DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, EN EL ACTO DE INAUGURACION DEL PALACIO CENTRAL DE PIONEROS, CELEBRADO EN EL PARQUE "LENIN", CIUDAD DE LA HABANA, EL DIA DE LOS NIÑOS, 15 DE JULIO DE 1979, "AÑO 20 DE LA VICTORIA".
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)
Queridos compañeros;
Queridos pioneros:
Es para todos nosotros un gran placer y un gran honor celebrar junto a este grupo numeroso y selecto de pioneros el Día del Niño. Nos hemos emocionado viendo el espectáculo artístico y nos hemos sentido muy felices con ustedes en la tarde de hoy.
Conmemoramos esta fecha, afortunadamente, con la oportunidad de inaugurar el Palacio Central de Pioneros. En unas ocasiones ha sido un campamento; otras, un campamento internacional; otras, la Ciudad "José Martí"; y esta vez, el Palacio Central. Lamentablemente, no todos los años se puede celebrar este día con una obra de tanta importancia, de tanta magnitud, de tanta envergadura como esta.
El compañerito recordaba que hace cinco años se habló de la necesidad de construir los palacios de pioneros y la necesidad de construir el Palacio de la Ciudad de La Habana. Recordamos también que ese día cayó un enorme aguacero. Pero esta obra es una prueba de lo que puede hacerse.
Debemos comenzar por decir que un palacio de pioneros —y esto tal vez no lo conozca todavía nuestra población— no es un centro de diversión, de recreación. Los campamentos vacacionales sí son centros de recreación, y durante el curso escolar son campamentos docentes recreativos, combinan las dos funciones. Pero cuando se habla de palacio de los Pioneros, esto puede dar lugar a cierta confusión de qué es un palacio de pioneros.
Y un palacio de pioneros es esencialmente un centro de formación, un centro de educación, y quizás el tipo más importante de centro de formación. De formación técnica, de formación cultural, de formación patriótica, de formación deportiva, pero es esencialmente un centro de formación. Eso es un palacio de pioneros.
Los palacios de pioneros son más importantes todavía que los campamentos de pioneros. Los palacios de pioneros son tan importantes o más importantes que las escuelas primarias y las escuelas secundarias. Y nuestro sistema de educación no estará completo hasta que en cada ciudad y cada municipio del país no tengamos los palacios de pioneros (APLAUSOS).
Tal vez con motivo de la inauguración de este Palacio Central nuestra ciudadanía pueda ser informada sobre el contenido y la función del palacio de pioneros.
Hoy hemos tenido oportunidad de visitar algunas salas, comenzando por la Sala de la Gloria Combativa y continuando por los distintos talleres, entre ellos el de comunicación, que es un excelente taller, y después los talleres industriales, de la industria sideromecánica, de la industria química; las áreas donde está el pequeño central azucarero, un pequeño central, pero que no es un central de juguete, es un central que puede producir azúcar y va a producir azúcar. Tiene la capacidad de producir un cuarto de tonelada diaria, es decir, cada cuatro días una tonelada. Quizás sea eso más o menos lo que consumen en la Ciudad "José Martí". Hemos visitado las áreas agrícolas, las áreas de salud pública, las áreas de transporte, las áreas militares. Y, desde luego, los equipos son excelentes.
Y, realmente, no se podría concebir la educación sin esa formación científico-técnica, ¡no se podría concebir! Y es absolutamente imposible llevar a cada escuela primaria esas instalaciones; eso solo se puede hacer en centros especiales.
Ahora bien: no bastan siquiera los palacios de pioneros. Es necesario dar un impulso especial a los círculos de interés científico-técnico en todas nuestras escuelas. De la misma forma que se ha dado un gran impulso a los grupos culturales —y hay decenas de miles—, hay que impulsar los círculos de interés científico-técnico en nuestra educación.
Será necesario para ello un esfuerzo de todos los factores que intervienen en esto: la Juventud, la organización de pioneros, el Ministerio de Educación, los organismos centrales del Estado y los Poderes Populares. Tal vez esa sea una de las primeras conclusiones que deba extraerse de este centro y de la experiencia de este centro.
Este centro se ha construido con la colaboración entusiasta de todos los factores y de todos los organismos del Estado. Sin esa colaboración, habría sido absolutamente imposible montar esas salas, obtener esos equipos, reunir el personal técnico para impartir enseñanza en esas salas. Se ha logrado este éxito gracias al esfuerzo coordinado de todos.
Ese mismo esfuerzo hace falta para desarrollar los círculos de interés científico-técnico en todo el país, en todas las escuelas. No hay que esperar por los palacios de pioneros para hacer eso. Hay que utilizar los recursos locales, las instalaciones locales. De lo contrario, no tendríamos una educación integral. No estaríamos preparando a nuestros niños y a nuestros jóvenes para el mundo del futuro si no se domina la ciencia y la técnica, no sería una enseñanza completa, independientemente de los laboratorios que tenemos en nuestras secundarias, en nuestros preuniversitarios, en nuestras escuelas tecnológicas, en nuestras ciudades. Ese movimiento de círculos de interés científico- técnico que se comenzó al principio de la Revolución, y que incluso inspiró la creación de las escuelas vocacionales, hay que continuarlo, hay que impulsarlo, y hay que llevarlo al máximo de sus posibilidades.
Y ello no dependerá solo del número de palacios de pioneros que tengamos en el país. Porque este mismo Palacio de Pioneros —como ustedes ven— es grande, puede albergar en sus salas entre 3 500 y 4 000 pioneros simultáneamente. Llevándolo a un régimen de utilización intensivo, esperamos que más de 10 000 niños asistan todos los días a este palacio de Pioneros, que viniendo una vez a la semana durante cinco días, serán un mínimo de 45 000 niños los que utilizarán sistemáticamente este Palacio de Pioneros. Y todavía no es suficiente, porque tenemos 400 000 pioneros en la provincia Ciudad de La Habana, y solo pueden utilizar esta instalación 45 000 pioneros. Se supone que en el futuro se hagan algunos palacios más, municipales, en esta propia ciudad. Pero nunca el Palacio en sí y muchas de sus instalaciones, podrían ser utilizados por la totalidad de los niños. De modo que, al Palacio de Pioneros, al fin y al cabo, irán forzosamente los grupos más destacados de los círculos de interés científico-técnico. Será bastante masiva la actividad, comprenderá un porcentaje muy alto de los niños, pero sería prácticamente imposible hacerlo para el ciento por ciento de los niños. Y lo que no podamos hacer en los palacios de pioneros, hay que hacerlo en la escuela con los círculos de interés científico-técnico. y lo que hay que hacer con los círculos de interés científico-técnico en las escuelas, no debe esperar que cada provincia y cada municipio del país tenga su Palacio de Pioneros, porque vamos a tardar desgraciadamente años, y bastantes años, en tener un palacio de pioneros por municipio.
Pero sí es muy importante que nuestra ciudadanía conozca lo que es un Palacio de Pioneros: el complemento ideal, el complemento perfecto de nuestro sistema educacional. Por eso, los gastos de los palacios de pioneros deberían computarse como gastos educacionales del país. Y del mismo modo que nadie en nuestro país regatea recursos, colaboración, esfuerzo y ayuda para hacer una escuela, nadie debe regatear recursos, esfuerzo y cooperación para construir palacios de pioneros.
En cada una de estas instituciones se necesita personal técnico calificado que imparta la enseñanza, cualquier tipo de enseñanza, sea cultural, sea deportiva, o sea técnica. Por eso es imprescindible la colaboración de los organismos centrales del Estado y de los organismos y las empresas del país. y tenemos que buscar la forma de sufragar esos gastos, sin que tengan que recaer necesariamente sobre las empresas, bien a través de los presupuestos de los organismos centrales, o a través de la educación. En fin, buscar una fórmula que concilie la necesidad de ese personal calificado, la vinculación de los palacios de pioneros con los organismos de la producción y, a la vez, la forma más adecuada para sufragar los gastos. Porque es imprescindible que no se desvinculen ni un solo instante los organismos productivos y los organismos de los servicios de los palacios de pioneros.
Se han estado confeccionando proyectos de distintos tipos: para 500 pioneros, para 1 500 pioneros, para 2 000 pioneros, según el tamaño del municipio o de la ciudad. Ya se ha estado adelantando mucho en esos tipos de proyectos, con vistas a llevar a cabo un programa de construcción de palacios de pioneros en todo el país.
Existe también el propósito de desarrollar el programa de campamentos de pioneros; pero le damos más importancia, es una necesidad más fundamental y es una necesidad prioritaria, la construcción y el desarrollo del programa de palacios de pioneros.
En los años anteriores, el país hizo un gran esfuerzo en construcciones escolares. Tiene que seguir haciendo un esfuerzo en construcciones escolares, tiene que incrementar el esfuerzo en construcciones universitarias; pero tendrá que asignar una parte de los recursos dedicados a construcciones escolares, a la construcción de palacios de pioneros.
Este es el primero que se construye ya corno una institución integral y completa. Necesariamente su concepción tendrá que ser perfeccionada. Este es el primero. Tenemos que ver ahora cómo funciona, qué proporciones dedicamos a cada actividad. En este palacio de Pioneros las actividades productivas y los servicios fundamentales ocupan el 50% de sus capacidades.
Discutíamos con los compañeros de la Dirección de Pioneros y de la Juventud la idea, ya en desarrollo, de elevar esa proporción, de modo que las salas y las actividades dedicadas a la formación técnica, para las actividades productivas y los servicios fundamentales, se eleve a no menos del 65%. Le damos importancia, desde luego, a las actividades deportivas; le damos importancia a las actividades culturales, y tendrán siempre en los palacios de pioneros su proporción.
Pero es que las actividades culturales tenemos que desarrollarlas en todas las escuelas, lo que se necesita es el instructor. Las actividades deportivas debemos desarrollarlas en todas las escuelas, lo que se necesita son buenos instructores y, desde luego, conciencia y preocupación de la dirección de las escuelas por las actividades deportivas.
En realidad, ocurre hoy que teniendo magníficas instalaciones deportivas en todas las escuelas secundarias en el campo no se usan suficientemente. Tenemos muchos recursos para desarrollar el deporte en todo el país; en cambio, no tenemos muchos lugares del país donde despertar y desarrollar la vocación, por ejemplo, para la industria sideromecánica.
Nosotros hemos visto en el taller de sideromecánica, a un grupo de niños de la ciudad de Holguín manejando con una gran seriedad, con una gran precisión y con una gran calidad los tornos de la sala de la industria sideromecánica. Parecía increíble ver a niños de primaria manejando, con esa disciplina y esa seriedad, esas máquinas. Vimos a un grupo de compañeritos de primaria trabajando los equipos de comunicaciones y de televisión, el programa completo. A otros los vimos en la sala de la industria química, y así sucesivamente. ¡Qué importancia enorme que desde la primaria nuestros niños puedan adquirir esos conocimientos, adquirir el dominio de esa técnica!, y algunas de esas ramas son fundamentales para el futuro de nuestro país.
Y las actividades de los palacios de pioneros no deben reflejar lo que somos hoy, o lo que tenemos hoy, sino lo que seremos, lo que aspiramos a ser mañana, lo que queremos tener mañana.
Desde luego, esta experiencia de los palacios de pioneros surgió en el mundo con el socialismo. Jamás a la sociedad capitalista se le ocurrió nada semejante. La sociedad capitalista no preparaba al hombre para la vida, no educaba a los niños: iban a la escuela los pocos que podían; los obreros de las fábricas no se formaban en un instituto, en una escuela politécnica, no aprendían esas actividades desde niños; muchos de ellos no sabían ni leer ni escribir, no recibían ni siquiera la enseñanza primaria y aprendían después al lado de los tornos. No había escuela de torneros, no había escuela para los trabajadores de la industria azucarera, no había escuela para los obreros ferrocarrileros, no había escuela de choferes, no había escuelas de nada. El hombre, por sus propios medios y muchas veces sin ninguna base cultural, tenía que aprender al lado de las máquinas. Y ustedes aquí, en este Palacio, tienen la oportunidad de aprender junto a las máquinas, con un instructor, desde la primaria.
Podríamos añadir que los palacios de pioneros son centros de formación de proletarios. Porque eso parecían los pioneritos que estaban en esas salas: pequeños proletarios manejando las máquinas, produciendo con las máquinas con la seriedad, la atención, la preocupación, la responsabilidad, la disciplina que se requiere para manejar una máquina; la disciplina que se requiere en la producción, la capacidad que se requiere en la producción, la responsabilidad que se requiere en la producción y en los servicios. Eso se aprende también, y podríamos decir que es lo más importante que se aprende, en un palacio de pioneros.
¿Qué serán ustedes el día de mañana? ¿Qué sabrán hacer ustedes el día de mañana? ¿Cómo estarán ustedes preparados para la vida? ¿Qué tipo de ciudadanos serán ustedes el día de mañana? Esa es y debe ser nuestra preocupación fundamental: qué clase de ciudadanos, qué clase de patriotas, qué clase de obreros, qué clase de revolucionarios serán ustedes el día de mañana (APLAUSOS).
Muchos de ustedes ya han pensando qué van a ser. Yo podía preguntar, por ejemplo, y pedirles que levanten la mano los que piensan ser maestros o profesores (MUCHOS PIONEROS ALZAN SUS MANOS). Ven, hay muchos. Podíamos preguntar cuántos de ustedes piensan ser ingenieros (MUCHOS PIONEROS ALZAN SUS MANOS). ¡Magnífico, magnífico! (APLAUSOS) Podíamos preguntar cuántos de ustedes piensan estudiar medicina (MUCHOS PIONEROS ALZAN SUS MANOS). Hay también bastantes (APLAUSOS). Bien, ustedes lo saben, ustedes tienen conciencia de que tendrán que dedicar su vida a algo.
Podía preguntar cuántos piensan ser técnicos militares (MUCHOS PIONEROS ALZAN SUS MANOS). Hay bastantes, aparte de que todos tenemos que aprender a manejar las armas, por supuesto, maestros, médicos, ingenieros, todos.
Nos interesa saber qué clase de maestros van a ser ustedes, los que levantaron la mano que piensan ser maestros y profesores; qué clase de médicos piensan ser ustedes; qué clase de ingenieros; qué clase de técnicos; qué clase de obreros calificados (EXCLAMACIONES DE: "¡Los mejores!"); qué clase de ciudadanos (EXCLAMACIONES DE: ¡Los mejores!"; qué clase de patriotas (EXCLAMACIONES DE: "¡Los mejores!"); qué clase de revolucionarios (EXCLAMACIONES DE: "¡Los mejores!" y APLAUSOS); qué clase de ciudadanos conscientes, cumplidores, disciplinados. Si van a ser ustedes de los que llegan tarde a la escuela a dar clases (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o van a ser de los que llegan tarde al hospital (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o van a ser indiferentes a los problemas del enfermo (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Porque se trata de eso: qué van a ser ustedes y cómo van a ser ustedes.
Si tendremos en el futuro más delincuentes (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o menos delincuentes (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"); más ladrones (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o menos ladrones (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"); más irresponsables (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), o menos irresponsables (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Si tendremos una ciudadanía con más sentido del deber (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"), de la disciplina (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") y de los hábitos de conducta adecuados (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") .
Esa es la tarea fundamental de la Revolución (APLAUSOS), esa es la tarea fundamental de nuestro Partido, de nuestra Juventud Comunista, de nuestra Organización de Pioneros, de nuestras organizaciones de masas, de nuestros maestros, de nuestros profesores, de nuestras escuelas. Esa es la razón de ser de la Revolución.
Conmemoramos este año el Día Internacional del Niño, como todos los países del mundo, pero para nosotros, para nuestra Revolución socialista cada año es el Año del Niño (APLAUSOS). Cada mes, cada día, cada hora, cada minuto, es el mes, el día, la hora y el minuto del niño (APLAUSOS). Qué ha hecho si no la Revolución en estos 20 años. Y hemos tenido logros, grandes logros, avances, ¡grandes avances en este terreno! (APLAUSOS); pero no estamos ni podemos estar nunca satisfechos.
Queremos que sean el día de mañana como lo que vemos aquí: la entereza, la nobleza, la pureza que vemos aquí en ustedes en la tarde de hoy. Y que cuando sean ciudadanos adultos sean mejores, si es posible, de lo que son hoy (APLAUSOS). De modo que la divisa de cada pionero, la divisa principal ha de ser la de forjarse a sí mismos, con un propósito fundamental, como una consigna, como una meta personal: ¡ser cada día mejores! (APLAUSOS)
Y la tarea de la educación revolucionaria comienza a la edad de ustedes, la tarea de la educación patriótica, la tarea de formar el carácter, la tarea de formar la conciencia, empieza en el primer grado; antes aún que en el primer grado, empieza en el círculo infantil (APLAUSOS).
Y puedo repetir lo que decía hace unos días a un grupo de profesores graduados: "El éxito de nuestra Revolución, el porvenir de nuestra Revolución, dependerá de la forma en que seamos capaces de formar a las nuevas generaciones" (APLAUSOS). Para eso tenemos nuestra Organización de Pioneros, Juventud, nuestro Partido, nuestras instituciones educacionales.
La Organización de Pioneros se fortalece en experiencia, gana fuerzas. Ahora se puede apreciar la justeza de la medida adoptada por iniciativa de la Juventud Comunista, de elevar la edad de los pioneros, y de incluir en la Organización de Pioneros a los niños de 7mo, 8vo y 9no grado (APLAUSOS). Ya el próximo año incluirá los de 9no grado, y vean cómo hemos ganado en calidad, se ha podido apreciar hoy en los grupos culturales, en el espectáculo de esta tarde.
De modo que tenemos una organización más fuerte, más sólida, más eficiente. Porque la cuestión de los pioneros a algunos les parecía que era una especie de entretenimiento para los niños de primer grado, segundo grado y tercer grado. Y la Organización de Pioneros no tiene nada de eso, no es para entretener a los muchachos; tiene funciones muy importantes, tiene funciones fundamentales en nuestra sociedad (APLAUSOS). Tan importante que no por ser una organización de niños tiene menos importancia, sino incluso tal vez más, mirando al futuro, que otras organizaciones de masas (APLAUSOS).
No voy a hablar mucho de la belleza de estas construcciones. Son bellas; pero serán más bellas. Nos faltan todavía áreas verdes en algunas zonas, de modo que seguirá embelleciéndose este Palacio. Nos falta una instalación todavía, el teatro. Pero existe el compromiso formal, solemne y serio de todos los que tienen que ver con la construcción, de hacer ese teatro y tenerlo terminado para el próximo año, que es lo único que nos falta (APLAUSOS).
Viene ahora el problema del mantenimiento. El pionerito que hab1ó aquí dijo que lo iban a cuidar mucho, que lo iban a atender con esmero. Esperamos que sea así exactamente, que con el mayor esmero cuiden las edificaciones, las instalaciones y los equipos, ¡todas las instalaciones!
Hemos visto las tres piscinas, ¡magníficas piscinas! Dicen que dos para aprender a nadar y otra de competencias, qué gran cosa, si esas piscinas sirvieran para que todo el mundo aprendiera a nadar, para que los pioneros aprendieran a nadar. Sé, desde luego, que no bastan con esas tres piscinas para que los 400 000 pioneros de La Habana aprendan a nadar. Hay que utilizar mejor las instalaciones existentes.
Y no queremos que se diga después que la piscina está sin agua, y está sin agua porque tiene un motor roto, y que lleva 25 días sin agua porque hace 25 días que está el motor roto y nadie lo ha arreglado, o porque no hay cloro y no se ha gestionado el cloro, como a veces ha ocurrido con otras piscinas, como a veces ha ocurrido incluso con algunas escuelas de iniciación deportivas, y si no estoy muy equivocado, la propia escuela "Mártires de Barbados" de la Ciudad de La Habana. Claro, había problemas constructivos, no sé qué se tupió. Pero quienes construyen una escuela deben estar atentos de cómo fue toda la terminación de la escuela, y si hay algún problema en su puesta en marcha, ayudar la puesta en marcha de la escuela. Quien es director de la escuela, o quienes integran el colectivo de dirección de la escuela, deben mover cielo y tierra cuando tengan la piscina tupida, el motor roto, la falta de cloro o lo que sea (APLAUSOS). Pero no dejar pasar meses, ni siquiera semanas, y si es posible resolver en horas, resolver en horas, que no hay nada más doloroso que ver una instalación sin utilizar (APLAUSOS).
Hay que dar un mantenimiento exquisito a todas esas instalaciones y equipos. y ese es uno de los hábitos que queremos que ustedes adquieran, porque ustedes saben que los hay en este país que no tienen tales hábitos, ¿lo saben? Sí lo saben. No digo que ustedes. Lo que no queremos es que alguna vez, algunos de ustedes, sean algunos de esos que tienen tales malos hábitos (APLAUSOS).
Seguramente que este Palacio lo visitarán muchas delegaciones. No por ello, pero también por ello, este Palacio ha de ser un modelo en todo. Sus experiencias deben servirnos para perfeccionar los demás palacios que construyamos; sus experiencias deben servir para una mejor organización de los futuros palacios. Y estoy seguro de que pocas cosas podrá exhibir nuestro país, y podrá exhibir la Organización de Pioneros tan hermosa como esta institución.
Los pioneros de la Ciudad de La Habana que serán los que más utilizarán este Palacio, tienen la obligación, con su participación y con su trabajo, de contribuir a que esta institución sea un verdadero modelo.
Es palacio central, porque desde luego será utilizado por todo el país en determinadas formas, solo que todos los días no puede ser utilizado por el resto del país. Pero a este palacio Central vendrán todos los años los mejores círculos de interés del país, en el verano cuando finalice el curso. Porque como tenemos la suerte de tener cerca de aquí algunas instalaciones escolares muy buenas. Muy próxima tenemos la escuela "Salvador Allende", muy próximo también tenemos el Instituto Tecnológico de Electrónica, tenemos la escuela "Lenin". Hay capacidades como para 10 000 alumnos por los alrededores. De modo que es posible, en el verano, cuando no estén funcionando algunas de estas instalaciones, usarlas, con una capacidad de 3 000 ó 4 000 alumnos, para reunir todos los años aquí, en este centro nacional, los más destacados círculos de todo el país (APLAUSOS). Y me parece que albergándose, por ejemplo, en la escuela "Lenin", y realizando actividades en este hermoso centro, no se pasaría mal una parte del verano, ¿verdad? ¿Que piensan ustedes? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!")
Sería un estímulo, sería un premio a los círculos más destacados de todo el país.
Pero por eso, repito, es preciso, con la colaboración y la participación de todos, dar un especial impulso a los círculos de interés científico-técnico en toda la nación.
Si se quiere tener una idea del esfuerzo que requiere una institución de este tipo, baste decir que el costo total de esta instalación en edificaciones estará, cuando se termine el teatro, entre 12 y 13 millones de pesos; y en equipamientos y muebles, alrededor de 3 millones. En total, no menos de 15 millones de pesos es el costo de esta instalación.
Es preciso reconocer y agradecer en este acto la magnífica y extraordinaria cooperación que brindaron todos los organismos para equipar y organizar este centro. Es preciso hacer un reconocimiento especial a los constructores de las brigadas 16, 17 y 18, y al Destacamento de la Juventud, que trabajaron en esta obra; así como expresar el agradecimiento también a algunos jóvenes internacionalistas, como los de la Brigada "Jorge Dimitrov", que participaron también, que hicieron su aporte a la construcción de este centro, y a todas las empresas de la construcción que, haciendo un máximo esfuerzo, lograron que en el día de hoy se pudiera inaugurar esta obra como un obsequio a los niños de nuestro país (APLAUSOS).
Nos queda una cuestión. Falta algo todavía. ¿Qué será? (ALGUNOS PIONEROS EXCLAMAN: "¡El nombre!") ¡Ah! Son inteligentes los pioneros estos (RISAS). El nombre.
Ustedes son la representación de los... (ALGUNOS PIONEROS EXCLAMAN: "¡Del encuentro!") Del encuentro. Pero ustedes son los jefes más destacados de todo el país, ¿verdad? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¡Qué clase de cuadros! (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS) Y además son vanguardias (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Entonces somos de la misma organización ahora, no solo de los pioneros, sino también vanguardias de los pioneros (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Correcto.
Tengo que expresarles el agradecimiento más profundo y emocionado por ese altísimo honor que me han hecho (APLAUSOS).
Le decía a Landy que eso me compromete a seguir haciendo mis modestos esfuerzos en favor de los pioneros, de la Organización de Pioneros, de los palacios, etcétera.
Bien. El nombre. (ALGUNAS EXCLAMACIONES DE: "¡Paquito González!" Y OTRAS EXCLAMACIONES DE: "¡El Che!")
Pero no vamos a establecer una polémica aquí, porque nos vamos a dividir y no es bueno eso. (EXCLAMACIONES DE: "¡Paquito González!") Había distintas proposiciones; esta es la primera vez que oigo la nueva proposición. De las dos que me dijeron a mí que estaban más discutidas, o que se habían propuesto... (SE REPITEN LAS EXCLAMACIONES DE: "¡Paquito González!" Y "¡El Che!")
Bueno, a ver una pregunta. ¿Cómo dice la consigna de ustedes? ¿Cuál es el lema de ustedes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che!") ¿Cómo es la divisa? Pioneros por el comunismo... (EXCLAMAN A UNA VOZ "¡Seremos como el Che!") ¡Seremos como el Che!
¿Y no les parece que debemos ponerle precisamente el nombre del Che a este centro, que está de acuerdo con la divisa? (FUERTES EXCLAMACIONES Y APLAUSOS) ¿Estamos de acuerdo? (APLAUSOS PROLONGADOS)
Yo creo que debemos tomar en cuenta el otro nombre que ustedes señalaron, para que algún próximo palacio de pioneros lo lleve (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS).
Entonces, el nombre será Palacio Central de Pioneros "Ernesto Guevara" (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS) ¿Están de acuerdo? Levanten la mano (LOS PIONEROS LEVANTAN LA MANO).
Fíjense qué conjunto de nombres gloriosos e históricos se nos reúne aquí. Tenemos el Parque "Lenin" y ahora el Centro de Pioneros "Ernesto Guevara".
No vayan a creer, pensamos mucho dónde construíamos el Palacio de Pioneros. Porque la idea del Parque "Lenin" surge ante la realidad de que prácticamente, en una enorme ciudad que tiene 2 millones de habitantes, no existían áreas verdes, no se contaba con áreas verdes, y se decidió dedicar un área para esparcimiento de la Ciudad de La Habana, un área que tiene alrededor de 400 hectáreas, donde no queremos que haya muchas construcciones, sino el mínimo de construcciones; las instalaciones imprescindibles, para que este sea un parque realmente bello, con áreas verdes. Ya es una hermosa realidad.
Y cuando se discutía dónde podríamos instalar este Palacio, de verdad que lo pensamos mucho. Yo me rompía la cabeza, por ejemplo, y tenía la contradicción: este palacio es grande, lleva muchas edificaciones, ¿no nos estropeará el parque? Pero después venían otros razonamientos: ¿qué lugar mejor para la ubicación del Palacio que el Parque, qué lugar más hermoso, qué lugar con más atractivo para los propios pioneros que visiten el palacio? Porque, desde luego, repito, algunas de las instalaciones las visitarán todos los pioneros, algunas de ellas. Muchos pioneros pueden venir a actividades deportivas. Muchos, todos los pioneros prácticamente, podrán visitar el Palacio, podrán ver algunas de sus salas. Es decir que algunas de las instalaciones las van a utilizar prácticamente todos los pioneros de La Habana. Y por eso era una ventaja que estuviera aquí en esta área.
Se destinaron 30 hectáreas, ¡treinta hectáreas! Tú sabes lo que es una hectárea, ¿verdad? Diez mil metros cuadrados. Así que hay 300 000 metros cuadrados de terreno. Les advierto que esos 300 metros no están contados en el costo del Palacio. ¿Cuánto habría costado, cómo se habrían podido conseguir en el pasado 300 000 metros cuadrados para este fin? ¿Cuánto habría costado todo eso? De modo que ustedes han podido disponer de 30 hectáreas de las del Parque "Lenin". Pero a nosotros nos parece que hacen una magnífica combinación el Parque "Lenin" y el Palacio de los Pioneros. Y tanto las dos instituciones como los hombres de Lenin y Ernesto Guevara, hacen una magnífica combinación, honrosa y estimulante, para todos nosotros (APLAUSOS).
Solo nos queda desearles a todos los niños de nuestro país muchas felicidades; desearles unas buenas vacaciones, digamos buenas y merecidas vacaciones; y desearles un próximo curso escolar aún más exitoso que este curso que acaba de transcurrir. Y esperamos de ustedes que desde muy jóvenes sepan ser ejemplo de hombres y mujeres estudiosos, disciplinados, conscientes y revolucionarios. Eso es lo que esperamos de nuestros pioneros.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)