DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, EN EL ACTO DE INAUGURACION DEL FRIGORIFICO HABANA IV, EN ALQUIZAR, EL 1º DE ABRIL DE 1991.
(VERSIONES TAQUIGRAFICAS – CONSEJO DE ESTADO)
Queridas compañeras y compañeros del contingente "Blas Roca"; Compañeras y compañeros de Alquízar;
Invitados:
Como aquí se dijo, en el día de hoy, a lo largo de todo el país, la Unión de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros de Cuba decidieron rendir un homenaje a los 66 contingentes de la construcción que laboran en todo el país; incuestionablemente que es una iniciativa hermosa y justa, como reconocimiento a los que se han convertido en portadores de un nuevo estilo de trabajo.
Nos parece, además, que el lugar escogido ha sido el más adecuado por cuanto este frigorífico que se inaugura hoy es, realmente, un ejemplo de los nuevos tiempos, es un ejemplo de rectificación y es un ejemplo de lo que pueden los contingentes.
El equipamiento de ese frigorífico llevaba ya años en el país. Otro frigorífico similar que venía construyéndose, y que se ha terminado también en este año, llevaba alrededor de 10 años en construcción, y nosotros le pedimos al contingente "Blas Roca" la organización de una brigada para construir este frigorífico a toda velocidad.
Recordamos que allá por el mes de abril estaba el movimiento de tierra y en un recorrido nuestro por esta zona —fue alrededor de mayo de 1989— ya estaban montando el batching-plant que, recogido en pedazos creo que por distintos lugares del país o de la provincia, estaban instalando aquí hace menos de 24 meses.
Esta es una obra grande y compleja, yo diría que es una obra grandiosa, construida por una brigada nueva pero decidida a trabajar con espíritu de contingente, constituida en gran parte por obreros nuevos, dirigida por un ingeniero nuevo que en aquel entonces no era el compañero Rivero, sino el compañero Junco. Debemos decir que a él corresponde una parte importante del estilo de trabajo y del espíritu que se le impregnó a la brigada 16.
Desde los primeros instantes trabajaron con intensidad, con inteligencia, con una buena estrategia constructiva, venciendo las innumerables dificultades que una obra como esta requiere y que van desde la acumulación de los materiales necesarios, porque muchas veces hay que buscarlos uno a uno, hasta cada una de las miles de piezas prefabricadas que lleva este frigorífico.
Fue tanto lo que avanzaba y tan grande el prestigio alcanzado por esta brigada, que un día tuvimos necesidad de echar mano de un cuadro de primera calidad para impulsar el centro de Biopreparado, de Bejucal, obra de gran trascendencia científica y productiva, y en ese momento se escogió al jefe de esta brigada, el compañero Junco, para enviarlo a aquella obra, que se había atrasado bastante y donde era necesario revolucionarlo todo, de una fuerza caótica que había allí a una verdadera fuerza constructiva. Y podemos decir que, con la ayuda del jefe de la brigada 16 y con un grupo selecto de miembros del contingente "Blas Roca", en unos pocos días todo cambió allá en Bejucal y se empezó a establecer orden, donde había un caos y desorganización completa.
Recuerdo que le hablé al compañero Palmero alrededor de las 8:00 de la noche, después de un recorrido por aquella obra, y a las 6:00 de la mañana ya estaban los primeros equipos y los primeros camiones de apoyo allí en Bejucal. Desde entonces todo cambió y prácticamente con los mismos hombres que allí había, aplicando las normas y los principios del contingente, barriendo con la desorganización, las plantillas infladas y el excedente de fuerzas que había allí, en poco tiempo se observó una gran organización, un gran avance y prácticamente se cuadruplicó la productividad de aquellos trabajadores y la obra se vio avanzar a un ritmo vertiginoso.
Eso se pudo hacer, desde luego, porque quedaba aquí, al frente de la brigada —una brigada que ya estaba organizada, una brigada aguerrida—, un joven que tenía todas las condiciones para dirigirla y que, según se dijo hoy, creo que tiene solamente 26 años; una de las características de esta brigada 16 es la juventud.
Ciertamente, nosotros consideramos que la construcción de este frigorífico en 23 meses constituye una proeza laboral (APLAUSOS); era el primero que construía la brigada, no tenía ninguna experiencia en eso. Es por ello que se ha propuesto, y todos hemos estado de acuerdo, que este frigorífico lleve el nombre de Proeza Laboral (APLAUSOS).
El compañero Palmero explicó los datos de la productividad por hombre. Creo que dijo 1 460 pesos mensuales, como promedio, que para una construcción de este tipo es muy alto; hubo cierto momento en que ustedes rebasaron esa cifra hasta los 2 000 por cada trabajador. Explicó los índices de costo por metro cúbico de refrigeración, que son en conjunto 46 000; 260 pesos por metro cúbico, es muy bajo.
El me estuvo explicando los ahorros que habían hecho en materiales durante la construcción de la obra, su calidad; pero lo más importante es la terminación en tiempo de la obra. No fue fácil, hubo que resolver muchos problemas, entre ellos, el de la poliespuma que nos retrasaba. Por fin llegó y fue procesada la materia prima, convertida en poliespuma para poder aplicar ese material a cada una de las 24 cámaras de refrigeración.
Ahora vean ustedes: se ha terminado el frigorífico, el 1º de abril se inaugura. Ya hace dos o tres días que están metiendo papas. ¡Se ha terminado el frigorífico dos semanas antes de que se termine la cosecha de papa! Un retraso de un mes y ya no hubiéramos podido emplear ese frigorífico en la conservación de la papa.
No se imaginan ustedes los correcorres que ha habido en estos días con la papa, porque la papa se maduró antes de tiempo. Papa que normalmente dura 90 días en su ciclo productivo, en este caso, ocurrir a los 70 días, ya empezaba a desfoliarse, se adelantó hasta 20 días; papas que, en general, estaban a los 120 días, empezaron a desfoliarse a los 100 días; debemos decir que la papa se sembró en el tiempo adecuado, no hubo retrasos en la siembra de papa en lo más mínimo. La última papa se sembró el 22 de diciembre. Antes se sembraba papa hasta mediados de enero y fines de enero, cuando el tiempo óptimo en nuestro clima es noviembre y diciembre.
Este año se ha caracterizado por ser un año muy caluroso y el mes de enero fue particularmente caluroso. Un enero caluroso es muy desfavorable a determinados cultivos: a la papa, al tomate, a la cebolla, al ajo; en general, no beneficia a los vegetales. Esos calores se unen al alto índice de humedad, multiplica las plagas y afectan el funcionamiento fisiológico de las plantas.
Este año también ustedes han sido testigos de los vientos del sur que desde temprano soplaron por estas zonas, especialmente el del mes de marzo, que alcanzó velocidades hasta de 110 kilómetros por hora. Todos esos factores son, desgraciadamente, desfavorables a muchos cultivos. Eso aceleró el proceso de maduración de las papas, y afectó, incluso, su rendimiento; no es lo mismo lo que produce una hectárea de papa en condiciones normales durante 90 días que lo que produce en 70 días. Todos estos factores la perjudican.
Todo esto ocasionó la necesidad de recoger la papa en un tiempo relativamente breve, porque si la papa que se siembra entre el 15 y el 20 de diciembre, que son las últimas, tiene un ciclo más prolongado, se podría estar recogiendo papas hasta el 20 o el 25 de abril, en un período mayor.
A pesar de todos estos factores adversos de la naturaleza, se trabajó duro en la papa, en la atención de la papa, en la limpia de la papa, en la cosecha de la papa. De no ser por el esfuerzo realizado, de no ser por la presencia de más de 10 000 trabajadores de la capital y la presencia de miles de trabajadores movilizados en la provincia de La Habana, es posible que la producción de papas a obtener este año se habría reducido a la mitad de lo que realmente vamos a alcanzar, aunque lo que vamos a obtener está por debajo de lo que se había proyectado alcanzar en la cosecha de papa.
¿Qué habríamos hecho sin los dos frigoríficos que se terminaron este año, el de Berroa, que estuvo como 1 0 años en construcción, pero que al fin se terminó este año, y este de Alquízar, que se construyó en menos de dos años?
En el mes de marzo fue posible enviar a la Ciudad de La Habana más de 400 000 quintales de papa y, realmente, la ciudad se saturó. Ya las placitas, las bodegas, no querían más papa, y no había, sin embargo, donde guardarla; un número de frigoríficos, una capacidad de solo 700 000 quintales, porque era lo que había en la provincia. El nuevo, de Berroa, empezó a llenarse, a recibir también papas. El número máximo de papas que había que guardar en los frigoríficos podía ser unos 50 000 quintales diarios, porque hay que llevarlas, colocarlas en las cámaras; y los camiones trabajando y el frigorífico trabajando, el máximo que se podía guardar en un día era 50 000, y en cierto momento teníamos 80 000 quintales de extracción. Se guardaban en los frigoríficos 50 000 y quedaban todavía 30 000 que habría que repartir, y ya La Habana no admitía más papa, ya la estaban rechazando casi todas las instalaciones, como decía: "¿Dónde guardarla?"
Ha sido necesario improvisar lugares en los mercados concentradores, en determinados almacenes, sin refrigeración, porque la papa, a la sombra, se puede guardar unas cuantas semanas. Y decíamos: Bueno, a poner la papa ahí mientras se reparte; a poner la papa ahí mientras se inaugura el frigorífico de Alquízar. Y así se convirtió en un dolor de cabeza para que no se perdiera la papa y para poderla conservar durante largos meses.
No hacemos nada con que cada uno se lleve un saco de papa para la casa en marzo y abril, y después no haya papa en junio, en julio, en agosto, en septiembre, de ahí la importancia de esta obra que estamos inaugurando. Esta obra nos permite guardar más de 250 000 quintales de papa, posiblemente el consumo de un mes y medio, en agosto o en septiembre. Lo mismo nos permite hacer el de Berroa.
Ahora ya tenemos una capacidad en los frigoríficos para guardar alrededor de 1 200 000 quintales de papa, de modo que podremos preservar toda la cosecha y guardar más de un millón de quintales para esos meses en que no se puede cosechar el tomate, o no se puede cosechar la col, o no se puede cosechar la lechuga y muchos de esos vegetales que son de temporada.
Se avanza también en el de Güines. Para el próximo año tendremos un frigorífico más, que es el que se está construyendo en Güines, y para el año 1993 tendremos un frigorífico más, igual que este y el de Güines. De modo que en tres años se habrá incrementado la capacidad en frigoríficos, de 700 000 quintales a más de 1 700 000 quintales en las dos Habana; tendremos una capacidad de un millón más en solo tres años, 250 000 por el que venía haciéndose hacía tiempo, y 750 000 por los tres que está construyendo el "Blas Roca": este que terminó propiamente, el que construye en Güines, que es Habana-5, y el que se va a construir por la zona de Batabanó, que será Habana-6; ya el contingente empieza a hacer el movimiento de tierra de dicho frigorífico, y esta misma brigada 16 es la que lo va a construir. Así que terminando este y comenzando el otro.
Tendremos suficientes capacidades de frío para guardar la papa que sea necesaria, para guardar el pimiento que sea necesario y que se pueda guardar unas cuantas semanas, para guardar zanahoria; porque muchos de estos cultivos se dan muy bien en esta época y no se dan bien en las épocas de primavera y de verano, pero muchos de esos productos los podemos guardar durante meses en los frigoríficos. De modo que en nuestro clima hacen falta frigoríficos. También para guardar otros productos: grasa, carne —algunas de las cámaras son de congelación—, leche en polvo y otros tipos de alimentos.
La construcción de estos frigoríficos está estrechamente vinculada al programa alimentario. Eso sí, el de Güines no puede ser para abril de 1992, porque el último día casi se terminó este; el de Güines hay que hacer todo lo posible para terminarlo en febrero, para probar las cámaras frías, para probar los equipos de enfriar. Aquí han estado probando los equipos y metiendo papa, enfriando las cámaras y metiendo papa. Habría sido muy bueno disponer de por lo menos un mes y medio para todas esas pruebas, y que para el mes de marzo del año próximo estemos ya guardando papa en el frigorífico de Güines, y guardando papa y otros productos en el frigorífico de Alquízar.
El año que viene tendremos una mejor situación: este frigorífico terminado, el de Güines terminado; los cuatro mercados concentradores de la capital, con sus cámaras de frío, también terminados. Ahora están ya prestando servicio, están guardando papa, están repartiendo cosas, pero las cámaras de frío no están terminadas.
Tendremos una forma mucho más cómoda para la distribución: ya están construidas las 161 placitas y agromercados adicionales, ya se han terminado; estarán totalmente terminados los cuatro mercados concentradores, este frigorífico y el de Güines, que por eso digo que tiene que ser en marzo.
Ahora bien, no son pocas las cosas que llevan estos frigoríficos. Como decía, los equipos de este llevaban años sin montarse, usa compresores búlgaros. Como ustedes saben, se han ido dificultando las relaciones económicas con Bulgaria, con motivo de los cambios en ese país; pero con nosotros han trabajado dos técnicos búlgaros, y todos nuestros obreros de la brigada tienen un excelente concepto de la seriedad y el espíritu de contingente con que han laborado los dos técnicos búlgaros que estuvieron aquí asesorando en la construcción del frigorífico (APLAUSOS).
El de Güines lleva compresores chinos que, según tenemos entendido, son de muy buena calidad; tenemos algunos en el país, están probados y se va a construir con ese tipo de compresores. Pero un frigorífico lleva muchas cosas, lleva cantidad de tuberías, lleva cantidad de equipos; algunos de estos equipos ya los hacemos aquí en nuestra industria mecánica, lo que necesitamos son las materias primas, los aceros para construirlos, pero ya determinados equipos del frigorífico los hacemos en Cuba. Un frigorífico lleva cantidad de tuberías que hay que comprarlas. El frigorífico de Güines requiere un millón de dólares en tuberías y materiales de construcción, que tenemos que traer al país a tiempo para que no se nos retrase la obra.
Los que están encargados de esa tarea deben seguir muy de cerca todo lo relativo al embarque y a la llegada de esos materiales para que no se nos retrase ni un día la obra.
Un frigorífico de este tipo requiere alrededor de 200 toneladas de materia prima para producir poliespuma, esa materia prima hay que importarla, y en una planta que existe en el país con esa materia prima se produce la poliespuma; son alrededor de 200 toneladas las que se necesitan y vale alrededor de 2 000 dólares la tonelada de materia prima, así que hay que sumar 400 000 dólares más para poliespuma. Hay que tener eso bien estudiado, dónde se va a adquirir, cuándo se va a adquirir, cuándo llega al país, para que la poliespuma no nos retrase el frigorífico de Güines.
Un frigorífico de estos en sus 24 cámaras, necesita más de 6 000 autosoportantes. Les estuve preguntando a los conocedores de la materia, y cada 12 autosoportantes requieren alrededor de una tonelada de acero. De modo que cada frigorífico de estos requiere unas 600 toneladas de acero, que hay que buscarlo; y como hoy apenas llega nada del antiguo campo socialista, habrá que buscar esas 600 toneladas de acero para los autosoportantes.
¿Para qué es el autosoportante? Para poder hacer estibas altas o, de lo contrario, se pierde la tercera parte de la capacidad del frigorífico.
Yo decía 250 000 quintales de capacidad; realmente son más de 300 000. Yo les di un número redondo pero, como explicó Palmero, es para unos 318 000 quintales cada uno —podríamos hablar de 300 000 quintales, si tienen los autosoportantes, si tienen los palets; porque además de los autosoportantes, que son alrededor de 6 000 o un poquito más, hacen falta 10 000 palets. Los palets son esos, digamos, tableros de madera donde se coloca el autosoportante, y la papa dentro del autosoportante; y si usted quiere llenar el frigorífico hasta arriba, necesita de un montacargas que cargue el palet con autosoportante y papa y monte una estiba encima de otra —creo que son tres estibas las que lleva—, pero es por allá arriba que se ve bien utilizado el espacio.
Es decir, hace falta madera, se necesitan alrededor de 1 700 metros cúbicos de madera por frigorífico; hay que ver dónde se busca y cómo se ahorra, porque hace rato que no viene madera aquí de la URSS, hace rato que muchas cosas no vienen y hay que estar inventando, ahorrando, optimizando. Hacen falta 1 700 metros cúbicos de madera, repito, que veremos de dónde los conseguimos, de nuestra propia producción nacional, que va incrementándose poco a poco aunque no es suficiente. De la URSS venía medio millón de metros cúbicos de madera cada año; este año no se sabe qué metros cúbicos de madera vengan de la URSS, la cosa no pinta nada bien en ese sentido, lo cual les da idea de las crecientes dificultades a las que tenemos que enfrentarnos para hacer cosas. Antes era tanta madera que, incluso, algunos la despilfarraban, y ahora no es nada lo que llega. Es bueno que nuestros trabajadores y nuestros jóvenes tengan conciencia de eso.
Antes llegaban determinadas cantidades de acero de la URSS para autosoportantes o para lo que fuera, hoy no se sabe lo que llegue de eso. Son realidades que debo decírselas.
A pesar de eso, persistiremos en todas aquellas inversiones que son fundamentales para el programa alimentario. Por eso hoy tenemos que seleccionar muy bien los objetivos, y por eso en estos años de período especial cada centavo que invirtamos y cada metro cúbico de materia prima hay que dedicarlo a lo óptimo —recordar esto—, porque algunos todavía piensan como si vivieran en el mejor de los mundos. Y si se hacen cosas hoy en este período especial —y se hacen bastantes—, es por el enorme esfuerzo de ir optimizando, racionalizando y ahorrando.
No olvidemos que en medio de todas estas dificultades hemos reparado los centrales azucareros, y que estamos haciendo la zafra a pesar de todas esas dificultades. Esas dificultades pueden crecer más todavía.
Un frigorífico de estos necesita montacargas, porque el hombre, estibando a mano, si acaso aprovecharía el 60% del frigorífico, sin el autosoportante, sin el palet y sin el montacargas.
Esos montacargas que están ahí, le pregunté a alguien de la dirección del frigorífico y dice que costaron 20 000 dólares hace como dos años; hoy puede ser 25 000 ó 30 000, porque cada uno de estos hierros los que los producen los venden cada vez más caro, y lo que hoy cuesta 20 000 el año que viene es 25 000, 30 000, 35 000, 40 000, y no paran de subir los precios; lo que ellos compran lo compran barato, pero lo que venden estos países capitalistas desarrollados lo venden cada vez más caro.
Se hizo evidente una cosa: hay cinco montacargas. Digo: ¿Cuántos hacen falta en un frigorífico como este? Me dicen: "Depende. Si tiene dos baterías cada uno hace por dos." ¿Y cuánto valía la batería? Unos 3 000 dólares. Supongan que sea un poco más caro. Si usted tiene un montacargas con una batería, necesita el doble de montacargas; si usted tiene un montacargas con dos baterías, con 3 000 dólares más tiene otro montacargas. El montacargas, cuando se le acaba la electricidad a la batería, se para; si usted tiene dos baterías, le cambia la batería mientras se carga la otra y el montacargas trabaja el doble, y en vez de 10 montacargas que valdrían 200 000 dólares, con cinco montacargas atiende el frigorífico, haciendo un gasto adicional de 3 000 dólares por montacargas.
Tengan presente que doy los datos que me dieron. Si ahora van al mercado a lo mejor es 25 000 dólares el montacargas, 4 500 la batería; pero quiero decir que son datos muy interesantes que yo, para calcular, les exijo a los compañeros que expliquen y expliquen con claridad, y no me gusta que anden buscando en una libretica. ¿Cuántos autosoportantes hacen falta? ¿Cuántos kilogramos de acero por autosoportante? ¿Cuántos palets y cuánta madera por palet? ¿Cuántos montacargas y cuánto vale cada uno de ellos, y cuál es la forma más racional de hacer las cosas? Así se va aprendiendo todos los días, porque si uno quiere saber de frigoríficos, tiene que saber lo que es un frigorífico.
Para el de Güines ya sabemos que hay que traer un millón de dólares en materiales; ya sabemos que hay que gastar alrededor de 400 000 en materia prima, para el poliespuma, que esto también puede subir y bajar; ya sabemos que hacen falta 1 700 metros cúbicos de madera; ya sabemos que hace falta un poco más de 600 toneladas de acero; ya sabemos que hay que importar un número de montacargas y de baterías. Es poliespuma, es madera, es acero, es montacargas, son baterías duplicadas para explotar bien el montacargas, y que cada frigorífico de esos se puede explotar al ciento por ciento. Tres como ese, en esas condiciones, nos dan casi un millón de quintales, ¡tres como ese! Los tres nuevos que está haciendo el "Blas Roca", más el otro de Berroa, guardan casi 1 200 000 quintales. Así es como hay que explotar esas capacidades.
Claro, están los viejos frigoríficos. Hay que ver también, alguno siempre tiene algún problemita, necesita algún arreglo. Este año hubo un derrumbe en uno del este, se perdió una capacidad de frío, hay que tenerla reparada para el próximo año. Hay que ver cómo están ellos también en autosoportantes, en montacargas, en palet, etcétera, porque el frío es una cuestión esencial y estos nuevos deben estar completos.
No son pocos los problemas que hay que resolver para garantizar la alimentación del pueblo. No se trata de que en tres meses nos comamos toda la papa y después no haya una papa.
Parecía que era un barril sin fondo la ciudad; pero ya cuando pasó de 400 000 quintales no cabía más papa por allá, y debe haber mucha gente con una buena cantidad de papa guardada. En abril se va a repartir un poco menos, para que vaya alcanzando. Es más importante, sobre todo, tener la reserva de junio en adelante. ¿Por qué? Porque ahora vienen las siembras de primavera.
¿Por qué hay tanto trabajo en estos días? Porque se está recogiendo todo: papa, ajo, cebolla, zanahoria, tomate. Ya se van acabando esos picos y ahora hay que empezar a sembrar boniato, y duro; yuca, y duro. Lo que pueda sembrarse en esta época: calabaza, duro; aunque la calabaza no es un cultivo de alto rendimiento, una buena calabaza produce 1 600 quintales por caballería; el pepino, el boniato, la yuca, la berenjena, todo eso produce más.
Ahora hay que ser muy selectivo con cada uno de estos cultivos, no es sembrar un cultivo que no se da en esta época y se pierda la preparación de tierra; se pasa un enorme trabajo, se recogen pocos productos y de mala calidad en ese caso. Se concentra la siembra de vegetales en habichuelas, quimbombó, berenjena, pepino, determinadas cantidades de ají, hierbas aromáticas para condimento y entonces grandes cantidades de yuca y de boniato.
Claro, va el plátano, pero todo el plátano que vayamos sembrando, hasta el año próximo no le recojamos cosecha. El plátano no es como la calabaza que a los 70 días a lo mejor está recogiendo calabaza, en el plátano hay que esperar un año, y hay miles de trabajadores sembrando plátano ahora. Vamos a tener grandes producciones en el futuro.
Ya este año tenemos una mayor cantidad de plátano, porque se venía sembrando y se está sembrando con microjet aéreo o terrestre, o con máquinas Fregat; pero hay que esperar por ese plátano, que se convertirá en un gran suministrador de alimentos para la ciudad y para la provincia La Habana, y se están sembrando muchas caballerías de plátano, y plátano con tecnología muy avanzada.
El plátano no sufre —como el tomate o como la papa y otros cultivos— de los calores de la primavera y el verano, sino que más bien incrementó su producción en esos meses; es un noble cultivo, aunque hay que protegerlo de las malas hierbas, hay que atenderlo de una manera exquisita, hay que protegerlo de las plagas. En realidad a casi todos estos productos hay que protegerlos fuertemente de las plagas. Debemos decir que en las plagas la agricultura tiene un enemigo fuerte y un enemigo malo.
Este año se pudo controlar la mosca blanca en el tomate, en los frijoles, en la col y en otros cultivos. El año pasado hizo mucho daño, pero este año se hicieron controles biológicos. Pero cuando no es una plaga es otra, se necesitan pesticidas muy específicos y de gran calidad, son muy costosos; y a veces los hongos, las bacterias y los virus se adaptan a los pesticidas y hacen falta nuevos pesticidas, y no solo son caros, sino que a veces son difíciles de adquirir. Estamos trabajando duro a ver si desarrollamos pesticidas nuestros. A veces sabemos que hay un pesticida muy sofisticado para algún cultivo, pero el país no tiene oportunidad de adquirirlo aun teniendo el dinero, porque es una tecnología yanki o algo de eso y, entonces, no se puede comprar. Pero hay que estar siempre detrás de los más modernos pesticidas, porque esas plantaciones son atacadas por muchas enfermedades y hay que protegerlas. Así que no es solo preparación buena de la tierra, buenas semillas, sino los problemas del riego, el problema de los calores, el problema de las plagas.
Los últimos años, en general, se caracterizan por los calores excesivos. Así, según datos mundiales, en los últimos 150 años, de los siete años más calurosos seis fueron en la década del 80, y el 90 el más caluroso. Este año es caluroso. Hay años en que han venido más de 30 nortes y este año han venido unos ocho o nueve, y un mes tan decisivo como el de enero fue caliente, bastante caliente.
En nuestra opinión, estos ya son los resultados del llamado efecto invernadero, de los fenómenos de cambios que se van produciendo en la naturaleza como consecuencia del exceso de combustibles fósiles y del dióxido de carbono en la atmósfera, que produce un calentamiento.
En congresos internacionales los científicos expresan una preocupación creciente por este fenómeno que a largo o mediano plazo pudiera tener consecuencias peores, como es la disminución de la masa de hielo en los glaciales y en los casquetes polares, las posibilidades de las subidas de los niveles de los mares, frecuencia mayor de ciclones alternados con sequías y, sobre todo, aumento del calor promedio. Ahora bien, para la agricultura esto tiene una importancia fundamental, dos grados, tres grados más, influyen considerablemente.
En nuestro clima se reúnen dos factores: calor y humedad. Nuestra isla tiene un índice de humedad muy alto. Para algunos de los cultivos puede ser hasta bueno, tal vez para la caña, sobre todo, para el plátano y algunos de estos cultivos; para otros, malo. En cultivos como el tomate, en cultivos como la cebolla, como el ajo, es mala la combinación del calor y de la humedad.
Todo esto nos obliga a un trabajo científico muy importante. Ya nosotros vamos produciendo variedades nuevas, por ejemplo, de tomate; hay un centro de investigación que trabaja en la búsqueda de variedades nuevas de tomate. Es cierto que se pueden importar variedades nuevas de otros países y lo hacemos, pero rara vez una variedad de un país da resultado en otro, porque son variedades que son buenas con determinado grado de humedad o de clima seco en la atmósfera, determinado grado de calor y una serie de factores. De modo que a veces se prueban cientos de variedades y de esas hay una o dos que dan algún resultado. Los cambios de un país para otro son muchos y todas estas plantas son muy sensibles a esos cambios, por eso son importantes los trabajos científicos en el propio país.
Nosotros tenemos uno de esos tomates, el HC-7880 —alguno se ha repartido, lo estamos incrementando, tiene una cáscara fuerte, dura, se madura, resiste maduro 8 días, 10 días, 15 días, es muy resistente, no tiene mala productividad y es de excelente calidad para jugos y salsas; ese se acompaña con el Roma, que no es creación nacional, ha venido de otros países, en Pinar del Río se sembró una cantidad—, observamos que las variedades disponibles de tomate son en general sensibles al calor y a la humedad, y la provincia lleva dos años consecutivos con problemas en el tomate, válgale la siembra de reserva en Pinar del Río, donde se sembraron más de 300 caballerías de tomate de reserva para la capital, principalmente tomate para puré, aunque se puede comer también como ensalada, y ese tomatico resistió allí plagas, calores, vientos del sur, polvareda. Alguien me decía hace dos días que los capitalinos que estaban allá por el sur de la provincia de La Habana parecían beduinos, porque estaban envueltos en no sé qué tela, ya que casi era oscuro con el viento del sur y la polvareda, y en esas condiciones estaban los compañeros recogiendo hasta el último tomate.
A Pinar del Río le afectó también el calor y las plagas, ellos esperaban rendimientos mayores. No obstante, esas trescientas y tantas caballerías que se sembraron de reserva, ayudaron a suplir los déficit de la provincia de La Habana.
El año que viene nos proponemos sembrar en La Habana alrededor de 50 caballerías de tomate empalado para ensalada. Ese tomate produce el triple por hectárea, y quizás resista mejor el calor y las plagas. Lleva mucho trabajo, porque lleva de 30 a 40 trabajadores por caballería. Pero vamos a hacer un plan fuerte, ir buscando cosas nuevas, vamos a ampliar la superficie, y estamos haciendo cuanto esfuerzo técnico y científico es posible para ir venciendo estas crecientes dificultades del calor y de la humedad. De manera que tenemos programas para el próximo año relacionados con el tomate.
De papa tenemos 17 variedades. Ahora hay que ir empresa por empresa, campesino por campesino, cooperativa por cooperativa para saber cuál fue el resultado de cada una de esas 17 variedades, para tratar de ir seleccionando aquellas que den más pruebas de resistencia a los calores y a la humedad.
No fue igual el resultado en todos los municipios; no fue aquí de los mejores, precisamente, en Alquízar. Los rendimientos en las empresas estatales fueron de alrededor de 3 700 quintales por caballería en la papa; el de los campesinos individuales, que suelen ser buenos cultivadores de papa, fue alrededor de 3 100 ó 3 200, no recuerdo exactamente, pero están en esos niveles, porque les hemos preguntado a las cooperativas, que tienen mucha experiencia, y a los campesinos, y en muchas ocasiones han sacado menos que las empresas de cultivos varios. Pero las empresas de cultivos varios han estado también por debajo de lo que se calculaba, algunos municipios más que otros. Ahora hay que ir a ver, uno por uno, variedad que se sembró, preparación de tierras, detalles.
Sé que algunos municipios, como Melena del Sur, tuvieron ciertas dificultades con las DDA. Las DDA son unas máquinas de riego soviéticas que llevan muchos años, que gastan mucho combustible, que gastan agua también y que no son muy eficientes, pero hace rato andan sin piezas, y allí en Melena del Sur pueden haber influido, en otros lugares han utilizado la máquina de pivote central, una parte son soviéticas y otra parte la estamos fabricando en Cuba. Ahora hay que estudiar uno por uno todos los detalles; pero, en general, el tiempo se mostró desfavorable a la papa y afectó las producciones de los campesinos individuales, de las cooperativas y del propio Estado.
No obstante, por el esfuerzo realizado, por los frigoríficos terminados, se podrá disponer de más de un millón de quintales de papa de reserva para ir haciendo frente a los meses esos en que se produce un descenso.
Pero algo muy importante, ahora están los programas de primavera, hay que sembrar más de 300 caballerías de boniato, más de 300 caballerías de yuca, además de todos los otros cultivos que mencioné; y en abril hay que sembrar alrededor de 600 caballerías de yuca, boniato, calabaza, maíz, todos esos cultivos, y otro tanto en mayo. Cuando lleguen las aguas de junio, tenemos que tener el grueso de las caballerías sembradas, porque ya se complica con las lluvias, que no se sabe qué intensidad tengan en el mes de junio, la hierba y todas esas cosas. De modo que a la provincia le espera un intenso trabajo para sembrar de inmediato detrás de la papa los otros cultivos, detrás del tomate los otros cultivos.
Nosotros vamos a seguir eso de cerca. El propio jueves vamos a tener una reunión con los directores de las empresas de cultivos varios para algunos análisis y, sobre todo, examinar la cuestión de la siembra de primavera, que es muy importante, porque en tanto el plátano no esté extendido con las nuevas técnicas de riego por microjet, hasta tanto no tengamos las 600 caballerías, que es el programa para la capital, 500 de ellas con microjet, no se puede perder un minuto, en estos meses que nos quedan de seca, para sembrar.
Hay que movilizar todas las fuerzas que envía la capital, hay que utilizar de manera eficiente y óptima las escuelas en el campo antes de que llegue su período de exámenes y de vacaciones, hay que movilizar las escuelas en el campo que están llegando, hay que movilizar a los vecinos de los pueblos para que no se nos atrasen ni se descuiden las atenciones culturales de las siembras del programa de primavera; de modo que allá para julio, agosto, septiembre, octubre, esa época del año, al menos podamos disponer de una abundancia de esos productos que están incluidos en el plan de primavera.
Hay que darle esmerada atención al plátano, especialmente al plátano con microjet, para que ya en el segundo semestre constituya un refuerzo importante al abastecimiento de la ciudad.
Y, desgraciadamente, todavía hay que seguir trayendo viandas de otras provincias; habrá que traerlas desde Ciego de Avila y de otras provincias porque todavía no hay autoabastecimiento. El autoabastecimiento tal vez se esté logrando ya en la capital y en la provincia a partir del segundo semestre de 1992, y quizás plenamente en el primer semestre de 1993; porque hasta ahora de las otras provincias venía no menos de la mitad de las viandas y vegetales que consumía la capital, y nos proponemos que no haya que transportar —salvo cosa muy excepcional, o salvo ciclones, digamos, en un momento determinado— esos productos de otras provincias, que cada provincia produzca lo suyo.
Tenemos 38 000 hectáreas con regadío para estos cultivos, esto quiere decir casi 3 000 caballerías; ahora vamos a incorporar 4 000 hectáreas más. Cada ciudadano de La Habana y de la provincia de La Habana tendrá 154 metros cuadrados de viandas y vegetales, y una parte importante se sembrará dos veces. Para que tengan una idea, un plátano con microjet aéreo tiene 4,4 metros cuadrados de área, es decir que con veintitantos metros cuadrados tendríamos cinco plantones, y un plantón con microjet aéreo puede producir hasta 150 libras al año. Bien atendidas, bien cultivadas, esas tierras permiten el autoabastecimiento y además excedentes, aunque no es una tarea fácil por todos estos factores que les expliqué: hay que tener semillas óptimas, adecuadas, resistentes a plagas, calores, enfermedades y condiciones óptimas de atención, de riego, de todo.
Pero esperamos ya, para el segundo semestre del próximo año, estar muy cerca del autoabastecimiento, porque todas esas caballerías de plátano que se siembran este año estarán en producción plena el año próximo y es una gran cantidad de plátano con microjet, por ejemplo, y una superficie mayor que hemos transferido de la caña.
Sin embargo, la caña va a incrementar su producción porque vamos a aumentar los trabajos ingenieros en el suelo de la caña, vamos a aumentar las áreas de regadío. Estamos haciendo experimentos, incluso, de microjet aéreo en caña para ver lo que da el fenómeno ese; ya se están sembrando 10 hectáreas de distintas variedades, a distintas distancias, porque todo lo nuevo y todo el progreso científico que surja tenemos que aplicarlo. Esto surgió en el plátano, pero queremos experimentarlo en otros cultivos.
Y no descansaremos en la idea de convertir en un jardín esas 42 000 hectáreas, ya no digo la caña, que va a producir más; hay 8 000 caballerías de caña, hay más de 100 000 hectáreas de caña en la provincia de La Habana y solo la provincia produce el azúcar suficiente para toda la isla.
La provincia de La Habana produce casi un millón de litros de leche diarios, pero este renglón de las viandas y los vegetales es muy importante para la alimentación y para la salud de la población; es donde había más escasez de fuerza de trabajo, donde había más problemas, donde había más dificultades.
Estas son las características del plan alimentario que estamos desarrollando en la provincia y, por supuesto, en todo el país. Creo que esta explicación que les he dado servirá para comprender toda la importancia que tiene una obra como esta, y servirá para comprender la importancia que tiene trabajar con espíritu de contingente. Perdiendo el tiempo, holgazaneando, no avanza ningún país. ¡Trabajando como trabajan los contingentes, trabajando como trabajan los movilizados, un país avanza y avanza mucho!; avanza mucho más rápido que el capitalismo porque tiene la oportunidad de programar el desarrollo, que no es al azar, o el resultado de los planes y las locuras de miles de gente diferentes haciendo lo que les da la gana con las riquezas del país, con las tierras del país y con los recursos del país, sino todo un pueblo unido con un programa de desarrollo. Solo un pueblo así, unido, solo un pueblo con un sistema socialista puede enfrentar los terribles golpes que ha sufrido nuestro país, con los desastres de la Europa del este y con el caos que se ha creado en la Unión Soviética.
Vean ustedes lo que se puede lograr organizadamente, en unas cuantas semanas se construyeron más de 60 campamentos con capacidades para 20 000 trabajadores y decenas de miles fueron de la capital a Pinar del Río a recoger el tomate también. Y ustedes saben el espíritu con que trabajan los movilizados que han ido a esos campamentos. Los movilizados que están en esos campamentos han energizado también el espíritu de trabajo de los obreros agrícolas, que a veces estaban acostumbrados a trabajar cuatro o cinco horas nada más.
Hay un espíritu nuevo y ustedes pueden ver cómo el pueblo responde; pero a ese espíritu tienen que responder también los cuadros y nosotros debemos estar permanentemente analizando el trabajo de los cuadros en la agricultura, cómo trabajan, para ver si el resultado en un lugar fue mejor porque hay un mejor trabajo; si en otro no fue tan bueno porque no hubo tan buen trabajo.
Desde luego, las condiciones no son iguales en todas partes, los suelos no son iguales, el clima no siempre es igual, a veces cae el gran aguacero en un punto y no cae en otro; los mismos equipamientos no son iguales, no todos tienen el mismo equipamiento de riego. Pero tenemos que exigirles cada vez más a los cuadros que están en la agricultura y en el Partido, y ahora, terminando la etapa de frío, analizar uno por uno los municipios y una por una las empresas, al mismo tiempo que vamos llevando adelante los programas de siembra de primavera.
La lucha que se libra en el occidente del país es difícil, es grande, ¡y tiene que ser así!, porque no solo hay que abastecer a cientos de miles de habitantes de la provincia, sino a más de 2 millones de bocas en la capital, que todos los días están esperando el plátano, o el boniato, o la yuca, o los vegetales, o la zanahoria, o todo junto, y que hay que garantizarlos en condiciones de un clima difícil para muchos de esos cultivos, en condiciones de un clima cambiante, lo cual es una realidad.
Pero nuestro pueblo tiene confianza en sí mismo, tiene confianza en sus técnicos, tiene confianza en sus científicos y tiene confianza en sus trabajadores, y, de la misma forma que ustedes obraron el milagro de construir esta extraordinaria obra en menos de dos años, nuestros trabajadores, nuestros técnicos y nuestros científicos sabrán enfrentar y sabrán vencer las dificultades que puedan presentarse.
Felicito calurosamente a los trabajadores de la brigada 16 y a todas las brigadas del contingente "Blas Roca"; a las brigadas constructoras y a las brigadas agrícolas que inician una nueva experiencia. Y uniéndonos estrechamente a los sentimientos de jóvenes y pioneros, felicitamos a los trabajadores de los 66 contingentes que a lo largo y ancho de la isla son ejemplo de espíritu de trabajo revolucionario, son ejemplo de lo que debe hacer un país si quiere avanzar, son inspiración para todos los trabajadores y son una esperanza de la patria.
¡Socialismo o Muerte!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)