Discurso pronunciado por el General de Ejército
Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la
clausura del V Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea
Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 15 de julio de 2015,
“Año 57 de la Revolución”.
(Versiones
Taquigráficas - Consejo de Estado)
Compañeras y compañeros:
En los últimos meses
hemos sido testigos de varios acontecimientos de gran relevancia para el país,
de los cuales ustedes y nuestro pueblo han sido informados oportunamente.
Como es habitual, los
diputados recibieron en estos días abundante información acerca del desempeño
de la economía durante el primer semestre y los estimados hasta fin de año.
Ciertamente ha podido
revertirse la tendencia a la desaceleración del crecimiento del Producto
Interno Bruto —conocido por las siglas PIB— que se manifestó en años recientes.
Hasta el 30 de junio el PIB creció un 4,7%
y estimamos que al concluir el año quedará en el entorno del 4%. Y esto es muy bueno, teniendo en cuenta que en
el pasado año solo crecimos un 1%;
no obstante, para lograr este 4% esperado, hay que trabajar duro y con mucha
disciplina, sobre todo en el orden
económico como señalaba el ministro de Economía, Marino Murillo.
A pesar de diversos
incumplimientos, creció la producción de las industrias azucarera y
manufacturera, así como la construcción, el comercio, la actividad turística y
la producción agropecuaria, aun cuando esta última sufre los efectos de la
intensa sequía que se manifiesta en todo el territorio nacional.
Debo enfatizar, en
este sentido, la necesidad de un uso más racional de ese recurso vital, como se han referido varios compañeras y
compañeros. Al cierre de junio el
agua embalsada era solo del 38% de la capacidad existente —hoy está el 36,1% según informó la presidenta
del Instituto de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman—, presentándose
el escenario más desfavorable en las provincias de Guantánamo, Santiago de
Cuba, Granma, Las Tunas, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Pinar del Río.
Una de las mayores
insatisfacciones en la ejecución del plan se encuentra en el sector del transporte,
lo que ha ocasionado dificultades en el comportamiento de la economía a causa
de deficiencias organizativas y baja disponibilidad técnica en el sistema
ferroviario y el transporte automotor, asociada a la falta de piezas de
repuesto y problemas en el mantenimiento y las reparaciones. Esta situación se vio también agravada por el retraso
en la llegada al país de los equipos correspondientes al plan del pasado y del presente
año, la mayoría de los cuales deben arribar en el 2015.
A lo anterior se une
la decisión adoptada en la reciente reunión del Consejo de Ministros de entregar
medios de transporte y también equipamiento constructivo de la Reserva Estatal,
así como anticipar la contratación de los equipos inicialmente considerados en
el plan del 2016.
Durante el primer
semestre hemos enfrentado severas restricciones financieras externas; sin embargo,
el país ha continuado cumpliendo rigurosamente sus obligaciones de pago con
acreedores y proveedores extranjeros, práctica que favorece el paulatino
restablecimiento de la credibilidad de la economía nacional, a pesar de que el
bloqueo norteamericano sigue en pleno vigor.
En medio de estas
dificultades, se ha logrado preservar los servicios sociales a la población —cuestión
que jamás descuidaremos— y como muestra de ello podemos señalar que ha mejorado
de manera sustancial la situación epidemiológica del país.
Por otra parte, se mantiene el equilibrio monetario y
financiero. La inflación, en general, se encuentra contenida en los niveles
previstos, entre el 3% y el 5%, aunque no ignoramos la justa preocupación de la
población por los altos precios de los productos agropecuarios, que crecen más
que el salario medio.
Ustedes han podido
apreciar, a diferencia de sesiones anteriores de la Asamblea Nacional, que en
esta oportunidad no se incluyó la información sobre el estado de la
implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados
por el 6to Congreso del Partido, atendiendo a que hemos considerado conveniente
concentrarnos en la elaboración del proyecto del informe que sobre esta temática
será presentado al 7mo Congreso, en abril del 2016, tal y como fue convocado
por el Pleno del Comité Central efectuado ayer.
No obstante, me
referiré brevemente a las principales tareas llevadas a cabo en interés de la
actualización de nuestro modelo económico y social. Entre ellas se encuentra la
elaboración de la conceptualización teórica del socialismo en Cuba y las líneas
y sectores estratégicos que conformarán el programa de desarrollo económico y
social hasta el 2030. Ambos documentos formarán parte de los temas que se
analizarán en el próximo Congreso del Partido.
Al propio tiempo, se
continuó avanzando en la elevación del papel que corresponde desempeñar a la empresa estatal
socialista como figura fundamental de la economía nacional, ajustando medidas
aprobadas con anterioridad e incorporando otras relativas a su funcionamiento
más flexible y a sistemas salariales asociados a los resultados del trabajo.
Igualmente, se han
ejecutado diversas transformaciones en el proceso de planificación económica en
consonancia con el perfeccionamiento del sistema empresarial, lo que ha
permitido incorporar al plan, con mayor integralidad, las políticas aprobadas
como resultado de la implementación de los lineamientos y la programación de
los equilibrios monetarios en el Plan y el Presupuesto del Estado.
Prosigue el avance en
el cumplimiento del conjunto de medidas orientadas a la unificación monetaria,
proceso de extrema complejidad y que resulta imprescindible para un eficiente desempeño
de la economía. No es ocioso reiterar lo planteado en varias ocasiones, ante
nuestro Parlamento, acerca de que se garantizarán los depósitos bancarios en
divisas internacionales, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos
(CUP), así como el efectivo en manos de la población y las personas jurídicas
nacionales y extranjeras.
De la misma forma, se
mantiene en marcha el proceso experimental de creación de cooperativas no
agropecuarias, el que tiene como prioridades consolidar el funcionamiento de
las existentes y seguir avanzando de manera gradual en la constitución de
nuevas cooperativas, sin repetir las distorsiones ya identificadas.
A ello se une que poco
más de medio millón de cubanos se desempeñan como trabajadores por cuenta
propia en múltiples actividades, cifra que seguirá creciendo de manera paulatina,
al trasladarse a esta forma de gestión un conjunto de establecimientos
gastronómicos y de servicios a la población, preservando el Estado la propiedad
de los inmuebles.
Continuaremos a
nuestro ritmo el proceso de transformaciones en la sociedad cubana, que hemos decidido
soberanamente con el apoyo mayoritario del pueblo, en aras de la construcción
de un socialismo próspero y sostenible, garantía esencial de nuestra
independencia.
El primer semestre
del año se ha caracterizado por una intensa ejecutoria internacional.
La III Cumbre de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), efectuada en enero
en Costa Rica, expresó el firme reclamo de que se ponga fin al bloqueo
económico, comercial y financiero y exhortó al presidente Obama a utilizar
resueltamente sus amplias facultades ejecutivas para modificar de manera
sustancial la aplicación de esa política. Apenas días después, la Cumbre de la
Unión Africana hizo un planteamiento similar.
La VII Cumbre de las
Américas, a la que Cuba asistió por primera vez, celebrada en Panamá en abril,
fue espacio propicio para que la región reiterara el apoyo a la justa lucha de
nuestro pueblo frente al bloqueo y planteara la necesidad de modificar la
naturaleza de las relaciones hemisféricas en esta época en que ya no puede tratársele
como traspatio.
Precisamente en
Panamá, sostuvimos una reunión con el Presidente de Estados Unidos.
Mis palabras en ambos
eventos recogen la invariable posición de principios de la política exterior de
la Revolución Cubana y expresan lealtad a las ideas que nuestro pueblo ha
defendido, frente a todos los riesgos y desafíos, bajo la guía del Comandante
en Jefe Fidel Castro Ruz. Eso me libera
de repetirlas hoy aquí, ya que son bien conocidas por ustedes.
Sin embargo, debo
reiterar nuestra solidaridad con la Revolución Bolivariana y el gobierno que
encabeza el presidente Nicolás Maduro frente a los intentos de
desestabilización y cualquier acto de injerencia externa. Conocimos con
satisfacción los resultados de las elecciones primarias del Partido Socialista
Unido de Venezuela, al tiempo que seguimos con atención el proceso de diálogo
entre ese país y Estados Unidos.
Denunciamos las
campañas desestabilizadoras contra el gobierno del presidente Rafael Correa y
la Revolución Ciudadana en Ecuador, a los que confirmamos la solidaridad de
Cuba.
Apreciamos que se ha
puesto en práctica una ofensiva imperialista y oligárquica contra los procesos
revolucionarios y progresistas latinoamericanos, la cual será enfrentada con
determinación por nuestros pueblos.
Llegue desde este
Parlamento el saludo
solidario a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo
brasileño que defienden los importantes avances sociales y políticos de
integración regional y de los países del Sur frente a los intentos de revertirlos.
A principios de mayo,
asistimos a la impresionante conmemoración en Moscú del 70 Aniversario de la
Victoria contra el Fascismo, hecho que nadie podrá tergiversar ni borrar de la
memoria de la Humanidad.
Nosotros advertimos tempranamente,
en esta propia sala, que el intento de extender la OTAN hasta las fronteras de
Rusia traería serias amenazas a la paz y la seguridad internacionales.
Hoy reafirmamos que
el propósito de aplicar sanciones contra Rusia lesionará los intereses de
Europa y traerá mayor inestabilidad y nuevos peligros. Esta posición fue
planteada nuevamente por Cuba en la Segunda Cumbre CELAC-Unión Europea, donde
se ratificó también nuestra disposición al diálogo y la cooperación en el bloque
comunitario, con el cual estamos negociando un acuerdo al respecto. En
esta ocasión presidió nuestra delegación el primer vicepresidente, compañero Miguel
Díaz-Canel.
Saludamos el acuerdo
alcanzado entre la República Islámica de Irán y el grupo de países miembros
permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania. Reiteramos nuestro respaldo
al derecho inalienable de todo Estado al uso pacífico de la energía nuclear.
Este resultado demuestra que el diálogo y la negociación son la única
herramienta efectiva para solventar las diferencias entre los Estados.
Desde ahora, nos
preparamos para recibir, el próximo mes de septiembre, al Papa Francisco, con
afecto, respeto y hospitalidad, como merece. Despierta admiración mundial su
prédica a favor de la paz y la equidad, la erradicación de la pobreza, la
defensa del medio ambiente y su análisis de las causas de los problemas de la
Humanidad, que todos hemos seguido con atención, especialmente durante su
memorable recorrido por Ecuador, Bolivia y Paraguay.
Ya fue informado que
el próximo 20 de julio, como resultado de las negociaciones que se
desarrollaron de manera respetuosa y en pie de igualdad, quedarán oficialmente
restablecidas las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y se
reabrirán Embajadas en las respectivas capitales; en primer lugar la nuestra.
Habrá concluido así
la primera fase del proceso iniciado el 17 de diciembre y comenzará entonces
una nueva etapa, larga y compleja, en el camino hacia la normalización de las
relaciones, que requerirá voluntad para encontrar soluciones a los problemas
que se han acumulado por más de cinco
décadas y afectan los vínculos entre nuestros países y pueblos. Como hemos
dicho, se trata de fundar un nuevo tipo de lazos entre ambos Estados, distintos
a los de toda nuestra historia común.
Tal como señala la
Declaración del Gobierno Revolucionario del 1º de julio, no es posible concebir,
mientras se mantenga el bloqueo, relaciones normales entre Cuba y Estados
Unidos.
Al reconocer el
llamado del presidente Obama al Congreso norteamericano para que levante el
bloqueo a Cuba, reiterado en su declaración del pasado 1ro de julio, esperamos
que continúe usando sus facultades ejecutivas, es decir, aquellas que él como Presidente puede adoptar sin participación
del Congreso, para desmantelar aspectos de esta política, que causa
daños y privaciones a nuestro pueblo.
El resto de las medidas del
bloqueo corresponden como es natural, al Parlamento, o sea, su Congreso.
Para normalizar los
vínculos bilaterales también será necesario que se devuelva el territorio
ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, que cesen las
transmisiones radiales y televisivas ilegales hacia Cuba, que se eliminen los
programas dirigidos a promover la subversión y la desestabilización internas, y
se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados a
causa de las políticas de Estados Unidos.
Cambiar todo lo que
deba ser cambiado es asunto soberano y exclusivo de los cubanos. El Gobierno Revolucionario
tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones,
convencido de que ambos países podemos cooperar y coexistir civilizadamente, en
beneficio mutuo, por encima de las diferencias que tenemos y tendremos, y
contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la
equidad en nuestro continente y el mundo.
Compañeras y compañeros:
Hace pocas semanas, recibimos en la Patria a los
integrantes del Contingente “Henry Reeve” que
participaron en la batalla contra el Ébola en África
Occidental, donde dieron un extraordinario ejemplo de solidaridad, altruismo y
valor personal al enfrentarse a esa mortífera epidemia. Nuestro eterno homenaje
a Jorge Juan Guerra Rodríguez y Reynaldo Villafranca Antigua, los dos
cooperantes que fallecieron por otras enfermedades contraídas durante el
cumplimiento de esa misión.
También una brigada médica cubana, que regresa en
los próximos días, asistió con gran espíritu solidario a las víctimas de los
terremotos en las montañas de Nepal.
Nuestro país continuará cumpliendo, según sus
posibilidades, con el deber internacionalista de apoyar a los pueblos necesitados,
como hoy lo hacen decenas de miles de compatriotas en más de 80 países de
América Latina, el Caribe, África y Asia, bajo el principio de que aquellos que
puedan sufragar la colaboración lo hagan y a los que no cuenten con recursos
los proseguiremos ayudando.
En apenas 10 días celebraremos el 62 aniversario de los
asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y los 500 años de
la fundación de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí compartiremos con ese aguerrido pueblo la
alegría por estos acontecimientos —aguerrido
igual que el resto del país, incluyendo la Isla de la Juventud y sus cayos
adyacentes (Aplausos)— y escucharemos
las palabras del Segundo Secretario del Comité Central del Partido, compañero
José Ramón Machado Ventura (Aplausos).
Quien hoy compare esa ciudad heroína con aquella que
quedó después de ser azotada por el huracán Sandy, hace menos de tres años, podrá
comprender que no hay nada imposible para un pueblo unido, como el nuestro, dispuesto
a luchar y defender la obra de su Revolución.
Nos veremos en Santiago,
Muchas gracias (Aplausos prolongados).