Reflexiones del compañero Fidel
GESTOS QUE IMPRESIONAN
Confieso que muchas veces medité en torno a la
dramática historia de John F. Kennedy. Me correspondió conocer la etapa en que
fue el mayor y más peligroso adversario de la Revolución. Era algo que no estaba
en sus cálculos. Se veía a sí mismo como el representante de una nueva
generación de norteamericanos que enfrentaba a la vieja y sucia política de
hombres de la calaña de Nixon y lo había derrotado con derroche de talento
político.
Lo avalaba su historia de combatiente en el Pacífico
y su ágil pluma.
Fue comprometido por sus predecesores en la
aventura de Girón por confiar demasiado, ya que no dudaba de la experiencia y capacidad profesional de
aquellos. Fue amargo e inesperado su fracaso, apenas tres meses de su
investidura. Aunque estuvo a punto de atacar directamente la Isla con las poderosas
y sofisticadas armas de su país, en esa ocasión no hizo lo que habría hecho
Nixon: emplear los cazabombarderos y
desembarcar los marines. Ríos de sangre
habrían corrido en nuestra Patria, donde
cientos de miles de combatientes estaban dispuestos a morir. Se autocontroló y
lanzó una frase lapidaria que no es fácil de olvidar: “La victoria tiene muchos
padres, la derrota es huérfana.”
Su vida continuó dramática, como una sombra que lo acompañaba todo el tiempo. Pudo
más el orgullo herido, y de nuevo se vió arrastrado a la idea de invadirnos.
Esto trajo la Crisis de Octubre y los riesgos más graves que ha conocido hasta
hoy el mundo de una guerra termonuclear. Emergió como una autoridad de esa
prueba gracias a los errores de su adversario principal. Quiso conversar
seriamente con Cuba y así lo decidió. Envió a Jean Daniel para conversar
conmigo y regresar a Washington. Este cumplía su misión en ese momento, cuando
llegó la noticia del asesinato del Presidente Kennedy. Su muerte y la extraña forma
en que se programó y llevó a cabo fue verdaderamente
triste.
Más tarde conocí a familiares allegados que
visitaron Cuba. Nunca comenté las desagradables aristas de su política contra
nuestro país, ni hice alusión alguna a los intentos de privarme de la vida. Conocí
a su propio hijo ya adulto, que era muy pequeño cuando su padre era Presidente
de Estados Unidos. Compartimos como amigos. Murió también en un triste y
trágico accidente. Su propio hermano Robert fue también asesinado, multiplicando
el dramatismo que acompañó a aquella familia.
A tantos años de distancia, llegó la información de
un gesto que impresiona.
Estos días, en que tanto se habló del prolongado e
injusto bloqueo a Cuba en las altas esferas de los países del continente, leo en
La Jornada, de México, una noticia:
“A finales de 1963, el entonces procurador general Robert F. Kennedy buscó
anular la prohibición de viajes a Cuba, y hoy su hija, Kathleen Kennedy Townsend,
expresó que el presidente Barack Obama debería tomar esto en cuenta y apoyar
iniciativas legislativas para permitir a todo estadounidense el libre tránsito
a la Isla.
“En documentos oficiales desclasificados por el centro de
investigaciones National Security Archive, se registra que el 12 de diciembre
de 1963, menos de un mes después del asesinato de John F. Kennedy, el
procurador general Robert F. Kennedy envió un comunicado al secretario de
Estado, Dean Rusk, instando a que se retiraran las regulaciones prohibiendo los
viajes de estadounidenses a Cuba...
“Robert Kennedy argumentaba
que la prohibición violaba las libertades estadounidenses. Según el documento,
afirmó que las actuales restricciones de viajes son inconsistentes con las
libertades tradicionales estadounidenses.
“…Esa posición no ganó el
argumento dentro del gobierno de Lyndon B. Johnson, y el Departamento de Estado
opinó que suspender las restricciones sería percibido como un aflojamiento de
la política hacia Cuba y que formaban parte de un esfuerzo conjunto de Estados
Unidos y otras repúblicas americanas para aislar a Cuba.
“En un artículo de opinión de
Kathleen Kennedy publicado hoy en el Washington
Post, la hija de Robert expresa su deseo de que la postura de su
padre sea adoptada por el gobierno de Barack Obama, y que esta sea la posición
promovida por el procurador general Eric H. Holder, Jr., mientras el gobierno
de Obama considera su próximo paso con Cuba, el cual debería ser avanzar más
allá de permitir que sólo los cubano-estadounidenses viajen libremente a la
isla y abordar los derechos de todos los estadounidenses, la mayoría de los
cuales no tienen la libertad de ir.
“Kathleen Kennedy escribe que
tal como aprendió Obama en la cumbre del pasado fin de semana, los líderes latinoamericanos
han adoptado un mensaje coordinado sobre Cuba: este es el momento de normalizar
relaciones con La Habana... Al continuar intentando aislar a Cuba,
esencialmente dijeron a Obama, Washington sólo ha logrado aislarse a sí mismo.
“Así, la sobrina del
presidente que intentó invadir y derrocar al gobierno revolucionario cubano e
imponer el bloqueo, se suma ahora a un coro cada vez más amplio en favor de
revertir esas políticas establecidas hace medio siglo.”
¡Digno artículo de Kathleen Kennedy!
Fidel Castro Ruz
Abril 24 de 2009
1 y 17 p.m.