DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN EL ACTO EN SALUDO A EDWARD GIEREK, PRIMER SECRETARIO DEL PARTIDO OBRERO UNIFICADO POLACO, CELEBRADO EN MOA, ORIENTE, EL 14 DE ENERO DE 1975, "AÑO DEL PRIMER CONGRESO".
(departamento de VERSIONES TAQUIGRAFICAS
DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)
Compañero Edward Gierek, Primer Secretario del Comité Central del Partido Obrero Unificado Polaco (APLAUSOS);
Compañeros de la delegación del Partido y del Gobierno de Polonia (APLAUSOS);
Compañeros del Partido y del Gobierno de Cuba (APLAUSOS);
Compañeros y compañeras trabajadores de Moa y de Nicaro (APLAUSOS);
Compañeros estudiantes (APLAUSOS):
Cuando preparábamos el programa para atender a la delegación del Partido y del Gobierno de Polonia, presidida por el compañero Gierek, nos hicimos esta pregunta: ¿qué lugares de Cuba le vamos a proponer al compañero Gierek? ¿Qué lugares visitar?
Por supuesto que era imprescindible visitar la provincia de Oriente (APLAUSOS). Pero, ¿a qué lugar de Oriente iríamos esta vez? ¿Dónde recibiríamos al compañero Gierek en esta indómita provincia? Y nos dijimos: Polonia es fundamentalmente un país minero, sobre cuya base edifica su industria y su economía; productora hoy de más de 200 millones de toneladas de carbón de piedra y de lignito. Gierek es minero (APLAUSOS), procede de una familia de mineros desde la época de sus tatarabuelos (APLAUSOS). Gierek comenzó a trabajar en minas de carbón a los 13 años de edad (APLAUSOS). Gierek desarrolló una gran parte de su trabajo como dirigente del Partido en la región minera de Silesia, llamada la Cuenca Roja por el espíritu revolucionario de sus trabajadores (APLAUSOS). En el desarrollo de aquella región obtuvo él señalados éxitos, y las simpatías y el apoyo de los trabajadores mineros de Silesia fueron factor importante en las responsabilidades que más tarde le daría como Primer Secretario el Partido de Polonia.
Recordábamos nosotros nuestra visita a ese hermano país, nuestro recorrido por Katowice y por Silesia, aquella enorme región industrial de cientos y cientos de kilómetros cuadrados sembrados de minas y de chimeneas. Recordábamos el cariño con que allí recibieron a la delegación cubana los trabajadores mineros, su entusiasmo, su impresionante espíritu revolucionario, su calor humano, su conciencia internacionalista (APLAUSOS). Y nos dijimos: a Gierek tenemos que recibirlo en nuestra región minera de la provincia de Oriente (APLAUSOS).
Estábamos muy seguros de que él habría de sentirse bien entre ustedes (APLAUSOS). Y estábamos también seguros de que ustedes se sentirían felices con la visita del compañero Gierek (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES). Que, como minero, él los comprendería perfectamente a ustedes y ustedes lo comprenderían perfectamente a él.
Además, que esta visita sería histórica para nuestra región minera, y un acontecimiento inolvidable para los trabajadores, para las familias y para los jóvenes y niños de esta región minera (APLAUSOS).
El destacado papel del compañero Edward Gierek en el fortalecimiento de la amistad entre nuestros dos pueblos, y la hermosa y heroica historia de Polonia, hacen acreedores a él y a su delegación de las simpatías y el cariño con que en nuestra patria se les ha recibido (APLAUSOS).
A Polonia se le conoció siempre como uno de los más heroicos y combativos pueblos del mundo, que efectuó una larga marcha por la conquista de su libertad y de su independencia. Esa vocación por la libertad es innata en el pueblo de Polonia. Y por ello, ciudadanos de ese pueblo lucharon junto a las mejores causas del mundo a lo largo de mucho tiempo. Y en nuestra propia patria, en las luchas por nuestra independencia, tuvimos combatientes polacos, y entre ellos la relevante figura de Carlos Roloff (APLAUSOS), por quien Martí expresara tanto cariño y admiración.
La última guerra mundial comenzó precisamente con motivo de la invasión fascista a Polonia. Las ambiciones expansivas del fascismo originaron aquella guerra, originaron aquella agresión. Millones de soldados nazis, perfectamente armados, fueron lanzados contra la nación polaca. Y nunca antes ese hermano pueblo pagó un precio tan alto de sufrimiento y de sangre por su independencia y su libertad. Baste decir que seis millones de polacos —¡seis millones!—, prácticamente uno de cada cinco ciudadanos de Polonia, murieron como consecuencia de esa agresión.
Seis millones se pronuncia fácilmente. Pero hay que tener imaginación para comprender la magnitud del sufrimiento y del dolor que hubo de soportar el pueblo de Polonia. Nuestro país conoce las luchas por la independencia, conoce los enormes sacrificios que costaron nuestras guerras por la libertad en el siglo pasado. Nuestros trabajadores, nuestros campesinos, nuestros jóvenes conocen los sacrificios que pagó nuestro pueblo por su revolución. Multipliquemos muchas veces esos sacrificios, y tendremos una idea de los sufrimientos que padeció el pueblo de Polonia.
No muy lejos de aquella región minera de Silesia, estaba el campo de concentración y el crematorio de Oswiecim, donde 4 millones de personas perecieron de hambre, de frío, de enfermedades, y especialmente víctimas de la increíble ferocidad y crueldad fascista. Allí llevaban hombres, mujeres y niños, jóvenes y ancianos a los crematorios, donde los asesinaban en cámaras de gas.
En aquel sitio que nosotros visitamos, quedan todavía algunas huellas de aquellos días bárbaros e increíbles: por ejemplo, depósitos enteros de cabellos humanos. Porque los fascistas se creían en el derecho de utilizar los restos de los seres humanos, los cabellos, a veces la piel, e incluso la grasa, como materia prima industrial.
Si algún pueblo conoció en toda su dimensión los horrores del fascismo, fue precisamente el pueblo de Polonia. La mayor parte de sus ciudades fueron destruidas. De Varsovia apenas quedó piedra sobre piedra. Pero el pueblo de Polonia no se desalentó jamás. Prácticamente en todos los frentes de batalla del mundo estaban los combatientes polacos, destacándose siempre por su valentía y su patriotismo (APLAUSOS).
y el pueblo de Polonia, los combatientes de Polonia, unidos a los heroicos soldados del Ejército Rojo de la Unión Soviética (APLAUSOS), aplastaron al final de la guerra a los fascistas que ocupaban Polonia, y a un costo extraordinario de vidas, alcanzaron la definitiva y sólida independencia de su patria.
Nuestro pueblo sabe admirar el heroísmo, sabe rendir tributo a los patriotas y a los revolucionarios. Y por eso nos inclinamos llenos de respeto y admiración ante ese magnífico pueblo (APLAUSOS). No solamente un pueblo patriótico, combativo y heroico, sino un pueblo extraordinariamente hospitalario, inteligente y amable (APLAUSOS). Para nosotros constituyó un gran privilegio haber tenido oportunidad de encontrarnos con el pueblo de Polonia.
Tras siglos de lucha, después de soportar toda clase de gobiernos feudales y gobiernos burgueses, el pueblo de Polonia encontró al fin su liberación definitiva en el socialismo y en el internacionalismo (APLAUSOS).
Fue precisamente por el espíritu reaccionario de los burgueses y de los terratenientes de Polonia, ciegos y sordos ante las realidades y llenos de prejuicios contra la URSS, por lo que Polonia tuvo que sufrir tanto en la última guerra. Porque no fueron capaces de apoyarse en las fuerzas que habrían podido sostener las posibilidades de Polonia para mantener su independencia.
Con el régimen socialista Polonia ha dado un altísimo salto en la historia. Hace poco se cumplieron 30 años de la liberación de Polonia (APLAUSOS). Y es increíble el gigantesco esfuerzo que ese pueblo ha realizado; primero, para reconstruir Polonia, para reconstruir sus ciudades arrasadas, sus edificaciones históricas, su arquitectura y, sobre todo, para desarrollar su economía.
Hoy Polonia se encuentra entre las 10 principales naciones industriales del mundo (APLAUSOS). Hoy Polonia marcha aceleradamente por los caminos de la ciencia y de la técnica y el nivel cultural de su pueblo se ha elevado extraordinariamente. Hoy Polonia constituye un importantísimo bastión de la comunidad socialista. Y estrechamente unida a los demás pueblos progresistas del mundo, a los países socialistas y en especial a la Unión Soviética (APLAUSOS), tiene por delante un brillante porvenir. ¡Ya no hay ni habrá jamás fuerzas capaces de someter de nuevo a Polonia! ¡No habrá fascismo capaz de perpetrar las agresiones que fueron perpetradas en el pasado! La independencia de Polonia hoy se defiende en primer lugar con su pueblo, con su heroico y eficientemente entrenado y armado ejército (APLAUSOS), y con la solidaridad del campo socialista y, muy especialmente, de la Unión Soviética (APLAUSOS). El pueblo de Polonia puede dedicarse a construir su futuro, planificándolo con muchos años de anticipación; puede elaborar los programas de desarrollo de su economía y la explotación de sus abundantes y valiosos recursos naturales.
Ese es el país y el pueblo cuya amistad homenajeamos hoy. Este es el dirigente del Partido y del pueblo a quien recibimos, saludamos y rendimos homenaje en esta región minera (APLAUSOS). Y entendemos que esta visita fortalecerá aún más, los ya sólidos y estrechos lazos entre los pueblos de Polonia y de Cuba (APLAUSOS). Países que pertenecen a una misma comunidad, países que luchan por los mismos objetivos humanos y sociales, países que marchan adelante bajo las consignas gloriosas e inmortales del marxismo-leninismo (APLAUSOS).
Ustedes conocen perfectamente bien las posibilidades que la revolución entraña.
¿Dónde estamos reunidos hoy? ¿No es acaso en estas tierras donde antaño señoreaban los imperialistas yankis? ¿No es acaso en esta Moa que era propiedad de una empresa yanki? ¿No es acaso en esta zona de ricas minas, de donde ellos extraían nuestras riquezas para no dejarnos más que la escoria, los paisajes desolados y la miseria? ¿Y hoy cómo estamos aquí, sino como dueños legítimos de esas riquezas que pertenecen a nuestro pueblo (APLAUSOS), que se explotan para beneficio de nuestro pueblo, dirigidas por trabajadores cubanos, y hablando en español y programando el futuro?
Hoy todas esas riquezas, cuya vista apenas alcanzan nuestros ojos, nos pertenecen, y debemos de desarrollarlas (APLAUSOS). ¡Y estamos decididos a desarrollarlas!
Hoy le explicaban a la delegación de Polonia las circunstancias en que quedó esta industria al triunfo de la Revolución, que ni siquiera estaba terminada; y cómo los yankis creían que los cubanos seríamos incapaces de echar a andar esta planta (APLAUSOS). Y esta planta ha trabajado ya durante más de 10 años, produciendo riquezas para nuestro país.
Pero no pensamos detenernos aquí. Esta planta tiene que ser reconstruida y modernizada, y ya se han iniciado los trabajos para la reconstrucción y modernización de esta planta, del mismo modo que se trabaja para la reconstrucción y modernización de Nicaro (APLAUSOS). Pero, además, se trabaja ya aceleradamente en el proyecto de la nueva planta metalúrgica de Punta Gorda (APLAUSOS), que deberá producir aproximadamente 30 000 toneladas de níquel por año.
Se han realizado ya las exploraciones pertinentes, y se continúan realizando, para descubrir todas las riquezas mineras de esta región. Y sabemos ya que hay mineral no solamente para construir una nueva planta en Punta Gorda, sino para construir otra planta más en esta región de Moa (APLAUSOS) y para construir una planta en Pinares de Mayarí (APLAUSOS).
Desde luego que ustedes saben que el desarrollo de esta región requiere inversiones realmente cuantiosas y que esa planta de Punta Gorda, con su equipamiento, las construcciones directas y las inversiones inducidas, asciende aproximadamente a 400 millones de pesos. La reconstrucción de Moa y de Nicaro requiere también importantes sumas. La construcción de todas estas obras, las viviendas que hay que construir en esta región, las escuelas, los politécnicos, los hospitales y todas las demás obras, requieren inversiones muy grandes.
Afortunadamente, desde hace algún tiempo se viene trabajando con intensidad en esta región, y una buena prueba de ello es esta hermosa escuela politécnica "Ñico López", que prácticamente inauguramos hoy (APLAUSOS), conjuntamente con el politécnico de Nicaro (APLAUSOS) y con la secundaria básica en el campo que está entre Nicaro y Moa (APLAUSOS). Ya se ven por todas partes las edificaciones y el trabajo, que transformarán esta región.
Pero los años futuros serán solo años de inversiones. ¡Quién sabe cuánto tendremos que invertir desde ahora hasta 1980! Y a pesar de eso, todavía antes de 1980 no recibiremos una tonelada más de níquel. La reconstrucción de Moa y de Nicaro, y la planta nueva no producirán hasta después de 1980, y para ese período estaremos también trabajando, con seguridad, en las plantas adicionales que nos proponemos construir en esta región.
Ello quiere decir que estos años tendrán que ser de mucho esfuerzo, de mucho trabajo y de mucho gasto en la región minera, antes de recibir los frutos.
Sabemos que de esta región se pueden extraer por lo menos 90 000 toneladas adicionales de níquel cada año, y debe ser nuestro propósito luchar y trabajar para lograr esa producción de níquel; debe ser nuestro propósito hacer el esfuerzo, los gastos y las inversiones necesarias, porque esa es la única forma de desarrollar un país.
Ya, con la ayuda de la Unión Soviética (APLAUSOS), vamos a reconstruir las dos plantas actuales y vamos a construir la nueva planta (APLAUSOS). Y tenemos la seguridad de que los recursos necesarios para el ulterior desarrollo de esta región los encontraremos y podremos movilizarlos.
Estamos seguros de que esta región se desarrollará hasta el máximo de sus posibilidades, creando riquezas para nuestra patria. No podemos olvidarnos que en cada una de estas plantas quedan como residuo millones de toneladas de hierro que algún día, de una forma o de otra, podrán ser utilizadas en la producción de acero (APLAUSOS).
No tenemos duda de que en esta región, a medida que la exploremos más a fondo, encontraremos nuevos recursos minerales (APLAUSOS); no tenemos duda del extraordinario porvenir de esta región de nuestra provincia y de nuestro país, y no tenemos duda de que ustedes serán capaces de llevar adelante ese desarrollo (APLAUSOS). Ustedes, los obreros de las plantas, los constructores, los trabajadores de las brigadas industriales, los estudiantes de la Facultad Universitaria (APLAUSOS), los estudiantes de nuestras escuelas politécnicas (APLAUSOS), y hasta los niños que vimos hoy, a lo largo de los caminos y de las carreteras para recibir al visitante, participarán en ese desarrollo y en ese futuro (APLAUSOS). Lo importante es que ustedes tengan conciencia clara de esas posibilidades y la voluntad de llevarlas adelante (APLAUSOS).
Hoy nos recordaban aquellos días en que los soldados rebeldes del Segundo Frente combatían en esta región. Nos recordaban la muerte heroica de Pedrín Soto Alba (APLAUSOS). Nos recordaban los sacrificios de aquellos días. Entonces estos tiempos parecían lejanos. Esta posibilidad de hoy, este acto de hoy, esta visita de hoy, esta escuela de hoy, nos parecían un sueño. Del mismo modo, tal vez puedan parecernos distantes algunas cosas que nos proponemos para el futuro; ¡pero igual que hemos conquistado el presente, seremos capaces de conquistar el porvenir! (APLAUSOS PROLONGADOS)
Les expresamos a todos ustedes nuestra gratitud y nuestro reconocimiento por el extraordinario recibimiento que han ofrecido hoy al compañero Gierek y a la delegación de la hermana Polonia (APLAUSOS). Les expresamos nuestra satisfacción al ver el magnífico espíritu de ustedes (APLAUSOS), y les expresamos la confianza de nuestro Partido, de nuestro Gobierno y de nuestro pueblo en el trabajo de ustedes (APLAUSOS).
¡Que viva el compañero Edward Gierek! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")
¡Que viva la amistad entre Cuba y Polonia! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")
¡Que viva el internacionalismo proletario! (EXCLAMACIONES DE: "¡Viva!")
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)