REFLEXIONES DEL COMANDANTE EN JEFE
LULA
(Cuarta y última parte)
No quiero
abusar de la paciencia de los lectores, ni
de la excepcional oportunidad que me ofreció Lula
de intercambiar ideas al encontrarse conmigo. Por ello, afirmo que es la cuarta y última
sobre su visita.
Cuando hablé
con él sobre Venezuela, me dijo:
Nosotros pensamos cooperar con el presidente Chávez. Me puse de acuerdo con él. Cada año iré dos veces a Caracas
y él viajará dos veces a Brasil para no permitir
divergencias entre nosotros y, si hubiera, poder resolverla
en el momento. Venezuela
no necesita dinero ―expresa―, porque tiene muchos recursos,
pero necesita tiempo e infraestructura.
Le expresé
que me alegraba mucho de su posición respecto
a ese país, porque estábamos agradecidos a ese pueblo
hermano por los Acuerdos suscritos que nos garantizaron
un suministro normal de combustible.
No puedo
olvidar que, a raíz del golpe de Estado de abril
de 2002, la consigna respecto a nuestro país
de los que asaltaron el poder fue: “ni una gota más de petróleo
para Cuba”. Nos convertimos
en un motivo adicional para que el imperialismo tratara
de hacer estallar la economía de Venezuela, aunque de hecho
era lo que se proponían hacer desde que Chávez prestó juramento
de su cargo como Presidente sobre la moribunda Constitución
de la IV República, que más tarde de forma legal
y democrática transformó en la V República.
Cuando
el precio del petróleo subió abruptamente y surgieron
dificultades reales para adquirirlo, Chávez no solo mantuvo sino que
elevó el suministro. Después
de los Acuerdos del ALBA,
que se firmaron en La Habana el 14 de diciembre de 2004, esto se mantiene
en condiciones honorables y beneficiosas para ambos países. Laboran allí casi 40 mil abnegados
especialistas cubanos, en su mayoría médicos, que con sus conocimientos,
y particularmente con su ejemplo internacionalista, están contribuyendo
a formar a los propios venezolanos que los sustituirán.
Le expliqué
que Cuba sostenía relaciones de amistad con todos los países
de América Latina y el Caribe, sean de izquierda
o de derecha. Hace rato
trazamos esa línea y no la cambiaremos; cualquier gestión en favor
de la paz entre los pueblos estamos dispuestos
a apoyarla. Es un terreno
espinoso y difícil, pero perseveraremos en él.
Lula expresa
de nuevo su respeto y cariño profundo por Cuba
y sus dirigentes. Añadió,
de inmediato, que sentía orgullo de lo que estaba sucediendo
en América Latina, y una vez más afirmó que aquí
en La Habana decidimos crear el Foro de Sao Paulo
y unir a toda la izquierda de América Latina,
y esa izquierda está llegando al poder en casi todos
los países.
En esta ocasión,
le recordé lo que nos enseñó Martí sobre las glorias
de este mundo, que caben todas en un grano de maíz. Lula añadió:
Les digo a todos que, en las conversaciones que tuve
con usted, jamás dio consejo alguno que pudiera entrar
en confrontación con la legalidad;
usted siempre me pidió que no me ganara muchos enemigos
al mismo tiempo. Y eso es
lo que está permitiendo que las cosas marchen.
Casi
de inmediato manifestó que Brasil, un país grande
y con recursos, tiene que ayudar a Ecuador, a Bolivia,
a Uruguay, a Paraguay.
Ahora
hemos estado en América Central.
Nunca un Presidente brasileño había visitado un país
en esa área con proyectos de cooperación.
Le pregunto: ¿Te recuerdas, Lula, lo que
te dije en la cena familiar e informal que ofreciste
a nuestra delegación al día siguiente de tu toma de posesión,
en enero de 2003? ¡Ninguno
de los hijos de la gran mayoría de pobres que votó
por ti será nunca ejecutivo de las grandes empresas estatales
de Brasil; los estudios
universitarios son aquí demasiado caros!
Lula explica
al respecto: Estamos haciendo
214 escuelas técnicas, profesionales;
estamos también haciendo 13 nuevas Universidades federales
y 48 extensiones universitarias.
Le pregunto: ¿Por eso no se paga nada,
verdad? Me responde rápido: Hemos creado un programa
y ya colocamos a 460 mil jóvenes de la periferia,
pobres, de escuelas públicas, para que puedan cursar
los estudios universitarios.
La derecha me acusaba de que estaba tratando
de bajar el nivel de la enseñanza; dos años después, fueron investigados
14 cursos: los mejores alumnos
fueron los pobres de la periferia. Estamos creando otro programa
con 18 alumnos como promedio;
esto va a lograr que haya 250 mil jóvenes
en la enseñanza universitaria.
La relación
comercial de Brasil con América Latina es mayor que
con Estados Unidos, me manifestó.
Continué explicándole que si íbamos a establecer relaciones
estrechas entre ambos países, no solo como amigos sino también
como socios en áreas importantes, necesitaba conocer
el pensamiento de los líderes
de Brasil, puesto que en áreas estratégicas íbamos a estar asociados,
y nosotros teníamos por norma cumplir nuestros compromisos económicos.
Hablamos
de otros importantes problemas, los puntos en los que
coincidíamos y en los que no, con el mayor tacto posible.
Le hablé
de diversas regiones, incluyendo el Caribe,
y de las formas de cooperación que habíamos desarrollado
con ellos.
Lula me expresó
que Brasil debía tener una política más activa para cooperar con los países
más pobres. Tiene nuevas responsabilidades,
es el país más rico de toda la región.
Le hablé,
como es lógico, del cambio climático y la poca atención que
le prestan al tema gran número de dirigentes
de los países industrializados del mundo.
Cuando hablé
con él la tarde del 15 de enero, no pude mencionarle
el artículo que se publicó solo tres días después, escrito
por Stephen Leahy desde Toronto.
Este nos transmite noticias del nuevo libro titulado Movilizarse para salvar
la civilización, de Lester Brown.
“La crisis
es extremadamente seria y urgente y requiere un esfuerzo
de movilización de las naciones similar al realizado
durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)” ―argumenta
el autor, Lester Brown, Presidente del Centro de Estudios
Instituto para Políticas de la Tierra, con sede
en Washington.
“El cambio
climático ocurre mucho más rápido de lo previsto por
los científicos, y el planeta sufrirá inevitablemente
un incremento de la temperatura de por lo menos dos
grados”, dijo Brown a IPS, “que nos colocará decididamente
en la zona de peligro.”
“Ninguno
de los precandidatos presidenciales para las elecciones
en Estados Unidos” ―que se realizarán el primer
martes de noviembre― “plantea
la urgencia del problema del cambio climático.
“Las emisiones
de gases invernadero, parcialmente responsables del recalentamiento
global, deben reducirse en 80 por ciento para 2020.”
Se trata
de una meta mucho más ambiciosa que la planteada por
el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que recibió
en 2007 el premio Nobel de la Paz junto con el ex
vicepresidente estadounidense Al Gore, quien recomendó un recorte
de entre 25 y 40 por ciento respecto
de los niveles de emisión de 1990, nos informa el cable.
Brown estima
que los datos utilizados por el IPCC están desactualizados,
ya que serían de hace dos años.
Estudios más recientes indican que el cambio climático se está
acelerando, dijo.
Aunque confía
en que el IPCC modificará esa recomendación
en su próximo informe, señaló que recién se difundirá
en cinco o seis años. “Demasiado
tarde, tenemos que actuar ya”, aseguró Brown.
El Plan B
3.0 de Brown recomienda medidas para llegar
a 80 por ciento de reducción en las emisiones, que
se basan fuertemente en el uso eficiente
de la energía, las fuentes renovables y la expansión
del “escudo” de árboles del planeta.
“La energía
eólica puede cubrir 40 por ciento de la demanda mundial con
la instalación de 1,5 millones de nuevas turbinas de viento
de dos megavatios. Aunque el número
parece elevado, se producen cada año 65 millones
de automóviles en el mundo. Un alumbrado más eficiente puede reducir
el uso mundial de electricidad en 12 por ciento.
“En Estados Unidos,
los edificios comerciales y residenciales son responsables
por 40 por ciento de las emisiones
de carbono. El siguiente paso
debe apuntar a generar electricidad de forma no contaminante
para la calefacción, refrigerar y alumbrar las viviendas.
“El empleo
de biocombustibles que se producen empleando granos como el maíz
y la soja, empuja al alza los precios
de estos alimentos y puede provocar una escasez
de comida desastrosa para los pobres del mundo.
“La adición
anual de 70 millones de personas a la población
mundial se concentra en naciones donde las reservas de agua
se están agotando y los pozos se secan, las áreas
boscosas se reducen, los suelos se degradan
y los campos de pastura se vuelven desiertos.
“Año tras año
aumenta el número de ‘Estados inviables’, que constituyen un ‘alerta
temprana de la caída de una civilización’, comentó Brown.
“El aumento
en el precio del petróleo debe añadirse a la lista
de problemas. Los países ricos
tendrán todo el que necesiten, mientras que los pobres deberán
reducir su consumo.
“El crecimiento
poblacional y la pobreza demandan una atención especial
del mundo desarrollado.
“El tiempo
es nuestro recurso más escaso”, concluyó el prestigioso científico.
No se puede expresar con más
claridad un peligro que se cierne sobre la humanidad.
Pero no es la única noticia
que se publicó después de mi reunión con Lula. Hace apenas dos días, anatematizando y
haciendo trizas el discurso de Bush al Congreso, The New York Times, en su editorial,
expresó esta idea en una línea:
“Al mundo civilizado lo esperan peligros horripilantes.”
China, un país cuya superficie es 87 veces mayor que nuestra isla
y en el que viven 117 veces más habitantes que en Cuba,
acaba de ser azotada por una inhabitual ola de frío que golpeó a
Shanghai, el área más desarrollada, y al resto
de la zona meridional y central de ese gran país. Las autoridades informan sobre
la emergencia que los cables internacionales de Occidente ―AFP,
AP, EFE, DPA, ANSA y otros― transmiten:
“Las fuertes nevadas han obligado a cerrar centrales térmicas
y reducir a la mitad las reservas del carbón,
la principal fuente de energía del país, lo que
ha creado una grave crisis energética.”
“…en la zona más afectada,
un siete por ciento de la energía total,
han detenido sus operaciones, destacó la Comisión de Energía.
“…90 centrales, que producen
un 10 por ciento adicional de la electricidad
de origen térmico, podrían cerrar en los próximos días
si no mejora la situación…
“Las reservas de carbón
han quedado reducidas a menos de la mitad, advierten
las autoridades…
“El principal problema es
el transporte. Más
de la mitad de los trenes se dedican
a transportar carbón, por lo que la parálisis
de la red ha ocasionado muchos problemas, destacó Wang Zheming,
experto de la Comisión Estatal de Seguridad.
“Wang recordó que el transporte
de carbón se enfrenta estos días a la competencia
de los pasajeros, pues debido a las fiestas
hay un éxodo ferroviario de casi 180 millones
de personas en apenas un mes.
“Es difícil para China usar otra
fuente de energía. Lo ideal
sería el gas natural, pero los depósitos no son todavía
suficientes, comentó el experto.”
También debe tenerse en cuenta que
la cuenca del Yangtzé y otras zonas del centro y sur
del país sufrieron en los últimos meses la peor sequía
en medio siglo, lo que afectó la producción hidroeléctrica.
“La nieve seguirá cayendo con fuerza
durante los próximos tres días,” según la Asociación China
de Meteorología.
“Todo el país
se ha movilizado para resolver la emergencia. En la ciudad de Nanjing,
250 mil personas fueron destinadas a la limpieza
de la nieve de las calles.”
Dichos cables hablan
de “460 mil soldados del Ejército Popular de Liberación,
desplegados en las provincias chinas para ayudar a millones
de personas a la intemperie afectadas por el peor frío
de los últimos tiempos, y un millón de agentes
de autoridad para ayudar a restablecer el tránsito
y los servicios.
“El Ministerio
de Sanidad envió 15 000 médicos para asistir
a los damnificados.
“El primer ministro
Wen Jiabao se dirigió en la ciudad de Cantón
a una multitud de viajeros cuyos trenes se vieron
paralizados.
“Se calculan más
de 80 millones de afectados.
Los daños ocasionados a la agricultura
y la producción de alimentos se analizan.”
La BBC Mundo expresa: “El gobierno de China informó que una severa
sequía provocó que el nivel de agua en una parte del río más grande del país,
el Yangtzé, cayera a su nivel más bajo desde que se iniciaran sus registros
hace 142 años.
“En la ciudad portuaria de
Hankou, en el centro del país, los niveles de agua disminuyeron a 13,98m a
principios de enero, lo cual no se había registrado desde 1866, indicó citando
medios locales.”
En Viet Nam
la ola fría se acercaba a su territorio
con temperaturas inusualmente bajas.
Tales noticias dan idea
de lo que puede significar el cambio climático que tanto
preocupa a los científicos.
En ambos ejemplos que he citado se trata de países
revolucionarios, perfectamente organizados, con gran fuerza económica y humana,
donde todos los recursos se ponen de inmediato al servicio
del pueblo. No se trata
de masas hambrientas abandonadas a su suerte.
Por otro lado, un cable
de la agencia Reuters, del 29 de enero, informa que
“‘Francia prevé modificar su política de consumo
de biocombustibles, debido a las dudas respecto al impacto
de los llamados ‘combustibles verdes’ sobre el medio ambiente’,
informó el martes la Secretaria de Estado para el medio
ambiente.
“Francia
se ha convertido en uno de los mayores productores
de biocombustibles de Europa, luego que estableció una política
ambigua que anticipa en dos años el objetivo de la Unión
Europea de mezclar biocombustibles con combustibles estándar.
“Para alcanzar
sus objetivos de mezcla de combustibles… Francia estableció
un sistema de cuotas que se benefician
de los reducidos aranceles, a fin de hacerlos competitivos
respecto a los combustibles estándar.
“La política alentó
a muchas compañías a invertir en el sector, construyendo
plantas de etanol y biodiésel a lo largo del país.”
Todo lo que acabo
de exponer, que aunque previsto conceptualmente constituye una suma de
elementos nuevos recién acaecidos, en tales circunstancias demandarán seguramente
de Brasil, no afectado afortunadamente en este instante
por grandes calamidades climáticas, pasos importantes en su política comercial y de inversión. En lo inmediato, su peso internacional se
eleva.
Es evidente que un número
de factores complican la situación del planeta. Se pueden enumerar varios:
1.
Crecimiento del consumo de petróleo,
un producto no renovable y contaminante, por derroche
de las sociedades de consumo.
2.
Escasez de alimentos por variadas causas,
entre ellas el crecimiento exponencial de la población humana
y de los animales que convierten los granos directamente
en proteínas de creciente demanda.
3.
Sobreexplotación de los mares
y contaminación de sus especies por desechos químicos
de la industria incompatibles con la vida.
4.
La idea macabra de convertir
los alimentos en combustibles para el ocio y el lujo.
5.
Incapacidad del sistema económico dominante
para el uso racional y eficiente de la ciencia y la técnica en la lucha contra
plagas y enfermedades que agreden a la vida humana,
los animales y los cultivos que la sostienen. La biotecnología transforma
los genes y las transnacionales producen y emplean sus productos,
maximizando las ganancias a través de la publicidad, sin seguridad para
los que los consumen ni acceso para los que más los necesitan. Entre esos productos, las novísimas
moléculas nanotecnológicas ―el término es relativamente nuevo― que
se abren paso desordenadamente por las mismas vías.
6.
La necesidad de planes racionales
de crecimiento familiar y de la sociedad
en su conjunto ajenos a pretensiones hegemónicas
y de poder.
7.
La ausencia casi general de educación en temas
que son decisivos para la vida, incluso en las naciones
con niveles de escolaridad más altos.
8.
Los riesgos reales que se derivan de las armas de exterminio
masivo en manos de irresponsables, lo que el ya citado The New York Times, uno de los órganos
más influyentes de Estados Unidos, calificó
de peligros horripilantes.
¿Hay remedios para estos
peligros? Sí: conocerlos y
asumirlos. ¿Cómo? Serían respuestas puramente teóricas. Háganselas por sí mismos los propios
lectores, especialmente los y las más jóvenes, como suele decirse últimamente
para no parecer discriminador de las mujeres.
No esperen a ser primero Jefes de Estado.
¿Tenía o no temas que
conversar con Lula? Era imposible
contarle todo. Por esta vía es más fácil
comentarle las noticias que llegaron después.
Le recordé que trataba de
recuperarme de dos accidentes: el de Villa Clara y la enfermedad que sobrevino
después de mi último viaje a la Argentina.
Casi al final me dijo: “Está invitado para ir a Brasil este
año”. Gracias, le respondí, por lo menos
con el pensamiento estaré allí.
Por último me dijo: Les contaré, a los compañeros y amigos que
usted tiene en Brasil, que está muy bien.
Caminamos juntos hasta la
salida. Valió realmente la pena el
encuentro.
Fidel
Castro Ruz
Enero 31 de 2008
Hora: 6:32 p.m.