuba. Yo no se los voy a
explicar mucho, porque ustedes tienen mucha imaginación y con los libros, las
fotografías, ustedes van a ir teniendo una idea de cómo es Cuba.
Particularmente nos emociona el honor de que ustedes
hayan escogido el nombre de Frank País para esta escuela. La compañerita que habló explicó sobre la
vida de Frank País. El estudiaba
precisamente para profesor cuando surge la necesidad de lucha. Era un buen estudiante; fue como ustedes,
como ustedes son hoy:
pasó todas las clases, todos los cursos, trabajó en la escuela, y
después, antes de terminar su carrera profesoral —ya él estaba realizando
estudios superiores— se presenta la lucha revolucionaria.
Frank País tenía esas cualidades que se señalaron
aquí, de ser un joven muy estudioso, muy valiente, muy disciplinado y muy
revolucionario. Se dedicaba por entero a
la causa de la revolución, y le prestó extraordinarios servicios.
Dirigía la organización revolucionaria en Santiago de
Cuba, en Oriente, y nacionalmente.
Ayudaba a los combatientes guerrilleros.
La última vez que nosotros vimos al compañero Frank
País fue en ocasión de una visita que nos hizo a las montañas. Después regresó a la ciudad, donde él
realizaba su trabajo revolucionario.
Era muy perseguido, todos los días lo buscaban, hasta
que en una ocasión pudieron descubrirlo e identificarlo y le quitaron la
vida.
Era muy joven.
El habría podido hacer mucho más, el habría podido realizar y crear
muchas cosas, pero infortunadamente murió muy joven.
Nuestro pueblo lo recuerda y lo quiere mucho. Muchas organizaciones de maestros y brigadas
de maestros llevan el nombre de Frank País, muchas escuelas —como se dijo
aquí.
Y por eso nuestro pueblo se siente muy honrado y muy
emocionado de que aquí en Cracovia le hayan puesto su nombre a una
escuela. Pero además debemos tener en
cuenta que esa escuela está situada aquí, en una zona de obreros, Nowa Huta, donde viven los trabajadores del Combinado
Metalúrgico "Lenin" y los obreros de otras muchas nuevas
industrias. Es decir, que esta escuela
está situada en un barrio proletario, en un barrio revolucionario de
Cracovia.
Nosotros les agradecemos mucho este gesto, y esperamos
que los niños de esta escuela sean ejemplo de buenos estudiantes y sean ejemplo
de buenos revolucionarios. Esperamos que
los niños de esta escuela mantengan contactos con los niños de las escuelas de
Cuba, que ustedes les escriban, les manden noticias de esta escuela, noticias
del Combinado, noticias de Cracovia, fotografías, y que ellos les envíen a
ustedes noticias de Cuba, noticias de los niños y noticias de la
Revolución.
Ojalá algún día ustedes puedan mandar una delegación
de visita a Cuba.
Nosotros saludamos esta mañana a varios niños cuando
entrábamos en las clases, y ellos decían que eran los representantes de la
escuela, y se veía que eran niños estudiosos, niños inteligentes, niños
educados. Ustedes tienen muchos que
escoger cuando quieran mandar una representación de esta escuela a Cuba, y tal
vez en alguna ocasión ustedes puedan recibir también alguna visita de los niños
cubanos (APLAUSOS).
En nuestro país se le dedica mucha atención a la
educación, mucha atención a los niños y mucha atención a las escuelas.
Cuando triunfó la Revolución muchos niños no tenían
maestros, muchos niños no tenían escuelas.
Hoy todos los niños tienen escuelas, hoy todos los niños tienen
maestros. Desde luego, nuestros maestros
todavía no tienen gran experiencia, gran parte de nuestros maestros no han
podido graduarse en las escuelas, pero ahora tenemos un programa de estudio
para formar maestros, donde están decenas y decenas de jóvenes cubanos, y
muchos niños en Cuba piensan dedicarse después a ser maestros también.
En Cuba se están construyendo muchas escuelas, hay un
gran programa de construcción de escuelas.
Son escuelas muy bonitas, prefabricadas.
Estamos haciendo escuelas para los muchachos de primaria y para los
muchachos de secundaria.
Cuando ustedes manden una delegación a Cuba,
seguramente van a visitar algunas de esas escuelas y van a traer aquí —a sus
compañeros— fotografías.
La compañera que habló dijo que los estudiantes iban a
esforzarse por tratar de honrar a Frank País, pero nosotros por nuestra parte
debemos decir también que nuestro pueblo se esforzará y nuestros jóvenes se
esforzarán y estudiarán y trabajarán para llevar adelante la Revolución, para
construir el socialismo, para construir el comunismo, para ayudar a los demás
pueblos, porque entendemos que de esa manera también nosotros cumplimos con
ustedes y nos hacemos dignos del honor que ustedes le han hecho a nuestro país
al ponerle el nombre de Frank País a esta escuela.
Además, este acto es un ejemplo, un hermoso ejemplo de
solidaridad entre los pueblos, un hermoso ejemplo de solidaridad internacional.
Nosotros en nuestra patria también recordaremos a los
héroes de Polonia en nuestras escuelas, y así iremos intercambiando
experiencias, conocimientos, noticias, iremos desarrollando la amistad, y así
también en el futuro, cuando ustedes ya sean mayores y los niños de Cuba sean
mayores también, el día de mañana, las relaciones de ustedes, de Cuba y de
Polonia, serán cada vez más sólidas, serán cada vez más fuertes.
¡Que viva la amistad entre los niños de Cuba y los
niños de Polonia!
(APLAUSOS)