La lancha Baraguá, secuestrada ayer en horas de la madrugada, seguida de cerca por patrulleras del Servicio de Guardafronteras situadas a 100 metros a ambos lados de la misma, quedó sin combustible a 30 millas al norte de Mariel a las 11:45 de la mañana. Las condiciones del mar con fuerza cuatro podían hacerla zozobrar. Los secuestradores fueron persuadidos de que la misma fuese remolcada hasta un puerto al oeste de La Habana, con la esperanza de recibir el combustible que exigían para proseguir viaje hacia Estados Unidos, manteniendo los cuchillos en el cuello de mujeres rehenes al arribar a las 10:12 de la noche a un muelle del puerto, donde sólo admitieron que la lancha fuese amarrada por la proa a diez metros del muelle. Esta exigencia estaba motivada por temor a que la misma fuese asaltada por fuerzas de guardafronteras.

Durante toda la madrugada, mediante comunicación radial, se trató de persuadirlos para que liberasen a los rehenes. A las reiteradas exhortaciones, sólo admitieron entregar tres: dos mujeres y un hombre en condiciones delicadas de salud. A todas las proposiciones respondieron siempre con la exigencia de combustible.

Los secuestradores son personas con pésimos antecedentes penales, comportamiento feroz y muy bajo nivel cultural. Son entre 8 y 10. Poseen comprobadamente una pistola Makarov y numerosos cuchillos.

Todo se mantenía igual a la hora en que se redacta esta Nota.

Se utilizará la fuerza si la situación de los rehenes se hace critica.

Abril 3 del 2003.

12:58 p.m.