REFLEXIONES DEL COMANDANTE EN JEFE
LA ANTÍTESIS DE LA ÉTICA
Cuando cientos de intelectuales que proceden de todos
los continentes se reúnen en La Habana para participar en una Conferencia
Internacional sobre el Equilibrio del Mundo, en torno a la fecha del nacimiento
de José Martí, ese día, por extraña casualidad, habló el Presidente de Estados
Unidos. En su último discurso al
Congreso sobre el Estado de la Unión, utilizando el teleprompter, Bush nos
dice más con sus expresiones extraverbales que con las palabras elaboradas por sus asesores.
Si a los tres discursos que mencioné en las palabras dirigidas a los delegados al
Encuentro del 29 de enero de 2003 añadimos el que pronunció ayer 28, traducido
al español por la CNN ―acompañado de cejas
levantadas y gestos peculiares―, grabado y transcripto de
inmediato por personal calificado, este es el peor de todos por su demagogia,
mentiras y ausencia total de ética.
Hablo de las palabras que él quizás añadió, del tono en que lo hizo y
personalmente observé, que es el material con el cual trabajé.
“Estados Unidos está encabezando la lucha contra la
pobreza mundial con sólidos programas educativos y de asistencia humanitaria… Este programa
refuerza la democracia, la transparencia y el imperio de la ley en países en
desarrollo, y les pido a los miembros de este Congreso que financien plenamente
ese importante programa.”
“Estados Unidos está a la vanguardia en la lucha
contra el hambre en el mundo. Hoy, más
de la mitad de la ayuda alimentaria del mundo proviene de Estados Unidos. Esta noche le pido al Congreso que apoye una
propuesta innovadora de prestar ayuda alimentaria al comprar cultivos
directamente de los agricultores del mundo en desarrollo, para que podamos
desarrollar su agricultura local y romper la hambruna.”
Al principio de este párrafo se está refiriendo a los
viejos compromisos adquiridos por Estados Unidos en otros tiempos con la FAO y
organismos internacionales, una gota de
agua ante las angustiosas necesidades actuales de la humanidad.
“Estados Unidos encabeza la lucha contra las
enfermedades. Con su ayuda, estamos
trabajando para reducir la mitad del
número de muertes relacionadas con la malaria en 15 naciones africanas, y
nuestro plan contra el SIDA está tratando a un millón 400 mil personas. Podemos llevarles ayuda a muchos más. Les pido aprobar 30 mil millones más en los
próximos 5 años…”
“Estados Unidos es una fuerza de esperanza en el
mundo, porque somos un pueblo compasivo…”
“En los últimos 7 años hemos incrementado los fondos
para veteranos en más del 95 por ciento… también para atender las necesidades
de una nueva guerra… para mejorar el sistema de atención para nuestros
guerreros heridos…”
“Les pido que me acompañen para crear nuevos empleos
para esposas y esposos de nuestros militares…”
“Confiando en el pueblo, sucesivas generaciones han
transformado nuestra frágil y joven democracia en la nación más poderosa de la
Tierra… Nuestra libertad estará segura y el estado de nuestra nación
permanecerá sólido.”
Todo esto lo afirma tranquilamente, pero desde el
inicio de su discurso, en que elude todos los problemas espinosos, va
fundamentando piedra sobre piedra las bases de esa supuesta libertad y
prosperidad, sin hacer la más mínima referencia a los militares norteamericanos
que han muerto o han sido mutilados por la guerra.
Había comenzado el discurso señalando que “la mayoría
de los estadounidenses piensa que los impuestos son ya muy altos…” Amenaza al Congreso: “Debe saber que si algún tipo de proyecto de
ley que aumente los impuestos llega a mi escritorio, voy a vetarlo.”
“La próxima semana les remitiré un presupuesto que
elimina o reduce considerablemente 151 programas despilfarradores o inflados,
que ascienden a más de 18 mil millones.
El presupuesto que presentaré mantendrá a Estados Unidos camino a
superávit en el 2012.”
O se equivocó de cifra, o la recaudación de 18 mil
millones no significa nada en un presupuesto que asciende a 2,8 millones de
millones.
Lo más importante es distinguir entre el déficit del
presupuesto del Estado, que ascendió a 163 mil millones, y el déficit de la
cuenta corriente de la balanza de pagos, que totalizó 811 mil millones en el 2006, y la deuda pública se calcula en 9,1
millones de millones. Su gasto militar se eleva a más del 60 por ciento del
total que se invierte en el mundo por ese concepto. La onza troy de oro, hoy día 29 alcanzó el
récord de 933 dólares. El desorden es
consecuencia de la emisión de dólares sin límite alguno en un país cuya
población gasta más de lo que ahorra y en un mundo donde la capacidad
adquisitiva de la moneda de Estados Unidos se ha reducido
extraordinariamente.
La receta que suele aplicar su gobierno es expresar
confianza y seguridad en la economía, bajar las tasas de interés bancario,
inyectar más billetes en circulación, profundizar el problema y dilatar las
consecuencias.
¿Qué significa en la actualidad el precio del azúcar,
que hoy estaba a 12,27 centavos de dólar la libra? A su producción y exportación se dedican hoy
decenas de países pobres. Este ejemplo
lo menciono solo para ilustrar que Bush deliberadamente lo enreda y lo mezcla
todo.
El Presidente de Estados Unidos prosigue así con su
paseo olímpico sobre los problemas de un planeta a sus pies.
“Quiero que aprueben reformas de los programas Fanie Mae y Freddie Mac, modernizar la
Dirección Federal de la Vivienda y permitir que los propietarios vuelvan a
financiar sus hipotecas a través de bonos libres de impuestos...”
“Tenemos un objetivo común: hacer que el cuidado
médico sea más accesible a todos los
estadounidenses.” Para ello, debemos
aumentar las opciones de los consumidores, no el control del gobierno…”
“Debemos confiar en que los estudiantes van a aprender
si se les da la oportunidad, y a los padres más poder para exigir más
resultados de nuestras escuelas…
“Los estudiantes afroestadounidenses e hispanos han
llegado a tener notas máximas… Ahora
debemos trabajar juntos para que haya más flexibilidad para los estados y los
distritos y reducir el número de estudiantes que dejan la escuela antes de
terminar la secundaria…
“Gracias a las becas que ustedes aprobaron, más de
2,600 de los niños más pobres de la capital han encontrado nueva esperanza en
una escuela religiosa o privada de otro tipo.
Lamentablemente, estas escuelas están desapareciendo a un ritmo alarmante
en muchos de los barrios urbanos pobres de Estados Unidos… Por lo tanto, les he
pedido su respaldo para un nuevo programa de 300 millones de dólares…
“Dependemos cada vez más de la capacidad de vender
productos, cosechas y servicios a todo el mundo. Por lo tanto, queremos terminar con las
barreras al comercio y a la inversión.
Queremos una Ronda de Doha que tenga éxito, y queremos conseguir un
acuerdo este año.
“Quiero agradecer al Congreso haber aprobado el
acuerdo con Perú. Y ahora les pido que
aprueben los acuerdos con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
“Muchos productos de estos países entran aquí sin
aranceles; sin embargo, muchos de
nuestros productos enfrentan aranceles altos en sus mercados. Debemos emparejar la situación. Ello nos daría acceso a más de 100 millones
de clientes y respaldaría buenos trabajos para los mejores trabajadores del
mundo: aquellos cuyos productos estén
hechos en Estados Unidos.
“Estos acuerdos también promueven los intereses
estratégicos de Estados Unidos.
“Nuestra seguridad, nuestra prosperidad, nuestro medio
ambiente, requieren reducir nuestra dependencia del petróleo. Busquemos energía a partir del carbón…
“Vamos a crear un fondo internacional de tecnología
limpia para reducir y quizás revertir la emisión de gases de efecto
invernadero.
“Para seguir siendo competitivos en el futuro, debemos
confiar en nuestros científicos y técnicos y darles más poder para que lleguen
a los descubrimientos del futuro. Les pido el apoyo federal… para que Estados
Unidos siga siendo la nación más dinámica del planeta.”
Siempre apelando al chovinismo, prosigue su vuelo
imaginario hacia otros temas:
“Hoy en la costa del Golfo queremos rendir homenaje a
la resistencia de los habitantes de esta región; queremos que puedan reconstruirla mejor, más
fuerte que antes. Y me place anunciar
que vamos a realizar la Cumbre norteamericana de Estados Unidos, México y
Canadá en la gran ciudad de Nueva Orleáns.
“Otro reto importante es la inmigración. Estados Unidos necesita asegurar sus fronteras
y, con su ayuda, mi gobierno está tomando medidas para hacerlo, incrementando
el control en los lugares de trabajo, colocando barreras y nuevas tecnologías
para impedir cruces ilegales… Este año
pensamos duplicar el número de agentes de la Patrulla Fronteriza.” Se trata de una de las fuentes de empleo bien
remunerado que Bush busca.
No desea recordar que a México le fue arrebatado más
del 50 por ciento de su territorio en una guerra de conquista, y pretende que
nadie recuerde que en el muro de Berlín, durante sus casi 30 años de
existencia, murieron menos personas tratando de ingresar al “mundo libre” que
los latinoamericanos que están muriendo ya ―no
menos de 500 cada año― al tratar de cruzar la
frontera en busca de trabajo, sin Ley de Ajuste que los privilegie y estimule,
como hacen con los ciudadanos de Cuba.
La cifra de inmigrantes ilegales arrestados y devueltos traumáticamente
cada año asciende a cientos de miles.
De inmediato, el discurso salta al Medio Oriente, de
donde acaba de regresar después de un veni,
vidi, vici diplomático.
Después de mencionar el Líbano, Iraq, Afganistán y
Pakistán, afirma: “La seguridad de Estados Unidos y la paz del mundo dependen
de que propaguemos la esperanza de la libertad en él. En Afganistán, Estados Unidos, nuestros
aliados de la OTAN y 15 países asociados están ayudando al pueblo afgano a
defender su libertad y a reconstruir su país.”
No menciona en absoluto que eso mismo fue lo que quiso
hacer la URSS, al ocupar el país con sus poderosas Fuerzas Armadas, que
terminaron derrotadas al chocar con sus costumbres, religión y cultura
diferentes, independientemente de que los soviéticos no fueron allí a conquistar
materias primas para el gran capital, y de que una organización socialista que
nunca hizo daño alguno a Estados Unidos intentó cambiar revolucionariamente el
curso de la nación.
De inmediato, Bush salta a Iraq, que no tuvo nada que
ver con los atentados del 11 de septiembre de 2001, y fue invadido porque así
lo decidió Bush como Presidente de Estados Unidos y sus más cercanos
colaboradores, sin que nadie dude en el mundo que el objetivo era ocupar sus
yacimientos de petróleo, lo que ha costado a ese pueblo cientos de miles de
muertos y millones de desplazados de sus hogares, o se han visto obligados a emigrar.
“El pueblo de Iraq rápidamente se dio cuenta de que
algo dramático estaba ocurriendo. Los
que temían que Estados Unidos estuviera preparándose para abandonarlos, vieron
cómo decenas de miles de soldados llegaban al país, vieron a nuestras fuerzas
trasladarse a los vecindarios,
desalojar a los terroristas y quedarse para asegurar que el enemigo no
regresara… Nuestros soldados y civiles
en Iraq están desempeñándose con coraje y distinción, y cuentan con la gratitud
de todo el país…
“En el último año, hemos capturado o matado a miles de
extremistas en Iraq; nuestros enemigos han sido duramente golpeados, pero no
han sido derrotados. Y podemos esperar aún
que haya luchas más difíciles.
“El objetivo el año que viene es mantener y edificar
sobre los logros del 2007 pasando a la siguiente fase de nuestra
estrategia. Las tropas estadounidenses
están pasando, de encabezar operaciones, a ser socias de las fuerzas iraquíes y
eventualmente a tener una misión de supervisión…
“Esto significa que más de 20 mil de nuestros soldados
están regresando.
“Cualquier reducción futura de tropas se basará en las
condiciones en Iraq y en las recomendaciones de nuestros comandantes.
“El progreso en las provincias debe ser equiparado con
el progreso en Bagdad.
“Todavía falta mucho, pero después de décadas de
dictadura y el dolor de violencias sectarias, la reconciliación está echando
raíces, y los iraquíes están asumiendo el control de su futuro.
“La misión en Iraq ha sido difícil, pero es un interés
vital de Estados Unidos que tengamos éxito.
“También nos enfrentamos a fuerzas extremistas en la
Tierra Santa… Los palestinos han elegido
a un Presidente que reconoce que hacerle frente al terrorismo es esencial para
lograr un Estado donde su pueblo pueda vivir con dignidad y en paz con Israel.”
Bush no dice una palabra de los millones de palestinos
despojados de sus tierras o expulsados de ellas, sometidos a un sistema de apartheid.
La fórmula de Bush es conocida: 50 mil millones de dólares en armas para los
árabes, procedentes del complejo militar-industrial, y 60 mil millones para
Israel en diez años. Se trata de dólares
que mantengan un valor real. Alguien
paga: cientos de millones de trabajadores produciendo con sus manos mercancías
baratas y salarios mínimos, y otros cientos de millones de personas
subalimentadas.
Pero no concluye aquí el discurso: “Irán está dándoles fondos y entrenamiento a
grupos milicianos en Iraq, apoyando a los terroristas de Hezbollah en el Líbano
y respaldando los esfuerzos de Hamas para socavar la paz en la Tierra
Santa. Teherán también está
desarrollando misiles balísticos de alcance cada vez mayor y continúa
desarrollando su capacidad para enriquecer uranio, lo que pudiera servir para
crear un arma nuclear.
“Nuestro mensaje a los líderes de Irán es claro: suspendan de forma verificable el
enriquecimiento nuclear para poder negociar.
“Estados Unidos le hará frente a los que amenacen a
nuestras tropas. Estaremos al lado de nuestros aliados y vamos a defender
nuestros intereses vitales en el Golfo.”
No se refiere esto al Golfo de México, sino al Golfo
Pérsico en aguas no más lejanas de 12 millas de Irán.
Hay un hecho histórico: en época del Sha, Irán era la potencia mejor
armada de la región. Al triunfar la
Revolución en ese país, dirigida por el imán Khomeini, Estados Unidos alentó a
Iraq y le prestó apoyo para invadirlo.
De ahí surgió un conflicto que costó cientos de miles de millones e incontables
muertos y mutilados, y que hoy se justifica como algo propio de la guerra fría.
En realidad, no hace falta que otros órganos de
divulgación informen sobre el discurso del Presidente de Estados Unidos; hay que dejar que el propio Bush hable. Para un pueblo que sabe leer, escribir y que
piensa, nadie puede hacer una crítica más elocuente del imperio que el propio
Bush. A título de país aludido, le
respondo.
He trabajado duro.
Espero haber escrito con fría imparcialidad.
Fidel Castro Ruz
29 de enero de 2008
Hora: 7:35 p.m.