DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN LA INAUGURACION DE LA ESCUELA VOCACIONAL "GENERAL MAXIMO GOMEZ" Y APERTURA DEL CURSO ESCOLAR 1976-1977, EN CAMAGUEY, EL 1º DE SEPTIEMBRE DE 1976, "AÑO DEL XX ANIVERSARIO DEL GRANMA".

(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS

DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)

Queridos compañeros:

Siempre que se inaugura un nuevo curso escolar hay que hacer alguna referencia al curso anterior, porque es el que nos da la medida de cómo está marchando la educación en nuestro país.

Hay algunos índices que se utilizan para medir la eficiencia del trabajo. Uno de ellos, muy importante, es el nivel de escolarización, es decir, de cada 100 niños en edad escolar cuántos están asistiendo a la escuela.

Ya nuestro país ha alcanzado en este aspecto la más alta cifra posible, por lo que podemos decir que todos los niños entre 6 y 12 años están escolarizados. El dato estadístico es de 98,5% (APLAUSOS). Siempre hay algunos niños que por algunas razones de salud no pueden escolarizarse, y para ellos se construyen y se desarrollan también determinados tipos de instituciones escolares. Esto es entre 6 y 12 años.

Pero tenemos otro dato entre 13 y 16 años, porque si bien entre 6 y 12 tenemos prácticamente la totalidad, no ocurre lo mismo entre 13 y 16. Y yo les pregunto a ustedes: ¿qué puede estar haciendo un niño, o un adolescente, entre 13 y 16 años, que no sea asistir a la escuela?

Entre 13 y 16 años, en el pasado curso había un 78,3%, es decir que de cada 100 adolescentes entre esas edades había 78,3 en las escuelas.

Fue una mejora con relación al curso anterior, en que había 74,9, pero tenemos que seguir luchando hasta que la totalidad de los niños y adolescentes entre esas edades de 13 y 16 asistan también a las escuelas.

Según algunas indagaciones que se han hecho, en algunas regiones del país se puede apreciar que en determinadas zonas es mayor la escolarización en esas edades y en otras menor. Pero hay algo que debemos tener en cuenta: que, por ejemplo, en algunas áreas donde el 80% en esas edades está escolarizado, un 90% corresponde a los varones y un 70% a las niñas. Esto demuestra que todavía, por prejuicios, por las razones que sean —en algunos casos porque tienen que hacer tareas en la casa, porque ayudan a los hermanos, etcétera—, pero es el hecho de que la escolarización es mayor entre los varones que en las hembras en las edades de 13 a 16 años.

Y es muy importante, ahora que se está luchando por la igualdad de la mujer y ahora que un porcentaje alto —o más alto por lo menos que en procesos anteriores— de mujeres han sido nominadas como candidatas al Poder Popular (APLAUSOS), es necesario evitar esa discriminación, y es necesario que los padres se preocupen de que no solo los varones, sino también las hembras en esas edades, asistan a las escuelas.

De todas formas, crece por año el por ciento de adolescentes en esas edades que están escolarizados. Y desde luego, repito, tendremos que seguir luchando para que llegue el día en que podamos decir lo mismo que entre 6 y 12 años: que la totalidad entre 13 y 16 años asisten a las escuelas.

Hay otro índice. Ya yo dije uno: la escolarización. El segundo. ¿Ustedes no han oído hablar de estos índices? La retención, es decir el por ciento de niños que se matriculan al inicio del curso y al finalizar el curso, siguen asistiendo a la escuela.

La retención en primaria es muy alta: un 98% de los que se matriculan continúan hasta el final del curso. En la secundaria es de 93,3%, fue el pasado curso; en el preuniversitario, de 96,6%; en formación de maestros, 94,4%; en técnica y profesional ya baja un poco, fue de 83,3%. Quiere esto decir que en la enseñanza técnica y profesional hay un nivel más bajo de retención que en las demás enseñanzas, y esta es una cuestión que debemos atender. En la educación de adultos, es el 81,6% de retención.

El otro índice es la promoción. La promoción ha ido creciendo por año, es decir el número de los alumnos que pasan de grado. Y la promoción en el pasado curso, en la enseñanza primaria, fue de 97,3%; de cada 1 000 niños, 973 pasaron de grado. Ya es un índice alto. En secundaria, de cada 1 000, 961; en preuniversitario, de cada 1 000 alumnos, 959; en técnica y profesional, de cada 1 000, 962, y en formación de maestros 997 de cada 1 000, es decir, casi el ciento por ciento (APLAUSOS), lo cual es muy bueno, puesto que si esos alumnos van a ser maestros ellos tienen que dar el ejemplo promoviendo el curso, puesto que eso es lo que tendrán que exigirles después a sus alumnos.

En este índice de la promoción hay que tener en cuenta un factor: que antes se consideraban promovidos de curso hasta con dos asignaturas suspensas, pero ya este curso que pasó se admitió solo una asignatura, y tengo entendido que en el próximo curso ya no habrá asignaturas de arrastre y para considerarse la promoción tiene que ser con todas las asignaturas aprobadas (APLAUSOS).

Esto significa que si el próximo año la promoción fuera tan alta como este, ya sería una promoción de calidad superior, del mismo modo que la promoción este año, que es alta, resulta superior a la del pasado año, es una promoción de calidad superior, puesto que solo se admitió una asignatura sin aprobar.

En el pasado curso el número de estudiantes de nivel medio aumentó en más de 100 000 en un solo año. Antes de la Revolución, apenas eran 80 000 los alumnos de nivel medio, y este solo curso que acaba de transcurrir aumentó el número de alumnos en más de 100 000.

Pero hay otra cifra muy alentadora: los graduados de 6to grado. Se han graduado de 6to grado este curso 230 000 alumnos (APLAUSOS). Para tener una idea de lo que esto significa, baste decir que se han graduado de 6to grado más niños que los niños que nacieron en el pasado año (APLAUSOS), porque están naciendo alrededor de 200 000 por año, que son bastantes. Pero, como ustedes saben, al principio de la Revolución nacían más; en algunos años después del triunfo de la Revolución, 250 000-260 000 aproximadamente.

¿Por qué se pueden graduar 230 000? En primer lugar, porque ya algunas de esas generaciones de muchachos que nacieron al principio de la Revolución, se están graduando de 6to grado; y en segundo lugar, porque había algunos atrasados escolares. De modo que al irse superando el atraso escolar, el número de los que se gradúan de 6to grado es mayor. Lógicamente, si en 1976 nacen 200 000, dentro de 12 años, es decir, para allá para 1988, no se podrán graduar 230 000, serán un poco menos.

Esto trae problemas, porque como la Revolución se ha planteado el objetivo de que ningún niño graduado de 6to grado se quede sin posibilidades de poder seguir sus estudios, nos encontramos con un problema colosal: que todos esos muchachos necesitan escuelas de nivel medio para continuar sus estudios. A pesar de que el programa de construcciones escolares era muy amplio, no alcanzaba. Por eso este año, además de todas las escuelas tipo Girón que se están construyendo para el nivel medio, se están construyendo alrededor de 90 escuelas que llamamos provisionales, de madera. No son tan bonitas como esta, pero funcionan y funcionan bien. Y de todas formas había que hacer algo, puesto que el número de graduados de 6to grado supera todos los cálculos que se habían hecho anteriormente, lo cual es una prueba del mejoramiento y de la creciente eficiencia de nuestro sistema educacional. Las cifras se han ido muy por encima de todos los cálculos, y ahora hay que estar inventando, adoptando medidas de diverso tipo para poder darles oportunidad de estudiar a todos esos niños. Ya el año pasado fue un problema, y se hizo necesario adaptar viviendas y locales de todo tipo para hacer escuelas de secundaria. Pero este año el problema se repite y es mayor todavía.

Según esta situación que se va presentando, el número de estudiantes de nivel medio en el año 1980 va a ser más de un millón; actualmente es alrededor de 700 000. De modo que nos hemos visto obligados a buscar soluciones a este problema.

Era imposible toda esa masa de estudiantes poderla llevar al sistema de escuelas en el campo y de politécnicos, etcétera, dado su volumen. Los recursos que se necesitan son muchos, las escuelas que construimos no alcanzan. No disponemos de suficientes recursos para llevar, como se deseaba, a toda esa masa de estudiantes a un sistema de escuela perfecto, como son las escuelas secundarias en el campo y los politécnicos. Por eso nos veremos en la necesidad, en los próximos años, no solo de construir escuelas secundarias en el campo y politécnicos en los centrales azucareros y fábricas, sino también en las ciudades para alumnos externos. De modo que el número de becas este quinquenio aumentará en alrededor de 250 000 nuevas capacidades. Pero tenemos que construir capacidades para escuelas secundarias y politécnicos de alumnos externos también en las ciudades. Habrá que esperar un futuro más lejano para que podamos tener el mismo sistema de educación para toda la enseñanza media.

Ahora vienen otros problemas: de secundaria básica se graduaron, en este curso que finalizó, 35 848 alumnos —es una cifra alta—, que irán a los institutos tecnológicos, a los preuniversitarios, etcétera. Pero el próximo año se van a graduar de secundaria básica 115 000 alumnos. Esto, en parte, por el crecimiento de la masa que arriba a niveles superiores, y en parte porque se reúnen dos años en uno como consecuencia de medidas de tránsito que exige el plan de perfeccionamiento del sistema. Y por eso el número de graduados será muy alto. Ahora, en el año 1978 ya no serán dos años en uno, sino uno, el normal, y se van a graduar 105 000 alumnos de secundaria básica. Según la proyección, para 1979 se graduarán 130 000; en 1980, 180 000; y en el curso de 1980 a 1981, se calculan 200 000 graduados de secundaria básica (APLAUSOS).

Ahora bien: todo el mundo no puede estudiar bachillerato. Es necesario que los jóvenes estudiantes piensen que esa enorme masa de graduados de secundaria tendrá que ir hacia diversas ramas. Será imposible que todos pasen a los preuniversitarios, puesto que no vamos a estar ingresando 200 000 por año en los preuniversitarios. El país tiene que preparar técnicos, tiene que preparar obreros calificados para la producción, de los cuales tenemos muchas necesidades. De esta masa, una parte irá a las escuelas formadoras de maestros, por ejemplo; otros irán a los centros politécnicos, en fin, a formarse como técnicos y obreros calificados; y una parte irá a los preuniversitarios para continuar luego como estudiantes regulares en las universidades. Cuando ese momento llegue, el ingreso en el preuniversitario tendrá que hacerse por expediente, es decir, será necesario hacer una selección para el ingreso en los preuniversitarios.

Es aspiración de nuestra sociedad que todo el mundo pueda estudiar y estudiar al máximo, pero hay los estudios regulares y los estudios dirigidos. El estudiante de bachillerato no está adquiriendo una preparación específica para la producción, sino que se está preparando para realizar estudios superiores, para ser alumno de la enseñanza regular superior. Pensamos que lo correcto es que tengan oportunidad de realizar estudios superiores también los trabajadores, los técnicos medios, todos, pero no por el sistema regular de enseñanza universitaria, sino por cursos dirigidos. Si llega un momento en que todo el mundo quiere realizar un estudio superior, bueno, pues, se les dará oportunidad de una forma o de otra de que realice un estudio superior; lo que no quiere decir que se le pueda garantizar a cada graduado de un centro de enseñanza superior un cargo acorde con ese estudio, porque si todo el mundo se hace profesional universitario, entonces hay muchas actividades productivas... Se necesita un número de médicos, un número de ingenieros, de economistas, etcétera, ¡muchos!; pero si todo el mundo se hace economista, es imposible darle un cargo de economista a todo el mundo (APLAUSOS). Y si todo el mundo se hace ingeniero, es imposible darle un cargo de ingeniero a todo el mundo. Ahora, si alguien quiere ser ingeniero, porque quiere saber, ¡bueno, el saber dicen que no ocupa lugar! Es bueno para la sociedad el que todo el mundo quiera saber; incluso, si el que maneja un tractor quiere ser ingeniero mecánico, pues, ¡será el mejor tractorista del mundo siendo ingeniero mecánico! (APLAUSOS) ¡Magnífico! Habrá libros y habrá oportunidades de estudiar y de medir los conocimientos y todo, pero será imposible darle un cargo de ingeniero mecánico a todo el que se graduara en un futuro más lejano de ingeniero mecánico.

Yo creo que estas son preocupaciones lógicas que tenemos, y que las podemos entender todos. En esencia, que todo el que quiera estudiar, pueda estudiar; lo que en un momento dado del desarrollo educacional del país será imposible ya que todos puedan tener un título universitario con un cargo correspondiente al título universitario. Porque profesores, se necesitará un número de profesores, de médicos, de ingenieros. No solo los necesitaremos nosotros; no pensamos solo en los técnicos que Cuba va a necesitar, que son muchos, pero que llegará un momento, a este paso, en que tendremos todos los técnicos que necesitemos. Hay otros países que necesitan técnicos (APLAUSOS). Habrá que calcular todos los que necesitemos y una reserva. Recientemente, con motivo de la visita del compañero Neto, hablamos de la necesidad que tiene Angola de miles de técnicos (APLAUSOS).

Desgraciadamente, hay muchos países que no han tenido la oportunidad ni el tiempo de hacer esta revolución educacional que ha estado haciendo Cuba, y que comenzó por la lucha contra el analfabetismo. Es verdaderamente admirable que en este período de tiempo, un pueblo que comenzó luchando contra el analfabetismo, del cual había más de un millón, sus problemas ahora se derivan de que vamos a tener más de un millón en el nivel medio (APLAUSOS), de que vamos a graduar como 200 000 de secundaria todos los años en el futuro. Es verdaderamente asombroso. Pero nuestro país empezó por ahí.

¿Cuándo se vienen a ver los frutos de todo esto? Al cabo de... ¡Bueno, ya se ven algunos frutos! Todos estos jóvenes no son técnicos todavía, pero sin duda que van a ser magníficos técnicos. Y es una masa creciente. Pero técnicos ya, pasarán algunos años. Estos jovencitos que han ingresado en el primer año de secundaria de esta escuela vocacional tienen que estudiar seis años, y después unos cinco años más en la universidad. Dentro de 11 años se habrán graduado en las universidades. Se necesitan años; la vida lo demuestra. Pero los años pasan y, con el transcurso del tiempo, vienen también los resultados.

Otros países no han podido hacer esto, y técnicos se van a necesitar aquí y en otras partes. Por lo tanto, una de las posibilidades de nuestros técnicos es la posibilidad de trabajar también fuera de Cuba en un momento determinado.

Nuestra enseñanza ha tenido que vencer muchas dificultades: primero era el analfabetismo; ahora ya se está luchando por el 6to grado, y parece que cobra impulso este movimiento en favor del 6to grado para todos los trabajadores (APLAUSOS). Y la consigna lanzada por la CTC de que todos los trabajadores alcancen el 6to grado para 1980 está cobrando mucha fuerza. Ya este año —porque ya hablé de los graduados de 6to grado de la enseñanza primaria regular— se graduaron de 6to, según datos que me dieron, 140 000 trabajadores (APLAUSOS). Una cifra respetable. Doscientos treinta mil por un lado y 140 000 por otro, suman 370 000 graduados de 6to grado entre niños y adultos (APLAUSOS). Y el 6to grado en Cuba ya es un 6to grado de verdad, mucho más fuerte que el 6to grado que estudiábamos nosotros en nuestra época, de modo que tenemos que revisar los libros y los conocimientos que ya se adquieren con un 6to grado.

Pero empezamos en la lucha contra el analfabetismo. No había suficientes maestros, aulas, ni libros, ni textos, ni nada. Muchos de aquellos textos eran una basura. Hubo que hacer textos nuevos, resolver muchos problemas, formar maestros; pero los maestros no alcanzaban.

Actualmente las escuelas formado ras de maestros tienen 35 000 alumnos, y el Destacamento Pedagógico, "Manuel Ascunce Domenech" cuenta ya con 20 000 jóvenes (APLAUSOS), que están estudiando y, una gran parte de ellos, a la vez, ejerciendo ya como profesores de la secundaria; porque si no había maestros para la primaria, ¿cómo íbamos a disponer de profesores para estos cientos de miles que se gradúan de 6to grado, y que ingresan en la enseñanza media? ¡Imposible! Y la respuesta la dio la juventud, los propios estudiantes. Igual que los propios estudiantes fueron la fuerza fundamental en la campaña de alfabetización, los propios estudiantes han sido la fuerza fundamental en la solución de este difícil problema que era disponer de profesores para las secundarias básicas (APLAUSOS). Y este destacamento crece y se supera, y está ejerciendo magníficamente bien su tarea. Los que se desempeñan como profesores lo hacen bien, lo hacen con eficiencia, bajo la dirección —desde luego— de profesores que cuentan ya con más experiencia; pero con el Destacamento se ha resuelto un importantísimo problema (APLAUSOS). Y se está creando también un destacamento para hacer lo mismo en los politécnicos.

En la enseñanza primaria hace algunos años la mayoría de los maestros no eran titulados. Fue necesario improvisar a muchos ciudadanos como maestros para que no existiera una escuela sin aula y un niño sin maestro. Claro, haciendo con ellos un esfuerzo especial, dotándolos de los textos, de las orientaciones adecuadas, y preparándolos; a la vez que enseñaban, se preparaban y se superaban.

Ya este año se han titulado como maestros 10 000 personas en el país. La mayor parte de ellos, maestros que estaban enseñando sin título todavía, pero que han estado estudiando durante estos años (APLAUSOS).

Para que pueda apreciarse el progreso en este terreno, podemos señalar que en 1972 solo el 23% de los maestros primarios eran titulados, ¡solo el veintitrés por ciento! Ya ahora, en este curso que se inicia, el 60% de los maestros primarios son titulados (APLAUSOS), y para 1980, el ciento por ciento de los maestros primarios serán titulados (APLAUSOS). Esto, aparte de nuestras escuelas de maestros primarios, que —como dije— cuentan ya con 35 000 alumnos (APLAUSOS). Esto permitirá muchas cosas: permitirá disponer de todos los maestros que necesitemos y, además, disponer de una reserva para darles facilidades a los maestros para que estudien más, se superen. En fin tendremos dentro de algunos años una buena reserva de maestros, y todos titulados.

Eso, en la primaria. En las secundarias, en los preuniversitarios y en los politécnicos tendremos decenas de miles de profesores graduados salidos de los destacamentos.

Ahora los maestros primarios, o los estudiantes de maestros primarios, ingresaban en sus escuelas con el 6to grado aprobado; pero ya pronto los que ingresen en las escuelas de maestros primarios no serán de 6to grado, serán graduados de secundaria básica, tendrán un nivel superior. Al principio tenían que ser de 6to grado; ahora, con estas graduaciones enormes de secundaria, ingresarán con nueve grados en las escuelas pedagógicas, y los del Destacamento Pedagógico ingresarán con 12 grados, es decir, ya con el título de bachiller. Todo esto se traducirá incesantemente en un cuerpo de profesores y maestros cada vez más preparado, cada vez más eficiente, cada vez con un nivel más alto.

En el Ministerio de Educación los trabajadores de la enseñanza aumentan año por año. Ya en el pasado curso el Ministerio contaba con 250 000 trabajadores, de los cuales 150 000 eran trabajadores docentes. En este curso que se inicia comenzarán, participarán en él, 3 320 000 personas en los distintos niveles de enseñanza (APLAUSOS); 3 320 000 estudiantes, incluidos los adultos, comienzan el curso. ¡Sin duda que es un día de una gran importancia para millones de personas y para todo el pueblo!

Esto quiere decir que de cada tres personas, de todas las edades, habrá más de una estudiando; porque 3 320 000 es más que la tercera parte de la población total de Cuba (APLAUSOS).

Claro que también aumenta el gasto de la educación, y ya en este año el gasto de nuestro país en educación —sin contar muchas escuelas que tienen organismos, etcétera— se calcula aproximadamente en 961 millones de pesos. ¡Son bastantes!

En 1958 el país gastaba 11 pesos per cápita en educación; en 1976 el país, gasta 102 pesos per cápita en educación (APLAUSOS). Es decir que por cada ciudadano de este país, como promedio, se gasta más de 100 pesos en educación.

También hay que imprimir muchos libros. En el pasado año, en 1975, se imprimieron 306 títulos para la educación, con 18 642 000 ejemplares. Y para este año se están imprimiendo alrededor de 345 títulos, con mas de 20 millones de ejemplares. ¡Y hay que ver los libros que se están imprimiendo y la calidad de esos libros!

Todo esto asociado al programa de perfeccionamiento del sistema educacional. ¿Qué quiere decir esto? Que en el futuro ya la eficiencia de nuestra enseñanza no se medirá solo por los datos del total de niños escolarizados, por los datos de retención escolar, por los datos de promociones; esos datos llegan a un límite, que no se puede superar. Es decir, ya no será una cuestión cuantitativa, sino cualitativa: la eficiencia de nuestra educación se medirá por su calidad, con maestros cada vez más preparados, con textos cada vez mejores y con un contenido superior (APLAUSOS).

El Ministerio de Educación viene trabajando desde hace varios años en esta importantísima tarea de perfeccionamiento del sistema, y los resultados de ese esfuerzo van a ser realmente asombrosos en la calidad de nuestra enseñanza. Un sistema perfeccionado no se puede aplicar de un año para otro; hay que hacer un gigantesco esfuerzo intelectual y de organización y de preparación de los profesores para ello. Y se ha empezado a aplicar en 1er grado, empezaron por 1er grado, y cursos de tránsito en otros niveles. Cuando se empieza a aplicar el sistema nuevo, el sistema perfeccionado, en un grado todo ha cambiado: los programas de estudio, la materia, los textos. Y los cursos de cada año y cada una de las materias tienen que ir relacionados unos con otros, pero aprovechando las nuevas experiencias y los más modernos adelantos en la ciencia pedagógica, de modo que cada hora de estudio se multiplique en los resultados, y que cuando un alumno haya cursado seis grados, o nueve grados, o doce grados, tenga una preparación incomparablemente superior en todos los sentidos a la preparación que adquiría en la antigua escuela, con los antiguos métodos, con los antiguos textos, con el antiguo contenido. Porque la educación —según un principio— tiene que marchar acorde con los adelantos de la ciencia y de la técnica, y los conocimientos se renuevan incesantemente; cada cierto número de años los conocimientos que ha atesorado la humanidad se duplican, y la enseñanza tiene que estar a tono con eso.

Una vez establecido el principio de perfeccionamiento del sistema y de haber aplicado esos principios, será después necesario, incesantemente, ir adaptando progresivamente todo el sistema de educación a los adelantos de la ciencia y de la técnica. Es una tarea muy importante.

Ya este año los nuevos programas se aplican en 1er grado, en 2do grado y en 5to grado. Y hay cursos de tránsito y no van a ser 13 años como ahora; serán 12: seis de primaria, tres de secundaria y tres de preuniversitario. Y en esos 12 años aprenderán el doble o el triple, o quién sabe cuánto, de lo que realmente se aprendía antes en el mismo tiempo.

Para nuestro país esto es una revolución, un avance extraordinario, en el cual nos beneficiamos de la experiencia que otros países socialistas han adquirido en este terreno, especialmente la Unión Soviética (APLAUSOS).

Por eso en los años futuros oiremos hablar mucho de esta cuestión del perfeccionamiento del sistema. Los maestros lo saben, porque decenas de miles de maestros, haciendo grandes esfuerzos y grandes sacrificios, dedicando sábados y domingos y semanas de receso escolar, han estado recibiendo cursos, han estado recibiendo seminarios, calladamente, silenciosamente, abnegadamente, pudiéramos decir que anónimamente, preparándose para este perfeccionamiento del sistema. Ellos saben ya en qué consiste el perfeccionamiento del sistema, que abarca infinidad de tareas, desde los métodos nuevos, los textos, la materia, todo.

De modo que al iniciar este curso se pueden exhibir realmente grandes avances y un cuadro realmente optimista de nuestra educación. Pero que hablemos de perfeccionamiento del sistema no significa ni mucho menos que sea perfecta ahora ya nuestra educación. Hay que trabajar mucho en este terreno y en muchas cosas.

La base material todavía, desgraciadamente, es pobre. Muchas escuelas primarias tienen instalaciones que no son adecuadas. Como les dije antes, muchas de las secundarias que estamos haciendo ahora son de madera, para poder resolver el problema. Claro, todas las instalaciones no son como esta. Si todo fuera así, sería una maravilla. Pero vamos trabajando. Se han construido cientos y cientos de instalaciones muy modernas en estos años y muy buenas, y seguiremos año por año. Y acumulando ciento y tantas sobre ciento y tantas, llegaremos a tener un día todas las que necesitemos. Es cuestión de tiempo (APLAUSOS).

Hay factores materiales y hay también factores subjetivos todavía que influyen en todo: los alumnos, la familia, el ambiente. Algunas preocupaciones: por ejemplo, a veces la asistencia o la puntualidad a clases, hay alumnos que llegan tarde, no son puntuales; hay alumnos que no asisten a algunas clases. Puede presentarse también este problema con algunos trabajadores de la educación. Y por lo tanto, la cuestión es que además de la escolarización, la retención, la promoción, etcétera, tenemos que empezar a preocuparnos también de que haya la máxima puntualidad y asistencia a las clases.

A veces se dan casos en la propia enseñanza media de alumnos becados que, si tienen que entrar el domingo por la noche, pues entran el lunes por la mañana o por la tarde. Alguien les tolera eso en la casa, y a lo mejor se lo consienten. No ayuda al alumno. La familia, el núcleo familiar tiene que luchar junto con los maestros, junto con el resto de la sociedad por inculcar los hábitos adecuados a sus hijos, entre ellos el hábito de la puntualidad y de la asistencia.

Están los problemas relacionados con la educación formal —se le ha puesto ese nombre—, que es lo que se refiere a las formas en que debe comportarse cada joven, cada niño, cada ciudadano con los demás. Ya sobre eso se habló una vez, y ahora se está elaborando un manual, un libro abordando todas estas cuestiones de cuál debe ser la conducta de cada individuo con relación a los demás.

Hoy, cuando visitábamos la escuela, la directora nos mostraba un pequeño saloncito que decía que era el comedor-escuela. Y dije: ¿el comedor-escuela? ¿Qué será esto? Era chiquitico, al lado estaba el gran comedor de la escuela. Me dijo: este es un pequeño salón para pasar rotativamente a los alumnos por allí y enseñarlos a comer (APLAUSOS). Y eso es importante. ¿Qué hacemos si no con uno de estos graduado dentro de 11 años, todo un señor médico, por ejemplo, que no sepa ni cómo agarrar un tenedor? (RISAS) Eso es muy bueno. Prestarle toda la atención. No voy a repetirles algunos conceptos que ya hemos mencionado en otras ocasiones, acerca de esas normas de respeto que resultan tan indispensables en la vida, que se aprecian tanto o más que cualquier objeto material y hacen la existencia mucho más agradable y mucho más feliz para todos.

También será necesario hacer un esfuerzo especial en el deporte (APLAUSOS). Nuestras instalaciones deportivas escolares no se usan suficientemente, y hay que desarrollar el deporte, porque está muy relacionado con la cultura, con la salud y con el bienestar de la sociedad, con la salud y el futuro de las nuevas generaciones: la educación física y el deporte. También nos gusta ganar medallas de oro (APLAUSOS). No voy a decir que no. Nos gusta ganar medallas de oro. Pero más importante que las medallas de oro es el deporte y la educación física en sí. Mucho más importante. En todo caso las competencias sirven para medir lo que hemos avanzado en el terreno del deporte; sirven para eso. Y las competencias han demostrado que Cuba ha avanzado más que, por ejemplo, todos los países latinoamericanos juntos. Nosotros hemos ganado más medallas que todos los países latinoamericanos juntos en estas Olimpiadas (APLAUSOS).

Pero a pesar de eso no podemos sentirnos satisfechos, puesto que creemos que se puede hacer mucho más en el deporte, puesto que hay que generalizar y sistematizar más la práctica.

La Revolución está construyendo escuelas de profesores de educación física, precisamente para eso (APLAUSOS).

Hay que usar todas las instalaciones, aprovechar todas las oportunidades. Es increíble que un joven no sepa, por ejemplo, nadar y que haya un joven que se pueda ahogar en un charco de una guardarraya (RISAS). Increíble, cuando el hombre dicen que procede del agua. La vida dicen que procede del agua, las primeras formas, según dicen los libros de biología, proceden del mar; ahora vemos un tipo evolucionado que no sabe nadar. Claro, no hay suficientes piscinas, lo sabemos; pero no debemos conformarnos con eso. No podemos hacer muchas piscinas, poco a poco se van haciendo algunas. Pero sí hemos construido y estamos construyendo muchas micropresas (RISAS) y presas, y podemos impulsar ese deporte. Y cuando no hay una piscina, una micropresa puede ser buena (RISAS). Incluso, cruzar una presa nadando —competencia de jóvenes— con su botecito al lado para que no haya problema (RISAS). Se pueden hacer muchas cosas.

Nosotros tenemos hasta el mal hábito de que en los meses de noviembre, diciembre, enero, no hay quien se meta en el mar, en una playa (RISAS), y le tiene más miedo el cubano al agua en enero que el gato (RISAS). Parecemos gatos en el mes de enero (RISAS), porque se dice que estamos en invierno. ¡Aquí nadie sabe lo que es un invierno! Porque los que conocen el invierno de verdad, cuando vienen a las playas nuestras en diciembre, enero, febrero, les parece una sauna, encuentran el agua hirviendo (RISAS) y aquí le tenemos miedo al agua.

Sé que aquí en esta escuela han puesto agua fría y caliente (RISAS). Y yo digo: aparte de la energía que vamos a gastar ahí, el agua que vamos a botar —porque mientras probamos si está caliente, si está fría, tenemos la ducha abierta—, además de eso, creo que no vamos a educar muy bien, porque le van a tener miedo al agua fría en diciembre (RISAS). Tal vez no lo pensamos muy bien cuando pusimos agua fría y caliente en esta escuela.

Yo aprendí a nadar en un río (RISAS), un río chiquitico, una poceta que había allí. No soy campeón, desde luego (RISAS), pero nado, no me ahogo en la charca. Y se deben aprovechar todos los recursos para fomentar la natación. Lo poco que sabemos de natación, a pesar de ser uno de los mejores ejercicios, lo demuestran las competencias: nosotros no ganamos ni una medalla de bronce, nunca, en ninguna competencia internacional de natación.

Las piscinas que tenemos hay que usarlas más. No tenemos, a decir verdad, grandes esperanzas de sacar de ustedes algún campeón aquí (RISAS), a pesar de esa superpiscina que tienen. No es por nada, no es que piense que ustedes no tengan facultades, sino es que dicen que en la natación hay que empezar desde muy temprano, desde la primaria. De modo que quién sabe cuántos campeones frustrados tenemos entre ustedes, por no haber empezado a nadar desde 1er grado (RISAS).

Pero, desde luego, esa piscina no se puede tener ahí sin usar (APLAUSOS). Y si en Camagüey no hay muchas piscinas —y tardaremos tiempo en tener todas las piscinas que necesitemos tan bonitas como esta de 50 metros, olímpica, con el cordoncito por el medio y todo—, tenemos que usar bien las que disponemos.

Nosotros hablábamos con la Directora —y lo mismo hay que hacer dondequiera que haya una piscina— a qué hora ustedes no usan la piscina, puesto que están en clase, puesto que están en trabajo. Pero hay miles de muchachos de primaria en Camagüey. No quiero decir que vengan todos a nadar en la piscina, porque no caben (RISAS), pero bien pueden los organismos deportivos de Camagüey —entre esas decenas de miles de pioneros— ver todos aquellos que flotan mejor y que tienen mejor disposición para ese deporte. Y como tienen ómnibus, puesto que ellos vienen al trabajo productivo y aquí en los alrededores de Camagüey, tienen sus huertos escolares por toda esta zona, de la misma manera que vienen a realizar trabajo productivo se pueden seleccionar entre miles de muchachos aquellos que tengan mejores condiciones para entrenarse en la piscina de la escuela. Esto, independientemente de la EIDE que estamos construyendo y que tendrá su piscina también, y donde irán aquellos muchachos que más se destacan en el deporte. Pero mientras no tengamos piscinas suficientes sería un crimen tener esa piscina subutilizada. Está situada en un extremo de la escuela, lejos de las aulas, y los pioneros y los organismos deportivos pueden organizar el uso de esa piscina en el momento en que ustedes no la estén usando. ¿Están de acuerdo ustedes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí! ") Bien (APLAUSOS).

Lo mismo tenemos que hacer con todas las instalaciones deportivas. Hay que ver los campos deportivos que tenemos en las secundarias básicas y qué tanto por ciento se usa. Se acordó, en un principio, construir algunas piscinas en las secundarias básicas en el campo como premio. Se han ido construyendo algunas, no todas las que había que construir —creo que le deben algunas piscinas al Ministerio de Educación—, pero donde haya una, hay que usarla; donde haya un campo deportivo en buenas condiciones, hay que usarlo. Y hacer un especial esfuerzo en el deporte.

Vean ustedes las competencias de remo. Nosotros no ganamos tampoco medalla en remo, y esta es una isla llena de puertos, de bahías, de presas, de todo. Sacar remeros aquí no debe ser muy difícil y el kayak y todos esos deportes náuticos. ¡Hay que hacer un esfuerzo en el deporte en general! No podemos jugar solo pelota. Además, como ustedes saben, no les da la gana de que la pelota esté en las olimpiadas. Está la equitación. Sí, desde luego, muy bonita la equitación, pero la equitación es un deporte inventado por los aristócratas en Europa. Pero como Europa tiene mucha influencia en el Comité Olímpico, cuando se habla de incluir el béisbol, como ellos no saben, entonces no quieren ni oír hablar de eso. En cambio, está el deporte de vela. Bueno, muy bueno, desde la época de Colón hasta ahora, no lo dudo (RISAS). No voy a subestimar las velas, puesto que en tres carabelas de velas llegó Colón aquí (RISAS). Pero hay velas, yatismo, competencia hípica, ¿verdad?, caballos de pura raza y burgueses de pura raza también en los caballos (RISAS). Bueno, aceptamos, y el día que tengamos buenos caballos y buenos jinetes aquí, tendremos los jinetes proletarios compitiendo con los aristócratas (APLAUSOS). Pero es injusto considerar algunos deportes con derecho a estar en las Olimpiadas y no el béisbol, que es un deporte fuerte. Es un deporte, nadie lo puede negar: el ejercicio que requiere, el acondicionamiento, los reflejos que se requieren. Y así son las cosas.

Claro, tampoco podemos irnos por un solo deporte. No podemos ser solo beisboleros, porque hay otros deportes muy buenos: el balompié, el básquet, el voleibol —muchos deportes—, la natación, algunos de los que he mencionado y otros que no tengo tiempo de mencionar aquí, y que son completos. No podemos dedicarnos a un solo deporte; esa es la realidad, y hay un peso yo diría que muy alto en el béisbol aquí, alto. Y nosotros mismos, dondequiera que hemos hecho una escuela, hemos hecho un campo de béisbol.

También hemos hecho campo y pista —que no se usan muchas veces—, y después de Juantorena y de Silvio Leonard necesitamos atletas que ocupen su lugar en el futuro (APLAUSOS). Y que no solo le ganemos la medalla de los 400 metros, sino también el relevo de 400 metros. No necesitamos un Juantorena, necesitamos cuatro para ganar también el relevo y para ganar en 100, en 200 y en 1 500 (APLAUSOS). Hay que practicar el atletismo, que tenemos muchas pistas construidas en estos años y estudiar la colaboración entre Educación, el INDER, para aprovechar esas instalaciones y darle un impulso mucho mayor todavía al deporte, sin gastar mucho más dinero, desde luego, usando bien lo que tenemos.

Es un punto al que hay que prestarle atención, porque en este curso pasado hubo una cierta disminución en la actividad deportiva escolar con relación al anterior.

Se están construyendo escuelas de profesores de Educación Física y Deportes —como les decía— y se están construyendo escuelas de iniciación deportiva también. De modo que contemos con todos los profesores que necesitamos (APLAUSOS), y contemos con todas las escuelas de iniciación deportiva que necesitemos. ¡Ojalá que llegue el día en que cada nueva provincia tenga su escuela de iniciación deportiva: Esas escuelas son iguales a las demás en materia de educación, solo que cuentan con instalaciones especiales y van a ellas alumnos que poseen condiciones sobresalientes para el deporte, donde desarrollan plenamente sus facultades.

Pero no podemos concretarnos solo a las escuelas de iniciación deportiva. No hacemos deporte solo para producir campeones; los campeones dan la medida del avance técnico de nuestro deporte; hacemos deporte por el bienestar de la juventud y por el bienestar del pueblo (APLAUSOS).

La provincia de Camagüey, que este año ha sido sede de este acto inaugural de curso, ha tenido también —como todo el resto del país— muy buenos resultados educacionales (APLAUSOS). Si en 1971, por ejemplo, en la provincia la promoción escolar en primaria era del 66%, este curso alcanzó ya un 95,9%. ¡Es un gran salto! (APLAUSOS) Se ha trabajado mucho en la creación de instalaciones escolares. Y así, cuando la Revolución triunfó y resultado del esfuerzo de todos los años anteriores a 1972, había capacidades escolares en Camagüey para 116 000 alumnos; solo en los últimos cuatro años se han creado capacidades para 82 000 nuevos alumnos, y de ellos 42 000 becados (APLAUSOS). Antes de la Revolución había determinadas capacidades en primaria y en la enseñanza media, pero no para alumnos becados.

¿Cuántos becados había en el capitalismo? Prácticamente ninguno, algunos colegios privados exclusivamente. Se han creado capacidades para 42 000 becados en la provincia de Camagüey en los últimos cuatro años. .

Se puede decir realmente que se han construido más instalaciones escolares, porque no es lo mismo una escuela de alumnos externos que una escuela para alumnos becados internos; se requiere mucha más capacidad constructiva, en cuatro años, que en todas las épocas anteriores juntas. Esa es la realidad. Y no se ha construido solo aquí en la ciudad de Camagüey, se ha construido en toda la provincia. Y eso ha contribuido a esta gran mejoría en la educación en la provincia camagüeyana.

Hemos visto aquí en la ciudad de Camagüey cómo surgen las instalaciones, comenzando por el instituto tecnológico Mártires de Pino Tres, continuando por la escuela de maestros "Enrique José Varona" (APLAUSOS). A nosotros nos llamó mucho la atención esa escuela. La vimos cuando se estaba construyendo y cuando estaba terminada. Tiene un magnífico proyecto, unos colores muy bonitos. A decir verdad, me pareció una de las más hermosas escuelas formadoras de maestros que tiene el país (APLAUSOS).

Después se construyó la escuela de profesores de Educación Física (APLAUSOS), al lado se construye la escuela de iniciación deportiva (APLAUSOS), muy cerca de allí se avanzó extraordinariamente en la construcción de la sede universitaria (APLAUSOS), sede que ya cuenta con 6 000 alumnos (APLAUSOS), un poco más y después de 1980 Camagüey tendrá casi tantos estudiantes universitarios como los que había en todo el país antes de la Revolución (APLAUSOS). Es un gran avance, digno de mencionarse, el desarrollo exitoso de la universidad de Camagüey (APLAUSOS).

Cerca de esa sede los constructores, con la ayuda de los propios estudiantes, han edificado una hermosa escuela de cuadros para el Partido (APLAUSOS), y hoy nos reunimos aquí para inaugurar esta maravilla de escuela (APLAUSOS PROLONGADOS). No me gusta exagerar, pero creo realmente que se puede calificar de maravillosa esta escuela (APLAUSOS). Hay que verla. Me habían hablado de ella, la visitamos varias veces cuando estaba en construcción, pero no podía ni siquiera imaginarme cómo iba a ser cuando estuviera terminada. Y ahora la vemos completamente terminada; pueden faltar algunos detallitos, algunas barandas en algunas escaleras, pero cosas ya insignificantes.

Desde el punto de vista de su base material, por el proyecto, construido en base al sistema Girón, pero con una concepción específica para esta escuela, por la concentración y la distribución de sus instalaciones, por su arquitectura, sin duda que en este momento es la mejor de Cuba (APLAUSOS PROLONGADOS).

En esta escuela se refleja la experiencia constructiva acumulada, la experiencia que se ha ido reuniendo en estos años de intenso programa de construcciones escolares. Cuenta incluso con el anfiteatro terminado, que creo que lo van a inaugurar esta noche (APLAUSOS). Tengo entendido que van a presentar esta noche allí un espectáculo de ballet. El gimnasio está terminado y es magnífico, igualmente el teatro, aunque queda por resolver el problema de la ventilación; está todo preparado, pero hay unos equipos pendientes, por lo tanto habrá que ver alguna película con su poco de calor. Tiene una preciosa biblioteca y una piscina olímpica con todos los detalles, un magnífico comedor, con su saloncito incluso para aprender a comer; numerosas aulas especiales donde no falta nada —coro, danza, etcétera— para los dos niveles: secundaria y preuniversitario.

Las soluciones funcionales de la escuela son muy buenas, las distancias son cortas y la distribución de todas las edificaciones ha sido hecha realmente con un verdadero arte. Debemos felicitar al grupo de construcciones escolares y al arquitecto que proyectó esta escuela (APLAUSOS).

En realidad, esta escuela habla muy alto, pero muy alto, de los constructores camagüeyanos (APLAUSOS), por la calidad del trabajo, por la terminación y por la rapidez con que se ha construido, al igual que las otras instalaciones escolares de Camagüey (APLAUSOS).

Aquí podemos apreciar que la calidad de las otras escuelas que mencionábamos no es casualidad. Y realmente la escuela ha sido hecha ciento por ciento por los constructores camagüeyanos (APLAUSOS). Y quedará aquí como un símbolo de las creaciones que puede lograr el sudor del hombre, el trabajo humano.

Estoy seguro de que ellos siempre se sentirán satisfechos de ver la obra que han concluido con su esfuerzo y su dedicación. Realmente merecen la más cálida felicitación (APLAUSOS).

Ahora bien: ustedes, que no tengo la menor duda de que admiran la obra de nuestros trabajadores, puesto que la están presenciando, tienen una parte muy importante en el futuro. No quiero sacarles en cara ni mucho menos lo que la Revolución les entrega en el día de hoy, no se trata de eso. La Revolución no da nada, es el pueblo quien se da a sí mismo; no somos nosotros, nosotros no damos nada. La Revolución sí —para esclarecer los conceptos—, porque la Revolución creó la oportunidad y la posibilidad de que el pueblo se diera a sí mismo estas cosas (APLAUSOS).

Pero a decir verdad, ¿qué escuela parecida a esta tuvieron jamás los burgueses en este país? ¿Qué escuela parecida a esta construyeron los burgueses incluso para sus propios hijos? Las mejores escuelas burguesas no eran ni la sombra de esta escuela, y cabían en la piscina casi (RISAS). Es verdaderamente alentador. Y nosotros recordamos, conocimos el pasado, y fuimos a algunas de las escuelas que en aquellos tiempos se consideraban de las mejores, pero no se parecían nada a esta, empezando —desde luego— porque no existía la coeducación: los varones acá y las hembras por allá, bien lejos, a varios kilómetros de distancia (RISAS). Algo que no era educativo, algo que no era positivo y que en nada realmente ayudaba a formar al ser humano como debe formarse. No podía haber esta atmósfera sana, alegre, que podemos ver en estas escuelas. De modo que resulta muy satisfactorio que los hijos de nuestros trabajadores puedan recibir su educación en una escuela como esta, mil veces mejor que la mejor escuela que podían tener los burgueses, y que nuestra juventud se puede educar así (APLAUSOS).

Como ustedes saben, el derecho a asistir a estas escuelas se lo han ganado ustedes, los alumnos, con sus expedientes. En esta escuela no se ingresa en virtud de ninguna recomendación o influencia de nadie en absoluto. Es el expediente académico lo que determina el ingreso en estas escuelas (APLAUSOS).

Y los constructores que están aquí, una parte de los cuales seguramente conocieron cómo era el país en el pasado, saben que si había unas pocas becas, algunas decenas o algunos cientos —no cientos de miles como disfruta hoy nuestro pueblo—, había que obtenerlas a base de influencia, de recomendaciones, de cédulas electorales, de vender el voto, la conciencia, cualquier cosa.

Acabamos de tener las elecciones de nominación de candidatos del Poder Popular. Y pronto, en octubre, las elecciones para delegados. Pero nadie le ha pedido una cédula a nadie. Nadie ha andado haciendo campaña politiquera, nadie ha estado ofreciendo un cargo aquí, una beca en esta escuela para que le den 25 votos. Todo es realmente diferente, alentadoramente diferente.

Y nos satisface que no solo esta escuela se construye en el país. Como esta se están construyendo también en Pinar del Río, en Matanzas, en Las Villas, en Holguín y se construirán algunas más hasta crear capacidades para 25 500 alumnos.

Claro, las primeras ideas acerca de estas escuelas se concibieron como una por provincia, pero ahora hay más provincias. Y ojalá un día cada una de las nuevas provincias incluso, pueda tener su escuela como esta. Esta es más pequeña que la de La Habana, la de Santa Clara y la de Holguín, porque aquellas se hicieron para provincias más grandes; eran siete escuelas en total. Pero no perdemos la esperanza de que en un futuro se puedan construir también en las provincias nuevas, de modo que cada una tenga su escuela vocacional, cada una tenga su EIDE cada una tenga su escuela militar "Camilo Cienfuegos".

Porque esto, naturalmente, le da vida, le da entusiasmo, le da contenido y le da satisfacción, diríamos más: le da orgullo a cada provincia.

Ahora que se constituirán los poderes populares, que tendrán en sus manos la gran tarea de administrar todas estas instituciones que se han ido creando, no dudamos de que para cada una de las provincias el tener estas instituciones para participar con ellas en la emulación, en el esfuerzo, sería bueno. Y tal vez se pueda beneficiar cada una de las nuevas escuelas de la experiencia también, y hasta quizás hacer algunas que queden, por lo menos, tan buenas como esta (APLAUSOS).

Les decía que ustedes con su comportamiento y su esfuerzo escolar, se han ganado el derecho a estudiar en estas escuelas. Pero a pesar de que este derecho se lo han ganado ustedes, tendrán siempre que recordar los sacrificios y los esfuerzos que han sido necesarios para que ustedes tengan, o ustedes hayan tenido la oportunidad de adquirir ese derecho. Lo que se corresponde con la belleza de la escuela y el esfuerzo de los trabajadores que la construyeron, es que ustedes se propongan que esta escuela funcione con la máxima eficiencia, y que ustedes se encuentren siempre en la emulación entre los primeros lugares (APLAUSOS). De modo que no se diga solamente que Camagüey tiene una bella escuela, una magnífica escuela, sino que tiene también un magnífico colectivo de profesores y estudiantes (APLAUSOS). Y que no es solamente un ejemplo de buena arquitectura, sino un ejemplo de institución educacional.

Los observamos desde aquí, y nos agrada el comportamiento de ustedes, la disciplina de ustedes, la seriedad de ustedes y el entusiasmo de ustedes (APLAUSOS). Por lo tanto, tenemos razones para pensar que esta escuela con que hoy inauguramos el curso, será una gran escuela (APLAUSOS).

Como ustedes saben, esta escuela llevará el nombre glorioso de "Máximo Gómez" (APLAUSOS). Máximo Gómez fue general en jefe de nuestro Ejercito Libertador. Cuando buscábamos el nombre, los distintos nombres de estas escuelas vocacionales, llegamos a la conclusión de que unas debían llevar el nombre de grandes figuras internacionales, figuras revolucionarias, y otras el nombre de grandes combatientes por la Revolución Cubana. La de Holguín llevará el nombre de "José Martí" (APLAUSOS); la de Santa Clara, el nombre de "Che Guevara" (APLAUSOS); la de Santiago de Cuba, el nombre de "Antonio Maceo" (APLAUSOS). Y así sucesivamente.

Máximo Gómez, que luchó en las dos guerras de independencia durante muchos años, estuvo muy vinculado a la historia revolucionaria de Camagüey. Cuando esta provincia, en la Guerra de los Diez Años, sufrió la terrible pérdida de Ignacio Agramonte, Gómez fue enviado para ocupar el mando de las fuerzas patrióticas en la provincia de Camagüey, y estas tierras fueron escenario de numerosas acciones de armas de Máximo Gómez. Como un justo tributo a su espíritu revolucionario y a lo que luchó por nuestra patria a pesar de no haber nacido en esta tierra, se decidió que esta escuela llevara su nombre (APLAUSOS).

Por estas llanuras marchaban en el siglo pasado nuestros patriotas. Los alrededores de Camagüey fueron escenario de muchos hechos de armas en aquella lucha que comenzó hace más de 100 años por el porvenir de la patria. Ha tenido que transcurrir mucho tiempo, ha tenido que derramarse mucha sangre, han tenido que realizarse muchos sacrificios, pero nada fue inútil. Gracias a ellos es posible que Cuba sea lo que es hoy, que nuestro pueblo sea dueño de su destino y tenga la oportunidad de trabajar para su futuro.

Muchas veces se mencionan los nombres de los fundadores de nuestra patria y se les trata de honrar, pero la verdadera honra, la verdadera forma de honrar a los que lucharon por nuestro país, son obras como esta (APLAUSOS), porque ellos lucharon precisamente por esto, ellos lucharon para esto. ¡Y qué felices nos sentimos hoy de que, sobre estas mismas tierras donde se derramó la sangre de tantos patriotas, pueda levantarse una escuela como esta (APLAUSOS), pueda erigirse un monumento como este a su memoria! (APLAUSOS)

Y ahora ustedes, los estudiantes de la escuela "Máximo Gómez", tendrán el deber, todos los días, con la consagración al estudio y al trabajo, de honrar la memoria de Gómez, la memoria de Ignacio Agramonte, de Martí, de Maceo", de Camilo, del Che y de todos los que lucharon por hacer posible la patria de hoy (APLAUSOS).

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)