DISCURSO PRONUNCIADO POR EL
COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO
REVOLUCIONARIO, EN LA RECEPCION OFRECIDA EN SU HONOR EN BERLIN ORIENTAL,
REPUBLICA DEMOCRATICA ALEMANA, EL 13 DE JUNIO DE 1972.
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Querido
compañero Honecker;
Querido
compañero Ulbricht;
Querido
compañero Stoph;
Queridos
compañeros de la RDA;
Señores del
Cuerpo Diplomático:
En nombre de nuestra delegación deseamos expresarles
nuestro agradecimiento por las palabras del compañero Honecker;
deseamos expresarles, además, nuestra profunda impresión en este primer
contacto con el pueblo de la República Democrática Alemana.
Cuando llegamos esta mañana nos dijeron que la
temperatura estaba fría, que había 11 grados, y era cierto, todos nosotros
necesitamos rápidamente conseguir unos abrigos.
No podíamos concebir a mediados de junio una temperatura de 11
grados.
Pero al lado de los fenómenos de la naturaleza tuvimos
oportunidad de observar un fenómeno más extraordinario, que fue la
hospitalidad, el calor del pueblo, la masividad del recibimiento y la
combatividad de las masas.
Nosotros hemos sido recibidos en la RDA por un pueblo
revolucionario y un pueblo combativo.
Detrás de ese hecho comprendemos perfectamente bien que se encuentra un
partido revolucionario, una educación revolucionaria.
Ese espíritu internacionalista que nosotros percibimos
solo puede ser fruto de un profundo trabajo político en las masas. No nos extrañó, sin embargo, puesto que
sabemos que en la RDA, el Partido ha informado al pueblo del proceso
revolucionario cubano y le ha inculcado esos sentimientos solidarios hacia
nuestra Revolución.
Al llegar a este país —aun cuando habíamos oído hablar
mucho de la RDA, nunca será lo mismo que el contacto directo— pudimos
percatarnos de las inmensas dificultades que ha sido necesario vencer, de las
muy difíciles circunstancias en que surgió el primer Estado socialista alemán
de obreros y campesinos. Nuestro pueblo
lo comprende, porque ha tenido que librar su lucha muy próximo
a la potencia imperialista más poderosa.
Nosotros comprendemos el papel de la RDA como primera trinchera del
campo socialista, en Europa, en la frontera que la separa del campo
imperialista, en la primera línea de la lucha.
Comprendemos que en esas circunstancias se ha
desarrollado el espíritu del pueblo de la RDA; comprendemos la importancia y el
valor que ha tenido en esa situación la solidaridad internacional, la
solidaridad y el apoyo de la Unión Soviética y de toda la comunidad
socialista. Un valor y una importancia
similar es la que ha tenido esta solidaridad para el pueblo de Cuba.
Queridos compañeros de la RDA: en nombre de nuestro pueblo nosotros
les podemos asegurar que no solo hemos sido solidarios con la RDA y hemos
estado junto a ella en todas las circunstancias, sino que luchamos y lucharemos
más cada día por estrechar los vínculos entre nuestros dos pueblos (APLAUSOS). Lucharemos por estrechar nuestros vínculos
con la URSS y con todo el campo socialista.
Nos sentimos parte de la misma fuerza, nos sentimos
combatientes de la misma causa, y tenemos la plena comprensión de que en los
años futuros nos espera una larga lucha en el campo de las ideas, en el terreno
de la ideología. Pero sabemos que
saldremos victoriosos. Tenemos razones
sobradas para ser optimistas.
Hemos visto el ejemplo de este país, y no podemos
olvidar los primeros tiempos, las circunstancias tan difíciles en que surgió
este Estado, frente a un campo imperialista que poseía inmensos recursos
económicos, políticos y militares; frente a un campo imperialista cuyo baluarte
principal quedó intacto durante la Segunda Guerra Mundial, baluarte del imperialismo
que acumuló casi todo el oro existente en el mundo de aquellos tiempos. Y del lado del campo socialista la Unión
Soviética, que perdió 20 millones de personas en la lucha y cuyas principales
industrias quedaron destruidas. Junto a
la URSS, los países socialistas de Europa fueron campos de batalla durante esa
guerra y la más gigantesca destrucción y ruina se extendía por todas
partes.
Enfrentar las tareas que siguieron a la Segunda Guerra
Mundial, reconstruir la economía, construir el campo socialista, desarrollar la
ciencia y la técnica modernas, desarrollar los medios de lucha y de defensa del
campo socialista, ha sido una proeza incomparable en la historia de la
humanidad.
Hoy las condiciones han cambiado notablemente. El tiempo trabaja a favor de la causa justa,
de la causa revolucionaria. Es un mundo
nuevo que nace frente a un mundo corrompido y decadente. Saldremos victoriosos en la batalla
ideológica. Tenemos plena y absoluta
confianza en eso.
y recordamos que si al principio la RDA y el campo
socialista estaban circunscriptos a esta parte de Europa, hoy incluso en la
América Latina, muy próximo a Estados Unidos, existe ya un Estado socialista
(APLAUSOS), un Estado socialista sólido y un pueblo unido, con una alta
conciencia revolucionaria. Eso prueba la
fuerza de las ideas, la fuerza del internacionalismo.
Tenemos razones para sentirnos optimistas.
Deseamos, por último, compañero Honecker,
expresar nuestro alto aprecio por sus palabras de solidaridad hacia el pueblo
de Viet Nam y los pueblos de Indochina.
Compartimos por entero su pensamiento, apoyamos por entero sus
palabras.
El hermano pueblo de Viet Nam, pueblo heroico que
libra una lucha difícil, que ha dado pruebas extraordinarias de abnegación y de
valor tendrá la solidaridad del movimiento revolucionario internacional, y por
eso saludamos con profunda satisfacción sus palabras.
Nosotros acabamos de llegar a la RDA. Estamos por entero dispuestos a entrar en
contacto con el pueblo en su trabajo creador.
Esperamos que en el transcurso de los días nuestras experiencias se
enriquezcan. Pero desde ahora mismo
podemos asegurar que nos sentimos muy bien en la RDA (APLAUSOS). Nos sentimos muy bien en el seno de este
pueblo revolucionario, nos sentimos muy bien en esta primera trinchera del
campo socialista. Y tenemos la completa
seguridad de que este contacto entre nosotros reforzará aún más las magníficas
relaciones entre Cuba y la RDA. Sentimos
que todo el calor, los honores tributados hacia nuestro pueblo y hacia nuestra delegación,
nos comprometen a luchar con redoblado esfuerzo por esas relaciones y por esa
amistad que tiene una base tan sólida, una base tan firme, una idea tan justa y
un objetivo tan extraordinario como es la causa común que nos une.
Deseamos brindar por los éxitos de su país, deseamos
brindar por los nuevos logros y nuevos avances de este extraordinario país,
brindar por nuestras relaciones, brindar por usted, brindar por el compañero Ulbricht que tanto ha luchado por forjar esta RDA, por el
compañero Stoph, por todos los compañeros de la RDA,
brindar por la URSS, brindar por el campo socialista, brindar por el heroico
Viet Nam y brindar por el internacionalismo proletario (APLAUSOS).