Reflexiones del compañero Fidel
EL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO
No deseaba escribir una tercera reflexión consecutiva,
pero no puedo dejarla para el lunes.
El “capitalismo democrático” de Bush tiene una
respuesta exacta: el socialismo democrático de Chávez. No habría forma más
precisa de expresar la gran contradicción entre el Norte y el Sur de nuestro
hemisferio, entre las ideas de Bolívar y las de Monroe.
El gran mérito de Bolívar es haberlo planteado cuando
no existían los medios modernos de comunicación y ni siquiera el Canal de
Panamá. Tampoco existía el imperialismo
de Estados Unidos; eran simplemente las Trece Colonias de habla inglesa que,
unidas, se independizaron en 1776 con la ayuda de Francia y España.
Cual si fuese capaz de ver a través de los siglos, El
Libertador proclamó en 1829: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para
plagar la América de miserias a nombre de la libertad.”
Hugo Chávez es un soldado venezolano en cuya mente
germinaron de modo natural las ideas de Bolívar. Basta observar cómo transitó
su pensamiento por etapas diversas del desarrollo político a partir del origen
humilde, la escuela, la academia militar, la lectura de la historia, la
realidad de su país y la humillante presencia del dominio yanqui.
No era general ni tenía a sus órdenes los institutos
armados; no dio ni podía dar un golpe, no quería ni podía esperar. Se rebeló,
asumió la responsabilidad por los hechos, convirtió la prisión en escuela, se
ganó al pueblo y lo conquistó para su causa desde fuera del poder; ganó las elecciones a través de una
Constitución burguesa, juró sobre el moribundo documento una nueva ley de leyes,
chocó con ideas preconcebidas de izquierda y derecha e inició la Revolución
Bolivariana en las más difíciles condiciones subjetivas de toda la América
Latina.
Durante diez años, desde la Presidencia de su país,
Chávez no ha dejado de sembrar ideas incesantemente dentro y fuera de su Patria.
Ninguna persona honesta puede dudar de que en
Venezuela hay una verdadera revolución en marcha, y
que allí se desarrolla una excepcional lucha contra el imperialismo.
Debe señalarse que Chávez no descansa un minuto, lucha dentro de Venezuela y a la vez
viaja sistemáticamente a las capitales de países de América Latina y a naciones
importantes de Europa, Asia y África. Se
comunica hora por hora con la prensa nacional e internacional, no teme abordar
cualquier tema, es escuchado con respeto por los principales líderes del mundo,
hace uso correcto y eficaz del poder real de su Patria como país que posee las
mayores reservas de petróleo probadas del mundo, unido a la existencia de
abundante gas, y elabora un programa nacional e internacionalista que no tiene
precedentes.
Cuando firma un acuerdo de asociación de Gazprom de Rusia y PDVSA de Venezuela para la búsqueda y
explotación de hidrocarburos, está creando un consorcio en ese campo que no
tiene igual en el mundo. Su asociación
económica con China, Rusia, países de Europa
y otros con recursos abundantes de
América Latina y África, desata fuerzas liberadoras para abrir paso a un mundo
multipolar. No excluye a Estados Unidos
del suministro de energía y el intercambio comercial. Es una concepción objetiva y equilibrada.
Plantea para su propia Patria una revolución
socialista, sin excluir importantes factores productivos.
Para nuestra Patria, en un momento histórico en que ha
sido golpeada por la naturaleza y los embates criminales del decadente imperio,
constituye un verdadero privilegio contar con la solidaridad de Chávez. Jamás se escuchó una frase tan
internacionalista y solidaria como la que dirigió a nuestro pueblo: “¡La tierra
de Venezuela es también tu tierra!”
El imperialismo trata de liquidarlo políticamente o
eliminarlo a cualquier precio, sin reparar en que su muerte constituiría una
catástrofe para Venezuela y para la economía y la estabilidad de todos los
gobiernos de América Latina y el Caribe.
Mis conversaciones con él se caracterizan por el punto
de vista que sostengo de que en este instante lo más importante es salvar a
Venezuela de la embestida política del gobierno de Estados Unidos. Durante su última visita discutimos sobre la magnitud del apoyo que ya nos brinda y el que desea
brindarnos, y nuestra sugerencia de que concentre el máximo de recursos posible
en la batalla interna que hoy libra contra la ofensiva mediática y los reflejos
condicionados sembrados durante muchos años por el imperialismo.
Desde ahora hasta el 23 de noviembre la batalla que se
libra es de gran trascendencia, y no deseamos que el apoyo a Cuba sea tomado como
pretexto para golpear a la Revolución Bolivariana.
Los 92 obreros de la construcción venezolanos integrantes
de las Brigadas Socialistas de Trabajo Voluntario, enviados a edificar viviendas en Pinar del Río, constituyen todo un símbolo de nuestra época.
Se viven instantes de mucha importancia. La consulta popular para aprobar la nueva
Constitución en Ecuador pasado mañana tiene gran trascendencia. Chávez se reunirá el lunes en Brasil con el
presidente Lula. Esta noche hay un
debate televisado Obama-McCain. Todas son noticias importantes.
Por ello no quiero dejar para el lunes estas líneas, ya
que Chávez mañana sábado estará de
regreso en su Patria y hablándole de nuevo a su pueblo el domingo. Él siempre utiliza algo de estas reflexiones
en su batalla.
Fidel Castro Ruz
Septiembre 26 de 2008
5 y 56 p.m.