Discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro
Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el Quinto Período
Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder
Popular, en el Palacio de Convenciones, el 1º de agosto de 2010, “Año 52 de la
Revolución”.
Queridas compañeras
y compañeros:
Esta sesión de
Las modificaciones
a
Las nuevas
provincias Artemisa y Mayabeque nacerán el 1º de enero de 2011 sin repetir los
errores que han acompañado el trabajo de los órganos locales del Poder Popular,
bajo una concepción de ahorro y uso racional de todos los recursos, en
particular con plantillas ajustadas a sus funciones y una clara delimitación de
facultades en las interrelaciones con los organismos de la administración
central del Estado, las empresas nacionales y las organizaciones políticas y de
masas.
Por su parte, el
Código de Seguridad Vial, cuya aprobación aplazamos en la sesión anterior para
profundizar en su contenido, conciliar las discrepancias entonces existentes y
avanzar en la elaboración de las disposiciones complementarias, constituye una
contribución a la elevación de la disciplina social y la preservación de la
vida humana, así como la disminución de cuantiosas pérdidas económicas.
Pasando a otros
asuntos, no me son ajenas las expectativas que lógicamente generan los
discursos en ocasión del 26 de julio y en el Parlamento. A algunos les sorprendió que las palabras
centrales en Santa Clara fueran pronunciadas por el compañero Machado Ventura,
un magnífico discurso por cierto.
Es verdad que desde
el triunfo de
Varias agencias de
prensa y autotitulados “analistas” del tema Cuba, dedicaron durante los días
previos y posteriores al acto por el 26 de julio innumerables noticias y
artículos en los que, tergiversando nuestra realidad, anticipaban con
estridencia el anuncio de supuestas reformas en nuestro sistema económico y
social y la aplicación de recetas capitalistas para encauzar la economía;
algunos incluso se atrevieron a describir la existencia de una lucha entre
tendencias en
Al observar
fríamente estas campañas de prensa queda evidenciado que casi todas las
agencias se guían por un mismo hilo conductor. No me refiero a los periodistas,
obligados a someterse a la línea editorial que les trazan y exigen los
consorcios mediáticos sobre Cuba, aunque a veces utilizan las mismas frases y
calificativos prefabricados. No pocas veces párrafos completos idénticos,
independientemente de si son de una región del mundo o de otra.
Con la experiencia
acumulada en los más de 55 años de lucha revolucionaria, parece que no vamos
tan mal, ni que el desespero y la frustración sean nuestros compañeros de
viaje. Si nos elogiaran, entonces sí
tendríamos motivos para preocuparnos.
Como afirmó el
compañero Machado el pasado 26 de julio: cito: “proseguiremos con sentido de
responsabilidad, paso a paso, al ritmo que determinemos nosotros, sin
improvisaciones ni precipitaciones, para no errar y dejar atrás definitivamente
errores o medidas que no se avienen a las condiciones actuales” (fin de la
cita).
La unidad entre los
revolucionarios y entre la dirección de
Aunque les duela a
los enemigos, nuestra unidad es hoy más sólida que nunca, no es fruto de la
falsa unanimidad o de la simulación oportunista, la unidad no excluye las
discrepancias honestas, sino que presupone la discusión de ideas diferentes,
pero con los mismos propósitos finales de justicia social y de soberanía
nacional, lo que nos permitirá siempre llegar a las mejores decisiones.
La unidad se
fomenta y cosecha en la más amplia democracia socialista y en la discusión
abierta de todos los asuntos, por sensibles que sean, con el pueblo.
Hablando de temas
sensibles, debo informarles que luego de meses de estudio en el marco de la
actualización del modelo económico cubano, el Consejo de Ministros en su última
reunión, efectuada los días 16 y 17 de julio, con la participación de los
vicepresidentes del Consejo de Estado, otros miembros del Buró Político y del
Secretariado del Comité Central, los primeros secretarios de los comités provinciales
del Partido y los presidentes de los consejos de la administración provincial,
así como los cuadros centros de
En una primera
fase, que planificamos concluir en el primer trimestre del próximo año, se
modificará el tratamiento laboral y salarial a los trabajadores disponibles e
interruptos de un grupo de organismos de la administración central del estado,
suprimiendo los enfoques paternalistas que desestimulan la necesidad de
trabajar para vivir y con ello reducir los gastos improductivos, que entraña el
pago igualitario, con independencia de los años de empleo, de una garantía
salarial durante largos períodos a personas que no laboran.
El éxito de este
proceso dependerá en buena medida del aseguramiento político que debemos
acometer, bajo la dirección del Partido y con la activa participación de
La estricta
observancia del principio de idoneidad demostrada a la hora de determinar quién
merece el mejor derecho de ocupar una plaza, debe contribuir a evitar cualquier
manifestación de favoritismo, así como de discriminación de género o de otro
tipo, las cuales deben enfrentarse con toda firmeza.
El Consejo de
Ministros también acordó ampliar el ejercicio del trabajo por cuenta propia y
su utilización como una alternativa más de empleo de los trabajadores
excedentes, eliminando varias prohibiciones vigentes para el otorgamiento de
nuevas licencias y la comercialización de algunas producciones, flexibilizando
la contratación de fuerza de trabajo.
Al propio tiempo,
en la citada reunión de los mencionados días 16 y 17 de julio, se aprobó la
aplicación de un régimen tributario para el trabajo por cuenta propia que
responda al nuevo escenario económico y garantice que los incorporados a esta
actividad contribuyan a la seguridad social, abonen impuestos sobre los
ingresos personales y las ventas; y aquellos que contraten trabajadores paguen
el tributo por la utilización de la fuerza de trabajo.
Próximamente se
celebrará un pleno ampliado del Consejo Nacional de
No albergamos dudas
de que en la materialización de estas medidas contaremos con el apoyo decisivo
de la clase obrera, que junto al campesinado y el resto de los sectores de la
sociedad, comprende que sin el aumento de la eficiencia y la productividad es
imposible elevar salarios, incrementar las exportaciones y sustituir
importaciones, crecer en la producción de alimentos y en definitiva sostener
los enormes gastos sociales propios de nuestro sistema socialista, esfera en la
que también estamos en el deber de ser racionales, ahorrando mucho más sin
sacrificar la calidad.
Por otra parte,
pienso que a nadie se le escape la
trascendente contribución al mejoramiento de la disciplina social y
laboral que emana de la aplicación de estas medidas.
Al adoptar estos
acuerdos, partimos de que nadie quedará abandonado a su suerte, el Estado
Socialista brindará el apoyo necesario para una vida digna, mediante el sistema
de asistencia social a aquellos que realmente no estén en capacidad de trabajar
y sean el único sustento de sus familias. Hay que borrar para siempre la noción
de que Cuba es el único país del mundo en que se puede vivir sin trabajar.
Igualmente hemos
avanzado en los estudios a cargo de
En medio de la
adversa coyuntura económica internacional y su inevitable incidencia en nuestro
país, en los estimados del primer semestre se aprecian resultados alentadores
en la economía nacional, a pesar del incumplimiento del plan de azúcar y otras
producciones agropecuarias a causa de errores de dirección y también por los
efectos de la sequía.
Se incrementan los
arribos de visitantes extranjeros, se cumple la producción petrolera; se
mantiene, e incluso mejora, el equilibrio monetario interno, la productividad
del trabajo refleja un ritmo superior al salario medio, objetivo que no se
lograba desde hace varios años, se elevan modestamente las exportaciones y se
reduce el consumo de portadores energéticos, a partir del reordenamiento del
transporte y el efecto de otras medidas de ahorro.
El consumo de
electricidad refleja resultados positivos en el sector estatal, a diferencia
del residencial que crece más que lo previsto.
Hace exactamente un
año me referí a las restricciones financieras externas que enfrentábamos debido
a la acumulación de compromisos de pago y la necesidad de llevar a cabo
renegociaciones de deudas. Hoy puedo informarles que gracias a la confianza y
comprensión de la mayoría de nuestros acreedores, hemos logrado algunos avances
en el aplazamiento de obligaciones, las cuales tenemos la más firme voluntad de
honrar en los nuevos plazos convenidos. Asimismo, las retenciones de
transferencias al exterior a
suministradores acumuladas en esa fecha, son hoy apenas un tercio de aquellas
de hace un año y, como muestra de seguridad en el país se han incrementado los
depósitos extranjeros en los bancos cubanos.
Debo referirme a
otro tema de actualidad. Por decisión soberana y en
estricto apego a nuestras leyes, en los últimos días se completó la excarcelación y salida del país de los
primeros 21 reclusos contrarrevolucionarios, de los 53 sancionados en el 2003
por delitos contra la seguridad del Estado.
Con anterioridad,
desde el 2004, se había concedido licencia extrapenal a otros 22 sancionados en
la misma causa judicial.
Cabe
recordar que ninguno de estos ciudadanos fue condenado por sus ideas, como han
tratado de hacer ver las brutales campañas de descrédito contra Cuba, en
diferentes regiones del mundo.
Como
quedó probado de manera irrefutable en el acto del juicio oral, todos habían
cometido delitos previstos y sancionados en nuestras leyes, actuando al
servicio del gobierno de los Estados Unidos y de su política de bloqueo y
subversión.
No
debe olvidarse que en aquellos momentos –2003—, el entonces presidente
George W. Bush, embriagado con las aparentes victorias en las guerras de Iraq y
Afganistán, proclamaba el “cambio de régimen” en Cuba y amenazaba directamente
nuestra seguridad nacional, llegando incluso a designar públicamente un
interventor para administrar el país tras ser ocupado, al igual que acababan de
hacer en Iraq. Como consecuencia, se fraguaron
decenas de planes de desestabilización interna y de secuestro de aviones y
barcos que tuvimos que enfrentar con toda firmeza, basados en el estricto
respeto a las leyes.
La Revolución puede
ser generosa porque es fuerte, su fuerza radica en el apoyo mayoritario del
pueblo que ha sabido resistir tantos años de agresiones y sacrificios, por eso
no resulta ocioso reiterar que no habrá impunidad para los enemigos de
Nadie se llame a
engaño. La defensa de nuestras sagradas conquistas, de nuestras calles y
plazas, seguirá siendo el primer deber de los revolucionarios a quienes no
podemos privar de ese derecho (Aplausos prolongados).
Fuera de texto podemos
comentar que el pobre interventor designado por George W. Bush se quedó
desempleado (Risas).
En
cuanto a Cuba y los Estados Unidos, en esencia nada ha cambiado; nuestros
valerosos Cinco Héroes permanecen sufriendo injusta prisión y un trato abusivo,
como la crueldad que se comete actualmente con el compañero Gerardo Hernández
Nordelo, condenada por esta Asamblea. Aunque exista menos retórica y se
celebren ocasionales conversaciones bilaterales sobre temas específicos y
limitados, en realidad, el bloqueo se continúa aplicando y nosotros seguiremos
actuando con la serenidad y paciencia que hemos aprendido en más de medio
siglo.
A nosotros, los
revolucionarios cubanos las dificultades no nos quitan el sueño, nuestro único
camino es proseguir la lucha con optimismo y la inclaudicable fe en la
victoria.
Muchas gracias (Ovación).