Reflexiones del Comandante en Jefe
LAS GUERRAS
ILEGALES DEL IMPERIO
Cuando
se inicia la guerra de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN en Kosovo, Cuba
definió de inmediato su posición en la
primera página del periódico Granma, el
26 de marzo de 1999. Lo hizo a
través de una Declaración de su Ministerio de Relaciones Exteriores con el
título de “Cuba convoca a poner fin a la injustificada agresión de la OTAN
contra Yugoslavia.”
Tomo
párrafos esenciales de aquella Declaración:
“Después de un conjunto de dolorosos y muy manipulados
sucesos políticos, prolongados enfrentamientos armados y complejas y poco
transparentes negociaciones en torno a la cuestión de Kosovo, la Organización
del Tratado del Atlántico Norte lanzó al fin su anunciado y brutal ataque aéreo
contra la República Federativa de Yugoslavia, cuyos pueblos fueron los que más
heroicamente lucharon en Europa contra las hordas nazis en la Segunda Guerra
Mundial.
“Esta acción, concebida como ‘castigo al gobierno
yugoslavo’, se realiza al margen del Consejo de Seguridad de la ONU.
[…]
“La guerra lanzada por la OTAN reaviva los justos
temores de la humanidad por la conformación de un unipolarismo insultante,
regido por un imperio guerrerista, erigido a sí mismo en policía mundial y
capaz de arrastrar a las acciones más descabelladas a sus aliados políticos y
militares, de manera similar a como ocurriera a principios y en la primera
mitad de este siglo con la creación de bloques belicistas que cubrieron de
destrucción, muerte y miseria a Europa, dividiéndola y debilitándola, en tanto
los Estados Unidos fortalecían su poderío económico, político y militar.
“Cabe preguntarse si el uso y el abuso de la fuerza
solucionarán los problemas del mundo y defenderán los derechos humanos de las
personas inocentes que hoy mueren bajo los misiles y las bombas que están
cayendo sobre un pequeño país de esa culta y civilizada Europa.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores de la
República de Cuba condena enérgicamente esta agresión de la OTAN contra
Yugoslavia, liderada por los Estados Unidos.
[…]
“En estos momentos de sufrimiento y dolor para los
pueblos de Yugoslavia, Cuba convoca a la comunidad internacional a movilizar
sus esfuerzos para poner inmediato fin a esta injustificada agresión, evitar
nuevas y aún más lamentables pérdidas de vidas inocentes y permitirle a esta
nación retomar la vía pacífica de las negociaciones para la solución de sus
problemas internos, asunto que depende única y exclusivamente de la voluntad
soberana y la libre determinación de los pueblos yugoslavos.
[…]
“La ridícula pretensión de imponer soluciones por la
fuerza es incompatible con todo razonamiento civilizado y los principios
esenciales del derecho internacional. […] De continuarse por este camino, las
consecuencias podrían ser impredecibles para Europa y para toda la humanidad.”
Con motivo de estos hechos, había enviado el día
anterior un mensaje al presidente Milosevic, a través
del embajador yugoslavo en La Habana y de nuestro embajador en Belgrado.
“Le ruego comunique al presidente Milosevic lo siguiente:
"Después de analizar cuidadosamente
todo lo que está sucediendo y los orígenes del actual y peligroso conflicto,
nuestro punto de vista es que se está cometiendo un gran crimen contra el
pueblo serbio y, a la vez, un enorme error de los agresores, que no podrán
sostener, si el pueblo serbio, como en su heroica lucha contra las hordas
nazis, es capaz de resistir.
“De no cesar tan brutales e injustificables
ataques
en pleno corazón de Europa,
la reacción mundial será aún mayor y mucho más rápida que la que desató la
guerra en Vietnam.
“Como en ninguna otra ocasión en los últimos
tiempos, poderosas fuerzas e intereses mundiales están conscientes de que tal
conducta en las relaciones internacionales no puede continuar.
“Aunque no tengo relación personal con él,
he meditado mucho sobre los problemas del mundo actual, creo tener un sentido
de la historia, un concepto de la táctica y la estrategia en la lucha de un
pequeño país contra una gran superpotencia y siento un odio profundo hacia la injusticia, por lo que me atrevo a
transmitirle una idea en tres palabras:
“Resistir, resistir y resistir.
“25 de marzo de 1999.”
Fidel Castro Ruz.
1º de octubre de 2007
6:14 p.m.