DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN OCASION DE LAS MANIOBRAS MILITARES "AYACUCHO 150", EFECTUADAS EN EL POLIGONO NACIONAL DE LAS FAR MAYOR GENERAL "IGNACIO AGRAMONTE", EN CAMAGUEY, EL 22 DE NOVIEMBRE DE 1974, "AÑO DEL XV ANIVERSARIO".
(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Estimados invitados;
Queridos compañeros del Partido y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias:
Con estas maniobras hemos querido, en primer lugar, rendir homenaje digno a la histórica victoria latinoamericana de Ayacucho.
Pronto, el 9 de diciembre, se conmemorará el 150 aniversario de aquel épico acontecimiento que selló la primera independencia de los pueblos de América Latina. En aquella memorable ocasión, combatientes de todas partes de América del Sur, junto al pueblo peruano, pusieron fin al dominio colonial español en esa amplia extensión del hemisferio.
Con nosotros se encuentra precisamente hoy una numerosa delegación de altos oficiales de las Fuerzas Armadas Peruanas. Y si precisamente el 150 aniversario de la batalla de Ayacucho adquiere una significación especial, es por el hecho de que en aquel mismo sitio donde se libró esa batalla existe hoy un pueblo que, dirigido por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, marcha hacia la segunda y definitiva independencia de su patria (APLAUSOS). Porque después de los colonialistas españoles vinieron otros imperios, y por último el imperialismo yanki, a tratar de someter a nuestras patrias. ¡Y en el Perú hoy, como en Cuba, ya no domina el imperialismo yanki! (APLAUSOS)
En los primeros tiempos de la Revolución decíamos: "Cuba, Territorio Libre de América". Y hoy podemos decir también: ¡Te saludamos, hermano Perú, Territorio Libre de América! (APLAUSOS) ¡y sabemos que algún día las tierras de todos nuestros pueblos podrán proclamarse también territorios libres de América!
Con nosotros se encuentra igualmente, honrándonos con su fraternal presencia, una delegación de las Fuerzas Armadas de la Organización de Liberación de Palestina (APLAUSOS), quien lucha heroicamente por reivindicar los sagrados derechos nacionales de su pueblo. Y su causa, como la de todos los pueblos que luchan por la independencia y por la justicia, es también nuestra causa.
Estas maniobras han servido a la vez para desarrollar la eficiencia y la preparación combativa de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Hay un hecho especial, digno de destacarse, en esta ocasión, y es que las fuerzas de la División del Ejército Oriental, y del regimiento del Ejército de Occidente que maniobraron aquí, están constituidas en un 70% por miembros de la primera reserva de nuestras Fuerzas Armadas (APLAUSOS). Es decir, obreros de la ciudad y del campo, que prestan sus servicios en la producción. Una región, ¡una sola región de la provincia de Oriente, aportó 4 000 trabajadores reservistas; la región de Palma Soriano (APLAUSOS).
¿Y cómo fue posible organizar esta extraordinaria maniobra extrayendo 4 000 trabajadores de una sola región sin afectar la producción? Ello fue posible gracias a la experiencia y a la capacidad de dirección del Partido en las provincias de Oriente, del Partido en la región de Palma Soriano, del Partido en las demás regiones que le brindaron su apoyo y a la colaboración de las organizaciones de masa y del aparato administrativo del Estado.
Pero sin duda esto constituye una valiosísima experiencia para nuestro pueblo.
Consideramos conveniente que se divulguen algunos datos relacionados con la preparación de esta maniobra en lo que se refiere a la región de Palma Soriano. Los organismos más importantes, que fueron afectados en hombres, son los siguientes: MINAZ 306, Agropecuario 1 886, Construcción 269, Consumo y Servicios 285, Educación 82, Transporte y Comunicaciones 198, Salud Pública 73, organismos políticos 146.
Muchos trabajadores suspendieron su salida de vacaciones, o estando ya disfrutándolas plantearon reintegrarse al centro. Compromisos para trabajar 10 ó 12 horas, o para convertir en días normales de trabajo los sábados por la tarde y los domingos. Fueron vinculados compañeros y compañeras de los CDR y organismos de La Federación de Mujeres Cubanas más cercanos, a los centros con afectaciones más sensibles y que por sus propios medios no podían mantener la producción.
El trabajo y entusiasmo de los obreros y el apoyo de los cederistas y federadas permitió a la región, por ejemplo, ocupar el primer lugar provincial, por tercera vez consecutiva, en el chequeo de reparaciones recientemente efectuado, a pesar de la movilización.
En las actividades agropecuarias, la rama cañera, que fue la más afectada, cumplió sus principales actividades, siendo decisivo en esto la movilización y el esfuerzo de los trabajadores.
El cumplimiento de sus planes se comportó como a continuación se relaciona:
En preparación de tierras cumplieron al 109%; en siembra de caña, al 112%; en limpia total, al 100%; en fertilización, al 202%; en cultivo, al 136%; en aplicación de los herbicidas, al 223%,
En la rama pecuaria se cumplió la producción de leche al 104%, y la siembra de pastos al 228%.
En el Sector de la Construcción todas las afectaciones producidas fueron superadas con el esfuerzo de los trabajadores. Se destacan el DAP regional, que cumplió el plan de octubre al 132% y el plan del año con dos meses de antelación, y la Industria de Materiales, que lo cumplió al 103%.
En el Sector de Consumo y Servicios todas las fábricas que tiene este sector cumplieron sus planes al 100%, así como las unidades de distribución y servicios. En este sector fue determinante el trabajo que han realizado los obreros junto a los CDR y la FMC.
En el Sector de Educación, Ciencia y Cultura no dejó de funcionar ningún aula, y en las pruebas realizadas correspondientes al primer bimestre ocuparon el segundo lugar provincial en promoción las secundarias básicas externas. Se obtuvieron además promociones de 99% en enseñanza tecnológica, 99% en enseñanza politécnica y 94% en las escuelas secundarias básicas en el campo.
El INDER cumplió su plan al 100%, y fue declarado mejor en la provincia en el último chequeo de su organismo. El Consejo Nacional de Cultura, a pesar de tener afectado un grupo completo, mediante el esfuerzo de los grupos profesionales y la participación de los grupos aficionados, cumplió sus actividades al 155%.
En el Sector de Transporte y Comunicaciones, que por sus características no puede asimilar en gran cantidad el apoyo cederista, fue aun más decisivo el trabajo de los obreros del propio sector, cumpliéndose con las principales actividades, eliminándose las afectaciones.
El resultado obtenido es el siguiente:
En Comunicaciones, cumplimiento de entrega de cartas, al 113%; giros expedidos, al 105%; telegramas al 118%.
En Transporte se cumplió con los principales índices de producción; transporte de pasajeros, al 101,6%; autos estatales, al 151,3%.
He aquí una magnífica experiencia para nuestro Partido, para nuestro pueblo, para nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias: cómo, a pesar de haberse movilizado durante un mes y medio a 4 000 trabajadores de esa región, no solo se cumplieron las metas sino que, además, se sobrecumplieron.
Y esto es una lección de lo que nuestra patria tendría que hacer en caso de agresión. Si de una sola región se ha formado prácticamente una división, de todas las regiones del país se podrían extraer las divisiones que fuesen necesarias, enfrentar cualquier agresión y cumplir los planes de producción (APLAUSOS).
Eso es lo que puede dar una idea del grado de organización alcanzado por nuestro Partido, nuestro pueblo y nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En adición al esfuerzo productivo, debe señalarse que el Partido y las organizaciones de masas prestaron toda la atención debida a los familiares de los reservistas, y mantuvieron el contacto entre los reservistas y sus familiares y el contacto entre los reservistas y sus centros de producción.
Nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, en 1974, tienen solamente un 40% de las tropas regulares que tenían en 1970, liberando a más de 150 000 hombres jóvenes para la producción. Y esto, sin afectar el poderío de nuestras Fuerzas Armadas, sin debilitarlo; sino, por el contrario, reforzándolo cada día más.
Como ustedes saben, se han ido graduando miles de cuadros y miles de jóvenes estudian en las escuelas y academias de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias. Es decir, cada vez hay más cuadros. Luego, ¿de qué depende la fortaleza de nuestra defensa? ¿De quién dependerá cada día más la fortaleza de nuestra defensa? ¡De los reservistas y de su preparación combativa! (APLAUSOS)
Nuestras Fuerzas Armadas tendrán cada día menos tropas regulares y más tropas reservistas.
Cuando vemos lo que tenemos hoy, cuando vemos esta magnífica tropa y pensamos en su preparación y en su capacidad política, cuando vemos esta colosal masa de armamentos, recordamos cómo empezamos, recordamos lo poco que teníamos cuando comenzamos. Los hemos visto maniobrar a ustedes, los hemos visto actuar. Y, realmente, con la fuerza aquí presente —y que no es más que una pequeña parte de lo que tiene hoy nuestro pueblo— habríamos liquidado la tiranía batistiana en cuestión de días, en cuestión de horas, o en cuestión del tiempo que habríamos tardado en encontrarnos con ella (APLAUSOS). Y es verdaderamente alentador.
¿Pero podemos conformarnos con eso? ¿Podemos conformarnos con nuestro actual nivel de fuerzas? No. ¡Nuestro pueblo tiene el deber de ser cada día más fuerte!
La necesidad de poseer una poderosa defensa no es un gusto o un capricho de la Revolución, es una necesidad que nos impone el enemigo imperialista. Y el enemigo imperialista es poderoso. Nosotros somos un país pequeño con un enemigo poderoso. ¿Y cuánto tiempo será nuestro enemigo el imperialismo? ¡Mientras dure el imperialismo. Y nuestras relaciones con el gobierno imperialista de Estados Unidos no son nada buenas; pero incluso, si algún día existieron relaciones económicas o incluso relaciones diplomáticas, no por eso tendríamos derecho a debilitar nuestra defensa, porque nuestra defensa no podrá depender jamás de la buena fe de los imperialistas! (APLAUSOS) ¡Nuestra defensa, mientras exista el imperialismo, dependerá de nuestra fortaleza, de nuestra capacidad combativa, de la capacidad combativa de todo el campo socialista y de todos los pueblos revolucionarios!
Y nosotros no estamos solo al servicio de nuestra causa nacional, sino que estamos también al servicio de la causa de nuestros hermanos pueblos latinoamericanos en su lucha frente al imperialismo, ¡y estamos al lado de los pueblos que se enfrentan al imperialismo en cualquier parte del mundo! (APLAUSOS)
Luego, nuestra patria necesitará, por tiempo indefinido, una capacidad defensiva cada vez mayor, una preparación cada vez mayor. Y esa capacidad dependerá de la preparación de nuestro pueblo. En dos palabras: dependerá de la cantidad de cuadros que tengan nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias y de la cantidad de reservistas perfectamente preparados para el combate.
Y cuando un pueblo logra lo que ya estamos logrando nosotros, esta especie de milagro de que nuestros trabajadores de la ciudad y del campo tengan esta experiencia, hayan adquirido este aprendizaje que han adquirido ustedes puede decirse que es realmente un pueblo fuerte, ¡un pueblo y una revolución capaces de defenderse! (APLAUSOS) Por eso nuestro Partido, nuestro Gobierno y nuestro pueblo deben prestar especial atención a la preparación de sus reservas, es decir, a sus obreros-soldados. Como dijimos en una ocasión, aquí todos tenemos el deber de ser trabajadores, de ser soldados y de ser estudiantes (APLAUSOS).
Nosotros sabemos, compañeros combatientes, cuántos esfuerzos han realizado ustedes; con cuánto amor, con cuánta abnegación y espíritu de sacrificio se entregaron a la preparación de estas maniobras, separados de sus familiares y de sus centros de trabajo. Sabemos cuánto han tenido que esforzarse; cuánto han tenido que trabajar, sudar y luchar. Sabemos también el esfuerzo que realizaron los compañeros de ustedes en los centros de trabajo para que ustedes pudieran movilizarse; sabemos y comprendemos también el aporte de los familiares de ustedes, separados durante muchas semanas de sus seres queridos. Y por eso les expresamos a ustedes nuestro más profundo reconocimiento; nuestra felicitación, nuestra admiración, nuestra gratitud y nuestro cariño (APLAUSOS). Y se lo expresamos también a ellos, a los que quedaron en los centros de trabajo y a los familiares de todos ustedes.
Ellos, con su actitud y su espíritu, también han contribuido al éxito y a la brillantez de estas maniobras.
Expresamos, igualmente, nuestra más calurosa felicitación a los oficiales, clases y soldados de las tropas regulares: a los compañeros de la Marina, de la Defensa Antiaérea y de la Aviación que comenzaron estas maniobras por la región de Isla de Pinos; a los tanquistas, a los artilleros, a las tropas de comunicaciones, de transporte, de suministros, de sanidad militar, que han participado también en forma destacada. Y felicitamos a los oficiales paracaidistas de nuestra Brigada de asalto que por primera vez participan en unas maniobras de este tipo. Y felicitamos de modo especial, al mando del Ejército Oriental y al compañero Raúl Menéndez Tomasevich (APLAUSOS), que tan magníficamente trabajó en la organización y dirección de estas maniobras que, como todas las cosas de la Revolución, son cada vez mejores.
La calificación en tiro fue de sobresaliente (APLAUSOS). Nuestras tropas regulares y nuestros obreros reservistas maniobran y disparan sobresalientemente (APLAUSOS). ¿Quién podría de nuevo volver a esclavizar y explotar a nuestro pueblo? ¿Quién podría de nuevo establecer aquí un régimen de injusticia?
Un día el general Antonio Maceo dijo que quien intentara apoderarse de Cuba recogería el polvo de su suelo anegado en sangre (APLAUSOS). Larga fue la lucha de varias generaciones de cubanos por su independencia, por su libertad y por la justicia en nuestro suelo. ¡Pero nunca como hoy fue tan fuerte nuestro pueblo, fue tan segura su independencia, fue tan sólida su justicia! ¡Nunca como hoy aquellas palabras de Antonio Maceo constituyeron una verdad tan profunda! ¡Nunca como hoy nuestro pueblo se sintió tan seguro y tan defendido, puesto que es un pueblo capaz y preparado para defenderse a sí mismo! (APLAUSOS)
En la guerra es necesaria la técnica, es necesaria la preparación y es necesario sobre todo la conciencia y el coraje de los combatientes (APLAUSOS). Y ustedes poseen en abundancia esas tres cosas (APLAUSOS).
Compañeros combatientes: nuestro Partido y nuestro pueblo se sienten orgullosos de sus bizarros e invencibles soldados. Y estamos seguros de que si aquellos hombres que iniciaron esta última etapa de lucha por nuestra independencia, aquellos que protagonizaron el asalto al Moncada, o arribaron a nuestras costas en el Granma, o lucharon en la Sierra, o combatieron en el Escambray, o en Girón, o en cualquier frente de la patria o del mundo, abiertamente o en la clandestinidad, y murieron en la lucha; si hubiesen podido presenciar este espectáculo que nuestros ojos tienen el privilegio de ver hoy, se habrían sentido también orgullosos de ustedes.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)