LOS INCUMPLIMIENTOS DE WASHINGTON

  

Nuestra Oficina de Intereses de Cuba en Estados Unidos envió, al día siguiente del encuentro de las abuelas con el nieto, el informe que Granma publica textualmente:

"Durante toda la mañana del 26 de enero, hubo arduas negociaciones con las autoridades norteamericanas para que se respetaran los términos acordados con las abuelas para el encuentro con Elián. En particular, se les reiteró la solicitud de Mariela y Raquel de que ningún miembro de la familia secuestradora podía estar en la casa donde se realizaría el encuentro y que se les garantizara que no hubiese ningún contacto físico o visual con las abuelas. También se solicitó que la extensión del encuentro fuera como mínimo de dos horas. Igualmente, se trasladó la solicitud de que los representantes del Consejo de Iglesias, tanto de los Estados Unidos como de Cuba, estuvieran en un lugar contiguo, para darles apoyo emocional a las abuelas, si lo necesitaban; y se continuó insistiendo en que las acompañara en el viaje una funcionaria de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, para que las asistiera como comunicadora.

"Después de estas negociaciones, la parte norteamericana respondió aceptando las tres primeras solicitudes de las abuelas, pero limitando la participación de nuestra funcionaria a su permanencia en el aeropuerto de Opa-Locka.

"Posteriormente, comenzaron los cambios: antes de partir de Washington, plantearon que los representantes del Consejo Nacional de Iglesias no estarían en el mismo edificio, pero sí en una instalación contigua a la sede del encuentro y que se pondría a su disposición una línea telefónica con acceso directo a Cuba, al igual que se instalaría otro teléfono para la compañera de la Sección de Intereses en el local del aeropuerto donde permanecería.

"Minutos antes de la salida del avión hacia Miami, en la pista nos enteramos a través de una llamada telefónica del Departamento de Estado, de que se había producido un nuevo cambio en relación con la garantía esencial para las abuelas de que a los secuestradores no se les permitiría entrar ni permanecer en la vivienda en la que se efectuaría la reunión. De acuerdo con la llamada, no se aseguraba ese requisito, lo cual demoró el despegue más de una hora.

"A la 1:06 p.m. del 26 de enero, las abuelas Mariela y Raquel partieron hacia Miami para asistir al encuentro con su nieto Elián González, aunque al momento de salir se mantenían las maniobras de los secuestradores para sabotear y obstaculizar el encuentro.

"A su llegada a Miami, se confirmó que las personas que retienen a Elián se negaron a aceptar las condiciones de las abuelas, que desde el principio fueron solicitadas: que el encuentro se realizara en un lugar neutral, sin la presencia de los secuestradores.

"En el propio aeropuerto de Opa-Locka, un funcionario del INS a cargo de la organización y la coordinación del encuentro informó sobre las medidas que se tomarían dentro de la misma casa para garantizar que las abuelas y el niño no tuvieran que coincidir con los secuestradores. En esta ocasión se les aseguró a las abuelas lo siguiente:

"1. Que los secuestradores entregarían a Elián a una religiosa de

la instalación, en la puerta de entrada de la residencia;

"2. Que sería conducido por una monja al lugar donde era

esperado por las abuelas;

"3. Que no habría contacto físico o visual de las abuelas con los

secuestradores;

"4. Que estarían completamente a solas con su nieto

"5. Que no habría manifestaciones delante de la residencia;

"6. Que la prensa estaría a una distancia prudencial desde la cual

no podría ser vista;

"7. Que el frente de la calle de acceso a la residencia estaría

bloqueado, que no habría circulación de autos ni de peatones;

"8. Que el canal ubicado en el lado trasero de la casa tendría

acceso prohibido;

"9. Que el lugar de aterrizaje del helicóptero sería seguro.

"10. El funcionario afirmó que no habría dificultades para que los

representantes del Consejo de Iglesias accedieran y

permanecieran en un local de la sede del encuentro.

"11. Aseguró igualmente que los agentes que se encontraban a su

servicio en los alrededores de la residencia le habían

confirmado que era falso que miembros de la Fundación

Nacional Cubano-Americana se encontraran en una de las

casas colindantes a la instalación.

"Aseguradas estas condiciones, las abuelas decidieron ir al ansiado encuentro con Elián.

"Pero, ¿qué ocurrió? Todas las garantías anteriores, sin excepción, fueron incumplidas, sin contar que también violaron el compromiso de entregar los teléfonos directos prometidos. A la Reverenda Joan Brown Campbell y al Reverendo Odén Marichal no se les permitió permanecer en la residencia, lo cual sí se les facilitó a los secuestradores. Contrario a todo lo acordado, éstos no sólo accedieron a la sede del encuentro, sino que fue una de ellos la que condujo al niño ante la presencia de las abuelas, violando el acuerdo de que fueran las religiosas las que entregaran el niño a las abuelas para evitar el contacto con los secuestradores.

"Además de miembros de la familia de la casa donde está secuestrado el niño, entraron a la instalación los abogados de esa familia y los principales cabecillas contrarrevolucionarios. Cuando protestamos ante el Departamento de Estado la presencia de Jorge Más Santos, nos respondieron oficialmente que el señor Más Santos era el 'chofer de la familia González'.

"Una vez iniciado el encuentro de las abuelas con el niño, la privacidad de la reunión fue interrumpida en varias ocasiones, una de ellas por la jefa de las monjas acompañada de un policía, quien ordenó retirar el teléfono celular con el cual Elián y su papá en Cuba sostenían la primera conversación en 67 días sin la presencia de los secuestradores. Además de argumentar que el uso de teléfonos celulares no formaba parte de los acuerdos alcanzados, cuestión esta que nunca se nos informó, utilizaron como pretexto que anteriormente se le había retirado un teléfono de ese tipo a uno de los secuestradores cuando planeaba llamar a estaciones de radio de Miami, algo que no tenía ninguna relación o similitud con el justo y humano deseo de las abuelas de que el niño pudiera comunicarse con el padre y el resto de la familia mientras estaba con ellas.

"También la cadena de televisión CNN confirmó que la casa contigua a la residencia en la que se celebró el encuentro estaba ocupada por la FNCA. Esto le fue reiterado a Marichal por un oficial que brindaba protección dentro de la instalación cuando el Reverendo se quejó acerca de una persona que lo filmaba permanentemente desde esa casa.

"Mientras se celebraba la reunión, una embarcación del contrarrevolucionario Ramón Saúl Sánchez penetró sin que se lo impidieran en el canal Indian River que se encuentra detrás de la residencia, portando carteles y tratando de llamar la atención de las abuelas desde la habitación donde tuvo lugar el encuentro con Elián.

"Otra de las violaciones de lo acordado fue la agresión verbal del contrarrevolucionario Armando Gutiérrez, el llamado vocero de los secuestradores, quien insultó y amenazó al Reverendo Marichal.

"También había una pequeña manifestación contrarrevolucionaria de aproximadamente unas 70 personas, en una actitud bastante escandalosa y exponente de la agresividad y hostilidad contra nuestra Patria, en la calle de acceso a la entrada de la residencia donde se realizó el encuentro, cuando se habían dado garantías de que toda esa cuadra estaría cerrada al tráfico, incluso de peatones.

"La última de una lista de sucesivas violaciones fue que, antes de las dos horas de iniciada la reunión, la monja rectora entró a la habitación donde se celebraba la reunión para comunicar a las abuelas que debían despedirse de Elián y que había concluido el encuentro, cuando el acuerdo alcanzado establecía que no existirían límites de tiempo y que dos horas era el mínimo establecido para la reunión."

Lo importante de este informe es que enumera uno por uno los once puntos concretos, es decir, la totalidad de lo acordado, que fueron incumplidos por la parte norteamericana. Existen muchos más datos, algunos de ellos publicados ayer por Granma, que fueron informados telefónicamente a sus familiares en Cuba por las propias abuelas y por otros participantes que viajaron con ellas y aportaron el testimonio de lo que cada uno pudo observar.