NUEVAS PRUEBAS DE SUS MENTIRAS Y UN EMPLAZAMIENTO A LAS AUTORIDADES DE ESTADOS UNIDOS
El 2 de agosto, como todos conocen, un pesquero de Ferrocemento fue secuestrado en Boca de Calafre, Pinar del Río, mediante alevosos procedimientos. El patrón del mismo utilizó somníferos en la merienda de los cuatro restantes tripulantes para obnubilarlos y adormecerlos. En dos de ellos hizo efecto casi de inmediato. Los otros dos, menos afectados, fueron enviados por el patrón en bote a una orilla cercana, donde los esperaban un grupo de complotados que los redujeron a la fuerza y abordaron la embarcación a pocos metros de la orilla llevándolos consigo. Los cuatro, fuertemente atados de manos y piernas y lanzados al piso, fueron obligados a viajar en esas condiciones durante varios días hasta llegar a las costas de Estados Unidos. Devueltos después a Cuba, los tripulantes secuestrados permitieron reconstruir los hechos en todos sus detalles, de los cuales se informó al gobierno de ese país en nota diplomática el 14 de agosto, demandando la aplicación de la ley y de los acuerdos migratorios.
Respuesta del Departamento de Estado: "La Oficina Fiscal de Estados Unidos del distrito sur de la Florida declinó encausar este caso porque no encontró evidencia suficiente que le permitiera demostrar una violación enjuiciable de la ley de Estados Unidos.
"Hasta que encalló, el capitán de la embarcación estuvo en completo control de la embarcación en todo momento. Bajo las circunstancias de este caso la Oficina del Fiscal de Estados Unidos no encontró que la evidencia respaldara un proceso judicial bajo cargos de asalto, contrabando de extranjeros o secuestro."
Era la enésima vez que se recibía una respuesta de ese tipo; en cientos de casos iguales o peores, sin una sola excepción, eran todas similares.
Apenas habían transcurrido seis días de este vulgar secuestro, cuando una lancha rápida procedente de Estados Unidos ocasiona un hecho siniestro. Los primeros síntomas se conocieron por cables públicos procedentes de Miami: "Las autoridades recuperaron hoy el cadáver en descomposición de un hispano en el Atlántico, y dijeron que otro cadáver fue arrastrado por un tiburón en una zona comúnmente utilizada por cubanos de la isla que tratan de llegar en balsa a Estados Unidos.
"Varios pescadores informaron a la guardia costera que habían visto los cadáveres a unos 30 kilómetros de los cayos de la Florida, dijo Vicki Neblock del Servicio de Guardacostas.
"Uno de ellos fue atacado por un tiburón, que se lo llevó a la profundidad, dijo Becky Herrin, portavoz del Departamento policial del condado de Monroe.
"'El testigo vio cómo un tiburón se apoderaba de uno de los cadáveres y se lo llevaba bajo la superficie', afirmó Herrin."
"No hubo conjeturas inmediatas sobre cómo los cadáveres llegaron al agua.
"'No hallamos rastro alguno de embarcación en el lugar', concluyó Herrin."
El día 11 otro cable anuncia: "El servicio de guardacostas de Estados Unidos ha suspendido la búsqueda de dos cuerpos presuntamente avistados frente a las costas de Cayo Hueso, después de recuperar los restos de lo que podrían ser dos balseros cubanos.
"'El caso ha sido cerrado', indicó un portavoz de los guardacostas, quien no descartó la posibilidad de que los dos cuerpos descubiertos el jueves a unos 32 kilómetros de Cayo Hueso pertenezcan a cubanos que intentaban alcanzar clandestinamente las costas de la Florida.
"Uno de los cuerpos que estaba mutilado pertenece al de un hispano que calzaba zapatos deportivos de una marca fabricada en China y vendidos en Cuba, según informaron los guardacostas a la prensa local."
Transcurrieron después 4 días de absoluto y total silencio.
El día 15 de agosto nueva información cablegráfica:
"Los restos humanos hallados flotando frente de Cayo Hueso (Florida) son los de dos hermanos cubanos que intentaban alcanzar clandestinamente las costas de Estados Unidos, confirmó hoy la policía."
"Se confirmó que dos cadáveres hallados la semana pasada en los cayos de la Florida eran dos hermanos cubanos que trataron de llegar a Estados Unidos en una embarcación.
"El cadáver mordido por tiburones de Juan Carlos Rodríguez Bueno, de 23 años, fue identificado por familiares suyos de la zona de Miami, dijo la policía.
"El servicio de guardacostas no pudo recuperar el otro cadáver porque fue sumergido por un tiburón. Sin embargo se cree que se trata de Alex Rodríguez Bueno, de 20 años."
"Así lo anunció el sheriff del condado de Monroe, después de que Carlos Rodríguez, padre de ambos, reconociera a través de una fotografía el cuerpo de su hijo Juan Carlos Rodríguez Bueno, de 23 años."
El 18 de agosto bajo el título de "Otra siniestra y tenebrosa historia", Granma señalaba éstas, entre otras cosas.
Una semana después, ya con más elementos sobre la macabra y tenebrosa muerte de los dos hermanos Rodríguez Bueno, el gobierno de Cuba dirige al de Estados Unidos una nota diplomática solicitando determinadas informaciones que obraban en su poder para esclarecer los hechos.
Respuesta:
"Respecto al trágico caso de los hermanos Rodríguez Bueno, extendemos nuestro profundo pésame a la familia Rodríguez por Juan Carlos y Alexander en el mar el 10 de agosto. No poseemos información que sugiera que fueron víctimas de contrabando de inmigrantes.
"Su nota solicitaba que el gobierno de los Estados Unidos proporcionara los nombres de todos los cubanos que llegan a los Estados Unidos. Los Estados Unidos no proporciona habitualmente los nombres de ninguna persona de cualquier nacionalidad que intente inmigrar hacia los Estados Unidos por medios regulares o irregulares."
El cinismo contenido en esta respuesta es imposible ignorarlo.
Debemos consignar adicionalmente que las respuestas a las notas cubanas del 14 y el 25 de agosto sobre el secuestro del Ferrocemento y las muertes de los hermanos Rodríguez Bueno, se produce el 13 de septiembre, es decir, 30 y 20 días respectivamente después de que fueron entregadas al Departamento de Estado. Eran además respuestas sumamente escuetas y omisas. Es imposible igualmente ignorar la prepotencia y el desprecio con que los funcionarios del imperio responden a las notas diplomáticas de un país cuyos ciudadanos son víctimas de tales atrocidades.
Fruto lógico de la cínica y criminal política del gobierno de Estados Unidos en el manejo de una ley asesina que viene practicando desde hace 34 años, es que seis días después se produjera el acto de piratería contra el avión agrícola cubano que dio lugar a la caída del mismo en la corriente del Golfo con 10 personas a bordo, entre ellas 3 mujeres y 3 niños de 6, 7 y 13 años, los cuales milagrosamente sobrevivieron. Un hombre perdió la vida y otros de los que en él viajaban sufrieron graves traumas. Esto, desde luego, según las autoridades norteamericanas, no constituye delito alguno. El robo y desvío de un equipo de trabajo destinado a la producción de alimentos, para viajar ilegalmente a Estados Unidos, violando las leyes de ambos países y las normas de vuelo internacionales, la acción irresponsable y criminal que origina pérdida de una vida, lesiones graves a otras personas y el peligro mortal para niños cubanos inocentes, son cuestiones intrascendentes para la podrida moral que rige en el seno de nuestra vecina superpotencia hegemónica.
Sin embargo, el último acto de piratería aérea contra Cuba es tema que está ahora en discusión, y será objeto mañana de enérgica y encendida protesta en la Tribuna Abierta Antimperialista "José Martí".
El caso anterior, la siniestra y oscura muerte de los hermanos Rodríguez Bueno, mezcla extrema de hipocresía y cinismo por parte de las autoridades norteamericanas, aunque de eso se habló parcialmente en las mesas redondas del jueves y el viernes, no está concluido todavía. Nuestras autoridades continuaron la búsqueda e investigación sobre lo ocurrido, ya que en la burda y mentirosa respuesta del Departamento de Estado se afirmó textualmente: "No poseemos información que sugiera que fueron víctimas de contrabando de inmigrantes." Pues bien, les ofrecemos esas evidencias y el modo de comprobarlas con toda exactitud.
Se trató de un vulgar tráfico de emigrantes.
El medio utilizado fue una lancha rápida modelo Escorpión con dos motores fuera de borda, color blanco y franjas azules en la línea de flotación, con capacidad aproximada para seis u ocho personas. Incursionó en nuestras costas el 8 de agosto a las 4:30 de la tarde al Este de Cojímar. El número de personas que trasladó hacia Estados Unidos, que no ha podido precisarse todavía con total exactitud, oscila entre 14 y 18 personas. Nuestras autoridades han identificado ya con nombres y apellidos a 13 de ellas:
(Los cuatro últimos considerados como personas peligrosas)
Todas las personas que viajaban en la misma embarcación, excepto los hermanos muertos y devorados por los tiburones, arribaron a territorio de Estados Unidos. Eso lo conocen las autoridades norteamericanas y otras muchas personas.
¿Por qué el FBI no interroga al lanchero Josué Soto Hernández que conducía la embarcación, o, si lo hizo, no han informado su versión de los hechos? ¿Por qué no interroga a los adultos que viajaban en la misma? ¿Por qué no se explica si sus muertes fueron consecuencia de una riña a bordo o fueron lanzados por una ola sobre la proa de la abarrotada embarcación, según versiones contradictorias comentadas por algunos de los que viajaban en la misma? Si es cierto o no que al caer un hermano el otro se lanzó para ayudarlo, ¿por qué y de quién fue la responsabilidad de que fuesen abandonados a su suerte? ¿Por qué no se pregunta a Omar Rodríguez Figueroa, medio hermano de Juan Carlos y Alexei Rodríguez Bueno, a quién entregó los 12 mil dólares para el viaje y cómo murieron sus hermanos? ¿Por qué no se indaga con el padre, que estaba de viaje temporal en Miami y conoce perfectamente lo ocurrido? ¿Por qué no se investiga quiénes amenazaron de muerte a todos los testigos presenciales de los hechos? ¿Por qué el gobierno no esclarece un repugnante crimen en que murieron dos jóvenes de 23 y 20 años, alrededor de 15 ciudadanos cubanos viajaron ilegalmente a Estados Unidos, y niños inocentes de cuatro y cinco años pudieron perder la vida, todo por dinero? ¿Por qué no cesan las mentiras, la complicidad y la impunidad?
¡Basta ya de pretextos hipócritas!
Nuestro pueblo y la opinión pública internacional exigen respuestas serias, claras y precisas. Están hartos ya de mentiras desvergonzadas.
Cuba no descansará hasta demostrar al mundo toda la infamia que emana de una política hostil y agresiva que se basa en la mentira, la ilegalidad, la tolerancia, la debilidad y la complicidad de sus autoridades con todos los crímenes que sus aliados mercenarios, terroristas y mafiosos cometen contra nuestro país. En el manejo de esa turbia política reina además la incompetencia, el caos y la anarquía.
Si el gobierno de Estados Unidos no puede responder a las preguntas señaladas, exhortamos a la prensa sana de ese país a hurgar sobre estos hechos y exponer al pueblo norteamericano la verdad. Un reportaje honesto y objetivo puede salvar muchas vidas.
(Editorial publicado en Granma el 24 de septiembre del 2000)