Discurso pronunciado por el Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros de la República de Cuba, compañero Raúl Castro Ruz, en el
Segundo Período de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 27 de diciembre de 2008, “Año
50 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)
Compañeras
y compañeros:
Nos
separan pocos días del final de un año en que el país ha enfrentado retos
difíciles. A los vaivenes de una
economía mundial en declive sostenido, se han sumado fenómenos naturales cada
vez más impredecibles y devastadores. En
Cuba, el resto del Caribe y América Latina, se alternan sequías, huracanes e
inundaciones de intensidad y frecuencia crecientes.
Ha sido
una nueva oportunidad para que millones de cubanos saquen a relucir esa fibra
de quienes no se doblegan ante las dificultades, por insuperables que puedan
parecer. También se ha ratificado que
cuando trabajamos unidos, de forma organizada y solidaria, se multiplican los
frutos del esfuerzo y los recursos invertidos.
La
recuperación de los daños ocasionados por los tres últimos huracanes, en
general marcha satisfactoriamente. Ya se aprecian los primeros resultados de la
paulatina restauración de las producciones agropecuarias. También se han
hecho importantes inversiones para el
equipamiento de brigadas que elevarán sustancialmente la capacidad de
construcción de viviendas. Ya están en el país las primeras cuatro grandes
brigadas destinadas al movimiento de tierra que demandan las nuevas
urbanizaciones.
Por otra
parte, se ha adquirido equipamiento y materiales para la construcción de
carreteras, vías férreas y el restablecimiento de las redes eléctricas y de
comunicaciones, lo que se ha logrado en plazos menores que en situaciones
anteriores, aunque los daños fueron mayores. Son solo algunos ejemplos de
cuanto se ha venido haciendo durante los últimos meses.
No
obstante, debemos estar conscientes de la magnitud de esta tarea, en particular
la recuperación de las viviendas. Hay más de 500 mil afectadas por los
huracanes en el presente año en 35 municipios, y en otros 12 se suman más de 70 mil dañadas por eventos
meteorológicos de años anteriores. De todas ellas, aún resta por reparar o
construir totalmente el 77%.
Me han
asegurado que puede concluirse en tres años, pero seamos realistas y no nos
engañemos, con un esfuerzo continuado pudiera necesitarse de tres a seis años.
Sin
embargo, en medio de un ambiente de trabajo y sacrificio de la mayoría, algunos
intentaron lucrar en medio de esa situación
a costa de las necesidades de sus compatriotas. Recibieron la respuesta
firme de los órganos de Orden Interior, de
Debe
quedar claro que no habrá retrocesos en el propósito de fortalecer la
institucionalidad, la disciplina y el orden en todas las esferas del país, sin
los cuales sencillamente no es posible avanzar.
Los
resultados económicos alcanzados en el presente año fueron abordados tanto en
esta sesión plenaria como en los días previos.
La
realidad económica adversa presente durante prácticamente todo el 2008, unida a
las muchas horas que la dirección del país tuvo que dedicar a la búsqueda de
las mejores alternativas para garantizar, pese a las dificultades, la
alimentación, la salud, la educación y la satisfacción de las demás necesidades
básicas de nuestro pueblo, obligaron a situar en una segunda prioridad el
estudio y la adopción de decisiones en asuntos también importantes.
En otros
se ha logrado avanzar, como en ir poniendo las tierras ociosas en manos de
quienes puedan y estén dispuestos a hacerlas rendir frutos. Este es un frente
decisivo en que hay que estar alerta ante cualquier retraso o violación de lo
establecido.
Además
hay avances en el acopio y distribución local de leche y del resto de los
alimentos que es posible producir en el país; en la racionalización del
transporte y su incremento cuando ha sido posible; en la construcción de
grandes obras hidráulicas, acueductos y sistemas de alcantarillado o la
rehabilitación de los existentes en varias ciudades; el crecimiento sostenido
del turismo y una modesta elevación de la sustitución de importaciones, por
sólo mencionar algunas de las más importantes tareas.
Ello ha
permitido afrontar mejor el crecimiento de los gastos como consecuencia de las
pérdidas ocasionadas por los grandes fenómenos meteorológicos que nos afectaron
e incluso en mayor medida por el aumento descomunal, salvo oscilaciones coyunturales,
de los precios de prácticamente todo lo que importamos.
En
alimentos, por ejemplo, este año el país tuvo que pagar 907 millones de dólares
más que en el 2007, de esa cifra, cerca de 840 millones por incrementos de precios. Han bajado en las últimas semanas,
pero lo han hecho aún más los de nuestros principales renglones exportables.
El precio
promedio del níquel en el
La crisis
financiera que estalló en los Estados Unidos ha evolucionado rápidamente hasta
transformarse en la crisis económica global que el compañero Fidel pronosticó
hace no menos de una década, la más profunda en casi 80 años.
La
realidad es que ningún Premio Nobel de Economía, ninguna escuela de pensamiento
económico, ningún organismo internacional puede decir con certeza hasta cuándo
y hasta dónde llegará.
El año
próximo es por tanto de mucha incertidumbre en la economía mundial y debemos
estar preparados para enfrentar ese serio reto, que ya nos viene afectando de
manera apreciable.
Pese a
tantas dificultades, la economía creció, aunque menos que lo planificado, en lo
que influyeron de modo determinante, como mencioné anteriormente, las pérdidas
ocasionadas por los huracanes, con un monto cercano a los diez mil millones de
dólares, es decir, alrededor del 20 por ciento del producto interno bruto del
presente año.
Por su
importancia, insisto en una idea que he expresado otras veces: nadie, ni un
individuo ni un país, puede darse el lujo de gastar indefinidamente más de lo
que recibe por la venta de sus producciones o por los servicios que presta.
El
escenario desfavorable de la economía mundial y nuestras propias dificultades,
exigen optimizar las posibilidades que nos brindan las relaciones económicas
mutuamente ventajosas, que venimos desarrollando con naciones amigas de todos
los continentes, en especial con la hermana República Bolivariana de Venezuela,
impulsadas personalmente por su Presidente, el compañero Hugo Chávez Frías.
Nuestro
elemental deber es ajustar los gastos en divisas a los volúmenes que estamos en
condiciones de ingresar. Es una batalla en que la victoria depende del incremento
paulatino de las producciones destinadas a la exportación o que sustituyen importaciones con eficiencia y
ahorro, y de garantizar una mayor y mejor oferta de servicios a personas de
otros países, que como el turismo y la salud aportan considerables ingresos.
Además de
una necesidad imperiosa, constituye un deber elemental para con las futuras
generaciones. No sería ético aumentar los gastos no productivos a costa de
contraer deudas que tendrían que pagar nuestros hijos y nietos.
En
consecuencia, entre otras medidas, se decidió reducir en un 50% los gastos
previstos en viajes al exterior de los organismos, y lo mismo se ha indicado
respecto al sector empresarial. El objetivo no es disminuir tareas ni gestiones
necesarias, sino hacerlas con mayor racionalidad.
No se
trata de un cambio en la estrategia económica adoptada, al contrario, significa
ser totalmente consecuentes con ella. No se ha engavetado ninguno de los temas
de los que he hablado en los últimos tiempos. En cada uno de ellos se han ido
instrumentando las medidas parciales que han permitido las circunstancias y se
avanzará, sin apresuramientos ni excesos de idealismo, según se disponga de los
recursos y concluyan los estudios necesarios.
Estrechamente
relacionado con lo anterior, debemos estar conscientes de que para ir
resolviendo paulatinamente las distorsiones existentes en el sistema salarial,
hay que ir eliminando las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos. De
lo contrario, sencillamente las cuentas no cuadran. Dos más dos siempre suma
cuatro, jamás cinco; hay que actuar con realismo y ajustar todos los sueños a las verdaderas
posibilidades. Esto significa cumplir con el principio socialista de que cada
cual reciba según su trabajo.
Las
gratuidades deben limitarse estrictamente a asegurar a todos los ciudadanos por
igual cuestiones vitales como la educación, la salud y la seguridad y
asistencia social, que junto a la cultura y el deporte, para mantener incluso
los niveles actuales, se requerirá producir más e incrementar los ingresos al
presupuesto, pues los gastos crecen de año en año. La tarea es nada sencilla y
se necesita de la comprensión y el apoyo de todos.
Un
ejemplo de ello es lo que analizó el Consejo de Ministros y lo que se informó a
ustedes ampliamente ayer, en cuanto a eliminar la práctica de garantizar planes
vacacionales, ofertas gastronómicas y otras a precios altamente subsidiados,
que se venían ofreciendo a cuadros, trabajadores destacados y otros sectores de
la población. El costo anual en divisas por este concepto era de casi 60
millones de dólares; tal vez un poquito más, si tenemos en cuenta la parte de
subsidio que recibe el campismo pasa de 60 millones de dólares anuales. Este
es el único país del mundo que hace eso.
Que se
entienda bien, no se trata de si lo merecen o no quienes han disfrutado de esa
posibilidad, ni de limitar el derecho a ir a esos centros, sino de si resulta
racional mantener una forma de estímulo que representa tan alto costo, en las
difíciles circunstancias actuales o en cualquier otra.
Es sabido
que la gran mayoría de las personas no aprecia justamente una gratuidad o un
elevado subsidio generalizado, como parte de la retribución que recibe, en la
que sólo considera el salario.
Ayer
discutimos ampliamente este tema. Tiene otras muchas facetas, las cuales
seguiremos discutiendo, y lo advertimos sin que nos tiemble la voz, que deben
ser analizadas para paulatinamente irlas eliminando, junto con el proceso de
darle el verdadero valor al salario. No
hay otra solución.
La prioridad
de otros asuntos nos impidió concluir los estudios y presentar a esta sesión de
Estos
temas están íntimamente vinculados con las transformaciones estructurales y de
concepto que deben ser sometidas a la consideración y aprobación del VI
Congreso del Partido.
Por
ejemplo, se encuentran en una etapa muy avanzada los estudios para la creación
de
El
proyecto concibe que este órgano asuma las funciones del actual ministerio de
Auditoría y Control, a las que se agregan otras, pues se prevé otorgarle más facultades que las que suele tener en
determinados países, limitadas fundamentalmente al control de los fondos
públicos.
Dicho en
pocas palabras, aspiramos a que contribuya de manera decisiva a fortalecer la
exigencia en el cumplimiento estricto del deber por todas las estructuras de
dirección, sin suplantar en sus responsabilidades a los ministros ni a ningún
otro funcionario.
Incluso,
en los casos en que detecte la ausencia de normas o regulaciones, promoverá que
sean elaboradas y presentadas ante las instancias correspondientes. En muchos
lugares esa situación está presente tanto en la empresa como en la nación.
¿Dónde
está escrito cuáles son los deberes, cuáles son las funciones, por las cuales
ustedes tienen que dirigir su trabajo y realizar las exigencias en el
cumplimiento del deber de cada uno que mencionaron aquí varios diputados
refiriéndose a temas muy concretos?
Ausencia total de normas o regulaciones.
Esta
Contraloría General de la República velará además por eso, y le amplío el
concepto, porque ya es hora de que muchos empecemos a ver qué falta por regular
dentro del área de trabajo de cada cual.
Todo
requiere regulación como guía sobre la cual basar el trabajo.
Exigir
conlleva controlar, educar, orientar, prevenir y hacer cumplir o dispuesto;
pero eso que tiene que hacerse cumplir; lo dispuesto, tiene que estar escrito
no es por lo que se le ocurra a cada cual.
Si llegado el momento hay que sancionar a alguien, no podemos limitarnos
a los comisores directos de las violaciones. Debe incluir también a los que con
su actuar negligente propician o permiten su ocurrencia, es decir, los llamados
responsables colaterales, que son precisamente los que no exigen.
Durante
muchos años he meditado sobre estas cuestiones, en primer lugar analizando
críticamente mi propio trabajo y también el de los demás. He llegado a la
conclusión de que uno de nuestros problemas fundamentales es la falta de
exigencia sistemática a todos los niveles.
Observen, mediten, miren hacia un lado, miren hacia el otro y también
mírense hacia adentro.
Hay que
estar siempre dispuesto a buscarse problemas y a enfrentar incomprensiones.
Dirigir es en primer lugar saber exigir, desde la base hasta los niveles
superiores.
No se
puede dirigir y controlar y a la vez ser tolerante; desempeñar el papel del
“buena gente” como suele decirse popularmente. De ahí los diversos
calificativos, por lo regular denigrantes,
que les endilgan a cuantos actúan como realmente debe hacerse.
Tampoco
es posible dirigir sin dominar las disposiciones y documentos rectores de
nuestro trabajo. No estamos
acostumbrados a regirnos por los documentos, y cuando aparece uno, le vemos el
título y allá va a dormir a las gavetas. Hay que regir, se rige el trabajo por
documentos rectores, aprobados en los niveles correspondientes, preferiblemente
discutidos de manera democrática, con la participación de todos los que deben
participar y de los que deben hacerlo cumplir.
En muy
pocas instituciones de este país -las hay, muy pocas- está regulado desde que
usted ingresa hasta la forma en que lo tienen que enterrar, si muere en ese
organismo, y qué se hace en cada caso.
Cito esos dos extremos. Pero hay
otros donde no se rigen por nada y es muy común la violación inconsciente -y
como cosa natural- de regulaciones oficiales y de leyes de la república, de
este propio Parlamento, y no pasa nada.
Decía que
tampoco es posible dirigir sin dominar las disposiciones y documentos rectores
de nuestro trabajo.
Lamentablemente,
no todos tienen el hábito de estudiarlos ni consultarlos con la periodicidad
requerida, que es la única forma de aplicarlos de manera consecuente.
La
Contraloría no va a eliminar por sí sola estos problemas, que provienen de
vicios enraizados -tan enraizados como el marabú; pero el marabú se arranca, el
marabú se quema, y sobre la tierra que hoy es protegida por lo menos por el
marabú, pueden producirse frutos útiles para el país-, pero contribuirá -me
refiero a la Contraloría- a la batalla que estamos librando contra ellos, con
el apoyo de otros organismos, particularmente de
En la
anterior sesión de
Coincido
con las opiniones vertidas durante la sesión: hemos aprobado una Ley de
Seguridad Social justa, respetuosa de los intereses de los trabajadores y que a
su vez tiene en cuenta las
realidades económicas y demográficas del país.
Como ha
informado nuestra prensa, el 2008 va a concluir con un ligero aumento de la
natalidad respecto a años anteriores, pero esto no significa todavía un cambio
en la tendencia sostenida al incremento de los ciudadanos de edad avanzada
respecto a los más jóvenes, con la consiguiente disminución progresiva de la
población laboralmente activa.
Son
razones insoslayables y muy difíciles de revertir, que imponen la necesidad de
aumentar la edad de jubilación y así lo ha comprendido la gran mayoría de
nuestros trabajadores, después de profundas discusiones en que se escuchó y
tuvo en cuenta la opinión de todos.
El pasado
mes de junio hicimos un llamado a la reincorporación a las aulas de maestros y
profesores jubilados o que habían dejado de impartir clases por diversas
razones. La respuesta ha justificado nuestra expectativa. Nos satisface
felicitar a los siete mil educadores que respondieron, y hoy aportan su
experiencia y conocimientos en los diferentes niveles de enseñanza, en
particular la primaria, media y preuniversitaria, donde se presenta el mayor
déficit de docentes.
Ha sido
un refuerzo muy importante para el abnegado e insustituible destacamento que
constituyen nuestros educadores. Así lo demuestran los otros nueve mil que han
rebasado la edad de jubilación y continúan en sus puestos. Esta tarea no
concluye aquí, sobre todo en las provincias que han obtenido hasta ahora
menores resultados.
Igual
ocurrió anteriormente con los más de 1 600 ingenieros, técnicos de nivel medio
y obreros calificados, que ya estaban en retiro y se reincorporaron a las FAR,
gran parte de ellos para participar en la importante tarea de la modernización
de nuestro armamento y otros medios de la defensa, tema del que hablé en la
anterior sesión de la Asamblea; 1 600 retirados volvieron.
Son
ejemplos que demuestran que nuestro pueblo siempre responde cuando se trabaja
seriamente, con argumentos sólidos y una correcta organización.
En esa
ocasión también hablé de que cada provincia debe garantizar, además de los
profesores que requiere, los constructores, policías y el resto de la fuerza de
trabajo hoy deficitaria. Algo se ha avanzado.
En el primer semestre ingresaron a cursos de formación como policías,
867 jóvenes de la capital de la república,
e igualmente está cubierta la matrícula de los que comenzarán a prepararse
en febrero del 2009. Las provincias más atrasadas son Matanzas y La Habana.
En la
próxima sesión de la Asamblea, volveré
a recordarlo para que no se nos
olvide.
En cuanto
a los constructores, debo decir que la respuesta es muy, muy insuficiente en este sector clave para
el desarrollo del país en todos los aspectos, hasta para los miles de viviendas
que tenemos que construir. Veremos qué
podemos hacer.
Son pasos
dentro del conjunto de medidas que habrá que continuar adoptando, hasta que
trabajar constituya realmente algo vital para todos. Dicho más claro: que las
personas sientan la necesidad de trabajar para satisfacer sus necesidades,
independientemente de la conciencia de todo ciudadano honesto sobre este
primordial deber.
No nos
engañemos más; si no hay la presión, si no existe la necesidad de trabajar para
satisfacer mis necesidades, y me lo están dando gratis por aquí o por allá, nos
quedaremos sin voz llamando al trabajo.
Esa es mi forma de pensar, y por eso todo lo que estoy proponiendo va en
gran parte encaminado hacia ese objetivo.
No nos engañemos.
Compartimos
la preocupación de muchos compatriotas respecto a individuos que no aportan a
la sociedad, pero debemos estar conscientes de que son problemas que no
resuelve una disposición, ni siquiera una ley. Requieren un enfoque que integre
acciones políticas, económicas, legales y administrativas, y, sobre todo, lo
que les acabo de decir: que sientan la necesidad de trabajar.
En las
relaciones internacionales son considerables los éxitos del país. Hemos
cumplido cabalmente con nuestra responsabilidad como Presidente del Movimiento
de Países no Alineados, hoy más activos y cohesionados. En
Las
naciones de nuestro subcontinente han pasado de las peticiones a la exigencia
en cuanto al cese de las agresiones contra Cuba por parte de los Estados
Unidos, tanto en eventos multilaterales como de forma individual por un número
creciente de gobiernos y parlamentos.
Ejemplo
de esa transformación es el pronunciamiento contra el bloqueo adoptado de forma
unánime en
En el año
continuamos batallando sin descanso por el regreso a la Patria de nuestros
Cinco Héroes. Renovamos ante sus familiares y el pueblo el compromiso de no
desmayar jamás en ese esfuerzo hasta que regresen a su Patria (Aplausos prolongados).
La
inmediata e importante ayuda recibida tras el paso de los huracanes, junto a
los incontables mensajes de solidaridad y aliento, son gestos que aprecia y
agradece nuestro pueblo, a la vez que otra muestra palpable del respeto y el
cariño que Cuba ha sabido ganarse con su actuación siempre vertical y de
principios en sus relaciones con el resto de los países, y su cooperación
solidaria y desinteresada en incontables campos, especialmente en los de la
salud y la educación.
Vivimos
un momento histórico radicalmente diferente, muy diferente al de aquellos años en que los gobiernos de América Latina, salvo
muy contadas y honrosas excepciones, se plegaban en bloque de manera sumisa a los
dictados de Washington para aislar a Cuba. Hoy estamos cosechando los frutos de
una política exterior firme, solidaria y basada en principios inviolables,
concebida y llevada a la práctica por el compañero Fidel durante casi cinco
décadas, aun en las más difíciles circunstancias.
Fuimos
anfitriones en el año que concluye de importantes reuniones internacionales, la
más reciente
Hace 50
años, por estos días el Ejército Rebelde, en estrecha coordinación con los
combatientes de la lucha clandestina, obtenía sus grandes y decisivas victorias
finales a lo largo y ancho del país. No transcurrió una semana y ante el empuje
de
El
triunfo en nuestra última Guerra de Liberación llegó exactamente cinco años,
cinco meses y cinco días después del heroico intento de “tomar el cielo por
asalto” en Santiago de Cuba y Bayamo, el 26 de julio de 1953.
La
victoria del Primero de Enero no marcó el final de la lucha, sino el inicio de
una nueva etapa caracterizada por la cada vez más masiva y consciente
participación del pueblo, en la que no ha habido un minuto de tregua durante el
medio siglo transcurrido. Así han sido también estos últimos 12 meses,
especialmente intensos y complejos, a los que hemos pasado balance.
Por eso
concluyo deseándoles, a ustedes y a todos nuestros compatriotas, para el año
2009 salud y mucha energía. Vamos a necesitar de ambas, como he dicho otras
veces, ¡trabajo hay de sobra!
Los
revolucionarios cubanos podemos mirar hacia el pasado con la frente en alto y
al futuro además con la misma confianza en nuestra fuerza y capacidad de
resistir.
Felicitémonos
todos por el aniversario 50 del triunfo de
Muchas
gracias.
(Ovación
y exclamaciones de Viva Raúl)