DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN LA CEREMONIA MILITAR CON MOTIVO DEL VIGESIMO ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACION DEL CARACTER SOCIALISTA DE LA REVOLUCION Y DEL DIA DEL MILICIANO, CELEBRADA EN EL POLIGONO DE LA ESCUELA DE ARTILLERIA DE LAS FAR, "COMANDANTE CAMILO CIENFUEGOS", EL 16 DE ABRIL DE 1981, "AÑO DEL XX ANIVERSARIO DE GIRON".

(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)

Invitados;

Combatientes de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias;

Combatientes de las Milicias de Tropas Territoriales:

Conmemoramos hoy una importantísima fecha, el 16 de abril de 1961. Era una tarde como la de hoy, soleada y despejada; acudíamos en acto solemne, popular y revolucionario a dar sepultura a los combatientes caídos durante el cobarde, criminal y traicionero ataque aéreo sorpresivo lanzado contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba. Una enorme multitud de milicianos armados y de pueblo se concentraba allí aquella tarde. Eran los preludios del ataque mercenario en Playa Girón. Todo aquello había sido organizado durante largos meses, todo estaba preparado: las tropas mercenarias, los ataques aéreos, la publicidad, la propaganda, la cobertura; organizado todo por el Gobierno de los Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia y el Pentágono. Pero aquello no se reconocía públicamente.

Nosotros, en días recientes, recordando aquella fecha, recordando los acontecimientos, recordando lo que se publicaba en Estados Unidos e internacionalmente, no salíamos todavía de nuestro asombro, al ver de nuevo las mentiras, la hipocresía, la desvergüenza con que estuvo rodeado aquel ataque. Hemos traído por eso un libro que recoge palabras y pasajes de aquella época.

Cuando se produce el ataque al amanecer del 15, ataque por sorpresa en tres aeropuertos, qué dijo la prensa norteamericana, qué dijeron sus agencias. Vale la pena recordarlo.

"Miami, abril 15 (UPI).- Pilotos cubanos que escaparon de la Fuerza Aérea de Fidel Castro, aterrizaron hoy en Florida con bombarderos de la Segunda Guerra Mundial, tras haber volado instalaciones militares cubanas para vengar la traición de un cobarde entre ellos.

"Uno de los bombarderos B-26 de la Fuerza Aérea de Cuba aterrizó en el aeropuerto internacional de Miami acribillado por el fuego de artillería antiaérea y de ametralladoras, y con solo uno de sus dos motores en funcionamiento. Otro descendió en la estación aérea de la marina, de Cayo Hueso. Un tercer bombardero aterrizó en otro país extranjero, al que los tres aviones habían proyectado originalmente dirigirse después del ataque, según fuentes cubanas locales competentes.

"Circulan versiones no confirmadas de que otro avión, otro aeroplano, se estrelló en el mar, cerca de la isla Tortuga. De todos modos, la marina de Estados Unidos investiga el caso.

"Los pilotos, que pidieron no se divulgara su identidad, descendieron de sus aviones vistiendo sus uniformes de maniobras e inmediatamente solicitaron asilo en Estados Unidos. Edward Ahrens, director del Servicio de Inmigración de Miami, declaró que las solicitudes están a consideración".

"Miami (UPI).- El piloto del bombardero que aterrizó en Miami explicó que era uno de los 12 pilotos de B-26 que continuaron en la Fuerza Aérea de Cuba, después de la deserción de Díaz Lanz y de las expurgaciones que siguieron. Díaz Lanz era el jefe de la Fuerza Aérea de Castro, pero desertó a comienzos de 1959, poco después de haber asumido este el gobierno. Añadió que él tenía hoy la misión de efectuar una patrulla de rutina en la zona de su base, y que los otros dos pilotos estacionados en campo Libertad, en las afueras, despegaron con excusas. Uno de ellos debía efectuar hoy vuelo a Santiago de Cuba, y el otro dijo que quería verificar su altímetro. El estaba en el aire cinco minutos, después de las 6:00 de la mañana. 'Mis camaradas —añadió— despegaron más temprano para atacar los aeródromos que habíamos dispuesto castigar. Luego, y debido a que se me acababa el combustible, tuve que tomar rumbo a Miami, porque no estaba en condiciones de llegar a nuestro destino convenido. Es posible que los otros fueran a ametrallar otro campo antes de alejarse, tal vez a Playa Baracoa, donde Fidel tiene su helicóptero’. El aviador no reveló cuál era el destino convenido".

"Miami 15, (AP).- Tres pilotos cubanos de bombarderos, temiendo ser traicionados en sus planes para escapar del Gobierno de Fidel Castro, huyeron hoy a los Estados Unidos, después de ametrallar y bombardear los aeropuertos en Santiago y La Habana. Uno de los dos bombarderos bimotores de la época de la Segunda Guerra Mundial aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Miami, con un teniente en los controles del avión. Refirió la forma en que él y otros tres de los 12 pilotos de aviones B-26, que son los que quedan en la Fuerza Aérea Cubana, proyectaron durante meses huir de Cuba.

"El otro avión, con dos hombres a bordo, aterrizó en la estación aeronaval de Cayo Hueso. Los nombres de los pilotos fueron mantenidos en reserva. Las autoridades de inmigración pusieron en custodia a los cubanos y confiscaron los aviones.

"Edgard Ahrens, director Distrital del Servicio de Inmigración de los Estados Unidos, dio a la publicidad la siguiente declaración formulada por el piloto de la Fuerza Aérea Cubana:

"Soy uno de los doce pilotos de aviones B-26, que permanecí en la Fuerza Aérea de Castro, después de la deserción de Díaz Lanz", etcétera. "Tres de mis compañeros pilotos y yo habíamos proyectado durante meses la forma de poder escapar de la Cuba de Castro", etcétera. Así toda la historia prefabricada.

Al mismo tiempo, dispersaban estas noticias por el mundo, en todas partes se publicaban estas versiones, en todas partes se escuchaba la noticia de que el bombardeo del día 15 era producto de una sublevación de la Fuerza Aérea Cubana.

Así, por ejemplo: "México, Distrito Federal, 15 (AP).- El bombardeo de bases cubanas por aviones cubanos desertores fue acogido aquí con muestras de agrado por la mayor parte de los diarios, que se unieron con los grupos de cubanos exilados para decir que el bombardeo era el comienzo de un movimiento de liberación del comunismo.

"El Gobierno guardó silencio, en tanto que grupos de estudiantes izquierdistas y comunistas apoyaron la declaración del embajador cubano José Antonio Portuondo, de que los ataques aéreos fueron ataques cobardes y desesperados de los imperialistas. Entre los cubanos exilados se notaba gran actividad.

"Una fuente cubana comentó que el nuevo gobierno cubano en el exilio se trasladará a Cuba a poco de la primera ola de invasión contra el régimen cubano de Fidel Castro, para establecer un gobierno provisional, que se espera sea reconocido rápidamente por muchos países latinoamericanos anticastristas.

"Una declaración entregada por el doctor Miró Cardona —dice la AP y la UPI—: Un heroico golpe en favor de la libertad cubana fue asestado esta mañana por cierto número de oficiales de la Fuerza Aérea Cubana. Antes de volar con sus aviones a la libertad, estos verdaderos revolucionarios trataron de destruir el mayor número posible de aviones militares de Castro.

"El Consejo Revolucionario se enorgullece de anunciar que sus planes fueron realizados con éxito, que el Consejo ha tenido contactos con ellos y ha estimulado a esos valientes pilotos. Su acción es otro ejemplo de la desesperación a que los patriotas de todas las capas sociales pueden ser arrastrados bajo la implacable tiranía de Castro.

"Mientras Castro y sus partidarios tratan de convencer al mundo de que Cuba ha sido amenazada de invasión desde el extranjero, este golpe en favor de la libertad, como otros anteriores, fue asestado por cubanos residentes en Cuba que se decidieron a luchar contra la tiranía y la opresión o morir en el intento. Por razones de seguridad no se darán a conocer los nombres".

Esto es lo que decía la prensa. ¿Pero qué decía el representante de Estados Unidos en las Naciones Unidas?

Según la UPI y la AP: "El embajador norteamericano Adlai Stevenson rechazó las afirmaciones de Roa y reiteró la declaración del presidente John F. Kennedy de que bajo ninguna circunstancia —repito—, en ninguna circunstancia habrá intervención de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Cuba.

"Stevenson mostró a la Comisión fotografías de United Press International, que muestran dos aviones que aterrizaron hoy en Florida después de haber participado en la incursión contra tres ciudades cubanas.

Entonces dice Stevenson: "Tiene la marca de la Fuerza Aérea de Castro en su cola —expresó señalando una de ellas—, tiene la estrella y las iniciales cubanas, son claramente visibles. Con gusto exhibiré esta foto.

Stevenson añadió: "Que los dos aviones en cuestión estaban piloteados por oficiales de la Fuerza Aérea Cubana y tripulados por hombres que desertaron del régimen de Castro. Ningún personal de Estados Unidos participó en el incidente de hoy y no fueron de Estados Unidos los aeroplanos —recalcó—, fueron aviones del propio Castro que despegaron de sus propios campos".

En aquella ocasión dijimos: "Aquí tenemos como pocas veces ha tenido ningún pueblo, la oportunidad de conocer por dentro, y por fuera, y por los costados, y por abajo, y por arriba, qué es el imperialismo. "Aquí tenemos la oportunidad de apreciar cómo funciona todo su aparato financiero, publicitario, político, mercenario, cuerpos secretos, funcionarios, que con tanta tranquilidad, y de manera tan inaudita, estafan al mundo.

"El imperialismo proyecta el crimen, organiza el crimen, arma a los criminales, entrena a los criminales, paga a los criminales. Vienen los criminales y asesinan a siete hijos de obreros, aterrizan tranquilamente en los Estados Unidos y, aún cuando el mundo entero sabía sus andanzas, declaran entonces que eran pilotos cubanos, preparan la historieta truculenta y novelesca, la riegan por todo el mundo, la publican en todos los periódicos, estaciones de radio y televisión de la reacción y de la gusanera reaccionaria del mundo, para explicar los hechos".

En aquella ocasión dijimos también: "Al Gobierno imperialista de los Estados Unidos no le quedará más remedio que confesar que los aviones eran suyos, que las bombas eran suyas, que las balas eran suyas, que los mercenarios fueron organizados, entrenados y pagados por él".

Los cables señalados daban la tónica de la información que se divulgó a raíz de los hechos. Era un secreto que conocían las agencias norteamericanas, era un secreto que conocía gran parte de la prensa de Estados Unidos; incluso periódicos de prestigio y de posiciones liberales, como el "New York Times", en aquella época conoció todo el plan y lo ocultó a la opinión pública de Estados Unidos y del mundo a solicitud del Gobierno de Estados Unidos.

En aquella ocasión fueron destruidas muchas mentiras y muchos mitos; pero aquel hecho nos enseñó mucho, no era como hoy, después de 20 años de Revolución, en que nuestro pueblo tiene una preparación mucho más alta, una cultura política superior, una comprensión mayor de los problemas sociales y políticos del mundo. Pero aquellos hechos descarnados, desvergonzados enseñaron mucho a nuestro pueblo. Fue esta la ocasión en que se proclamó el carácter socialista de la Revolución (APLAUSOS), y no podía haber mejor oportunidad puesto que existía otra mentira: de que este era un pueblo engañado, de que este era un pueblo traicionado por sus dirigentes.

Hasta esa fecha podíamos decir que se había cumplido ya el programa del Moncada (APLAUSOS). Todas las leyes que se hicieron en los primeros años de la Revolución, eran las leyes y las medidas proclamadas en esencia en el Moncada, y ya el Moncada contenía el germen, creaba las condiciones en su programa para una revolución socialista (APLAUSOS). Y en nuestro país no podía existir en aquellos instantes ninguna otra revolución que no fuera una revolución socialista (APLAUSOS), o ninguno de nosotros habría sido verdaderamente revolucionario.

Decían nuestros enemigos que se había luchado contra la tiranía batistiana por otro tipo de revolución. Pero en el momento mismo en que nos enfrentábamos al enemigo más poderoso, el imperialismo yanki; en que nos enfrentábamos resueltamente a sus planes y a sus fuerzas, en vísperas del combate, cuando el pueblo se disponía de nuevo a luchar, a derramar su sangre y a morir, se proclamó el carácter socialista de la Revolución.

Y nadie sabía cuánto iba a costar aquella lucha, porque si los mercenarios no hubiesen sido derrotados inmediatamente, en menos de 72 horas, impidiéndoles establecer una cabeza de playa, un territorio sólido en sus manos y un llamado gobierno provisional que —como decían ya los cables— iba a ser inmediatamente reconocido por muchos gobiernos, aquella lucha habría podido costar a nuestro país cientos de miles de vidas y, sin embargo, nuestro pueblo no vaciló, se preparó y, como lo demostró, luchó con todas sus fuerzas, luchó y derramó su sangre en aquellos épicos días por la revolución socialista de Cuba (APLAUSOS). Por la revolución socialista, por la revolución que correspondía a nuestro pueblo en esa época histórica, por la única revolución verdadera, habían luchado, de una forma o de otra, todos los que cayeron desde el siglo pasado por la libertad de nuestra patria; los que lucharon por la independencia, lucharon por una revolución justa, que en aquella época era una revolución independentista que no podía ser todavía una revolución socialista; los que lucharon a lo largo de la llamada República, los que lucharon en el Moncada y lucharon en el Granma y en la Sierra, los que lucharon en la clandestinidad, de un modo o de otro habían luchado ya por la única revolución justa: la revolución socialista. Pero los que lucharon en Girón lucharon ya directamente por la revolución socialista.

Y en aquella ocasión dijimos: "Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba... y que hayamos hecho una revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos (APLAUSOS)... y que esa revolución socialista la defendemos con esos fusiles, y que esa revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores. Y esa revolución no la defendemos con mercenarios, la defendemos con los hombres y las mujeres del pueblo.

"¿Quiénes tienen las armas?", decíamos entonces, "¿acaso las armas las tiene el mercenario? ¿Acaso las armas las tiene el millonario? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Porque mercenario y millonario son la misma cosa. ¿Acaso las armas las tienen los hijitos de los ricos? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Acaso las armas las tienen los mayorales? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Quién tiene las armas? (EXCLAMACIONES DE: "¡El pueblo!") ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? (EXCLAMACIONES DE: "¡Las del pueblo!") ¿Son manos de señoritos? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Son manos de explotadores? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Qué manos son esas que levantan esas armas? (EXCLAMACIONES Y CONSIGNAS DE: "¡Las del pueblo! ¡Fidel, Fidel, Fidel! ¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro! ¡Fidel, aprieta, que a Cuba se respeta! ¡Un pueblo unido jamás será vencido!") ¿No son manos obreras? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿No son manos campesinas? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿No son manos endurecidas por el trabajo? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿No son manos creadoras? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿No son manos humildes del pueblo? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Y cuál es la mayoría del pueblo? ¿Los millonarios o los obreros? (EXCLAMACIONES DE: "¡Los obreros!"), ¿los explotadores o los explotados? (EXCLAMACIONES DE: "¡Los explotados!"), ¿los privilegiados o los humildes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Los humildes!") ¿Las tienen los humildes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Son minoría los privilegiados? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Son mayoría los humildes? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") ¿Es democrática una revolución en que los humildes tienen las armas?" (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!")

Añadíamos entonces: "Compañeros obreros y campesinos: esta es la revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, estamos dispuestos a dar la vida (APLAUSOS).

"Compañeros obreros y campesinos de la patria: el ataque de ayer fue el preludio de la agresión de los mercenarios. El ataque de ayer que costó siete vidas heroicas tuvo el propósito de destruir nuestros aviones en tierra, mas fracasaron, solo destruyeron dos aviones y el grueso de los aviones enemigos fue averiado o abatido.

"Aquí, frente a la tumba de los compañeros caídos; aquí, junto a los restos de los jóvenes heroicos, hijos de obreros e hijos humildes, reafirmemos nuestra decisión de que al igual que ellos pusieron su pecho a las balas, al igual que ellos dieron su vida, vengan cuando vengan los mercenarios, todos nosotros, orgullosos de nuestra Revolución, orgullosos de defender esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes, no vacilaremos frente a quienes sean, en defenderla hasta nuestra última gota de sangre" (APLAUSOS).

Así se proclamó aquel día el carácter socialista de nuestra Revolución. Han pasado 20 años exactamente y frente a las mismas preguntas, las mismas respuestas; frente a las mismas amenazas, el mismo pueblo y la decisión de luchar y vencer.

Veinte años de revolución socialista, y el socialismo ha traído muchas cosas a nuestra patria, que nadie, ni nuestros más encarnizados enemigos, se atreverían a negar. El socialismo obró el milagro de liquidar el analfabetismo, en aquel mismo año precisamente 100 000 brigadistas enseñaban a leer y escribir en todo el país. El socialismo nos llevó a la lucha por el sexto grado que hoy es el mínimo de conocimientos que posee cualquiera de nuestros trabajadores. El socialismo nos llevó a la lucha en la cual estamos empeñados hoy por el noveno grado. El socialismo sembró a nuestra patria de escuelas, institutos tecnológicos, universidades. El socialismo nos llevó al primer lugar en la América Latina en el campo de la educación, ningún otro país latinoamericano puede decir hoy lo que puede afirmar Cuba (APLAUSOS); pero ni siquiera Estados Unidos puede afirmar que no tenga analfabetos, hay analfabetos en Estados Unidos y hay muchos semianalfabetos en Estados Unidos, y muchos que están en segundo y en tercero y cuarto grado. De manera que podemos decir que el socialismo en el campo de la educación nos llevó al primer lugar en este hemisferio (APLAUSOS).

El socialismo obró el milagro de liquidar muchas enfermedades y reducir el número de niños muertos en el primer año de vida a menos de 20 cada 1 000, algo que no puede proclamar ningún otro país en América Latina y en lo cual estamos al nivel de los países desarrollados del mundo (APLAUSOS). El socialismo sembró a nuestra patria de hospitales, de policlínicos e instituciones de salud, que mediante medidas preventivas y eficaces medidas terapéuticas ha colocado a nuestro país en el primer lugar, no ya entre los países llamados subdesarrollados de América Latina, sino incluso del mundo.

El socialismo obró el milagro de llevar, en el terreno de la cultura en general, a nuestro pueblo al primer lugar en América Latina. El socialismo nos llevó al deporte en masa y nos llevó a lugares cimeros, al título de campeones entre todos los pueblos de América Latina.

El socialismo obró el milagro de erradicar el desempleo en nuestro país, liquidar el tiempo muerto, y llevarnos a la situación de ser el país de mayores niveles de empleo en toda la América Latina (APLAUSOS). El socialismo obró el milagro de erradicar la mendicidad en nuestra patria, un mal que tenía muchos siglos. Obró el milagro de erradicar las drogas, la prostitución y el juego. ¿Qué otro país puede afirmar esto en todo nuestro hemisferio? ¿Acaso puede asegurarlo Estados Unidos (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), país donde el crimen aumenta de año en año, las drogas, el juego y la prostitución? No, no podría afirmarlo. Y eso lo resolvió el socialismo en nuestro país.

El socialismo obró el milagro de iniciar, en condiciones difíciles y en medio de un criminal y brutal bloqueo económico total de Estados Unidos, el desarrollo económico y social sostenido de nuestra patria durante más de 20 años. El socialismo ha cambiado y está cambiando continuamente la faz de nuestra tierra.

En 20 años, a lo largo y ancho de la isla, han cambiado las ciudades. Hoy cuesta trabajo reconocer a Holguín, o a Granma, o a Camagüey, o a Santa Clara, o a Cienfuegos, o a Pinar del Río y a otras ciudades del país. El socialismo ha sembrado nuestra patria de fábricas; ha cruzado la isla en todas direcciones de comunicaciones, de carreteras, de caminos. El socialismo ha creado grandes recursos hidráulicos para nuestra agricultura; transforma nuestros campos y crea, con el esfuerzo tesonero y abnegado de nuestro pueblo, un país nuevo.

El socialismo ha traído a nuestra patria una conciencia verdaderamente profunda. El socialismo ha formado a cientos de miles de técnicos de distintos niveles: de nivel universitario, por decenas de miles; de técnicos medios y obreros calificados, por cientos de miles. Baste decir, por ejemplo, que más de 15 000 médicos prestan servicios en nuestros hospitales y policlínicos, y que en cinco años más esa cifra pasará ampliamente de 20 000, acercándose a los 25 000. Baste decir que más de 200 000 profesores y maestros graduados y titulados en su inmensa mayoría por el socialismo, enseñan en nuestras universidades, en nuestros centros politécnicos, escuelas vocacionales, institutos tecnológicos y escuelas primarias, incluidos los círculos infantiles. Los miembros de las Brigadas Técnicas Juveniles de innovadores rebasan la cifra de 140 000. El socialismo ha creado en nuestra patria un hombre diferente, ha creado un hombre nuevo.

El socialismo abrió nuestras relaciones con el mundo y hoy ocupamos, junto a la Unión Soviética y otros países de la comunidad socialista, un lugar de vanguardia entre los pueblos progresistas de la Tierra (APLAUSOS), entre los pueblos que luchan por establecer sociedades más justas, sociedades más humanas. ¿¡Es o no es 1 000 veces más justa nuestra sociedad socialista, 1 000 veces más humana frente a la sociedad capitalista!? ¿Podría alguien negarlo? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¡Eso nos trajo el socialismo!

Y con la justicia y la conciencia trajo un enorme desarrollo social a nuestro pueblo; trajo también el desarrollo de fuerzas tremendas, como son nuestras organizaciones de masas, nuestras organizaciones obreras, nuestros Comités de Defensa de la Revolución, nuestras organizaciones campesinas, femeninas, nuestras organizaciones juveniles, estudiantiles e incluso las pioneriles; fuerzas extraordinarias que hoy contribuyen a consolidar y a impulsar nuestra Revolución.

El socialismo con su conciencia nos trajo un partido de vanguardia, un partido de comunistas organizados, disciplinados, conscientes. La cifra de más de 400 000 militantes en nuestro partido, y más de 400 000 militantes en nuestra juventud socialista, nos habla de lo que nos trajo y de lo que han creado las ideas del socialismo y las ideas del marxismo-leninismo en nuestro país (APLAUSOS).

Y no siempre supimos aprovechar todas las ventajas y todas las posibilidades del socialismo. Podríamos decir que tal vez habrían sido mayores aún nuestros logros, o más altos, o más completos, si hubiésemos sabido aprovechar a lo largo de los 20 años todas las posibilidades y ventajas del socialismo.

No siempre —como decíamos en el Congreso— fuimos sabios, no siempre supimos adoptar las mejores decisiones. Pero sí siempre fuimos capaces con toda la honestidad del mundo, de saber reconocer, y saber ver a tiempo cualquier error, cualquier decisión equivocada y rectificarla para seguir adelante, porque hasta cuando se marcha por las montañas con una brújula, y nuestra brújula es el socialismo, nuestra brújula es el marxismo-leninismo, en un momento o en otro pueden haber pequeñas desviaciones del camino, también los barcos cuando navegan por el océano tienen a veces pequeñas desviaciones, pero siempre se avanza en la dirección correcta.

Para nosotros el camino del socialismo era algo absolutamente nuevo, que se emprendía por primera vez, no solo en nuestra patria, sino en todo el hemisferio. Pero por encima de todo podemos afirmar que hemos sabido aprovechar el tiempo, que hemos sabido rectificar errores, y que hoy nuestra Revolución es más fuerte y es más sólida que nunca (APLAUSOS).

Y no se trata de simples palabras: ustedes, obreros, campesinos, estudiantes, hombres y mujeres, ustedes combatientes, saben cómo se trabaja hoy en nuestro país, lo demuestra la misma zafra; cómo a pesar de las plagas, plagas contra las que hemos librado nuestra batalla y hemos vencido, se está realizando la zafra con más organización y con más eficiencia que nunca. Estamos ya a 16 de abril y la tarea de la zafra está prácticamente vencida, y el acumulado en el por ciento de molida es del 89%, ¡algo que no alcanzaron jamás los capitalistas!, que llegaron cuando más al 85% (APLAUSOS). Y a pesar de que nuestra zafra no es a base de trabajo manual y tiro animal, sino a base de tractores, de camiones, de combinadas y de máquinas, que resultan mucho más sensibles y mucho más afectadas por cualquier lluvia; que resultan mucho más sensibles y afectadas por la humedad del suelo, y a pesar de esos factores hemos sobrecumplido nuestra propia meta de moler al 85% y estamos al 89%.

Nos hemos enfrentado a la plaga en el tabaco, y este año nuestro país tiene una cosecha récord, histórica en tabaco (APLAUSOS); cosecha récord, histórica en la producción de vegetales, de papas y otras viandas; cosechas históricas en cítricos; y así, por el estilo, en numerosos renglones de nuestra agricultura estamos teniendo este año cosechas históricas.

Se desarrollan con más organización y más eficiencia nuestras construcciones. Estamos enfrascados en la edificación de industrias que requieren miles de obreros de la construcción, como la de Moa —para citar un ejemplo—, o la textilera de Santiago de Cuba, o la hilandería de balance de La Habana, o la termoeléctrica del este de la ciudad, o la primera central electronuclear que ya estamos empezando a construir en Cienfuegos. Pese al bloqueo imperialista, pese a la enorme crisis que afecta hoy a una gran parte del mundo, con la colaboración amistosa, fraternal y generosa de la URSS, la comunidad socialista y los países progresistas, nuestra patria avanza incuestionablemente, y eso no lo podrán negar ni siquiera nuestros más encarnizados enemigos (APLAUSOS).

Hemos aprendido a manejar nuestra economía, nuestras fábricas, nuestros centros agrícolas; hemos aprendido a manejar cada vez mejor nuestras escuelas, nuestros hospitales, nuestros centros de servicios; pero lo más importante, seguiremos aprendiendo cada vez más. Porque, entre otras cosas, el socialismo nos trajo el hecho de ser hoy dueños de nuestras fábricas, de nuestras minas, de nuestros ferrocarriles, de nuestros puertos, de nuestra marina mercante, de nuestras tierras, de nuestras riquezas, ¡todo lo que alberga el suelo de la patria es nuestro, de nuestros trabajadores, de nuestros campesinos, de nuestros estudiantes, de nuestros hombres y de nuestras mujeres! (APLAUSOS PROLONGADOS) Somos dueños de lo nuestro y dueños de hacer con lo nuestro lo mejor que pueda hacerse.

Y ya que hablé de hombres y mujeres, muchas veces empleo el término hombre no por discriminar a las mujeres, sino como un término genérico que abarca a la especie, hombre y mujer.

Recordaba también que cuando mencionaba las cosas que nos trajo el socialismo, entre otras, no hablé de otro de nuestros grandes éxitos, el cese de la cruel discriminación de las mujeres y de la cruel discriminación racial en nuestro país, la discriminación por motivos de raza y de sexo (APLAUSOS). Y también por ello podríamos preguntar hoy aquí: ¿Han logrado los Estados Unidos erradicar la discriminación racial? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Han logrado los Estados Unidos erradicar la discriminación de la mujer, la explotación de la mujer y la prostitución de la mujer? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") No, no, y mil veces no (APLAUSOS) .

Y estas son las verdades y son los hechos que hablan, explican, que persuaden, que convencen, acerca de lo que significó para nuestro país el socialismo, y por ello la importancia de la fecha que conmemoramos hoy.

¿Pero acaso para la seguridad de nuestra patria se diferencia el hoy del ayer? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Estamos nuevamente aquí, nuevamente preparándonos, porque nuevamente nos amenazan, nuevamente se proclaman políticas agresivas contra Cuba; nuevamente el imperialismo habla de bloqueos, y no ya de bloqueos económicos, sino de bloqueos navales, militares; nuevamente el imperialismo nos amenaza y nos habla de agresiones. Por eso el parecido de este 16 de abril con aquel 16 de abril, por eso otra vez nos vemos obligados a realizar grandes esfuerzos en la defensa, por eso nos vemos obligados a movilizar al pueblo, a los hombres y mujeres del pueblo, a todo el pueblo; a organizarnos en Milicias de Tropas Territoriales, a acelerar los trabajos de fortificaciones y de fortalecimiento de nuestras defensas en todos los sentidos. Ah, pero hay también diferencias entre este abril y aquel abril, hay diferencias.

Ha habido importantes cambios en el mundo, si queremos señalar ese ángulo. Es diferente la correlación de fuerzas entre imperialismo y socialismo, ha habido cambios importantes en el mundo; pero han ocurrido también cambios importantísimos en nuestro país. Por aquellos días del 16 de abril hacía apenas unas semanas que habíamos recibido los primeros tanques, los primeros cañones y las primeras antiaéreas de la Unión Soviética, eran las primeras y estábamos aprendiendo a manejarlas; habíamos adquirido también algunas armas en el campo occidental, las primeras que compró la Revolución, como para que no tuvieran pretexto los imperialistas para decir que estábamos recibiendo armas socialistas. Y recuerden ustedes también en aquel tiempo cómo ocurrió aquel hecho brutal, salvaje, de la voladura de La Coubre, que costó la vida a alrededor de 100 obreros y soldados.

Por aquellos días teníamos en parte aquellos fusiles Fal, que fueron los que se levantaron en la esquina de 12 y 23, Y ya teníamos también los primeros cañones y tanques, aprendiéndolos a manejar aceleradamente; pero no había suficientes instructores, y a veces lo que los milicianos aprendían por la mañana lo enseñaban por la tarde a otros miles de milicianos. Así, en cuestión de semanas, se organizaron y se prepararon como se pudo, viendo cómo se avecinaba la agresión, cientos de baterías de cañones, de antiaéreas y otras armas; se movilizaron en el país cientos de miles de milicianos, solamente la capital de la República tenía alrededor de 50 000 en aquella época. Así en todo el país. Nuestro ejército empezaba a desarrollarse en el conocimiento y el dominio de las técnicas modernas, ¿y cuánto ha transcurrido desde entonces, cuánto hemos avanzado?

Hoy tenemos decenas y decenas de miles de oficiales regulares y de las reservas de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, hoy tenemos un conocimiento y una experiencia y una organización, y un dominio de la técnica que no teníamos entonces. No contábamos con cientos de miles de reservistas que han pasado por nuestras Fuerzas Armadas, con decenas y decenas de miles, y me quedo corto, de combatientes internacionalistas que han pasado por la experiencia de la lucha, y de la guerra, y del sacrificio (APLAUSOS); no contábamos con estas posibilidades de hoy en que solo en unas cuantas semanas prácticamente hemos movilizado, y en parte hemos preparado y hemos formado cuadros y jefes también, y estamos formando, para cientos de miles de combatientes de las Milicias de Tropas Territoriales (APLAUSOS). Puede decirse que nunca se organizó con tanta celeridad y rapidez y eficiencia, podemos añadir, una fuerza semejante. Prueba de nuestros avances en materia de organización y de experiencia, ¡el tiempo récord! con que se están organizando las Milicias de Tropas Territoriales, y con que se están preparando estas tropas y sus cuadros.

De modo que nosotros no bromeamos, la Revolución no bromea y trabaja en serio, sabe trabajar en serio.

Las amenazas de los imperialistas no nos hacen temblar, las amenazas de los imperialistas no nos asustan; todo lo contrario, convertimos las amenazas imperialistas en una fuerza, y a los imperialistas que tanto usaban aquella consigna de "Remember Pearl Harbor", remember otras cosas, pudiéramos decirles: Remember Girón, Remember Girón (APLAUSOS). Porque lo de Girón debió haber sido una lección para aprender a tratar a Cuba de otra forma. Ellos creían que cuando vinieran los avioncitos todo el mundo se iba a aterrorizar, y no tardaron ni segundos los milicianos, fue cuestión de segundos responder inmediatamente al fuego del enemigo. Eso ocurrió con nuestros milicianos artilleros, muchachos entre 15 y 20 años, era la edad que tenían; eso ocurrió con nuestros milicianos en Girón y en todas partes, cuando apareció el primer enemigo. Y por aquellos días declararon que estaban esperando que el pueblo se sublevara, etcétera. Y se imaginaban tropas derrotadas, se imaginaban tropas asustadas y, sin embargo, ¿qué ocurrió? Subestimaron la capacidad de nuestro pueblo, su dignidad, su valor, su heroísmo y, sin embargo, duraron sus brigadas, y sus aviones y sus tanques lo que —como se dice corrientemente— dura un merengue en la puerta de un colegio (APLAUSOS).

Pero nosotros en aquella ocasión no estábamos preparados para luchar contra una invasión mercenaria, estábamos preparados para luchar contra 10 invasiones mercenarias. Y cuando nuestros tanques llegaron a Girón, se emplazaron allí frente a los acorazados y los barcos de guerra y los portaaviones yankis, todo el mundo muy tranquilo y con balas en los cañones. Es decir que no tememos al imperialismo, no tememos a sus soldados, no vacilaremos un instante en defender nuestro suelo, nuestra patria, nuestra Revolución, ¡ni un instante!, y eso deben saberlo, deben conocerlo. Es la experiencia que no deben olvidar. Si creen que van a resolver los diferendos entre Cuba y Estados Unidos mediante agresiones y amenazas, ¡se equivocan!; si creen que nos van a intimidar, que nos van a arredrar, que nos van a rendir con amenazas y agresiones, ¡se equivocan! Eso es lo que les decimos a los imperialistas y es lo que les queremos decir hoy a los imperialistas (APLAUSOS).

Tenemos nuestras ideas muy claras, nuestras convicciones muy profundas, nuestras decisiones muy resueltas: no queremos guerra, no somos provocadores de conflictos y no queremos provocar conflictos; pero ¡cuídense de provocarnos, cuídense de llevarnos a una guerra, cuídense de llevarnos a un conflicto! (APLAUSOS) Si nos imponen un conflicto, si nos imponen una guerra, verán lo que es un pueblo decidido a todo, verán lo que es un pueblo comunista, verán lo que es un pueblo patriota, verán lo que es un pueblo marxista-leninista, verán lo que es un pueblo internacionalista (APLAUSOS). Porque el socialismo nos trajo también más patriotismo, y el socialismo nos trajo el internacionalismo. Y somos un pueblo internacionalista, pero somos también un pueblo muy patriota, muy consciente de nuestros derechos (APLAUSOS), muy seguro de nuestras ideas y de nuestra causa, muy digno y muy confiado en sí mismo.

Y los imperialistas deben saber que si aquel pueblo de Girón era un pueblo ya fuerte, este pueblo de hoyes un pueblo cien veces más fuerte (APLAUSOS), Y más preparado en todos los sentidos, más preparado militarmente, más preparado políticamente y más preparado psicológicamente.

De modo que de nuevo nos vemos obligados a movilizarnos y a prepararnos, mas no por ello abandonaremos nuestras tareas revolucionarias, no por ello abandonaremos nuestro trabajo creador, no por ello descuidaremos nuestras fábricas, nuestros campos, nuestras construcciones, nuestros hospitales, nuestras escuelas, nuestros servicios, no; precisamente por ello tenemos que hacer un mayor esfuerzo. Cierto que nos lleva tiempo, cierto que nos lleva enormes energías humanas la preparación para la defensa de nuestro país, cierto que nos lleva recursos; pero nuestro pueblo tiene la capacidad de multiplicarse, y en circunstancias como estas un hombre se vuelve dos hombres o tres hombres, una mujer dos mujeres o tres mujeres o cien, y cuando las circunstancias lo exigen se hace en una hora lo que normalmente requiere dos; cuando las circunstancias lo exigen se trabaja todo el tiempo que sea necesario. Tenemos el recurso en nosotros mismos, en nuestra energía, en nuestra voluntad. Por eso llevaremos paralelamente este esfuerzo por la defensa al lado del esfuerzo por el desarrollo del país y de la producción. Y eso les enseñaremos también a los imperialistas, para que no se hagan la ilusión de que porque estamos organizándonos y preparándonos, vamos a descuidar el desarrollo del país y la producción del país. ¡Vamos a demostrar que en estas circunstancias difíciles nuestro pueblo se crece, y es capaz de desarrollar al mismo tiempo las dos tareas: fortalecer la defensa y fortalecer la economía! (APLAUSOS)

En las Milicias de Tropas Territoriales están hombres de distintas edades o porque son muy jóvenes y no han podido pasar todavía el Servicio o porque desempeñan tareas esenciales en la producción o porque ya por la edad pasaron del límite en que se consideran las reservas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; están mujeres de todas las edades, están obreros, campesinos, estudiantes; constituyen una tremenda y una temible fuerza que unida a las tropas regulares de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, constituyen todo un pueblo armado y preparado para defenderse.

Los imperialistas nos han impuesto este esfuerzo, como nos han impuesto el bloqueo, pero llevamos ya más de 22 años de revolución y llevamos más de 20 desde Girón y aquí estamos, construyendo el socialismo hace más de 20 años, y así estaremos cuando pasen otros 20 y otros 20 y tantos 20 como sean necesarios. Y si trabajamos bien tendremos un pueblo cada vez más patriota, cada vez más unido, cada vez más consciente, cada vez más preparado para resistir cualquier prueba. Otros estarán acostumbrados a temblar frente a las amenazas del imperialismo, nuestro pueblo ¡jamás! (APLAUSOS)

Debemos meditar sobre esta fecha, meditar sobre este día y en lo más profundo de nuestros corazones proponernos hacer el esfuerzo que sea necesario para cumplir estos deberes sagrados con la patria y el socialismo.

Las circunstancias han querido que este día se parezca mucho al de aquel de hace 20 años, pero las circunstancias afortunadas han permitido contemplar hoy un espectáculo como este y a un pueblo como este, con la misma conciencia, o mejor dicho, con mayor conciencia y con la misma o mayor decisión que el de ayer (APLAUSOS). Y de nuevo podemos repetir las palabras de aquel 16 de abril: ¡Juremos defender esta causa de los humildes, por los humildes y para los humildes! (EXCLAMACIONES DE: "¡Juremos!") ¡Juremos defender nuestra revolución socialista hasta la última gota de sangre! (EXCLAMACIONES DE: "¡Juremos!")

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)