SE NOS FUE IRIS DÁVILA
No votó en las elecciones del
domingo. Estaba inscrita en el mismo
municipio: Plaza de la Revolución. Se
marchó silenciosamente el viernes; no lo
esperábamos tan pronto.
Vivía en la misma casa que ganó
con su trabajo intelectual antes de la Revolución. Muchas veces visité esa vivienda; ocupaba en ella un pequeño espacio, siempre
escribiendo. Nunca protestó ni se quejó
de algo.
Por decisión propia sus restos
fueron cremados y esparcidos en el Jardín Botánico, entre plantas de flores
escogidas por ella. Escaparon así del
frío y silencioso mármol.
Fidel Castro Ruz
21 de enero de 2008