NOTA INFORMATIVA
Fueron capturados los secuestradores y liberados todos los rehenes de la lancha secuestrada
En la nota informativa de ayer jueves 3 de abril, suscrita a las 12:58 p.m. y publicada minutos después en el Noticiero Nacional de Televisión, se comunicaba la situación en que se encontraba dicha nave, que quedó sin combustible a 30 millas de Cuba y fue remolcada hasta un puerto al oeste de La Habana, donde los secuestradores mantenían su comportamiento feroz, amenazando con asesinar a los rehenes si no se les suministraba combustible para proseguir viaje hacia Estados Unidos.
En esa misma nota se describía la actitud violenta e intransigente del grupo que ejecutó aquel acto piratesco y terrorista ante las exhortaciones de liberar a los rehenes, el carácter agresivo y los pésimos antecedentes penales de sus integrantes, y que se usaría la fuerza si la situación de los rehenes se hacía crítica. Esta de por sí comenzaba a serlo desde las 11 de la mañana
Adoptadas las medidas pertinentes para tal eventualidad, que debían ser cuidadosamente elaboradas y ejecutadas para evitar riesgos de muerte y daño para los pasajeros, a la 1:00 p.m. se comenzaron a dar los primeros pasos de intimidación psicológica y preparación para las acciones pertinentes: advertencia dura a los secuestradores; brusca interrupción de la comunicación con ellos; aislar la nave que, como se explicó ayer, estaba a más de 10 metros del muelle, atada a éste desde la proa por una gruesa soga; alejar de sus proximidades cualquier otra embarcación; explorar la misma a pocos metros de ella por una lancha patrullera rápida; ubicar dos escuadras de hombres fuertemente armados al borde del muelle en estado de alerta, muy próximos a la nave secuestrada, y otras medidas pertinentes para proceder a la ocupación por la fuerza de la embarcación y arrestar a los secuestradores, fue más que suficiente.
A las 3:55 p.m. una de las mujeres secuestradas, que estaba en la cabina del puesto de mando --posiblemente la primera de las dos que serían asesinadas por el jefe del grupo que constantemente esgrimía enloquecido una pistola en la mano derecha--, coordina mediante discretas señales con uno de los combatientes de las fuerzas de la Brigada Especial que estaba próximo al borde del muelle, quien la alienta a hacerlo, la idea de lanzarse desde la cabina al agua, y lo hace sin que nadie pudiera impedirlo, y tras ella se lanza la otra. Desconcertado, el jefe de los secuestradores se mueve hacia la derecha pistola en mano, indagando lo ocurrido. Un joven secuestrado lo abraca y ambos caen al agua. Uno tras otro, se van lanzando los demás rehenes. Un soldado de las tropas salta al barco y toma el control del mismo. Los combatientes apostados en el muelle, y varios buzos que aparecen rápido, auxilian de inmediato a los rehenes en el agua, y a los secuestradores, que arrojaron cuchillos y otras armas blancas y también se lanzaron al agua. Una mujer con su pequeño hijo son auxiliados con especial esmero. La lancha patrullera rápida acude de inmediato en apoyo de todos. La totalidad de los que estaban en la nave fueron rescatados y salvados sin un disparo ni un rasguño.
No fue necesario emplear ninguna otra de las variantes concebidas para tomar el barco antes del anochecer o el resto de la noche y madrugada.
En el Programa Especial a las 8:30 de esta noche se ampliará la información de lo ocurrido.
4 de abril del 2003
12:35 p.m.