Discurso pronunciado por el General
de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la
ceremonia de bienvenida a Su Santidad Benedicto XVI, en el aeropuerto
internacional “Antonio Maceo” de Santiago de Cuba, el 26 de marzo de 2012, “Año
54 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas - Consejo
de Estado)
Santidad:
Cuba
lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia. Encontrará
aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la
justicia y ha hecho grandes sacrificios.
De
Martí aprendimos a rendir culto a la dignidad plena del hombre y heredamos la
fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: “con todos y para el bien de todos”.
Cintio
Vitier, insigne intelectual y cristiano, escribió que “el verdadero rostro de
La
potencia más poderosa que ha conocido
Sin
razón, a Cuba se le calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la
que jamás nos apartamos, siempre se abre paso.
Catorce
años después que el Papa Juan Pablo II nos visitara, el bloqueo económico,
político y mediático contra Cuba persiste e, incluso, se ha endurecido en el
sector financiero. Como aparece en el memorando norteamericano del 6 de abril
de 1960, desclasificado décadas después, su objetivo sigue siendo (cito) “…
causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Sin
embargo,
Varias
generaciones de compatriotas se han unido en la lucha por elevados ideales y
nobles objetivos. Hemos enfrentado carencias, pero nunca faltado al deber de compartir
con los que tienen menos.
Sólo
como demostración de cuánto se podría hacer si prevaleciera la solidaridad,
menciono que en la última década, con la ayuda de Cuba se han preparado decenas
de miles de médicos de otros países, se ha devuelto o mejorado la visión a 2,2
millones de personas de bajos ingresos y se ha contribuido a enseñar a leer y
escribir a 5,8 millones de analfabetos. Puedo asegurarle que, dentro de las
modestas posibilidades de que disponemos, nuestra cooperación internacional
continuará.
Santidad:
Conmemoramos
el IV Centenario del hallazgo y la presencia de la imagen de
La
reciente peregrinación de
Le
aguardan Santiago de Cuba, que ha sido protagonista de gloriosos episodios en
la historia de luchas de los cubanos por su definitiva independencia y también
el poblado del Cobre, donde
Nos
satisfacen las estrechas relaciones
entre
Nuestro
gobierno y
Santidad:
Hace
casi veinte años que Fidel sorprendió a muchos al proclamar que “una importante
especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva
liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre” concluyó.
Hay
crecientes amenazas a la paz y la existencia de enormes arsenales nucleares es
otro grave peligro para el ser humano. El agua o los alimentos serán, después
de los hidrocarburos, la causa de las próximas guerras de despojo. Con los
recursos que se dedican a producir mortíferas armas, podría eliminarse la
pobreza. El desarrollo vertiginoso de la ciencia y la tecnología no se
encuentra al servicio de la solución de los grandes problemas que aquejan a los
seres humanos. Frecuentemente sirven para crear reflejos condicionados o para
manipular a la opinión pública. Las finanzas son un poder opresivo.
En
vez de la solidaridad, se generaliza una crisis sistémica, provocada por el
consumo irracional en las sociedades opulentas. Una ínfima parte de la
población acumula enormes riquezas mientras crecen los pobres, los hambrientos,
los enfermos sin atención y los desamparados.
En
el mundo industrializado, los “indignados” no soportan más la injusticia y,
especialmente entre los jóvenes, crece la desconfianza en modelos sociales e
ideologías que destruyen los valores espirituales y producen exclusión y
egoísmo.
Es
cierto que la crisis global tiene también una dimensión moral y que prevalece
la falta de conexión entre los gobiernos y los ciudadanos a los que dicen
servir. La corrupción de la política y la falta de verdadera democracia son
males de nuestro tiempo.
En
estos y otros temas apreciamos coincidencia con sus ideas.
Frente
a tantos desafíos, Nuestra América se une en su soberanía e intenta una
integración más solidaria para hacer realidad el sueño bicentenario de sus
Próceres.
Su
Santidad podrá dirigirse a un pueblo de convicciones profundas que le escuchará
atento y respetuoso.
En
nombre de
Muchas
gracias.