Mesa redonda "Los intelectuales y artistas cubanos contra el fascismo", efectuada en los estudios de la Televisión Cubana, el 14 de abril del 2003, "Año de gloriosos aniversarios de Martí y del Moncada".
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Randy Alonso.- Muy buenas tardes, estimados televidentes y radioyentes.
En momentos dramáticos y en extremo peligrosos para la humanidad, cuando el fascismo resurge con la pretensión de ejercer su brutal dominio sobre el planeta, los intelectuales y artistas cubanos han llamado a la creación de un frente antifascista internacional.
Desarrollamos esta tarde la mesa redonda "Los intelectuales y artistas cubanos contra el fascismo", en la que me acompañan relevantes figuras de nuestra cultura.
Están en esta tarde, en el panel, el compañero Carlos Martí, poeta y presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba; Roberto Fernández Retamar, poeta, ensayista, Premio Nacional de Literatura y presidente de la Casa de las Américas.
También tenemos el honor de contar con Pablo Armando Fernández, poeta, novelista, escritor e intelectual cubano y Premio Nacional de Literatura; Julio García Espinosa, uno de nuestros más destacados cineastas, director de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños; Elíades Acosta, historiador, intelectual cubano y director de la biblioteca nacional "José Martí", y Fernando Martínez Heredia, uno de nuestros más destacados ensayistas, presidente de la cátedra "Gramcsi" del centro "Juan Marinello", del Ministerio de Cultura.
Invitados en el estudio, comparten hoy con nosotros diversas personalidades del arte y de la intelectualidad cubana; compañeros del Polo Científico, del Ministerio del Turismo, niños del grupo teatral La Colmenita, y nos acompaña de manera especial, esta tarde, Abel Prieto, ministro de Cultura de nuestro país.
(Se rueda cortina con imágenes del tema)
Randy Alonso.- El Consejo Nacional de la UNEAC, que tuvo lugar el sábado y el domingo en la capital cubana, dio a conocer una declaración llamando a la creación de un frente antifascista.
Carlos Martí, por qué este llamamiento de los intelectuales cubanos, cómo ha sido gestado, cuáles son las bases en las que se sustenta este llamamiento de los intelectuales y los artistas de Cuba.
Carlos Martí.- Realmente, este llamamiento en este momento que estamos viviendo, resulta imprescindible. Es un momento de extrema gravedad para nuestro país y, por supuesto, para la humanidad, esencialmente, puesto que se ha desatado una maquinaria neofascista que ya cobra los resultados de una guerra de rapiña contra el pueblo de Iraq. Es decir que se hizo imprescindible que nos reuniéramos, que reflexionáramos sobre el momento actual, y llegáramos finalmente a un documento como el que se aprobó allí en el Consejo Nacional, que vamos a lanzar a todo el mundo.
Quiero mencionar algunos de los aspectos esenciales de este documento, y de la reflexión que hicimos escritores y artistas.
Primero, hay que señalar —como se plantea en el documento— que este neofascismo tiene pretensiones universales, y lo peligroso es que no tiene opositores armados, ni muro de contención, ni ningún tipo de fuerza capaz de frenarlo. Además, tiene un poder devastador, capaz de aniquilar un país en cuestión de minutos. Este es un primer aspecto que señala el documento.
El segundo aspecto que quiero subrayar, es cómo el criterio intervencionista que se viene imponiendo por Estados Unidos viola todos los acuerdos en materia de Derecho Internacional y pretende arrasar con los principios irrenunciables de soberanía y autodeterminación de los pueblos.
Nuestro pueblo ha podido ver con toda claridad cómo se impuso la guerra, a pesar de que en las Naciones Unidas no fue aprobada.
También se afirma en el documento que está presente hoy la sustitución fatídica del imperio de ley por la ley del imperio. Esta es una afirmación muy importante que está contenida en el documento en cuestión.
Un tercer aspecto es la maquinaria propagandística que se ha desatado; es decir, la fuerza mediática. Todos los medios modernos en función de presentar a los invasores como "fuerzas liberadoras" o como "coalición" —una palabra que tiene cierta nobleza—, y tratar de imponer o anunciar un criterio supuestamente "democrático", cuando en realidad nosotros vemos que lo que se ha abierto paso es el genocidio más brutal. Esto no es ninguna coalición. Sencillamente, son las fuerzas imperiales que han desatado, unilateralmente, esta agresión contra el pueblo iraquí.
Esta maquinaria, como se conoce, inunda cotidianamente el planeta, reiterando el mensaje de superioridad de Estados Unidos y el papel mesiánico que se les atribuye. Se complementa, desde luego, con una visión, que nos convierte a nosotros en el Tercer Mundo, a todo lo que no es Estados Unidos, al otro, en una caricatura. Realmente es parte de esa maquinaria neofascista, que se ha ido desatando y que se ha puesto en práctica con la guerra de Iraq.
Sin embargo, a pesar de la enorme influencia mediática, se ha ido abriendo paso una conciencia antibélica y hemos visto cotidianamente, a través de las mesas redondas y las informaciones que se han divulgado, cómo esa conciencia antibélica y antimperialista ha logrado levantar a los pueblos, vemos grandes manifestaciones en todas partes del mundo y, precisamente, el sector intelectual también se ha levantado en el mundo.
El manifiesto, No en nuestro nombre, que suscribieron los más importantes intelectuales norteamericanos es prueba de ello.
Es justo recordar también que nosotros, en todo este tiempo en que hemos estado trabajando contra la guerra y tratando de reflexionar sobre este fenómeno neofascista, hemos distinguido perfectamente que una cosa es el gobierno de Estados Unidos, que está actuando de esta manera, y otra cosa es lo mejor de la cultura norteamericana y su pueblo; de manera que recordamos cómo la UNEAC, el 4 de julio del pasado año, celebró la independencia norteamericana tratando de distinguir entre el gobierno imperialista, la maquinaria neofascista, y la gran cultura norteamericana, que está representada, precisamente, por aquellos que firmaron el documento No en nuestro nombre. Por lo tanto, se trata de varias acciones que se han emprendido.
Puedo mencionar también que cuando comenzó la guerra hicimos un taller "No a la guerra" en la sede de la UNEAC y en las provincias, y por ahí pasaron escritores y artistas emitiendo sus criterios de condena a la guerra y trabajando junto con la población que se reunió allí.
Ese taller nos abrió el camino hacia el Consejo Nacional y para dar la batalla y abrir la reflexión sobre este programa neofascista.
Otro aspecto que este documento atiende es que después de lo que ocurrió, de manera repudiable, el 11 de septiembre, pues, sencillamente, aquellos hechos se convirtieron en un pretexto para implantar una política preconcebida de dominación y saqueo universales. Personalmente aprecio una autoprovocación, un gigantesco Maine, para imponer este tipo de agresiones al mundo.
Es decir que la presunta lucha contra el terrorismo ha facilitado un despliegue sin precedentes en armas y recursos, un espléndido negocio que fue siempre el sueño del complejo militar industrial.
Estamos ante un despojo de los recursos del mundo, de las riquezas de los pueblos; pero aún peor que en la época colonial, porque las armas son más sofisticadas y están en manos de la mayor potencia imperial que se haya conocido; por lo tanto, la situación es realmente crítica.
Estos aspectos están contenidos en nuestro documento y lo que denunciamos esencialmente es el siniestro propósito de implantar o imponer una tiranía mundial neofascista. Ese es un concepto que queda claro.
Los escritores y artistas cubanos nos pronunciamos por sembrar ideas, sembrar conciencia, como fue proclamado en el 150 aniversario de José Martí.
Creo que las sesiones de nuestro Consejo Nacional fueron verdaderamente memorables y no quedarán allí; más adelante, hablaré sobre un programa de trabajo, tenemos que concretar los acuerdos de ese Consejo Nacional.
Recuerdo una excelente intervención que hizo allí la doctora Graciella Pogolotti, en la que afirmaba que se ha avanzado mucho en la denuncia del programa de globalización neoliberal en el terreno económico; pero que igualmente hay que avanzar en el desmontaje del pensamiento de la ultraderecha y su doctrina neofascista. Recordé también un incidente en el cual un connotado nazi en el año de 1936, hizo una brutal afirmación: "Cuando oigo la palabra cultura, desenfundo mi revólver", y tenemos aquí presente a Roberto Fernández Retamar, quien en el Congreso Cultural de La Habana, en el año de 1968, ripostó esa afirmación fascista para todos los tiempos, con una afirmación humanista para todos los tiempos: "Cuando oigo la palabra fascismo, desenfundo mi cultura." Es decir que tenemos ahora que movilizar el talento, las ideas, el pensamiento. La reflexión debe imponerse y abrirse camino, para que realmente podamos crear un frente antifascista a escala universal.
Randy Alonso.- Un frente, Carlos, que —como dice este mismo documento— tiene que enfrentar el programa expansionista que fundamenta esta agresión y que fue elaborado por la ultraderecha norteamericana, heredera del pensamiento de aquellos que —en su época— denunció, con asombrosa visión histórica, José Martí. Esta posición de la intelectualidad cubana tiene su simiente y su base en el pensamiento de nuestro Héroe Nacional.
Sobre la política imperial norteamericana, la reflexión que José Martí hizo hace más de un siglo, es la opinión en nuestra mesa redonda del destacado estudioso de la obra de Martí y gran intelectual cubano, Cintio Vitier.
Cintio Vitier.- Vamos a hacer algunas consideraciones sobre la forma cómo José Martí vio la política norteamericana.
Todos sabemos cuáles eran los Estados Unidos que Martí admiró y quiso. Bueno, los Estados Unidos de Lincoln, a quien él llamó el leñador de ojos piadosos; de los grandes poetas, los grandes pensadores norteamericanos; de los luchadores sociales, los abolicionistas, desde luego; los filántropos, los indios, los negros.
Como ejemplo de lo que decimos, de cómo él vio la política ya en su tiempo y cómo previó su futuro, tenemos un artículo realmente sorprende, de 1885, titulado: La política de acometimiento, donde dice cosas como estas:
"...estos tártaros nuevos, que merodean y devastan a la usanza moderna, montados en locomotoras; estos colosales rufianes, elemento temible y numeroso de esta tierra sanguínea, emprenden su política de pugilato, y, recién venidos de la selva, como en la selva viven en la política, y donde ven un débil comen de él, y veneran en sí la fuerza, única ley que acatan, y se miran como sacerdotes de ella, y como con cierta superior investidura e innato derecho a tomar cuanto su fuerza alcance."
Esta es, realmente, la raíz de este tipo de política que ha ido, desde luego, intensificándose hasta nuestros días; pero, simultáneamente, Martí, algunos años después, a propósito de los planes que él preveía que se estaban preparando para la intervención de Estados Unidos en la guerra de Cuba, en la guerra que él estaba organizando, y ya esto es en el año 1889, se refiere a esos planes y dice:
"Cosa más cobarde no hay en los anales de los pueblos libres ni maldad más fría." Ya aquí él percibe otro elemento que se va a ir apoderando de la política norteamericana, que es el de la frialdad, la astucia, y esto nos recuerda y nos estremece pensar en el aforismo, en la sentencia de José de la Luz y Caballero: "La frialdad, materia prima de la maldad."
Es evidente que las previsiones martianas acerca del llamado destino manifiesto están alcanzando en nuestros días una confirmación catastrófica, aparte de que, realmente, sentimos la posibilidad de un contrapeso esperanzador en lo más sano del pueblo norteamericano: en la conciencia de sus intelectuales, de sus artistas, que, además, están sumándose, indiscutiblemente, a un clamor, por primera vez universal, contra la guerra.
Se percibe cada vez más la imantación de unos sucesos con otros.
La brillante intervención que hizo nuestro Ministro de Relaciones Exteriores ante el Consejo Nacional de la UNEAC mostró y demostró la astuta, fría y no por ello menos instintiva planificación de la superpotencia que se ha propuesto apoderarse del planeta como de un todo indistinto.
Ya política de acometimiento se va convirtiendo en política de arrasamiento y ante estos sucesos y esta situación pavorosa a nivel mundial, no es exagerado denunciar su entraña fascista o nazifascista, como nos decía ayer Fidel, con el agravante de una hipocresía, precisamente, hija de la frialdad, que no practicaron Hitler ni Mussolini.
La bandera que ahora se esgrime como pabellón del luto universal es nada menos que la "democracia". Al cerrar filas en un frente internacional antifascista, como el que se propone en esta declaración, en este documento de la UNEAC, nos obligan nuestros héroes, nuestros mártires, nuestros pensadores, nuestros artistas, nuestros poetas fundacionales, en cuanto voceros y parte esencial de nuestro pueblo; ya ellos son, de hecho, desde Varela, pasando por Martí hasta nuestros días, ese frente en nosotros, dentro de nosotros. También ellos nos impulsan a creer con Martí, en el mejoramiento humano, impidiendo en nuestros actos —y esto me parece esencial—, toda mancha de odio y poniéndonos cada día más al servicio de los pobres de la tierra.
Randy Alonso.- Retamar, evocaba Cintio Vitier la raíz de esta posición de los intelectuales cubanos que nos viene desde Martí; pero, junto a Martí, hay otros importantes antecedentes que acompañan al llamado de la intelectualidad cubana a un frente antifascista internacional, y quisiera que usted, desde esa remembranza histórica, nos ayudara a comprender los antecedentes, pero también las bases de ese llamado de nuestros escritores y artistas.
Roberto Fernández Retamar.- Cintio, de manera magnífica, señaló el papel fundamental de los análisis martianos de Estados Unidos, análisis en los que él supo distinguir siempre, con toda claridad, entre lo que llamó la patria que amamos, de Lincoln, y la patria que tememos, de Cutting: y esta es una línea de la que él no se apartó jamás.
Incluso antes de Martí hay singulares previsiones de los males que nos podían venir de los entonces juveniles, pero ya rapaces Estados Unidos. Una de esas previsiones se da en el propio Bolívar y está citada en el documento de la UNEAC seis unos años después de emitida la Doctrina Monroe, que como se sabe lo fue en 1823, Bolívar, en una carta, escribe: "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad." Y esto tiene que ver con lo que Cintio decía: con la hipocresía, es decir, utilizar términos como "democracia" y "libertad" para enmascarar sus verdaderos propósitos.
Algún tiempo después se emitiría la Doctrina del Destino Manifiesto, y se puede decir que la Doctrina Monroe y la Doctrina del Destino Manifiesto siguen siendo esenciales en la política exterior de Estados Unidos. A nuestra América le tocó el triste privilegio de ser el inicial conejillo de Indias de tal política. Hoy en día esa política abarca todo el planeta, y por eso hemos llamado a la creación de un frente mundial contra el neofascismo.
A propósito de Martí, antes de pasar a otros ejemplos, yo quisiera recordar también los imprescindibles análisis que él realizara a propósito de las primeras Conferencias Panamericanas: la que tuvo lugar entre 1889 y 1890, y la que tuvo lugar en 1891, ambas en Washington. Citaré simplemente unas líneas relativas a este último congreso. Dijo entonces Martí: "Creen en la necesidad, en el derecho bárbaro como único derecho: ‘Esto será nuestro, porque lo necesitamos.’" Bueno, no se puede decir con menos palabras y con mayor claridad el propósito, que sigue siendo vigente más de un siglo después.
El imperialismo siguió desarrollándose —Martí lo vio surgir, es posible que sus análisis hayan sido los primeros análisis concretos sobre el imperialismo— a lo largo del mundo y llevó, desde luego, a una actitud antimperialista creciente.
En 1927 se celebró en Bruselas un memorable congreso antimperialista, en el cual estuvo presente Julio Antonio Mella, cuyo centenario estamos conmemorando. Mella leyó allí ponencias que habían sido redactadas por su fraternal Rubén Martínez Villena. Ese fue un congreso verdaderamente importante, al cual enviaron saludos personalidades como Einstein, por ejemplo, y hubo una serie de grandes luchadores llamados después a tener un papel muy importante en la historia.
Sin embargo, si queremos insistir en antecedentes aún más específicos de nuestra posición, de nuestra declaración, habría que pensar en el momento en que el abierto fascismo se convierte en una fuerza invasora en el planeta. Sabemos que el fascismo se establece en 1922 en Italia por vez primera, bajo Mussolini, y en 1933, en una forma todavía más agresiva, más bárbara, en la Alemania hitleriana, la Alemania nazi, y es esta presencia del fascismo, que como una sombra se extendía sobre el planeta, la que lleva a que un grupo de intelectuales realicen en París, en 1935, el Primer Congreso de Intelectuales Antifascistas, el Primer Congreso en Defensa de la Cultura. Este congreso celebrado en París, en 1935, seguramente va a ser evocado en otras ocasiones en esta mesa. Allí hubo intervenciones muy importantes, como las de Bertolt Brecht.
Dos años después, el fascismo creció todavía más, puso su garra sobre la España republicana e inició la guerra entre 1936 y 1936, la infausta Guerra Civil Española y entonces, en 1937, se celebró un Segundo Congreso de Intelectuales Antifascistas, un Segundo Congreso en Defensa de la Cultura, que tuvo lugar sobre todo en Valencia y conoció, incluso, una continuidad en París. Ese congreso fue capital. García Márquez lo ha llamado uno de los pocos congresos de esta naturaleza verdaderamente trascendentes en la historia. Cuba tuvo el privilegio de estar representada en ese congreso por figuras eminentes, como Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Juan Marinello, Félix Pita Rodríguez, Leonardo Fernández Sánchez. Fue un congreso que reunió a una gran cantidad de intelectuales de primera fila del mundo entero, y ese congreso se celebró bajo las bombas; ese congreso ocurrió en medio del combate por la libertad que estaba librando, desgraciadamente sin éxito, el magnífico pueblo español. Para citar antecedentes de nuestra posición, hay que subrayar mucho este congreso, y no hemos sido nosotros los únicos en subrayar un antecedente de tal naturaleza.
El mundo ha vuelto, desgraciadamente, a ver renacer el fascismo, que había sido derrotado militarmente en 1945: estamos ante una expansión del neofascismo, y es muy hermoso —lo ha mencionado Carlos y seguramente habrá de ser mencionado nuevamente— que un grupo notabilísimo y numerosísimo de destacados intelectuales estadounidenses hayan retomado la bandera de rechazar estas tropelías, y me refiero concretamente al manifiesto ya nombrado: No en nuestro nombre, un manifiesto suscrito por muchos de los más brillantes intelectuales estadounidenses.
Pienso en figuras como Edward Said, a quien se le va a rendir, dentro de 48 horas, un homenaje, porque se cumplen 25 años de la publicación de su gran libro Orientalismo; pienso en Noam Chomsky; pienso en muchísimos artistas de cine, muy corajudos, que también seguramente van a ser mencionados nuevamente en la mesa.
Este manifiesto casi no tiene parigual en la historia de Estados Unidos. A mí me recuerda el "Manifiesto de los 121", de los franceses, a principios de la década del 60, cuando apoyaron la guerra de liberación de Argelia; pero este de ahora es numerosísimo. Los datos que tengo es que hay más de 20 000 personas que lo han suscrito ya: un documento que al principio no tenía manera de ser publicado, porque la prensa no quería recogerlo en aquel país, y al final tuvo que ser comprada una página de un periódico para que apareciera la declaración, que después ha reaparecido muchas otras ocasiones y ha tenido un eco muy grande.
Por ejemplo, en Europa, algún tiempo después, se publicó un manifiesto con el nombre "Contra la barbarie", y ese manifiesto explícitamente dice: "Hacemos nuestro el llamamiento No en nuestro nombre de los y las intelectuales y artistas estadounidenses que se niegan a permitir que su gobierno lleve a cabo en su nombre sus planes de expolio y exterminio", etcétera. Es decir que tiene una repercusión europea.
Y más recientemente aún —no ha sido aún publicado por nuestras publicaciones, por nuestras revistas, como lo ha de ser— se ha dado a conocer, a principios de este propio mes, un manifiesto del llamado Comité Internacional de Intelectuales contra la Guerra, en el mismo espíritu, solidarizándose con los intelectuales estadounidenses, y este nuevo manifiesto, sobre todo, está suscrito por intelectuales latinoamericanos.
Menciono estos precedentes porque no estamos en presencia de una actitud solitaria de parte nuestra, por el contrario, somos muy conscientes de que formamos parte de un coro, de un frente que se opone vivamente al neofascismo y que está teniendo una gran acogida entre los pueblos del mundo entero.
Millones de hombres y mujeres han estado desfilando en todas partes contra la guerra y en favor de la paz, millares de intelectuales están firmando documentos, realizando obras de arte, participando en actividades muy diversas con esos fines.
Nuestro gesto es un gesto —repito— que se suma a muchísimos otros y estamos seguros de que a pesar de que no exista un valladar militar contra el neofascismo, el valladar de los pueblos, el valladar de la opinión pública, el valladar de los intelectuales será suficiente para impedir que el neofascismo logre triunfar sobre el planeta y, por tanto, ponga en peligro de extinción la especie humana.
Randy Alonso.- Gracias, Retamar, por sus reflexiones.
(Se rueda cortina con imágenes del tema)
Randy Alonso.- Si la filosofía de Hegel, Nietzsche, Schopenhauer, le dieron vida y pasión a los creadores del holocausto del siglo XX, especímenes menos cultos y de menor prosapia intelectual, pero más pragmáticos, alientan a la pandilla fascista del siglo XXI.
Autores de cabecera de la actual administración norteamericana son el bostoniano Henry Cabot Lodge, quien afirmó que "En el siglo XIX ningún pueblo igualó nuestras conquistas, nuestra colonización y nuestra expansión y ahora nada nos detendrá"; lo es también Marse Henry Watterson, quien declaró que Estados Unidos "es una gran república imperial destinada a ejercer una influencia determinante en la humanidad y a modelar el futuro del mundo como no lo ha hecho nunca ningún otra nación, ni siquiera el Imperio romano"; o Charles Krauthemmer, quien hace poco escribió en The Washington Post: "Estados Unidos cabalga por el mundo como un coloso. Desde que Roma destruyó Cartago ninguna otra gran potencia ha alcanzado las cimas a la que hemos llegado. Estados Unidos ha ganado la guerra fría, se ha puesto a Polonia y a la República Checa en el bolsillo y después ha pulverizado a Serbia y a Afganistán. Y de paso ha demostrado la inexistencia de Europa.
O también a Zigniew Brzezinski, quien ha declarado que "el objetivo de Estados Unidos debe ser el de mantener a nuestros vasallos en un estado de dependencia, garantizar la docilidad y la protección de nuestros súbditos y prevenir la unificación de los bárbaros."
Es la doctrina que sustenta a la administración norteamericana de hoy, la que se plantea —como decía Retamar— un nuevo "destino manifiesto": implantar una dictadura fascista mundial; un neofascismo y una dictadura que está alentada y que tiene dirigida hacia las grandes masas un vasto poder mediático que han utilizado durante toda esta administración y que ha tenido, indudablemente, un rol fundamental en esta guerra desatada contra Iraq, en la que los medios de comunicación han sido otra arma de batalla sofisticada y tecnológica con la que ha contado Estados Unidos.
Sobre el papel que ha desempeñado ese poder mediático en la implantación del neofascismo norteamericano, le pido sus reflexiones en esta mesa redonda a Elíades Acosta.
Elíades Acosta.- Bueno, Randy, es muy interesante escuchar, por ejemplo, el nombre de Henry Cabot Lodge, al que tú haces referencia. Fue uno de los grandes amigos de Theodore Roosevelt y de los promotores de la invasión norteamericana y la expansión en el año 1898, comenzando así lo que se ha dado en llamar "El Siglo Americano", que precisamente tiene en estos días, con la guerra de Iraq, su entrada en una fase cualitativamente diferente.
En la Declaración de la UNEAC se planteaba, con toda razón, que junto a la guerra preventiva y la guerra relámpago se añade, por parte de Estados Unidos, un poderoso sistema de propaganda y desinformación.
Yo tengo también en mis manos aquí un libro que vale la pena recordar, y este rostro (Muestra el libro con la imagen de Hitler), porque supongo que también puede ser uno de los libros de cabecera de estos señores: es el libro Mi lucha, de Adolf Hitler. Creo que también vale la pensa volver sobre toda esta ideología, porque es la que estamos viendo en el mundo en estos momentos.
El fascismo fue sumamente hábil a la hora de usar para sus fines todas las herramientas de propaganda, que eran primitivas comparadas con las que existen actualmente para desinformar.
Voy a citar tres ejemplos de aquellos momentos, de aquel fascismo de Hitler: por ejemplo, el uso de conceptos como nacionalsocialismo, para definir a su partido, precisamente, siendo un partido de la burguesía que lo que pretendía era frenar el avance del socialismo y del comunismo en Europa y en el mundo; el uso del negro y el rojo entre sus emblemas, que eran colores usualmente empleados como símbolos en la lucha de los obreros, y las palabras "compañero" y "camarada" para tratarse los fascistas entre sí.
Eso demuestra, precisamente, la astucia, la frialdad, a que hacía referencia Cintio, de estos ideólogos. Es conocida la labor de Goebbels y es conocido todo lo que recomendó sobre el uso de la mentira para poder dominar a las masas.
De todas formas, la maquinaria de propaganda que estamos viendo actuar, retoma aquellas experiencias y las eleva a sitiales insospechados. Estamos viendo no solamente escamotear la verdad, sino tratar de que el espectador normal, el hombre que recibe los mensajes mediáticos se mantenga pasivo y, por lo tanto, se convierta en un cómplice de la barbarie y del crimen.
Ahorita Retamar mencionaba el caso del Congreso de París de 1935, del Primer Congreso en Defensa de la Cultura, y me gustaría mencionar unas palabras de Bertolt Brecht, el gran dramaturgo alemán, que fueron pronunciadas entonces allí, cuando el fascismo se veía avanzar en Europa, y Brecht alertaba sobre un mecanismo, precisamente, de dominación de las masas, un mecanismo psicológico que fue usado entonces y es usado en estos momentos.
Cito a Bertolt Brecht: "Un hombre es golpeado y el espectador de la escena se desmaya. Claro que es natural. Cuando llega el crimen como la lluvia que cae, ya nadie grita: ‘¡Alto!’ ¿No existe el medio de impedir al hombre que vuelva la cara ante la abominación? ¿Por qué vuelve la cara? Vuelve la cara porque no ve ninguna posibilidad de intervenir; el hombre no se detiene en el dolor de otro si no puede ayudarle..."
Precisamente, ese es el mecanismo o uno de los mecanismos de dominación y de desinformación que mencionamos.
De todas formas, las manifestaciones contra la guerra a que hacía referencia Retamar demuestran que no es infalible este mecanismo de dominación y que muchas personas sienten que tienen capacidad para influir sobre la marcha de la política universal.
De todas formas, en el caso de Venezuela, por ejemplo, muy bien conocido por el público cubano, y ahora en el caso de Iraq, ha ocurrido algo muy interesante en cuanto a los métodos de dominación y a la mentira tan socorridos por el fascismo, y es que los mecanismos de dominación se han transparentado. Quiere decir, las personas han podido calar y experimentar por sí mismos cómo se produce este colosal engaño y cómo se trata de trastocar la verdad para lograr pasividad y complicidad.
Se hace difícil ya engañar de la misma forma, y creo que esa es una de las posibles ventajas colaterales que ha traído un conflicto tan desastroso como este de Iraq.
A mí me gustaría también referirme brevemente, y la doctora Graziella Pogolotti lo mencionó muy acertadamente en este pleno extraordinario del Consejo Nacional de la UNEAC, qué subyace tras la guerra y tras este brote del fascismo, y tengo en mis manos un documento del 3 de junio de 1997, que se llama "Programa para un Nuevo Siglo "Americano. Es un Programa —repito— del año 1997, redactado por un grupo de halcones, un grupo de lo que sería "el partido de la guerra", que llevó a su país a la guerra de Iraq y que está detrás de las próximas agresiones que se van a producir, entre ellos Elliott Abrahms, William Bennett, Jeb Bush, Dick Cheeney, Francis Fukujama, el de El fin de la historia; Dan Quayle, Donald Rumsfeld y Paul Wolfowitz.
Este documento es la plataforma ideológica de lo que estamos viendo, y esta guerra es su brazo armado; pero el pensamiento, la reflexión que sostiene lo ocurrido parte de decir que la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos está en una etapa de decadencia —eran los tiempos de la administración Clinton— y que hace falta tomar vigorosas medidas para garantizar el futuro siglo americano, quiere decir, el que vivimos ahora. Es muy interesante, porque se habla en el documento, una y otra vez, de guerra preventiva.
Todos recordamos las películas del Oeste, y que en el Oeste solo subsistía aquel que sacaba primero el revólver y disparaba; solo los más rápidos y los más fuertes. Estamos, entonces, una vez más, en la época de la "Ley del Revólver", lo único que a escala universal y con misiles Tomahawh.
Aquí tengo también, pues que tiene que ver con este tema, una declaración de un oficial del FBI, de septiembre del 2002, tratando de explicarle a un grupo de bibliotecarios norteamericanos por qué tenía derecho el FBI a acceder a los récords de las solicitudes de lecturas que hacían sus usuarios. Fue un intento infructuoso, no pudo lograr nada: los bibliotecarios no se dejaron convencer, ni siquiera pudo terminar su discusión; pero lo interesante es el argumento que maneja este oficial, demostrativo de la vigencia de la "Ley del Revólver".
Dice textualmente: "En el pasado, cuando poníamos a alguien en la cárcel era tras haber cometido un crimen. En el presente, ponemos a una persona en la cárcel para prevenir que pueda cometer un ataque terrorista." Quiere decir que cualquier persona (o país), aunque no haya cometido delito alguno, puede ser sometido a un castigo.
En esta plataforma del proyecto "Por un nuevo Siglo Americano" hay conceptos que son realmente muy ilustrativos de lo que venimos explicando.
Por ejemplo, se repiten una y otra vez conceptos escalofriantes: defensa preventiva, liderazgo global, aprovechar retos y oportunidades, estamos indefensos ante las amenazas globales, hay que promover los principios americanos; hay que tener prudencia en la forma en que se ejerce el poder, pero no debemos dejar de ejercer temiendo los costos que nos puede acarrear; es vital para Estados Unidos mantener un rol activo en la defensa de la paz en el mundo." Para ellos el mundo se reduce a Asia, Europa y Medio Oriente; ni Africa ni América Latina son mencionados expresamente en el documento.
"Hay que golpear antes que surjan las crisis, hay que fortalecer los nexos con los aliados democráticos" —ya sabemos los aliados democráticos tradicionales a Estados Unidos quiénes han sido—, "hay que desafiar a los regímenes hostiles a los intereses y valores de los Estados Unidos" —quiere decir, lo que han hecho con el gobierno iraquí entra dentro de esta estrategia—, "hay que promover la causa de la libertad política y económica" —el neoliberalismo y la globalización—, "hay que extender un orden favorable a la seguridad, prosperidad y principios de los Estados Unidos", etcétera, y terminan con una cita que es tan elocuente que no escapo a leerla, dice: "Tal política reaganista" —muchos de ellos fueron funcionarios de Reagan y de Bush padre—, "de fortalecimiento militar y claridad moral" —quiere decir de expresar descarnadamente lo que quieren y a lo que van—, "puede que hoy no esté de moda, pero es necesaria para que los Estados Unidos mantengan los éxitos del pasado siglo y amplíen nuestra seguridad y grandeza en el próximo."
Nunca un país democrático habla de grandeza; de grandeza hablan los imperios.
Preocupa lo que ha ocurrido en Bagdad, producto de la guerra, la destrucción, el saqueo... Hemos visto escenas dantescas que han llenado de dolor a todo hombre sensible y, sobre todo, a los intelectuales y artistas del mundo entero; han sido saqueados 174 000 objetos patrimoniales, la historia de más de 7 000 años de Iraq: el Museo Nacional, el Museo Arqueológico, el Teatro de Bagdad... Se habla hoy —llegan noticias muy tristes— del saqueo y probable incendio de la Biblioteca Nacional de Iraq, todo esto con una extraña complicidad del ocupante militar, con una extraña pasividad.
Estados Unidos son expertos en control de multitudes, son expertos en toques de queda, son expertos en ley marcial; sin embargo, no han podido aplicar nada de esto en Bagdad, y estamos viendo ahí —en mi opinión particular— un intento de villanizar a un pueblo que se les opuso, a un pueblo que le ofreció una resistencia inesperada. Están tratando, precisamente, con los métodos estos de descalificación en la prensa, que son métodos fascistas, de demostrar que ese pueblo es un pueblo propenso al robo, al saqueo, a la destrucción, sin ninguna cultura.
Hay antecedentes de esto, muchos antecedentes. Por ejemplo, en la primera ocupación militar norteamericana en Santiago de Cuba, en el año de 1898, saquearon, destruyeron, robaron, trajeron especialistas de la Biblioteca del Congreso a cargar los libros que saqueaban; se llevaron reliquias religiosas, se llevaron obras de arte, cambiaron por alimentos valores patrimoniales de la población hambrienta, se llevaron souvenirs. Como ahora hicieron con la estatua de Saddam, por ejemplo, allá en Santiago de Cuba lo hicieron con el Arbol de la Paz, hizo falta ponerle unos centinelas para evitar que lo siguieran destruyendo.
Por lo tanto, estamos ante una filosofía profunda del despojo y de la mentira, y creo que esto, realmente, es una muestra de que nos adentramos en épocas terribles y que todo hombre y mujer sensibles del planeta deben estar alerta, como estuvieron los pueblos a partir del Congreso de París en 1935, o el de Valencia en 1937, ante la barbarie, que no es otra cosa que esta nueva filosofía del imperialismo norteamericano y sus aliados.
Randy Alonso.- Una filosofía, Elíades, que incluso hoy mismo estaba leyendo en el periódico The New York Times, un artículo de opinión, de William Saffire, uno de los columnistas más importantes de The New York Times, representante de esa ultraderecha norteamericana, y que lo titula: "La mejor defensa", y es la defensa, a ultranza, por este hombre de lo que se denomina la política preventiva.
Hace referencia al famoso campeón de los pesos pesados norteamericano, Jack Dempsey, que decía que "la mejor defensa es una buena ofensiva", y dice William Saffire: "Esa es la esencia de nuestra política de prevención, Estados Unidos no esperará a ganar la simpatía del mundo como la víctima, sino que se defenderá a sí mismo atacando primero", y es un artículo en defensa, realmente, de lo que sustenta esta administración neofascista: convertir el ataque preventivo en su doctrina de política exterior hacia el mundo, y esa es —según ellos— la mejor defensa del pueblo norteamericano. Es la misma política de la que hablaba Hitler en la época en que gobernó a Alemania y en la que proclamaba la necesidad del ataque preventivo también, para defender al pueblo alemán e imponer su superioridad.
No hay duda de que son las conexiones de esta administración norteamericana, no solo con ese pensamiento de ultraderecha que le viene desde antes, sino también, con el pensamiento propugnado por el fascismo hitleriano.
Gracias, Elíades, por sus comentarios.
(Se proyecta cortina con imágenes sobre el tema)
Randy Alonso.- Este pretendido hegemonismo norteamericano, impulsado por la dirección neofascista que gobierna hoy Estados Unidos, tiene una expresión concreta en la pretendida hegemonía cultural que desde Estados Unidos se desea imponer al resto del mundo. Una hegemonía que, como decía Elíades, tiene un basamento en ese poder mediático que tiene hoy Estados Unidos, y que acompaña a su poder tecnológico y a su poder militar; pero que tiene, por supuesto, un componente mucho más amplio en todo el aspecto cultural que esta administración intenta imponer hacia el mundo y que, sin duda, forma parte de los objetivos de este neofascismo norteamericano.
Quisiera que Julio García Espinosa, quien ha seguido de cerca durante muchos años todos estos aspectos de la globalización cultural, la hegemonía cultural norteamericana y, en especial, dentro del cine, nos hiciera su valoración. A la luz de los acontecimientos actuales, cómo ve esa pretendida hegemonía cultural norteamericana y los actores que, desde la propia intelectualidad, han salido en defensa de la genuina cultura de ese pueblo y de los pueblos del mundo.
Julio García Espinosa.- Ante todo, quisiera decir que para un cineasta latinoamericano es evidente, muy evidente, que un país sin imagen es un país que no existe, como es evidente que el no a la guerra ha significado o significa el no al fascismo, como es evidente que los mismos que han atacado con una guerra ilegal, innecesaria, injusta al pueblo de Iraq, digo, son los mismos que han impedido e impiden que nosotros seamos protagonistas de nuestra propia imagen.
Creo que todavía más evidente que eso es el hecho, no solo de que impiden que seamos los protagonistas de nuestra propia imagen, sino que se arrogan el derecho a realizar ellos la imagen nuestra, y, desde luego, somos nosotros el blanco preferido, por lo menos durante estos más de 40 años así lo han demostrado, ya que nos han escogido para dar su versión de la realidad cubana.
Desde luego, no tienen poca razón, puesto que nosotros somos los verdaderos disidentes de la política que han seguido y siguen en nuestro continente, y es muy evidente que esta política nosotros, los cineastas de América Latina, la hemos tratado de combatir, pero en unas condiciones de verdadera desigualdad. Así como hay un intercambio desigual en el orden de la economía, lo hay también en el orden mediático.
Hay un ejemplo muy concreto, que es cómo se ha manejado lo sucedido en nuestro país en los últimos tiempos. Vale decir la reunión que ha tenido lugar entre los supuestos disidentes, disidentes propiamente producto de un marketing, pudiéramos decir; disidentes que se han reunido con el representante diplomático del vecino del Norte y, prácticamente, eso se ha divulgado como la reunión de unos disidentes con este señor, como para tomar el té.
Me parece que era obvio y es obvio que la relación que se ha tenido con este país durante tantos años, en el cual ha habido todo tipo de agresiones, todo tipo de terrorismo de Estado, desde voladura de aviones en pleno vuelo; desde intentos de asesinatos a Fidel, declarado pública y oficialmente, hasta financiamiento de invasión a nuestro país, todo esto que ha sido tan evidente, no puede ser que de un momento a otro, a nosotros, que hemos sido víctimas, nos hayan convertido en victimarios.
Es indiscutible que "no es posible confundir todo el tiempo" —era una frase de Lincoln— "a todo el pueblo"; pero ellos tienen ese gran poder mediático, tienen ese gran poder para distorsionar nuestra propia imagen, quitarnos el derecho a ser nosotros los que la realicemos; y así, en medio de una situación en la que hoy se agudiza más toda esa agresividad, puesto que el no al fascismo, nosotros los cineastas latinoamericanos lo entendemos no como un adjetivo sino la situación que plantea este nuevo gobierno, cómo el fascismo se define a partir de hechos concretos: hechos como el de que han violado y han pasado por encima de un organismo internacional que se supone que regule las relaciones internacionales, como es la ONU; hechos como que se arrogan el derecho a poner y quitar gobiernos en el mundo; hechos insólitos como es el de anunciar que pueden hacer guerras preventivas. Todos esos son síntomas indiscutibles que definen el carácter fascista de un gobierno, y son hechos que, además, para nosotros, suponen correr un gran peligro; suponen correr un gran peligro, porque logran tergiversar nuestra realidad y preparar el camino, en estas circunstancias, para una agresión.
Nos parece que los cineastas de América Latina han tenido mucha experiencia en la lucha contra el fascismo.
Es indiscutible que quienes han puesto las dictaduras en América Latina han sido estos mismos gobiernos, este mismo tipo de política en relación con América Latina. Han iniciado la dictadura, han puesto las dictaduras en toda América Latina. Los cineastas de América Latina han combatido esas dictaduras, las han combatido para ver si América Latina podía tener una verdadera democracia, no la democracia caricaturesca que normalmente han imperado en estos territorios, y ellos han dado su vida, los cineastas latinoamericanos han sido víctimas de torturas, han sido asesinados, han sido desaparecidos, ninguno se ha ido a exiliar a Miami; es decir que los cineastas latinoamericanos tienen un largo historial en la lucha contra el fascismo.
Pudiera decir algo parecido, aunque no quiero extenderme mucho, en relación con los propios cineastas norteamericanos. Los cineastas norteamericanos también tienen un gran historial en su lucha contra el fascismo. Vale mencionar, digamos, solamente, la etapa del macartismo.
Esa fue, como ustedes recordarán, una etapa verdaderamente siniestra, en la cual no pocos cineastas fueron sacrificados, y esa es una memoria que se mantiene viva y que ha surgido ahora, recientemente, con las reacciones que han tenido artistas, incluso, del propio Hollywood, con una firmeza muy consecuentes con su propia historia, de hacerles frente a las nuevas posiciones que se adentran, aun dentro de los propios Estados Unidos, en cuanto a una política fascista. Ahí están los casos, por ejemplo, de Susan Sarandon, de Danny Glover, etcétera, que han tenido ya la certeza y se les ha hecho obvio cómo hay determinadas manifestaciones para impedir que vayan a ver las películas de estos cineastas.
Es decir que para los cineastas en general, para los cineastas de América Latina en particular, sabemos que el enemigo es poderoso; pero sabemos también que nuestra dignidad es poderosa, como sabemos que mientras más grande sea el enemigo, más grande será nuestra dignidad.
Randy Alonso.- Un enemigo que también, por sobre todas las cosas, en su afán dominador, en el que pretende hegemonizar su cultura, desde la perspectiva de la incultura de este gobierno, desde la perspectiva de la barbarie que pretende implantar este gobierno que aboga por una tiranía fascista mundial y una pretendida hegemonía cultural, que es simplemente implantar la hegemonía de la incultura; es lo que se pretende, realmente, desde este gobierno norteamericano, y por eso a veces, en medio del dolor que causa y del furor con que uno puede ver esas imágenes, uno puede entender que pasen cosas como las que nos contaba Elíades del incendio de la Biblioteca Nacional de Bagdad, de la pérdida de valiosos documentos en el Centro de Estudios Islámicos, del atroz saqueo del Museo Nacional de Bagdad, ante la mirada complaciente de las fuerzas de ocupación, como lo había sido desde la época de aquellos que acompañaron a Roosevelt en la entrada de Santiago de Cuba, o de los que en la Operación Panamá, como se recordaba en el Consejo Nacional de la UNEAC, bajo el mando del padre del actual Presidente norteamericano, saquearon también el patrimonio cultural de Panamá, sin que hasta hoy una sola de aquellas piezas haya vuelto a su destinatario original.
Son los mismos que hoy permiten este tipo de saqueo y son los que han destruido el patrimonio de una nación que es cuna de la civilización occidental, a pesar de que, desde antes de la guerra, numerosos intelectuales, numerosas personas de pensamiento en todo el mundo, habían clamado porque se respetaran estos sitios históricos.
Yo quisiera recordar en nuestra mesa un trabajo que hacía, tras desatarse la guerra, la periodista Esther Barroso, hablando de esos sitios sagrados para la cultura universal.
Esther Barroso.- El nonagenario escritor argentino Ernesto Sábato, premio Cervantes de Literatura, lloró frente a miles de niños pidiendo que no se destruya a un país, a una historia.
Sabe, como muchos otros en el mundo, que este será un crimen de lesa humanidad; pero también conoce que no es Iraq, como creen Bush y sus aliados, un oscuro rincón del mundo, sino la mayor parte de lo que fuera la antigua Mesopotamia, cuna de la civilización humana.
Además de las víctimas inocentes, ¿qué puede morir en Iraq con esta guerra? Pues nada menos que uno de los vestigios artísticos y arquitectónicos más antiguos de la humanidad, fechados 9 000 años antes de nuestra era.
En Iraq pueden morir, por ejemplo, las huellas de la civilización sumeria, que inventó los primeros signos de la escritura cuneiforme, considerada el gran aporte de Mesopotamia a la humanidad. Desarrollaron también un sistema propio de irrigación por primera vez en la historia, inventaron la siembra en surcos, un sistema de alcantarillado y la arquitectura como arte.
Así debió ser 4 000 años antes de nuestra era la ciudad sumeria de Ur. De este esplendor hoy quedan huellas, ahora en peligro de ser exterminadas.
También podría destruir Bush los vestigios del imperio asirio, a 500 kilómetros de Bagdad, que, entre otros valores, creó una gran biblioteca, cuyas tablillas de escritura cuneiforme han permitido entender en mucho los orígenes de la civilización.
¿Conocerá Bush que en este sitio, a solo 90 kilómetros de Bagdad, floreció la ciudad de Babilonia? Puede que el genocida del siglo XXI nunca haya oído hablar de los jardines colgantes que mandó a construir el rey Nabucodonosor hacia el año 600, antes de nuestra era, y que después fueron considerados como una de las siete maravillas del mundo, o de la mítica Torre de Babel que se supone se levantó a orillas del río Eufrates.
¿Acaso es esta una guerra contra las historias de Las mil y unas noches, nacidas posiblemente en Bagdad, ciudad que se edificó en el año 762, después de Cristo? Muchos de los valores creados por las sucesivas civilizaciones de Mesopotamia, como la Puerta de Istar, están hoy fuera de Iraq, esparcidas en museos del mundo; pero otras tantas se conservan en el Museo iraquí de Bagdad. ¿Será destruido por los misiles de esta despiadada guerra?
Según Bush, el uso de la fuerza es solo para desarmar al régimen iraquí, ¿pero quién se lo hace entender al escritor Ernesto Sábato, de 92 años, que llora por Iraq? ¿Quién le hace entender que las aguas de los ríos Tigris y Eufrates, que vieron nacer y crecer la civilización, serán ahora testigos de la barbarie que llega del mundo moderno?
En el sepulcro de la princesa asiria Java, descubierto en el año 1989, cerca de Bagdad, una inscripción sentencia: "¡Malditos por siempre aquellos que allanen la tumba y roben el tesoro!" Hoy la princesa parece decirnos con su milenaria voz: "¡Malditos por siempre los que destruyen la vida y el tesoro de la humanidad!"
Randy Alonso.- Un tesoro de la humanidad consumido por las llamas, saqueado, en presencia de las tropas imperiales, de las tropas invasoras.
Un cable de la agencia de noticias EFE, hoy, fechado en Bagdad, dice que "los iraquíes acuden, cada vez en mayor número, a protestar ante el hotel Palestina, de Bagdad, donde Estados Unidos ha creado un embrión de administración civil para Iraq un día después de que los saqueadores incendiasen la Biblioteca Nacional y el Centro de Estudios Islámicos.
"Más de 300 personas con pancartas protestaban esta mañana ante los soldados de Estados Unidos que protegen el hotel con alambradas, armas y tanques, para exigir seguridad en una ciudad sin ley de unos 6 millones de habitantes.
"Los ánimos están cada vez más exaltados, y lo que empezó con tibias peticiones se ha convertido ahora en airadas conversaciones con las tropas ocupantes y en muchos casos con slogans antiamericanos.
"El último episodio de saqueo se produjo en el Centro de Estudios Islámicos con 15 000 volúmenes y situado en la parte trasera del Ministerio de Asuntos Islámicos, que fue asaltado e incendiado en la mañana de hoy.
"También la Biblioteca Nacional de Iraq fue objeto anoche de la barbarie y la mayoría del millón de documentos, libros, mapas, microfilmes y archivos fueron robados o destrozados.
El director de esta biblioteca asegura que "se han perdido ejemplares antiguos del Corán y el primer periódico editado en Iraq en 1869 en lengua persa. Desde la invasión de los mongoles no conocíamos nada semejante, se han perdido 700 años de historia, afirmó.
Algo similar pasó en el Museo Nacional de Bagdad. Las agencias de noticias el pasado sábado reportaban que "el Museo Nacional de Iraq, con invaluables colecciones de las culturas sumeria, acadia, babilónica y asiria, además de textos islámicos únicos, quedó completamente desvalijado el sábado por una turba de saqueadores que se aprovecha desde el jueves del caos que impera en la capital iraquí, cuando ingresaron las fuerzas angloestadounidenses.
"Los vándalos se llevaron tesoros irremplazables de las primeras civilizaciones, recipientes de oro, máscaras rituales, tocados reales, liras incrustadas de joyas y artefactos de la antigua Mesopotamia. ‘Fueron saqueados 7 000 años de civilización’, se lamentó un empleado del recinto."
Una destacada artista cubana, la pintora Lesbia Van Dumois, vicepresidenta de la Casa de las Américas, ha sido uno de los cubanos que tuvo el privilegio de visitar el Museo Nacional de Bagdad, de ver la riqueza que atesoraba ese Patrimonio de la Humanidad que ha sido saqueado ante la mirada de las fuerzas invasoras de Iraq, y ella también quiso dar su testimonio para nuestra mesa redonda de hoy.
Lesbia Van Dumois.- Creo que fue un privilegio, realmente, pensando en lo que ha sucedido actualmente con ese museo, haber tenido la oportunidad, a finales de la década del 80, en ocasión de un encuentro de la Asociación Internacional de Artes Plásticas que patrocina la UNESCO, de haber ido a esa ciudad, realmente, una hermosísima ciudad, y haber visitado, entre las muchas actividades que allí se dieron, haber visitado el museo, donde estaban todos los valores no solamente de esa ciudad originaria, que es el origen de nuestra cultural occidental; sino haber visto allí piezas, tener la oportunidad de haber visto las tablillas alfareras del alfabeto cuneiforme, haber visto las cabezas, todas las colecciones de oro que había allí en ese museo, donde realmente estaban muy bien puestas.
Yo no sé si ese museo tenía... Como edificio era muy antiguo; pero sí tenía entendido que había sido como remozado uno o dos años antes de nosotros haberlo visitado.
Creo que, además, de esos valores, pensar en Bagdad es como enfrentarme a otro mundo; una ciudad que, además, tenía una arquitectura bastante hermosa. El museo no era un museo gigantesco, no te impresionaba tanto por la arquitectura, sino por los valores interiores que tenía, con una museografía que te permitía entender la historia que allí te estaban contando, y estaban esas maravillosas cabezas, una cantidad de piezas de oro realmente impresionantes.
Bueno, aunque no era específicamente de ese museo, que ahora nos enteramos que ha sido muy saqueado, no quisiera terminar sin también hablar de que tuve la oportunidad de ver Babilonia, una ciudad también que te deprimías al verla, porque ya Babilonia no era la Babilonia que queríamos encontrarnos; pero que tuve la oportunidad de ver ese maravilloso friso lleno de grifos y ver, por lo menos, una de las figuras, un león de los de las tallas que existían allí en ese territorio, que realmente era la suma de una cultura y de una expresión artística envidiable, que esperamos que en estos momentos algunas de las piezas puedan ser salvadas, para que puedan servirle de patrimonio a esta humanidad que la estamos destruyendo.
Periodista.- Lesbia, a lo largo de la historia, ya Bagdad y el territorio iraquí había sido saqueado de sus valores que ya estaban en otros museos del mundo; pero, no obstante, si usted pudiera comparar el valor de este museo, de lo que atesoraba este museo con respecto a otros, como el británico u otros en el mundo.
Lesbia Van Dumois.- Bueno, yo creo que la mayoría de los museos de otros países occidentales se han nutrido saqueando los tesoros que no les correspondían, ¿no? Si pensamos en México, que muchas de las cosas de su prehispánico están en Europa, en Pergamon, están casi todos los tesoros en otras ciudades. Pero, realmente, hoy, hablando con la directora del Museo Nacional nuestro, que tiene una larga experiencia con referencia a lo que corresponde al patrimonio, los museos no es lo que tú ves mostrándose en estos momentos en las salas. Yo no tuve oportunidad de ver sus fondos, pero me imagino que con lo que allí se mostraba, los tesoros que pueden haber tenido en sus fondos, lo que es su patrimonio, te diría que no lo podría valorar. Es invaluable lo que correspondería, tanto en valor monetario como en valor eminentemente cultural, la posibilidad de que tú puedas disfrutarlo, verlo, de que correspondan a un país y que estén en ese país las piezas de arte, es algo que no se puede valorar.
Randy Alonso.- Robert Fisk, uno de los periodistas que más profundamente conoce la zona del Medio Oriente, quien ha defendido también desde su pluma el patrimonio cultural de los países árabes, se preguntaba en un artículo hace unos días: "¿Por qué? ¿Cómo pudieron hacer esto? ¿Por qué, cuando la ciudad estaba ya en llamas y la anarquía había sentado sus reales, y menos de tres meses después de que arqueólogos estadounidenses y funcionarios del Pentágono se reunieron para hablar sobre los tesoros del país y se colocó el Museo Arqueológico de Bagdad en una base militar de datos, permitieron los estadounidenses que la turba destruyera la invaluable herencia de la antigua Mesopotamia? Y todo esto ocurrió, mientras el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, se mofaba de la prensa por decir que ‘la anarquía se había adueñado de Bagdad’."
Robert Fisk, que también hoy se preguntaba cómo era posible que 2 000 soldados estuvieran custodiando los pozos de petróleo en Kirkuk y no hubiera siquiera 200 soldados norteamericanos que pudiera custodiar la gran riqueza patrimonial de Mosul.
Robert Fisk, que se preguntaba hoy también por qué las tropas norteamericanas rodean el Ministerio del Interior y el Ministerio de la Energía de Iraq, mientras en el resto de la ciudad se saquea indiscriminadamente el patrimonio cultural de esa nación.
Es una expresión concreta también de la barbarie del invasor, de la incultura de esta administración norteamericana que pretende establecer esta dictadura fascista mundial; una administración que llegó por el fraude al poder y que a través de la fuerza ha intentado legitimizarse; una administración que está bastante lejos de los verdaderos ideales del pueblo norteamericano, un pueblo idealista, de nobles sentimientos y al cual Pablo Armando Fernández ha conocido en lo más profundo de su vida y que también ha podido intercambiar con la riqueza cultural del verdadero pueblo norteamericano.
¿Cómo frente a esa camarilla neofascista, Pablo Armando Fernández valora hoy la cultura, las ideas y el papel del pueblo norteamericano?
Pablo A. Fernández.- Bueno, realmente, llegué a Estados Unidos en 1945, había una guerra contra el fascismo. ¿Cuántos años han pasado? Medio siglo, digamos. Cinco años después, ya no era el mismo país, ya McCarthy trataba de cambiarlo, ensuciarlo, afearlo, hizo mucho daño.
No obstante, el pueblo ese de que hemos hablado ahorita, que hablamos todo el tiempo, esos que dicen No en nuestro nombre, sigue siendo un gran pueblo.
Pero a mí me preocupa la nación norteamericana. Pensemos que Estados Unidos de Norteamérica hizo la primera revolución en este continente contra el colonialismo; tomemos en consideración esos esclavos que después de una guerra civil entre los señores capitalistas, digamos, de ambos lados, pero por otros intereses hicieron una guerra civil y liberaron a estos esclavos, les dieron una voz y parte del rostro de Estados Unidos. Pensemos en los judíos, islámicos, cristianos que llegaban perseguidos de sus países, desesperados, hambrientos, desilusionados, y como toda esta gente, los descendientes de todos estos pueblos, quiso darle un espíritu a esa nación. Ese espíritu se le daba a través de la poesía, la narrativa, el ensayo, el teatro, la música, el cine, como nos fue dando un concepto realmente profundo, serio del espíritu, del alma que podría ser el ser norteamericano. Esos seres están allí, y esos seres son tan poderosos que sus voces están continuamente exclamando que no en nombre de ellos esa guerra que aterra a todo el mundo; porque ya vemos cómo, de momento, se saquean los fondos culturales, y yo tengo mucho miedo a que se saquee el fondo espiritual de esa nación.
Mas estamos seguros de que todos estos señores y señoras, todos estos hombres y mujeres que han firmado estos documentos están en defensa de ese espíritu, y eso pues alienta; pero uno no puede descuidarse y ellos tampoco. No podemos descuidarnos porque decimos no, pero esas fuerzas siniestras, sin alma, pueden dañar el fondo de ese espíritu, que también es el nuestro, porque ese espíritu se ha universalizado de tal modo que ha influido poderosamente en la literatura, en el cine, en el teatro, en todas las artes concebibles al resto de la humanidad, y de momento, uno encuentra que Simone de Beauvoir dice maravillas de Faulkner, y así ha ocurrido, entre los demás; en Inglaterra, en Francia y en Italia hay una admiración profunda por esos seres que dan esa muestra de lo que es la sensibilidad, lo que es el talento, lo que es la imaginación de un pueblo que quiere definirse como tal.
Esperemos todos que ellos mantengan su voz en alto, para que ese país mantenga su rostro y su voz; pero también es nuestra responsabilidad cuidarlos a ellos, preocuparnos por ellos, alimentar esos espíritus, diciéndoles: "Están allí, luchen allá, pero nosotros acá vamos a luchar con ustedes, vamos a estar todos juntos en todas partes, y no van a vencer."
No van a vencer porque sus asociaciones son muy oscuras y esa oscuridad no produce ninguna luz; por lo tanto, vamos a asistir a esas voces imprescindibles para nuestro ser, que son las voces de esos hermanos norteamericanos que hacen del arte y la cultura el espíritu universal que nos asiste a todos.
Randy Alonso.- Y, sin duda, de esa voz del pueblo norteamericano que nace su gran cultura, que nace también ese espíritu que han encontrado los artistas cubanos cada vez que van a ese país y que encuentran en el pueblo una acogida, como la que los norteamericanos reciben en Cuba cuando visitan al nuestro, y que es parte de la tradición cultural y de la tradición noble del pueblo norteamericano, como lo recibió en reciente gira por ese país el Ballet de Lizt Alfonso, que estuvo en numerosas ciudades norteamericanas, entre ellas en Nueva York, estuvo en Cleveland, Seattle, en Austin, Texas, en New Haven, en Connecticut, y en otros lugares de la geografía norteamericana y recibió elogiosas críticas del diario The New York Times, quien hablaba de que triunfó de conjunto el sábado por la noche, cuando Lizt Alfonso se presentó en el Brooklyn Center de la ciudad de Nueva York, o el Chicago Sun Times que decía que "El ballet de Lizt Alfonso es una mezcla sensual de fuego y sazón" y, "Un vistoso flamenco a la manera cubana", lo calificaba otra importante publicación de ese país.
¿Qué encontró Lizt Alfonso en su visita a Estados Unidos? Lizt está con nosotros acá en el público, y yo le pediría que nos hablara de ese sentimiento que ella encontró en Estados Unidos. Cómo vivió también la contradicción de un país en guerra y las manifestaciones que se daban en las calles. ¿Qué nos puede contar Lizt de ese pueblo norteamericano al que ella se enfrentó desde las tablas, pero con el que confraternizó en ese recorrido por todo el territorio norteamericano?
Lizt Alfonso.- Mira, yo encontré que el espíritu humano, el espíritu de solidaridad, de amor, de confianza y de seguridad, del que estaba hablando ahora Pablo Armando, que me gustó tanto todo lo que dijo, encontré que eso puede estar por encima de todo.
Realmente, el arte —como todos sabemos— rompe todas las barreras, para los artistas no hay imposibles, y eso fue lo que nos pasó a nosotros en nuestra gira en Estados Unidos.
Yo recuerdo que le escribí a mi madre, desde allá, emails, y le decía: "Todavía no ha habido público que se nos resista. Cuando bailamos la Malagueña (es el primer número del espectáculo) y finaliza, el teatro se cae abajo. Es el termómetro de toda la función. ¿Te imaginas lo que pasa al final?" Efectivamente, al final todo el mundo se ponía de pie.
En muchas ocasiones las actuaciones eran interrumpidas, porque, si les gustaba algo, simplemente lo expresaban con gritos, con aplausos, como personas muy muy expresivas, y eso fue lo que nosotros recibimos.
Afortunadamente, en los días que estuvimos allí todavía la guerra no había estallado, comenzó cuando la gira terminó; pero antes de que la guerra empezara, fuimos testigos que en muchas ciudades las personas estaban en contra de la guerra, las personas no querían la guerra, y lo manifestaban de todas las formas posibles; es decir, lo mismo te lo decían que hacían manifestaciones en la calle, que de pronto llegábamos a determinadas universidades —me estoy acordando en este momento de La Jolla, y estaban todos los estudiantes en las esquinas con pancartas que decían: "Por favor, si usted está en contra de la guerra, toque el claxon" dos o tres veces.
Recuerdo también en Seattle, que nos impresionó mucho a nosotros mismos, que en casi todas las casas —no vamos a ser unánimes— estaban los carteles que decían: "No a la guerra", y eso, realmente, a nosotros nos impresionó, porque, evidentemente, no estamos de acuerdo con la guerra.
Yo pienso que ningún hombre quiere la destrucción de sí mismo, ni quiere la destrucción de sus hijos, ni quiere la destrucción de la historia, de la historia de la humanidad; por lo tanto, te digo, fue una gira donde reinó el amor, la comprensión.
Ellos tienen mucho interés sobre Cuba, sobre conocer acerca de Cuba y, afortunadamente, nosotros estábamos allí para decirles: "Nosotros somos Cuba, y nos pueden preguntar lo que quieran." Hicimos 23 funciones. Funciones especiales también para los niños. Ofrecimos conferencias, impartimos clases magistrales, y ellos tenían una gran avidez sobre lo que hacíamos, en todos los lugares donde estuvimos.
Randy Alonso.- Lizt, aquí se evocaba el pensamiento de Lincoln de que todo el pueblo no podía ser engañado todo el tiempo, y yo creo que lo que tú nos hablas de las demostraciones en las calles, lo que hemos visto nosotros, es una expresión también de ese sentimiento del propio pueblo norteamericano que, a pesar del poderío mediático y a pesar del todos los resortes ideológicos que fueron utilizados para propugnar la "justicia" de esta guerra, como ellos lo han tratado de presentar, pues se lanzó a las calles también a protestar contra ella.
Pero ese mismo pensamiento pudiéramos aplicarlo al caso de Cuba. ¿Cómo tú encontraste también el conocimiento sobre la realidad cubana en esos estudiantes con los que contactaste, en ese pueblo norteamericano con el que te viste, y, qué sentimiento encontraste en ellos hacia ti y hacia Cuba?
Lizt Alfonso.- Realmente, hacia Cuba hay mucho desconocimiento. Muchas personas allí no saben, ni siquiera, dónde está Cuba, y muchas, muchas veces lo que te dicen es: "Cuba, la Cuba de Castro, Fidel Castro es Cuba." Y yo les decía que Cuba somos todos.
Ellos siempre intentaban un intercambio, un acercamiento muy muy muy estrecho para que nosotros les explicáramos todos esos detalles. Incluso, en una oportunidad que tuvimos de intercambiar con alumnos de secundaria y lo que es aquí el preuniversitario, el High School allí, las maestras nos decían: "Los estuvimos preparando desde antes, para que supieran y para que pudieran preguntarles a ustedes todo lo que quisieran acerca de cómo es Cuba, de qué es lo que hacen en Cuba", y nos hacían todo tipo de preguntas, realmente preguntas algunas muy interesantes, otras menos interesantes; pero, mira, nosotros estábamos allí para responder todo lo que fuera, porque nosotros somos Cuba, vuelvo y lo repito.
Tú hablabas de Lincoln. Nosotros tuvimos la oportunidad de estar en el Memorial de Lincoln en Washington, en una gira anterior, y fue una cosa muy emocionante, porque yo me doy cuenta de que Lincoln es a Estados Unidos lo que Martí es a Cuba, y realmente fue muy emocionante y muy evocador poder estudiar un poquitico más de cerca sus palabras acerca de cómo debe ser el camino que deben seguir los hombres en el desarrollo de la humanidad. Fue, ya te digo, muy emocionante, una gira muy buena, en la que una vez más se estrecharon los lazos de los pueblos, de las personas, a través del arte.
Randy Alonso.- Una expresión también de cómo la cultura puede enfrentarse a la barbarie, de cómo ante la proliferación de las ideas fascistas, las ideas de la hermandad, del humanismo, de lo mejor del ser humano proliferan también en el pueblo norteamericano y permiten ese intercambio entre Cuba y Estados Unidos; un intercambio, Lizt, que precisamente, cuando tú estabas por allá, pues lo tenían también pequeñines cubanos de La Colmenita, y Cremata, su director, está también sentado con nosotros acá, en el estudio, junto a algunos de los integrantes de la pequeña colmena que viajó a Estados Unidos.
Yo te pediría, Cremata, tu visión de este contacto con el público norteamericano, cómo los recibió ese público, en la experiencia no ya de una compañía profesional como la de Lizt, sino de un grupo de niños que iban a llevar el arte de los pequeñines cubanos hacia Estados Unidos y cómo también ustedes encontraron —porque estuve leyendo algunos reportes que enviaban desde Estados Unidos— una expresión caricaturesca de ese fascismo allí en el propio Estados Unidos.
Carlos A. Cremata.- Déjame hacer una historia chiquitica, y esta, como todas las historias infantiles, tiene un "había una vez", ¿no?
Había una vez... En el año 1998, aquí en Cuba, en el Teatro Nacional, hicimos una función de "La Cucarachita Martina", esa que hicimos en aquellos momentos con los niños de la escuela Solidaridad con Panamá. A esa función asistió una delegación norteamericana muy grande, de personalidades de la ciencia y la cultura, estaba Mohamed Alí, Edward Ashner y muchos científicos importantes...
Ahí empezó toda esta idea, o sea, de pronto Mohamed Alí decía, muy emocionado, después de haber visto aquello, que "quizás si se presentaba este espectáculo en Estados Unidos podía hablar más de la cultura, la educación y la salud en Cuba que mil discursos", así decía él. Empezó a rodar la bola de nieve y se incorporó Patch Adams, "el médico de la risa", se incorporó Belafonte, el mítico grupo Bread and puppet theater ...muchas personas y muchas organizaciones, y al fin una fundación muy bonita, que ha atraído a más de 15 000 personalidades norteamericanas a Cuba, que se llama Global Exchange, logró lo que parecía imposible después de muchos años: llevar, como decían ellos, la primera delegación artística infantil cubana a Estados Unidos en más de 45 años, así decía el slogan.
Nosotros nos preguntábamos: Bueno, ¿y antes de 45 años? No sé, me parece un poco más difícil antes de 45 años; pero, bueno, ese era el slogan de la delegación.
Llegamos allá y lo primero que nos pasó, después de tantas trabas tan difíciles, como fue el famoso problema de las visas, que todos hemos padecido, y tan fuerte fue ese problema que el mismo día que salíamos es que se nos otorgan las visas, y de pronto nos habían dicho que estaban todas las visas otorgadas y cuando llegamos se les había olvidado cuatro visas, entre ellas estaba la persona especializada que iba con Mabelita, una niña que conoce, que asombra, que quiere todo el pueblo de Cuba, que nosotros le llamamos la abeja reina, la niña de la escuela Solidaridad con Panamá, que tiene ese talento asombroso, que ahora está estudiando en la Escuela de Instructores de Arte, y Mabelita no pudo ir. Eso le provocó, bueno, toda esa tristeza lógica de haberse preparado fuertemente para una gira y no poder ir porque no va la persona especializada que la atiende. Además, no fueron cuatro compañeros que eran imprescindibles para la gira.
Luego, en la primera función, en la Universidad Católica de San Diego, una universidad bellísima, nos pasó una cosa inusitada para nosotros: nos anuncian por la prensa, por la radio, por la televisión, que Alpha-66 prepara una manifestación en contra una cosa realmente aberrante, niños chiquiticos —ahí lo pueden ver—, ahí adentro cantando.
Randy Alonso.- El fascismo no entiende de eso.
Carlos A. Cremata.- No entiende, por supuesto.
Se desplegó la policía, patrulleros, policías artillados, de esos que vemos en las películas, y al final, lo que tanto nos han contado, eran seis personas nada más, seis personas mayores de edad, con unos cartelitos un poco ridículos que decían dos o tres barbaridades bien locas, ¿no? Entonces ahí se desplegó la solidaridad latinoamericana, eso nos habían contado también, hay un grupo de compañeros latinoamericanos que enseguida apoyan a Cuba.
Ellos nos explicaban que si eso era en San Diego, que era una población más pacífica en Los Angeles iba a ser terrible cuando estuviéramos. Realmente después no pasó absolutamente nada más. Yo me imagino que el ridículo, realmente, de hacer esa cosa cuando hay niños tan pequeñitos adentro cantándoles a la paz, al amor. Entonces no pasó nada más; lo que pasó, durante toda la gira, fue lo mismo que le pasó a Lizt: un cariño extraordinario de un pueblo maravilloso. Todas, todas las personas que se nos acercaron, que tuvieron que ver con nosotros..., fue hermosísimo el contacto humano.
Actuamos en grandes teatros, en el Conga Room, el famoso Night Club de Jennifer López y Andy García en Los Angeles; en el Brava Theather, de San Francisco, en grandes teatros, teatros insignes de allá.
Pero también tuvimos la oportunidad de ir a escuelas, como le pasó a Lizt. Estuvimos en una escuela pública de niños pobres, sin recursos, la Hoover High School, donde vimos cómo se cachea a los niños para entrar a las escuelas, o sea, para que no entren armas blancas, etcétera; cómo la escuela estaba cerrada, llena de candados, algo que los niños nuestros ni se imaginaban.
Y estuvimos al otro día en una escuela de Los Angeles, que se llama la Cross Rouge School, que es una escuela para ricos, que vale 15 000 dólares al año, se incrementa en 2 000 dólares cada año, y pudimos ver allí y pudimos hablar sobre este contraste que habíamos visto en Venezuela, habíamos visto en Panamá, pero en Estados Unidos es donde se ve realmente el supercontraste.
Estuvimos en una escuela muy linda, que se llama Semillas del Pueblo, que tiene muchos niños asiáticos, afronorteamericanos y latinos, donde hay principios similares a La Colmenita y ellos nos pidieron, después de ver la actuación, que les organizáramos una Colmenita allí en Los Angeles; ... ¡Maravilloso!
Llevamos tres espectáculos, en inglés y en español, espectáculos completamente en inglés y espectáculos bilingües, y entre ellos llevábamos Sueño de una noche de verano, un paradigma de la cultura anglosajona, visto a la manera cubana, y eso creaba una cosa extraordinaria, un silencio absoluto de aquel público que conocía tantas versiones de la obra de Shakespeare.
Nos entregaron por todas estas cosas las llaves de la ciudad de San Francisco. Nos entregaron unos diplomas al mérito muy bonitos en el condado y la ciudad de Los Angeles. Nos invitaron a una sesión de la Cámara con televisión en vivo. De pronto la Cámara, paró allí y los niños empezaron a cantar "Chivirico" y empezó todo el mundo a bailar, todos los senadores. Me imagino que no sea muy común ese "despelote" que llevamos a la Cámara.
Una cosa muy importante, el estado de California dictó hace un tiempo la Resolución No.39 en contra del bloqueo, lo que dignifica mucho al estado de California; después dictaron una segunda resolución por el otorgamiento de ciudades hermanas, y han dictado una tercera, la Resolución No.521, que anda por ahí, que es la resolución para honrar a La Colmenita, entre muchas otras cosas, por ser la primera compañía infantil cubana que visita en más de 45 años. Y, además, sobre todo, por luchar por las artes y por la prevención de la violencia infantil. Eso es algo que realmente fue extraordinario.
Yo contaba que la última función fue dura, porque a nosotros sí nos sorprendió la guerra. O sea, la penúltima función, 30 minutos antes de que empezara, nos cuentan: Acaba de empezar la guerra. Aquella función fue muy fuerte.
Y al otro día, como se sabe que la población de California y de San Francisco-específicamente, es tan de izquierda y tan progresista, se lanzaron a las calles todas aquellas personas, inutilizaron las calles, se tiraban al piso con cadenas, amarrados a los postes, etcétera, y nos explican que la última, que siempre es la más linda, no se podía dar porque no íbamos a poder llegar al teatro, y de pronto suspendimos la función. La función era a las 7:00 de la noche y como a las 4:00 nos dicen que el teatro estaba hirviendo y que la gente salía de la manifestación directo para allá y que no podíamos dejar de hacerla, que había que buscar la forma de llegar. ¡Imagínate lo que era eso!
Por supuesto, no nos negamos, nos aparecimos allá y fue una función que no vamos a olvidar nunca, o sea, era de una electricidad especial. Aquel público que nos decía que se estaba manifestando desde por la madrugada en las calles y que había venido de manifestarse contra la guerra, para cantarle a la paz, además, con niños cubanos. Estaba abarrotado, a aquel teatro "no le cabía un alpiste", y la gente, como dice Lizt, empezaron a hacer sonidos, como si estuvieran en un juego de fútbol, una cosa extrañísima.
Randy Alonso.- Un impacto, Cremata, que yo me imagino que también tiene que ver con las mismas reflexiones que hacía un periodista en San Francisco de cómo cuando esa administración fascista proclamaba su derecho a atacar a cualquier oscuro rincón del mundo y comenzaba una guerra contra Iraq, donde muchos niños murieron, pues los niños cubanos que estaban allí en San Francisco dieron también una lección de humanismo y de solidaridad increíble, y yo leía en uno de los medios de difusión de San Francisco el gesto que tuvieron los niños cubanos.
Yo quisiera que tú nos contaras también de eso.
Carlos A. Cremata.- Sí, eso yo lo había dejado para el final, porque nos pasó de pronto. Tuvimos que tomar una decisión y creo que fue muy linda la decisión, y es que todo lo que se recaudara en la gira, desde el punto de vista comercial, desde antes de ir, habíamos establecido el compromiso nosotros mismos y ellos, por supuesto, Global Exchange, los amigos norteamericanos, de donarlo a la salud pediátrica cubana. Eso de los teatros repletos, la recaudación de taquilla, etcétera, donarlo a la salud pediátrica cubana; pero cuando llegamos allí, nos enteramos que a raíz de la guerra habían recortado salvajemente los fondos de asistencia social, la asistencia médica a los niños californianos. Entonces decidimos entre todos 50 y 50; o sea, traer la mitad para la pediatría cubana y dejar la otra mitad para los niños californianos pobres, que los vimos ahí, que están en situación extraordinariamente crítica. Eso se lo decíamos también a los amigos norteamericanos y provocaba una reacción muy bonita de lo que tiene que ser el futuro, esto de compartir culturas, de compartir, los pueblos. Y, precisamente, son los niños los que estoy seguro que van a hacerlo. Nos toca, nos merecemos eso, las dos culturas y los dos pueblos, y va a pasar y los niños fueron como embajadores de eso que seguro va a ocurrir.
Randy Alonso.- Es sin duda la victoria de lo mejor del ser humano, del humanismo frente a la barbarie y frente a la incultura fascista.
Gracias, Cremata, por tu testimonio.
(Se proyecta cortina con imágenes del tema)
Randy Alonso.- Este llamamiento de los artistas y escritores cubanos —como nos decía al principio de nuestra mesa redonda, Carlos Martí, y nos reafirmaba en su comentario Roberto Fernández Retamar— ha estado inspirado en el movimiento de los intelectuales norteamericanos que dijeron No en nuestro nombre; ha estado inspirado en los intelectuales que en Europa y en América Latina también han testimoniado su grito contra esta guerra injustificable, y es que para este gran movimiento, para este llamado que ha hecho también la intelectualidad cubana a un frente antifascista internacional, deben desempeñar y de hecho están desempeñando un importante papel desde el mismo movimiento social nuevas voces de la intelectualidad de izquierda en nuestro continente y en Europa, de cuyo surgir y de su impulso ha sido testigo Fernando Martínez Heredia, participante activo en los foros de Porto Alegre, conocedor de la historia de estas nuevas voces de la izquierda latinoamericana y europea.
Quisiera, Fernando, que usted nos diera su valoración de cómo esta nueva intelectualidad de izquierda ha enfrentado desde sus voces, desde sus escritos, este resurgir del fascismo que desde la Casa Blanca se pretende imponer al mundo.
Fernando M. Heredia.- Es muy bueno, Randy, hablar después de Cremata, con este relato tan emocionante de California. Uno mira cómo es posible enfrentar ahí, en el mismo monstruo —como aquella vez escribió Martí—, a las fuerzas que sí son las fuerzas del mal.
Yo hablaré un poquito nada más de los intelectuales que están expresando su oposición al imperialismo y de los que están yendo más lejos que expresar esa oposición, analizando los principales problemas del mundo de hoy, buscando caminos, concientizando personas, tratando de contribuir a crear otro mundo más humano que el que existe, mediante la lucha contra el imperialismo.
Está claro que lo principal actualmente es la resistencia. En los años noventa, al principio, se pretendió que ya nunca más habría resistencia; incluso, que la historia estaba terminando.
Hoy, aunque el nivel de agresión imperialista es mayor que nunca, nadie se atrevería a decir eso. Creo que ya eso es una primera enseñanza.
En Seattle, en noviembre de 1999, se tomó conciencia de algo que ya venía sucediendo en los últimos años, que era una protesta creciente en el Primer Mundo, de los que no querían ser cómplices; de los que, por ejemplo, en Birmingham, en Inglaterra, en mayo de 1998, en multitudes se habían opuesto exigiendo la condonación de la deuda de los pueblos del Tercer Mundo; o los que lo habían hecho antes también en Colonia, en Alemania; los que lo siguieron haciendo en Génova. Hay también esta campaña de intelectuales, como Ramonet, contra el pensamiento único; fueron confluyendo y entonces aparecieron otra vez, más visibles, esa fracción de intelectuales del Primer Mundo que nunca se ha rendido al capitalismo.
Por otra parte, en América Latina, a pesar de las dictaduras genocidas de las últimas décadas, y de la conservatización de universidades y de otras instituciones culturales, y de la política en general, existe hoy una inmensa cultura política. Esa inmensa cultura política es una gran ganancia que los pueblos de América Latina pagaron caro; pero le están empezando a sacar provecho. La producción de pensamiento y de ciencias sociales latinoamericana, crítica u opuesta a la dominación, es sumamente importante y es cada vez más grande.
Hay otro fenómeno que a mí me parece muy importante: la expansión del número de los que tienen actividad intelectual.
Hoy uno encuentra por todas partes dirigentes y activistas sociales y políticos que tienen muchísima más capacidad que los que conocíamos cuando éramos muy jóvenes, y que tratan de recuperar, además, la memoria histórica de las luchas y de las ideas, memoria que el capitalismo está tratando de borrar y de inducir a la mayoría de los pueblos a que la olviden.
Hay una cantidad de hechos que marcan también la rebeldía —estoy pensando en Chiapas o estoy pensando en la Argentina de diciembre del 2001—, que nos recuerdan siempre que hoy la rebeldía es la adultez de la cultura.
Me voy a referir un poco a los foros sociales mundiales. Son tres los que se han celebrado en Porto Alegre, Brasil, en enero de cada año: 2001, 2002, 2003. Ha sido una confluencia en ellos de corrientes, de pensamientos y de protestas de diferentes regiones del mundo, y fueron creciendo, hasta que en este último participaron más de 100 000 personas; una nueva fuerza de oposición al sistema imperialista, es como una colmena inmensa.
Ahí hubo, una exageración, 1 700 talleres, por ejemplo, docenas y docenas de conferencias en esos teatros que, en realidad, son gimnasios, son estadios, donde puede haber 10 000, 12 000, hasta 15 000 brasileños, y gente de todas partes del mundo que trató de llegar hasta allí. Es una nueva fuerza social, aglutinadora de diversidades, que brinda espacio y autoconfianza a los que protestan o rechazan con mayor o menor conciencia al sistema, sin tener los inconvenientes que tienen hoy los sectores políticos de izquierda, de la política práctica, porque estos están en situación muy desventajosa.
El movimiento resulta muy atractivo, muy aceptable para muchos. Tiene, sin duda, una función de canalizar a organizaciones, que algunas son más viejas, otras han surgido en los últimos años, y tiene el inconveniente, si se quiere, también de ser muy heterogéneo, de que no es un vehículo para un grado de organización mucho mayor que el de los mismos foros, ni para hacer unas propuestas más organizadas que estas. Pero, en mi opinión, pueden ser y son una escuela anticapitalista y un vivero también para organizaciones políticas que van a tener que venir.
Hay, y quiero llamar la atención sobre esto, con más fuerza, no solo la presencia y actividades de muchas personalidades y de varias organizaciones que sí son decididamente antimperialistas, que inclinan la balanza a favor de esta actitud frente a otros que son más moderados, sino que también hay una multitud de jóvenes ansiosos de conocer y de ser opositores al sistema.
En el segundo foro, al cual asistió una delegación cubana pequeñita todavía —estaban dirigentes sindicales como Pedro Ross y otros compañeros—, era emocionante ver la cantidad de jóvenes latinoamericanos que aparecían dondequiera que había o se suponía que iba a haber algo sobre Cuba; incluso, alguna vez fueron equivocados a un taller de educación popular y todos ahí les explicaban: "No, no, pero..." Ellos decían: "Bueno, pero hablen de Cuba de todas maneras; hablen, digan algo, porque ustedes deben saber algo de Cuba."
Esto nos da una idea del papel que tiene la movilización, y lo hemos visto frente a la amenaza de guerra y la guerra misma contra Iraq, el 15 de febrero, el 15 de marzo, ahora el día 12, movilizaciones gigantescas y simultáneas en una multitud de países.
Quisiera, al menos, mencionar algunas personas, científicos sociales muy notables de la América Latina y otros lugares: Emín Sader, Michael Lowy, Atilio Borón, gente como Eduardo Galeano, que conmovió a 5 000 brasileños la noche en que se inauguraba el primer periódico de izquierda, a partir de un movimiento campesino, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, y allí, 5 000 personas vibraban con Eduardo Galeano, o con Sebastián Salgado, ese maravilloso, uno de los más grandes fotógrafos del mundo, que hablaba de fotos y también hablaba de resistencia campesina.
Joao Pedro Stedile, dirigente de ese movimiento, dio una verdadera clase magistral, como se dice en Cuba, acerca de la historia del capitalismo —en un estadio gigantesco—, del colonialismo, de la lucha por la reforma agraria y lo que esta significa hoy.
Bueno, Fernando Solanas, Pino, hizo una conferencia maravillosa. Por cierto —hablaba hace un rato Julio García Espinosa—, dijo Pino allí: "Hay decenas de naciones y pueblos que aún no producen sus propias imágenes", y en su lugar ven "imágenes, memorias, estéticas, lenguas y gestos que les son ajenos."
Frederick Jameson, el gran pensador norteamericano, habló sobre identidad cultural y representaciones simbólicas, Lowy sobre guerra cultural, memoria de resistencia, etcétera.
No quisiera ser muy extenso, porque no hay tiempo, pero temas como el lanzar un esquema de comercio mundial alternativo que se contraponga a la Organización Mundial de Comercio, o un proyecto de democratización de los grandes medios de comunicación, o propuestas de resolución pacífica y justa de conflictos bélicos existentes, democratización de organizaciones internacionales, comenzando por la ONU, fueron cuestiones que el foro trató, de manera que uno puede darse cuenta de la profundidad política que significa este tipo de actividades.
El pensamiento social latinoamericano comprometido con la liberación ya es fuerte y está creciendo. Por su parte, el imperialismo ha perdido sus banderas de progreso y ha abandonado sus promesas, y ese descrédito es cada vez mayor, porque no se trata solo de criminalidad y soberbia; es la naturaleza misma del imperialismo actual lo que le hace arremeter contra la soberanía de los pueblos y contra sus propias formas democráticas de dominación. Ya él no tiene lugar para una gran parte de sus trabajadores, que ha explotado, ni para una gran parte de la población del planeta, ni para la conservación del medio.
Cuba es el ejemplo palpable de que una sociedad puede vivir de otra manera, de una manera humana y solidaria, y es una gran esperanza para aquellos intelectuales que sí están comprometidos con sus pueblos. Es necesario que estrechemos lazos de intercambio y de conocimiento, y de discusión de nuestras ideas y de solidaridad frente al enemigo común.
Creo que los intelectuales cubanos estamos en condiciones privilegiadas para llevar adelante la tarea que nos pedía ayer la doctora Pogolotti en el Consejo Nacional Ampliado de la UNEAC, de desarrollar el pensamiento social y las ideas que hoy se necesitan tanto y con urgencia, para profundizar la resistencia y para tomar la ofensiva en la guerra cultural contra el fascismo, contra el imperialismo y contra el capitalismo.
Randy Alonso.- Es la expresión, desde el pensamiento, de lo mejor de la intelectualidad latinoamericana y mundial, que busca alternativas al capitalismo feroz implantado en el mundo y que enfrenta también las directrices ideológicas de este fascismo universal que se pretende imponer.
La cultura, el arte es la mejor arma para enfrentar la barbarie.
Hoy, cuando los artistas y escritores cubanos levantan sus voces contra el neofascismo dictatorial, nuestra mesa redonda hace un llamado a los mejores sentimientos del ser humano, desde la voz de Silvio Rodríguez, quien nos ha concedido el honor de estrenar el video de su ya impostergable Cita con angeles.
ES DE LOS TIEMPOS MÁS REMOTOS
VUELAN LOS ÁNGELES GUARDIANES
SIEMPRE CELOSOS DE SUS VOTOS
CONTRA ATROPELLOS Y DESMANES
JUNTO A LAS CUNAS INFANTILES
JUNTO A LOS TRISTES MORIBUNDOS
CUENTAN QUE DELANTE LOS GENTILES
SERES CON ALAS DE OTRO MUNDO
CUANDO ESTE ÁNGEL SURCA EL CIELO
NO HAY NADA QUE SE LE ASEMEJE
EL FIN DE SU APURADO VUELO
ES LA SENTENCIA DE UN HEREJE
NO SE DISTRAIGA NI DEMORE
TODO ES AHORA INOPORTUNO
VA RUMBO AL CAMPO DE LAS FLORES
DONDE LA HOGUERA ESPERA A BRUNO
SE LANZA UN ÁNGEL DE LA ALTURA
CAÍDA LIBRE QUE DA FRÍO
LA ORDEN DE SU JEFATURA
ES DESCENDER HASTA DOS RÍOS
ES 19 Y TAMBIÉN MAYO
MONTE DE ESPUMA Y MADRE SIERRA
CUANDO OTRO ÁNGEL A CABALLO
CAE "CON LOS POBRES DE LA TIERRA"
DICEN QUE AL FILO DE LAGUNA UN ANGELOTE COMPASIVO
PASÓ DELANTE DE LA LUNA
SOBREVOLANDO LOS OLIVOS
Y CUENTAN QUE CON MALA MAÑA
FUE TIROTEADO SU ABANICO
JUSTO A LA HORA QUE EN ESPAÑA
SE ASESINABA A FEDERICO
UN BELLO ARCÁNGEL ALETEA
JUNTO A UN GRAN PÁJARO DE HIERRO
PROCURA QUE UN HOMBRE LO VEA
PARA AHUYENTAR CIEN MIL DESTIERROS
PERO EL ARCÁNGEL SE SOFOCA
Y UN ALA AZUL SE LE LASTIMA
Y EL AVE NEGRA ABRE LA BOCA
CUANDO ATRAVIESAN, HIROSHIMA
POR SOBRE MEMPHIS-TENNESSEE
PASÓ VOLANDO PRESUROSO
UN SER ALADO EN FRENESÍ
IBA VISTIÉNDOSE DE LUTO
IBA LLORANDO EL QUERUBÍN
EL IBA CONTANDO LOS MINUTOS
DE DIOS Y MARTÍN LUTHER KING
EL ÁNGEL PASA DE UN PUENTE
DESPUÉS RODEA UN RASCACIELOS
PARQUE CENTRAL LLENO DE GENTES
NO SE DA CUENTA DE SU VUELO
CUANTA UTOPÍA SERÁ ROTA
Y CUANTO DE IMAGINACIÓN
CUANDO A LA PUERTA DEL DAKOTA
LAS BALAS DERRIBEN A JOHN
SEPTIEMBRE AÚLLA TODAVÍA
SU DOBLE SALDO ESCALOFRIANTE
TODO SUCEDE UN MISMO DÍA
GRACIAS A UN ODIO SEMEJANTE
EN MISMO ÁNGEL QUE ALLÁ EN CHILE
VIO BOMBARDEAR AL PRESIDENTE
VE LAS DOS TORRES GEMELAS CON SUS MILES
CAYENDO INOLVIDABLEMENTE
DESESPERADOS LOS QUERUBES
TOMAN LOS CIELOS DE LA TIERRA
Y CON SUS LÁPICES DE NUBES
PINTAN A DIOSES A LAS GUERRAS
EL MUNDO LLENA A LOS BALCONES
Y EXCLAMA AL FIN: ESTA ES MI LUCHA
PERO EL SEÑOR DE LOS CAÑONES
NO MIRA AL CIELO NI LO ESCUCHA
POBRE LOS ÁNGELES URGENTES
QUE NUNCA LLEGAN A SALVARNOS
¿SERÁN QUE SON INCOMPETENTES?
O QUE NO HAY FORMA DE AYUDARNOS
PARA EVITARLES MAS DOLORES
Y CUENTAS DE SICOANALISTA
SEAMOS UN TILÍN MEJORES
Y MUCHO MENOS EGOÍSTAS
SEAMOS UN TILÍN MEJORES
Y MUCHO MENOS EGOÍSTAS
Randy Alonso.- Cita con angeles, un llamado a lo mejor del hombre, en la que Silvio Rodríguez aunó las voluntades de Frank Fernández, Leo Brower, Chucho Valdés, José María Vitier, Juan Formell, Tatagüines, Niurka González, Noel Nicola, Vicente Feliú y Amaury Pérez que, por cierto, nos acompaña hoy también en nuestro estudio.
Los ángeles urgentes que nunca llegan a salvarnos, como dice Silvio. Y para que esos ángeles urgentes sí puedan salvar al mundo, la intelectualidad cubana ha hecho un llamado a todos los artistas y escritores del mundo a crear un frente antifascista mundial, en el que muchas cosas quedarán por hacer de ahora en adelante y de las cuales quisiera que Carlos Martí, en este final de nuestra mesa redonda, pusiera al tanto nuestro pueblo.
Carlos Martí.- La intervención de Fernando me sugiere mucho, porque, efectivamente, el foro de Porto Alegre fue una experiencia importantísima, fuerte, para conocer que tenemos una oportunidad excepcional para crear un frente antifascista. Hay una conciencia, los intelectuales han recuperado el papel que les corresponde en la sociedad y están trabajando firmemente, como dice el documento de la UNEAC, por hacer realidad una conducta cívica, de compromiso, para alcanzar objetivos que sirvan a la batalla en este momento contra las ideas y la práctica neofascistas.
Pienso que en Cuba, además, tenemos el privilegio de estar unidos en la vanguardia de intelectuales y artistas, tenemos una organización que es fuerte en este sentido y realmente podemos convocar no solo a nuestra organización, sino a otras organizaciones que tengan que ver con el trabajo intelectual.
Ya estamos recibiendo adhesiones de la Unión de Periodistas de Cuba, adhesiones de la Asociación de Pedagogos de Cuba. Hemos trasmitido este mensaje a otras asociaciones científicas. Me parece que hay que movilizar todo el talento, todo el que pueda aportar, para lanzar este frente. Es un frente en el que vamos a convocar al mundo a que se sume contra el fascismo.
Hay muchas cosas que tenemos que hacer.
Tengo noticias nuevas en estos cables. Este viene de América Latina y se refiere a un frente internacional de intelectuales contra la guerra. Tengo esta carta que firmaron recientemente un grupo de los más importantes intelectuales mexicanos sobre el caso de la Comisión de Derechos Humanos, pero que igualmente tiene que ver, por supuesto, con la lucha actual contra el neofascismo y la firman los principales intelectuales mexicanos. Es decir que estamos en condiciones excepcionales.
En el Consejo Nacional pudimos intercambiar un grupo de ideas para establecer ese frente y un programa de trabajo, y nos vamos a empeñar en tareas muy concretas. Quiero mencionar algunas.
Trabajamos en el desmontaje de esta doctrina neofascista. Vamos a lanzar nuestras ideas al mundo y conectarnos con todos aquellos que puedan formar parte de ese frente.
El llamamiento se tradujo a siete idiomas y se distribuyó a parlamentos, universidades, organizaciones de intelectuales, sitios web y se seguirá distribuyendo.
De hecho ya tenemos alguna repercusión. Por ejemplo, en El Mundo, de España, prácticamente está citado todo el documento.
Randy Alonso.- El diario El País, de España también lo publica.
Carlos Martí.- Y en el diario El País, de España también, aunque lo mezcla con otras cosas.
Randy Alonso.- Algunos diarios latinoamericanos también se han hecho eco de este llamamiento.
Carlos Martí.- Realmente, esto nos llena de aliento, porque sabemos que podemos seguir avanzando en nuestra tarea de abrirle paso a la verdad.
Randy Alonso.- Usted hablaba de un sitio web también.
Carlos Martí.- Tenemos un sitio web para los próximos días, con la colaboración del Ministerio de Cultura. Es un sitio web de intelectuales y artistas contra el fascismo, para que podamos ahí tener correos, podamos tener informaciones, podamos actualizarnos permanentemente, y convocar a todo el que quiera participar de este frente.
Realmente, tenemos que convocar a todos los colegas en el mundo y personas de buena voluntad. Lo vamos a hacer con firmeza, lo vamos a hacer trabajando cotidianamente, para contrarrestar esa manipulación mediática.
La batalla mediática contra el neofascismo es tan importante porque vemos en el caso de la guerra contra el pueblo iraquí, cómo aprovecharon para borrar el síndrome de Viet Nam de la memoria del pueblo norteamericano. Es decir, está en marcha un plan verdaderamente fascista de propaganda y desinformación.
Nos empeñamos a fondo. Hay muchas ideas. Se organizan nuevas publicaciones; nos convocamos a participar en foros, intercambiar documentación con frentes parecidos que están apareciendo en distintos lugares del mundo. Las universidades son centros fundamentales para abrir este tipo de reflexión; los centros de ciencia también, desde luego.
Estoy claramente consciente de que estas y otras medidas tendrán un resultado inmediato. Hay que trabajar rápido, tenemos los medios necesarios, tenemos el talento en nuestro país, para convocar un frente antifascista mundial. Es urgente que lo hagamos, pues se precipitan los acontecimientos y no sobra el tiempo; por lo tanto, vamos a trabajar cotidianamente por crear conciencia y abrirle camino a la verdad.
Ese es nuestro deber para que la barbarie no logre imponerse y pueda salvarse la civilización humana y la luz de su más trascendente espiritualidad.
Randy Alonso.- Una batalla en la que también se lucha por la verdad de Cuba, porque la verdad de Cuba se abra paso en medio de tanta mentira mediática, y porque la intelectualidad cubana esclarezca, desde sus posiciones, la posición de Cuba ante el mundo y también sirva como instrumento de batalla y de defensa de las mejores ideas de la cultura humana, frente a las ideas fascistas que se pretenden imponer en el mundo.
De esta manera estamos llegando al final de nuestra mesa redonda de esta tarde. Quiero agradecerles a los prestigiosos intelectuales y artistas que me han acompañado en el panel o desde el estudio, a los invitados que hemos tenido con nosotros, en especial al compañero Abel Prieto, ministro de Cultura.
Estimados televidentes y radioyentes:
Anclada en las doctrinas de la extrema derecha que proclama abiertamente el papel de Estados Unidos como imperio destinado a modelar los destinos del mundo, inspirada en el más tenebroso pensamiento de Hitler y su camarilla fascista, impulsada por un mesianismo que revive el "destino manifiesto", la actual administración norteamericana pretende implantar una tiranía fascista mundial.
Un gobierno llegado al poder bajo el manto del fraude se ha servido de los execrables sucesos del 11 de septiembre del 2001, para intentar legitimarse y pretender implantar su preconcebida política de saqueo y dominación universales, basada en un devastador poder tecnológico, militar, pseudocultural y mediático.
La invasión militar de Iraq y las amenazas actuales a Siria y otras naciones son expresión brutal de la doctrina del ataque preventivo, proclamado ayer por Hitler y retomado hoy por Bush.
Frente a los propósitos neofascistas del actual gobierno norteamericano, los escritores y artistas cubanos, inspirados en el movimiento intelectual que en Estados Unidos, Europa, América Latina y otras partes del mundo ha proclamado: No en nuestro nombre, y en los millones de hombres y mujeres que en las calles coreaban: "No a la guerra", ha levantado su denuncia de los extremos peligros que hoy corre la humanidad, y ha llamado a crear un gran frente antifascista internacional desde la conciencia y desde las ideas.
Ante la barbarie universal que se pretende implantar, recuerdo al Fidel que nos alertó que "Sin cultura no hay libertad posible."
Muy buenas noches.