Mesa
redonda informativa, La mafia, los grupúsculos y el dinero de Bush, efectuada
en los Estudios de la Televisión Cubana, el 30 de mayo del 2002, “Año de los
Héroes Prisioneros del Imperio”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Randy Alonso.- Muy buenas tardes, estimados televidentes y
radioyentes.
En
su discurso el pasado 20 de mayo, el presidente Bush anunció más financiamiento
para las actividades subversivas de la mafia terrorista anticubana de Miami y
los grupúsculos contrarrevolucionarios en nuestro país, los que ya reciben
millones de dólares del gobierno norteamericano.
Desarrollamos
esta tarde la mesa redonda informativa “La mafia, los grupúsculos y el dinero
de Bush”, en la que me acompañan en el panel Reinaldo Taladrid, periodista del
Sistema Informativo de la Televisión Cubana; Manuel Hevia, director del Centro
de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado; Lázaro Barredo,
periodista de Trabajadores; y Rogelio
Polanco, director del periódico Juventud
Rebelde.
Invitados
en el estudio comparten hoy con nosotros compañeros del Ministerio de la
Industria Sideromecánica y del Ministerio de Auditoría y Control.
En
su discurso del 20 de mayo, el presidente norteamericano George Bush decía que
“mi administración relajará las restricciones a la asistencia humanitaria a
organizaciones no gubernamentales que atienden directamente las necesidades del
pueblo cubano y que ayudarán a construir la sociedad civil cubana”.
¿De
qué sociedad civil estaba hablando el señor Bush? ¿A quién va destinado el dinero que la administración
norteamericana ha decidido incrementar en su ya abultado presupuesto para las
actividades subversivas contra Cuba?
¿Cuáles son los planes del presidente Bush y qué antecedentes tiene esta
política? De eso estaremos hablando en nuestra mesa redonda informativa
hoy.
Esto
tiene muchos antecedentes, de los cuales le propongo hacer un resumen a Lázaro
Barredo.
Lázaro Barredo.- Está más que
probado que la fabricación, o la creación, o el fomento de la llamada disidencia
en Cuba, ha sido el centro de los planes de la agresión de los gobiernos de
Estados Unidos en estos 43 años.
A
las administraciones norteamericanas no les ha quedado otra alternativa que
tratar de fabricar una oposición a la Revolución, y digo que no le ha quedado
otra alternativa porque, realmente, ninguna fuerza patriótica se aliaría jamás
a Estados Unidos; ninguna fuerza patriótica —eso está probado a lo largo de
toda la historia de la Revolución Cubana desde 1868— se aliaría contra el
programa de la Revolución, la independencia nacional, la justicia social, el
derecho al desarrollo, a la unidad nacional que ha sido el componente principal
para resistir los embates de Estados Unidos, que ha sido el enemigo natural de
la existencia de la nación cubana en estos 200 años.
Creo
que eso está probado por la historia y, en el caso de la fabricación de la
oposición, está probado por los elementos mismos que se han estado analizando;
y cada vez que Estados Unidos desclasifica documentos, aparecen cosas nuevas, como
pasó en el año 1998 cuando se desclasificó el informe del Inspector General de
la CIA y se conoció en detalle el programa de acción contra Cuba que había
aprobado el presidente Eisenhower el 17 de marzo de 1960, y donde en uno de
esos aspectos medulares de orientación a las agencias del gobierno se planteaba
crear la disidencia hacia el interior de Cuba, para lo cual en 1960 asignaron
inicialmente 4 millones de dólares, pero ya para 1961, al año siguiente, lo
incrementaron inmediatamente a 40 millones —de 4 millones a 40 millones—, como
parte de la intencionalidad de subvertir el orden interno dentro de Cuba,
creando un mecanismo de oposición, fabricándolo de alguna manera.
En
el Programa de Santa Fe Uno de 1979, una de las recomendaciones en el programa
de gobierno de Ronald Reagan es la promoción de la disidencia a partir de
supuestos grupos de derechos humanos.
Eso
es lo que está plasmado en ese documento de 1979, el programa de Santa Fe, que
fue la plataforma ideológica de la administración Reagan, está plasmado
concretamente en el programa sobre Cuba.
Reagan
usó como libro de cabecera para su gobierno —lo declaró él— El mandato para un liderazgo—, un
documento que había elaborado la Fundación Heritage. En ese libro, la estrategia que tuvo como principal vía de
manifestación fue el denominado “Proyecto democracia”, donde se trazaron las
direcciones estratégicas de la ofensiva mundial de Estados Unidos contra el
socialismo y otras fuerzas progresistas, y fue hecho público por el propio
presidente Reagan en un discurso ante el Parlamento británico el 9 de junio de
1982.
Reagan
convocó textualmente a sus aliados “a acciones para desarrollar una campaña por
la democracia, nutriendo la estructura de la democracia, el sistema libre de
prensa, sindicatos, partidos políticos, todo lo que permita a los pueblos”
—según decía él— “escoger su propio camino.
De
ahí salió la Directiva de Seguridad Nacional número 77, emitida a principios de
los ochenta por el presidente Reagan, que fue la que instrumentó esta idea del
“Proyecto democracia” y que definió sobre nuestro país —y yo insisto en esta
idea porque es medular, estamos
hablando de los años 1981 a 1983, donde Reagan está focalizando el
objetivo sobre Cuba de este “Proyecto democracia”: El objetivo es desarrollar presiones públicas contra Cuba, y para
ello delineó como estrategia el multipropósito de desgastar a la Revolución con
procesos de disidencia interna para propiciar la imagen de que la situación
cubana no se debía a su enfrentamiento histórico con Estados Unidos, sino a la
incapacidad —subrayo este elemento porque es importante— e intolerancia del
Gobierno Revolucionario cubano por buscar “una solución entre cubanos”, al
negarse al supuesto diálogo como solución para instrumentar una llamada
apertura política.
Uno
de los centros de ese “Proyecto democracia” fue estimular a algunos grupúsculos
o individualidades que en el seno de la sociedad cubana, con disímiles
objetivos y aspiraciones, aunque con una buena dosis de oportunismo y
resentimiento, decidieron guardar distancia del proyecto revolucionario en
medio de las confusiones generadas por la perestroika soviética, y luego ante
la hecatombe rusa se fueron alineando con los enemigos seculares de la nación
cubana. Desde posiciones críticas hacia
el proyecto nacional cubano, estos individuos se han estado moviendo en todos
estos años en el espacio de una campaña internacional dirigida por los sectores
más conservadores de la derecha contra Cuba, son visitados por cuanto
extranjero quiere mostrar una supuesta imagen de imparcialidad ante el caso
cubano y se han convertido en una fuente permanente de información para algunos
medios de prensa extranjeros, sobre todo estadounidenses, y miamenses en
particular, con los cuales mantienen una comunicación bien fluida.
Con
las supuestas acciones “pacíficas” de esa oposición, el 14 de agosto de 1990,
se empezó a desarrollar una nueva estrategia, una operación concebida durante
el mandato de George Bush (padre) y se dio a conocer públicamente el
surgimiento de lo que se llamó la Plataforma Democrática Cubana, como una
coalición de tres organizaciones y otras figuras del llamado exilio cubano que
habían decidido unir esfuerzos para contribuir a una “transición pacífica hacia
la democracia” en Cuba y, en esencia proponían una negociación entre el
gobierno cubano y la oposición interna que condujera a un proceso de elecciones
que debería observar todas las reglas de la democracia burguesa, celebrarse
bajo supervisión internacional, y que desembocaría en un sistema pluripartidista
y de economía de mercado.
Ahí
hay una famosa carta que se hizo pública en el periódico Granma en aquel año 1991, porque esta operación encubierta llenó de
felicidad a Bush (padre), de tal manera, Randy, que el 20 de mayo de 1991
—parece que los 20 de mayo y los Bush tienen que ver mucho— Bush (padre) dijo
en Miami —después de este proyecto— que él sería el primer Presidente en pisar
territorio libre de Cuba. Eso lo dijo
el 20 de mayo de 1991, donde desde luego cortejaba a los cubano-americanos en la víspera del año electoral. De esa operación salió esta carta que se
publicó en el periódico Granma, carta
que envió un agente de la CIA, un terrorista joven, detenido en 1960 con
explosivos plásticos que detonaban en centros comerciales —como ya lo mencioné
aquí en una de las mesas redondas—, el señor Carlos Alberto Montaner, a los
grupúsculos de la contrarrevolución interna de Cuba, dándole instrucciones para
que se afiliaran a las internacionales:
“Y tú, fulano, eres liberal; y tú, mengano, eres socialdemócrata; y tú,
fulano, eres demócrata cristiano.”
Hay
cosas interesantes en esta carta: “Si
ocurriera una revuelta militar” —que era lo que estaban pensando—, “debemos
exigirle al vencedor exactamente lo mismo que hoy le exigimos a Castro, que le
devuelva al pueblo las libertades y convoque a unas elecciones abiertas y
vigiladas, y multipartidistas, posiblemente precedidas por un plebiscito”, es
decir, un referendo. “Obviamente,
mientras más fuerte sea la oposición, más posibilidades tiene de dejar sentir
su peso”, afirma.
Y
añade: “Ese documento podrá ser sacado
del país por una delegación internacional formada por un liberal, un
socialdemócrata y un democratacristiano, enviados a Cuba con ese fin, y quienes
tan pronto llegaran al extranjero, darían una conferencia de prensa y
anunciarían la formal constitución de la plataforma dentro de la isla.”
Para
concluir: “Simultáneamente nosotros lo
tendríamos todo preparado para anunciar, a bombo y platillo, la consolidación
en Cuba de una oposición moderada, respetable y con un gran reconocimiento
internacional...” “Esa sería la
oposición, la gran e internacionalmente reconocida oposición”.
Por
supuesto, a Carlos Alberto Montaner no se le escapaba el gran problema, y él
mismo lo reconocía en esa carta que se publicó en el periódico Granma.
Dice: “No se me oculta que en
ese planteamiento hay un aspecto mecánico un poco difícil de tragar, cómo y por
qué transformarse súbitamente en liberales, socialdemócratas o
democratacristianos.”
Es
decir, ya desde principios de los noventa estaba en marcha esta gran operación
que se marca mucho más con el proyecto de Ley Torricelli y el llamado Carril
II. Se marca mucho más el 6 de octubre
del año 1995 cuando Clinton va a Freedom House y le da medio millón de dólares,
públicamente, a esta organización para el financiamiento de los grupúsculos
internos en nuestro país. Se marca
también el 28 de enero del año 1997, cuando el propio presidente Clinton da a
conocer su famoso Programa de transición política en Cuba, donde está el mismo
elemento: multipartidismo, economía de
mercado, elecciones libres, etcétera, etcétera; es la misma gastada prueba que
después se va a ver de nuevo en el proyecto de Ley Helms-Burton, la esencia del
Título II, que es lo mismo: devolver las propiedades, crear un “gobierno
democrático”, desbaratar las instituciones revolucionarias y crear un gobierno
democrático con los cubano-americanos y, por supuesto, con su oposición
fabricada.
Otto
Reich, recientemente, en una entrevista que le hacen, le responde a un
periodista: “Lo que quiere el
presidente Bush es una transición pacífica, pero rápida, a la democracia en
Cuba” —eso lo dijo a fines de abril— “para que no haya que hablar de embargos.”
Le
pregunta el periodista: “Pero después
de 40 años no ha ocurrido esa transición y no hay realmente manera de anticipar
que vaya a ocurrir tampoco, no como resultado del embargo, ¿por qué no
quitarlo?”
Otto
Reich responde: “Lo que hay que cambiar
es el gobierno de Cuba.”
Creo,
Randy, que ese es el propósito asignado a esa “oposición” y es lo que hemos
estado viendo aquí de cómo la USAID (Agencia Internacional para el Desarrollo
de Estados Unidos) le entrega dinero, así como el acuerdo del propio Congreso
norteamericano, después de la Ley Helms-Burton, de asignar no menos de 2
millones de dólares a esa “oposición”.
Cuando tú dices “no menos de 2 millones”...
En
todos los Parlamentos, como se ha explicado, usted pone un tope, usted puede
gastar hasta tanto. Cuando usted
dice: “No menos de 2 millones”, es que usted puede dar, 50,
100, 200, 1 000 millones, lo que haga falta para conseguir ese objetivo y no me
queda la menor duda de que lo harían si nos “volviéramos locos” y les diéramos
beligerancia a estos grupúsculos.
En
las actas del Congreso de Estados Unidos —esto no se oculta— se pueden
encontrar testimonios sobre ese apoyo logístico y la cobertura política del
gobierno norteamericano hacia estos grupúsculos contrarrevolucionarios que
actúan en nuestro país. Eso lo presentó
en 1999, ante el Subcomité para el Hemisferio Occidental, de la Cámara de
Representantes, el señor Michael Ranneberger, entonces jefe del buró de los
Asuntos Cuba en el Departamento de Estado, quien no sintió ningún rubor de
decir que esa “activa participación de Estados Unidos en el financiamiento y la
promoción de la supuesta oposición cubana”, era parte de los mecanismos de
presión por subvertir el orden constitucional de nuestro país.
Es
el dinero que entrega la National Endowment for Democracy, que le entrega a
diversas instituciones, y aquí lo vemos; no solo a Cuba, sino a terceros
países. Lo hemos visto aquí, cuando
quieren entregar un premio, quieren entregar un diploma, invitan para dar
conferencias a los señores de los grupúsculos, o mandan enviados, como hemos
visto con los checos, con los polacos, etcétera, etcétera.
Randy Alonso.- O le suministran fondos a diversas
fundaciones e instituciones de otros países para que sirvan también de canal
para ese financiamiento.
Lázaro Barredo.- Déjame decirte, hablo de Carlos Alberto
Montaner porque es el agente de la CIA más activo para este “Proyecto
democracia”, realmente. Ahora mismo,
acaba de ofrecer una declaración, donde está diciendo que todo este proyecto de
pedir referendo, convocar elecciones libres, todo esto que ha pedido el propio
presidente Bush el 20 de mayo, todo ese objetivo, es subvertir el orden
constitucional de Cuba.
En
un artículo que tengo, escrito por Carlos Alberto Montaner, dice:
“Esa
es la manera de desmontar pacíficamente a la dictadura totalitaria cubana,
enterrar el castrismo sin violencia, paletada a paletada, sin represalia,
acogiéndose a ciertos resquicios que existen en la legislación vigente en la
isla.” Ese es el objetivo de los
grupúsculos. Y si quedaba duda, está la
presentación que hicieron el año pasado, apoyado por algunos congresistas de la
ultraderecha, tanto el senador Jesse Helms como el congresista Lincoln
Díaz-Balart, de un proyecto para la Ley de Asistencia a la llamada oposición
interna cubana, para dar los 100 millones que los grupúsculos aquí,
inmediatamente apoyaron. Tengo aquí
declaraciones de Radio “Martí”, por ejemplo:
“Para
cada uno de los disidentes tiene que ser algo muy importante el saber que
personas tan ocupadas, que personas que tienen tanta responsabilidad se acuerdan
de nosotros”, dijo una de las líderes de los grupúsculos estos.
Otro
dijo más todavía: “Apoyamos totalmente
la posición de esos congresistas en cuanto al embargo. Sobre la Ley esta de apoyo a la disidencia
creo que marcará un hito dentro de la historia, es la primera ley del siglo XXI
que da un total apoyo a la disidencia.”
Es decir, esta gente se sienten enaltecidos con esos gestos de estos
congresistas, que, en definitiva, es
una desfachatez, porque en Estados Unidos existen las regulaciones de control
por parte del Departamento del Tesoro, donde ningún ciudadano norteamericano
puede recibir un centavo, ni un bolígrafo de un ciudadano cubano, y mucho menos
de un funcionario del gobierno cubano.
Las
regulaciones prevén, como castigo, la privación de libertad de hasta 10 años y
multa de hasta 250 000 dólares. Esa es
la pena para el que reciba dinero mandado por un cubano.
Randy Alonso.- Lo irónico de todo esto, Lázaro, es que hay
uno de esos congresistas que ha sido activo difusor de estas ideas del
financiamiento a la contrarrevolución cubana, que está, precisamente, metido en
rollo por obtener financiamientos de un extranjero, que es el caso de
Torricelli.
Lázaro Barredo.- Torricelli, y
la cantidad de irregularidades.
Bueno,
eso está en las regulaciones norteamericanas.
Yo le mando un bolígrafo a un ciudadano norteamericano y puedes estar
seguro de que, si el Departamento del Tesoro lo quiere molestar, lo puede
encausar, porque existen varias leyes.
Una
vez Alarcón lo explicó aquí y en la Asamblea Nacional se habló de eso también,
hay varias disposiciones legales en Estados Unidos que impiden que se haga con
un ciudadano norteamericano lo que Estados Unidos quiere hacer con los
grupúsculos contrarrevolucionarios dentro de nuestro país.
Por
eso tienen necesidad, insisto, en fabricar esa oposición, porque no tienen base
realmente que los apoye en el interior de Cuba para acabar con el país, y
llevan 10 años con estos propósitos. Tú
analizas todos los proyectos que ha hecho la contrarrevolución en el decenio de
los noventa, todos los proyectos que han usado propagandísticamente para dañar
la imagen de la Revolución y todos están montados sobre ese acuerdo.
Randy Alonso.- Muchas
gracias, Lázaro, por este comentario.
(Ruedan
breves imágenes sobre el tema.)
Randy Alonso.- El pasado 23
de mayo, tres fechas después del discurso del presidente Bush, el periódico News Day publicó un artículo titulado
“Nos estamos llenando de vergüenza con nuestra política hacia Cuba” que, entre
otras cosas, plantea:
“La
política hacia Cuba es una imagen en un espejo de una casa de diversiones. El embargo al comercio y el turismo
norteamericanos contra Fidel Castro, que es un anacronismo de la guerra fría,
continúa mientras el resto del mundo busca el sol y las oportunidades de
inversión.
“La
administración Bush ha poblado el aparato de política exterior con exiliados
cubanos y sus simpatizantes. El
Presidente promete no plegarse hasta que Castro cambie y se arrepienta; no
existe tal posibilidad.
“El
cabildeo agrícola y sus seguidores bipartidistas en el Capitolio están tratando
de remover las prohibiciones comerciales o, al menos, suavizar las existentes
restricciones a las limitadas exportaciones agrícolas.
“Hasta
ahora, en la lucha geopolítica entre los estados agrícolas y el sur de la
Florida, Miami está ganando; después de todo, tiene las llaves de la Casa
Blanca y de la mansión del Gobernador de la Florida. Esta es una terrible vergüenza, pero no tanto como la
determinación de Estados Unidos de financiar la resistencia política a Fidel
Castro.
“El
presidente Bush prometió formalmente que dará aún más ayuda a grupos
norteamericanos que dicen ayudar a los cubanos.
“Bush
pretende dar 6 millones de dólares en ayuda en el Año Fiscal 2003 a grupos que
apoyan libertades políticas en Cuba. Es
mucho más de los tres millones y medio que dio en el año 2000.
“Según
nuestra Agencia Internacional para el Desarrollo, probablemente recibirá apoyo
bipartidista.
“El
senador Joseph Lieberman, cuya presencia en la campaña demócrata del 2000 fue
parcialmente con el propósito de ganar la Florida, se encuentra entre los que
promueven el aumento de ayuda. El
dinero no va directamente a Cuba, va a Nueva York y Washington y, más
generosamente, a Miami.
“Se
destaca entre los grupos receptores de la ayuda, el Centro para una Cuba libre,
un grupo de exiliados conservadores con base en Miami y dirigidos por Frank
Calzón, el que fue —según recordarán— una de las voces truculentas que demandó
que Elián permaneciera para siempre separado de su padre; está también el
Instituto Republicano Internacional, una organización radicada en Washington,
con estrechos vínculos a la administración Bush.
“El
instituto apoyó grupos de oposición que escenificaron una fracasada intentona
contra el Presidente de Venezuela, elegido democráticamente, golpe que la Casa
Blanca pareció apoyar.
“Funcionarios
del instituto también actuaron como contactos tras bambalinas entre los
complotados venezolanos y la administración Bush. Ahora están para forjar solidaridad con los activistas de
derechos humanos en Cuba.
“La
lista podría continuar, pero, incluso, en esta casa de diversiones la imagen es
lo suficientemente clara: cuando se
trata de Cuba no nos afanamos por el éxito, solo por ganar la política nacional
y la vergüenza internacional.”
Así
dice este artículo de News Day del
pasado 23 de mayo. Tal como deja claro
este artículo, y como lo ha sido a lo largo de estos años, el gobierno de
Estados Unidos ha estado asignando dinero a organizaciones institucionales de
ese gobierno, para financiar las actividades subversivas contra nuestro país.
Vehículo
principal de ese financiamiento hacia la mafia anticubana y hacia los
grupúsculos contrarrevolucionarios ha sido la USAID, una de las agencias
gubernamentales norteamericanas.
Sobre
el papel de esta agencia y lo que reportan oficialmente —no se sabe bajo
bambalinas estas agencias, bueno, ¿qué es lo que está pasando con el
financiamiento hacia la actividad subversiva contra Cuba? Rogelio Polanco.
Rogelio Polanco.- Sí, creo que hemos tratado ya en otras
ocasiones este tema, pero no es ocioso reiterar algunos de los elementos que
componen esta llamada Ayuda Internacional para el Desarrollo que, de manera
oficial, las instituciones norteamericanas brindan a otros países y que se
convierte en nada más y nada menos que en un acto de subversión contra
gobiernos legítimamente establecidos, como tú acabas de recordar ahora en este
artículo, donde uno de los que reciben este dinero es este instituto
republicano, cuya participación en el golpe de Estado en Venezuela ha sido
evidenciada en varios medios de prensa.
La
USAID es la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional —siglas en inglés de United States
Agency for International Development—; fue creada bajo una ley de ayuda al
exterior por el presidente John F. Kennedy y fue una decisión ejecutiva, en
aquel momento, con la intención de proveer fondos por parte del gobierno
norteamericano a otros países.
Surge
en momentos en que también, en el caso de América Latina, se producía aquella
Alianza para el Progreso, que no tenía otro objetivo que desalentar en América
Latina el ejemplo de la Revolución Cubana.
Esta
es una agencia pública, tiene dinero de las instituciones oficiales de Estados
Unidos. Se calcula que hay unas 3 000 compañías
y más de 300 organizaciones privadas que participan de alguna manera con esta
agencia.
En
el caso de nuestro país, el Programa Cuba surge a partir del año 1995, en que
el presidente Clinton anuncia una concesión financiera por parte de la USAID, en
relación con Cuba, para lo que se llamó en aquel momento la promoción de una
transición democrática en Cuba, como le han llamado ellos eufemísticamente al
derrocamiento del Gobierno Revolucionario cubano.
Para
ello tomaron como pretexto lo que consideraban que establecía la Ley
Torricelli, o sea, artículos de la Ley Torricelli que “permitían” al gobierno
de Estados Unidos proveer ayuda, a través de organizaciones no gubernamentales,
para “el cambio democrático no violento en Cuba.” Después también la Ley Helms-Burton hablaba de lo mismo.
Hay
que tener en cuenta que, en este caso, el Programa Cuba tiene una
característica sui géneris: es el único de los programas de la USAID donde las
decisiones de la entrega de dinero a organizaciones tienen que adoptarse por un
llamado Grupo de Trabajo Interagencias; o sea que son varias instituciones,
varias agencias públicas del gobierno norteamericano las que administran y
manejan directamente el Programa Cuba, lo que demuestra, por supuesto, que es
una intromisión directa del gobierno norteamericano en las concesiones
financieras hacia Cuba.
Este
Grupo de Trabajo Interagencias está formado por un consejero principal y
coordinador para Cuba de la USAID, y, además, por otro coordinador, que es nada
menos que el Director de la Oficina de Asuntos de Cuba del Departamento de
Estado, y también por representantes del Consejo de Seguridad Nacional, el
Departamento de Comercio, el Departamento del Tesoro y otros representantes del
Departamento de Estado y, por supuesto, la Oficina de Intereses de Estados
Unidos en Cuba, que es, según dicen, la que proporciona información sobre la
situación en Cuba, revisa las propuestas y programas, y evalúa su efectividad.
En
relación con el más reciente de los programas, o sea, de los presupuestos del
Programa Cuba, tengo aquí el que acaba de salir de mayo del 2002. (Lo muestra). Es un programa que se inició en el año 1997 y que está previsto
que termine, supuestamente, en el año 2005.
Hasta ahora se han otorgado más de 15 millones de dólares a unas 27
organizaciones —las llaman así—; son instituciones basadas en Estados Unidos,
sobre todo en Miami, en Nueva York y, por supuesto, a los grupúsculos
contrarrevolucionarios en Cuba.
Hay
una diferencia en el caso del presupuesto del año 2002 ya anunciado con
relación al año anterior. Hay cinco
organizaciones más que se integran a este presupuesto. Hay 2,2 millones que se entregan a esas
nuevas organizaciones, y 2,9 millones de dólares que se incrementan a
organizaciones ya existentes en el presupuesto anterior.
Tú
has mencionado algunas de ellas, Randy, solo le pasaré la vista por
encima: Freedom House —que conocemos
bien—, Center for a Free Cuba, el Instituto para la Democracia en Cuba, el
Grupo de Trabajo para la Disidencia en Cuba, también CUBANET, Cuba Free Press,
numerosas organizaciones, algunas de ellas organizaciones fantasmas, creadas
única y exclusivamente para recibir este dinero de fuentes públicas
norteamericanas con el único objetivo, que está demostrado en el título del
Programa Cuba, de “promover una transición rápida y pacífica hacia la
democracia en Cuba y ayudar al desarrollo de la sociedad civil.”
Algo
interesante: en el título, en el
objetivo de este año, incluyen la palabra “rápida”. Creo que esto es algo que demuestra cierto desespero, porque
antes decían “una transición pacífica a la democracia en Cuba”, le adicionaron
la palabra “rápida” porque, además, están desesperados, porque el objetivo no
llega, ni llegará. Y para ello plantean
un incremento del flujo de información sobre democracia, derechos humanos,
libre empresa hacia Cuba, desde Cuba y dentro de Cuba.
Tengo
aquí algunos de los temas que han estado planteándose como prioridades. Bueno, se habla de ayudar a lo que llaman
organizaciones no gubernamentales en Cuba; a los derechos de los trabajadores
en Cuba, ya sabemos que esos son los llamados sindicatos “libres” que ahora han
tenido en Bush a un promotor, algo bastante inaudito; los activistas de los
derechos humanos en Cuba, que no son más que los grupúsculos contrarrevolucionarios
y los llamados periodistas independientes, que es otra variante de estos
empleados del gobierno de Estados Unidos en Cuba y, por supuesto, se proponen
también la planificación para la “transición” en Cuba.
Una
de las instituciones que recibieron ahora un millón de dólares fue la Universidad de Miami, nada menos que 1 045
000 dólares para la planificación de la transición en Cuba; y otra organización
que acaba de recibir una buena cantidad de dólares es una institución que
evalúa el resultado del proyecto, 225 000 dólares, la
PriceWaterhouseCoopers. Esta es una
organización que ellos tuvieron que contratar, de alguna manera, porque como no
tienen claridad del efecto de este programa, quieren saber exactamente qué está
pasando.
Yo
tengo el informe que produjo esta institución, esto fue de febrero a mayo del
año 2000, que tiene conclusiones muy interesantes, Randy. La primera conclusión de esta entidad, a la
cual la USAID contrató para decir si estaba funcionando o no el programa en
relación con Cuba, es la existencia de puntos de vista opuestos sobre la
política hacia Cuba y sobre el propio programa dentro del Congreso que
complican el proceso de discusión de los proyectos, demoran su aprobación y, en
algunos casos, retrasan la implementación de actividades del programa. O sea,
es un reconocimiento a que en el Congreso la opinión de un sector importante es
que esta política está fracasada y, por supuesto, no está de acuerdo con la
misma.
Otro
resultado de esta evaluación es que el impacto del programa es a largo plazo,
el impacto real del programa no puede medirse en esta fase de
implementación. Creo que esto es un
reconocimiento de que no han logrado nada, de que han fracasado totalmente en todo
este financiamiento para la subversión interna en Cuba, y les queda, como
consuelo, que en el futuro lo lograrán.
Otro
es la falta de cooperación del gobierno cubano. Dicen que por el ambiente represivo mantenido por el gobierno
cubano, se impone la necesidad de métodos operacionales sumamente discretos
que, a su vez, limitan la evaluación de las actividades del programa.
Bueno,
por supuesto que el gobierno cubano se va a oponer siempre a la subversión y a
facilitar el derrocamiento, por parte de Estados Unidos, de nuestra
Revolución. Ahora están llamando a
métodos encubiertos, que son nada más que los métodos que utilizan agencias de
inteligencia. Lo están diciendo
públicamente en esta evaluación que hacen del resultado y de la inefectividad
de ese programa.
Otra
de las evaluaciones es asignar un funcionario a tiempo completo al Programa
Cuba, de la USAID, a la Sección de Intereses Norteamericanos en La Habana en
reconocimiento de que la Oficina de Intereses en Cuba es la que se encargaría,
y se encarga, de hecho, como hemos visto en numerosas ocasiones en nuestras
mesas redondas, de asignar estos recursos directamente a estos empleados en
Cuba.
Asignar,
además, un funcionario adicional a tiempo completo a la oficina principal de la
USAID para el programa —o sea, dedicarle una persona solo para el tema de este
programa en la oficina central.
Probar
todos los productos informativos antes de su diseminación al público cubano,
porque no están seguros de la efectividad de lo que están haciendo, y entonces
quieren someterlos a prueba, a través de grupos recién llegados de Cuba, oigan
esto.
Buscar
canales novedosos para distribuir la información a Cuba. Esto no es más que los mercenarios de
terceros países que, como saben, ha sido el último método que han tratado de
utilizar para traer el dinero a los grupúsculos contrarrevolucionarios.
Ajustar
el grado de publicidad sobre los fondos en reconocimiento de los riesgos
potenciales a los beneficiarios y sus clientes en Cuba. Algunas actividades pueden ser puestas en
riesgo mediante una publicidad inapropiada, dicen. O sea, que están llamando a que lo que hacen sea cada vez más
encubierto. Quieren seguir haciendo y
deshaciendo, tratando de derrocar al Gobierno Revolucionario cubano en
silencio. Por eso nuestra labor será
siempre denunciarlos cada vez públicamente y cada vez más alto decir lo que
están haciendo con sus empleados en Cuba.
Randy Alonso.- Yo tengo —como
tú decías— el informe este también de mayo del 2002 y hay cosas muy
interesantes que se pudieran decir también, apoyando lo que has estado
explicando, y es que este informe se plantea siete programas específicos hacia
Cuba, y las sumas de dinero son considerables.
Tú
decías que había más de 15 millones de dólares que ya se habían venido
dando. Este es un presupuesto
millonario para la subversión en Cuba.
Por
ejemplo, se plantea la solidaridad con los activistas de los derechos humanos
en Cuba; es decir, con los grupúsculos.
Traducido al español: financiar
a los grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba. ¿Qué dice? Que para eso
la USAID financiará a ocho instituciones que se encargarán, además, de hacer
llegar ese financiamiento. Por ejemplo,
algunas de ellas: el Instituto para la
Democracia en Cuba recibirá un millón de dólares, que ya los tiene —según este
informe—; el Grupo de Trabajo para la Disidencia Cubana recibirá 250 000
dólares que ya están entregados; el Instituto Republicano Internacional
recibirá 1 674 462, que se están entregando todavía; el Grupo de Apoyo a la
Disidencia recibirá 1 200 000 dólares, y Acción Democrática Cubana recibirá 400
000 dólares. Ese es uno de los
programas específicos que tiene este programa.
Rogelio Polanco.- Por cierto,
Randy, en el caso del Grupo de Apoyo a la Disidencia, que es el financiamiento
directo a la contrarrevolución, a los grupúsculos aquí, se incrementa nada
menos que en tres veces el dinero en relación con el que se había propuesto
para el año anterior. El año anterior,
en el 2001, eran solo 400 000 dólares y ya esta cifra va por 1 200 000 dólares;
o sea, se multiplicó por tres de un año a otro. Esos son los financiamientos que dicen que no reciben.
Bueno, ahí
están públicamente está demostrado que están recibiendo, solo en este proyecto,
1 200 000 dólares, directamente para eso.
Randy
Alonso.- Solo de ese grupo; en lo que
hemos contado ahí, hay más de 3
millones de dólares que están asignados directamente desde esta organización
por este programa a los grupúsculos contrarrevolucionarios.
Hay otra asignación interesante, el
financiamiento de los llamados periodistas independientes. Bueno, ¿qué tan independientes son? Veamos qué dice el gobierno
norteamericano: que le asignará a una
organización, como Cuba Free Press, 280 000 dólares que ya están entregados; a
la Universidad Internacional de la Florida, para supuestamente darle
entrenamiento a estos periodistas independientes, 622 000 dólares; para la
creación del sitio de los periodistas independientes, llamados Cubanet, 833 000
dólares...
Rogelio Polanco.- Esto es el uso de los medios virtuales en
Internet para poner todas las mentiras en relación con Cuba que producen estos
grupúsculos contrarrevolucionarios; que, por cierto, en este caso se incrementa
2,4 veces, porque se plantean 833 000 dólares para poner estas “noticias” en
Internet, que es el pago directo a estos supuestos periodistas, nada
independientes; el año anterior eran solo 343 000 dólares. Fíjense la cifra de la que estamos hablando.
Randy Alonso.- Ahí estamos hablando de dos millones de
dólares, aproximadamente, para los llamados “periodistas independientes”.
Hay
otro, que es Ayudar a desarrollar organizaciones no gubernamentales
independientes; es decir, es otra manera de encubrir los llamados
grupúsculos. Ahí le asignan a cinco
organizaciones diferentes, para que entreguen dinero a estas llamadas ONG
independientes. Les voy a hablar solo
de dos asignaciones: A la Fundación
para el Desarrollo Panamericano le están entregando 553 500 dólares, y a la
Universidad de Miami, ayudar a desarrollar una “sociedad civil” en Cuba, 320
000 dólares, que está dentro del millón y tanto que le han entregado a esa
universidad.
En
la creación de los llamados “sindicatos independientes” que quiere el señor
Bush, en un programa que ellos han denominado en la USAID: Defendiendo los derechos de los trabajadores
cubanos, pues le van a entregar a dos organizaciones, el Centro Americano para
la Solidaridad con los Trabajadores, unos 168 575 dólares, que ya están
entregados, y a la Asociación de Política Nacional, 424 000 dólares, para la creación de sindicatos supuestamente
independientes en nuestro país.
Otro
de los siete programas es el llamado, Preparación de la transición, en la cual
ya le han entregado dinero a cuatro organizaciones, y entre ellas, por ejemplo,
el Consejo para los Negocios Cuba-Estados Unidos, que es muy recordado, porque
a él pertenecía su principal ejecutivo, que era el señor Otto Reich. A este centro le han entregado ya 852 000
dólares para esa llamada transición en Cuba, y a la Universidad de Miami, para su
plan de transición le han entregado 1 045 000 dólares, como decía Polanco. Es decir, solo les hemos leído algunos de
estos programas, porque es una lista bastante extensa, y todo lo que hemos
hablado suma unos cuantos millones de dólares que la USAID dice que
públicamente le está entregando a estas organizaciones, para promover la
actividad subversiva contra Cuba en las organizaciones mafiosas de Miami, o que
tienen asiento en Nueva York y Washington y, también, el financiamiento que
deben recibir los grupúsculos contrarrevolucionarios en nuestro país.
Creo
que es la mejor prueba y la más transparente de para qué es el dinero que ha
destinado el señor Bush, quiénes son los que lo recibirán, y que tan
independientes son los grupúsculos, los llamados periodistas y las
organizaciones que subversivamente se preparan para derrocar a la Revolución
Cubana.
Te
agradezco, Polanco, tu comentario.
Y
esta no es la única organización que se dedica a enviar dinero hacia la mafia
anticubana y hacia los grupúsculos contrarrevolucionarios, ya habíamos hablado
de varias de ellas, la USAID, quizás la más representativa, y otra que tiene un
importante papel en este negocio anticubano es una organización privada, que de
privada tiene bastante poco, la National Endowment for Democracy, la conocida
NED, que también ha desempeñado un importante papel en el financiamiento de
esos grupúsculos y de esa mafia contrarrevolucionaria. Sobre ella le propongo su comentario a
Reinaldo Taladrid.
Reinaldo Taladrid.- Con mucho gusto, Randy.
Vamos
al sitio de la NED en Internet a ver qué dice la propia organización sobre que
ellos son.
National
Endowment for Democracy: “Es una
organización privada, bipartidista, no lucrativa y generadora de donaciones,
fundada en 1983, hasta ahí lo que dice el sitio de la NED.
Dice
que “recibe asignaciones financieras del Congreso de Estados Unidos”, por
tanto, ya ahí empieza a ser pagada por el gobierno de Estados Unidos, “y,
además, donaciones del sector privado”.
“Tiene
una junta directiva que la integran personalidades de distintos sectores de Estados
Unidos.
“El
trabajo de la NED”, explica el propio sitio de ellos, “está basado en tres
programas básicos: El primero se llama,
Programa de financiamiento”. En otras
palabras, ellos mismos dicen que “todo el que apoye “el libre comercio” y “la
empresa privada” y que esté vinculado al Instituto Nacional Republicano y a su
homólogo demócrata —cada partido tiene un instituto parecido—, puede ser objeto
de estos donativos. O sea, este primer
programa es el de dar dinero a quien defienda el capitalismo.
Número
dos: Programa de cooperación
internacional para la democracia. Esto
se trata de cooperar —según ellos— con otras fundaciones alrededor del mundo,
que tengan un ideario semejante o en concordancia con lo que ellos quieren, y
monitorear elecciones, etcétera. Este
monitoreo de elecciones que ellos hacen, no es para preocuparse si vota la
mitad de la gente de los que tienen derecho a votar o no, sino que el candidato
que salga o los que estén en la contienda, garanticen el statu quo que ellos
consideran para ese país, de esas otras cosas no se preocupan.
El
número tres, se llama Forum Internacional de investigaciones sobre la
democracia. Esto es toda esa serie de
eventos, universidades, publicaciones, etcétera, que reciben dinero de ellos,
porque dicen lo que a ellos les gusta oír.
Algunos
analistas han dicho y yo concuerdo con ellos, que esta NED se crea en la
administración Reagan para innovar, ¿en qué sentido? Que estas cosas las hacía la CIA hasta ese momento en los años
ochenta y, sencillamente, decidieron hacerlas públicamente, con dinero del
gobierno, igualito como lo hacía la CIA, y, sencillamente, quitarle todo el
tema, o tratar de quitarle todo ese tema de cosa encubierta, de servicios
especiales que tenía. Todas estas cosas
que se han descrito aquí, hasta principios de esos años las hacía directamente
la CIA, o sea, los servicios especiales, por indicaciones del gobierno de
Estados Unidos.
Hay
dos etapas importantes con relación a Cuba, en el trabajo de la National
Endowment for Democracy —que, como ya sabemos, recibe dinero del gobierno de
Estados Unidos, más alguna que otra donación privada, pero el grueso viene del
gobierno de Estados Unidos—, una primera etapa que va desde la fundación de la
NED en 1983 hasta la caída de la Unión Soviética, en septiembre de 1991. Hasta esa fecha, casi todo el dinero de la
National Endowment for Democracy iba a parar a la Fundación Nacional Cubano
Americana, la FNCA. Por ejemplo, en los
años 1986-87 le dieron a la Fundación 110 000 dólares.
Hay
una cosa curiosa que quiero resaltar aquí.
Hay un estudio del profesor John Spencer Nichols, de la Universidad de
Pensilvania, que sacó una cuenta. Fíjense el truco, ¿cuánto dinero recibió la
Fundación Nacional Cubano Americana de la NED?
Ese dinero viene del gobierno de Estados Unidos a la NED y de la NED de
la Fundación Nacional Cubano Americana.
Entre los años 1983 y 1988 la Fundación recibió 380 000 dólares de la
NED, o sea, del gobierno, y en esa misma etapa, 1983-1988, la Fundación
Nacional Cubano Americana había entregado a las campañas de los políticos, a
los que ellos les querían dar dinero, que después apoyan sus proyectos,
exactamente, 380 000 dólares. Muy
curioso que sea la misma cantidad que vino del gobierno a la Fundación y que
terminó en las campañas de políticos afines a los intereses de la Fundación o
viceversa. Es un estudio que publicó
John Spencer Nichols, profesor de la Universidad de Pensilvania.
Ahora,
año 1991, cae la Unión Soviética y comienza una segunda etapa. Cuando digo: Comienza una segunda etapa es que se incrementa lo mismo que se
estaba haciendo, en dinero y en actividades.
Por ejemplo, solo entre 1991 y 1992, de 110 000 dólares que, recuerden,
le daba entre 1983 y 1987 a la Fundación, le dieron 240 750, casi al instante
empiezan a duplicar el dinero.
A
continuación, les menciono algunos años para ir ilustrando qué empieza a hacer
esta Fundación —la NED— con respecto a Cuba.
Entre 1990 y 1998 apoyaron
80 proyectos distintos, proyectos tan disímiles como puede ser pagar publicaciones.
Por
ejemplo, Encuentro de la Cultura Cubana,
es una publicación pagada con dinero de la NED y, por supuesto, con dinero que
viene del gobierno de Estados Unidos; por tanto, el que escribe en Encuentro de la Cultura Cubana está
recibiendo dinero del gobierno de Estados Unidos, según las estadísticas y los
datos que están aquí. Después vamos a
darles la cantidad de dinero que le dieron.
También
hicieron “eventos internacionales”, todos esos eventos que se hacen sobre
transiciones, cómo llevar el capitalismo a Cuba, etcétera, pagado con dinero de
la NED.
Otra
partida del uso de su dinero dice así:
“Apoyo monetario y envío.” Eso
es el salario a los empleados norteamericanos que están en territorio cubano,
me refiero a los grupúsculos.
“Recopilación
de información anualmente”, para las denuncias y testimonios que se presentan
todos los años en Ginebra. Ustedes
saben que hay uno, incluso, de los empleados cubanos que vive de hacer listas y
baja números y sube números. Son dos
hermanos, creo, que hacen listas y, bueno, imagínense, hay dinero suficiente
para hacer listas.
“Obtención
de información sobre lo que hacen los grupos en Cuba”, o sea, cómo se están
portando los empleados, hay que controlarlos.
“Envío
de emisarios a Cuba que viajan como turistas, para contactar y abastecer a los
grupos en dinero y en especie”; o sea, aquí están dándoles dinero y les están
dando cosas también en especie, en ambos casos ha sucedido.
Todo
esto, entre 1990 y 1998, se calcula —porque creo que fuiste tú, Randy, que
dijiste ahorita que aquí nunca se sabe exactamente cuánto dinero; una cosa es
lo que está en las partidas presupuestarias que están establecidas, pero como
hay donaciones privadas y hay otro dinero, nunca está claro del todo— que en
todo esto usaron, entre 1990 y 1998, más de 6 millones de dólares.
Ahora,
veamos algunos años específicos y proyectos específicos para que ustedes se den
cuenta de en qué se está usando el dinero del contribuyente norteamericano.
Año
1995, por ejemplo, le dieron dinero de todos estos 6 millones al Free Trade
Union Institute. Ese es un instituto
para crear sindicatos, no voy a extenderme, ya se ha explicado en estos días
qué es lo que quieren crear, qué tipo de sindicato; no se trata de crear un
sindicato, sino cualquiera que trate de derrocar al gobierno, que se oponga, le
dan dinero, le pueden poner el nombre de sindicato o el nombre que sea.
Otro
más: Institute for Democracy in East
Europe (Instituto para la Democracia en Europa del Este). ¿Y qué decía la partida? Oigan qué curioso: “Enviar a Cuba activistas prodemocracia de Europa del este y
central.” Ya esto se aprueba en 1995 y
después se va materializando con el tiempo, hemos visto los casos de los
checos, de los polacos, del letón, etcétera, etcétera.
Otros
años que les quiero compartir: año 1997
y año 1998.
Por
ejemplo, en esos dos años le dieron 61 363 dólares al Instituto de Estudios
Cubanos, que, entre otras cosas, financió un seminario de cinco días, “El
pasado y el presente de Cuba en una perspectiva comparada”, de esta publicación
Encuentro de la Cultura Cubana.
Esto incluye, por supuesto, la dieta de los asistentes. Todo el mundo me entiende lo que estoy
diciendo, en estos 61 000 dólares está
incluida la dieta de los ponentes que van a ese seminario.
También
le dieron en este año, por ejemplo, 55 000 dólares al Comité Cubano por los
Derechos Humanos. Este es Bofill. Imagínense ustedes darle a Bofill 55 000
dólares de un dinero del gobierno norteamericano. Miren adonde llega el nivel de irresponsabilidad con el propio
dinero, aun desde el punto de vista del interés de derrocar al gobierno cubano,
darle 55 000 dólares a Bofill, hay que ser bobo.
Ahora,
año 1999, les dieron 182 000 dólares para viajes a Cuba a emisarios y entrega
de dinero. ¿Dónde están esos 182 000
dólares? En los bolsillos de los
empleados cubanos de los grupúsculos.
Aquí está, este es un documento de la National Endowment for Democracy
(Lo muestra), este es dinero del gobierno norteamericano.
En
un solo año les dieron a los grupúsculos aquí, para su bolsillo, porque ahí no
se especifica: “Te doy 10 000 dólares
para que salgas a protestar a la calle”, “te doy 5 000 dólares para que presentes esto o lo otro”. No, no se especifica; les dan dinero y
ellos lo gastan a discreción.
Creo
que fue el doctor Hevia, ¿fue usted, doctor?, el que varias veces ha explicado
aquí restaurantes, comidas y cosas en las que se gasta, ¿no? Recuerdo haber oído de usted esa explicación
aquí muy en detalle. Se lo digo porque
son en un solo año 182 000 dólares al bolsillo.
En
un solo año le dieron a la revista Encuentro
de la Cultura Cubana 80 000 dólares, de manera que los que publicaron en la
revista Encuentro de la Cultura Cubana
deben saber que recibieron dinero del gobierno de Estados Unidos.
Y, por si
fuera poco, le volvieron a dar a Bofill 65 000 dólares, le subieron en 10 000 dólares el salario a Bofill. Realmente, una locura entregarle 65 000
dólares del contribuyente norteamericano a Ricardo Bofill; pero, bueno, así son
las cosas.
Finalmente,
quiero compartir cuatro ideas con ustedes:
Primero,
toda esta actividad implica un desconocimiento del gobierno y de las leyes
cubanas. El gobierno de Estados Unidos
no acaba de reconocer que aquí hay un gobierno y que en este país hay leyes,
eso es lo primero.
Segundo,
aquí usted ve que se desnuda que el verdadero objetivo de todo esto es derrocar
a un gobierno. Todo lo que sea oponerse
y derrocar a un gobierno recibe dinero.
Tercero,
hace falta que alguien tenga el coraje de decirle a un contribuyente
norteamericano, a un ciudadano que paga impuestos sobre sus ingresos, a qué se
dedica ese dinero, que el dinero de él va a parar a manos de Bofill y de los
empleados que están dentro de Cuba. Que
se lo digan: Mire, una parte de sus
impuestos se la estamos dando a Ricardo Bofill Pagés, para ver qué dice ese
granjero, ese mecánico que paga sus impuestos.
Lo
último —y esta es una idea, en mi opinión, que hay que profundizar en ella—,
todos hemos dicho y todos sabemos que sale el dinero de Washington y va a
Miami, a Nueva York, a todos estos grupos, ahí se queda la mayoría. Hemos dicho que hay oficinas, fax, carros,
teléfonos, salario, secretarias, eventos, etcétera; se queda la mayoría del
dinero aquí. Estos 182 000 que vinieron
aquí es la minoría de ese dinero.
Yo
me hago dos preguntas: ¿Quién me
garantiza que ese dinero que fue a la Fundación Nacional Cubano Americana y que
se quedó ahí la mayoría, no se usó en ninguna actividad terrorista de las que
ha hecho la Fundación Nacional Cubano Americana? ¿Cómo se garantiza que el dinero que se le envió a Posada
Carriles a Panamá, de la oficina de Alberto Hernández, a la sazón, presidente
de la Fundación, no es parte de ese dinero?
¿Quién garantiza que no se use este dinero en una actividad
terrorista? Si usted le da el dinero a
esta gente, y hay que saber a quién se lo está dando, ¿cómo se garantiza ante
el pueblo norteamericano que no se ha pagado también terrorismo con este
dinero?
(Se
ruedan breves imágenes sobre el tema.)
Randy Alonso.- Y en el largo
listado que hacíamos acá de las organizaciones que reciben dinero en Miami, en
Washington o en Nueva York, de la USAID, de la NED y de las otras
organizaciones que utiliza el gobierno norteamericano para el financiamiento,
tanto de la mafia contrarrevolucionaria como de los grupúsculos en Cuba, fue
mencionado más de una vez el llamado Grupo de Apoyo a la Disidencia, una
organización con asiento en Estados Unidos y con conexiones con los grupúsculos
contrarrevolucionarios en nuestro país.
Sobre
lo que recibe esta organización y su principal cabecilla, nos hace un
comentario el compañero Manuel Hevia.
Manuel Hevia.- Buenas tardes,
y muchas gracias, Randy.
Me
voy a referir, sucintamente, a esta organización que —como bien se ha dicho—
forma parte de las veintitantas organizaciones que están actuando como
intermediarias y pantallas de este gigantesco plan subversivo de Estados Unidos
contra Cuba, dirigido específicamente al sostenimiento financiero de los
grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba.
Me
gustaría, al referirme a esta organización, vincularla a su vez con otra de
estas organizaciones, que forma parte también de este gran grupo al cual tú has
hecho referencia, que se trata del denominado Instituto para la Democracia en
Cuba, y vincular estas dos organizaciones a un personaje de larga trayectoria,
primero terrorista y después en acciones subversivas de diferente tipo, como lo
es Francisco Hernández Trujillo.
Francisco
Hernández Trujillo, conocido por Frank Hernández Trujillo, vinculado y actuando
desde hace ya algún tiempo como dirigente principal del llamado Grupo de Apoyo
a la Disidencia y como directivo del Instituto para la Democracia en Cuba, es
un caso típico de terrorista, devenido en próspero directivo en el negocio de
la contrarrevolución contra Cuba en Miami.
En
estos momentos, a través de estas dos organizaciones que mantienen una intensa
actividad subversiva contra Cuba, Frank Hernández Trujillo despliega toda su
labor.
Hernández
Trujillo nació en 1942 en La Habana. En
1960 emigra de Cuba hacia Estados
Unidos tras asilarse en una embajada latinoamericana, y ya entre octubre de
1962 y abril de 1963 era miembro activo del ejército norteamericano, de las
denominadas “unidades especiales cubanas”, que se entrenaban para invadir a
Cuba, donde pasó a la reserva después de haberle sido conferida la medalla del
Servicio Nacional, aunque no participó en ninguna acción de guerra.
Actualmente
es presidente de la Junta de Directores del denominado Grupo de Apoyo a la
Disidencia, organización contrarrevolucionaria pantalla, con sede en Miami, que
realiza actividades de todo tipo y que —como se ha dicho aquí— recibe fondos
extraordinarios de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados
Unidos.
El
Grupo de Apoyo a la Disidencia fue registrado en el estado de la Florida, en
marzo de 1995, como una corporación no lucrativa, creada con el propósito de
ofrecer apoyo logístico a los grupos “disidentes en Cuba”, léase grupos
contrarrevolucionarios. Es,
precisamente, una de esas invenciones —por llamarle de alguna forma— que los
órganos tradicionales de la inteligencia fabrican como instituciones fachadas
para realizar todo un trabajo subversivo, en este caso contra Cuba, tratando o
aparentando ser una organización no gubernamental.
El
Instituto para la Democracia en Cuba (ICID), es una agrupación integrada por 10
organizaciones contrarrevolucionarias de Miami que ha recibido —como bien se ha
dicho aquí— un millón de dólares de la USAID para ejecutar un proyecto de
subversión interna contra Cuba; o sea, tanto el GAD (Grupo de Apoyo a la
Disidencia) como el Instituto para la Democracia en Cuba, son organizaciones
pantalla que forman parte de este sistema de medidas para intentar fomentar la
contrarrevolución en Cuba, y son los que más dinero reciben. Cuentan con asignaciones monetarias, una de
ellas, el Instituto para la Democracia en Cuba, de un millón de dólares, y el
Grupo de Apoyo a la Disidencia de 1 200 000 dólares que han venido recibiendo
en diferentes partidas.
Frank
Hernández Trujillo integró también el llamado Consejo Militar Cubano-americano
y forma también parte de su directiva, así como de otra organización de
carácter terrorista en Estados Unidos, la Asociación de Veteranos
Cubano-americanos.
De
acuerdo con comentarios que pululan en determinados círculos contrarrevolucionarios
de Miami, cercanos a Frank Hernández Trujillo, y esto es algo típico entre
muchos de los directivos de estas organizaciones, se señala que trabajó para la
Agencia Central de Inteligencia hace ya algunos años y que aún mantiene relaciones
con esta agrupación.
Frank
Hernández Trujillo mantiene también estrechísimos contactos con cabecillas de
grupúsculos contrarrevolucionarios dentro de Cuba a los cuales envía emisarios
con instrucciones, dinero, equipos telefónicos, fax, computadoras y todo tipo
de medios, precisamente, para promover y estimular las acciones subversivas
dentro del país.
Quisiera
precisar algunos otros elementos con relación al denominado Instituto para la
Democracia en Cuba. Este centro se
constituyó en septiembre de 1996, también como una organización no lucrativa e
integrada por un grupo de organizaciones contrarrevolucionarias. Voy a mencionar algunas de estas
organizaciones para que se tenga una idea de las características de este
centro. Por ejemplo, la integraron y la
fundaron en un principio la llamada Agenda Cuba, Alianza Cubana, Asociación de
Veteranos Cubano-americanos (CAVA), la cual mencioné hace algunos instantes; la
Asociación de Expresos y Combatientes Políticos Cubanos y el Miami Medical Team
Foundation también mencionado aquí en muchas ocasiones en esta mesa, como todos
sabemos, de estrechos vínculos históricos con la Fundación Nacional Cubano
Americana.
La
plataforma programática de esta organización, elaborada y presentada a la USAID
en 1996, está dirigida a apoyar el llamado “movimiento disidente en Cuba”, en
primer lugar; promover una supuesta “transición pacífica al capitalismo”, “una
democracia representativa” y el establecimiento de un “sistema económico de
libre mercado”. De tales organizaciones
que la integran, puede esperarse realmente un programa con estas
características. Por supuesto, esto
conlleva el apoyo y financiamiento de los grupos contrarrevolucionarios dentro
de Cuba; proporcionar información y material de apoyo a la “oposición interna” —léase elaborar propaganda para ser
introducida de forma clandestina en nuestro país para hacerla llegar a estos
grupos—; creación de una red de “opositores” a lo largo del país —o sea,
facilitar las posibilidades de comunicación entre diferentes grupos—; dar ayuda
material y financiera a los presos contrarrevolucionarios y brindar supuestas
experiencias sobre la transición a sistemas de economía de libre mercado en los
países ex socialistas.
En
esta mesa también —y aquí se ha mencionado— hemos sido testigos del envío de
emisarios a Cuba de diferentes países ex socialistas: cuyas misiones, entre
otras, han sido precisamente trasladar la “experiencia” de la debacle del
socialismo en esos países.
Eso
es lo que yo puedo señalar, Randy, en relación con estas dos organizaciones que
se definen con un carácter netamente subversivo y que actúan como
organizaciones pantalla de este gran plan subversivo contra nuestro país.
Randy Alonso.- Sí, es la
falacia, realmente, Hevia, de cuál es el llamado cambio pacífico que pretende
esta gente en Cuba. Están hablando del
financiamiento a través de una organización que preside un terrorista
connotado, que ha pertenecido a organizaciones terroristas y que ha financiado,
además, acciones terroristas contra nuestro país.
Es
lo que decía Taladrid: Nadie sabe
adónde va el dinero; pero de lo que sí estamos convencidos es de que parte de
ese dinero ha servido también para financiar las acciones terroristas que
contra nuestro pueblo esta mesa redonda ha denunciado en las últimas jornadas.
Además
de este Grupo para la Disidencia, otro de los muy mentados en esta relación de
los que se bañan en esta orgía de dinero para la contrarrevolución cubana es el
llamado Center for a Free Cuba, una organización de un largo historial contrarrevolucionario
y hoy con evidentes conexiones directas en el poder norteamericano.
Sobre
ella nos puede hablar Lázaro Barredo.
Lázaro Barredo.- Yo pienso que
Frank Calzón que es el director de este Centro por una Cuba Libre, debe vivir
con una gran frustración. Frank Calzón,
que la CIA lo reclutó cuando era estudiante universitario, a fines de la década
del 60; Frank Calzón, que se vinculó a Alpha 66, a Abdala, dos grupos de
connotación terrorista, dos organizaciones terroristas —están así calificadas
no solamente por nosotros, sino hasta por oficiales del Buró Federal de
Investigaciones—, sin embargo, Calzón ha hecho de su vida el ejemplo, yo diría,
más contundente de cómo vivir a costa de la industria anticubana, siempre a
costa de Cuba, de toda la política de subvertir el orden en Cuba, de entronizar
la fabricación de la oposición contrarrevolucionaria y realmente ha vivido
siempre de eso.
A
finales de la década del 70, estuvo con algunos personajes como Humberto
Medrano, que se ha hablado de él mucho aquí cuando hemos hablado de Radio
“Martí” y de todos los rollos estos que hubo al principio de Radio “Martí”; de
una señora llamada Elena Mederos y Siro del Castillo, gente que vivieron de los
famosos derechos humanos a principios de la década del 70 para mantener una
sistemática campaña difamatoria.
De
ahí recibían el dinero de muchas de estas organizaciones. Después integró un comité de intelectuales
por la libertad de Cuba, para enfrentar al movimiento juvenil que se había
formado en la revista Areíto —de ahí
salió Muñiz Varela y un grupo de jóvenes que estuvieron aquí a finales de la
década del 70—; luego se incorporó a la Fundación, fue fundador de la Fundación
Nacional Cubano Americana, junto con los terroristas Jorge Mas Canosa y
Francisco “Pepe” Hernández. Fue el
primer director ejecutivo de la Fundación, entró en la lucha por el
protagonismo con Mas Canosa.
Mas
Canosa se puso de acuerdo con el esbirro Esteban Ventura Novo y en esa lucha
por el protagonismo, Mas Canosa un día le hizo una innovación gramatical al
apellido de Calzón, en el criollismo que todos los cubanos se deben imaginar, y
logró sacarlo de la Fundación. Sin
embargo, inmediatamente, Calzón encontró trabajo en una gran campaña de prensa
dirigida contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias y contra el compañero
Fidel, e inmediatamente ingresó en Freedom House; estuvo ahí en Freedom House,
en el Programa Cuba; allí fue Clinton, le dio todo el apoyo a este grupo donde
estaba Frank Calzón y, finalmente, de nuevo por la lucha del protagonismo, se
va de Freedom House y, entonces, con apoyo de la extrema derecha
norteamericana, funda el Center for a Free Cuba, Centro por una Cuba libre, con
el mismo propósito de recibir fondos de la USAID y de la NED y empezar a vivir
de ese cuento, promoviendo los derechos humanos, promoviendo la
contrarrevolución interna, promoviendo movimientos de la comunidad
internacional, como hemos hablado aquí, los checos, los polacos, todos estos
problemas, y aglutina en su entorno a personajes bien conocidos: Otto Reich, que no puede dejar de aparecer,
él tiene bastante vínculo con Frank Calzón; la señora Kirkpatrick, la
embajadora, que es uno de los emblemas de la ultraderecha norteamericana.
Randy Alonso.- Otto Reich que fue de la junta directiva de
esta organización y que sigue teniendo una excelente amistad desde su nuevo
puesto como subsecretario de Estado para América Latina.
Lázaro Barredo.-
Excelente amistad. Susan Kauffman, son
solo, primeros directivos, junto con Modesto Maidique y otros personajes, Néstor
Carbonell, Carlos Saladrigas, Filiberto Agusti, que de ellos hemos hablado
aquí, hemos dado bastante pedigrí, y donde hay, en el Consejo de
Investigaciones, cubanólogos, intelectuales y distintos elementos vinculados a
actividades anticubanas, como digamos, Malcom Falcoff, que es la extrema
derecha hecha persona, igual que Susan Kauffman Porcel, de la American
Enterprise Institute; ahí está Edward González, de la Rand Corporation; en fin,
no podía faltar tampoco, el coordinador para las actividades académicas de Mas
Canosa y la Fundación Nacional Cubano Americana, el señor Jaime Suslicki, de la
Universidad de Miami. Es decir, todos
estos personajes se aglutinan, inmediatamente, junto a Frank Calzón y no es
para poco, fíjate que ha recibido 2 249
709 dólares, llevando exactamente la contabilidad —los norteamericanos son en
eso bien precisos— de la USAID, solo por la vía de la USAID, para todos estos
proyectos de los cuales hemos estado hablando.
Triste
papel le ha tocado, por eso digo que debe vivir con una gran frustración,
porque todos sus planes siempre se echan a perder y el triste papel que le ha
quedado es el de sargento político, porque tiene ahora que mandar dinero para
distribuir, 50 dólares per cápita, para todos sus empleados que tiene aquí en
Cuba; el dinero que le da la NED por un año lo distribuye después entre todos
los bergantes que tiene aquí en distintas tareas.
Ha
hecho reaparecer a un gran personaje, Carlos Franqui, ahora, que está en Puerto
Rico y le está pagando. Habría que
buscar cuáles son los vínculos de esta gente en la década del 60, ¿no?, a
Carlos Franqui para pagarle una revista anticubana que quiere hacer en Puerto
Rico. Es de la gente que ha hecho
estudios, promoviendo propuestas, como, por ejemplo, intensificar las trasmisiones
de Radio y TV “Martí”, suministrar apoyo a cubanos en el exterior para que se
nucleen en torno a los proyectos subversivos que desarrolla el Centro para una
Cuba Libre.
En
fin, Randy, es seguir en más de lo mismo, es este cuento de camino de vivir a
costa de la subversión contra Cuba.
Randy Alonso.- Gracias, Lázaro, por el comentario.
Y
otra de las organizaciones que desde Estados Unidos ha sido beneficiaria de
estas sumas millonarias que ha destinado el gobierno norteamericano para la
subversión contra Cuba, incluidas las aventuras checas de por medio y otras
aventuras que nuestro pueblo conoce, pues es la llamada organización Freedom
House, sobre la que le pido algunos comentarios a Rogelio Polanco.
Rogelio Polanco.-
Freedom House ha estado vinculada a estas peripecias de algunos mercenarios de
Europa del este, como tú recordabas, Randy.
Es una organización no gubernamental, fue fundada en el año 1941 en
Washington, y el objetivo, desde su fundación, según su registro, es fortalecer
las instituciones libres en Estados Unidos y en otros países. Bueno, sabemos el concepto de libertad que
tienen organizaciones como esta, sobre todo, cuando en el año 1995 decidió
diseñar un programa para una Cuba libre, es la Cuba libre que fomenta el
gobierno norteamericano, destinada, sobre todo, a fomentar lo que ellos llaman
una sociedad civil democrática en Cuba, traducción que sabemos muy claro los
cubanos que significa derrocar la Revolución Cubana.
Entre
sus objetivos, también tenía este programa, alentar a la comunidad
internacional a apoyar una solución pacífica en la isla. Siempre sale este calificativo en los
objetivos de muchas de estas organizaciones de Estados Unidos.
Frank
Calzón —Lázaro lo estuvo mencionando—, fue el hombre que designan para
encabezar este programa, estuvo allí hasta 1997, cuando sale de esa
organización, y se encargó de enviar a Cuba a algunos de estos personajes que
tenían el objetivo directo de ejecutar lo que ya habíamos hablado, en relación
con cómo la USAID daba el dinero a estas entidades y es traer directamente los
medios y el dinero a los contrarrevolucionarios en nuestro país.
Tengo
aquí algunos ejemplos, Randy, solo para recordar, de los momentos en que ha
estado involucrado Freedom House y, especialmente, Frank Calzón, en estas
peripecias de su programa de subversión y de financiamiento directo, con dinero
del gobierno de Estados Unidos, a los contrarrevolucionarios en Cuba.
En
julio de 1995, enviados por Frank Calzón, arriban a Cuba los ciudadanos
norteamericanos Adams Rosch Davison y George Erwin Sledge, con la indicación de
establecer contacto con cabecillas de grupúsculos contrarrevolucionarios en la
isla y suministrarles medicamentos, alimentos y dinero. Vienen los nombres de a quiénes y cuánto.
En
enero de 1996, a propuesta de Frank Calzón, John Sweeney, de la Fundación
Heritage, viaja a Cuba en calidad de “turista”, para entregar una lista de
dólares con nombres y apellidos, y, por supuesto, tenía que después firmarlo,
porque es la constancia de que el dinero llegó a sus manos, y ahí están los
nombres de algunos de estos personajes.
En
abril de 1996, con similar encargo, viajó a Cuba Jozsed Szajer, disidente
húngaro —le llaman aquí— y dirigente del grupo parlamentario FIDES, quien
entregó a cabecillas de los grupúsculos dinero, grabadoras y disquetes de
computadoras enviados por Frank Calzón.
Ya aquí empieza la conexión de Europa del este. Como era evidente que los norteamericanos no
querían asociarse a estas entregas directas de dinero, pues buscaron la
conexión de Europa del este. Es algo
así como la variante que utilizaron después para la Comisión de Derechos
Humanos, buscar a los checos para que presentaran el producto norteamericano
contra Cuba. En esto hicieron lo mismo,
buscaron a los renegados representantes de Europa del este para que vinieran a
Cuba a cumplir el papel de mercenarios.
El
28 de abril de 1997, el encargado de negocios de la embajada checa en La
Habana, Petr Pribik, suministró dinero y materiales enviados desde Estados
Unidos por Frank Calzón a varios contrarrevolucionarios. Ya aquí buscaron entonces un representante
directo en una de esas misiones diplomáticas, que se prestó también para estas
acciones de subversión.
En agosto de
1997 es detenido en Cuba David Norman Dorn, activista sindical norteamericano,
quien en viaje como “turista” entregó dinero a cabecillas
contrarrevolucionarios por encargo de la organización Freedom House.
En junio del
2000 viajaron a Cuba el ciudadano rumano —ahora están también los rumanos, como
recordamos— Cornel Ivanciuc y la polaca Anna Krystyna, después de reunirse en
Washington con Freedom House, la Agencia Internacional para el Desarrollo
(USAID) y el Departamento de Estado. El
objetivo de esas reuniones fue analizar la ayuda a las llamadas “bibliotecas
independientes en Cuba”, que no tienen nada ni de bibliotecas ni de
independientes.
Durante
su estancia en Estados Unidos, Frank Calzón les orientó viajar como emisarios a
Cuba portando ayuda material para un grupo contrarrevolucionario en la isla,
misión que fue organizada y financiada por Freedom House. Ya aquí entran las orientaciones de que
tienen que ser acciones encubiertas, o sea, ya aquí está la total ilegalidad,
las acciones de inteligencia para tratar de burlar a las autoridades cubanas,
lo que los convierte, por supuesto, en emisarios totalmente subversivos contra
nuestro país, algo que en ningún país del mundo puede ser permitido.
En
agosto del 2000 visita a Cuba Douglas Schimmel, turista norteamericano, a quien
se le ocupó un listado certificando la cantidad de dinero entregado a los
cabecillas. Este emisario confesó
haberse reunido el 24 de julio del 2000 con Frank Calzón, quien le entregó una
relación de contrarrevolucionarios para entregarles el dinero.
Más
recientemente, en el caso de noviembre del 2000 —uno de los que recordaba
Taladrid—, fue el caso de los ciudadanos de Letonia, Anda Celma y Bladis Abols,
que recibieron dinero e instrucciones de Frank Calzón y de Roberto Pontichera,
el director de programas de la Freedom House, de viajar a la isla e investigar
qué ocurría con la llamada oposición.
Para
ello entregaron una lista de personas a contactar y le orientaron ofrecer una
conferencia sobre el proceso de transición en Letonia. Ya aquí es tratar de aplicar a Cuba lo que
se hizo en Europa del este, y que en el caso de Cuba les ha salido muy mal.
En
enero del 2001, se produce la célebre visita de los “turistas” checos, Ivan
Pilip y Jan Bubenik, que fue ampliamente informada en aquel momento y conocida
por nuestro pueblo, quienes al ser detenidos declararon estar orientados y
financiados por la organización Freedom House, por intermedio de Robert
Pontichera.
Estos
son solo algunos de los momentos en que esta organización norteamericana, que
recibe dinero del gobierno de Estados Unidos para la subversión en Cuba, fue
agarrada in fraganti en sus acciones de subversión en Cuba, y ahí está la
demostración, están los nombres de a quién venían a entregarles el dinero,
están el momento y los medios que venían a entregarles y están los ciudadanos
extranjeros que utilizaron para estas acciones subversivas en Cuba, que
demuestra, efectivamente, una vez más que son instituciones al servicio de la
subversión en nuestro país, con dinero del contribuyente norteamericano.
Randy Alonso.- Sí, Polanco, y
eso no es solo en el territorio de Estados Unidos, ese financiamiento, esa
búsqueda de generar actividades de subversión contra nuestro país se ha
extendido a otros territorios, principalmente de América Latina.
En
España, incluso, hace unos días, el 23 de mayo, después del discurso del
presidente Bush, el periódico mexicano La
Jornada publicó un artículo de los periodistas James Cason y David Brooks,
sus corresponsales en Estados Unidos, que titularon “México, base de grupo
anticastrista de Estados Unidos” y lo subtitulan: “Es financiado por la Casa Blanca y forma parte de un grupo o de
un programa oficial para minar al gobierno cubano.”
Entre
otras cosas, este artículo de los dos corresponsables de La Jornada dice que “estas actividades en México desarrolladas por
grupos anticubanos, según funcionarios estadounidenses, a raíz del anuncio del
presidente George Bush esta semana de incrementar lo que definió como
asistencia directa al pueblo cubano a través de organizaciones no
gubernamentales, deben obtener más financiamiento.
“Aunque
ningún funcionario estuvo dispuesto a detallar los nuevos esfuerzos
anticastristas, en particular en México, integrantes de la Casa Blanca
informaron esta semana que su gobierno espera poder aumentar el financiamiento
para agrupaciones opositoras a Castro, tanto en Cuba como en Estados Unidos y
en países como México y España.
“Es
posible saber cómo funcionarían estas iniciativas, al revisar las actividades
que Estados Unidos ha financiado a través de las ONG y en campañas con la
sociedad civil en este y otros países.
“Entre
1996 y el 2000, el gobierno estadounidense otorgó 6 419 275 dólares a 15 ONGs y
tres universidades que se dedicaban a apoyar a los disidentes en Cuba.
“El
año pasado Washington otorgó otros 5 millones de dólares para estas actividades
y está proponiendo gastar una cantidad igual este año.
“Una
evaluación del programa de la firma de contabilidad PriceWaterhouseCoopers,
documentó en el 2001 que gran parte de estos fondos se quedó en Estados Unidos,
la mayoría de ellos en grupos con sede en Miami, que desarrollaban esfuerzos
vagos por apoyar actividades anticastristas.”
Dice
más adelante este reportaje:
“Gilliam
Gunn Klitsow, profesora del Trinity College de Washington y experta en la
relación con Cuba, cree que estos programas tienen más que ver con la política
de Estados Unidos que con el cambio en Cuba; pero estas críticas no han
disuadido a Bush, quien dijo: ‘Mi
Administración relajará la asistencia a las restricciones a la asistencia
humanitaria brindada por organizaciones estadounidenses religiosas y otras no
gubernamentales que atienden directamente las necesidades del pueblo cubano y
que ayudarán a construir la sociedad civil cubana, y Estados Unidos otorgará a
tales grupos asistencia directa, que puede dedicarse a actividades humanitarias
y empresariales’, afirmó el Presidente el lunes pasado.
“Antes
de anunciar su política hacia Cuba esta semana” —dice La Jornada—, “Bush habló telefónicamente con los presidentes
Vicente Fox, Ricardo Lagos, de Chile, y Fernando Henrique Cardoso, de Brasil,
para adelantarles lo que estaba por declarar y en su discurso solicitó a otros
países del hemisferio usar su influencia sobre el gobierno de Cuba para que
permita elecciones libres e imparciales para la Asamblea Nacional y promover
reformas reales significativas y verificables.”
La
semana pasada, el New York Times
informó que el gobierno de Bush tiene la intención de solicitar a otros países
en Europa y América, particularmente México y España, que ayuden a generar
apoyo para los críticos del gobierno de Castro; pero, aparentemente” —dice La Jornada—, “el gobierno de Bush no
solo está buscando promover esta línea con otros gobiernos.
“Según
el resumen de PriceWaterhouse, del Programa de Asistencia a las ONG realizado
en el 2001, fondos del gobierno estadounidense también se han canalizado para
apoyar una red de comités de solidaridad establecidos en varios países de
América Latina y coordinados por la organización Directorio Revolucionario
Democrático Cubano con sede en Miami.
“Esta
organización, de acuerdo con documentos federales de Hacienda, recibió 89% de
su presupuesto total del Gobierno Federal estadounidense.
“Cuando
La Jornada se comunicó a las oficinas
del Directorio en Miami para solicitar información sobre sus actividades en
México, uno de sus representantes confirmó que han trabajado con agrupaciones
mexicanas y de otros países latinoamericanos; pero se negó a dar los nombres de
los encargados o información sobre cómo contactarlos.
“No
obstante, según documentos legales de impuestos sometidos al Gobierno Federal, La Jornada se ha enterado que el
Directorio ha establecido oficinas para los comités de solidaridad en México,
República Dominicana y Argentina.
“El
Directorio gastó 46 000 dólares en 1999 y otros 65 000 en el 2000, Gobierno
federal, La Jornada se ha enterado
que el directorio ha establecido oficinas para los comités de solidaridad en
México, República Dominicana y Argentina.
El Directorio gastó 46 000 dólares en 1999 y otros 65 000 en el 2000, en
el rubro de gastos de oficina de México —según la forma 990 federal— que deben
presentar las ONG a las autoridades fiscales de Estados Unidos; sin embargo, el
informe de la contaduría PriceWaterhouse ofrece más detalles sobre estas
actividades y describe cómo el Directorio trabajó con el llamado Comité de
Solidaridad en México y otros grupos poco antes de celebrarse en 1999 la Cumbre
Iberoamericana en La Habana para organizar actividades anticastristas.
En
otro momento dice: “Otras actividades
en México, organizadas con el apoyo de los fondos estadounidenses canalizados
por el Directorio en Miami incluyeron un mitin frente a la embajada de Cuba en
la ciudad de México el 23 de mayo de 1999.”
Son
algunas de las revelaciones que por estos días
ha sacado La Jornada, de
México, y que demuestra el canal hacia donde fluyen los llamados apoyos
financieros del gobierno norteamericano, para los grupúsculos
contrarrevolucionarios y la mafia anticubana en nuestro país.
Y
entre tanto reparto de dinero que hay en estos días en Estados Unidos en este
llamado al aumento del financiamiento a los grupúsculos contrarrevolucionarios
y a la mafia anticubana, dicho por el presidente Bush en Miami, pues se ha dado
una nota muy interesante en los últimos días.
A los reclamos de dinero, o a la orgía del dinero que se está dando en
Miami, pues ha salido también el señor Joe Carollo a reclamar que su despido
como alcalde de Miami en la Florida, que su retiro —pudiéramos decir— es
insuficiente, y que si están repartiendo dinero que, por favor, que a él también
le den un poco más.
Así
lo dice en este reportaje televisivo.
Periodista.-
Y tampoco ha
gustado mucho el monto de la pensión que recibe el ex alcalde de Miami Joe
Carollo. Carollo recibirá por el resto
de su vida 112 000 dólares al año de pensión, bastante más que su salario como
alcalde, que era de 97 000
dólares.
Algunos líderes comunitarios se
preguntan por qué esta pensión es más alta que la que había fijado una comisión
evaluadora antes de que Carollo cesara en su cargo, pero —según el Miami
Herald— Carollo cree que él merece una
pensión bien alta, porque, según él, salvó a la ciudad de Miami.
Randy Alonso.- Bueno, ya
sabemos de qué salvación se habla. Y por cierto que Carollo no termina su
rollo, porque anda en estos días en el Tribunal de Miami en el litigio de
divorcio con su esposa, tras el golpe en la cabeza con la supuesta tetera.
Bueno,
parece que está pidiendo el aumento por este litigio.
Más
allá de la anécdota y de la visión de cuál es la situación en la que se mueve
la mafia de Miami y cómo el dinero constituye el leitmotiv de todas sus
actividades, hay un elemento muy importante en todo este financiamiento y apoyo
a los grupúsculos contrarrevolucionarios en nuestro país. No es solo las actividades de la mafia
contrarrevolucionaria en Miami, no es solo la existencia de estas
organizaciones que en Washington y en Nueva York sirven para canalizar los
fondos hacia los empleados norteamericanos en nuestro país, sino también —y muy
importante— es el papel que desempeña en toda esta historia la Oficina de
Intereses de los Estados Unidos en nuestro país.
Sobre
eso le propongo hablar a Reinaldo Taladrid.
Reinaldo Taladrid.- La última vez
que hablé aquí de la SINA, mencioné que ellos cometían siete pecados capitales
como sede diplomática; pero la dialéctica es muy fuerte y, trabajando en esto
hoy, la lista de pecados se me aumentó a 9, además de los siete aquellos. Y, bueno, quiero compartirlos con ustedes.
Por
ejemplo, la Sección de Intereses de Norteamérica en Cuba, una sede diplomática:
1.
Financia a grupos ilegales, cuyo fin es derrocar al
gobierno
cubano legítimamente constituido.
Primero,
una sede diplomática no puede financiar a ningún grupo local en ningún país, y
mucho menos a un grupo ilegal, pero, además, un grupo que se proponga abierta o
encubiertamente derrocar al gobierno legítimo.
Si
queda alguna duda de esto, de que si la Sección de Intereses se mete en dar o
no dar dinero, yo les voy a pedir que se vuelva a poner una imagen de un acto
que ocurrió en la Universidad de Miami hace poco, en febrero de este año. (Proyectan imagen en pantalla.) En ese acto el dinero del gobierno de
Estados Unidos —ya se explicó, le están dando un millón y algo más de 45 000
dólares a la Universidad de Miami— se
lo están dando para algo que se llama “Proyecto de transición cubana”, o sea,
cómo va a cambiar el gobierno cubano, cómo derrocar al gobierno cubano. Entonces están, fíjense, “la loba feroz”,
Ileana Ros, sonriente; a su lado, Adolfo Franco, que era empleado de ella y
ahora se encarga de repartir el dinero en la USAID para toda América Latina, y
fíjense que un poquito atrás de Franco está nada más y nada menos que la jefa
de la Sección de Intereses de Norteamérica, la señora Vicky Huddleston en ese
acto. En ese acto ella dijo que garantizaba
que hasta el último centavo de ese dinero llegara a sus destinatarios.
Si
la Sección de Intereses no está involucrada en repartir dinero a grupos
ilegales en Cuba, ¿cómo ella dijo en ese acto que ella “garantiza que hasta el
último centavo llegue a sus destinatarios”?
Una de las dos cosas es falsa, y lo que está claro es que sí están
participando en eso.
2. La Sección de Intereses de Norteamérica en
Cuba abastece
materialmente,
no solo en dinero, a estos grupos ilegales cuyo propósito es derrocar al
gobierno cubano. Les dan todo tipo de
propaganda, todo tipo de libros, pero, además, les dan también medios técnicos
para hacer todo ese trabajo. Bueno, si
usted tiene un empleado, usted tiene que darle medios de trabajo, porque si no,
qué va a hacer el empleado, dónde va a escribir, qué va a hacer. O sea, les proporcionan a sus empleados
medios técnicos, y, además, propaganda.
3.
Les piden a estos empleados locales numerosas informaciones
que no tienen
que ver nada, ni siquiera con los pretextos que se usan para todo esto: que si
la democracia, que si la lucha, que si la política, etcétera, informaciones
económicas y de otro tipo que no tienen nada que ver con eso. ¿Eso cómo se llama en buen cubano? Se lo dejo a ustedes.
4. En esa oficina de la Sección de Intereses,
en ese edificio
de la Sección
de Intereses de Norteamérica hay una enorme cantidad de equipos técnicos que no
tienen nada que ver con el trabajo diplomático de una sede diplomática, equipos
técnicos para escuchar, para grabar, etcétera, y eso, que yo sepa, no se usa
para el trabajo de mejorar las relaciones entre los dos países o hacer trabajo
diplomático, o lo que está establecido para una sede. Lo que yo sí les digo, que lo digo siempre: no se les ocurra en este país hablar por
teléfono en un celular, porque ahí lo están oyendo y grabando permanentemente.
5. Para darles una idea: entre el año 1998 y el 2000 visitaron
a Cuba 540
funcionarios en calidad de funcionario de tránsito. El 30% de esos 540
funcionarios norteamericanos que visitaron a Cuba, aquí a la Sección de
Intereses, fueron identificados como oficiales de servicios especiales de
Estados Unidos. ¿Qué venían a hacer aquí tantos oficiales de servicios
especiales de Estados Unidos, qué venían a hacer, a ver la naturaleza cubana,
qué venían a hacer tantos oficiales de servicios especiales? Una buena pregunta para que la responda la
Sección de Intereses.
6. La Sección de Intereses de Norteamérica ha
hecho uso y
abuso de las
visitas que en gesto de buena voluntad y unilateral, porque no está incluida en
los acuerdos, tuvo Cuba de permitir que se fuera a los lugares de las personas
que son devueltas a razón de los acuerdos migratorios.
Como
van ahí, y ya se aburrieron de comprobar que no hay represalia y que no les
pasa nada, pues han empezado a utilizar esas visitas, uno para estudiar y
reclutar nuevos empleados —empiezan a ver dónde hay caldo de cultivo para
nuevos empleados—, y número dos, para también seguir buscando información que
no tiene nada que ver con ir allí a comprobar si fueron represaliados o no —que
no lo fueron— los ciudadanos que son devueltos en virtud del acuerdo
migratorio.
7. Han hecho una labor permanente —esto es
pi, constante— de
torpedear
cuantas visitas de norteamericanos de buena voluntad se producen o tratan de
producirse a Cuba. Está desde impedir o
tratar de impedir que un barco de estudiantes entre, ya ni siquiera que venga
aquí, hasta una vez que llega y no pueden impedir que venga, hacer todo lo
imposible porque no se reúnan con los cubanos, mucho menos que vean al
compañero Fidel, es un miedo, es como si Fidel fuera el encantador de
serpientes. No, sencillamente, les dice
la verdad, y le tienen miedo a la verdad, porque no se les dice otra cosa que
no sea la verdad, y han hecho lo indecible en este sentido.
8. No solo tratan de impedir reuniones y de
bloquear visitas, sino que vienen norteamericanos a Cuba a cosas muy legítimas
de ellos, incluso, vienen en carácter legal, con autorización y, entonces, los
llaman y les obligan, les imponen una reunión con ellos, ahí en la Sección de
Intereses, les dan una visión de Cuba, les dan un material que se llama Cuba
Update, Cuba actualizada, y los visitantes no lo han pedido.
Por
ejemplo, un grupo de ortopédicos vino a un congreso de ortopedia, y de pronto
los fueron a buscar, los llevaron para la Sección de Intereses, les empezaron a
hablar de cosas, y los doctores, los ortopédicos, que venían a hablar de
ortopedia, de pronto se molestaron, porque dijeron que qué cosa era eso, y que
se iban, incluso, a quejar de la actitud como diplomáticos de esta oficina,
como norteamericanos. Les imponen
esto.
Pero
no solo ellos les imponen estas reuniones, sino que, como otra modalidad,
cuando vienen, sobre todo, políticos norteamericanos o de otros países, usan a
sus empleados locales y les obligan a tener reuniones con estos visitantes, y
esto es hasta poco ético, porque si viene un senador o un político, usted no
puede ponerlo a hablar con un empleado suyo, porque la visión que le da usted
sabe cuál es. Está autointoxicando a
ese político norteamericano que viene a conocer la realidad de Cuba, al ponerle
a hablar a un empleado, a una gente que yo le estoy pagando, yo sé lo que me va
a decir, eso es una autointoxicación de información.
9.- La última es una nueva modalidad, Randy,
ahora la Sección de Intereses de Norteamérica hace campaña política local en
Estados Unidos, esa sí es nueva, y si me pueden volver a poner la imagen, ahí
está (Ponen imagen). ¿Qué hace la jefa
de una oficina diplomática, en un acto local en la ciudad de Miami, antes del
20 de mayo, antes de las elecciones de gobernador de Florida y, sencillamente,
celebrando la entrega de dinero del gobierno norteamericano a instituciones de
la ciudad de Miami? ¿Qué hace ahí en
eso? Está haciendo política local, está
haciendo campaña para la reelección de Jeb Bush, en función de la campaña
política local. Eso es una modalidad
nueva que realmente se incorpora.
Para
finalizar, la mejor definición, yo pienso, un pequeño desliz de honestidad, fue
en una entrevista que con la prensa extranjera tuvieron un grupo de
funcionarios de la Sección de Intereses de Norteamérica, y los voy a
citar. Dijeron: “El apoyo que les damos” —se refiere a los
empleados locales, a los grupúsculos— “es solo moral y, en algunas ocasiones,
se les ofrece merienda, aunque también se les dan aspirinas y plumas de
bolsillo.” La historia se encargará de
ver esta frase qué quería decir.
Randy Alonso.- Gracias, Taladrid.
El
destino final de esta larga cadena, en que son muchos los que se bañan con el
dinero del presupuesto norteamericano, son los grupúsculos
contrarrevolucionarios en nuestro país, los empleados de la Oficina de
Intereses de Estados Unidos y del gobierno norteamericano. Sobre el financiamiento y el apoyo que
reciben estos grupúsculos, es el comentario de Manuel Hevia.
Manuel Hevia.- Gracias, Randy.
En
la mesa de hoy se ha explicado con toda claridad, la estructura subversiva de
esta gigantesca operación de financiamiento a la contrarrevolución en
Cuba. Es importante evaluar ahora la
proyección directa de este proceso, dentro de nuestro país.
En
primer lugar, dado el carácter de mercenarios a sueldo del gobierno de Estados
Unidos de estos grupos contrarrevolucionarios, el gobierno norteamericano se ha
visto precisado, desde su creación, a abastecer y financiar materialmente a
estos grupúsculos, y no solamente a ellos, sino también, como aquí claramente
se ha expresado, a toda la estructura de subversión que sirve de sostén a esa
labor de financiamiento.
Los
centros mencionados aquí van a actuar entonces como intermediarios con estos
grupúsculos, los van a abastecer financiera y materialmente, logísticamente;
van a promocionar en diferentes países todo tipo de eventos sobre Cuba, van a
pagar revistas y la edición de propaganda anticubana; van a financiar también
los viajes de emisarios a nuestro país, para cumplir tareas de enlace y
abastecimiento con estos grupos y garantizar el trabajo de los autotitulados
periodistas independientes, que, como todos sabemos, son los principales abastecedores
de calumnias e infamias a la mal llamada Radio “Martí”, y otros libelos y
autores de otras muchas acciones ilegales.
Pero
eso no es todo, estos centros viven también del negocio de la contrarrevolución
y a costa de estas asignaciones, y no son pocas —y Taladrid comentaba esto— las
denuncias por desvíos y malversación de estos recursos, los altos salarios de
sus directivos, e incluso las quejas de algunos cabecillas internos, cuando en
ocasiones no reciben el dinero que les ha sido prometido.
Estos
centros envían a los grupúsculos no solo dinero en efectivo, sino también
diferentes medios para facilitar su actividad, desde computadoras, impresoras,
equipos de oficina, literatura y propaganda hasta medios de comunicación.
Para
esto se valen de canales tan diversos que van desde falsos turistas —mencionados aquí también— que
arriban en calidad de emisarios tratando de enmascarar sus propósitos hasta la
propia valija diplomática del país que promueve estas acciones y que utiliza
esta vía para introducir materiales propagandísticos, con los que también son
abastecidos estos grupúsculos.
Quisiera
brindar algunos detalles acerca de estas acciones, que si bien utilizan canales
legales para introducir dinero y otros medios, estas acciones constituyen
verdaderas operaciones ilegales.
En
la mesa redonda del 24 de enero del año 2001, hace tan solo un año y cuatro
meses, señalábamos que, según estudios realizados, se calculaba que, entre los
años 1993 y 1999, se habían producido más de 325 operaciones de abastecimiento
financiero y material a estos grupúsculos, con un monto, que calculábamos
también, en varios cientos de miles de dólares y cuantiosos medios materiales
enviados desde el extranjero a estos cabecillas.
Se
calcula en estos momentos que entre el año 2000 y lo que va del 2002 se han producido casi tantas
acciones de abastecimiento, por diferentes vías, como en esos años
transcurridos entre 1993 y 1999. Solo
en el año 2001, podríamos decir, se produjeron unos 200 abastecimientos con
estas características. El dinero en
efectivo, incluso, entregado a cabecillas de grupúsculos
contrarrevolucionarios, solo en el año 2001 —o sea, solo el año pasado— se
calcula en más de 100 000 dólares.
Randy Alonso.- Ese es el efectivo.
Manuel Hevia.- El efectivo.
Quisiera
puntualizar un elemento importante, Randy.
Los fondos introducidos en el país, tanto en dinero como en especies,
son invariablemente entregados en Cuba a aquellos cabecillas, a los que la
mafia de Miami consideran más útiles y comprometidos con sus planes. De esto último, por supuesto, va a depender,
en gran medida, el monto del abastecimiento, que ya en manos de los cabecillas
principales es repartido, en el mejor de los casos, de acuerdo con su propia
conveniencia.
El
dinero aportado por el contribuyente norteamericano, generalmente, a partir de
estas entregas, será invertido en tiendas de divisas para la compra de
artículos de uso personal, perfumes, bebidas, comidas en restaurantes y
paladares, y el uso de taxis, como se ha explicado en otras mesas redondas.
Voy
a referir algunos ejemplos que expresan el monto de muchos de estos
abastecimientos entregados por estas organizaciones pantalla de la mafia de
Miami.
Por
ejemplo, los autotitulados periodistas contrarrevolucionarios, Víctor Rolando
Arroyo Carmona, Luis Alberto Rivera Leyva, Oscar Espinosa Chepé, Rafael Ferro
Salas y Eduardo Pérez Arrufa, recibieron unos 12 600 dólares y otros muchos
medios, tan solo el pasado año. Otros
tres cabecillas, también en este mismo período, recibieron alrededor de 12 000
dólares. Esto nos da una idea del monto
del dinero que está fluyendo, de forma directa, a muchos de estos cabecillas.
Los
contrarrevolucionarios Rafael Avila Pérez, Carmelo Díaz Fernández, Lázaro
González Gómez y Gladys González Noy recibieron también, solo en el año 2001,
un total de 4 500 dólares.
El
cabecilla Pedro Alvarez Ramos recibió, de una organización internacional de
carácter sindical vinculada a la mafia de Miami, 6 000 dólares en agosto del
año 2000. En el mes de abril del año
siguiente, esta misma persona recibiría otros 1 000 dólares.
Los
cabecillas Raúl Rivero y Elizardo Sánchez Santacruz recibieron desde el
exterior, entre el año 2001 y 2002, miles de dólares por diferentes vías y
“conceptos”. A esto también se suma, equipos
de cómputo, medios de oficina, alimentos y todo tipo de propaganda.
Randy Alonso.- Premios creados para entregarles dinero
también a esos dos personajes.
Manuel Hevia.- Exactamente, Randy.
Yo
quisiera precisar algunos detalles con relación a estos dos casos. Por ejemplo:
Junio
del 2000: Un emisario proveniente del
exterior le hace entrega a Elizardo Sánchez de una cantidad aproximada de 5 000
dólares.
12
de abril del 2002 —hace aproximadamente solo unas semanas—: Frank Hernández Trujillo, al cual hicimos
referencia hace solo unos minutos, le hace entrega al cabecilla Elizardo
Sánchez de unas 60 libras de medicamentos, bolígrafos y otros alimentos, en esa
ocasión.
En
el caso de Raúl Rivero, abril del 2000:
Reporteros sin fronteras, otra organización también de carácter
subversiva, conocida y vinculada a todo este accionar subversivo contra Cuba
desde hace unos cuantos años, entrega a este cabecilla una cifra no determinada
de dinero para repartir entre un grupo de reclusos contrarrevolucionarios.
Noviembre
del 2001: Raúl Rivero recibe varios
cientos de dólares de otra organización miamense.
Mayo
del 2001: Raúl Rivero recibe varios
cientos de dólares y algunos objetos de uso personal, provenientes también de
una de estas organizaciones miamenses.
Enero
del 2001: Raúl Rivero recibe una
computadora personal y abundante literatura.
Mayo
del 2002: Raúl Rivero recibe, precisamente de Frank Hernández Trujillo,
medicinas y alimentos de diferente tipo.
La
cabecilla Marta Beatriz Roque, recibió desde el año 2001 hasta la fecha unos 10
000 dólares, lo que le ha permitido adquirir medios de todo tipo, incluyendo
computadoras, medios de comunicación, el acceso a Internet y otros objetos de
uso personal.
La
organización subversiva Reporteros sin fronteras entregó, en el último año, más
de 2 500 dólares a miembros de grupúsculos autotitulados “periodistas
independientes”, sin contar otros muchos materiales de oficina, literatura y
propaganda.
La
organización Nueva Prensa Cubana, radicada en Miami, receptora también de
algunos de estos fondos oficiales del gobierno de Estados Unidos, entregó entre
el año 2000 y el 2001 la cantidad de 40 000 dólares a grupúsculos de prensa
contrarrevolucionaria.
Guillermo
Gortázar, de la Fundación Hispano-Cubana, estrechamente vinculada también a la
mafia miamense, entregó 4 200 dólares a otros dos cabecillas de grupúsculos en
abril del pasado año.
El
mencionado Frank Hernández Trujillo, cabecilla del Instituto para la Democracia
en Cuba y del llamado Grupo de Apoyo a la Disidencia, en los dos últimos años
realizó, como mínimo, 53 acciones de abastecimiento a grupúsculos dentro del
país, en particular, alimentos y dinero en efectivo, a través de emisarios y
otras vías.
Este
cabecilla —y pienso que es un elemento interesante a evaluar— viajó a
Washington a principios del mes de abril de este año y se entrevistó con altos
funcionarios del Departamento de Estado, con el objetivo de informar de sus
actividades e intentar recaudar nuevos fondos para sus acciones.
En
el financiamiento de los grupúsculos participan también, desde territorio de
Estados Unidos, otros grupos de un marcado carácter terrorista, los que
igualmente han hecho llegar, en lo que va de año, varios miles de dólares en
efectivo. Mencionaré algunos ejemplos:
El
terrorista José Basulto, de Hermanos al Rescate, entregó en enero del pasado
año 600 dólares a dos cabecillas de grupúsculos.
En
febrero de pasado año, Alpha-66 hizo llegar 1 200 dólares al cabecilla Elizardo
San Pedro Marín, detenido en Cuba por actividades terroristas de esa
organización.
La
organización terrorista 30 de Noviembre entregó otros 600 dólares, en febrero
de ese año, a los cabecillas Marcos Lázaro Torres León y Mercedes
Figueroa. En abril, de ese mismo año,
entregaría al primero de estos cabecillas otros 400 dólares.
Contamos,
Randy, con decenas de ejemplos más que harían
interminable
esta lista, pero que, indudablemente, ejemplifican el dinero, su monto y otros
muchos recursos enviados a estos mercenarios a través de estas organizaciones
testaferras de la mafia miamense y del imperio.
Randy Alonso.- Organizaciones, Hevia, que están, además, a
la expectativa de cuál será la lluvia de dinero que caerá después de las
promesas del señor Bush, y aunque algunos han salido a dar declaraciones y a
decir: “Por favor, Presidente no nos
revele como sus empleados, no diga que está entregando dinero para nosotros, no
nos haga pasar más por sus empleados”, que ya todo el mundo lo sabe, no hace
falta decirlo, bueno, pues hay otros que sí, que han salido y han dicho: “No, no, no, aquí no hay que ocultar nada,
nosotros queremos que nos sigan mandando dinero.”
Estábamos
hablando del Cuba Free Press, esta organización que recibe parte de ese
financiamiento y que distribuye información contrarrevolucionaria a través de
Internet, pues ha sacado en uno de sus sitios una noticia que dice: “Demandan los opositores ayuda directa de
Estados Unidos”, del 24 de mayo del 2002, cuatro días después de que hablara el
señor Bush.
Dice esta
información: “Nuestro Movimiento Cívico
6 de Enero declara que sí estamos de acuerdo con el envío de ayuda directa del
gobierno de Estados Unidos a los grupos de la oposición interna, afirma Bárbaro
Antonio Vela Grego, presidente de esa organización.
“Vela
Grego dijo: ‘No admitimos a nadie que
hable en nombre de los grupos de derecha.
Apoyamos’, dijo Vela Grego, ‘todas las medidas del embargo y damos un sí
rotundo a la ayuda que nos ofrece el gobierno norteamericano’.”
En
fin, la fórmula para estos contrarrevolucionarios, para estos grupúsculos contrarrevolucionarios
es muy fácil: estrangulen al pueblo
cubano y envíennos a nosotros todo el dinero posible. Esa es la política y la fórmula de los empleados norteamericanos
en nuestro país.
Creo
que son suficientes elementos para demostrar cuál es la conexión directa entre
el dinero prometido por el señor Bush, la mafia contrarrevolucionaria de Miami
y los grupúsculos que, como quinta columna, les sirven en nuestro país.
Les
agradezco a los panelistas que me han acompañado en la tarde de hoy, y también a
los invitados que hemos tenido con nosotros en el estudio.
Compatriotas:
La
política agresiva contra Cuba, ratificada por el presidente norteamericano
George W. Bush durante su orgía mafiosa de Miami, el 20 de mayo, recoge entre
sus más importantes decisiones el incremento de la ya abultada ayuda financiera
a la mafia terrorista anticubana y a los grupúsculos contrarrevolucionarios que
les sirven de quinta columna en nuestro país para su actividad subversiva
contra la Revolución Cubana.
Mientras
2 millones de norteamericanos han perdido sus empleos en el último año por
recortes en sus empresas, mientras más de 120 000 neoyorquinos deambulan sin
casas por la gran manzana, mientras más de 126 000 puestos de enfermeras están
vacantes en los hospitales por los bajos salarios y la congelación de puestos
de trabajo, el gobierno norteamericano destina, con total desfachatez y
desprecio por sus ciudadanos, decenas de millones de dólares de los
contribuyentes para financiar el derrocamiento, por cualquier vía, del gobierno
legítimo y popular de otra nación.
A
la caza del baño de dinero prometido por Bush, están los terroristas de Miami,
que han hecho de la contrarrevolución una industria del terror y las ganancias,
y los empleados norteamericanos en Cuba que intentan, con el salario del
amo, vivir del cuento, como ellos
mismos dicen, mientras tratan de cumplir las órdenes del jefe que les paga.
Pero
la inversión yanki es cada vez menos rentable pues, mientras las cifras suben en dígitos, los resultados de sus
planes subversivos contra la nación cubana fracasan, cada vez más,
estrepitosamente.
Mientras
tanto, del lado de acá de esta historia, el pueblo de esta isla, carente de
grandes recursos, multiplica en varias veces su educación, su cultura, su
conciencia y su honor, armas inexpugnables para ganar esta batalla.
Ya nos lo dijo
Martí: “Son algunos los vendidos y los
muchos los venales; pero de un bufido del honor puede echarse atrás a los que
por hábito de rebaño o el apetito de las lentejas se salen de las filas en
cuanto oyen el látigo que los convoca o ven el plato puesto.”
Seguimos
en combate.
Muy
buenas noches.