DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN LA INAUGURACION DEL COMBINADO DE IMPLEMENTOS AGRICOLAS "HEROES DEL 26 DE JULIO", EN LA CIUDAD DE HOLGUIN, EL 27 DE JULIO DE 1981, "AÑO DEL XX ANIVERSARIO DE GIRON".
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)
Distinguidos invitados;
Queridos compañeros búlgaros y cubanos:
Agradezco profundamente las sinceras, fraternales, cariñosas, estimulantes, conmovedoras y revolucionarias palabras del compañero Peko Takov (APLAUSOS), que expresan los sentimientos del Partido y del pueblo búlgaros hacia nuestro país, sus sentimientos de simpatía, de reconocimiento, de admiración hacia el esfuerzo de nuestro pueblo, palabras que nosotros apreciamos extraordinariamente porque nos llegan de un pueblo valiente, de un pueblo revolucionario, de un pueblo hermano (APLAUSOS).
Con esta planta nuestra industria mecánica recibe una verdadera joya. La industria mecánica nació prácticamente con la Revolución, no existía antes del Primero de Enero de 1959, y es hoy una de las ramas que más rápidamente se desarrolla, constituyendo a la vez uno de los pilares fundamentales del progreso y del desarrollo de cualquier país.
El valor de la producción del Ministerio de la Industria Sideromecánica en 1980, alcanzó ya la cifra de 367 millones de pesos. La producción prevista en 1981 es de 463 millones, para un crecimiento del 26% con relación a 1980.
Durante 1980 se prestó una especial atención al desarrollo de la base técnica y tecnológica requerida por el crecimiento de la industria mecánica, elevándose a cerca de 2 000 los trabajadores en los centros de proyecto, investigación y desarrollo. La fuerza de trabajo calificada ha continuado creciendo, pasando de un promedio de 37 000 obreros en 1980, a 42 000 hasta la fecha, significándose en este crecimiento la alta participación del personal directo en la producción.
Esta fuerza de trabajo que se incorpora, surge básicamente de los graduados del plan de desarrollo trazado por la Dirección del Partido en 1980, cuyas filas se nutrieron de jóvenes que terminaron el Servicio Militar General.
Entre los logros productivos más destacados durante 1980 se encuentran: la producción de plantas de mediana complejidad, lográndose la terminación de 4 envasaderos para cítricos; las primeras producciones de elementos plásticos para el programa de riego, 122 sistemas; y la producción de 300 sistemas de aluminio, para el riego de la caña fundamentalmente; el desarrollo de las capacidades de producción de maquinarias y equipos para la industria azucarera, llegándose a la producción de 964 equipos que apoyaron el mantenimiento y la construcción de nuevos centrales, lográndose producir un molino en Cuba.
Otras producciones destacables fueron: centros de acopio, vagones para caña, alambre con púas, contenedores para transporte de líquido, ómnibus, acumuladores y perfiles de aluminio.
No obstante lo modesto del nivel de exportaciones del Ministerio, ya que no llega a alcanzar el 5% del valor de la producción, resulta alentador el incremento que se logró en 1980.
Aun cuando en la producción de las piezas de repuesto no se logre el avance que requiere nuestro país, ya se alcanzaron, durante 1980, producciones por más de 32 millones de pesos.
En el primer semestre de este año se logró una producción de 219 millones de pesos, significando un crecimiento de un 34% con relación al primer semestre de 1980, que en valores absolutos asciende a 55 millones más que lo realizado en el mismo período anterior.
Los crecimientos logrados en algunas producciones con relación a 1980 fueron: barras corrugadas, 34%; ómnibus, 45%; piezas de repuesto, 34%; alambres y cables eléctricos, 79%; piezas de acero fundidas, 28%.
Se trabaja para garantizar la primera serie de camiones pesados cubanos, a partir de los prototipos construidos el pasado año.
En coordinación con el Comité Estatal de Abastecimiento, se trabaja en la producción de piezas de repuesto para lograr satisfacer al máximo posible las demandas que hoy se importan, previéndose los siguientes niveles, niveles que se comparan en los últimos dos años. En piezas de repuesto fueron: en 1980, 32 millones; el plan de 1981 es de 54 millones; el plan de 1982 es de 71 millones de pesos. Esta es una cuestión muy importante por las dificultades que nos crea en todas partes la cuestión de las piezas de repuesto.
Se desarrolla durante 1981 un fuerte programa de equipos, mobiliarios e instrumentos médicos, que deben procurar durante el año satisfacer en parte los fuertes requerimientos de tan importante sector. Ya se ha logrado sustituir, a partir de las producidas en Cuba, la importación de camas Fowler neumáticas para los hospitales.
Se trabaja en el desarrollo de equipos para la construcción que se importan en la actualidad, y se cuenta con la posibilidad de la industria mecánica de producirlos a partir de 1982, como: cargadores frontales, mezcladoras de hormigón sobre camión, grúas sobre camión, etcétera.
Se inicia en 1981 un fuerte programa de producción de vagones ferroviarios, incluyéndose la producción de los primeros prototipos de coches de pasajeros autopropulsados.
Durante 1981 deben lograrse los primeros televisores a color hechos por la industria electrónica del Ministerio de la Industria Sideromecánica.
Ustedes conocen que nuestro país gasta grandes cantidades en la importación de equipos de todo tipo, para la construcción, para el transporte, etcétera, y poco a poco tenemos que ir desarrollando la producción de estos equipos en Cuba, sobre todo de aquellos que adquirimos en área de divisa convertible, y que nos costarán incomparablemente menos si los hacemos en nuestras fábricas.
Es decir que se proyecta el desarrollo de la industria mecánica de una manera sistemática y seria, y nos promete resolver gran número de necesidades para nuestro desarrollo.
Ahora estamos inaugurando esta fábrica. El proyecto ejecutivo de la misma y los suministros con la República Popular Búlgara se firmó en 1975.
Tiene especial importancia el hecho de que esta planta permitirá resolver problemas básicos en la producción nacional de equipos e implementos agrícolas y, además, apoyar a la industria sideromecánica.
Esta instalación garantiza el aseguramiento de las piezas de hierro y acero fundido para la fábrica de combinadas cañeras —hoy la producción de combinadas y sus piezas de repuesto dependen de un conjunto de unas 12 fábricas y talleres, creando dificultades al adecuado proceso de producción.
La nueva fábrica trae además una serie de ventajas a la industria mecánica: permite concentrar y especializar la producción de equipos agrícolas, logrando, además, sustituir la importación de parte de los mismos, aumentar el grado de complejidad y dar un producto de mayor calidad; representa un fuerte apoyo a las piezas de repuesto agrícolas, incluyendo las que la instalación de combinadas cañeras no puede hacer en los niveles que se demanda; al concentrar y especializar la producción de equipos agrícolas nos permite disponer de otras capacidades, las cuales se destinarán al desarrollo de importantes programas, como el de equipos ferroviarios y el de equipos para la construcción; garantiza una amplia gama de equipos e implementos agrícolas, sustituyendo con sus producciones algunas importaciones, como arados de cinco y seis discos, viradores de paja, etcétera.
El combinado ocupa un área total de 340 000 metros cuadrados. Esto es casi tres caballerías. Area techada, 85 280 metros cuadrados, de ella talleres productivos, 68 000 metros cuadrados.
Comprende cinco áreas básicas de talleres: talleres de preparación, que son corte y conformado, fundición de acero, fundición no ferrosa, forja; talleres de elaboración: maquinado, tratamientos térmicos y galvánicos; talleres de ensamblaje y montaje: ensamblaje para soldadura, ensamblaje mecánico, líneas de montaje, pintura; talleres de producción auxiliar: taller herramental, taller de mantenimiento, talleres de plantillería y carpintería; áreas de servicio: cuerpo energético —electricidad, aire, vapor, agua, gases—, laboratorio central, taller automotriz, almacenes, facilidades socioadministrativas.
Todos los talleres del combinado laborarán dos turnos de trabajo durante 280 días al año, con excepción de la fundición de acero que laborará tres turnos 300 días al año.
El programa básico de producción permite alcanzar a plena capacidad: producción en equipos, 10 850 unidades; producción en toneladas de equipos y piezas, 15 000 toneladas, de ellas, piezas de repuesto, 6 000 toneladas.
Las principales líneas de equipos que se producirán son: surcadores aporcadores, subsoladores tipo Mayarí y Bayamo, fertilizadores cultivadores, caña FC-8 e integrales, viradores de paja, gradas, desde 965 kilogramos hasta 17 000 libras; arados de tres, cinco y seis discos; asperjadoras de caña, pastos, arrastre.
La fuerza de trabajo total a plena capacidad será de 3 300 trabajadores, distribuidos así: técnicos superiores y medios, 363; obreros calificados, 1 947; otros, 990.
La construcción y el montaje comenzó en el mes de febrero de 1976 con el movimiento de tierra. La obra se construyó en un período de cuatro años y medio, siendo el valor de la construcción civil y el montaje de 26 millones de pesos.
En la construcción del combinado participaron la ECOI No.9, la Empresa de Obras de Ingeniería No. 17 y la ECOA No. 28 de la provincia de Holguín.
La construcción y el montaje se han realizado con un promedio de 1 000 trabajadores, aunque en los momentos picos han llegado a trabajar en la obra hasta 1 500.
El volumen de hormigón utilizado en la obra ha sido de 55 000 metros cúbicos. El volumen de suministro para la obra ha sido de 20 000 toneladas aproximadamente.
Costo de la inversión: equipos y maquinarias externos, 47 millones de pesos; construcción y montaje, 26; otros, 17; total, 90 millones de pesos es el costo de esta obra.
Ahora bien, hemos dado algunos datos, podríamos dar más, por ejemplo, los insumos de distintos tipos que requerirá esta fábrica. Pero no es posible hacerse idea de esta fábrica leyendo datos; para ver lo que es esta fábrica realmente hay que venir a la fábrica, entrar en la fábrica y recorrer la fábrica.
Nosotros que estuvimos desde muy al principio, desde que surgió la idea de hacer una planta para producir implementos agrícolas, desde que se hicieron las contrataciones, los proyectos, etcétera, desde que vimos aquí casi la primera piedra que se puso, y que sabíamos que era una fábrica importante, que era una fábrica grande, nos quedamos, sin embargo, asombrados cuando la vemos ya terminada y cuando la recorremos.
Como decía inicialmente, es una verdadera joya; proyectos bien concebidos, racionales, que abarcan todos los aspectos de la producción, y no solo los aspectos de la producción sino también los aspectos sociales de los trabajadores; bien distribuidas las instalaciones, de una forma muy racional. De modo que en realidad hay que felicitar a los proyectistas, en especial a los proyectistas búlgaros que trabajaron en el proyecto.
La construcción se ve de gran calidad, con una excelente terminación, por lo cual pienso que debemos felicitar muy sinceramente a los constructores que participaron en la edificación de esta fábrica (APLAUSOS).
Los talleres de fundición son grandes, están entre los mayores del país: fundición de hierro, fundición de acero, fundición de bronce, de aluminio. Todo el proceso muy mecanizado en esos talleres, muy seguros para los trabajadores. Los hornos, son equipos que se les ve sólidos, eficientes, tanto para fundir los metales como para el tratamiento térmico. Los talleres de corte, con capacidad de cortar laminado casi de cualquier grosor, hasta de 25 centímetros. Cuenta también la fábrica con grandes almacenes. El taller de maquinado es el mayor de Cuba, ningún otro taller de maquinado de Cuba tiene esa dimensión. Además, muy moderno, máquinas muy buenas, líneas automáticas, tornos que trabajan con programas y que dan la impresión de que esa fábrica y que esos talleres pueden producir mucho más de lo que dicen los números. A mí me parece que los cálculos están conservadores. Luego, los talleres de ensamblaje, de pinturas, los talleres de instrumentos, los talleres para producir las piezas de las propias máquinas de la fábrica.
En realidad, se experimenta no solo satisfacción, yo diría que se experimenta orgullo cuando se termina una fábrica de este tipo, cuando se inaugura una fábrica como esta.
Vemos que ya los obreros empiezan a ponerla en marcha, en distintos talleres están trabajando, se les ve preparados, disciplinados, conscientes. Ya hay un número en la fábrica y otros cientos se están preparando para ingresar y trabajar en ella en el futuro.
Luego también se ven las facilidades sociales, las taquillas. Tiene un enorme y moderno centro de elaboración de la alimentación, con capacidad para producir las comidas no solo para esta fábrica, sino para las tres que van a estar combinadas aquí. Dos comedores tienen esta sola planta. Dada su dimensión y la distancia entre unos talleres y otros se consideró conveniente instalar dos comedores. Tiene su teatro, tiene sus áreas deportivas, sus áreas verdes; áreas de almacenamiento de materias primas por allá; en fin, realmente nos llevamos la impresión de que esta es una fábrica muy completa.
Pero hay otros elementos que debemos tomar en cuenta. Pienso en primer lugar que dice mucho de Bulgaria y su desarrollo el hecho de que haya podido suministrarnos una planta de este tipo como planta completa, porque Bulgaria hizo el proyecto y nos suministró todo el equipo tecnológico de la planta, ella se responsabilizó con el suministro de esos equipos. Demuestra que el país es capaz de proyectar ya y exportar plantas completas, y eso es importante. Nos alegra ver a nuestra hermana Bulgaria ya entrando en la —digamos— esfera mundial, exportando no equipos, sino exportando plantas completas, nos alienta, nos estimula. Porque nosotros también ya en cierta forma podemos llegar en breve tiempo a ser exportadores de centrales azucareros completos (APLAUSOS), con proyectos cubanos y con el 70% de los equipos construidos aquí. Es decir, ver el ejemplo de Bulgaria nos estimula, nos enseña que puede ser posible.
Los dos primeros centrales o los cuatro primeros no los exportamos, los construimos aquí, y dos de ellos ya comenzaron a producir en esta zafra y cumplieron sus planes (APLAUSOS). Los otros dos van a trabajar mejor todavía, porque pequeños detallitos se fueron enmendando y perfeccionando. Ya nuestro país cuenta para ello con plantas mecánicas de Santa Clara, la fábrica de calderas, la fábrica de tándem también de Santa Clara, que ya está terminándose, y en el futuro produciremos también las centrífugas. Luego, llegaremos a producir el 70% de los equipos de un central. Nuestro proyecto del central se ve también muy racional, muy bien distribuido.
Pero decía que habla mucho de un país, de su desarrollo, de su desarrollo industrial, de su desarrollo técnico cuando puede exportar una planta completa como esta, de esta calidad. Yo diría, además, que los búlgaros se han esmerado en esta planta. Yo no sé si ellos han exportado muchas plantas completas, pienso que están en una fase inicial, pero realmente se han esmerado, han logrado un éxito completo.
Pero hay otra lección que se deriva: la mayor parte de los equipos, de los tornos, de las máquinas son búlgaras, fabricadas en Bulgaria. Eso dice mucho de un país que cuando inició la construcción del socialismo era un país agrícola, subdesarrollado, que en cierto momento tenía millones de propietarios de parcelitas, de minifundios, y que no tenía prácticamente ninguna producción industrial, y sin embargo hay que ver esas máquinas producidas en las fábricas búlgaras, excelentes máquinas.
Pero otra cosa adicional, y es que los equipos que no producía Bulgaria, los producían otros países socialistas y fueron suministrados por otros países: así la RDA suministró equipos, Checoslovaquia suministró equipos, la URSS suministró equipos y creo que incluso Hungría suministró equipos. Es decir que Bulgaria suministra la planta completa, se responsabiliza con todos los equipos, y los que ella no puede producir fueron aportados por otros países del campo socialista, lo que demuestra las posibilidades de la cooperación internacional, lo que demuestra las crecientes posibilidades del campo socialista para el suministro de equipos industriales y de plantas industriales. Ahí se ve la cooperación, digamos el CAME en acción, y máquinas muy buenas, nosotros las estuvimos observando cuidadosamente. Y de ese modo es que podemos decir que hemos construido un gigante de la industria mecánica.
Por ahí yo mencionaba cosas que podían hacerse en esa fábrica, si surcadores, si viradores de paja. En esta fábrica se puede hacer lo que se quiera, esta es una fábrica muy flexible. En esta fábrica se pueden construir otros muchos tipos de equipos, tiene posibilidades muy amplias.
Y a propósito de fábricas nuevas, nosotros recientemente hemos estado visitando algunas fábricas que tenemos en construcción. Esta mañana, por ejemplo, visité la fábrica de botellas en Las Tunas, otro gigante que pronto podrá también inaugurarse y ponerse en marcha, y es muy importante esa fábrica de botellas, que debe llegar a producir 300 millones de unidades al año. Y es importante por la leche que se envasa, el refresco que se envasa. Ustedes han terminado la fábrica de refrescos y sé que tienen limitaciones precisamente con las botellas, y a veces no hay suficiente cerveza y se puede producir más y están las limitaciones en las botellas, para cerveza, bebidas, licores, productos alimenticios en general. Sin envases pudiera decirse que no hay productos posibles, y ese es un gigante, esa planta de Las Tunas, modernísima, al lado de la otra que no se queda muy atrás, que es la fábrica de estructuras de acero.
Hace unos días visité otro gigante, ¡pero bien gigante!, la planta textil que se construye en Santiago de Cuba, que tiene también su industria mecánica al lado, no vayan a creer, donde van a trabajar 500 obreros, produciendo piezas para la industria textil; vean qué importante es eso y qué alentador, sobre todo cuando recordamos nuestros primeros años en que nos quedamos con todas aquellas plantas y sin una pieza ni posibilidad de conseguirlas, y que nuestros obreros en un tornito por aquí, otro tornito por allá resolvieron infinidad de problemas. Imagínense una fábrica textil, con tecnología soviética y una fábrica al lado de producir piezas, de 500 trabajadores, ¡qué garantía es eso de seguridad para la planta! Aquel gigante va a emplear 8 000 trabajadores cuando esté en plena producción, si se incluye la cuarta brigada.
Bueno, aquí estamos haciendo otro gigante, en la provincia de Holguín: la planta de níquel de 30 000 toneladas, de Moa. Llegará también el día de su inauguración, ustedes pueden estar seguros de eso, como llegó esta, que tanto la vimos creciendo durante años, hasta este día de hoy. Y ahora aquí, pues, me encuentro con otro gigante, porque yo mismo no sabía que esta planta era un gigante, lo veo ya cuando la recorro.
Y el problema de estas plantas no está ya en adquirirlas.
Estas plantas que he mencionado casi todas son de procedencia socialista: la fábrica de estructuras de Las Tunas, la fábrica textil de Santiago, esta planta, la de Moa, ya los suministradores son los países socialistas. Es decir, no es tan difícil adquirir la planta, y no es tan difícil construirla. Sabemos ya que construimos cualquier cosa, hasta una pirámide del Nilo la construimos nosotros, si es necesario, lo sabemos (APLAUSOS); porque nuestros obreros de la construcción lo han demostrado haciendo estas obras: la fábrica textil de Santiago, la de botellas, Moa.
Y hablando de obra gigante, no de una planta gigante, porque no podría decir eso de la siderurgia, pero sí de la obra más grande que nosotros tenemos que hacer, ya estamos adentrándonos en la construcción de nuestra planta siderúrgica en el norte de Oriente, en esta provincia. Esta provincia parece que ha tenido la suerte de que le hayan caído las obras más grandes del país (APLAUSOS). Bueno, compite con Cienfuegos que tiene su gran industria de fertilizantes, que empieza a construir su nueva refinería, que es bastante gigante, y que empieza a construir su planta electronuclear. Hay unas cuantas cositas que se están haciendo por ahí muy interesantes, unas cuantas obritas. Pero a ustedes les tocará también en el futuro hacer su planta electronuclear, así que van a seguir ganándose la rifa de las grandes obras (APLAUSOS).
Decía que no será una gran planta siderúrgica, pero será una buena planta para nuestro país y con posibilidades de ampliación, la que vamos a hacer en el norte de Oriente y que nos va a llevar muchos trabajadores y que posiblemente nos haga sudar la gota gorda, porque Moa es un ejemplo, con sus 10 000 trabajadores de la construcción que hay allí. Es la obra más grande que hemos emprendido nunca en el país. También lleva miles de obreros muy calificados la electronuclear, pero la siderúrgica lleva más que todo eso, incluso lleva un poco más de años hacerla.
No hace tanto tiempo, diríamos cuatro años, que se inauguró ese otro coloso de nuestra industria mecánica, que es la fábrica de combinadas (APLAUSOS), y que ya este año alcanzará las 600 combinadas por año; algo tan fundamental para nuestra agricultura, para nuestra rama azucarera, esas máquinas que tantos esfuerzos y sacrificios les han ahorrado a nuestros trabajadores al sustituir a cientos de miles de cortadores de caña. Esas máquinas deben estar sustituyendo ya alrededor de 140 ó 150 000 cortadores, y sigue aumentando la producción cañera, y sigue aumentando el número de combinadas y sigue aumentando el por ciento que se corta con máquinas. No se sabe lo que ha significado para nuestro país esa fábrica de combinadas, una verdadera liberación con relación a uno de los trabajos más duros.
Holguín también en los últimos años lleva un ritmo acelerado, la ciudad de Holguín ha construido unas cuantas fábricas. Así vemos cómo se transforma cada vez más la fisonomía de esta ciudad, y no solo en el campo económico, sino también en el campo social. Y esperamos que el ritmo de construcción de viviendas tome auge en los próximos años. Pero se ven las carreteras, las autopistas, los enlaces de las comunicaciones; en fin, se ven notables progresos en muy breve tiempo, porque muchos recordarán lo que era Holguín en el pasado, y cualquiera puede percibir los cambios en todos los sentidos. Ahora, solo en esta área tendremos tres fábricas: la "LX Aniversario", fábrica de combinadas; la "Héroes del 26 de Julio", esta planta mecánica, y la que se está construyendo, que es la fábrica de carretas, y entre las tres formarán un solo combinado, con alrededor de 6 000 trabajadores. ¡Qué satisfacción produce pensar que nada menos que 6 000 trabajadores holguineros tendrán garantizado su empleo en estas magníficas plantas, en condiciones humanas, en condiciones adecuadas, en condiciones honorables!
Ahora bien, el problema de estas fábricas —iba a decirles— no está en adquirirlas o incluso construirlas; el problema más importante es ponerlas en marcha, ahí es donde está la tarea realmente más difícil.
Cuando yo veía aquel gigante de la textil de Santiago y pensaba en 8 000 trabajadores, me imaginaba cuántas dificultades en poner en marcha aquella planta, qué cantidad de ingenieros se requiere, de técnicos medios, de obreros calificados, de cuadros que dominen el proceso, que sean capaces de organizar de una manera eficiente la producción.
Y sé que aquello va a costar trabajo y les recomendaba a los compañeros del Partido, desde ahora, un gran y especial esfuerzo en la preparación del personal, en la creación de las condiciones sociales, cuál es el mínimo de viviendas que deben estar a disposición de la fábrica para asegurar su puesta en marcha.
Observaba que, por ejemplo, esas condiciones no están totalmente dadas en las dos fábricas de Las Tunas, las condiciones de viviendas, solo un grupo de apartamentos que utilizaron los técnicos que llegaron. Y pienso que allí con rapidez hay que construir algunos cientos de casas que garanticen la estabilidad de la fuerza, las mejores condiciones para el personal, que a veces tienen que venir de otras provincias y de otros lugares, porque es un técnico de tal tipo o de otro, con el que no se cuenta en la provincia, y que lo menos que hay que hacer es brindarle un mínimo de condiciones sociales para lograr que se convierta, si es un habanero, en un holguinero o en un tunero, es decir, donde se le necesite.
No podemos olvidarnos, a la vez que creamos estos colosos, de las construcciones que simultáneamente hay que hacer para garantizar el personal técnico y garantizar un personal estable, sobre todo con relación a aquellos que son indispensables en la puesta en marcha y el funcionamiento de la fábrica. Todas esas cosas tienen que ir parejas. y pienso que en el futuro cada vez que hagamos uno de estos gigantes, casi al mismo tiempo vayamos edificando las viviendas multifamiliares que apoyen la puesta en marcha de esas fábricas. Y no solo la puesta en marcha, sacarle a la fábrica el máximo. Y toda fábrica demuestra sus grandes posibilidades, lo demuestra todo central azucarero, nuestros centrales azucareros funcionan, porque nuestros centrales azucareros tienen una clase obrera muy aguerrida, muy bien entrenada, llena de cariño por su central. Y hay que ver los centrales nuestros, muchos pues fueron fundados en el siglo pasado y después se les fueron añadiendo piezas, máquinas, tándem, tachos, calderas, etcétera, y cómo funcionan nuestros centrales. Y muchas veces producen más de lo que se espera de ellos.
Y hemos visto que las fábricas cuando son totalmente dominadas por los trabajadores, cuando los trabajadores son expertos siempre les sacan a la fábrica más de lo que la fábrica parece que podía dar. Y estoy convencido de que esta gran fábrica en un futuro será capaz de producir más que lo que se señala en los números, cuando los obreros la dominen cabalmente.
Ahora, en esta fábrica, como incluso hasta en una pequeña fábrica, o relativamente pequeña fábrica de cerámica que visitamos en Isla de Pinos, nos llamó mucho la atención ver muchachas y muchachos de 18, 19, 20 años, una clase obrera joven, muy joven. Y así también se percibe aquí en esta planta y se percibe mucho en la fábrica de combinadas. Está surgiendo una clase obrera joven, porque estas fábricas, con el esfuerzo que exigen, la organización que exigen, la disciplina que exigen, no solo son productoras de combinadas, equipos y de bienes materiales, son forjadoras de proletarios y de conciencia proletaria, de conciencia socialista y de conciencia comunista, porque de las fábricas nació el socialismo y nació la conciencia obrera, es decir, la conciencia más revolucionaria de nuestro mundo. Por lo tanto siento también satisfacción cuando pienso que estas fábricas serán productoras de una nueva generación de proletarios (APLAUSOS); nueva generación que tiene niveles de técnica y niveles de cultura mucho más elevados del que tuvieron nunca nuestros trabajadores. Porque han podido pasar por escuelas, por tecnológicos, por politécnicos, en fin, por distintos centros de enseñanza, o han tenido todas las facilidades para entrenarse en la propia fábrica, al pie de las máquinas.
Creo que es una promesa para nuestro país esa juventud que viene a las fábricas, y sobre todo a este tipo de fábrica que requiere un especial temple. Porque por muchas que sean las facilidades, la mecanización —y constantemente se introducen procesos automáticos que ayudan extraordinariamente el trabajo—, sin duda que el trabajo en estas industrias mecánicas es un trabajo duro. Es un trabajo que sirve para templar el espíritu, para templar el carácter.
Todas esas cosas hemos visto en esta planta. Pero hemos visto también algo que tiene un valor inestimable. Aquí nos encontramos de nuevo con un numeroso contingente de técnicos búlgaros. Son ya tradicionales nuestras relaciones con los técnicos búlgaros, porque Bulgaria fue de los primeros países socialistas que mandó técnicos a nuestro país, sobre todo en el campo de la agricultura nos mandaron muchos, y nos enseñaron mucho en lo que se refería a las cuestiones agrícolas, a la organización de la agricultura, construcción de presas, micropresas, construcción de carreteras, caminos, etcétera; cientos de ellos, y siempre fueron excelentes las relaciones, y siempre admiré ese espíritu de los colaboradores búlgaros: su capacidad de confraternizar con nuestro pueblo, su capacidad de adaptarse a nuestro país, su espíritu de trabajo. Y por ellos yo medía lo que ha hecho el Partido Comunista de Bulgaria, la generación que ha formado el socialismo en Bulgaria. Lo medía por los técnicos, por su inagotable espíritu de trabajo, su inagotable entusiasmo para cualquier tarea en cualquier momento, que suscitaban la simpatía y el cariño de nuestros trabajadores y de nuestro pueblo, el respeto de todos.
Y hoy de nuevo he tenido el placer de encontrarme con muchos técnicos búlgaros al lado de los hornos, al lado de las máquinas y sé que hay un total de alrededor de 90 aquí en esta planta. Y podemos decir que un asesor búlgaro, un colaborador búlgaro, un técnico búlgaro, es garantía de seriedad, de responsabilidad, de espíritu de trabajo, de espíritu realmente comunista, de espíritu realmente internacionalista (APLAUSOS). Esa es la obra del Partido de Dimitrov, esa es la obra del Partido de Yivkov, esa es la obra del Partido Comunista de Bulgaria, que se ve en esos hombres que a miles de kilómetros de su patria son capaces de entregarse como se entregan ellos a la colaboración. Y me dijeron que en estas últimas semanas no iban ni al comedor, muchas veces no iban ni al albergue, y era día y noche trabajando por adelantar la puesta en marcha (APLAUSOS) .
Pienso que eso es un gran ejemplo y nos hace sentir más hermanos, más reconocidos y más agradecidos de Bulgaria, y nos hace sentir más convencidos, más seguros de que el porvenir de los pueblos, el porvenir de la humanidad está en el socialismo; nos hace sentir seguros de la fuerza de nuestra causa, de nuestra invencible causa. Porque solo el socialismo produce ese tipo de hombre, solo el socialismo cuando se aplican de manera consecuente los principios del marxismo-leninismo (APLAUSOS). Y esos son los frutos.
Recordaba hoy mucho el día en que el compañero Yivkov nos hizo la visita, en que nos reunimos cerca de aquí de donde se estaba construyendo la fábrica. Me habría gustado que él hubiera podido disfrutar con nosotros hoy la inauguración de esta gran obra, lo deseábamos. Sus tareas, sus obligaciones lo hicieron prácticamente imposible. Pero albergamos la esperanza de que en la próxima visita que haga a nuestro país venga a esta fábrica y la vea ya plenamente en marcha. Porque yo sé el interés que se tomó por esta fábrica. Cómo se empeñaron en que fuera un éxito el proyecto, fuera un éxito la construcción, fuera un éxito la calidad. Pusieron todo su interés, y aquí vemos los frutos.
En realidad creo que, no solo para los holguineros aquí presentes, para todo el país es un motivo de satisfacción y orgullo esta nueva planta.
Ando buscando un papelito por aquí, tiene que ver con los holguineros (APLAUSOS). Yo sé que los que están aquí presentes son trabajadores destacados de distintos sectores, que no están presentes por casualidad, que fueron seleccionados para el honor de asistir a este acto (APLAUSOS), y que aquí están los trabajadores destacados de las 12 tareas que trazó el Partido el 25 de abril: la de cumplir la zafra, cumplir la siembra, cumplir la limpia de caña, cultivo profundo, atender e impulsar los sistemas de riego, la producción agropecuaria, la producción de combinadas, la educación —sabiendo que han alcanzado este año grandes éxitos—, los servicios, especialmente los de Salud Pública; la producción de níquel, la construcción de "Héroes del 26 de Julio", esta construcción, y la defensa. Y pude conocer también que ustedes han cumplido con honor las 12 tareas (APLAUSOS). Sé que una obra tan difícil y tan compleja como la de Moa en este momento la tienen al 109%, si no me equivoco, 109% del plan, y que las construcciones en general en la provincia están al 108%; y si me equivoco es al revés, uno al 109% y otro al 108%, pero Cano me puede...
MIGUEL CANO BLANCO.- Es 108% Moa y...
CMDTE. EN JEFE FIDEL CASTRO.- Moa al 108% y las construcciones en la provincia al 109%, así es la cosa (APLAUSOS).
Sé que han tenido uno de los mejores cursos escolares de la historia de Holguín. Y conocemos perfectamente con qué decisión y con qué eficiencia se enfrascaron en la lucha contra la epidemia y contra el mosquito, batalla que están ya realmente ganando, al haber disminuido considerablemente el número de casos diarios.
Quiero por estas razones, por lo que decía sobre los constructores, expresarles nuestra doble felicitación o triple felicitación, por estar en Moa al 108%, por estar en la provincia al 109% del plan, por la calidad y la puntualidad con que han entregado esta gran fábrica que inauguramos hoy (APLAUSOS) .
Escuchaba con interés y emoción las palabras del obrero que habló en nombre de los constructores, sobre todo cuando decía que están dispuestos a trabajar aquí y donde sea, ese tiene que ser el espíritu del constructor, y a cambiar los cascos blancos por los cascos verdes y los instrumentos de trabajo por el fusil (APLAUSOS), trabajar donde sea necesario. Y nosotros sabemos que esas no son palabras huecas, que tienen mucho sentido y están respaldadas por el gran espíritu de nuestros constructores que, como señalábamos ayer, también están obteniendo grandes éxitos en los trabajos que realizan en el exterior, y que también han elevado extraordinariamente la productividad durante este año, y están poniendo muy en alto el nombre de nuestra patria. Sabemos que con nuestros constructores podemos contar para lo que sea necesario (APLAUSOS).
Creo que obras como estas, progresos como estos, deben de llenarnos de optimismo y de confianza y de esperanza en el futuro. La lucha es dura, el camino es largo; no se transforma en unos meses, ni en unos pocos años, un país subdesarrollado agrícola, en un país desarrollado con una fuerte base industrial; pero poco a poco lo vamos alcanzando. Había que empezar casi por liquidar el analfabetismo, para poder un día contar con los médicos y los ingenieros y los técnicos que necesitábamos.
Sabemos que hoy en nuestras universidades estudian alrededor de 200 000 personas, y muchas de ellas trabajadores; se ha creado la base educacional para disponer de todos los técnicos que necesitemos y se está creando también la base material.
Pero tenemos mucho todavía que aprender en el camino para sacarles el provecho máximo a esas máquinas, a esas inversiones; el tiempo lo dirá, ya veremos lo que son capaces ustedes de hacer en esta fábrica. Vamos logrando poco a poco esas metas, aunque la lucha sea dura y el camino sea largo. Lo va obteniendo nuestra propia generación, pero con lo que estamos sembrando ahora lo va a lograr de forma más segura y más acelerada la generación que nos suceda; el esfuerzo de esta generación habrá dejado mucho a nuestra juventud, le habrá dejado mucho al futuro de la patria.
Hoy es 27, ayer se conmemoró el XXVIII aniversario del Moncada, se han mencionado con admiración, con reconocimiento, los hechos de aquella época, se ha recordado a los héroes; ¡pero realmente con hechos como estos, con esfuerzos como estos, con éxitos como estos, con obras como estas es que se puede rendir el mejor tributo a los que cayeron por la justicia, por el bienestar y el progreso de nuestro pueblo!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION).