Reflexiones del Comandante en Jefe
REGALO DE REYES
Los cables lo anunciaron con anterioridad. El 6 de
Enero se conocía que Bush marchaba hacia el Medio Oriente tan pronto terminara
su cristiano descanso de Navidad. Iba a las tierras de los musulmanes, de otra
religión y cultura a la que los europeos, convertidos al cristianismo,
declararon la guerra, por infieles, en el siglo XI de nuestra era.
Los propios cristianos se mataron entre ellos, tanto
por motivos religiosos como por intereses nacionales. Todo parecía ya superado
por la historia. Quedaban las creencias religiosas que debían respetarse, y sus
leyendas y tradiciones, fueran o no cristianas. En este lado del Atlántico,
como en muchas otras partes del mundo, los niños esperaban ansiosos cada 6 de
Enero buscando hierbas suficientes para los camellos de los Reyes Magos. Yo
mismo participé de esas esperanzas durante los primeros años de mi vida
pidiéndoles lo imposible a los afortunados Reyes, con las mismas ilusiones que
algunos compatriotas esperan milagros de nuestra porfiada y digna Revolución.
No disfruto de la capacidad física necesaria para
hablarles directamente a los vecinos del municipio donde me postularon para las
elecciones del próximo domingo. Hago lo que puedo: escribo. Constituye para mí una experiencia nueva: no
es lo mismo hablar que escribir. Hoy, que dispongo de más tiempo para
informarme y meditar sobre lo que veo, apenas me alcanza para escribir.
Lo bueno se espera, lo malo sorprende y desmoraliza.
Estar preparado para lo peor, es la única forma de prepararse para lo
mejor.
Parece irreal ver a Bush, el conquistador de materias
primas y recursos energéticos de otros pueblos, trazando pautas al mundo sin
importarle cuántos cientos de miles o millones de personas mueren y cuántas cárceles
clandestinas y centros de torturas deben crearse para alcanzar sus objetivos.
"Sesenta o más oscuros rincones del planeta" deben esperar ataques
preventivos y sorpresivos. No cerremos los ojos, Cuba es uno de esos oscuros
rincones. Así lo dijo textualmente el jefe del imperio y lo he advertido a la
comunidad internacional más de una vez.
En Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, a
pocas millas de Irán, la AP informa que
"El presidente estadounidense George W. Bush dijo el domingo que
Irán está amenazando la seguridad del mundo, y que Estados Unidos y sus aliados
árabes deben unirse para confrontar el peligro antes de que sea demasiado
tarde.
"Bush acusó al gobierno de Teherán de financiar a
terroristas, socavar la paz en el Líbano, y enviar armas a la milicia
religiosa afgana Talibán. Añadió que Irán intenta intimidar a sus vecinos con
una retórica alarmante, desafía a las Naciones Unidas y desestabiliza a la
región en su totalidad al negarse a aclarar las intenciones de su programa nuclear.”
"’Las acciones de Irán amenazan la seguridad de
las naciones en todas partes’ dijo Bush.
Por lo tanto Estados Unidos está fortaleciendo nuestros compromisos de
seguridad de larga data con nuestros amigos en el Golfo Pérsico y convocando a
sus amigos para enfrentar este peligro."
"Bush habló en el hotel Emirates Palace,
construido a un costo de 3.000 millones de dólares y donde una suite cuesta
2.450 dólares por noche. Tiene un kilómetro de largo y una playa de arena
blanca de 1,3 kilómetros de largo. Según Steven Pike, un vocero de la embajada
de Estados Unidos en los Emiratos Árabes Unidos, cada grano de la arena de esa
playa fue importado de Argelia.”
Todo el mundo sabe que él quiere la guerra contra
Irán, es su guerra. Promete, además, que las tropas norteamericanas
permanecerán por lo menos 10 años más en Irak.
Lo peor es la incapacidad de rectificación de los
principales candidatos de los dos partidos llamados a sucederlo. Ninguno se
atreve a rozar con el pétalo de una rosa esa práctica imperial, con el pretexto
de luchar contra el terrorismo, engendrado por el propio sistema y su colosal e
insostenible consumismo, pretendiendo lo imposible: crecimiento sostenido, empleo pleno y sin
inflación.
No fueron esos los sueños de Martin Luther King,
Malcolm X y Abraham Lincoln, ni de ninguno de los grandes soñadores que la
humanidad tuvo a lo largo de su azarosa historia.
Quien disponga de tiempo para leer y analizar las
noticias que llegan por Internet, cables y libros, puede comprobar las
contradicciones a que ha sido conducido el mundo.
En un artículo publicado por El País, órgano español
de prensa bastante leído, se aborda el tema de los precios de los alimentos y
el combustible. Suscrito por Paul Kennedy, profesor de Historia y director de
Estudios Internacionales de Seguridad en la Universidad de Yale, uno de los
intelectuales más influyentes en ese país, éste afirma que "el petróleo es
el mayor elemento de dependencia que tiene Estados Unidos respecto a fuerzas
externas."
"A mediados del siglo XVIII, Gran Bretaña poseía
la mayor industria de construcción de veleros del mundo. Sin embargo, al mismo
tiempo que sus astilleros lanzaban cientos e incluso miles de veleros al año,
unos inventores ingleses estaban creando la máquina de vapor, que producía enormes
cantidades de energía garantizada por los yacimientos especialmente bituminosos
del sur de Gales. El motor de vapor y el
carbón impulsaron el desarrollo del imperio británico durante otros 150 años.”
Más adelante señalaba el punto de vista que más nos interesa: la interconexión cada vez mayor entre el
petróleo y los alimentos. Las razones son bien sabidas: la enorme demanda
energética entre las grandes economías asiáticas y la incapacidad de los países
más ricos ―Estados Unidos, Japón y Europa― de reducir su consumo.
"Pero la demanda mundial de soja también está
disparándose, debido sobre todo al aumento del consumo en Asia. Las decenas de
millones de cerdos que hay en China devoran una increíble cantidad de soja al
año. Los precios futuros de la soja son un 80% superiores este año (diciembre
de 2007) a los del año pasado (2006)."
"Nadie puede estar seguro, pero lo lógico es que
el crecimiento continuo de la población mundial y el aumento de las rentas reales para más de 2 000
millones de personas en los últimos años se traduzcan en una demanda cada vez
mayor de proteínas ―más carne de vacuno, más cerdo, más pollo, más
pescado― y, por tanto, más cereal para alimentar a los animales."
El profesor de Yale podía haber añadido: más huevo y más leche, ya que sus
producciones requieren considerables cantidades de pienso. Pero un poco más adelante alude a un artículo
publicado en The Economist, principal
órgano de las finanzas europeas, calificándolo de "excelente, muy
detallado y aterrador", titulado El
fin de la comida barata. “La revista comenzó su índice de precios de los
alimentos nada menos que en 1845. EI
índice de precios de los alimentos es el más alto en 162 años.”
Brasil, que se autoabastece ya de combustible y posee
abundantes reservas, sin duda escapará de ese dilema. Erigido sobre una meseta
que fluctúa entre 300 y 900 metros de altura, posee 77 veces la superficie de
Cuba. Esa hermana república disfruta tres climas diferentes. Se cultivan allí
casi todos los alimentos. No padece ciclones tropicales. Unida a la Argentina,
podrían ser tablas de salvación para los pueblos de América Latina y el Caribe,
incluido México, aunque nunca garantía de seguridad para éstos, porque están a
merced de un imperio que no admite esa unión.
La escritura, como muchas personas saben, es un
instrumento de expresión que carece de la rapidez, el tono y la mímica del
lenguaje hablado, que no utiliza signos. Emplea varias veces más del escaso
tiempo disponible. Escribir tiene la ventaja de poder hacerlo a cualquier hora
del día y de la noche, pero no sabes quiénes van a leerlo, muy pocos pueden
resistir la tentación de mejorarlo, incluir lo que no dijo y tachar parte de lo
dicho; a veces sientes el deseo de echarlo al cesto por no tener al
interlocutor delante. Toda mi vida lo que hice fue transmitir ideas sobre los
sucesos tal como los veía, desde la más oscura ignorancia hasta hoy en que
dispongo de más tiempo y posibilidades de observar los crímenes que se cometen
con nuestro planeta y nuestra especie.
A los revolucionarios más jóvenes, especialmente,
recomiendo exigencia máxima y disciplina férrea, sin ambición de poder,
autosuficiencia, ni vanaglorias. Cuidarse de métodos y mecanismos burocráticos.
No caer en simples consignas. Ver en los procedimientos burocráticos el peor
obstáculo. Usar la ciencia y la computación sin caer en lenguaje tecnicista e
ininteligible de élites especializadas. Sed de saber, constancia, ejercicios
físicos y también mentales.
En la nueva era que vivimos, el capitalismo no sirve
ni como instrumento. Es como un árbol con raíces podridas del que sólo brotan
las peores formas de individualismo, corrupción y desigualdad. Tampoco debe
regalarse nada a los que pueden producir y no producen o producen poco.
Prémiese el mérito de los que trabajan con sus
manos o su inteligencia.
Si hemos universalizado los estudios superiores,
debemos universalizar el trabajo físico simple, que ayuda por lo menos a
realizar parte de las infinitas inversiones que todos demandan, cual si
existiera una enorme reserva de divisas y de fuerza de trabajo. Cuídense en
especial de los que inventan empresas del Estado con cualquier pretexto y
administran después las fáciles ganancias cual si hubiesen sido capitalistas
toda la vida, sembrando egoísmo y privilegios.
Mientras no se tome conciencia de esas realidades,
ningún esfuerzo puede realizarse para "impedir a tiempo", como diría
Martí, que el imperio al que vio surgir por haber vivido en sus entrañas,
destroce los destinos de la humanidad.
Ser dialécticos y creadores. No hay otra alternativa
posible.
Agradezcamos a Bush su papel de Rey Mago visitando el
lugar donde nació el hijo del carpintero José, si alguien conoce el lugar
exacto del humilde pesebre donde el Nazareno vino al mundo. El jefe del imperio
lleva como regalo, esta vez, decenas de miles de millones de dólares a los
países árabes para comprar armas que emanan del complejo militar industrial, y
al mismo tiempo dos dólares por cada uno de los que suministra a éstos para
armar al estado de Israel, donde la agencia de Naciones Unidas que aborda el
tema asegura que 3,5 millones de palestinos han sido privados de sus derechos o
expulsados de ese territorio.
Su instrumento obsesivo es amenazar al mundo con una
guerra nuclear. Sólo él es capaz de portar ese Regalo de Reyes.
Fidel Castro Ruz
14 de enero de 2008
7 y 12 p.m.