DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, EN EL ACTO CENTRAL POR EL TRIGESIMO SEGUNDO ANIVERSARIO DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA, CELEBRADO EN LA PROVINCIA DE GUANTANAMO, EL 26 DE JULIO DE 1985, "AÑO DEL TERCER CONGRESO".
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)
Distinguidos invitados;
Guantanameros;
Compatriotas:
Este 26 de Julio cobra un significado especial por muchas razones, entre otras, por nuestros vecinos indeseables que tenemos en las proximidades de esta ciudad (EXCLAMACIONES DE: "¡Cuba sí, yankis no!" y "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!"); pero cobra mayor significación todavía por el hecho extraordinario de que nos acompañen en este acto más de 200 delegados de la Conferencia Sindical, celebrada en La Habana hace unos días (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, escucha, Fidel, escucha: aquí los caribeños, el 23 de octubre, estaremos en la lucha, estaremos en la lucha!"), y por la presencia de más de 50 mujeres latinoamericanas que participaron combativamente en la Conferencia de Nairobi (APLAUSOS).
La presencia de estas delegadas y estos delegados le dan a este acto, en esta época y en esta fecha, un simbolismo especial; tenemos que hablar para ustedes, para ellos y para todos los invitados.
Nos encontramos —me imagino que esto se lo habrán dicho muchas veces— en la remota provincia de Guantánamo, y decimos remota porque está en el extremo oriental de Cuba. Esta provincia nació como resultado de la Nueva División Político-Administrativa del país, en virtud de la cual la antigua provincia de Oriente se multiplicó en cinco provincias. La antigua provincia estaba llena de historia, de tal modo que al repartirla entre cinco provincias, todavía le quedó a cada provincia mucha historia.
En esta región, nuestro pueblo empezó a luchar, en primer lugar, contra los conquistadores. Como dije recientemente en la Conferencia Sindical, el más pacífico pueblo del mundo era el que habitaba en esta isla cuando llegaron los conquistadores; los aborígenes, totalmente desarmados, totalmente pacíficos, no obstante, ofrecieron cierta resistencia y un nombre figura en nuestra historia como el primer luchador por nuestro país, el del indio Hatuey. Según la historia, procedía de la isla de Santo Domingo —creo que así la llamaban entonces—, donde se habían asentado primero los conquistadores, y fue el primer luchador, el primer jefe y el primer mártir de nuestra patria.
A lo largo de la historia y durante siglos de esclavitud, incontable número de esclavos que abandonaron las plantaciones residieron en esta región e hicieron resistencia también a los opresores en los llamados palenques, que eran lugares selváticos y montañosos donde se refugiaban.
Más adelante, cuando ya surge lo que pudiéramos llamar la nacionalidad cubana, la población de esta región tiene una participación activa en la primera guerra de independencia, desde el año 1871 en que las fuerzas cubanas, dirigidas por Maceo, Máximo Gómez y Moncada, penetraron en este territorio, que estaba lleno de esclavos y cafetales, y libraron intensos y victoriosos combates contra las fuerzas españolas.
Cuando aquella guerra que había durado 10 años se reanuda, en 1895, por esta zona oriental del país se produce el desembarco de José Martí, héroe de nuestra independencia, en compañía de Máximo Gómez, una de las figuras internacionalistas más prestigiosa de la historia de América Latina, como había sido también internacionalista en nuestro concepto el indio Hatuey, que, procedente de Santo Domingo, luchó en nuestras tierras. Ellos sembraron simientes de internacionalismo.
Pero por las tierras de esta misma provincia, en los inicios de esa guerra, desembarcaron Antonio Maceo, José Maceo y Flor Crombet. Puede decirse que entre los primeros lugares que iniciaron la lucha, contando poco después con la presencia de los más prestigiosos jefes revolucionarios, se encuentra esta provincia de Guantánamo. Un ilustre hijo de esta provincia, José Agustín Pérez, había llevado a cabo con anterioridad el alzamiento en esta región.
Fue azarosa su vida. Los imperialistas impusieron un tratado, después de haber intervenido en nuestro país. Al final de nuestra Guerra de Independencia, cuando ya estaban exhaustas y derrotadas las tropas españolas, enviaron su fuerza expedicionaria, ocuparon nuestro país durante varios años, nos impusieron una constitución que tenía una enmienda que les daba el derecho a intervenir en Cuba, y por aquellos años tristes también impusieron otro convenio, en virtud del cual ocuparon un pedazo de nuestro territorio, en un contrato por tiempo indefinido; ni fecha le pusieron a aquel contrato, aceptado bajo presión por aquellos gobernantes irresponsables, y en virtud de ello ocupan todavía un pedazo de nuestro territorio nacional en esta provincia, donde se encuentra una de las mejores bahías de Cuba. Ahí están, estorbando el desarrollo de la región, estorbando el desarrollo de las instalaciones portuarias de nuestro país y amenazando a nuestra patria.
A lo largo de esos años de aquella república mediatizada, los guantanameros lucharon, y los campesinos de Guantánamo lucharon; se hizo famoso el Realengo 18. Realengo era algo que se originaba de la forma en que los españoles repartieron el territorio: hacían unos círculos de no sé cuántos metros o kilómetros, y las partes que quedaban entre los círculos se llamaron realengos. Esas áreas se dice que no tenían propietario hasta que aparecían los aspirantes, y los campesinos del Realengo 18 escribieron páginas gloriosas de resistencia contra la opresión y contra los latifundistas y geófagos, que inspiraron las hermosas páginas escritas por Pablo de la Torriente Brau, sobre el Realengo 18 (APLAUSOS), como escribió brillantemente sobre la prisión que conoció allá en la que es hoy Isla de la Juventud; y, por cierto, que aprendí bastante de esos escritos de Pablo de la Torriente, porque recuerdo que cuando él describía este territorio, decía que era un terreno tan apto para la lucha que un hombre con un fusil era capaz de detener un ejército. ¡Cuánto me ayudó después, cuando se nos presentó la tarea de cómo resistir, luchar y derrotar a un ejército, aquella frase de Pablo de la Torriente Brau, de que en esas montañas un hombre con un fusil podía detener un ejército! Y fueron proféticas sus palabras (APLAUSOS).
Y en la última lucha por la liberación, que fue la última y definitiva para alcanzar nuestra verdadera independencia, también tuvo una participación muy destacada la provincia de Guantánamo, puesto que aquí, cuando nosotros desembarcábamos por la provincia Granma días antes del 2 de diciembre —nosotros desembarcamos el 2 de diciembre, pero ellos habían calculado que llegábamos el 30 de noviembre—, el 30 de noviembre, compañeros del Movimiento 26 de Julio atacaron y tomaron el cuartel de Ermita. Recuerdo que algunos de los fusiles que ocuparon en esa acción, fueron utilizados después en la lucha en la Sierra Maestra. Y aquí está entre nosotros el compañero Camacho Aguilera, primer secretario del Partido en Santiago de Cuba (APLAUSOS), obrero ferroviario, que dirigió aquella acción.
Más adelante, en esta región montañosa de la provincia de Guantánamo, se abrió el Segundo Frente Oriental "Frank País", por las fuerzas que, comandadas por el compañero Raúl Castro, procedentes de la Sierra Maestra (APLAUSOS), avanzaron hacia acá y crearon un frente que fue modelo de organización y de eficiencia, y que jugó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra. Ese frente se abrió mediante una marcha rápida por el llano, con utilización de vehículos motorizados en cierto momento. Fue la primera vez que nuestras fuerzas en el llano usaron vehículos para transportar una columna completa. Llegaron a esta región, y desde ese momento, realmente podíamos decir que ya las fuerzas rebeldes eran invencibles. Por aquellos días se abrió también el Tercer Frente, bajo el mando del compañero Juan Almeida (APLAUSOS). Es decir que hay una constante histórica en el espíritu de lucha y en el patriotismo de los guantanameros (APLAUSOS).
Ahora bien, ¿qué era la provincia de Guantánamo al triunfo de la Revolución? Sencillamente el Tercer Mundo de un país del Tercer Mundo; otras regiones del país tenían un mayor desarrollo.
No creo, sinceramente, que la Revolución en la provincia de Guantánamo haya hecho el máximo, creo que debimos hacer más por Guantánamo (APLAUSOS). Por unas razones o por otras, entre ellas, debemos tener en cuenta el estorbo de que la excelente bahía de esta provincia está ocupada por los yankis. Hay otras provincias del país donde la presencia del puerto, como es el caso de Cienfuegos, determinó el desarrollo de importantes obras e importantes inversiones. Ha ocurrido también en Matanzas o en el norte de Oriente y en otros sitios. Sin embargo, a pesar de las dificultades, a mi juicio, subjetivamente no hubo suficiente conciencia de la necesidad de desarrollar de manera especial esta región.
Este territorio, como dije, formaba parte de la antigua provincia de Oriente y la provincia de Oriente era la más grande del país. Oriente igualmente formaba parte del Tercer Mundo, y aunque la Revolución ha hecho grandes esfuerzos en el territorio de esa antigua provincia donde hoy están enclavadas cinco nuevas provincias, pienso que podíamos y debíamos haber hecho más.
Es que durante un período de la Revolución era difícil escapar al fenómeno de la concentración y la tendencia a construir industrias en la capital de la República; era la que tenía más desarrollo, era donde estaba el Gobierno Central, y siempre había una tendencia a querer instalar las nuevas fábricas en la capital, siendo así que a la capital ya le faltaba agua, a la capital le faltaba incluso fuerza de trabajo. Recuerdo que hace más de 15 años, fue necesario luchar duramente contra ese espíritu de cierto carácter centralista, un poco capitalista en el sentido de capital de la República, no de capital de dinero; pero es el hecho de que el capital en cualquier sentido lo estaban invirtiendo allá. Fue necesario luchar hasta lograr repartir muchas de las industrias que inicialmente estaban programadas construir en la actual provincia Ciudad de La Habana y trasladarlas al interior del país.
Digo esto, porque es esencial estar conscientes de que hacer un programa y una política de desarrollo justo, igualitario, bien distribuido por el país, requiere un nivel de conciencia, estar conscientes de la necesidad de ese principio. Y, en realidad, es lo que en esencia ha hecho la Revolución, porque en los primeros años no podíamos construir muchas industrias debido al bloqueo, a las amenazas, a las dificultades; pero afortunadamente cuando se empezaron a construir las industrias más importantes se distribuyeron muchas por el interior del país. Desde luego, hay algunas industrias que hay que situarlas en un lugar porque hay un puerto, o porque allí está la materia prima; pero hay muchas industrias que pueden ser ubicadas indistintamente en un lugar u otro. La política aplicada hizo posible que se desarrollara el interior del país, porque tempranamente tomamos conciencia de este problema, y, efectivamente, algunas provincias más ayudadas por factores naturales, el puerto, o materias primas, adquirieron un considerable desarrollo.
Al analizar la obra de la Revolución en esta provincia, en concreto, uno tiene que plantearse, realmente, si se hizo aquí el máximo de lo que se podía haber hecho. Y, por lo pronto, al plantear esto en este 26 de Julio, ello implica el compromiso de que en los años futuros hagamos más que lo que hemos hecho por Guantánamo en los años pasados (APLAUSOS PROLONGADOS).
Algo se ha hecho, sin embargo, y cuando miro esas edificaciones, cuando miro ese modernísimo hospital, cuando miro ese elevado edificio, cuando miro ese hotel, cuando miro esas instalaciones, cuando miro esta plaza, es indiscutible que nada de eso, nada parecido a eso existía aquí.
Esta provincia, además, tiene características especiales: 25,6% de sus tierras son agrícolas y son relativamente pequeñas las extensiones de tierra de calidad óptima, incluso del tipo uno, de los mejores suelos, no existe aquí; es decir, su territorio agrícola no es abundante. El 73% del territorio está ocupado por las montañas y un 1,4% aproximadamente está ocupado por industrias, instalaciones, carreteras. Su clima es uno de los climas más variados que tiene nuestro país: muy seco en la región sur, precisamente donde están las áreas llanas; muy húmedo en la región norte, donde está el macizo montañoso. Algunos profesores me han explicado que el carácter seco de esta zona sur se debe al hecho de que los vientos alisios que soplan del nordeste chocan con las montañas, se precipitan, y, en consecuencia llueve mucho allá al norte y poco aquí en el sur. Ese mismo fenómeno se repite en los Andes y se repite en otros sitios de América Latina; en una escala mucho menor, ese fenómeno se repite aquí.
Sin embargo, analizando la producción de la provincia de Guantánamo y comparándola con la etapa previa a la Revolución, esa producción ha aumentado en cinco veces, se ha multiplicado por cinco desde el triunfo de la Revolución.
Algo más, desde que se creó la provincia en 1976, la producción se ha duplicado, y en los últimos cuatro años la productividad del trabajo ha crecido a un ritmo de 9,7% por año. Algunas producciones, como la de sal, han crecido de 30 000 toneladas en el año 1959, a 234 000 toneladas en la actualidad.
Esta provincia es la principal productora de cacao, de coco, es importante productora de café; y, sobre todo, por poseer un 73% de su territorio en áreas montañosas, es una de las que tiene más potencial de silvicultura en el país. No quiere decir que quedaran bosques, el capitalismo había arrasado prácticamente todos los bosques maderables, con casi toda la madera explotable en esta provincia, y llevamos ya más de 25 años sembrando plantas en esos bosques y reconstruyéndolos; al principio sin ninguna experiencia, muchas veces no sabíamos cuál era la variedad más adecuada, ni la técnica más adecuada para sembrar; no había prácticamente un solo ingeniero forestal, hoy tenemos un numeroso contingente de técnicos y especialistas en silvicultura de alto nivel, y es creciente la cantidad y la calidad de las plantaciones maderables que se hacen en esta región, como en todo el país.
La producción de cacao, por ejemplo, en los últimos años, entre 1981 y 1984, ha crecido a un ritmo del 7% anual y esperamos que siga creciendo, puesto que este es un país aficionado al chocolate, y en esas montañas, sobre todo en la región de Baracoa, se produce un excelente cacao.
Crece también, considerablemente, la producción de coco. Además, en los últimos 12 años se desarrollaron importantes plantaciones citrícolas en esta provincia, y así, por ejemplo, la producción de cítricos, entre 1980 y 1984, ha crecido en 6,3 veces. La producción de manteca de cacao ha crecido en 2,3 veces.
Se han plantado, solamente en el año 1984, alrededor de 20 millones de árboles, y en el año 1985 se espera alcanzar una meta de 21 millones de árboles; en la zona sur seca se han plantado más de un millón de árboles de especies adecuadas a su suelo y a su clima. Aquí, realmente, el hombre tiene un reto con la naturaleza; tiene que introducir cada vez más la técnica y la ciencia; se van por ello introduciendo mejores variedades de café, de cacao, etcétera.
En estos años de Revolución, en la provincia de Guantánamo se han construido 27 nuevas industrias y 75 nuevas instalaciones agropecuarias. Esta provincia no tenía ninguna industria; vivía, realmente, de la famosa base naval, donde había algunos miles de trabajadores que un día los prepotentes imperialistas, después del triunfo de la Revolución, expulsaron casi en su totalidad; era la única fuente de empleo. Y luego el turismo yanki, el turismo de la marinería, que ustedes saben las secuelas de problemas sociales y problemas morales que deja, venían a gastar sus dólares por aquí, en bares y prostíbulos. Ninguna producción industrial excepto algunos ingenios azucareros. Precisamente, el crecimiento de la producción se ha debido a las nuevas industrias que se han construido en el período revolucionario.
También se hicieron muchas construcciones: primero hospitales rurales, después otros importantes centros de salud en campos y ciudades; círculos infantiles, escuelas primarias, secundarias, preuniversitarias, instalaciones, incluso, universitarias, viviendas; se hicieron igualmente muchos esfuerzos en la construcción de caminos y carreteras. En los años de la Revolución se han construido alrededor de 1 400 kilómetros de caminos y carreteras, puesto que era una provincia incomunicada; es decir, tenemos 7,8 veces los kilómetros de caminos y carreteras que existían en la provincia, y 3,4 veces el número de carreteras asfaltadas que existía. Se hizo —aunque ya estaba empezada y la Revolución la construyó en sus tramos más fundamentales y difíciles— la carretera de Guantánamo a Baracoa; se construyeron numerosas carreteras hacia distintas poblaciones en el interior de la provincia; por ejemplo, la carretera de Guantánamo a Sagua, terminada recientemente; se está construyendo la autopista de Santiago de Cuba a Guantánamo; la llamada vía de La Mulata, que es otra carretera que atraviesa las montañas en dirección a Baracoa y se está construyendo la carretera de Moa a Baracoa y de Baracoa a Maisí, sin embargo, todavía habrá que construir más carreteras.
En esta provincia seca no había un solo embalse de agua, se han construido ya embalses con capacidad de 300 millones de metros cúbicos de agua, y se seguirán construyendo nuevos embalses. ¿Cuál sería la situación de la provincia con esta sequía sin los embalses que se han construido? A pesar de eso, ahora mismo estamos atravesando una sequía que ocasiona un considerable déficit de agua.
De modo que se ha hecho un esfuerzo, que yo llamo todavía insuficiente, pero sus resultados son notables. Por ejemplo, en esta provincia había 30 000 puestos de trabajo permanentes al triunfo de la Revolución; hoy hay 104 000, y no incluye la población campesina, ni a los militares. Si incluimos a todos los trabajadores de la economía y los servicios, tenemos alrededor de 150 000 personas ocupadas en esta provincia; es una cifra que tiene cierto significado, si se toma en cuenta que la población de más de 60 años no es numerosa, ahora sí crece a ritmo rápido el número de los que superan los 60 años, por mejores condiciones de vida y de salud. La población de la provincia está constituida fundamentalmente por personas jóvenes, niños y adolescentes. Hay también alrededor de 6 000 guantanameros que trabajan fuera de la provincia.
De la fuerza de trabajo civil, el 37% está constituido por mujeres; y de la fuerza técnica, de los trabajadores con calificación técnica, las mujeres constituyen el 54% (APLAUSOS). Creo que es alentador, sobre todo para las compañeras latinoamericanas que se preocupan por estas cuestiones.
El nivel de escolaridad —no voy a hablar de antes de la Revolución— de nuestra masa trabajadora, reflejaba que en el año 1971, ya después de 12 años de Revolución, el 18% tenía más de sexto grado. En el año 1984, el 80% de la masa trabajadora tenía más de sexto grado (APLAUSOS). Hoy aquí se entregó la bandera al dirigente sindical como reconocimiento, entre otras cosas, al esfuerzo por el noveno grado, nivel en el que se han graduado, en los últimos años, más de 25 000 trabajadores. Esto es notable en una provincia que tenía uno de los más altos índices de analfabetismo en el país (APLAUSOS).
Otro dato interesante, que refleja el avance de la Revolución, es que en el año 1971 solo el 0,4% de la fuerza de trabajo tenía nivel universitario; hoy, el 7,2% de la fuerza de trabajo tiene nivel universitario (APLAUSOS).
En el campo social no se quedó atrás la provincia de Guantánamo, porque en ese campo la Revolución atendió por igual y repartió los recursos en todo el país. Digamos que las provincias de más recursos económicos hicieron posible los medios para el desarrollo de las provincias más pobres, de menos recursos. Por eso, independientemente del desarrollo económico de cualquier provincia, a ninguna le faltó el plan de asistencia médica igual que las demás; a ninguna le faltó los planes educacionales, culturales, recreativos, deportivos, igual que las demás (APLAUSOS).
En el sector médico, antes del triunfo de la Revolución, en el territorio de esta provincia había 91 médicos y la inmensa mayoría trabajando en consultas privadas, no eran médicos, por lo general, para la población trabajadora y campesina, que constituía la inmensa mayoría; hoy, esta provincia cuenta con 574 médicos, trabajando para todo el pueblo, en servicios médicos gratuitos para la población (APLAUSOS). Antes de la Revolución había 30 estomatólogos; hoy hay 175 trabajando para toda la población, con servicios estomatológicos gratuitos (APLAUSOS). En esta provincia —algo increíble— había 24 enfermeras y auxiliares de enfermería; hoy hay 1 528 enfermeras y auxiliares de enfermería, vean cuántas veces ha crecido (APLAUSOS).
Antes de la Revolución había 4 hospitales, hoy hay 17, de los cuales este que tenemos aquí a la vista es un ejemplo, pudiéramos decir que es el hospital más representativo (APLAUSOS).
En el hospital general de Guantánamo, el hospital destinado a dar servicios al pueblo, al triunfo de la Revolución había seis médicos, cinco enfermeras, tres laboratoristas y 22 empleados de servicios; el presupuesto de ese hospital general era de 17 000 pesos al año. Hoy, ese solo hospital que ustedes ven ahí, tiene 211 médicos, no dispongo del dato sobre el número de enfermeras y laboratoristas, pero sé que tiene más de 800 camas y trabajan alrededor de 1 900 personas en ese hospital, entre médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, laboratoristas y personal de servicios (APLAUSOS); brinda atención médica en 25 especialidades clínico-quirúrgicas, y ese solo hospital cuenta con un presupuesto de 8 millones de pesos al año (APLAUSOS).
Hay hospitales rurales, puestos médicos rurales, está cubierto todo el territorio de la provincia, incluidas las montañas; existen decenas de instalaciones médicas, entre hospitales rurales, pediátricos, psiquiátricos, policlínicos, talleres de ortopedia o de prótesis, ópticas, etcétera.
Los resultados se pueden apreciar: la mortalidad infantil de esta provincia —y por eso digo que era el Tercer Mundo de un país del Tercer Mundo— ascendía a más de 100 por cada 1 000 nacidos vivos, según estimados conservadores, porque nadie sabía lo que las epidemias, la falta de asistencia en el parto y todo eso, la cantidad de muertes a que daba lugar. Se calcula en más de 100, y ya el año pasado fue de 18,6 por cada 1 000 nacidos vivos en el primer año de vida. Está todavía por encima del promedio nacional, el promedio nacional fue 15; algunas provincias tuvieron 13, esta provincia está por encima del promedio nacional con 18,6. A pesar de eso, la mortalidad infantil en esta provincia, que era el Tercer Mundo de un país subdesarrollado, hoy está por debajo de la mortalidad de cualquier otro país del Tercer Mundo, y por debajo, es decir, con un mejor índice que el que tienen unos cuantos países industrializados (APLAUSOS). Aquí la lucha contra la mortalidad infantil se hace más difícil por el carácter montañoso del territorio y porque una parte relativamente elevada de la población vive en las montañas y en los campos, y existe un mayor número de casos de matrimonios precoces y embarazos precoces. Aquí la lucha por ir reduciendo punto a punto la mortalidad infantil, requiere un esfuerzo especial, pero lo vamos a realizar y vamos a obtener los resultados, sobre todo a medida que se extienda la institución del médico de la familia en esta provincia, donde ya tenemos los primeros.
En la educación los cambios también son fabulosos. Antes del triunfo de la Revolución, el 50% de los niños no tenía ni maestros ni escuelas; de los que estaban matriculados, el 20% desertaba por razones económicas y sociales, de los matriculados solo asistía el 60% a la escuela. En la actualidad, toda la población infantil tiene escuelas y maestros para la enseñanza primaria y no solo para la enseñanza primaria, sino para la enseñanza media, y tiene también posibilidades de realizar estudios universitarios.
Al triunfo de la Revolución había 257 escuelas, hoy hay 909; había un poquito más, llegamos a tener 1 040, aproximadamente, en esta provincia, pero como la natalidad se ha ido reduciendo, hay un poquito menos de escuelas primarias. Pero, vean: 257 antes y ahora 909 escuelas; claro, aquí el número es elevado, porque el 60% de esas escuelas está en las montañas y en ellas la población suele vivir aislada, no se pueden hacer escuelas grandes.
Escuelas de nivel medio había seis en esta provincia, con 1 300 alumnos; ahora existen 61, con 48 000 alumnos, a lo que habría que añadir alumnos de Guantánamo becados en otras provincias. De esos 48 000 alumnos, casi el 55% está becado en la misma provincia, porque muchos son de las montañas y para ir a una secundaria básica, a un preuniversitario, a un tecnológico, a una escuela de maestros, a una escuela de enfermería, pues tienen que trasladarse a la ciudad o a los alrededores de Guantánamo.
Existe ya una facultad de Ciencias Médicas. Cada una de las 14 provincias del país tiene, por lo menos, una facultad de Ciencias Médicas. Existe el Instituto Superior Pedagógico y existen filiales de facultades de economía, de juristas y de ingeniería agronómica. Esto significa que los médicos de Guantánamo ya se forman en Guantánamo, que los especialistas de Guantánamo ya se forman en Guantánamo, que los maestros y los profesores se forman en Guantánamo. Esto evidencia un incuestionable desarrollo social.
No voy a hablar de otros problemas: de la prostitución, que hace muchos años, afortunadamente, desapareció en nuestro país y en esta provincia. No voy a hablar de mendigos o de niños descalzos y abandonados o pidiendo limosnas, esa categoría de personas no se conoce en nuestro país y no se conoce en esta provincia de Guantánamo (APLAUSOS).
En cuanto al desarrollo cultural, baste señalar el hecho de que hay 2 500 grupos de artistas aficionados, ¡dos mil quinientos!
En cuanto al desarrollo deportivo, voy a señalar otra cifra: 329 instalaciones deportivas; 17,2 veces más instalaciones deportivas que las que había antes del triunfo de la Revolución (APLAUSOS); tienen su estadio con iluminación nocturna, y se siguen construyendo instalaciones deportivas. Los resultados de los guantanameros en el deporte son notables y, entre otros, tienen muy buenos boxeadores, lo cual es aconsejable, por supuesto, teniendo a un vecino tan agresivo aquí en las proximidades (APLAUSOS).
Hoy existen en esta provincia 72 acueductos, entre grandes y pequeños, y es tres veces mayor el número de familias que tiene agua corriente.
Otro dato: antes de la Revolución había 15 000 viviendas con electricidad; hoy hay 68 000 (APLAUSOS), y, recientemente se llevó a cabo un plan para llevarles electricidad, durante algunas horas de la noche, a las comunidades campesinas aisladas donde no llegan las líneas eléctricas, pequeñas comunidades de 20, 30 familias. En el último año, en las montañas de la antigua provincia de Oriente, se distribuyeron alrededor de 500 pequeñas plantas eléctricas; a la provincia de Guantánamo le correspondieron 86 (APLAUSOS), y ya en 86 comunidades aisladas, todas las que había sin electricidad, hay electricidad varias horas a prima noche. Me imagino que ahora estén viendo este acto en televisor a color, porque tienen su planta eléctrica, su círculo social, televisión a color, refrigeración —que funcionan no mediante electricidad, sino mediante gas, pues necesitan enfriar durante las 24 horas—, como avances que se han ido logrando en los últimos tiempos. Es muy difícil llevar una línea de 110 000 ó de 33 000 kilowatts a las montañas, pero hemos ido buscando soluciones, y si no tienen electricidad las 24 horas al día, por lo menos, la tienen tres o cuatro horas a prima noche.
El movimiento campesino avanza, hay 156 cooperativas de producción agropecuaria en esta provincia; más del 50% de los campesinos están ya organizados en cooperativas de producción agrícola, lo que ha significado un importantísimo paso de avance.
También se destaca esta provincia en la defensa. Debemos señalar que el 50% de las Milicias de Tropas Territoriales está constituido por mujeres, mujeres soldados (APLAUSOS).
Tal vez el enemigo ni se imagine lo que significan mujeres soldados, nosotros tuvimos oportunidad de verlo en nuestra última guerra de liberación, con una unidad de combate que llevó el nombre glorioso de Mariana Grajales (APLAUSOS). En esta provincia, una de las más pequeñas del país, que tiene solo 6 184 kilómetros cuadrados y 473 112 habitantes, las fuerzas de defensa organizadas y armadas están constituidas por 110 000 hombres y mujeres (APLAUSOS). Las amenazas imperialistas nos obligaron a organizar una fuerte defensa y aquí tenemos un ejemplo; en esta sola provincia el enemigo imperialista se encontraría frente a todo un pueblo, que participaría de una forma u otra en esa lucha, y están preparados y organizados para eso 110 000 combatientes.
Creo que para nuestros amigos y amigas latinoamericanos este dato que les doy, que no constituye ningún secreto, es muy importante. No hay más porque no hay más armas, ustedes oyeron lo que los niños estaban diciendo allí hace unos minutos (APLAUSOS). Pero tendremos más armas y seguiremos armando al pueblo, organizándolo y preparándolo para luchar. Organizado está todo, y preparados para defender su patria están todos aunque las armas sean todavía insuficientes. Ya no son los tiempos del indio Hatuey, ni son los tiempos aquellos en que vinieron a pasear aquí oportunistamente, al final de nuestra guerra de independencia; ahora hay un pueblo consciente, organizado, patriótico, combativo, bien preparado que no le tiene miedo a nada ni a nadie (APLAUSOS).
Me imagino que ellos están contemplando también este acto —de vez en cuando la televisión de ellos se cuela aquí, pienso que la de nosotros se cuele también allí— y que están viendo a este Guantánamo tan distinto al que ellos conocieron, a esta impresionante y entusiasta multitud. Yo pregunté: ¿Y cuántos hay aquí, de dónde salió tanta gente, tanto pueblo? No caben en esta plaza, donde no hay un solo hombre ni una sola mujer que se venda o que se alquile, ¡qué lección para el imperio! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!")
He ofrecido algunos datos históricos sobre la provincia de Guantánamo, su esfuerzo en el año 1984, pero ha transcurrido ya medio año de 1985 y el esfuerzo de los guantanameros marcha excelentemente. Por ejemplo, han sobrecumplido su plan económico en un 7% en este primer semestre, han aumentado la producción en casi un 13% y han elevado la productividad del trabajo en el 9,7% en estos primeros seis meses del año; son cifras notables, a pesar de las condiciones climáticas tan desfavorables. Las ha tenido todo el país, y si todo el país ha tenido problemas climáticos, problemas de sequía, más los ha tenido todavía esta provincia de Guantánamo, sobre todo, en sus áreas agrícolas, donde están sus principales cultivos.
Con motivo del acto del 26 de Julio que tan merecidamente se ganaron por su esfuerzo, por su entusiasmo, han construido —con la ayuda de todas las provincias, porque ya es una tradición que las demás provincias ayuden a la provincia donde se va a celebrar el aniversario— 190 obras con un valor de aproximadamente 30 millones de pesos. Algunos edificios los acaban de terminar, como ese flamante edificio que tenemos ahí enfrente de 18 pisos y ciento y tantas viviendas, creo que le han hecho un restaurante de primera arriba. Con la participación de las masas, se han hecho infinidad de obras alrededor de esta fecha del 26 de Julio; ahora, este esfuerzo hay que seguirlo.
En los planes perspectivas, en el próximo quinquenio, nos proponemos realizar inversiones nuevas en 30 objetivos industriales, que les darán empleo a 6 000 personas aproximadamente, eso es lo que hay, pero todos estamos pensando para ver qué más puede hacerse por esta provincia, cómo incrementar los planes de inversión en esta provincia (APLAUSOS), e impulsar su desarrollo a pesar de la característica de tener un 73% de montañas.
Hay ciertos factores adversos, ya mencioné desde la base yanki en la bahía hasta algunos factores de tipo natural, pero hay recursos todavía. Se están haciendo exploraciones de minerales en toda esta región, se está intensificando el trabajo de silvicultura en la provincia, tiene un río importante, al norte, entre las montañas, el Toa, uno de los más caudalosos. Lamentablemente no tiene allí territorios llanos donde se pueda utilizar el agua para regadío, pero se puede utilizar para producir energía, y en los proyectos futuros está desarrollar toda la posibilidad energética de la cuenca del Toa. Ya se construye, con el propósito de desarrollar esa región, una nueva carretera de Guantánamo a Baracoa que pasa por allí (APLAUSOS).
Bien, hablé de inversiones. En los años de Revolución, se han invertido mucho más de 1 000 millones de pesos en esta provincia; solo en los últimos cuatro años, 336 millones.
Pero no lejos de aquí, el país realiza una de las más grandes inversiones que ha hecho jamás, las inversiones minerometalúrgicas de la zona de Moa. Ahí hay una planta de producción de níquel por proceso químico; se está terminando una nueva planta con capacidad de 30 000 toneladas anuales de óxido de níquel y cobalto por proceso térmico; se ha iniciado y avanza la construcción de una segunda planta por otras 30 000 toneladas; se ha construido una gran planta mecánica y otras instalaciones. Una región nueva, de nuevo desarrollo y está cerca de aquí. Si esa región perteneciera a la provincia de Guantánamo, los índices económicos serían considerablemente diferentes (APLAUSOS). Ahí hay más de 10 000 obreros de la construcción —¿cuántos son exactamente los que tenemos ahora? Quince mil obreros construyendo allí. Ese sí es una colosal inversión, y está en el territorio geográfico de Guantánamo (APLAUSOS). ¿Por qué no pertenece a la provincia de Guantánamo? Por una razón muy sencilla: cuando se hizo la nueva División Político Administrativa, en el año 1976, no existían comunicaciones; no existía una carretera entre Guantánamo y Moa, había que dar la vuelta por Santiago de Cuba y Holguín para ir allí, cientos de kilómetros. Fue necesario asignar ese territorio a la provincia de Holguín, que sí tenía comunicaciones con él, que sí tenía carretera, que tenía un mayor desarrollo y podía hacerse cargo de esa obra.
Pero bien, Moa está en esa dirección —y me guío por las montañas, no hay sol ahora ni luna, el día está nuboso, no tengo brújula, pero tengo a las montañas ahí en frente y sé dónde están las montañas, y conozco bien por dónde va la carretera; pues hay, una nueva carretera que une Guantánamo con Sagua y con Moa (APLAUSOS)—, a 60 kilómetros de Guantánamo en línea recta, del lado de allá de la cordillera —esa es una cordillera ancha—, y a 140 kilómetros de Holguín. Así que fueron factores de esa índole los que determinaron que ese territorio se asignara a la provincia de Holguín. Desde luego, los holguineros han hecho un extraordinario trabajo en el desarrollo de Moa, con la cooperación del resto del país, porque allí hay obreros de todas las provincias orientales; avanza impetuosamente —el Gobierno le ha prestado una especial atención— avanza con la colaboración, entre otros, de los guantanameros, porque hay muchos guantanameros trabajando allí.
Pensamos que en un futuro, no ahora todavía, a medida que se desarrolle esta provincia y a medida que se desarrolle también la provincia de Holguín, la zona de Moa puede pasar a Guantánamo —la provincia de Holguín, por otra parte, va a tener la segunda central electronuclear del país, va a tener la siderurgia y va a tener otros importantes desarrollos industriales—; naturalmente, los holguineros dicen: el día que pasemos eso, nos reduce los índices, no el nivel de vida; los holguineros no se afectarían en su nivel de vida en absoluto el día que esa zona pase a Guantánamo (APLAUSOS).
Los guantanameros van a mejorar sus índices económicos generales, su nivel de vida seguirá mejorándose igual que el del resto del país, pero tiene más lógica por la proximidad de esa zona, porque ya que existen comunicaciones y nuevas comunicaciones se van a hacer; Baracoa, del otro lado de la montaña, adonde se puede llegar por una carretera moderna, está más lejos que Moa. Maisí está mucho más lejos que Moa, el doble de distancia que Moa y pertenece a Guantánamo.
Pienso que algún día Moa deberá pertenecer a la provincia de Guantánamo, estará así más equilibrada la distribución de esos recursos (APLAUSOS). No se trata de una redistribución egoísta del territorio como hacían los imperialistas, ni mediante guerras, sino creemos que pacíficamente holguineros, guantanameros y los compañeros de todas las demás provincias, pueden meditar sobre eso cuando llegue su hora y tomar una decisión.
Ahora bien, tampoco hay que tomar una simple decisión en el futuro de pasar a la provincia de Guantánamo esa área. Creo que los guantanameros tienen que ganarse ese derecho, tienen que ganárselo (APLAUSOS). ¿Cómo? Contribuyendo al máximo al desarrollo de Moa. Ya hay muchos guantanameros allí, pero hay que seguir preparando cuadros, preparando técnicos, preparando fuerza de trabajo para la construcción y funcionamiento de esa industria; por esa carretera tan cerquita, mucho más cerca que Holguín, ya digo, la ciudad de Holguín está casi dos veces y media más distante de Moa que la ciudad de Guantánamo.
Así que como una de las metas para ese porvenir de mayor desarrollo, que acabe de sacar a Guantánamo del Tercer Mundo, aunque todos estamos todavía en el Tercer Mundo (APLAUSOS), hay que luchar y trabajar con vistas a eso. Entre otras cosas, tendrán que llevar a cabo actividades diplomáticas con los holguineros y que los holguineros no saquen el pie del acelerador ni se desanimen en el desarrollo de Moa, porque ellos van a tener otras cosas tan importantes o más que Moa, y todos los vamos a ayudar a que tengan esas otras cosas (APLAUSOS).
Hay otra cuestión importante que debe tener en cuenta todo nuestro país: esta es la primera trinchera frente al imperialismo. Mucha gente habla de la Revolución Cubana a 90 millas de Estados Unidos, incluso, hablan con admiración de cómo fue posible la Revolución Socialista, la primera Revolución en el hemisferio occidental, a 90 millas de Estados Unidos; pero es que nosotros realmente estamos a unos milímetros del imperialismo, lo que mide el ancho de una cerca aquí en la provincia de Guantánamo. ¡No es cierto que estemos a 90 millas, estamos a unos milímetros de distancia del territorio ilegalmente ocupado de la base yanki de Guantánamo! Luego, si estamos a unos milímetros de las fuerzas imperialistas, esta provincia es la primera trinchera del país; no tendrían que hacer un desembarco aéreo ni naval, están ya ahí instalados, y esta provincia es la primera trinchera; pero dentro de esta provincia hay dos pueblecitos que son heroicos: el pueblo de Caimanera y el pueblo de Boquerón (APLAUSOS); están a unos metros de las tropas yankis, Caimanera con su población de 5 000 habitantes; Boquerón con 1 000 habitantes.
No hace mucho el compañero Raúl y un grupo de compañeros del Comité Central estuvieron en Caimanera y me contaban el espíritu patriótico del pueblo de Caimanera. Dicen que es increíble el patriotismo, la moral, la conciencia revolucionaria del pueblo de Caimanera y de Boquerón (APLAUSOS). El pueblo de Caimanera es el responsable de ese extraordinario incremento de la producción de sal, residen allí a la vista del enemigo; y en la misma medida en que están próximos, su espíritu patriótico se ha multiplicado.
Luego, nuestro Partido piensa que a los pueblos de Caimanera y de Boquerón hay que darles una atención especial (APLAUSOS).
Si a la provincia de Guantánamo hay que darle especial atención, dentro de la provincia de Guantánamo hay que darles atención especial a estos dos pueblos de gran espíritu patriótico y una moral muy alta. Son dos comunidades pequeñas. Hay que estudiar. Consideramos que el país puede darles un trato especial y ofrecerles más recursos, así, más recursos que a cualquier otra comunidad del país.
Me contaban los compañeros, por ejemplo, lo que se hizo en el central "El Salvador", donde habían combatido durante la guerra las fuerzas del Segundo Frente; el enemigo se había alojado en un cine, en los combates se quemó el cine, y estuvieron sin cine un montón de años, hasta que Raúl hizo una visita por allá y le recordaron que no había cine. Cuando preguntaron a los vecinos por el cine, respondieron: "No, si no hay cine, se quemó en la guerra". Se hizo un programita para el central El Salvador, le hicieron su cine y hoy tiene uno de los mejores cines de la provincia, además, una serie de otras pequeñas obras que resolvieron muchos problemas y mejoraron considerablemente la imagen del pueblo.
Creo que con ese mismo criterio, en una serie de centrales más o menos similares, en esos pequeños poblados, se pueden hacer una serie de obras. Allí se invirtieron solo unos 800 000 pesos y se resolvieron muchas cosas, con la cooperación entusiasta de la población. Creo que hay que hacer lo mismo, aplicar esa experiencia en todos los demás pueblos similares de esta provincia, porque si la capital de la República no debe olvidarse de las provincias, la capital de la provincia no debe olvidarse de los municipios. Yo sé que no se olvida, pero estamos pidiendo un mayor esfuerzo con la ayuda de la nación en favor de esta provincia. Y si podemos hacer esas cosas en un central azucarero, más todavía podemos y debemos hacer en esas dos comunidades heroicas: la de Caimanera y la de Boquerón (APLAUSOS). Creo que todos estaremos de acuerdo con eso que es necesario y es justo.
Me parece, para no extenderme demasiado, que lo expuesto da una idea del desarrollo económico, y sobre todo, del desarrollo social de esta provincia, y de que pese a ello —como dije— no nos sentimos totalmente satisfechos todavía. Creo que este mensaje sea bien interpretado por todo el país, y se comprenda que debemos seguir este camino, no vaya a ser que nos olvidemos de Guantánamo después de la gloria de haberse hecho acreedor a la conmemoración del XXXII aniversario. No nos vamos a olvidar. Nadie se va a olvidar. Nadie se ha olvidado de ningún lugar del país, pero no pido simplemente que no nos olvidemos, sino pido que nos acordemos constantemente, y que nos acordemos de una manera especial de la provincia de Guantánamo (APLAUSOS).
En el resto del país se trabaja bien y se marcha bien.
Ya sé de otras provincias que están luchando tesoneramente para celebrar el XXXIII aniversario. Hay una provincia que por derecho propio lo celebra cada cinco años, que es Santiago de Cuba, cuna de la Revolución (APLAUSOS). Como Santiago y Guantánamo son dos ciudades hermanas gemelas, espero que los guantanameros reconozcan también los grandes méritos históricos y revolucionarios de la ciudad de Santiago de Cuba (APLAUSOS), que era nuestra antigua capital, no nuestra antigua metrópoli. Sabemos que Santiago de Cuba se esfuerza y colabora el máximo con su hermana provincia de Guantánamo (APLAUSOS).
El año 1984 —y hablo de 1984 porque estamos a mediados de 1985— fue bueno en el orden económico para todo el país. Ya en el pasado aniversario, en la ciudad de Cienfuegos, hablábamos y dábamos algunas cifras de cómo marchaba la economía en el primer semestre de ese año. Y efectivamente la economía de nuestro país el año 1984 creció en 7,4%, y la productividad del trabajo en 6,2%.
No voy a hablar mucho del tema nacional, pero para dar una idea: la economía del conjunto de los países de América Latina apenas creció en el año 1984. Entre el año 1980 y 1984, años de profunda crisis económica, la economía del conjunto de los países de América Latina creció cero en ese período, porque había descendido en algunos de esos años; la economía de esta Cuba tan calumniada, de esta Cuba que tanto odio inspira a los explotadores y a los imperialistas, creció en cambio 35,6%, en ese período que fue cero como dije para el conjunto de los países de América Latina (APLAUSOS).
Si analizamos el Producto Interno Bruto per cápita, nos encontramos con que en nuestro país —nosotros utilizamos el concepto de Producto Social Global—, en esos cuatro años, creció un 32% el per cápita, mientras que el Producto Interno Bruto per cápita del conjunto —digo del conjunto porque no es exactamente igual en todos los países, en unos más, en otros menos— disminuyó en 8,9%. El de Cuba subió 32% y América Latina disminuyó 8,9%.
Como la población latinoamericana creció casi un 10%, el nivel del producto per cápita disminuyó al que tenía en el año 1975. No quiere decir el ingreso, el ingreso ha disminuido más, me refiero al Producto Interno Bruto per cápita.
En nuestro país, en el año 1984, se crearon 112 000 nuevos empleos. El ingreso de la población creció en 771 millones de pesos, parte por los nuevos empleos y parte por los incrementos de salario. El país invirtió el pasado año 4 000 millones de pesos y eso se ha traducido, naturalmente, en incrementos de empleo, tanto en actividades productivas directas como en actividades sociales. Cada nuevo hospital, cada nueva escuela, cada nueva instalación social, también genera empleos.
El pasado año de 1984, teníamos ya un médico por cada 486 habitantes; y este año, cuando entren a trabajar los que se gradúan en el presente curso, en que recibirán su título más de 2 500 médicos, de ellos, más de 100 extranjeros que regresarán naturalmente a sus países, quedándonos a nosotros dos mil cuatrocientos y tantos nuevos médicos cubanos, el índice será de un médico cada 445 habitantes. En las facultades de medicina hay más de 20 000 estudiantes, e ingresan este año 5 700, aproximadamente, entre estudiantes de medicina y estomatología, de modo que seguiremos avanzando a mejor ritmo en todos estos índices de desarrollo social.
Recientemente graduamos los primeros 2 700 maestros licenciados en Enseñanza Primaria, y no estará lejano el tiempo en que haya profesores de enseñanza primaria con título universitario trabajando en todas las provincias del país (APLAUSOS).
Los índices educacionales siguen mejorando en todas las provincias, y entre ellas, en Guantánamo. La retención escolar, en todos los índices, que reflejan la calidad de la educación, pues ya no se puede medir nuestro esfuerzo por avances cuantitativos, sino por avances cualitativos.
Este año marcha igualmente bien el trabajo en la esfera económica, en el primer semestre la economía creció un 4,8%; pero lo más importante es que ese crecimiento se ha logrado con un 10% menos de gasto de combustible, se han reducido los índices de consumo, a pesar de que ya el año pasado se había ahorrado bastante el gasto energético. Se ha ahorrado más todavía este año, un 10% menos de gasto que el año pasado, con un crecimiento de casi el 5%: menos gastos de electricidad, de fuel oil, de gasolina, en fin, de energía. Lo único que aumentó fue el consumo eléctrico residencial, que creció en el primer semestre un 5,6% y lo planificado era alrededor del 4%; es decir, se ha ido mejorando progresivamente en la eficiencia económica.
Tuvieron una enorme importancia las reuniones y la línea trazada por el partido y el Gobierno a finales de 1984, para trabajar con los criterios estratégicos más correctos, enfrentar los problemas estructurales a largo plazo, priorizando el esfuerzo y las inversiones en la dirección más idónea, haciendo un esfuerzo de ahorro muy grande. Los frutos se están viendo ya a pesar de que este año tenemos factores climáticos adversos. No obstante, la producción de azúcar se cumplió al ciento por ciento, alcanzando la meta planificada de 8 millones de toneladas. Sin embargo, una sequía fuerte está afectando a todo el país. Parece que no solo a nuestro país, también a la República Dominicana, a otros países latinoamericanos y en otros continentes, una sequía fuerte, fuerte. Al revés de años anteriores, en que incluso durante la zafra llovía bastante, este año no llovió apenas durante la zafra; ayudó en ese sentido a la zafra, aunque disminuyó la cantidad de caña; facilitó la realización de la zafra y la caña tuvo más rendimiento, pero ha afectado producciones de frutas, leche, vegetales, viandas, arroz.
Es decir, este año nos enfrentamos al fenómeno de una sequía bastante intensa. Esto requiere una lucha y un esfuerzo adicional, para reducir al mínimo los efectos de esa sequía, cómo optimizar más todavía nuestro esfuerzo, cómo luchar para evitar afectaciones mayores en el arroz, en los distintos cultivos, en la caña, etcétera.
Hace muchos años venimos realizando importantes programas de desarrollo hidráulico, sostenidamente, pero sobre todo en estas épocas de sequía es cuando más se toma conciencia de la necesidad de priorizar esa actividad. No es una sequía desastrosa como la de Africa, pero sí es una sequía fuerte. Por ello se requiere aun más esfuerzo y más eficiencia, estamos seguros de que nos vamos a enfrentar a esas dificultades y vamos a reducir al mínimo posible las afectaciones. A pesar de la sequía, todos los índices de la economía y de la eficiencia de la economía mejoran también este año.
La situación de nuestro país es buena desde el punto de vista moral, desde el punto de vista político es excelente. Los esfuerzos que hemos hecho en los últimos años, el esfuerzo especial que venimos haciendo para cumplir los lineamientos trazados el pasado año, nos han dado una gran solidez en nuestro trabajo económico, una gran seguridad y nos han proporcionado, además, una gran fuerza también en la defensa.
En la defensa venimos trabajando desde que estos señores imperialistas se empeñaron en asustarnos, se empeñaron en amenazarnos más que nunca, y lo que han conseguido es multiplicar nuestra fuerza y multiplicar nuestro espíritu revolucionario. En ese sentido han dado coces contra el aguijón (APLAUSOS). Gracias a ello, nuestro país está en condiciones de luchar unido a los países latinoamericanos, en esta batalla que se libra contra la tragedia económica y la explotación que padecen nuestros pueblos.
El mundo en general, y el Tercer Mundo en particular, se debaten en una profundísima crisis económica. Los pueblos de América Latina están atravesando una de las etapas más duras de su historia, una crisis económica peor que la de los años 30, ¡mucho peor!, porque la población ahora es tres veces mayor, los problemas sociales se han acumulado. Casi hemos podido palpar esa tragedia escuchando a las mujeres, a los dirigentes sindicales, a los periodistas, exponiendo el cuadro general de la situación económica y social de esos países.
Decía anteriormente que el Producto Interno Bruto per cápita de América Latina se había reducido a los niveles de 1975; pero el problema no es ese, simplemente. El nivel de vida se ha reducido mucho más, porque a esto se agrega una deuda de 360 000 millones de dólares; a esto se agrega el pago de intereses por esa deuda, que ascendería, de seguir por este camino, a 400 000 millones de dólares solo en 10 años, ¡veinte veces lo que en los días de la cacareada Alianza para el Progreso se hablaba como necesidad de los países de América Latina para su desarrollo! ¡Setenta mil millones de dólares le saquearon a la América Latina por la vía de los intereses, por fuga de capitales, por intercambio desigual, por sobrevaloración del dólar solo en 1984! Un continente que padece una terrible crisis, extrayéndose de su sudor y de su sangre 70 000 millones de dólares, para entregárselos a los países capitalistas ricos para su desarrollo, su disfrute y sus despilfarros, ¡algo realmente inconcebible! Esto, unido a políticas proteccionistas, al dumping, que multiplican los efectos del saqueo de nuestros recursos naturales y dificultan nuestro desarrollo económico y social, es lo que ha dado origen a esta lucha, a esta batalla, a este movimiento contra la deuda externa de América Latina, que fue el contenido de la reunión de los trabajadores latinoamericanos y en gran parte el contenido de la reunión de las mujeres y de los periodistas; es lo que está uniendo, lo que está despertando la conciencia de los países de América Latina, del Caribe y del Tercer Mundo.
Algunos envidiosos y alguna gente superficial por el mundo y, sobre todo los imperialistas y algunos de sus satélites en América Latina, creen que hemos levantado esta bandera por cuestiones de prestigio. Como decíamos recientemente, con prestigio no se puede alimentar ni siquiera un tomeguín; sería como afirmar que toda la obra de la Revolución, la lucha desde el Moncada frente a tantas dificultades y tantas fuerzas adversas, la lucha de estos 26 años se ha hecho por razones de prestigio. En el prestigio piensan los politiqueros, en el prestigio piensan los ambiciosos, en el prestigio piensan los imperialistas porque el prestigio los ayuda a engañar a la gente, los ayuda para explotar a la gente.
Esta lucha es consecuente con la lucha de nuestra Revolución, es consecuente con los planteamientos que desde hace muchos años venimos haciendo. Hay algunos tan ignorantes que no se han enterado todavía de que aquí hubo en el año 1979 una Sexta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados, tan ignorantes que no saben los años que lleva Cuba planteando este problema, que ignoran los planteamientos en las Naciones Unidas en el año 1979, en Nueva Delhi en 1983, y otros antecedentes que explicamos a los dirigentes sindicales de América Latina y el Caribe el día 18.
Todas esas cosas nos tienen sin cuidado, esta batalla gana fuerza, cada vez más fuerza. Y no es una batalla solo por borrar de la memoria la deuda, por anular la deuda, por abolir la deuda, así, categóricamente, claramente y concretamente (APLAUSOS PROLONGADOS Y CONSIGNAS); es una batalla por el Nuevo Orden Económico Internacional y es una batalla por la integración económica de América Latina. Ya esa bandera no está en manos mías, no está en manos de nadie, ¡está en manos de los trabajadores, en manos de los campesinos, en manos de las mujeres, en manos de los estudiantes, en manos de los intelectuales, en manos de los profesionales, en manos de las masas de América Latina y el Caribe! (APLAUSOS) Son realmente manos seguras, porque es una lucha de vida o muerte para nuestros pueblos, es una lucha decisiva para los pueblos, y los pueblos jamás se traicionarán a sí mismos.
El próximo día 30 se inicia —como ustedes conocen— una reunión internacional muy amplia, donde estarán representados los más diversos sectores y las fuerzas políticas y sociales fundamentales de América Latina y del Caribe.
Claro que los imperialistas han perdido el sueño, no duermen pensando en esta bola de nieve que avanza, en este volcán en erupción en que se ha convertido esta lucha, y tratan de sabotear y dificultar por todos los medios su desarrollo; trataron de sabotear la reunión de los obreros y no pudieron, y de sabotear la reunión del 30 presionando a timoratos por diversas vías; pero todas las actividades del imperialismo no lograrán impedirla. A veces sus actividades son tan sucias, que hasta sus líneas aéreas, cooperando con el Gobierno de Estados Unidos, tratan de sabotear el trámite de los pasajes, retardar la entrega de un ticket y crear dificultades de toda índole.
Ya la reunión está a las puertas, es la más amplia reunión que se haya dado nunca en nuestro hemisferio, la más amplia, la más pluralista y la más democrática (APLAUSOS).
El imperialismo decía que se había convocado a una reunión cumbre de gobiernos; no, nada de eso, es una reunión cumbre por su calidad, es una reunión cumbre por la representatividad de los que están allí, no por la jerarquía política estatal.
Como les decíamos a los compañeros delegados sindicales de América Latina: nosotros no pertenecemos ni a la OEA, cómo se nos va a ocurrir la peregrina idea de convocar una reunión cumbre. Ya tuvimos una reunión cumbre aquí mucho más amplia, en que participaron más de 60 jefes de Estado y de Gobierno, procedentes de todos los continentes en 1979. Reuniones cumbres jerárquicas, administrativas, no tienen, a mi juicio, el valor de esta reunión, donde van a estar presentes los trabajadores, las mujeres, los estudiantes, los campesinos, los profesionales, la Iglesia, todos los partidos de izquierda de América Latina, ¡todos los partidos de izquierda de América Latina!; y van a estar representados partidos de centro, e incluso conservadores, ¡porque si alguien se excluyó es porque quiso excluirse, no porque nosotros lo hayamos excluido! (APLAUSOS PROLONGADOS)
Habrá representantes de las distintas iglesias evangélicas y de la Iglesia Católica; incluso, no solo hemos invitado a religiosos latinoamericanos, hemos invitado a algunos religiosos de las distintas iglesias de Cuba para que asistan a esa reunión. Es decir, no solo hemos predicado la amplitud de la reunión hacia el exterior, sino que también con el mismo criterio hemos invitado en nuestro país a destacadas personalidades de otra ideología, ¡porque esta hora es una hora de unidad en nuestra América! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Unidad, unidad, unidad!")
En esa reunión se escucharán los criterios de los hombres más brillantes, más patriotas de América Latina y el Caribe, porque además de prestigiosos dirigentes políticos, hay científicos, académicos, economistas, intelectuales, incluso de ex militares, que tienen una conciencia patriótica y un gran espíritu de independencia política.
De modo que tendrá una enorme amplitud y, será, repito, la más amplia, la más pluralista, la más democrática, en la que cada cual podrá exponer sus criterios con absoluta libertad, y donde hablarán todos los que deseen hacerlo, como hablaron en la reunión de mujeres, o en la reunión de los delegados sindicales, o en la de los periodistas. Se habla de democracia, ¡veremos lo que es la democracia en acción, la democracia latinoamericana en acción, el pluralismo en acción, la amplitud en acción! Esa va a ser la reunión (APLAUSOS).
¡No tenemos miedo a ninguna verdad! Solo los reaccionarios, solo el imperialismo y sus aliados tienen miedo a la verdad (APLAUSOS).
El diálogo continental tendrá la más amplia divulgación, y espero que nuestro pueblo lo pueda seguir de cerca con el mismo interés con que siguió las reuniones internacionales que se han llevado a cabo en estos días.
Para satisfacción de todos nosotros, un numeroso grupo de los delegados sindicales aquí presentes estarán en esa reunión (APLAUSOS), y decenas de las mujeres que tan brillante papel desempeñaron en Nairobi en nombre de América Latina estarán también presentes en esa reunión (APLAUSOS).
Nada ni nadie podrá detener esa lucha, fundada en principios, en una necesidad de supervivencia de nuestros pueblos, sin sombra de vanidades por parte de nadie, de búsqueda ridícula de prestigio, ni de búsqueda de relaciones. ¿Quién ha dicho que nosotros somos obsesivos por las relaciones? Cuántos años no pasamos aquí solitos, aislados, cuando el imperialismo impuso la rotura de relaciones diplomáticas, que fue acatada por todos con la sola excepción de México. ¡Ah!, pero sí tuvimos siempre relaciones con los pueblos, con los trabajadores, con los campesinos, con los estudiantes, las mujeres latinoamericanas. ¡Con los pueblos latinoamericanos siempre hemos tenido relaciones, y nuestras relaciones con los pueblos latinoamericanos son hoy mejores que nunca! (APLAUSOS)
No rechazamos las relaciones con los gobiernos, por el contrario, con aquellos gobiernos con los cuales no nos deshonremos teniendo relaciones, porque hay algunas relaciones que deshonran y esas no las queremos, pero relaciones normales con países normales, con gobiernos normales, no estamos en contra de ellas, por el contrario, las apreciamos y las desarrollamos en lo posible sin que nos obsesionen. El que vive obsesionado con eso es el imperialismo, no se sabe qué locura, qué manía, qué cosa extraña tiene en la cabeza, que cuando algún país quiere establecer relaciones con nosotros tiembla, parece que se acaba el mundo porque un pequeño país haga relaciones con nosotros; son obsesiones de locos (APLAUSOS). Y tiene razón el imperialismo para estar loco.
Es propio de la senectud del sistema, es propio del desgaste estructural y nervioso del sistema, y por eso pierde el sueño; nosotros nunca hemos perdido el sueño por nada de eso, y llevamos 26 años de esfuerzo revolucionario en la construcción de una nueva y digna patria.
Creo, modestamente, que tenemos un mérito: hemos resistido todas las amenazas, todas las presiones, todo el poder político, el bloqueo económico del imperio: llevamos en esa lucha 26 años, hemos salido adelante victoriosamente. No digo que sea un mérito exclusivo de nuestro pueblo, mucho debemos a la cooperación y a la solidaridad internacional; pero nosotros no hemos defraudado esa cooperación ni esa solidaridad (APLAUSOS), la hemos convertido en obra creadora, en avance, en progreso de nuestra patria, de nuestro pueblo, y hemos resistido firmemente, dispuestos siempre a pagar el precio que fuera necesario. y ese mérito histórico no fue el objetivo de nuestras luchas. ¡Nadie luchó por glorias, nadie luchó por honores; luchamos por una causa justa, luchamos por principios, luchamos por sentimiento de solidaridad con nuestro pueblo y con todos los pueblos del mundo! (APLAUSOS) La época de los personajes que luchaban por glorias y por vanidades quedó muy atrás. ¡Luchamos con profundas convicciones revolucionarias, que son ajenas a las ideas del prestigio y de la gloria!
Nunca olvidamos lo que dijo Martí —fue una de las primeras cosas que me impresionó de él, una de las primeras cosas que más se grabó en mi mente—, y es que: "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz" (APLAUSOS). ¡Y la gloria legítima, el honor, el mérito real de nuestro pueblo, ganado en su lucha y que le reconocen otros pueblos del mundo, no se lo podrá quitar nada ni nadie! Es mi respuesta a los que andan diciendo tonterías, como a los que afirman que este no es escenario para discutir esto, ¿y cuál es el mejor escenario? ¿Hay algo mejor?, me pregunto, ya que quieren impugnar a Cuba. Yo digo que todos son buenos, y que el problema se puede discutir en cualquier lugar de América Latina; lo que no le admito a nadie es la mentecatería y la arrogancia de pretender negar a nuestro pueblo el derecho a ser escenario para discutir estas ideas (APLAUSOS PROLONGADOS).
Y las estamos discutiendo no por afán de méritos, ni de prestigio, ni de relaciones. Gustosamente habríamos apoyado, con todo nuestro entusiasmo y nuestra fuerza, a cualquier otro país que lo estuviera haciendo, o que lo hubiera hecho.
Ahora, nadie lo hacía, no se planteaban estos problemas y nosotros los venimos planteando hace rato ya. Claro que ahora tienen más eco estos planteamientos, porque la crisis ha madurado, la situación es dramática, es terrible, y eso es lo que origina en el imperialismo miedo, temor y, en algunos mediocres del mundo, celos, envidias, preocupaciones ridículas.
Cuando defiendan estas ideas con firmeza, tengan la seguridad de que yo seré el primero en apoyarlos y aplaudirlos. Pero me río de las tonterías, de los celos ridículos y de las vanidades; como me apiado de la cobardía que algunos demuestran en circunstancias críticas como estas (APLAUSOS).
Creo que he sido suficientemente extenso. Me preguntaba si faltaba algo todavía; tal vez tres detalles que no había mencionado cuando hablaba de Guantánamo, y es que tenemos aquí tres grandes adversarios, tres grandes enemigos —excluyendo a los vecinos de la base (RISAS)—: un fenómeno social y dos fenómenos naturales. En lo social, tenemos el problema de la tendencia, ante el surgimiento de muchas posibilidades en la ciudad y en el llano, del éxodo de las montañas; se refleja aquí y en otras provincias orientales la tendencia al éxodo de las montañas, donde tenemos importantes áreas de silvicultura, de producciones de café, de producciones de cacao, aunque hemos hecho esfuerzos por crear mejores condiciones de vida para lograr la retención de la población en las montañas, puesto que en el pasado la gente se refugió en ellas, donde podía ocupar un pedazo de tierra, y con el desarrollo de la Revolución y de las nuevas posibilidades, hay la tendencia al éxodo; esto implica que nosotros tenemos que multiplicar nuestro esfuerzo de atención y de mejoramiento de condiciones de vida en las montañas. Esto es muy importante, porque de ello dependen producciones que son muy importantes para nuestro país.
El segundo elemento es natural, lo mencioné ya: la sequía. Esta es una de las regiones más secas del país, aquí la ciencia tiene un desafío, ¿qué hacer para utilizar los recursos hidráulicos, sobre todo, de los ríos que vienen de las montañas? ¿Cómo aprovecharlos de manera óptima, qué métodos de riego, que permitan un rendimiento mucho mayor del agua? No se puede aquí tener la misma mentalidad que en el valle del Cauto o en la provincia de La Habana; aquí se requieren técnicas especiales en la utilización del agua, en el ahorro del agua, en la siembra de árboles y en buscar todas las formas técnicas de combatir ese fenómeno al parecer creciente de la sequía. Llegar hasta el aprovechamiento de la última gota de agua, embalsarla; allí donde no podamos usar el agua para el regadío, usarla para producir electricidad, como es el posible uso del río Toa, aunque en lo posible y dentro de áreas limitadas, podría usarse en el riego y utilizarse también en la piscicultura. Se requiere en fin un esfuerzo técnico considerable.
Y tenemos un tercer problema: la tendencia a la salinización de las tierras en esta región de Guantánamo, por la naturaleza del terreno, por la mineralización que tienen ciertas aguas, por la salinización del manto freático, el hecho real es que se pierden áreas por problemas de salinización, y esto también es otro desafío científico; se están llevando a cabo esfuerzos, investigaciones, experimentos, pero tenemos que acelerar todo ese proceso.
De modo que, además del imperialismo y los vecinos, tenemos aquí tres desafíos: uno social, el éxodo de las montañas; y dos naturales, la sequía y la salinidad. Me habría marchado insatisfecho si me hubiese olvidado de recordar esto y de apelar no solo a los guantanameros, sino a los técnicos en todo el país a meditar sobre este problema, y a cooperar en la lucha por solucionar los problemas que tenemos fundamentalmente en esta provincia de Guantánamo, lo cual viene a demostrar una vez más que la vida le ha dado a esta provincia condiciones históricas y naturales, que la ha obligado y la obligará siempre a ser un pueblo esforzado, un pueblo combativo, un pueblo luchador. La naturaleza ejerce cierta influencia sobre los pueblos, este reto que nos impone la naturaleza seguramente multiplicará nuestras fuerzas y seguiremos también luchando contra aquellos factores sociales que obstaculizan nuestro desarrollo.
En fin, al conmemorar este XXXII aniversario en esta provincia, creo que aquí nuestros visitantes, nuestros invitados pueden ver en concreto, pudiéramos decir en una maqueta, lo que creemos que debe hacerse por todo el Tercer Mundo. Guantánamo es una maqueta de la idea de lo que los países industrializados debieran hacer por el Tercer Mundo; Guantánamo es una prueba de que la lucha contra los problemas de la pobreza y el subdesarrollo tienen solución, y los extraordinarios éxitos económicos y sociales que hemos alcanzado en esta provincia, que era —repito— el Tercer Mundo de un país del Tercer Mundo, ¡demuestran que la humanidad pudiera enfrentarse con todas las calamidades que está sufriendo: los cientos de millones de hambrientos, de analfabetos, el creciente número de millones de personas sin empleo, sin asistencia médica! Y en la conferencia sindical se señaló el número de más de 100 millones de desempleados y subempleados solo en América Latina, ¡Guantánamo demuestra que los problemas del Tercer Mundo tienen solución, si quedan a un lado las locuras, como la carrera armamentista, la guerra de las galaxias, la locura de las armas, donde hoy se invierten un millón de millones de dólares cada año!, es lo que se invierte en gastos militares, mientras cientos de millones están desnutridos, están ignorantes. ¡Miles de millones carecen muchas veces de los más elementales medios de vida! ¡Si esos recursos se invirtieran en la paz, se invirtieran en el desarrollo, un día todo el Tercer Mundo pudiera exhibir y pudiera ser testigo de los progresos de los cuales hemos sido testigos hoy en esta provincia de Guantánamo! (APLAUSOS)
¡Lo que deseamos para el Tercer Mundo es lo que nuestra patria ha hecho por esta y otras provincias similares del país!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)
(VUELVE OTRA VEZ BREVEMENTE A LA TRIBUNA)
¿Ustedes me oyen? (EXCLAMACIONES DE: "¡SI!").
Les pregunté, antes de terminar, si me faltaba algo y no me dijeron nada, pues me faltó algo importantísimo, que es el reconocimiento al Partido, el reconocimiento al pueblo de Guantánamo por lo que ha hecho en estos años y por este acto maravilloso (APLAUSOS); el reconocimiento especial al compañero Raúl Michel, a quien ustedes tanto respetan y admiran por su modestia y su consagración al trabajo, por lo que ha luchado por estos éxitos de que hemos hablado en el día de hoy (APLAUSOS). Por eso, para concluir, abrazo al compañero Michel y con él abrazo a todo el pueblo de Guantánamo (APLAUSOS PROLONGADOS).