REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL
Encuentro con la Presidenta de Chile Michelle Bachelet
No importa lo que yo diga sobre el amistoso encuentro,
algunas agencias y publicaciones tomarán la información y divulgarán que el
anciano, el convaleciente de una grave enfermedad o algún otro calificativo
dirigido a reducir el modesto valor de lo que expresé a mi prestigiosa
interlocutora.
A
Michelle le correspondió el mérito de ser electa como Presidenta de Chile por
el voto mayoritario otorgado al Partido Socialista que la postuló. Por primera
vez en los últimos años en América Latina una organización de izquierda había
obtenido tal victoria, sin apoyo del dinero, las armas y el aparato de
publicidad yanki.
Aún
más esa distinción correspondió al Partido Socialista de Salvador Allende, que
murió bajo el artero ataque aéreo directo a La Moneda, donde ejercía ese cargo
como Presidente Constitucional de Chile. No pidió ni concedió tregua. Estaba
resuelto a morir en su puesto, como había prometido.
La
traición del siniestro Jefe del Ejército Chileno, que fingió a todos y a todos
engañó hasta el último momento no tuvo precedentes.
Hasta
la casa en que moraba su familia, en Tomás Moro, también fue atacada y
destruida.
En
momentos muy duros de aquella etapa, cuando detrás quedaban miles de
torturados, asesinados y desaparecidos, una mujer muy joven, Gladys Marín,
dirigía al Partido Comunista de Chile, forjado durante decenas de años de
esfuerzos y sacrificios de la clase obrera chilena, que la llevó a esa
responsabilidad.
Gladys
Marín y su Partido no se equivocaron, dieron todo su apoyo a Michelle Bachelet,
determinando así el fin de la influencia de Augusto Pinochet. No se podía
admitir que el tirano diseñado y llevado al poder por el imperio rigiera una
vez más los destinos de Chile.
La
opinión mundial aborrecía su comportamiento.
A
pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdimbre legal que, con
la ayuda yanki, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena,
digna de un mejor destino.
Esa
misma oligarquía hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra
desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico.
Bolivia
sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda. No solo
le arrebataron la costa marítima y la salida al mar, sino que privaron a ese
país, de origen auténticamente americano, sobre todo aimaras y quechuas, de
extensos territorios muy ricos en cobre que constituían la mayor reserva del
mundo, que habiendo sido explotadas durante 130 años, hoy su producción se
eleva a 5, 364 millones de toneladas anuales y aporta a la economía chilena
alrededor de 18 mil 452 millones de dólares anuales. No se concibe la sociedad moderna sin el cobre metálico,
cuyos precios tienden a elevarse.
Otros
valiosísimos minerales y productos naturales, algunos ya agotados y otros
nuevos de altísimos precios, han aparecido. No se sabe cuáles de ellos eran
chilenos y cuáles bolivianos.
Evo
Morales, actual presidente de Bolivia, no por ello guarda rencor alguno, sino
al contrario ofreció su territorio para una amplia y moderna vía, por donde podrán
enviarse a muchos mercados del mundo los productos de la eficiente industria de
Chile, en pleno auge y desarrollo, con sus laboriosos y productivos
trabajadores.
Chile
es especialmente eficiente también en la producción de nutritivos alimentos y
maderas de alta calidad, en sus tierras agrícolas, sus montañas y su
privilegiado clima.
No
hay otro país que lo supere en la eficiencia de sus cultivos marítimos y de
productos tan demandados como el salmón y otras especies cultivadas o
naturales, en sus ricas aguas marítimas y terrestres.
Estamos
hoy muy próximos al 15 de febrero, día del referéndum sobre la enmienda
constitucional, en la hermana República Bolivariana de Venezuela.
José
Martí fue el más profundo pensador revolucionario que ha tenido Cuba y nuestro
Héroe Nacional. Frente a la imagen de granito de ese pensador, Michelle
Bachelet depositó una ofrenda floral en nombre de su pueblo, que mucho
agradecemos.
De
Bolívar, dijo hace 115 años: “Lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy;
porque Bolívar tiene que hacer en América todavía”.
“Bolívar
despierta cada cien años”, sentenció por otro lado el gran poeta chileno Pablo
Neruda.
A
punto de cumplirse el segundo siglo de su rebelión contra la metrópoli
española, Bolívar despierta de nuevo en la acción revolucionaria de Chávez. Si
el nuevo líder, que conduce a su combativo pueblo no lograra el objetivo, es
difícil que algún otro líder pudiera alcanzarlo. Los recursos mediáticos de la
oligarquía y el imperio no podrían ser superados.
¿Qué
hacer entonces para que este planeta dejara de ser como el infierno de Dante,
donde un letrero a su entrada exigía dejar toda esperanza?
Albergo
sin embargo la seguridad de que en Venezuela la Revolución obtendrá la
victoria, y en Chile vencerá definitivamente el ideal del socialismo, por el
cual luchó y dio su vida Salvador Allende.
De
estos temas conversé con Michelle Bachelet, quien me hizo el honor de
escucharme con interés, conversar cálidamente y expresar con amplitud sus
ideas.
Estaré
siempre satisfecho de su amistosa visita.
Fidel Castro Ruz
Febrero 12 de 2009
5 y 12 p.m.