Mesa redonda informativa sobre las comprometedoras revelaciones para la administración Bush, en relación con los acontecimientos del 11 de septiembre, efectuada en los estudios de la Televisión Cubana, el 19 de mayo del 2002.
Randy Alonso.- Muy buenas tardes, estimados televidentes y radioyentes.
En los últimos días han salido a la luz en Estados Unidos informes de inteligencia y otros documentos que revelan el conocimiento que tenía la administración Bush sobre la posible ocurrencia de graves ataques terroristas con aeronaves y la falta de acción de ese gobierno, lo que ha desatado fuertes críticas en la sociedad, los medios y la clase política estadounidense.
Desarrollamos esta tarde una mesa redonda informativa sobre las comprometedoras revelaciones para la administración Bush, en relación con los acontecimientos del 11 de septiembre.
Me acompañan para ello, en el panel, Reinaldo Taladrid, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana; Renato Recio, periodista de Trabajadores; Rogelio Polanco, director del periódico Juventud Rebelde; Eduardo Dimas, comentarista internacional del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, y Lázaro Barredo, periodista de Trabajadores.
Invitados con nosotros comparten hoy en el estudio miembros de la Policía Nacional Revolucionaria, de la Policía Especializada del Centro Histórico de la Ciudad, del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas y cuadros de esa organización en el país.
La confirmación de que el presidente George W. Bush supo meses antes del 11 de septiembre que se preparaban atentados contra Estados Unidos, ha desatado una gran polémica en ese país y ha llevado al Congreso de Estados a anunciar una investigación de los acontecimientos.
La revelación de las informaciones y los hechos que se divulguen, ocho meses después de los acontecimientos del 11 de septiembre, han suscitado críticas y dudas en la opinión pública norteamericana, en la clase política y en los medios de comunicación que se preguntan si se pudo haber evitado esos terribles atentados del 11 de septiembre.
El canal Telemundo brindó el pasado jueves esta visión sobre el escándalo que ha provocado el conocimiento previo de las autoridades sobre los atentados o los posibles atentados que pudieran ocurrir previo al 11 de septiembre.
Periodista (Telemundo).- La Casa Blanca lo admite, la CIA le advirtió antes del 11 de septiembre que era muy probable que Al Qaeda secuestrara un avión estadounidense, pero sin saber dónde ni cuándo, algo que ha creado un nuevo escándalo en Washington.
El portavoz de la Casa Blanca dijo que se tomaron medidas, pero que nunca nadie pudo imaginar jamás que esos aviones pudieran ser utilizados como misiles; no obstante, muchos se preguntan por qué varios incidentes que ocurrieron antes del 11 de septiembre no levantaron ninguna voz de alarma más seria.
En junio del 2001, la CIA avisó a la Casa Blanca que un ataque de Al Qaeda era inminente el 4 de julio, que las posibilidades seguían aumentando.
A finales de julio, un agente del FBI, en Phoenix, Arizona, envió un reporte aconsejando que se investigara a estudiantes de aviación árabes que, según él, podrían estar entrenándose para actos terroristas.
La primera semana de agosto se informó directamente al Presidente de la posibilidad de un secuestro. El 17 de agosto el FBI arrestó a un estudiante árabe de aviación, Zacarías Moussaoui, porque solo estaba interesado en aprender a volar, pero no en cómo aterrizar o despegar. La Casa Blanca dice que avisó al Congreso de toda esta información.
El líder demócrata de la Cámara Baja dice que eso es mentira.
El miembro del Comité de Inteligencia ahora sospecha que pueden haber más cosas ocultas.
Silvestre Reyes (d/Texas).- Alguien tiene que responder, el Presidente, la administración, las agencias de inteligencia, el Congreso.
Periodista (Telemundo).- La asesora de Seguridad Nacional, Condolezza Rice, dijo que antes de los atentados ni ella ni el Presidente fueron informados del reporte del agente del FBI en Arizonas, ni del arresto de Zacarías Moussaoui.
El Congreso ya anunció audiencias para investigar este tema, las preguntas: qué sabía el gobierno, cuándo y, especialmente, qué hizo al respecto.
Randy Alonso.- Bueno, ¿qué conocía el gobierno norteamericano previo a los acontecimientos del 11 de septiembre, qué ha dicho hasta hoy y sobre qué dicen varios de los medios de comunicación y también la opinión política?, pues sobre eso nos puede ayudar a contestar Lázaro Barredo.
Lázaro Barredo.- Bueno, Randy, como usted ha dicho, el pasado miércoles estalló un escándalo en Estados Unidos, cuando la cadena de televisión CBS News reveló que el presidente Bush sí había sido alertado por la CIA de un posible atentado un mes antes de los ataques del 11 de septiembre.
Casi todos los medios se han hecho eco de que, efectivamente, el 6 de agosto del pasado año, un mes y tanto antes de los atentados terroristas, Bush recibió en su rancho en Texas —hay que recordarles a los amigos televidentes y radioyentes, porque de eso habíamos hablado bastante aquí en las mesas redondas de aquellas semanas, el presidente Bush había tomado el mes de agosto completo, íntegramente, para pasar sus vacaciones—, estando de vacaciones, a los oficiales de la Inteligencia y sus principales asesores de Seguridad Nacional y tuvieron con él este intercambio, donde le dieron este reporte de inteligencia.
Me voy a remitir a lo que están informando, no voy a hacer juicio de valor, sino a lo que están diciendo distintos medios de prensa norteamericanos y algunos medios influyentes de hispanoamérica, para darles a conocer a los amigos televidente la marcha de estos acontecimientos.
Desde entonces se ha tratado por la Casa Blanca de controlar esta crisis política, dice el periódico La Jornada, y poco a poco se ha visto obligada a confirmar y presentar mayores detalles sobre lo que sabía antes de los ataques en Nueva York y Washington.
El presidente Bush se defendió apasionadamente el jueves por la mañana contra esa tormenta de críticas. Dijo durante un compromiso de rutina presentando un trofeo a un equipo de fútbol de las Fuerza Aérea que —y dijo así con apasionamiento y con cierta furia, porque estaba bastante molesto con la denuncia— "tomo mi tarea como Comandante en Jefe muy seriamente y mi tarea más importante es proteger a Estados Unidos." El Presidente siguió en su discurso: "De haber sabido que el enemigo iba a usar aviones para matar en esa mañana fatal, hubiera hecho todo lo que estaba en mi poder para proteger al pueblo norteamericano."
La falta de credibilidad que hay sobre esto que dijo el presidente Bush, tal vez fue expresada de la mejor manera por la cabeza de portada del periódico conservador The New York Post quien publicó a la mayor puntuación: "Bush sabía", afirmándolo categóricamente.
La Casa Blanca había recibido informes desde mucho antes. El 5 de julio, por ejemplo, en el Salón de Crisis de la Casa Blanca, donde se reúnen para asuntos de contingencia los principales asesores del presidente Bush, hubo una reunión donde se informó de que algo realmente espectacular iba a ocurrir en Estados Unidos muy pronto y que había que prepararse para esta contingencia. Eso fue el 5 de julio del pasado año, o sea, casi dos meses antes de los acontecimientos del 11 de septiembre.
El documento que le entregó al Presidente en su rancho, en Texas, el 6 de agosto, se le había redactado de la manera más cercana posible a como a él le gusta, le habían hecho una paginita y media con los principales detalles. Se hablaba de posibles atentados dentro de Estados Unidos y del secuestro de aviones como método contemplado por los terroristas. No contenía detalles específicos sobre cómo se iban a llevar a cabo esos atentados, era demasiado esperar tantos detalles y menos aún la posibilidad de que se planeara usar aviones cargados de seres humanos como misiles; pero lo cierto es que ya había en ese informe detalles de posibles atentados dentro de Estados Unidos y del secuestro de aviones, era algo que está contenido en el informe que se le entregó al presidente Bush, según todos los análisis de los medios de prensa.
La Casa Blanca dijo el propio jueves que el presidente Bush había tomado medidas apropiadas respecto a los informes de inteligencia sobre posibles atentados. Uno de los cuestionamientos mayores que se está haciendo en estos instantes es que, precisamente, no se tomaron medidas, no se previó, no se hizo nada para prever ni secuestros de aviones, ni para prever ninguna medida de lo que ocurrió, desgraciadamente, el 11 de septiembre.
Buscado ahora en todas las declaraciones de aquellos días, una de las cosas que se puntualiza, por ejemplo, es que al escrutar todas las declaraciones presidenciales, inmediatamente posteriores a los ataques del 11 de septiembre, por ejemplo, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleisher, declaró que el Presidente no recibió ningún aviso de los ataques; o sea, negó cualquier posibilidad de que el Presidente hubiera recibido estas informaciones, y es una de las cosas más llamativas de todo lo que aconteció, porque, como todo escándalo o crisis política en Washington, se trata inmediatamente de encubrirlo y lo cierto es que durante ocho meses los principales personeros de la administración, empezando por el presidente Bush, han negado en todo momento que hubieran recibido algún aviso de algún ataque o de algún atentado que se hubiera estado fraguando contra Estados Unidos. De lo que se estuvo hablando todo el tiempo era de que se preveían ataques en el exterior, pero no dentro de Estados Unidos, de ahí la importancia de estos informes, y, sobre todo, de este informe del 6 de agosto, que el Presidente recibió en su rancho en Texas y que no se ha dado a conocer hasta ocho meses después. Es decir, se le regateó a la opinión pública norteamericana cualquier información al respecto.
Hoy estaba leyendo, por ejemplo, un artículo sobre declaraciones del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, donde subraya en defensa del gobierno, la dificultad de prevenir atentados terroristas y dice Rumsfeld que "los terroristas pueden golpear no se sabe en qué momento, no se sabe en qué lugar, utilizando no se sabe qué técnicas y no es humanamente posible defenderlo todo a la vez", tratando de justificar al presidente Bush, sobre quien dijo "se concentra en lo que hay que hacer, en perseguir a las redes terroristas mundiales allí donde están y en detenerlos en los países que lo protegen. Cuando se acabe el asunto, los estadounidenses sabrán la verdad, y la verdad es que cada día hay numerosas amenazas", añadió Rumsfeld, a manera de justificación.
El propio gobierno, en la persona de la señora Condoleezza Rice, que es la consejera de Seguridad Nacional, ha señalado que "lo que se está tratando de crear es una tormenta política, que el presidente Bush atribuye a supuestas intenciones políticas que alguien podría estar tratando de aprovechar para dañar la credibilidad de la Casa Blanca".
Lo cierto es que la propia señora Condoleezza, que se supone que como jefa de los asesores del equipo de Seguridad Nacional reciba todas las informaciones, como vimos ahí en el reportaje de la cadena Telemundo, efectivamente, según ella dice ahora, no tenía toda la información de lo que el FBI estaba planteando y, por consiguiente, no podía, según lo que ahora está diciendo, asesorar adecuadamente al presidente Bush.
Dijo que "los informes que ellos habían recibido no contenían ninguna amenaza específica", a pesar de que todos los informes ahora dicen lo contrario; "no se señalaba fecha, ni lugar, ni método de los ataques" y agregó que "indicaban que existían riesgos de acciones terroristas en el exterior, específicamente en París, Roma, Turquía y contra el presidente George W. Bush, durante la Cumbre del G-8 en Roma.
"La Consejera Nacional de Seguridad dijo, además, que el abrumador volumen de evidencias que se tenían entonces sobre la amenaza de un ataque apuntaba al exterior.
"Precisó la señora Rice que la información de inteligencia que Bush recibió mientras vacacionaba en su rancho en Texas, no fue un reporte de advertencia, sino un reporte analítico. Este reporte, dijo, no contenía advertencia alguna del tipo que pudiera indicar que los terroristas estaban hablando de un ataque, era un reporte que hablaba sobre métodos de operación históricos", dice ella ahora, lo cual, por supuesto, pone en entredicho lo que han estado diciendo estos mismos reportes de inteligencia.
Un artículo que se publica por un periodista norteamericano, Michael Colby, dice que "la decisión de enviar a la señora Condoleezza Rice a que enfrentara ante los periodistas, para restar importancia a la nueva evidencia de que la Casa Blanca tuvo advertencia creíble sobre los planes de secuestrar aviones, fue una inmensa bofetada a la razón.
"Los dos principales argumentos de la señora Rice al tratar de disminuir el conocimiento previo de Bush, no poseían la credibilidad de las advertencias de secuestro.
"Primero, Rice declaró que al hablar de secuestro no decían nada sobre el uso de los aviones como misiles. El razonamiento de Rice ignora los informes internos del Buró Federal de Investigaciones, de que por lo menos un estudiante se había acercado a una escuela de vuelos, solicitando entrenamiento en todos los aspectos del vuelo de grandes aviones, con la excepción del despegue y del aterrizaje. Para una agencia de inteligencia", dice este periodista, "con un presupuesto y poder personal prácticamente ilimitado, no debería ser tan difícil sumar dos más dos.
"Después Rice pasó a declarar que si la administración hubiera querido hacer algo preventivo con respecto a las amenazas del secuestro, hubiera resultado en un grave trastorno el tráfico aéreo comercial.
"Resulta que estos secuestros" —dice el periodista Michael Colby— "causaron un gran trastorno de la industria aeronáutica, pero solo después que los hombres de Bin Laden realizaron su tarea, en lo que consideraron cuasi perfección. El 11 de septiembre no fue hace tanto tiempo, como para haber olvidado que clausuraron todos los aeropuertos del país, que las líneas aéreas recibieron miles de millones de dólares en ayuda de emergencia, y que los reguladores federales cambiaron de inmediato y de manera dramática, la forma en la que todo hombre, mujer y niño emprenden ahora el acto de volar a cualquier parte del país."
Este mismo periodista se pregunta, que "¿por qué no se invirtió la misma cantidad de tiempo y de retorcimiento de manos en la implementación de un plan para enfrentar esta amenaza de secuestro advertida el 6 de agosto por la CIA, como lo que han estado gastando los principales asesores del presidente Bush en sus carteras de inversiones en la empresa Enron, por ejemplo?"
Otro de los asuntos importantes, Randy, que ahora ha aparecido como nuevo escándalo también, es que dos días antes del 11 de septiembre el presidente Bush tenía sobre su mesa, después de haber recibido el Visto Bueno de la señora Condoleezza Rice, un plan de guerra para destruir la red terrorista en todo el mundo.
Bush no tuvo tiempo casi ni de revisar el documento ante los ataques terroristas que sufrió el país, pero según la cadena ABC, que cita a fuentes oficiales de Estados Unidos y otros países, "el documento con los planes contra Al-Qaeda era una directiva presidencial de seguridad nacional que contenía una amplia gama de medidas contra esta organización, muchas de las cuales coinciden con los pasos dados por la Casa Blanca, el Buró Federal de investigaciones y la Agencia Central de Inteligencia, en la guerra contra el terrorismo internacional, por lo que se podría interpretar que los mismos pudieron ser puestos en práctica tan rápidamente, porque ya estaban preparados"; es decir, dos días antes, según lo que se ha dicho, el presidente Bush tenía el plan de ataque para destruir a toda la organización de Bin Laden y desarrollar la guerra contra el terrorismo en casi 60 países del mundo. Es decir, no es algo que organizaron después del 11 de septiembre, sino que ya estaba elaborado.
Hoy leyendo un extenso comentario de un corresponsal del periódico El Clarín, en Washington, este periodista decía que "de hecho la tragedia de septiembre amenaza ahora con ingresar en la zona de la historia oscura norteamericana; historia oscura por la ausencia de la verdad." Vamos a ver si la verdad se abre paso.
Randy Alonso.- Evidentemente son muchas las revelaciones que han venido saliendo, que involucran a los miembros más altos del gobierno norteamericano,en especial al presidente Bush y, por supuesto, a su Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, la que de paso, te digo, Lázaro que, las opiniones que he visto en varios medios de prensa es que no salió muy bien parada en esa conferencia de prensa en la que trató de defender las posiciones del presidente Bush. Fue a la que lanzaron al ruedo, por supuesto, el Presidente no podía quemarse, han mandado a la Condoleezza que tiene muchísima responsabilidad en todo lo que ha pasado, pero que fue la que mandaron a quemarse, pudiéramos decir.
Lázaro Barredo.- Alguien decía que cómo puede la señora Condoleezza Rice, siendo jefa de Seguridad Nacional, coordinando el trabajo interagencias, interagencias que tienen un presupuesto financiero que está rondando entre los 70 000 y los 100 000 millones, para la protección de la seguridad nacional de Estados Unidos, justificar que no podían hacer esto o lo otro, cuando sí podían hacerlo todo.
Randy Alonso.- Sí, tiene mucho que ver con la laxitud que endilgaron a este gobierno antes del 11 de septiembre; es decir, un gobierno que estaba en ese momento abocado a un enfrentamiento global, el unilateralismo del gobierno del presidente Bush lo había llevado, en ese momento, a enfrentamientos muy fuertes con la Unión Europa, enfrentamientos con el mundo, por el abandono del Protocolo de Kyoto, por la Convención de Armas Biológicas. Es decir, en un momento en que estaban prácticamente en enfrentamiento global político con el resto del mundo, se dan también estos acontecimientos, se dan las famosas vacaciones por un mes del presidente Bush, en el rancho de Texas, que parece que no le dejaron mucho tiempo para leerse la cuartilla y media del informe de inteligencia que tú comentabas, y llevaron a estos desastres del 11 de septiembre que, sin duda, como plantean muchos periodistas, nadie podía saber, quizás, el momento exacto ni el día exacto; pero lo que sí es inconcebible es que tales informes que había estado recibiendo la administración Bush no fueran tomados en serio y no se hubieran adoptado medidas en un país —como tú decías— con un sistema de seguridad tan grande, con tantos informes que se habían planteado y que, por supuesto, llevaron a esos terribles acontecimientos del 11 de septiembre que conmocionaron al mundo.
Acontecimientos que, por demás, han llevado al análisis de muchos comentaristas, de muchos periodistas, y aquí, por ejemplo hoy, el periódico inglés The Guardian, publica un comentario de Marx Lawson, un periodista de ese órgano, que dice: "¿Qué está en juego en el caso?" Y dice: "Una foto puede valer más que mil palabras, pero la debilidad de la fotografía es que el significado de una imagen varía dependiendo de su contexto. La instantánea hoy famosa de los ojos de George Bush saliéndose de sus órbitas, mientras un asistente le susurra al oído los datos de los hechos del 11 de septiembre, siempre parecieron representar una estupefacción total; ahora es posible leer esa expresión como confirmación horrorizada. El futuro político de Bush puede depender de si este epígrafe reescrito se transforma en letras de molde.
"En su momento las catástrofes del 11 de septiembre fueron, a menudo, comparadas con un film sensacional de Hollywood, los paralelos fueron trazados con terroristas y explosiones enormes; pero esta semana se volvió claro que de un modo que no se había imaginado previamente, ese día trajo a escena otra característica de las películas norteamericanas.
"¿Cuántos films estadounidenses hemos visto en que un oficial responsable se ha dado cuenta de lo que está pasando, pero es ignorado por sus superiores? Ahora sabemos que el agente del FBI en Arizona, que advirtió que Bin Laden estaba envinado terroristas a las escuelas de vuelo estadounidenses, es un ejemplo viviente de tanta presencia frustrada.
"¿Cómo se las arregla ese agente para vivir sabiendo que es, al mismo tiempo, el más brillante y el más inútil de la historia del FBI?
"Lo que es potencialmente más dañino para el Presidente no es su decisión, sino el lugar en que la tomó.
"Los informes de inteligencia que pasó por alto, ocurrieron durante unas vacaciones polémicamente extensas, que se tomó el verano pasado en su rancho de Texas.
"Golpeado por las acusaciones de una presidencia pack time, los asesores de Bush dijeron, en ese momento, a la prensa, que estaba recibiendo informes de alto nivel todos los días. Cualquier percepción de que su cabeza estaba en ese momento con su ganado, podría resultar electoralmente ruinosa." Así comenta este periodista del periódico The Guardian en el día de hoy, y así lo vio en su momento Televisión Española.
Reportero.- En Washington se acabó la unidad a la hora de investigar por qué no pudo evitarse el 11 de septiembre. Con esta información, sabiendo qué pasó en la CIA, en el FBI y en la Casa Blanca, quizás podamos hacer un trabajo mejor en el futuro, dice el líder demócrata Richard Gephardt.
El 6 de agosto, en su rancho en Texas, la CIA presenta un informe a George Bush, de una página y media, en el que explica que Bin Laden puede atacar a Estados Unidos, se hace un recuento de los pasados atentados y de sus intentos de infiltrarse en el país. En él se sugiere que podían estar planeando secuestros de aviones.
Ya desde el 6 de julio las autoridades de aviación iniciaron un alerta que duró seis semanas. George Bush ha reaccionado con enfado, recordando que estamos en tiempos de guerra, y criticando el ambiente político de Washington: "El gobierno hubiera actuado si hubiera sabido que iban a utilizar los aviones como misiles".
Un informe de un agente del FBI, de Phoenix Arizona, del mes de julio, sugirió que Bin Laden podía estar utilizando las escuelas de vuelo norteamericanas para entrenar a los terroristas. Ahora se sabe que dos de las personas que nombró estaban relacionadas con Al Qaeda, este informe nunca se distribuyó ni se compartió con la CIA.
El portavoz de la Casa Blanca ha replicado diciendo que en el año 1999, en la época Clinton, el Consejo Nacional de Inteligencia advirtió que hombres de Bin Laden podrían secuestrar un avión y estrellarlo contra el Pentágono.
El gobierno y el Partido Republicano acusan a la oposición de querer sacar tajada política en un asunto tan sensible. Los demócratas contestan diciendo que hay que saber qué pasó, para evitar que se reproduzca.
Lo que cada día es más evidente es la falta de coordinación entre las agencias de inteligencia.
Randy Alonso.- Precisamente, sobre los numerosos informes de inteligencia que recibió la administración norteamericana y también sobre cómo en muchos sectores y en especial en la propia administración se ha tratado de presentar a las agencias de inteligencia como los chivos expiatorios, pues nos comenta Eduardo Dimas.
Eduardo Dimas.- Cómo no, con mucho gusto.
Cuando un hecho como este sucede, por razones obvias, los organismos de inteligencia y contrainteligencia las miradas se dirigen hacia ellos porque, en definitiva, son los encargados de impedir que esas cosas sucedan, lo único que en muchos casos, para que esas cosas no sucedan, se hacen necesarias decisiones políticas.
Me voy a guiar exclusivamente por lo que dicen los medios de prensa.
"Washington, mayo 18/02 (EFE).- El FBI (Policía Federal) supo al menos desde 1996 que presuntos terroristas de la red Al Qaida recibían formación como pilotos en Estados Unidos para cometer un atentado suicida contra la sede de la CIA u otros edificios del gobierno.
"La información publicada hoy por el diario ‘The New York Times’, señala que, según documentos judiciales, escuelas de aviación y declaraciones de agentes, la Policía Federal de Estados Unidos seguía la pista a presuntos terroristas en escuelas de pilotos.
"Sin embargo, el FBI, encargado de la lucha antiterrorista, no logró conectar la información recabada y acabó descartando la idea de un atentado suicida con un avión comercial, como ocurrió el 11 de septiembre.
"El paquistaní Abdul Hakim Murad, detenido en 1995 por conspiración para colocar 12 bombas en aviones comerciales de Estados Unidos a fin de que estallaran simultáneamente mientras volaban sobre el Pacífico, confesó en 1996 que pensaba usar su formación como piloto para estrellar un avión sobre la CIA o algún otro edificio gubernamental.
"Además, la escuela de vuelos de Oklahoma en el 2001, formó como piloto a Zacarías Moussaoui, el único acusado por los atentados de septiembre, fue investigada en 1998 al relacionarse a uno de sus antiguos alumnos con los atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenya y Tanzania, cometidos ese año y atribuido a Al Qaida."
Hay que señalar que Moussaoui, que es el que está todavía sometido a juicio, porque quería aprender a pilotear un avión en el aire, pero no le interesaba ni aterrizarlo ni cómo se despegaba; es decir, era evidente que estaba en proceso, o, al menos, era lo que quería él.
"Washington, 17 May/02 (EFE).- La Casa Blanca fue advertida en 1999 de que los terroristas de Al Qaeda podían estrellar un avión contra la CIA, el Pentágono o la mansión presidencial, según un informe del gobierno federal hecho público hoy.
"‘Terroristas suicidas del batallón de mártires de Al Qaeda podrían hacer estallar un avión con explosivos (C-4 y Cemtex) en el Pentágono, la CIA o la Casa blanca’, advirtió el informe de la División de Investigación Federal, una entidad de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
"El informe ‘La sociología y psicología del terrorismo: quién se convierte en terrorista y por qué’ se suma hoy a la controversia sobre lo que sabía la Casa Blanca antes de los atentados terroristas del 11 de septiembre del pasado año, y la aparente descoordinación entre las agencias federales para evitar la tragedia.
"El informe se basa exclusivamente en datos ya sabidos sobre las posibles amenazas terroristas, según la división de investigación federal."
"Londres, 18 May/02.- Los servicios de inteligencia británicos, MI5 y MI6, informaron que habían advertido a la CIA en agosto del pasado año sobre posibles ataques terroristas a Estados Unidos, escribió hoy el diario Independent de Londres.
"Los informes enviados por los agentes británicos no mencionaban un plan específico o un método de ataque en particular, pero adelantaban que instituciones con intereses estadounidenses en el mundo como embajadas o bases militares estaban bajo gran peligro."
En igual sentido, la CIA y el Buró Federal de Investigaciones fueron avisados por la Inteligencia rusa, el jefe de los servicios secretos rusos, FBS, Nikolai Patruchev, reveló el 15 de septiembre del pasado año, cuatro días después del atentado terrorista, en declaraciones a la emisora de televisión RTR, que su servicio había informado a los norteamericanos que estaban preparando posibles atentados en Estados Unidos y agregó que esas advertencias no recibieron la debida atención.
Hay indicios de que también la Inteligencia alemana y francesa le avisaron en su momento al gobierno de Estados Unidos.
Un cable de la agencia Prensa Latina, fechado en Washington, dice en una de sus partes:
"El diario Washington Post informó que un grupo de trabajo del Consejo Nacional de Inteligencia asociado a la CIA, advirtió en 1999 que elementos vinculados a la red Al Qaeda de Osama bin Laden podrían secuestrar una aeronave y estallarla contra el Pentágono, la Casa Blanca o el cuartel general de la agencia de espionaje.
"Precisó también que el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos tenía conocimiento desde años atrás que Osama bin Laden y su organización entrenaban pilotos en escuelas en territorio estadounidense y otras naciones.
"El Post reveló hoy también que los órganos de Inteligencia precisaron a Bush el 6 de agosto del 2001 que el objetivo de esos elementos era llevar la lucha a Estados Unidos", y aparece en el mes de julio el informe Phoenix.
"Washington, May 15/02.- Los sistemas de seguridad estadounidense fallaron al desestimar varias pruebas, incluido un memorándum del Buró Federal de Investigaciones, que alertaban de los ataques aéreos del 11 de septiembre, afirmó hoy el senador Bob Graham.
"El martes se hizo pública la existencia de un informe clasificado escrito por un agente de la Oficina Federal de Investigaciones el pasado verano, en el que se urgía a la oficina a investigar sobre la presencia de estudiantes árabes.
"El informe fue conocido por meses, aunque los detalles del mismo (entre ellos el patrocinio de Osama bin Laden para los estudiantes islámicos) fueron revelados en las últimas semanas, cuando algunos legisladores y congresistas fueron autorizados para leerlo.
"Según Graham el memorándum cita ‘a un inusual número de estudiantes árabes’, que tomaban clases de vuelo en el estado de Arizona, lo que elevó las sospechas de que su presencia en Estados Unidos obedecía a un complot organizado por Bin Laden.
"El senador señaló que si los informes hubieran sido vistos desde otro contexto y analizados por las personas adecuadas, los ataques al Pentágono y a las Torres Gemelas de Nueva York hubieran podido evitarse.
"‘Fallamos al tratar de juntar las piezas del rompecabezas antes del evento terrible’, manifestó el senador Graham, quien añadió que nunca obtuvieron una respuesta satisfactoria de la tardanza del memorándum del Buró Federal.
"En tanto, el actual director del FBI Robert S. Mueller, quien ocupó el puesto dos semanas después de los atentados, reconoció este martes que la oficina otorgó poca atención al memorándum y prometió corregir ese tipo de fallas en el futuro"; sin embargo, el memorándum fue conocido.
Hay otras informaciones, Randy, por ejemplo, ya empezaron a aparecer las cabezas de turcos.
Randy Alonso.- En este caso, del de Phoenix, Dimas, hay elementos muy interesantes, porque creo que hay temas que dan también una dimensión importante de lo que se está hablando; es decir, no solo es el informe de 1999, que ya daba una orientación precisa de hacia dónde se podrían dirigir los atentados terroristas, sino que en este informe ya de la gente de Phoenix se ve como un objetivo claro atacar por los terroristas el edificio del World Trade Center. Creo que es un elemento también que la administración dice que no tenía suficientes elementos, pues, bueno, hubo un informe de un agente del FBI, de Phoenix; que, además, no fue atendido debidamente por nadie y que llevaba claramente, entre sus definiciones, hacia dónde podía dirigirse un ataque terrorista en Estados Unidos.
Eduardo Dimas.- Además, Randy, yo creo que hay un elemento que hay que tener en cuenta. El problema no era que fuera a ser el World Trade Center, o la Casa Blanca, o el Pentágono; el problema es que están avisados de que se van a producir atentados terroristas. Los terroristas no te van a decir la hora y el lugar, evidentemente, y que se iban a producir con aviones, y entonces no se tomaron medidas.
Lo que queda, por todo esto, cuando se habla de tomar medidas, aunque sean los organismos de inteligencia los que dan los datos —y los dieron—, hay medidas que tienen que ser tomadas, pero que tienen decisión política, están obligados, y en la Casa Blanca hay un centro para recibir todo eso, que es precisamente la señora Condoleezza Rice, y, sin embargo, no lo hizo, es decir, no tomó las medidas.
Lázaro Barredo.- De todas maneras, fíjate, hay un hecho interesante: Doce de los diecinueve participantes del comando vivieron o se entrenaron en Miami, según todo lo que se ha revelado. Fíjate que han aparecido varios informes del FBI y, sin embargo, nunca apareció un solo reporte del FBI de Miami sobre ninguno y eran 12, de los 19. Claro, es de explicarse, lo hemos dicho aquí, Héctor Pesquera y los oficiales del FBI de Miami andaban en otras cosas; quizás con alguna excepción, pero, como hecho, recordemos que estaba detrás de los compañeros nuestros, metido en el proceso con la mafia, yendo a los weekend, a las emisoras de radio, etcétera, etcétera.
Eduardo Dimas.- Yo sí quería precisar lo siguiente, es decir, tú tienes varios organismos de inteligencia, pero que remiten su información a un centro y ese centro es el encargado de elaborar, de establecer las conexiones, incluso de priorizar y yo creo que esto requería de una gran priorización, que no se dio. Y ese centro, desde luego, en el caso de Estados Unidos es la asesora o el asesor de Seguridad Nacional.
Randy Alonso.- Exacto. Hoy día existe un zar de seguridad que es Tom Ridge, que se estableció después del 11 de septiembre; pero hasta antes del 11 de septiembre toda esa información iba a confluir en la asesora de Seguridad Nacional, que para eso es su nombre, ¿no?, Condoleezza Rice, que realmente ha sido uno de los blancos directos de los cuestionamientos de la prensa, del público, junto con el presidente Bush; es decir, es una persona que tenía acceso a toda esa información, que —como tú has dicho— son varios informes, es decir, ahí estamos reflejando los fundamentales, el de 1999, el de Phoenix, pero hay varios informes que se han ido dando.
Eduardo Dimas.- Pero, además, Randy, los avisos de los diferentes organismos de inteligencia internacionales que no te avisan por gusto, te avisan porque tienen algún elemento.
Randy Alonso.- Es decir, no estamos hablando nada más de un solo país: Filipinas, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Alemania.
Eduardo Dimas.- Había toda una serie de elementos y no se hizo, y, bueno, ya apareció el primer chivo expiatorio.
Washington, May 18/02.- El jefe de contraespionaje de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Cofer Black, deberá dejar su puesto, tras las revelaciones sobre graves vacíos en la lucha antiterrorista antes de los atentados del 11 de septiembre; en tanto que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), dijo este sábado que Al Qaeda ultima preparativos para realizar ataques contra edificios de departamentos en Estados Unidos."
Y una última es que el FBI va a organizar lo que llama "un superescuadrón".
"El FBI contará con un nuevo superescuadrón contra el terrorismo, que estará formado por centenares de agentes y analistas, si prospera una propuesta de su director Robert Mueller, informaron hoy fuentes cercanas al plan.
"La nueva unidad, que absorbería la sección antiterrorista de la Oficina Federal de Investigaciones de Nueva York, pretende llenar los vacíos del espionaje que se detectaron después de los atentados terroristas del 11 de septiembre, dijeron funcionarios cercanos a las gestiones al diario The Washington Post.
"El superescuadrón incluiría una oficina de inteligencia que tendría bajo su responsabilidad un banco de datos de información confidencial sobre el terrorismo, de acuerdo con las fuentes citadas por el diario.
"Esta iniciativa forma parte de una amplia reorganización decidida tras la destrucción con tres aviones comerciales del World Trade Center y del Pentágono."
Es decir, esto es, a grandes rasgos, toda la cantidad de avisos y elementos que tenían, tanto los organismos de inteligencia como, sobre todo, la asesora de Seguridad, que para eso es asesora de Seguridad, la señora Condoleezza Rice. Pienso que a lo mejor es que estaba muy ocupada con el petróleo, estaría dentro de lo posible.
Randy Alonso.- Sí, creo que hay también una evidencia clara en todo esto. Uno se puede cuestionar, o la prensa norteamericana incluso lo ha hecho, si realmente existía efectividad de interconexión entre las diferentes agencias de inteligencias norteamericanas, el FBI, la CIA, eso evidentemente es uno de los elementos que salta a la vista en esto. Pero uno, leyendo tantos informes, se da cuenta de que podría no haber coordinación, pero suficiente información sí había para quienes tenían que decidir. Es decir que Condoleezza Rice, el señor Bush, el señor Cheney y la alta dirección de la administración norteamericana tenían suficientes elementos para poder haber decretado, como lo han hecho después y en estos días, las llamadas alertas nacionales, poner en pie prácticamente de guerra a todo el país, y eso se desechó completamente. No sé qué tú piensas, Taladrid.
Reinaldo Taladrid.- No, es que eso es así, quería, a partir de eso decir una cosa: Desde que existe la comunidad de inteligencia en Estados Unidos, los organismos de la comunidad de inteligencia, el FBI, CIA, la Agencia Nacional de Seguridad producen información, o sea, buscan información por sus métodos, la producen, pero no deciden qué hacer con la información, eso le toca al gobierno, a los políticos que una decisión puede ser profundizar, verificar esto, buscar inteligencia humana, etcétera; pero esas son decisiones de los políticos. E independientemente de las fallas que Dimas mencionaba que puede tener, de coordinación, de búsqueda de inteligencia humana, de otros factores, etcétera, en toda esta operación, la decisión iba a los políticos.
Y tú decías, con toda razón, qué cantidad de información había en manos de los políticos en distintos niveles como para poder decidir o no algo. Y esto está empezando, en una semana miren la cantidad de cosas que ha salido; prepárense a lo que va a salir de ahora en adelante, la cantidad de historias y de gente, y una sola nos ilustra esto.
Dianne Feinstein, es una senadora demócrata por el estado de California, es uno de los miembros de más alto rango del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos. Este comité, como dice su palabra, selecto, recibe y tiene derecho a información secreta y clasificada, a diferencia de otros congresistas.
Pues bien, hoy en NBC salía que Dianne Feinstein un mes antes del 11 de septiembre, con la información a la que ella, como senadora de ese comité, tenía acceso —que no es toda, ni mucho menos—, se preocupó tanto que fue personalmente a ver al vicepresidente Dick Cheney a su oficina y le dijo al jefe de despacho de Cheney que "con la información que ella tenía, algo se tenía que hacer o iba a ocurrir un desastre".
Respuesta: un mes antes del 11 de septiembre del Jefe de despacho de Cheney a Dianne Feinstein, la senadora. "No vamos a hacer nada ahora, hasta dentro de seis meses no se va a producir un análisis integral de todo esto."
Esto te demuestra que en los políticos había suficiente información, como tú decías, por lo menos como para mandar a verificar, a profundizar en estas informaciones que estaban ocurriendo, más allá de los fallos que ocurrían.
Por eso esa palabra que usaba Dimas, "chivo expiatorio", está apareciendo hoy domingo en la prensa norteamericana de manera insistente.
Randy Alonso.- Gracias, Taladrid, por el comentario.
Suficientes informes de inteligencia, evidencias varias que tenía el gobierno norteamericano, posiciones desde uno y otro flanco de la administración Bush tratando de defender su papel, eso ha sido la presencia diaria en estos días en los medios de comunicación norteamericanos. ¿Cuáles han sido las opiniones de la sociedad norteamericana, de los medios de comunicación y de la clase política de ese país, acerca de los acontecimientos de estos últimos días? Sobre eso nos comenta Rogelio Polanco.
Rogelio Polanco.- Sí, por cierto, Randy, antes de entrar en este tema que tú me propones, quiero abordar lo que decía Dimas que, según los corresponsales de La Jornada, James Cason y David Brooks, en Washington, decían que "el director de la Agencia Central de Inteligencia George Tenet, fue calificado como ‘casi frenético’ por la preocupación que tenía desde el 22 de junio por un ataque por la red Al-Qaeda contra Estados Unidos", o sea, al jefe de la CIA lo tildaron de frenético, porque estaba informando y los políticos no tomaban decisión sobre lo que estaba diciendo. Esto lo estaba diciendo La Jornada, sus corresponsales en Washington, el 17 de mayo.
Randy Alonso.- En febrero del 2001, Polanco, para ayudarte también a añadir otro elemento, se dice que "Tenet le había dicho a Bush y al Comité de Inteligencia del Senado que Bin Laden constituye la amenaza más grave e inmediata para Estados Unidos y que Al-Qaeda buscará objetivos más fáciles que le permitan causar un gran número de víctimas". Eso fue ya en febrero del 2001, varios meses antes de que ocurrieran los atentados del 11 de septiembre.
Rogelio Polanco.- Por eso la reacción internacional y la reacción de los medios y de la sociedad norteamericana tiene que ser tan fuerte como ha sido en estos días. En primer lugar, los medios internacionales han puesto en entredicho la imagen del Comandante en jefe norteamericano.
Dice que "por primera vez desde el 11 de septiembre es la imagen del Comandante en jefe la que está en entredicho, señaló el diario francés Le Monde". Por su parte The Guardian, de Gran Bretaña, dijo que "con la noticia se rompió el tabú político que rodeaba el debate sobre los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos".
Recordemos que este es el bipartidismo, el consenso, la unanimidad que se logró en estos meses en relación con la política exterior e interior de Estados Unidos.
"Finalmente se rompió la represa", dijo el diario londinense Independence.
La Vanguardia, diario de Barcelona, dijo que "es posible que el 11 de septiembre fuese inevitable, pero lo que se conoce ahora y lo que enoja a la sociedad norteamericana es que, sin duda, no se hizo lo suficiente para evitarlo".
Por su parte el periódico italiano La República dijo en su primera plana que "la acusación es aterradora, la sospecha es terrible".
Así ha pasado también, por supuesto, con los medios norteamericanos, el New York Times —solo tengo tres ejemplos de cómo han reaccionado, pero ha sido una avalancha de información la que ha habido también en estos últimos días— dice: "Hasta que alguien compruebe que el gobierno de George Bush recibió e ignoró información que directamente mencionaba los secuestros, el país debe vivir con el hecho mucho más confuso y no menos inquietante de que el gobierno en sus totalidad se hizo de la vista gorda", dijo The New York Times.
Por su parte The Washington Times dijo: "Las afirmaciones de la Casa Blanca respecto a que la información de inteligencia recibida antes del 11 de septiembre no pudo haber previsto los trágicos ataques que golpearon a Estados Unidos y dejaron un saldo de 3 000 muertos, debe ser contemplada con escepticismo."
Y The Washington Post dijo que "la tempestad parece haberse desatado", poniendo en duda la afirmación del gobierno republicano de que la información de inteligencia que recibió era muy general. "No obstante", dice el periódico, "que mucho más inquietante son los indicios de que el gobierno conocía los detalles del secuestro, indicios que nunca fueron investigados o que emergieron del propio gobierno."
Y la reacción ha llevado a hacer las primeras encuestas. Se habla ya de que un 55% de los encuestados por la revista Newsweek, entre el 16 y el 17 de mayo, dice que "el gobierno de Bush debería haber hecho públicas las denuncias sobre posibles ataques", o sea, la inmensa mayoría de la población norteamericana cree que esto no debió haberse escondido durante ocho meses. Y, por su parte, también la propia revista dice que "el porcentaje de aprobación del Presidente ha caído en alrededor de diez puntos en los últimos días."
Hay un analista político, un historiador, Allan Lichtman, que en la agencia AFP dice que "nada hasta ahora había mermado su popularidad de manera significativa, en el Medio Oriente, Enron, pero ocho meses después de la tragedia del 11 de septiembre las últimas revelaciones son potencialmente devastadoras, porque van al corazón de lo que sustenta su popularidad, es decir, su reacción frente al terrorismo".
Así ha pasado con el Congreso. El Congreso está ahora muy dividido, se ha roto precisamente unos de los pilares sobre los cuales el presidente Bush construyó su guerra contra el terrorismo, esto lo está diciendo la agencia ANSA, fechada en Washington en un despacho que dice que "ese bipartidismo se ha quebrado".
El líder de los demócratas en el Senado, Tom Daschle —esta es una llamada especie de ‘bestia negra’ del Presidente y uno de los posibles rivales para las presidenciales del 2004— defendió el derecho de la oposición a reclamar aclaraciones sobre la información que circuló en el gobierno en los meses previos al atentado.
"Queremos conocer cómo fueron las cosas", dijo Daschle, "y estar seguros de que los errores del pasado no volverán a cometerse".
También la primera dama Hillary Clinton, senadora por Nueva York, demócrata, dijo que "mis electores quieren saber". Los demócratas, por supuesto, están insistiendo en que se den a conocer los supuestos documentos altamente secretos, donde se le daba conocimiento al Presidente de lo que iba a pasar —esto fue el 6 de agosto del año pasado—, y también están pidiendo que se informe de este memo del agente del FBI en Arizona, en Phoenix, donde señalaba la presencia de los terroristas en las escuelas de pilotos de varios lugares. Hay que decir que otros congresistas han estado también pidiendo que el gobierno dé a conocer estas informaciones, "creo que no da confianza llamar irresponsable a alguien solo porque busca respuestas a las preguntas, son preguntas legítimas. Hubo muchos fallos", indicó, por su parte el senador demócrata Ron Wyden, por Oregon.
También otros congresistas como Dick Gephardt que es el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, dijo que "hubo una falla de inteligencia. ¿Acaso los funcionarios correspondientes no intervinieron como debían, en base a esas informaciones? Son hechos que tenemos que averiguar". Dijo, además, "que el Congreso necesita determinar en audiencias abiertas al público" —fíjense lo que están pidiendo— "lo que Bush y otros funcionarios supieron, cuándo lo supieron y qué hicieron con dicha información", insinuó que podría presionar en procura de investigaciones adicionales y dijo que estas no podían ser ultrasecretas, porque esto es lo que ahora está planteando la administración, o sea que no va a dar a conocer estos documentos y que cualquier investigación está poniendo en duda las fuentes de inteligencia que llevaron a que fueran informados a la administración.
"En estos mismos momentos tenemos una investigación en curso en los comités de inteligencia" —afirmó Gephardt—, "podrían o no ser suficientes para conseguir todo esto."
Por su parte un destacado senador republicano, o sea que no son solo demócratas los que están planteando esto, sino el primero que ya tiene una reacción crítica, ayer, según EFE.
"Washington, 18 mayo/02 (EFE).- Un destacado senador republicano criticó hoy abiertamente al FBI por no haber investigado en profundidad los indicios que tenía sobre la posibilidad de acciones terroristas.
"’El FBI le falló al pueblo estadounidense’", dijo Richard Shelby, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, en unas declaraciones a CNN.
"’No se hizo nada. El FBI se durmió o mostró ineptitud, o ambas cosas’".
"El senador es el primer republicano que critica a una instancia oficial, tras las informaciones de prensa que señalan que autoridades estaban al tanto" de estos sucesos.
Eduardo Dimas.- Polanco, perdóname.
Pero a mí me parece que ahí puede haber una doble jugada. Es decir, porque al echarle la culpa al FBI, se la está quitando al otro.
Rogelio Polanco.- Por supuesto, es una forma que busca, por eso es el primer republicano que sale a hablar de esta forma, o sea, está tratando de acusar a los organismos de inteligencia, para tratar de desvirtuar la acusación que cada vez con mayor fuerza va sobre la Casa Blanca.
Lázaro Barredo.- Esto es en medio del escándalo que ya había, que había empezado el lunes por la foto famosa, electorera del presidente Bush, lo del avión.
Rogelio Polanco.- Sí, que, además, ha sido la foto usada ahora para la campaña electoral del Partido Republicano.
Randy Alonso.- La foto de Bush el 11 de septiembre en el avión.
Lázaro Barredo.- Además, el avión que estuvo dando tantas vueltas fuera de Washington y Nueva York, ahora es la foto que utilizan para la campaña electoral.
Rogelio Polanco.- Pero no solo los congresistas, Randy, son los que están planteando con fuerza investigar todo este escándalo, sino, por supuesto, los familiares de las víctimas del 11 de septiembre, hay muchos que han dado declaraciones a los medios de prensa, tengo aquí solo algunos: "Si mi mujer lo hubiera sabido, nunca hubiera tomado ese avión", dijo Stephen Push, cuya esposa, Lisa, murió en el aparato que se estrelló contra el Pentágono. "Es una vergüenza que supieran lo que sabían y no avisaran a nadie, han preferido defender los intereses de las compañías aéreas en vez de proteger la vida de los ciudadanos."
"Dicen que no pudieron juntar todas las piezas del rompecabezas, pero cuando por fin pudieron hacerlo en la mañana del 11 de septiembre, por qué permitieron que el Presidente se quedara durante 35 minutos en una escuela de Florida cuando estaban atacando a su país", se preguntó Sally Regenhard, cuyo hijo Christian es uno de los bomberos desaparecidos.
"’Solo quiero saber quién fue el responsable del fallo’, dijo Kristin Breiweiser, cuyo esposo también desapareció en World Trade Center, ‘queremos una investigación y estar seguros de que algo parecido a lo del 11 de septiembre nunca más pasará en este país’, dijo esta persona, quien es parte de un grupo de viudas del 11 de septiembre que desde New Jersey están organizando una manifestación de familiares y amigos de las víctimas de estos sucesos para el 11 de junio en el Capitolio, es una importante manifestación que está preparando y dicen que el objetivo es apoyar una enmienda introducida por los senadores Joseph Lieberman y John McCain que establecerían una comisión nacional para investigar los ataques.
Hay dos fantasmas que están sobre estos hechos, que han sido recordados también por los medios de prensa y por los analistas en estos días, uno es Pearl Harbor. Recuerden que Pearl Harbor salió también y lo analizamos aquí en numerosas mesas redondas en aquellos días de los ataques del 11 de septiembre. Hay muchos en el Congreso que dicen que se necesita una investigación que no sea diferente de aquella que se hizo, precisamente, hace más de 50 años, cuando Estados Unidos fue sorprendido en los ataques de Pearl Harbor y por eso está nuevamente en búsqueda una comisión, una investigación como aquella.
También hay otro fantasma, Watergate, que le costó la presidencia a Richard Nixon. Hoy The New York Times está, precisamente, cuestionándose lo siguiente:
"Aquella vieja pregunta hecha por el entonces senador Howard Baker Jr., durante Watergate, está nuevamente de vuelta." De una forma u otra se usa esta pregunta en estos momentos por varios miembros del Congreso y por varios analistas para decir lo que está pasando ahora.
"Lo que el país necesita saber es qué sabía el presidente Bush y cuándo lo supo". O sea que estarán estos fantasmas rondando al presidente Bush una vez más, hasta que se conozca, por supuesto, la verdad.
Randy Alonso.- Eso mismo se pregunta hoy también, Polanco, por cierto, el diario español El País, titula un trabajo así, exactamente:
"¿Qué sabía el Presidente y cuándo lo supo?
"Dice que los servicios de espionaje de Estados Unidos captaron en los primeros ocho meses del pasado año numerosos indicios de que Al Qaida preparaba un gran atentado en Estados Unidos.
"En años anteriores se había descubierto que Osama bin Laden consideraba la posibilidad de utilizar pilotos suicidas para destruir edificios con aviones. La mayoría de los documentos citados a continuación" —dice el periódico— "son aún secretos, peses a las reclamaciones parlamentarias de que sean publicados o, al menos, entregados al Congreso. Solo se sabe de ellos, lo que ha aceptado revelar la asesora de seguridad nacional Condoleezza Rice, o lo que han filtrado a la prensa miembros de los servicios de inteligencia bajo anonimato.
"En diciembre del 2000 se registra un gran aumento en las comunicaciones entre miembros del Al Qaida detectado por el espionaje estadounidense; en febrero del 2001 —como señalaba ahorita— el director de la CIA, George Tenet, comunica a Bush y al Comité de Inteligencia del Senado que Bin Laden constituye la amenaza más grave e inmediata para Estados Unidos y que Al Qaida buscará objetivos más fáciles que le permitan causar un gran número de víctimas.
"En abril del 2001 la Casa Blanca es informada, por los servicios de espionaje, acerca de amenazas específicas de Al Qaeda contra objetivos de Estados Unidos.
"El 6 de abril del 2001 el gobierno informa a las compañías aéreas de que terroristas de Oriente Próximo podrían secuestrar un avión o hacerlo estallar en pleno vuelo.
"En junio del 2001, en el llamado juicio del milenio, a varios miembros de Al Qaeda, acusados de preparar atentados en Seattle y Los Angeles, durante el último día del 1999, que concluye con la condena de dos ciudadanos argelinos, uno de los acusados dice que Abu Subaidad, un lugarteniente de Bin Laden está interesado en lanzar ataques contra Estados Unidos.
"En julio del 2001 el FBI admite la existencia de riesgos preocupantes en el extranjero y emite tres mensajes los días: 2, 18 y 31 de julio, sobre la posible inminencia de atentados, sin ofrecer más concreciones, según dijo Condoleeszza Rice.
"Ese mismo mes la oficina del FBI en Phoenix, Arizona, envía el famoso memorando a la central de Washington, en el que citando a Al Qaida en el primer párrafo, expresa la sospecha de que un cierto número de terroristas estudia en escuelas de aviación estadounidenses.
"Los participantes en los atentados del 11 de septiembre ya habían concluido su aprendizaje en ese tiempo, y pide que todas las escuelas sean investigadas. Ese memorando no se comparte con la CIA ni se hace llegar a la Casa Blanca.
"El 6 de agosto el presidente Bush recibe el famoso informe sobre las principales amenazas terroristas en su rancho de Texas.
"El 15 de agosto, unos días después, una escuela de aviación de Minessotta avisa a la policía de que uno de sus estudiantes, Zacarías Moussaoui, francés de origen marroquí, solo quiere ser capaz de dominar un gran avión en pleno vuelo.
"Moussaoui es detenido, pero un juez prohíbe al FBI que investigue el contenido de su ordenador personal.
"Un agente del FBI redacta una nota en la que afirma que Moussaoui es la clase de persona capaz de estrellar un avión contra el World Trade Center, según el director del FBI, Robert Mueller.
"El 16 de agosto la Agencia Federal de Aviación pide a los agentes de seguridad de los aeropuertos que extremen la vigilancia sobre posibles armas ocultas que algunos pasajeros podrían disimular dentro de teléfonos móviles o de bolígrafos."
Cuánto sabía el Presidente y en qué momento lo supo, bueno, eso se pregunta todo el mundo, porque la mayoría de todos estos documentos se mantienen aún en secreto por la administración norteamericana; pero la revelación, de hecho, ha causado todas estas opiniones de las que hablaba Polanco y muchas otras, sobre todo, en Nueva York, la ciudad que fue centro de los actos terroristas del 11 de septiembre. Y una visión de lo que piensan los neoyorquinos, sobre todo, de origen hispano es lo que presenta este material de la cadena Telemundo.
Reportera.- 11 de septiembre, un día de terror que ha quedado grabado en la historia. Ocho meses después la pregunta es si pudo haberse evitado.
Un ciudadano.- Absolutamente; ellos hubieran prevenido y ellos han fallado rotundamente, sí, porque si era un aviso, ellos tenían que haber tomado alguna medida preventiva, pero no hicieron nada.
Reportera.- En Nueva York, donde el atentado aniquiló miles de vidas y borró del mapa a los rascacielos más famosos del mundo, sobran las reacciones, todos quieren saber por qué, si el presidente Bush fue informado un mes antes de un posible ataque que involucraría el secuestro de aviones, no se tomaron medidas para prevenir.
Una ciudadana.- Es horrible que pasó eso, y se sabía, nosotros el público sabíamos también; da la casualidad que el amigo de la hija mía recibió noticias un mes antes que pasó el 9, 11, que él tenía que estar atento, por si acaso, que iba a haber una emergencia.
Otro ciudadano.- Lo que pasa es que ellos no sabían que se iban a utilizar los aviones como misiles.
Otro ciudadano.- El terrorista es como el ladrón, cuando menos pensado, lo sorprenderá a uno.
Reportera.- Aunque no hay forma dar marcha atrás, en el público hay un consenso general, y es que la catástrofe del 11 de septiembre debe servir de lección para que el servicio de inteligencia de este país mantenga la guardia bien en alto.
Randy Alonso.- Y en analista mexicano Alfredo Jalife, publica hoy en Bajo la Lupa, en el periódico La Jornada, un comentario que titula:
"El presidente George W. Bush sí sabía."
"No es un título del periódico Granma de Cuba" —dice Jalife—, "ni del Babel de Bagdad, Bush sí sabía.
"Fue el encabezado demoledor de The New York Post, un rotativo curiosamente ligado al Partido Republicano, que se publica donde ocurrieron los atentados del 11 de septiembre que pudieron, quizás, ser prevenidos, como se trasluce de los informes puntuales del FBI y la CIA que advirtieron desde hace ocho años, pasando por el luminoso reporte, ‘La sociología y psicología del terrorismo de septiembre de 1999’ y disponible en la biblioteca del Congreso, y del memorando de un agente de la FBI en Phoenix, Arizona, que leyó Bush sin inmutarse el 6 de agosto pasado, en que afloran escenarios probables de los atentados con sus coreografías.
"El informe del 6 de agosto, 36 días antes, es determinante, porque enfoca los ataques a la Casa Blanca, el Pentágono y la CIA, y en otro informe queda claro que el World Trade Center era también objetivo, como lo había sido antes, sin que se hayan tomado las mínimas precauciones de seguridad, al menos, no se notaron en los cielos ni en las fronteras.
"La senadora por Nueva York, exprimera dama y probable candidata presidencial Hillary Rodham Clinton, fustigó la impericia del presidente Bush. "No se trata de que el equipo Bush lance a su jauría desinformativa global para persuadirnos a los crédulos termundistas que siempre creemos a pie de juntilla la propaganda de Washington, sino de que ahora pueda convencer a sus propios ciudadanos y, en especial a los citadinos de Nueva York, donde cunde la furia contra el Comandante supremo de las fuerzas armadas.
"Bush no tiene salida, en el mejor de los casos exhibió su legendaria ineptitud negligente cuando el país peligraba, mientras se tomaba unas larguísimas vacaciones en su rancho de Crawford, Texas, y/o, en el peor de los casos, fue atrapado en su presunto encubrimiento diabólico con fines aviesos, como ha sido acusado, por la representante Cynthia McKena, una demócrata de Georgia, de que el 11 de septiembre, por sus consecuencias, había favorecido los negocios del Grupo Carlille, o los dos.
"El 11 de septiembre" —dice Alfredo Jalife— "encumbró a Bush de un mediocre desempeño, con menos de 50% de afectación nacional, después de la elección bananera de Florida, a un asombroso 90%, como Comandante supremo de las fuerzas armadas, en guerra contra afganos islámicos del paleolítico, que el mismo Estados Unidos había armado.
"Ahora, el 11 de septiembre puede ser el Waterloo de Bush, quien se juega toda su credibilidad y vuelve a ver puesta en tela de juicio su legitimidad. Hasta su esposa, Laura, desde Hungría, tuvo que salir en defensa del atribulado Presidente, a quien la opinión pública culpa de negligencia criminal.
"El vicepresidente Cheney ha salido de su escondite, dicho literalmente, a amenazar a media humanidad y, en particular, a acosar y acusar, entre líneas, a los demócratas de traición a la patria, lo cual en Estados Unidos es perseguido penalmente, y los tribunales militares, sin derecho a defensa ni apelación, se encuentran instalados para cualquier eventualidad.
"¿Qué datos comprometedores ocultaría la dupla Bush-Cheney para estar tan nerviosa? Los líderes del Partido Demócrata, como en los grandes tiempos de crisis, olieron sangre y capitalizan el desplome de la invencibilidad del presidente Bush y su mercadotecnia primitivamente patriotera.
Una pregunta que enmudeció a Condoleezza Rice, la amazónica asesora de Seguridad Nacional, durante una sesión a puertas cerradas con los senadores demócratas, ¿por qué el procurador Ashcroft dejó de viajar en vuelos comerciales antes del 11 de septiembre?
"A propósito, ¿por qué los satélites de Estados Unidos no detectan a Osama Bin Laden, el jerarca de Al Qaida, ni al mulá Omar, el líder de los talibanes? En una entrevista concedida en estos días al periódico árabe Achar Alsuat, de Londres, el mulá Omar reiteró que Osama se encontraba estupendamente bien y negó que haya sido el autor del 11 de septiembre. Por fin, ¿a quién creer entre Omar y Bush?
"Desde el 5 de septiembre del año pasado, James, la revista de la Agencia Militar Estratégica Británica, planteó la sospechas que acosa y acusa a la dupla Bush-Cheney.
"Decía James, desde marzo, la misión permanente de Rusia en la ONU sometió al Consejo de Seguridad un reporte detallado, sin precedentes, sobre la infraestructura terrorista de Al Qaida en Afganistán, pero el gobierno de Estados Unidos optó por no actuar. ¿Por qué? ¿Por la geopolítica del gas y el petróleo?" se pregunta Jalife, y dice: "El 11 de septiembre como negocio. No estamos alegando de ninguna manera que el equipo Bush se encuentre diabólicamente detrás de los atentados del 11 de septiembre, ni siquiera se nos ocurriría semejante monstruosidad, como muchos sectores, entre los enemigos globales de Bush han empezado a cuestionar, por ejemplo, la hipótesis de atentados triangulados, para sacar a Estados Unidos de la recesión y de su grave crisis financiera, un Lesefer, Lesepaser monetarista, algo así como unas chicuelinas neoliberales.
"Tampoco abordaremos las especulaciones sobre la reciente detención, muy extraña, de dos israelíes ilegales con explosivos en el estado de Washington, reportada por Fox News de Estados Unidos, ni el arresto de otros 60 israelíes en diciembre pasado, bajo sospecha de espionaje, y de ocultar información relacionada con el 11 de septiembre. Hasta ahora el ‘irrefutable’ autor del 11 de septiembre, según las aseveraciones del FBI, evidencias que desecharía hasta un juez penal de rancho guanajuatense, que parecen más bien un montaje hollywoodense, es el yemenita-saudita Osama bin Laden, un ¿exagente de la CIA? y ¿exaliado comercial petrolero?, del nepotismo dinástico de la familia Bush y punto com.
"Nos referimos más bien a otros tipos de negocios que han surgido entre los más de 3 000 cadáveres y los escombros de las Torres Gemelas de Nueva York, como la recaudación electoral, en una reciente noche de gala en la que gracias a la presencia del Comandante supremo de las fuerzas armadas, el Partido Republicano recaudó 30 millones de dólares de las grandes corporaciones. Además, por 150 dólares de aportación mínima, se tenía derecho a compartir una foto montada a bordo del avión presidencial Air Force One, compartiendo la charla entre el presidente Bush y el vicepresidente Cheney, durante los momentos trágicos del 11 de septiembre.
"Por lo visto, las catástrofes arrojan fuertes dividendos en la etapa busheana, y las corporaciones donantes, con un mínimo de 250 000 dólares, fueron la petrolera Chebron, donde Condoleezza Rice, la Asesora en Seguridad Nacional, fue ejecutiva; la tabacalera Philip Morris, de no muy buena fama que se diga; Microsoft; Union Pacific; no podía faltar la compañía de Zedillo en la foto de la deshonra" —dice este periódico mexicano—; "El Paso Corporation, que despedazó, junto con Enron, la economía de California; la aseguradora AIG (American International Group), que ya se repuso psicológicamente, ocho meses después de que dos empleados y 24 familiares de otros trabajadores perdieran la vida en el World Trade Center y, pese a pérdidas por 820 millones de dólares producto del siniestro, aportó ahora no menos de 250 000 dólares, y otras empresas farmacéuticas y del Complejo Militar Industrial.
"La mancillada empresa contable Ens and John, solamente pudo contribuir con 100 000 dólares, son tiempos de crisis para las descalificadas empresas contables globales a raíz del caso Enron.
"Sin contar el gran negocio petrolero de la guerra de Afganistán y el vigoroso repunte bursátil de las empresas vinculadas al Complejo Militar Industrial, posteriores al 11 de septiembre, nada se asemeja a las suculentas ganancias, de acuerdo con una pulcra investigación de Walter Pincuns de The Washington Post, el 14 de mayo, que ha obtenido la empresa de inversiones con sede en Washington, el Grupo Carlille, que concentra a ex secretarios como Frank Carlucci y al texano James Baker, tercero, muy ligado al nepotismo dinástico de la familia Bush."
Termina diciendo Jalife: "El Comité Senatorial de asuntos de gobierno, encabezado por el controvertido senador demócrata Joseph Lieberman, quien, por cierto, se encontraba también en la nómina de la gasera texana Enron, amagó con emitir un citatorio judicial para hacer declarar a la Casa Blanca por sus contactos con la quebrada Enron.
"El senador Lieberman, quien fue candidato a la vicepresidencia junto a Al Gore, ha manifestado sus intenciones de competir en la elección presidencial del 2204, que ya se adelantó, a todas luces, en medio de las próximas elecciones cruciales de noviembre de este año.
"El presidente Bush puede ser atrapado bajo el fuego cruzado del 11 de septiembre y el 2 de diciembre, fecha histórica de la quiebra de la gasera texana Enron.
"Los demócratas presienten que el nepotismo dinástico de la familia Bush repetirá su maldición de no poder nunca reelegirse ni en la Casa Blanca ni en la Florida."
Así dice este comentario de Alfredo Jalife en el día de hoy, en el diario mexicano La Jornada; pero veamos qué otras informaciones y comentarios nos tiene Aixa Hevia, quien está tras su computadora.
Aixa Hevia.- Sí, gracias, Randy, un saludo para ti, por supuesto para todos los televidentes, los radioyentes, a los presentes en el estudio y mis colegas.
Bueno, un cable de ANSA, fechado el 17 de mayo, nos trae otra de las evidencias que han salido a relucir como parte de todos estos hechos, porque se dice que la administración federal de aviación de Estados Unidos, que se considera la entidad que controla el transporte aéreo en ese país, difundió 15 alarmas en el 2001 antes del 11 de septiembre, y da cuenta, por ejemplo, de que en enero las compañías aéreas norteamericanas fueron alertadas, en marzo también se alertaron aquellas compañías que tenían vuelo a Medio Oriente, en abril se hicieron dos advertencias a compañías aéreas sobre posibles amenazas contra ciudadanos norteamericanos y en junio recibieron una serie de alarmas, en julio cuatro alarmas más y en agosto se registraron tres alarmas sobre la posibilidad, por ejemplo, de que se podían portar armas a bordo de aviones, la segunda alarma tenía que ver con el Medio Oriente y una tercera referida a España.
El día 18, precisamente, la CNN en español, en su edición digital, decía que el gobierno de Estados Unidos había enviado advertencias a aerolíneas ante los atentados.
La información fechada en Washington dice que cinco meses antes del 11 de septiembre el gobierno de Estados Unidos advirtió a las aerolíneas de todo el país que terroristas del Medio Oriente tratarían de secuestrar o volar un avión estadounidense y que debían demostrar un alto grado de alerta.
La advertencia —continúa la información diciendo— obtenida el sábado fue enviada después del 6 de abril del 2001 cuando Ahmed Ressam fue condenado en conexión con una conspiración fallida en el aeropuerto internacional de Los Angeles durante las celebraciones del milenio.
Sigue diciendo la información que el memorándum de la administración federal de aviación —a la que yo hacía referencia—, fechado el 18 de abril del 2001, también señalaba que cuatro miembros de la red Al Qaeda eran juzgados en Nueva York, acusados de estar involucrados en los atentados dinamiteros contra las embajadas estadounidenses en Kenya y Tanzania, en 1998.
La advertencia, que expiraba el 31 de julio, fue una de las 15 circulares —también hacía referencia a ellas— informativas enviadas el año pasado en las que se advertía sobre ataques potenciales de terroristas, antes del 11 de septiembre.
Y finaliza la información diciendo que funcionarios del gobierno del presidente George W. Bush han dicho que las amenazas eran tan vagas que no requerían de medidas de seguridad más estrictas. Tampoco dibujaban un escenario parecido al del 11 de septiembre.
O sea que esta información de esta agencia también evidencia el conocimiento que se tenía, las alertas que se habían hecho en relación con las aerolíneas.
Pero yo quiero mostrarles cómo la prensa está evidenciando cómo aparece la figura de Bush por estos días.
Por ejemplo, en El Clarín, es una información que toma datos de Los Angeles Times, de Washington Post, dice su titular: "Bush contra las cuerdas. Fuerte presión del Congreso y la prensa", y el epígrafe dice: "Los medios afirman ahora que ya en julio se había alertado sobre algo espectacular que ocurriría aquí pronto y que un día antes del ataque un plan de acción contra Bin Laden descansaba en un escritorio de la Casa Blanca. El Capitolio exige una investigación."
Siguen los medios diciendo: "Un abrupto final para la imagen de invencibilidad de George W. Bush. Los analistas aseguran que el aura de fortaleza del mandatario, originada tras los atentados del 11 de septiembre, comienza a diluirse; es por las dudas sobre si hubiera podido evitar los ataques."
Otro titular: "Nuevas pruebas debilitan las justificaciones de Bush. La CIA advirtió en agosto que Bin Laden pensaba llevar la lucha a territorio estadounidense, esto contradice a la Casa Blanca que dijo que todos los informes apuntaban a un atentado en el exterior."
Otra publicación dice: "Polémica sobre atentado vuelve vulnerable a Bush", y más menos todos los medios en América Latina sostienen los mismos argumentos.
Hay algo que antes de finalizar yo quería alertar a mis colegas, sé que van a comentar sobre eso, porque en estos instantes, ¿qué está hablando la prensa norteamericana, qué está diciendo?
Por ejemplo, hoy está saliendo, en estos instantes, en la CNN en español, en su página digital: "The New York Times dice que más mensajes de Al Qaeda sugieren otro ataque." Y, al mismo tiempo, también aparece la figura de Cheney hablando sobre este tema de próximos ataques y se vuelve a retomar la figura de Bin Laden en relación con posibles ataques en este momento a Estados Unidos; pero sobre ese tema quiero que sean los panelistas los que hablen, Randy, porque tiene mucho que ver con todos los entretelones que tiene este suceso.
Hasta aquí estos comentarios de lo que está pasando ahora en la prensa y cómo se ha evidenciado este hecho.
Randy Alonso.- Gracias, Aixa por ponernos al tanto de cómo está siguiendo la prensa norteamericana en especial, y también la latinoamericana, este importante tema sobre el que tanto debate hay en Estados Unidos. Dimas me decía que había otro elemento interesante sobre las aerolíneas.
Eduardo Dimas.- Es que las aerolíneas ante estas informaciones y, sobre todo, cuando la señora Condolezza Rice dio la información, dijeron lo siguiente:
"Por su parte, la industria aérea dijo que no recibió ninguna alerta específica sobre los secuestros. ‘No tengo constancia de advertencias previas al 11 de septiembre sobre amenazas específicas a la seguridad a ninguna de nuestras aerolíneas’, dijo Michael Wascom, un vocero del grupo de presión Asociación del Transporte Aéreo.
"United Airlines y American Airlines, que perdieron dos aviones cada una en los atentados del 11 de septiembre y enfrentan demandas por parte de familiares de algunas de las víctimas, reiteraron ese punto de vista.
"Durante el año 2001 no hubo alertas o advertencias que indicaran que algo como lo sucedido el 11 de septiembre fuera creíble o posible, dijo el vocero de la United, Joe Hopkins, en un comunicado.
"En otro comunicado, American Airlines indicó que no había información sólida sobre un posible secuestro en Estados Unidos. American recibe periódicamente boletines de información sobre la seguridad de la FAA", es decir, la dirección de control aéreo; "pero los boletines eran extremadamente genéricos y no anunciaban una amenaza específica ni recomendaban ninguna mejora específica en la seguridad."
Randy Alonso.- Lo cierto es que se cuestiona mucho hoy si realmente el detener lo que iba a pasar beneficiaba a las aerolíneas o no, y si, además, el Presidente, por supuesto, y los grupos de poder estaban interesados en que se tomaran medidas de seguridad en las aerolíneas norteamericanas. Es otra de las cuestiones que se está preguntando mucho la prensa norteamericana.
Lo cierto es que todo esto, toda esta avalancha informativa sobre los informes que han ido apareciendo, informes que se negaron rotundamente después del 11 de septiembre, que han aparecido ocho meses después, y toda la información que ha ido saliendo de momento en momento en la prensa norteamericana, pues ha llevado nuevamente al plano de las especulaciones lo que muchas personas piensan sobre los hechos del 11 de septiembre.
En las mesas redondas posteriores al 11 de septiembre, durante todo el tiempo que estuvimos analizando este tema vinculado también a la guerra norteamericana contra Afganistán, les dijimos que había muchísimas especulaciones. Taladrid en algunos momentos trabajo algunas, otros compañeros trajeron otras a nuestras mesas redondas; pero lo cierto es que las nuevas informaciones han vuelto a desatar especulaciones y más especulaciones acerca de qué pudo haber pasado realmente el 11 de septiembre y si se pudo haber evitado o no esa tragedia.
Renato Recio ha podido recopilar algunas de las que han salido en las últimas horas. Son muchas más, pero demuestra cuánta especulación y cuántas dudas y cuestionamientos se han desatado en el mundo entero sobre esos acontecimientos.
Renato Recio.- Bueno, el problema es que hasta ahora lo que se estaba planteando la prensa norteamericana —y me parece normal que así sea— gira en torno a la primera versión oficial, es decir, se trata de una conspiración terrorista internacional —esa es la versión oficial— que organizó dentro del territorio de Estados Unidos esa organización terrorista internacional Al Qaeda, la comanda Bin Laden, y entonces se organizó un grupo en el interior de Estados Unidos que provocó el acto terrorista, el gran crimen del 11 de septiembre.
Hasta ahora lo que se puede entender que se está discutiendo si el gobierno tuvo una actitud negligente; es decir, si tenía un número de informaciones que no procesó debidamente, que no dio a conocer en su momento, que no hizo la coordinación aquella que estaban hablando algunos compañeros entre las agencias para lograr una efectividad en la evitación del hecho; pero, como decía Randy, esta situación ha realimentado las especulaciones, las tesis, las hipótesis, que casi todas son negadoras de la versión oficial en su sentido más profundo. No se trata de si se sabía o no se sabía, sino que lo que ocurrió fue otra cosa y que no ocurrió como se dice que ocurrió.
Es decir, lo primero que se han preguntado siempre estos autores de hipótesis y de especulaciones es a quién le convino, a quién le conviene, a quién le ha convenido los sucesos del 11 de septiembre. Se dice, bueno, le convino al gobierno republicano, le convino a Bush, les convino a la industria armamentista, le convino a la industria petrolera, le convino a los israelíes, le convino a la política exterior norteamericana, caracterizada en los últimos tiempos por el avance del hegemonismo, del unilateralismo, de la dominación hegemónica del mundo. Estoy hablando en nombre de estas tesis, las cuales, aclaro a los televidentes y a los radioyentes no son mis tesis ni mis hipótesis, simplemente estoy siendo un relator, alguien que está diciendo qué se pensaba, qué se ha venido pensando y qué se piensa, incluso, en algunos sectores sobre todo fuera de Estados Unidos, pero también dentro de Estados Unidos.
La teoría oficial, repito: se trata de una conspiración terrorista internacional, organizada y ejecutada por la organización Al-Qaeda, comandada por Osama bin Laden. A esta se le opuso, desde los primeros días, una tesis que, entre otros sostenedores, tenía James Petras, uno de los más lúcidos periodistas y ensayistas norteamericanos, que sostiene que el grupo de terroristas era autónomo, es decir que no operó bajo la dirección de una organización terrorista internacional, sino que se organizó en el propio seno de Estados Unidos, y esa es ya una negación bastante rotunda, porque evidentemente la política norteamericana de respuesta —es decir, la guerra contra el terrorismo, etcétera—, se ha basado en la idea de que hay una organización internacional y un movimiento internacional, mezclado con el islamismo y otras corrientes llamadas fundamentalistas o religiosas, y el hecho de que fuera una conspiración autónoma o por un grupo de gente, ya negaba bastante aquella.
Después hay una tesis negadora también de la oficial, que la sostuvo desde los primeros días el periodista y escritor argentino Víctor Ego Ducrot, que hace notar en su tesis que él no piensa que se trata de una conspiración del gobierno, de las agencias, en una lucha por el poder a nivel de gobierno, sino que se debe ponderar, dice él, que esto ha sido parte de una guerra global entre las corporaciones financieras, los intereses petroleros, la industria de armamentos. "Se debe ponderar la posibilidad de que esos hechos", dice, "se inscriban en un marco mucho más complejo que el de la lucha por el poder de un gobierno. Se trata de disputas en el dominio de áreas estratégicas y muy especialmente se trata de un nuevo tipo de guerra entre las distintas facciones del corporativismo financiero global, todos fenómenos de compleja comprensión."
Entonces, en el ensayo de este argentino, él dice: "Si se recuerda que en la década del 30, del siglo XX, en su afán de dominar a lo que consideraban entonces como principal reserva petrolera de América Latina, las empresas norteamericanas más representativas del sector no dudaron en atizar y financiar la llamada guerra de El Chaco entre Paraguay y Bolivia, ¿por qué hoy los intereses de cualquier corporación multinacional no podrían contemplar aquello que desde la modernidad suena imposible?" Es decir, ¿por qué no podían recurrir a un atentado como el del 11 de septiembre, sobre todo si está en juego el dominio de buena parte de la economía del siglo XXI?
Este es un razonamiento, y hay todavía otra tesis que niega la tesis oficial. Creo que hay otro elemento importante. Ahora se afirma que el gobierno sabía que había un movimiento y la posibilidad de un atentado como el que se hizo. Pero este mismo ensayista recuerda —y esto se dijo aquí en la mesa redonda en su momento— que las grandes compañías, las grandes operadoras de bolsa de las compañías aseguradoras, es decir, de seguros y de reaseguros, una semana antes de que ocurriera el atentado, comenzaron a desprenderse de sus acciones y se produjo una caída hasta un 15% del valor de las acciones de estas compañías. Como quiera que una gran catástrofe supone el derrumbe, la quiebra prácticamente de las principales compañías aseguradoras, como pasó, esto hace pensar que se sabía y que había grandes compañías que conocían lo que iba a pasar y ya, incluso, con una especie de cuándo, dentro de poco tiempo, en estos días, etcétera.
A esto se le agrega, por supuesto, una tesis que recordaba Polanco, es decir, la tesis que recuerda a...
Eduardo Dimas.- Perdóname un segundito, porque es que también sucedió con las líneas aéreas. En las líneas aéreas una gran cantidad de acciones fueron vendidas antes del 11 de septiembre: coincide con lo de las empresas aseguradoras, había gente que lo sabía.
Renato Recio.- Es decir, alimenta la tesis de que las grandes compañías y los grandes poderes económicos mundiales y, sobre todo, norteamericanos, estaban al tanto de que iba a pasar lo que pasó.
Está la tesis de Pearl Harbor, es decir, el gobierno norteamericano sabía, pero no hizo todo lo que podía o debía por impedir que ocurrieran los hechos, lo dejó pasar.
Lázaro Barredo.- El Clarín hoy recuerda —estábamos hablando aquí— la tragedia del Maine, lo recuerda junto con Pearl Harbor, que sirvió para legitimar una respuesta bélica de presunta autodefensa, que no toma decisiones.
Renato Recio.- Es decir, ahí hay dos variantes, dos maneras de ver: O fue cómplice, o dejó que las cosas ocurrieran.
Randy Alonso.- Para poder implementar política.
Renato Recio.- Lo que pasa es que es una cosa tan tremendamente fuera de la lógica humana, que esta tesis nadie la sostiene, nadie la puede proponer, por lo menos era muy objetada, rápidamente se desechaba. Desde luego, la nueva situación hace que se vuelva a especular sobre ella.
También, además de eso, hay la discusión, el cuestionamiento de cómo fue que pasó. Porque discrepan de la interpretación, pero otros dicen: Las cosas no pudieron ser así. Como el tiempo pasa, yo nada más que voy a leer una idea de ese cuestionamiento, hay muchas variantes.
Andreas Von Bullow, un abogado alemán, investigador del trabajo de los servicios secretos a escala internacional y autor de un importante libro sobre el tema, a los pocos días del atentado se hizo unas cuantas preguntas. El decía: "¿Cómo los autores de estos atentados, cuya ejecución demandó una increíble habilidad, dejaron rastros en sus preparativos, como si fueran una manada de elefantes?" Dice: "Pagaron con tarjetas de créditos a su nombre" —el nombre real de ellos—, "se dieron a conocer al profesor de vuelo con sus documentos verdaderos, abandonaron en coches de alquiler instrucciones de vuelo en árabe para Jumbos, llevaron de camino al suicidio testamentos y cartas de despedida que caen en manos del FBI, por haber sido mal guardadas o tener mala la dirección. Estos terroristas árabes se comportan, según las versiones de las autoridades norteamericanas, de una manera tan llamativa que, aun siendo musulmanes creyentes, se fueron incluso a un lugar de strip-tease y, escandalosamente borrachos, metían dólares en las bragas de las bailarinas."
Es decir, las versiones iniciales desmienten totalmente la posibilidad de que un grupo así fuera capaz de una acción tan sofisticada, por lo cual hay otra tesis aún más tremendista, que es que en realidad nunca se montaron árabes terroristas en ningún avión, sino que esos aviones que se lanzaron como misiles sobre los edificios fueron conducidos desde el exterior, por radio, y nadie se montó allí.
Está una tesis muy fuerte ahora, Randy, de un escritor francés, autor de un best-seller, se llama La impostura, se está vendiendo en un solo mes más de 250 000 ejemplares en Francia, y esa versión cuestiona el atentado al Pentágono. Según la versión de este autor es imposible, por el ancho de las alas del Boeing-757, que es de 38 metros, que ese avión provocara una abertura tan pequeña relativamente, dentro del edificio, y lo demuestra con fotografías, etcétera. También se pregunta cómo un Boeing de un peso aproximado de 100 toneladas y una velocidad mínima de 400 kilómetros por hora, no dañó mayormente la fachada del Pentágono, se pregunta ese autor.
Después dice: "Aproximadamente diez minutos" —asegura él— "antes del impacto, gente de los alrededores oyó una explosión, y el Pentágono fue curiosamente evacuado ocho minutos antes de que se desencadenara la tragedia; es decir, de que llegara el avión.
Por ese camino vemos que hay una cantidad enorme de interrogantes en todo el mundo.
Ahora, llama la atención desde aquel día, desde aquellos primeros momentos, la negativa absoluta de Bush, de Cheney y de otros altos funcionarios del gobierno actual de que no se investigara.
En aquel momento —estamos hablando de mediados de septiembre, después del 11— se decía: "No, no es el momento, es el momento de la unidad, es el momento de actuar todo el país y todos los patriotas como un solo hombre en la lucha contra el terrorismo, etcétera, etcétera." Aquello fue lo que se dijo en aquella época y se pararon todas las investigaciones, no se investigó en aras de la unidad.
Bueno, pues ahora se ha dicho aquí ya hasta donde llevamos la mesa, se está diciendo casi el mismo argumento, es decir, no debemos investigar, debemos mantener la oscuridad sobre ese tema; pero a más oscuridad, por supuesto, la gente busca más luz.
Hoy leí una cosa que me parece interesante comentar. Resulta que un periódico que leí se afirma: "Hay una gran ironía" —dice el periódico—, "a Bush siempre se le acusaba de no saber apenas nada sobre los temas de los cuales hablaba". Dice irónicamente este periódico: "Ahora se le acusa de saber demasiado y además no decirlo."
Randy Alonso.- Las ironías de este mundo, ¿no?, y creo que hay muchísimos elementos, por supuesto, para la especulación, porque mientras no se dan a conocer todos estos documentos secretos clasificados y mientras no hay una actitud de la administración Bush clara sobre lo que ocurrió, por supuesto que todo el mundo sabe que detrás puede haber gato encerrado, y hay periodistas —incluso también leí— que se cuestionaban: Bueno, si había tantos informes de inteligencia, si se sabía que había el peligro, ¿por qué transcurrió una hora entre uno de los atentados y el último de ellos y no se tomó ninguna medida de seguridad real en Estados Unidos para evitarlo? Es otro de los cuestionamientos que se hace la prensa.
Renato Recio.- Un cuestionamiento que abona esa idea de la tesis de la similitud con Pearl Harbor, es que Bush estaba inaugurando una escuela en la Florida, en Sarasota, cerca de un aeropuerto, a unos ocho kilómetros, y, realmente, ocurrió una cosa sin sentido para la seguridad de un presidente, es decir, él se mantuvo en ese acto, estuvo ahí coincidiendo con el momento en que, supuestamente, todos los organismos de la seguridad norteamericana y de inteligencia debían saber que había varios aviones secuestrados en el aire; incluso, se mantuvo ahí aun después de haberse ocurrido.
Randy Alonso.- En vivo por la televisión.
Renato Recio.- ¡Ajá! Bueno, pues es un sin sentido que si ya había información de esa posibilidad y la había de que los aviones fueron utilizados con proyectiles contra edificios y contra lugares estratégicos, pues la seguridad de Bush se mantuviera sin hacer nada, no le impidiera estar allí en un acto de poca importancia.
Entonces, los que tienen esta teoría dicen: "Bueno, solo hay una explicación de por qué no se fue de allí, porque sabía que ahí no iba a ser el ataque."
Randy Alonso.- Bueno, es que realmente son muchísimas son las especulaciones que han salido, hay mucha oscuridad detrás de todo lo del 11 de septiembre y los nuevos documentos y revelaciones lo que han hecho es echarle más leña al fuego. Tanto es así, que la administración ha tenido que salir a la ofensiva, Condoleezza Rice dando conferencias de prensa, Ari Fleischer prácticamente no para entre una y otra conferencia y el vicepresidente Dick Cheney ha salido del hueco —como le dicen muchos— para dar también su versión sobre los acontecimientos.
Hoy en la mañana estuvo en uno de los más renombrados programas televisivos norteamericanos, "Meet the Press", y allí dio también su versión sobre los hechos. Televisión española nos da un fragmento de lo que ocurrió esta mañana.
Periodista.- Cuando el Congreso plantea buscar responsabilidades por los errores que permitieron el 11 de septiembre, la consejera de Seguridad Nacional insiste en que nunca se tuvo información específica sobre ataques en el interior. El gobierno y medios insisten en que la guerra continúa.
El New York Times cuenta que los servicios de inteligencia han interceptado informaciones que indican que Al Qaeda puede estar preparando otro atentado similar al de las Torres Gemelas.
El FBI cree que los hombre de Bin Laden podrían provocar la explosión de grandes edificios, alquilando previamente apartamentos y colocando explosivos.
El vicepresidente Dick Cheney se niega a entregar a los congresistas los informes presidenciales previos al 11 de septiembre.
Dick Cheney.- No se trata de proteger los intereses de los republicanos en la Casa Blanca, significa resguardar nuestra capacidad de responder a estas amenazas en el futuro, ha dicho Cheney.
Periodista.- Cada día se conocen nuevos datos sobre tentativas de Al Qaeda. El gobierno norteamericano sí tenía información de la preparación de un atentado coincidiendo con la Cumbre del Grupo G-8 en Génova. El ataque pudo evitarse, gracias a que el gobierno italiano cerró el espacio aéreo sobre la cumbre.
Randy Alonso.- Esto es parte de lo que decía hoy el ambiente norteamericano sobre los acontecimientos. Lo cierto es que ante el escándalo, la administración Bush ha buscado la manera de defenderse y en esta semana, casualmente después de la revelación de los informes que se conocían, pues han aparecido ciertos elementos que llaman la atención sobre la búsqueda de un velo para cubrir el escándalo.
Reinaldo Taladrid nos puede hablar de eso.
Reinaldo Taladrid.- Sí, el escándalo se desata el miércoles, ya por la noche está los canales de cable, se está discutiendo.
El jueves comienza la administración su respuesta muy a la defensiva. El jueves por la noche, en Nueva York, Cheney, quien realmente ha sido el peso pesado de defensa de la administración dando la cara en este caso. Condoleezza, dicen los medios que no ha salido muy bien parada—, el jueves por la noche está en Nueva York, en una cena y dice este cable de EFE: "El vicepresidente condenó las críticas de legisladores a la forma en que su gobierno reaccionó ante las advertencias sobre planes terroristas previos al 11 de septiembre y señaló" —y esto da la dirección de por dónde van— "que son totalmente irresponsables."
"Una investigación" —que es lo que están pidiendo los congresistas demócratas— "no debe interferir con los actuales esfuerzos para impedir el próximo ataque" —y aquí va la otra dirección—, "porque sin duda todavía existe una amenaza muy real de otro ataque todavía más devastador."
"Cheney señaló: ‘La gente y los organismos responsables de ayudarnos a aprehender y derrotar un ataque de este tipo son los que con mayor probabilidad serán distraídos de sus tareas cruciales, si el Congreso no lleva a cabo sus funciones de manera responsable. Es necesario que mis amigos demócratas en el congreso tengan mucha cautela y no traten de sacar ventajas políticas al formular acusaciones incendiarias’."
Ahí está la estrategia: primero, viene un ataque mayor, por tanto, tenemos que unirnos, patrioterismo, y enfrentar el ataque mayor. "Eso desvía la atención, si hacemos una investigación nos va a distraer y debilitar." Eso lo dice el jueves por la noche.
Hoy por la mañana estuvo en "Meet the Press" —este importante programa de la cadena NBC— y después estuvo en "Fox News Sunday" —otro importante programa de la cadena Fox—, uno atrás del otro estuvo. ¿Qué dijo? "El chance de más ataques de Al Qaeda..." Esto lo reporta AP y lo dijo en "Fox News Sunday". Dice Dick Cheney, el vicepresidente: "El chance de más ataques de Al Qaeda contra Estados Unidos es casi una certeza y los americanos deben estar vigilantes. Los funcionarios norteamericanos no saben" —oigan esto— "dónde los ataques pueden ocurrir o cuáles pueden ser los blancos", explicó Cheney. Fíjense que se repiten los puentes de San Francisco que iban a ser volados, las plantas nucleares que iban a ser atacadas, todo eso ya lo vimos, ya todo eso pasó y se repite.
"Yo pienso que los prospectos de un ataque futuro a Estados Unidos es más que una certeza", eso dijo en Fox.
En NBC dijo: "No se discute si van a atacar, sino cuándo van a atacar."
Ahora, paralelamente a esto comienza de manera vertiginosa, entre jueves, viernes y sábado a aparecer una cantidad de informaciones sobre los posibles ataques, que ya este reportaje de Televisión Española mencionaba algunos:
"Washington, mayo 18, AFP.- Estados Unidos enfrenta una ‘amenaza seria’ de ataques terroristas que podrían ser más devastadores que los atentados del 11 de septiembre, advirtieron el sábado expertos y responsables estadounidenses.
"Hay serias amenazas. Estamos haciendo lo mejor que podemos para recopilar información, dijo la Portavoz de la Casa Blanca, Anne Womack.
Por su parte, la Oficina Federal de investigación (FBI) recibió informaciones según las cuales responsables de la red Al Qaeda habrían evocado la posibilidad de alquilar apartamentos en edificios residenciales y depositar explosivos ahí, indicó a la AFP Debra Weierman, portavoz del FBI."
Se repite la constante: "No tenemos indicios de que este proyecto haya pasado más allá de la fase de una discusión, añadió la Portavoz del FBI."
"The New York Times" —como decía Televisión Española—, "hoy, en edición electrónica afirma que los servicios de inteligencia de Estados Unidos interceptaron una serie de comunicaciones entre agentes de la red terrorista Al Qaeda", siguen hablando por teléfono la gente de Al Qaeda, cosa que ya había sido objeto de crítica, anteriormente, qué cantidad de conversaciones secretas y codificadas tenían por teléfono, sabiendo lo fácil que se graban.
Ahora dice este artículo del New York Times: "Estos servicios interceptaron una serie vaga pero preocupante de comunicaciones", fíjense que se repite la constante, "vaga".
Otro más: "El número de informaciones ligadas a otro posible atentado en Europa, en la península arábiga o en Estados Unidos, aumentó en el transcurso del mes pasado", indicó The New York Times.
Miami (EE.UU), 17 mayo (EFE).- Las autoridades de Estados Unidos acusaron hoy a dos jóvenes musulmanes de presunto complot para estallar una planta eléctrica y un depósito de armas de la Guardia Nacional, en el sur de la Florida.
Washington, 13 mayo (EFE).- Los terroristas islámicos podrían estar organizando un ataque contra una central nuclear de Estados Unidos para el próximo 4 de julio" —fecha exacta y todo—, "coincidiendo con la celebración del día de la independencia, informó The Washington Times", diario ultraconservador, que en el caso de Cuba, todos recuerdan, ha sido portavoz de numerosas calumnias, la última de ella la guerra cibernética, el famoso ataque cibernético a Estados Unidos.
"El diario, que cita fuentes del gobierno, asegura que Washington se toma esta amenaza en serio, a pesar de que reconoce" —se repite— "que no necesariamente la información es del todo fidedigna."
"Un grupo terrorista no identificado estaría planeando atacar la central nuclear de Three Mile Island , en Pensilvania", donde ocurrió el famoso accidente hace años.
Ahora, curiosamente aparecen dos cosas más, en medio de esto, apareció el mulá Omar y Osama bin Laden.
"Londres, Reuter.- Una agencia de noticias británica, basada en el mundo islámico, reveló un video de Osama bin Laden este domingo, que se dice fue filmado dos meses atrás." Se repite el tipo de cosa que habitualmente dice en estos videos.
Otra más. "El líder de los talibanes, el mulá Mohammed Omar, amenazó con llevar la guerra de Afganistán a la Casa Blanca y dijo que la contienda no ha terminado, sino que acaba de empezar, en unas declaraciones publicadas por un diario árabe". Reaparecen, curiosamente, paralelamente a esto, Osama y Omar.
Randy Alonso.- Junto a todas las amenazas terroristas de que se están hablando.
Reinaldo Taladrid.- Todas estas amenazas, de pronto aparece el video de Osama y aparece el mulá Omar diciendo que la guerra ha comenzado.
Ahora, Warren Bofet es uno de estos grandes especuladores financieros internacionales, parecido a George Soros, es el gran rival de George Soros. "Según NBC hoy, en Meet the Press, declaró que tiene la certeza de que se va a producir un ataque nuclear a Estados Unidos", y cuando esta gente habla, mueven la bolsa, mueven las finanzas, ponen mucho temor.
Le preguntaron a Dick Cheney en Meet the Press, sobre esto que acaba de decir Warren Bofet. Respuesta de Cheney: "No sé, es posible, el eje del mal existe", recuerden el eje del mal famoso de los tres países que son el eje del mal. "El eje del mal existe y de eso se trata.
Le pregunta, acto seguido Tim Rosser, el conductor de Meet the Press de NBC a Cheney: "¿Es posible que un suicida con bombas, como los del Medio Oriente, actúe dentro de Estados Unidos?" Respuesta de Cheney: "Sí, es posible." Y le pregunta, acto seguido a Cheney: "Bueno, ¿y qué usted cree, Vicepresidente, que se debe hacer distinto ahora a lo que se ha hecho anteriormente." Respuesta de Cheney, y es muy curioso: "No solo debemos defendernos, sino ir a la ofensiva antes de que nos ataquen." Recuérdense de todo lo que está pendiente: Iraq, 60 países. Se ha dicho mucho.
En el mismo programa de NBC, Meet the Press le preguntan a Cheney lo siguiente: "Usted está de acuerdo" —Polanco lo explicaba— "que se cree una comisión bipartidista" —de ambos partidos— "que investigue qué falló, qué no funciono?" Respuesta de Cheney: "Estoy en contra, pues esto pondría en peligro la información secreta que se está manejando." Recuerden este argumento.
Le preguntaron por lo que Polanco explicaba, la propuesta de Dick Gephard y Tom Daschle, los dos líderes demócratas en el Congreso de que se revele el memorando del FBI de Phoenix, qué decía ese memorando, y que se revele el PDB, el Presidencial Daily Briefing, el Briefing Presidencial que le dieron el 6 de agosto en el rancho, que ambos se hagan públicos, se revelen, y que el público americano pueda ver qué sabía, realmente, el Presidente. Respuesta de Cheney: "Estoy en contra, esto sentaría un precedente que afectaría nuestra capacidad de acción futura."
Y como colofón, él estaba sentado en una mesa semicircular y le presentaron en un televisor lo siguiente. El 16 de septiembre del 2001, después de los atentados, Cheney reapareció —recuerden que estaba perdido, que estaba en el refugio—, y en esa entrevista, con este mismo programa, el 16 de septiembre Cheney dijo: "No existía ninguna información con ningún tipo de amenaza específica." Le dijeron: "¿Usted mantiene lo que dijo en ese momento?" Respuesta de Cheney: "Sí, lo mantengo porque así fue."
Quizás, para terminar, lo que explique todo esto, sea esta misma frase del propio vicepresidente Cheney: "Esto es una tarea muy difícil, nadie nos envía sus planes por correo electrónico."
Lo que es una cosa, cuando menos curiosa, Randy, en un país que está dedicando tantos miles de millones de dólares a este trabajo, y a esta tarea de la búsqueda de información, de la guerra contra el terrorismo, etcétera.
Estos son los hechos de cómo el gobierno ha reaccionado, de qué manera y en qué dirección ante este nuevo escándalo.
Randy Alonso.- Lo cierto es que la reacción se ve apresurada, nerviosa por la administración norteamericana. La reacción de Cheney —como tú has dicho—, quizás la más fuerte de toda la administración, y se vuelve al ambiente del falso patrioterismo, de la traición a Estados Unidos en medio de esta guerra contra el terror, y de que, realmente, hay nuevas evidencias de que puedan ocurrir cosas en el futuro.
Nadie puede estar seguro de que no pueda pasar, el terrorismo existe, pueden darse hechos; pero es muy evidente, es demasiado evidente que en la última semana hayan salido tantas evidencias que demuestren que pueda haber de todo tipo de terrorismo como el que ya ha sido invocado en Estados Unidos.
Lo cierto es que junto al cuestionamiento que a lo interno de Estados Unidos se tiene de la actuación de la administración frente al conocimiento de todas estas informaciones, previo al 11 de septiembre, también mucha gente en el mundo comienza a cuestionarse de manera creciente qué moral ha animado a la cruzada antiterrorista de la administración Bush.
Sobre eso nos comenta, en final de nuestra mesa, Rogelio Polanco.
Rogelio Polanco.- Yo creo que todo el mundo se da cuenta, Randy, de que estos hechos son gravísimos, porque otra vez el escándalo y la mentira están planeando sobre la Casa Blanca, y no por gusto, otra vez, acuden a este patrioterismo de última hora, para intentar frenar las investigaciones pertinentes para que se sepa la verdad. Recordemos y vayamos atrás, que después del 11 de septiembre el mundo cambió y los principales problemas de la agenda internacional quedaron relegados ante la imposición que hizo Estados Unidos de la agenda del terrorismo y de la lucha contra el terrorismo y, por tanto, a partir de aquellos injustificables ataques del 11 de septiembre, Estados Unidos usó como pretexto esta situación para consolidar su hegemonía mundial, para establecer un curso guerrerista en todo el mundo y establecer una política exterior hegemónica que, además, ha concitado ganancias fabulosas al complejo militar industrial, como ya hablábamos en nuestra mesa redonda.
Creo que se ha estado echando mano a ese patrioterismo sin precedente, durante todos estos meses, como parte de afincar una política cada vez más conservadora a lo interno. Hay que recordar también aquel discurso del 20 de septiembre que cambió la forma en que se veía el mundo por parte de la administración norteamericana, entre "los que están con nosotros y los que están con los terroristas", y cómo esa propia administración aprovechó esos acontecimientos parar exacerbar muchos de los problemas internos, para acabar con los derechos de los inmigrantes, exacerbar el racismo, la xenofobia; para acabar con derechos constitucionales establecidos en ese país durante muchos años; para acabar con las formas en que algunos de los temas eran vistos por los medios de prensa, la coacción a esos medios de prensa para que no hablaran, para que no criticaran y para que no estuvieran en contra de lo que estaba planteando la administración.
El establecimiento de aquellos tribunales militares que están ahí pendientes, y que en cualquier momento pueden echar mano a ellos, el uso de extranjeros para atacar a líderes de otras naciones, que vuelve a salir de las agencias de inteligencia y darle vía libre a estas agencias de inteligencia para hacer lo que les plazca en relación con otras naciones.
La guerra contra Afganistán, contra ese país, y la guerra contra tantos países, que se legitimó, se trató de legitimar con aquellos hechos del 11 de septiembre, una guerra mundial contra todos aquellos que se oponen contra sus intereses, y que decide quién o no es terrorista. Creo que hoy está nuevamente bajo una gran incógnita la moral de esa administración, porque sobre la base de lo que se sabía o no se sabía sobre el 11 de septiembre se estableció esa nueva política internacional.
Creo que habría que preguntarse si esa administración actuó de manera negligente, o actuó de manera cínica al conocer todo lo que hoy se está revelando.
Si antes hubo una falta total de legitimidad en todo lo que esa administración ha hecho en su guerra contra el terrorismo, creo que hoy hay que preguntarse nuevamente si ese gobierno está o no mintiendo a su pueblo y si pretende gobernar al mundo sobre la base de la mentira.
Creo que una vez más necesitamos que la verdad se abra paso para conocer, finalmente, qué pasó el 11 de septiembre.
Randy Alonso.- Gracias, Polanco, por el comentario.
Le agradezco también al resto de los panelistas que me han acompañado en la tarde de hoy, y también a los invitados que hemos tenido en nuestro estudio.
Estimados televidentes y radioyentes:
Lo que alguna vez pareció especulación de algunos, hoy es certeza de todos. La administración Bush sabía, previo al 11 de septiembre, que un gran acto terrorista se preparaba contra Estados Unidos y no logró hacer nada para evitarlo.
¿Cuánto sabía la administración? ¿Qué medidas adoptó? ¿Pudo el presidente Bush, en medio de sus extensas vacaciones, junto a su ganado en el rancho de Texas, atender con seriedad las amenazas contra su país, que informes de inteligencia advertían? ¿Hay algo de cierto en las numerosas especulaciones que han vuelto a desatarse en estos días? Las respuestas quizás puedan saberse en próximos días y semanas, ante el escándalo desatado y los reclamos de la prensa, la sociedad y la oposición demócrata.
Los días del furor patriotero y bonanza en las encuestas de opinión del presidente Bush van quedando atrás, el mundo se cuestiona, de manera creciente, bajo qué argumento moral se ha llevado a cabo la cruzada antiterrorista estadounidense que ya ha dejado más víctimas que los propios actos monstruosos del 11 de septiembre.
En medio de tan candente atmósfera y de un alud de críticas y cuestionamientos a su actuación, el presidente Bush dedicará mañana el día a una de sus obsesiones: la política anticubana, cuando pronuncie dos discursos para anunciar nuevas medidas contra nuestro pueblo y celebre, junto a sus amigos de la mafia terrorista de Miami, el centenario de lo que ellos llaman la independencia de Cuba y que fue la real implantación del neocolonialismo yanki en nuestra patria. No faltarán en la Florida las cenas electorales y la recaudación de fondos.
El martes la administración Bush publicará su famosa lista de países auspiciadores del terrorismo en el mundo, en el que ya han anunciado la presencia de Cuba.
Nosotros estaremos al tanto de todas estas informaciones y mañana estaremos con ustedes a partir de las 6:00 de la tarde.
Muy buenas noches.