DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, EN LA VELADA SOLEMNE CONMEMORATIVA DEL XX ANIVERSARIO DE LA VICTORIA DE PLAYA GIRON, CELEBRADA EN EL TEATRO "CARLOS MARX", EL 19 DE ABRIL DE 1981, "AÑO DEL XX ANIVERSARIO DE GIRON".
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)
Distinguidos invitados;
Compañeros del Comité Central del Partido;
Combatientes;
Compatriotas:
El 19 de Abril es una fecha incuestionablemente histórica, que adquiere cada vez mayor relieve en el ámbito de nuestra patria, de nuestro continente y del movimiento revolucionario.
Girón no fue un hecho aislado, fue precedido por una interminable serie de acciones con que los imperialistas yankis quisieron destruir nuestra Revolución. Todo un gran arsenal de medidas fue empleado contra nuestra patria. Comenzaron por suprimir nuestros créditos comerciales al principio de la Revolución; después suprimieron los suministros de petróleo; más tarde nos arrebataron nuestra cuota azucarera, y, al final, impusieron un riguroso y total bloqueo económico. Todo esto acompañado de una gran campaña de propaganda contra la Revolución Cubana.
Apoyándose en las clases explotadoras que habían sido desalojadas del poder y en toda aquella plaga de elementos politiqueros aliados al imperialismo, que saqueaban a nuestro país, organizaron cientos de grupos contrarrevolucionarios, repito, cientos.
Llevaron adelante un plan metódico para eliminar a los dirigentes de la Revolución; programaron el desarrollo sistemático del sabotaje en nuestro país contra las industrias, los transportes y la economía en general. Organizaron un plan para privar al país de médicos, de técnicos y de personal calificado en general. Trataron de obstruir por todos los medios la adquisición de armas para nuestra defensa. Iniciaron los ataques piratas contra nuestras instalaciones portuarias. Promovieron la creación de bandas contrarrevolucionarias en todas las provincias del país, porque aunque se habla con frecuencia del Escambray, las bandas fueron organizadas en todas las provincias, incluida la provincia de La Habana. Introdujeron por mar y por aire decenas y decenas de toneladas de armas y explosivos. La CIA, a través de todo el mundo asedió a nuestros funcionarios diplomáticos, marineros, técnicos, funcionarios de Comercio Exterior, etcétera, ofreciendo sumas enormes para promover la deserción. Realizaron una colosal campaña publicitaria contra la Revolución en todo el mundo valiéndose de sus poderosos medios de difusión masiva. Se movieron diplomáticamente para tratar de aislarnos e imponerles a otros países aliados y amigos de Estados Unidos el bloqueo a Cuba. Utilizaron nuestra cuota azucarera, arrebatada al país, para sobornar gobiernos latinoamericanos, y con ello y mediante la promesa de créditos aislar a nuestra patria. Nos expulsaron de la OEA y adoptaron todo tipo de acuerdos contra Cuba partiendo del principio de que el socialismo era incompatible con el sistema americano, cuando ni siquiera todavía se había declarado el carácter socialista de la Revolución, y nos habíamos limitado a cumplir el programa del Moncada.
Girón era ya el último recurso, el puntillazo final con el que creían destruir a aquella Revolución que tanto se resistía a ser destruida.
El plan fue concebido mucho tiempo antes, en la época del presidente Eisenhower. Fue organizada con el mayor secreto aquella operación que estuvo envuelta en la clandestinidad y en toda clase de acciones intervencionistas e ilegales.
A grandes rasgos, consistía en una serie de acciones de tipo militar: una operación de desembarco por la zona de Baracoa, en la noche del 14 al 15 de abril —hasta muy cerca de nuestras costas estuvieron aquellas fuerzas mercenarias, cuyo objetivo fundamental era distraer la atención con relación al objetivo principal, fuerzas que no desembarcaron al percatarse de que nuestras tropas estaban prevenidas y esperándolas, porque si no allí en la noche del 14 sufren su primer gran revés—; el ataque a nuestra aviación el día 15, con el objetivo de eliminarla totalmente, empleando la traición y la sorpresa, al amanecer, estilo Pearl Harbor, y en general estilo fascista; el desembarco de las fuerzas principales el día 17 para la ocupación de un pedazo del territorio nacional difícil de recobrar; el establecimiento de un gobierno llamado provisional —quizás hasta el nombre de revolucionarios le habrían puesto—-; y por último, con ese pretexto, invitar a la OEA, es decir, invitar a Estados Unidos a intervenir en nuestro país.
Apoyaron estas acciones con otras maniobras, como fueron: simulacros de desembarco en la costa norte de Cuba, el mismo día 16 al atardecer; simulacros de desembarco al norte de Pinar del Río, la noche del 17 al 18, llevados a cabo por la Marina de Estados Unidos. A la vez rodearon nuestro país de cierta forma, de unidades navales y aéreas y concentraron a tres millas de Girón sus barcos de guerra, portaviones, aviación y fuerzas de infantería de marina a bordo. Subestimaron indiscutiblemente a nuestro pueblo, pretendieron sorprenderlo, agarrarlo desprevenido, desmoralizarlo. No creo que ellos creyeran, como se dice —y tendrían que ser demasiado rematadamente tontos para creerlo— que se iba a producir un levantamiento, no podían estar tan ciegos a las realidades. Además, el lugar escogido no coincidía con ese tipo de plan, sino más bien era claramente con el propósito de apoderarse de un pedazo del territorio, muy difícil de recuperar, puesto que estaba rodeado de mar y de pantanos.
Se dice que en este plan intervinieron los más reconocidos estrategas de la CIA, del Pentágono, etcétera.
¿Qué factores determinaron la derrota de todo este programa, de toda esta gran operación? En primer lugar, digamos, el espíritu de nuestro pueblo, el hecho de que nuestro pueblo estaba preparado para enfrentar esa agresión. Se habían organizado rápidamente las milicias, se entrenaban aceleradamente nuestras Fuerzas Armadas, se formaron y prepararon decenas y decenas de batallones populares, solamente en la Ciudad de La Habana más de 50; se llevó a cabo un programa de instrucción rápida, acelerada de tanquistas, artilleros, combatientes de infantería, etcétera; se habían tomado medidas de vigilancia en todas las costas del país, desde varios días antes se habían colocado pelotones en cuanto lugar había con posibilidades de desembarco. No sabíamos entonces qué estrategia adoptarían al final, si atacar con todas aquellas fuerzas por una dirección principal o dividirlas, al objeto de crear numerosos frentes. Había algunas zonas que vigilábamos especialmente: la zona del Escambray, la región de Trinidad, donde ellos habían realizado tantos esfuerzos por desarrollar las bandas, y se habían colocado allí por tanto fuerzas nuestras de cierta consideración. De modo que, evidentemente, si aquel era un lugar apto para sus planes renunciaron a él. Se había fortalecido Isla de Pinos, en que precisamente por la distancia del resto de la nación y la falta de una marina de guerra en aquella época, podía ser objeto de ataque y de ocupación, entre otras cosas, con el objetivo de liberar e incorporar a los elementos contrarrevolucionarios que allí había, y realizar el mismo plan, de establecer un gobierno provisional.
Cuando se habían descartado ya todos estos lugares y se estaba vigilando ampliamente la costa, se consideró la posibilidad de que atacaran por la Bahía de Cochinos, por sus características especiales. Ya se habían colocado allí pelotones en las costas, igual que en el resto del país; pero también se habían dado instrucciones de movilización de batallones en aquella dirección, que no habían ocupado posiciones todavía ese día.
Al producirse aquel ataque del 15 de abril, comprendimos ya que la invasión era inminente y estaba el país totalmente movilizado. Destruyeron unos pocos aviones, pero todavía nos quedaban más aviones que pilotos, de aquellos aviones norteamericanos que había recibido la tiranía de Batista.
De modo que al producirse el ataque todas nuestras fuerzas estaban movilizadas.
Era difícil precisar en las primeras horas de la madrugada si aquella iba a ser la dirección principal, se pudo comprobar, sin embargo, que lo era cuando lanzaron los paracaidistas al amanecer. No obstante durante toda la madrugada se estaban movilizando fuerzas en aquella dirección. Se logró conservar una de las tres vías de acceso, ellos habían logrado ocupar al amanecer las otras dos vías que eran fáciles de defender si se contaba con artillería, tanques, más una supuesta superioridad aérea; pudo organizarse rápidamente el contraataque, tan pronto se comprobó que aquella era la dirección principal, para impedirles a toda costa que ocuparan un pedazo del territorio nacional, instalaran su gobierno y solicitaran la intervención de la OEA y de los Estados Unidos. Realmente el gobierno fantasma no tuvo tiempo de aterrizar en Girón. Se contraatacó fulminantemente y se combatió día y noche durante 68 horas consecutivas. Nuestros hombres realmente no tenían mucha experiencia en el manejo de aquellas armas nuevas, pero tenían la decisión, tenían el valor, tenían el espíritu necesario para enfrentarse al enemigo, y se enfrentaron resueltamente, contraatacaron con vigor y avanzaron.
El valor de los combatientes fue el factor fundamental que en este caso sustituyó la falta de experiencia. Fue sin duda decisivo el papel del pequeño grupo de pilotos con que contábamos (APLAUSOS). Uno de los factores por los cuales ellos no pudieron destruir los aviones el día 15 fue que las bases aéreas habían sido reforzadas con anterioridad con baterías antiaéreas. Se ha dicho repetidamente que había sido cancelado un plan para atacar de nuevo el 17 al amanecer las bases aéreas y destruir los pocos aviones de que disponíamos; pero es que sencillamente al amanecer, antes del amanecer del 17, todos los aviones estaban en el aire. Cualquier ataque habría sido inútil, la aviación estaba en el aire, en dirección a Girón, y con un objetivo: ¡hundir las embarcaciones enemigas! (APLAUSOS)
No fue el papel de nuestra aviación dar apoyo a las fuerzas terrestres que llegaban allí, porque en ese momento lo vital, lo fundamental, era destruir la expedición en el mar. Por eso mientras la aviación enemiga atacaba a nuestras tropas, utilizando el ardid de venir con insignias cubanas, las insignias de nuestras Fuerzas Aéreas Revolucionarias, y debido a lo cual nos ocasionaron las primeras bajas, nuestra aviación se dirigía decididamente contra los barcos, y realmente a las cinco horas todos los barcos que trajeron, o habían sido hundidos o habían sido dispersados (APLAUSOS). Solo en horas del mediodía se pudo dar algún apoyo aéreo a un batallón para que cruzara 10 kilómetros de carretera en medio de la Ciénaga. Ellos, naturalmente, habían ocupado un aeropuerto, a través del cual trataron de suministrar después a sus tropas. Pero incluso hubo un batallón enemigo que no pudo combatir, puesto que el barco en que venia recibió un cohetazo directo (APLAUSOS); no obstante pudieron desembarcar durante la madrugada los tanques, los paracaidistas y el resto de los batallones.
Fue también destacado el papel y el arrojo de los tanquistas, de los artilleros, de los operadores de las antiaéreas y de la infantería (APLAUSOS). No se intimidaron por la presencia de los barcos de guerra de Estados Unidos en ocasiones hasta a dos kilómetros de la costa (APLAUSOS), ni por la presencia de la aviación de Estados Unidos. Lo cierto es que el enemigo no pudo siquiera evacuar a sus mercenarios (APLAUSOS); toda la expedición fue hecha prisionera y todas las armas fueron ocupadas en el breve periodo de 68 horas, desde el momento en que llegó el primer mercenario a la costa hasta el momento en que fueron desalojados de Girón (APLAUSOS). Sobre estos hechos se ha escrito, se ha hablado mucho, y ustedes tienen bastante información.
Estos factores que señalo tuvieron una importancia determinante, pero tuvo también una importancia determinante la solidaridad internacional (APLAUSOS). Recordamos con emoción el gesto del general Lázaro Cárdenas pidiendo viajar a nuestro país para luchar junto a nosotros (APLAUSOS).
Pero la solidaridad internacional se venía manifestando desde antes, cuando estábamos tratando de adquirir armas, viendo que se avecinaba la agresión, cuando habían resultado inútiles los esfuerzos de adquirir armas en algún país de los llamados occidentales, para que no tuvieran pretexto los imperialistas de que estábamos recibiendo armas socialistas, y cuando era absolutamente imposible adquirir armas de cualquier otra fuente, recibimos meses antes, pudiera decirse que semanas antes de Girón, las primeras armas socialistas, procedentes de Checoslovaquia y de la Unión Soviética (APLAUSOS).
Fue un factor importante en la victoria de Girón el cambio que se había producido en la correlación mundial de fuerzas, y jugó un papel muy importante por aquellos días el prestigio de la URSS (APLAUSOS), que por aquel entonces acababa de lanzar el primer hombre al espacio, en el vuelo inolvidable del heroico cosmonauta Yuri Gagarin (APLAUSOS). Fueron muy importantes las rápidas y enérgicas declaraciones del Gobierno soviético denunciando la agresión y expresando su apoyo y solidaridad a Cuba (APLAUSOS). Esto ayudó a frenar las aventuras imperialistas; esto ayudó a frenar la tentación de emplear sus barcos, sus aviones y su infantería de marina (APLAUSOS); aunque, desde luego, se habría tratado ya de otra agresión, porque en el momento en que estaban discutiendo si lo hacían o no lo hacían, ya no había mercenarios en Girón (APLAUSOS PROLONGADOS).
Importante papel, muy importante, jugó la solidaridad internacional con Cuba, de los comunistas de todo el mundo y de todas las fuerzas democráticas y progresistas (APLAUSOS), porque la movilización de esa opinión internacional constituyó también un freno para los imperialistas; y no podremos olvidar las manifestaciones masivas del pueblo de Uruguay, del pueblo de Chile y de otros pueblos de América Latina (APLAUSOS), las numerosas muestras de solidaridad recibidas por nuestro pueblo.
Pero lo de Girón se convirtió en una obsesión para los imperialistas, en un insuperable trauma. No se resignaban a aceptar lo de Girón, y comenzaron a acariciar planes de agresión directa a nuestro país, y esto es importante, para que se comprendan algunos episodios históricos. Y fue precisamente las noticias que nosotros recibíamos, y la clara evidencia de que el imperialismo no se resignaba a la existencia de la Revolución y que daba vueltas a la idea de realizar una agresión directa contra Cuba, lo que determinó la actitud de Cuba en los acuerdos que llevó a cabo con la Unión Soviética para establecer en nuestro país los proyectiles nucleares de alcance intermedio (APLAUSOS PROLONGADOS).
Nosotros sabíamos que aquella medida contribuiría a frenar definitivamente la idea de una invasión directa a nuestro país; por tanto la Crisis de Octubre estuvo indisolublemente asociada con los acontecimientos de Girón, y la solución de la Crisis se llevó a cabo mediante el compromiso imperialista de renunciar a la idea de una invasión a Cuba (APLAUSOS). Hubo solución de la Crisis, pero hubo también compromiso imperialista.
Desde luego, los imperialistas no renunciaron, a partir de entonces, a elaborar diversos planes agresivos, hostigar a nuestro país; promover, como siempre, la subversión, los sabotajes. Continuaron durante un tiempo los planes de asesinato de los dirigentes, y no nos consta todavía que esos planes hayan sido totalmente abandonados, al menos no nos consta ni podemos tener seguridad de que no sean capaces de reanudarlos en cualquier momento. Endurecieron el bloqueo económico, y de alguna forma u otra han tratado de olvidar, o de hacer que se olvidan, o de eludir los compromisos suscritos a raíz de la Crisis de Octubre.
¿Qué significó en sí mismo Girón y aquella experiencia? Demostró, en primer lugar, toda la inmoralidad y la ilegalidad de la política imperialista; cómo eran capaces de acudir a todos los procedimientos, a todas las mentiras, a todas las intrigas y a todas las acciones ilegales contra un país pequeño para destruir su revolución.
Ya hablamos en días recientes todo lo que se publicó en el mundo a raíz del bombardeo del día 16, la tesis de que los aviones eran cubanos, de que los pilotos eran pilotos de nuestras Fuerzas Armadas, esto lo dijeron en las Naciones Unidas, esto lo regaron por todo el mundo. Y los días subsiguientes hubo gente que se alarmó por las noticias que publicaban las agencias internacionales: desembarco victorioso, sublevación de las milicias, se acercan a La Habana; hasta de eso se habló, y La Habana nunca estuvo más lejos de ellos que esa vez, excepto ahora que está todavía más lejos (APLAUSOS). Pero esas cosas divulgaron por el mundo.
Nos enseñó toda la inmundicia, toda la falta de escrúpulos, la falta de moral del sistema, del imperialismo. Nos enseñó lo que puede hacer un pueblo cuando sabe usar bien los medios de que dispone (APLAUSOS); porque teníamos pocos aviones y menos pilotos, aquellos aviones no tenían ni piezas; lo que fueron capaces de hacer los hombres, cómo montaron las bombas, cómo mantuvieron funcionando los aviones, es increíble; lo que pueden hacer los hombres cuando emplean bien las armas que tienen (APLAUSOS), demuestra que a un pueblo decidido a luchar no se le puede vencer; demuestra que mientras haya un hombre o una mujer con un fusil en la mano el país no puede ser ocupado (APLAUSOS).
Sabemos que los imperialistas tienen muchos aviones, muchos bombarderos B-52, y muchos acorazados, y muchos portaviones y muchas bombas, mucha tecnología, incluso armamento nuclear; pero digo que mientras haya un hombre o una mujer con un fusil nada de eso importa, porque sabemos lo que significa un hombre o una mujer con un fusil y decidido a luchar (APLAUSOS).
Martí dijo que una idea justa desde el fondo de una cueva podía más que un ejército (APLAUSOS), Y nosotros decimos que es todavía más poderosa esa idea justa cuando la defiende un hombre con un fusil en la mano (APLAUSOS). Y eso somos nosotros, millones de hombres defendiendo una idea justa, con muchos fusiles en las manos (APLAUSOS).
En Girón por primera vez en la historia el imperialismo norteamericano, no pudo este imponer su voluntad contra un pueblo de nuestro continente. Lo que habían conocido los pueblos de nuestro continente hasta esa fecha eran agresiones, imposiciones, intervenciones, golpes de estado, gobiernos impuestos cada vez que chocaban con los intereses de Estados Unidos, que dominaba nuestro continente a través de todas esas formas directas o indirectas de intervención. No pudieron repetir el expediente de Guatemala y el que han usado contra otros muchos países; no podían acudir al golpe de estado porque aquí había un ejército del pueblo (APLAUSOS); no pudieron, en fin, imponer su voluntad. Y fue por primera vez diferente en la historia de nuestro hemisferio, historia que es conocida y que vale la pena ser siempre recordada, porque esa historia de agresiones contra los pueblos de América Latina comenzó cuando le arrebataron a México más de la mitad de sus más ricos territorios (APLAUSOS), continuó a lo largo de decenios con todo tipo de intervenciones en el área del Caribe, Centroamérica y en el resto del hemisferio de una manera directa o indirecta.
Toda esa historia, sin una sola excepción, de dominación tuvo su punto en Playa Girón. Por fin un pueblo, no importa cuán pequeño fuera, no importa cuán pobre fuera, al lado del poderoso vecino, pudo establecer y pudo defender su soberanía y su independencia, que para nosotros significaba la Revolución (APLAUSOS) .
Para mayor gloria de ese pequeño país, en el momento mismo en que se iniciaba la agresión, se proclamaba el carácter socialista de la Revolución (APLAUSOS PROLONGADOS), como para que no dijeran después que era un pueblo engañado el que estaba combatiendo contra los mercenarios del imperialismo. ¡Y qué mercenarios! Aquella expedición constituyó toda una cátedra de sociología y de marxismo-leninismo (APLAUSOS). Si queríamos saber el papel de las clases, y los intereses que defendían, ahí estaban los hijos de los principales terratenientes, casatenientes, burgueses, de los cabecillas de sus partidos politiqueros, aliados con torturadores, esbirros y criminales de la tiranía. No tuvieron ningún escrúpulo en juntarse todos allí, y por ahí están las estadísticas. Del lado de acá, obreros, campesinos, estudiantes y gente humilde del pueblo.
Hay que preguntarse si entre los que cayeron en Girón había algún terrateniente, o algún casateniente, o algún explotador del pueblo; esas diferencias significan mucho.
En Girón se proclamó el carácter socialista de nuestra Revolución, en Girón prácticamente se forjó nuestro Partido. Por aquella época trabajábamos precisamente en la tarea de unir las fuerzas revolucionarias en una sola organización, bajo una sola dirección. Podemos decir por ello que, coincidiendo con ese momento en que llevábamos adelante esta tarea, quedó forjado nuestro Partido (APLAUSOS). Por eso se considera el 16 de Abril, fecha de la proclamación del carácter socialista de nuestra Revolución, como la fecha de la fundación de nuestro Partido (APLAUSOS PROLONGADOS).
Grandes han sido los avances de nuestra Revolución y nuestro pueblo desde entonces. Hablábamos de ello el día 16: cómo ha crecido y se ha desarrollado ese Partido en estos 20 años, que cuenta ya con más de 400 000 militantes, que cuenta con una Juventud que también rebasa la cifra de los 400 000 militantes; cuánto han crecido, se han desarrollado y se han consolidado nuestras organizaciones de masas, obreros, campesinos, mujeres, estudiantes, pioneros; cuánto han crecido y se han desarrollado nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias (APLAUSOS), y cuánto ha ganado en experiencia nuestro aguerrido Ministerio del Interior (APLAUSOS); extraordinario ha sido el logro en el desarrollo económico y social de nuestro pueblo (APLAUSOS). No voy a repetir hechos, porque de ellos hablamos en días recientes; pero si esperanzador ha sido lo que hemos alcanzado, mucho más esperanzador es lo que nos depara el futuro (APLAUSOS).
En estos años nuestro pueblo ha sido capaz de cumplir importantes misiones internacionalistas ayudando a otros pueblos agredidos por el imperialismo, como en los casos de Angola y Etiopía (APLAUSOS). Pero en estos años ha continuado cambiando también en el mundo la correlación de fuerzas, cada vez más y más a favor del socialismo (APLAUSOS). A pesar de algunas notables traiciones y a pesar de algunos reveses, nadie podría discutir que el cambio ha sido incesablemente favorable al socialismo.
Han ocurrido cambios también en el ámbito de nuestro hemisferio, otros pueblos han iniciado el camino de la Revolución; y tenemos, por ejemplo, el caso del triunfo sandinista en Nicaragua (APLAUSOS PROLONGADOS), que de modo especial nos lo recuerda la presencia en este acto del querido compañero Daniel Ortega, miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (APLAUSOS). Precisamente ahora, el imperialismo comienza a usar contra Nicaragua las tácticas que usó contra nosotros, comenzando por los sabotajes a la economía, la suspensión de los créditos, las campañas de propaganda contra Nicaragua, la concentración de mercenarios somocistas alrededor de Nicaragua y la creación de campos de entrenamiento de somocistas en los propios Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el imperialismo arma y apoya a los gobiernos genocidas de El Salvador y Guatemala, que han asesinado a decenas y decenas de miles de los mejores hijos de esos países.
El imperialismo de nuevo amenaza a nuestra patria, ¡de nuevo!, y habla de bloqueos navales, habla de posibles agresiones militares a nuestro país, olvidando Girón y olvidando la Crisis de Octubre (APLAUSOS), tratando de soslayar ineludibles compromisos internacionales. Por eso nos preparamos, por eso nos vemos obligados a realizar grandes esfuerzos y a consagrar nuestras energías multiplicadas a la producción y a la defensa (APLAUSOS). Por eso los días recientes, veinte años después, nos recuerdan los días de Girón, cuando aceleradamente organizábamos y preparábamos a nuestros combatientes, a nuestras milicias y a nuestros soldados.
Pero tenemos muy presente la experiencia de Girón. A nuestro país nadie podrá agarrarlo con la guardia baja, o agarrarlo desprevenido (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Nunca!") Como decíamos en el Segundo Congreso, Cuba es un hueso duro de roer, que puede atravesarse mortalmente en la garganta de los agresores (APLAUSOS).
Se equivocan también los que imaginen que el socialismo en nuestra patria se puede debilitar (APLAUSOS), que podemos reblandecernos (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Nunca!"), que podemos ser destruidos desde dentro (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Nunca!"). Lo que demuestra la historia de 20 años es que el socialismo es cada vez más fuerte (APLAUSOS); sabremos cuidarlo y sabremos aprovechar la experiencia que han tenido otros: la de aquellos que comenzaron atacando a la URSS, que empezaron por el antisovietismo y cayeron de pies y manos en brazos del imperialismo (APLAUSOS); o la experiencia de los que descuidaron los principios del marxismo-leninismo (APLAUSOS PROLONGADOS).
Nosotros, que llevamos más de 20 años de lucha frontal contra el imperialismo, sabemos lo que significa el internacionalismo, y sabemos lo que ha significado la amistad del campo socialista, y especialmente lo que ha significado la amistad de la Unión Soviética (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Vivan nuestros hermanos de la Unión Soviética!")
Al lado de la historia de iniquidades, agresiones, hostilidades, bloqueos, etcétera, y amenazas del imperialismo, tenemos la hermosa historia de nuestras relaciones con la URSS (APLAUSOS), del apoyo recibido desde el primer momento en todos los campos, del apoyo económico, de las magníficas relaciones de intercambio que existen entre nuestros dos países. No ha habido una sola vez, a lo largo de estos 20 años, que hayamos necesitado algo, que hayamos solicitado algo de la Unión Soviética y que no lo hayamos recibido (APLAUSOS), en cualquier terreno, y baste un ejemplo. Mencionaba aquí cómo una de las primeras medidas imperialistas fue suprimir el suministro de petróleo, pensaban que con eso ya nos ahogaban, y durante más de 20 años, a pesar de la crisis energética, a pesar de los precios actuales del combustible, a pesar de la distancia, nunca se paró una sola máquina en nuestro país por falta de combustible soviético (APLAUSOS).
Han sido relaciones verdaderamente fraternales, verdaderamente internacionalistas, verdaderamente ejemplares con nuestro país (APLAUSOS), y nunca nos han exigido por ello absolutamente nada (APLAUSOS). Nunca la URSS ha significado la más mínima sombra a la independencia, a la soberanía y la dignidad de nuestro país (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Viva la URSS!, ¡Viva Cuba!")
¿Cómo se puede ser antisoviético? No olvidaremos la solidaridad internacional; no olvidaremos los principios; no descuidaremos la aplicación más estricta de los principios del marxismo-leninismo (APLAUSOS), que como decíamos en el Informe Central al Congreso, si se aplican consecuentemente, hacen a la Revolución invencible (APLAUSOS). Hemos aprendido de nuestros propios errores; pero también vamos a aprender de los errores de los demás (APLAUSOS).
De modo que son ilusiones las que se hacen los que creen que el socialismo puede debilitarse en Cuba. Creo que los años que llevamos de lucha firme, vertical, resuelta, los años que llevamos enfrentados al imperialismo, nos dan derecho a tener seguridad en el futuro de las ideas revolucionarias en nuestro país (APLAUSOS).
Hemos tenido en estos días que recordar los hechos de hace 20 años. Y tengo aquí algunas ideas que incluso las escribí en una libretica para no dejarlas a la improvisación (RISAS). Yo creo que tienen cierta importancia, porque el momento en que vivimos exige que se conozcan bien las posiciones de cada cual, frente a los problemas fundamentales del mundo, frente a la paz, etcétera.
Se dijo por algunas agencias cablegráficas que mi discurso del día 16 era moderado. ¡Sí!, fue deliberadamente moderado. Este se puede calificar también de moderado. No deseamos atizar las llamas de la tensión y los conflictos internacionales.
El imperialismo asume políticas belicistas, armamentistas, provocadoras y amenazantes, no solo hacia Cuba sino hacia el campo socialista y hacia todo el movimiento revolucionario.
Pero todos los hombres conscientes de la tierra comprenden los grandes problemas que amenazan al mundo: la pobreza de miles de millones de personas que viven en las áreas del llamado mundo subdesarrollado, la crisis energética, la crisis alimenticia, la superpoblación de algunas áreas, el hambre, las enfermedades, la ignorancia, la contaminación creciente del aire, de los ríos y de los mares. Ninguna política armamentista de guerra fría y tensión internacional podría ser el marco adecuado para resolver estos problemas. Como dije en Naciones Unidas: "Las bombas pueden matar a los hambrientos, a los enfermos, a los ignorantes, pero las bombas no pueden matar el hambre, las enfermedades, la ignorancia" (APLAUSOS).
El mundo necesita más que nunca paz, distensión y colaboración internacional. El socialismo, que busca el bienestar y el progreso humano, no puede ser guerrerista, no necesita carrera armamentista, no necesita de tensiones internacionales; por el contrario, cada recurso que se dedica a las armas hay que sustraerlo al desarrollo. Los que saben que el porvenir les pertenece por entero no pueden desear la destrucción y la muerte de la humanidad (APLAUSOS).
Nosotros somos un pueblo revolucionario, no nacimos de la sumisión ni de las componendas politiqueras; nacimos de la lucha en 1868, en 1895, en 1933, en el Moncada, en el Granma, en la Sierra, en Girón (APLAUSOS). Somos un pueblo que mucho debemos al internacionalismo y que practicamos también la solidaridad internacional. Podemos decir que somos un pueblo combatiente (APLAUSOS), pero preferimos las victorias de la paz y el trabajo creador a las victorias de las armas (APLAUSOS). Preferimos las victorias de cada fábrica nueva que se construye (APLAUSOS), de cada campo que se transforma (APLAUSOS), de cada presa, cada canal, cada carretera, cada puerto, cada escuela, cada círculo, cada hospital, cada policlínico, cada teatro, cada campo deportivo, cada edificio para viviendas familiares que se crean (APLAUSOS). Preferimos derramar nuestro sudor a derramar nuestra sangre (APLAUSOS). Girón nos enorgullece, pero a la vez nos duelen profundamente las vidas de más de 150 compatriotas que cayeron en aquellas jornadas, los mutilados, los heridos, a causa de la codicia imperialista y sus insaciables ansias de dominación y riquezas. Por eso decíamos el día 16 que no somos partidarios de crear conflictos ni tensiones, pero que se equivocaba Estados Unidos si reincidía en su torpe y vieja política con relación a Cuba, si creía que podría resolver sus diferencias con Cuba con amenazas y agresiones. ¡No temblamos ante sus amenazas, no tememos a sus agresiones! (APLAUSOS PROLONGADOS)
Como revolucionarios, como patriotas, como socialistas, como internacionalistas, deseamos la paz (APLAUSOS) y estamos conscientes de la necesidad de luchar por la paz (APLAUSOS); pero no somos ni seremos jamás como los cristianos de la antigua Roma, que entregaban mansamente sus vidas a sus enemigos (APLAUSOS). ¡Con fiereza indomable somos capaces de luchar y lucharemos para defender nuestros derechos, nuestra obra, nuestro porvenir (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: "¡Venceremos! ¡Venceremos!"), la vida de las presentes y futuras generaciones; para defender nuestra tierra, nuestro cielo, nuestra bandera, nuestra libertad!
¡La Revolución no podrá ser jamás aplastada! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Nunca!") ¡Es ya invencible! ¡Su obra será eterna!
¡Eso es lo que queremos afirmar, reafirmar y jurar en este glorioso XX Aniversario de Girón!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)