Reflexiones
del compañero Fidel
HAY QUE
DARLO TODO
Ayer conversé largamente con Miguel d´Escoto, Presidente pro témpore
de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Antes lo había escuchado cuando
habló en la reunión del ALBA en Cumaná, el 17 de
abril.
Me admiró su importante pronunciamiento. Lo conocía
desde que triunfó la Revolución en Nicaragua y Daniel Ortega lo designó
Ministro de Relaciones Exteriores, cargo en que se mantuvo hasta que la guerra
sucia de Reagan, los miles de jóvenes sandinistas que en ella murieron y el daño económico
ocasionado, condujeron a la victoria de la contrarrevolución en Nicaragua.
El retroceso que ésta ocasionó a lo largo de 17 años
y el desastre económico y social que la “democracia” de Estados Unidos impuso
al noble pueblo de Nicaragua, llevaron de nuevo a los sandinistas
al gobierno del país; esta vez con limitaciones constitucionales y gran
dependencia de Estados Unidos. Daniel lo denunció el 17 de abril en la Cumbre
de las Américas, en Puerto España, donde con tanta
dignidad condenó el bloqueo a Cuba.
Miguel d´Escoto por su parte, debido al
prestigio que alcanzó como responsable de las relaciones internacionales de
Nicaragua, su talento y sus ideas, había sido electo Presidente por dos años en
la Asamblea General de la ONU, en el 2007.
Con ese carácter, participó en la reunión de
Ministros de Relaciones Exteriores del Movimiento de Países No Alineados que
tuvo lugar en la Habana los días 28, 29 y 30 de abril, mes que acaba de pasar.
Hoy estaba en la tribuna de la Plaza de la Revolución, junto a Raúl, observando
el impresionante desfile del Día Internacional de los Trabajadores, que nuestra
televisión transmitió, mientras en Santiago de Cuba, cuna de la Revolución, y
en las restantes provincias del país tenían lugar entusiastas desfiles, que
fueron expresiones irrebatibles de la fortaleza de nuestra Revolución.
Vibraban las palabras de los narradores desde la
tribuna donde estaban d´Escoto, muchos Ministros de
Relaciones Exteriores y representantes de los Países No Alineados y alrededor
de dos mil visitantes procedentes de países de todos los continentes, que
compartieron la alegría de esa fiesta de los trabajadores.
Los versos de Fayad Jamís, dedicados a Manuel Navarro Luna, poeta
revolucionario y comunista que vivió desde los seis meses de edad en la
provincia Granma, donde comenzó nuestra última guerra
de liberación, se escucharon más de una vez.
Manuel
desde pequeño tuvo que abandonar la escuela en la ciudad de Manzanillo e
incorporarse a realizar varios oficios. Fue
mozo de limpieza, limpiabotas, buzo, sereno y procurador público. Estudiaba por
su cuenta para superarse.
En 1915
publica sus primeros versos. En 1919, su primer libro. En 1930 se une al
Partido Comunista.
Trabaja en
la primera alcaldía comunista de Cuba a la caída de Machado en 1933. Después
del triunfo revolucionario de 1959, integró las Milicias Nacionales y participó
en la limpia del Escambray y en la victoria de Playa
Girón desafiando al tiempo.
Por esta
libertad de canción bajo la lluvia
habrá que darlo todo.
Por esta
libertad de estar estrechamente atados
a la firme y dulce entraña del pueblo
habrá que darlo todo.
Por esta
libertad de girasol abierto en el alba de fábricas
encendidas y escuelas iluminadas
y de tierra que cruje y niño que despierta
habrá que darlo todo…
…Por esta
libertad que es el terror
de los que siempre la violaron
en nombre de fastuosas miserias.
Por esta
libertad es la noche de los opresores
y el alba definitiva de todo pueblo ya invencible.
Por esta
libertad que alumbra las pupilas hundidas
los pies descalzos
los techos agujereados
y los ojos de los niños que deambulaban
en el polvo.
Por esta
libertad que es el imperio de la juventud
por esta libertad
bella como la vida
habrá que darlo todo…
Los
colores rojo, azul y blanco de nuestra bandera, ondeada por las manos
laboriosas de miles de jóvenes de la Universidad de las Ciencias Informáticas
que cerraban el desfile, precedidos por los jóvenes de las Federaciones
Universitaria y de Nivel Medio de la capital, los disciplinados y activos
jóvenes de humilde origen que se forman como trabajadores sociales, los niños
de La Colmenita y de otras creaciones de nuestra Revolución, saben que son
portadores de un fuego que nadie podría jamás apagar.
Me satisfizo mucho saber que allí presenciándolo todo
estaba Miguel d´Escoto. Tres días antes, en su
discurso a los cancilleres y representantes del Movimiento de los Países No
Alineados, expresó:
“… El
orden mundial existe basado en la cultura capitalista que equipara el ser más
con el tener más, promueve el egoísmo, la codicia, la usura, y la
irresponsabilidad social. Estos anti valores de la
cultura capitalista han sumido al mundo en un enjambre de crisis convergentes
que, de no ser eficazmente atendidas de inmediato, ponen en peligro la
continuación de la propia especie humana y la capacidad de sostener la vida en
la Tierra.
“En el
fondo de todas las diferentes crisis que enfrentamos yace una enorme crisis
moral, una gran crisis de valores y principios éticos. Todos hemos traicionado
los valores emanados de nuestras respectivas tradiciones religiosas o ético filosóficas. Nos hemos traicionado a nosotros mismos al caer
en la tentación capitalista, y al asumir sus valores anti-vida,
de odio y egoísmo, nos hemos convertido en los peores depredadores, enemigos de
nuestra Madre Tierra, nos hemos deshumanizado…
“…Cuba ha
sido siempre un lugar de refrescamiento espiritual. Aquí podemos todos
constatar que el amor es más fuerte y puede más que el egoísmo. Aquí, más que
en ningún otro lugar, podemos aprender lo que es la solidaridad, el antídoto
más importante para que la humanidad pueda sobrevivir el demencial egoísmo en
que pareciera destinada a desaparecer.
“…En este
siglo XXI, siglo de la reconciliación y de la paz mediante el imperio de la
Ley, la justicia social y la inclusividad
democrática, respetamos a todas las minorías y a todas queremos escucharlas. Es
en el G-192, la Asamblea General, donde se tendrá que decidir el rumbo que
hemos de tomar para escapar de la trampa del egoísmo demencial y suicida a que
el capitalismo ha llevado al mundo. No con revanchismo de ninguna clase sino
con ánimo de construir un mundo mejor para todos y todas sin excepciones ni
exclusiones…”
No aspiró
al cargo de Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas que
ostenta. Supo de su candidatura por la Embajadora de Nicaragua en Naciones
Unidas. Le correspondía a la región de América, y Daniel Ortega, conocedor de
sus cualidades, lo había propuesto sin vacilar. Ni tiempo tuvo para explicar
sus problemas de salud para asumir tan comprometedora responsabilidad. Los
países de América Latina, África y los demás del Tercer Mundo lo apoyaron de
inmediato. Miguel no se inmutó por las dificultades y asumió su cargo.
Me hizo
entrega de un documento que suscribió como Presidente de la Asamblea General de
las Naciones Unidas designando a Cuba como paradigma de solidaridad
internacional, mostró la medalla de oro diseñada por él, que acompañó a su
decreto.
Otras
cosas de gran interés afirmó en su discurso,
que no enumero para evitar extenderme demasiado.
Fue un honor muy alto lo que hizo y dijo sobre
nuestra Revolución.
…habrá que
darlo todo
si fuere necesario
hasta la sombra
y nunca será suficiente.
Afirmó finalmente el poeta Fayad
Jamís.
Fidel Castro Ruz
Mayo 1 de 2009
7 y 23 p.m.