Reflexiones
del compañero Fidel
EL IMPERIO
POR DENTRO
(Primera
parte)
Me asombra la ignorancia
generalizada en torno a problemas vitales para la existencia de la humanidad,
en una época en que esta cuenta con fabulosos medios de comunicación que no
eran siquiera imaginables hace 100 años, algunos tan recientes como
Internet.
Hace apenas tres semanas se
publicó la noticia de la pronta distribución de un espectacular libro de Bob
Woodward, periodista de The Washington
Post, cuyos artículos compartidos con Carl Bernstein, hace 38 años, dieron
al traste con el gobierno de Nixon por actos de espionaje contra el Partido
Demócrata en junio de 1972, que originaron el escándalo de Watergate, por violaciones de leyes que la sociedad norteamericana
no podía darse el lujo de ignorar.
Me comuniqué con nuestro “embajador
en Washington”, como yo califico a Jorge Bolaños, jefe de la Oficina de
Intereses de Cuba en la capital de Estados Unidos, y le rogué me enviara por lo
menos dos ejemplares del libro que se anunciaba cuando apareciera en las
librerías. Bolaños envió cuatro ejemplares.
El texto, por supuesto,
está en inglés; pasará ―como es habitual― mucho tiempo antes de que
más de 500 millones de personas en el mundo capaces de hablar o comprender
el español, incluidos los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos,
puedan leerlo en ese idioma.
Me comuniqué con una de
nuestras mejores traductoras de inglés, rogándole un esfuerzo especial para
sintetizar el contenido del mismo. El voluminoso ejemplar en ese idioma,
titulado “Las guerras de Obama”, cuenta con 33 capítulos y 420 páginas.
Debo señalar que en sólo
tres días me entregó una síntesis de los 33 capítulos, en 99 páginas con letra
de 18 puntos.
Cumpliré el deber de
transmitir el contenido de ese libro, utilizando textualmente las palabras
diáfanas y precisas que me envió la especialista de nuestro servicio de
traducción del idioma inglés. Emplearé para ello el espacio de las Reflexiones
durante varios días.
No sería posible entender
nada de la actual política de Estados Unidos si se ignora el contenido de ese
libro de Woodward, quien es poseedor de más de un Premio Pulitzer; por supuesto,
no tiene la más mínima intención de liquidar al imperio.
Nuestro país será el
primero del mundo en conocer de forma articulada el contenido esencial de este
libro. Como se conoce, en Cuba todos los ciudadanos poseen altos niveles de
escolaridad y es el país con más alto índice de jóvenes matriculados en las
universidades.
Nuestra principal fuerza no
está en las armas; está en las ideas.
“CAPÍTULO 1:
“Dos días después de
resultar electo Presidente, Obama convoca al director nacional de
inteligencia, Mike McConnell, para una reunión en Chicago con el objetivo
de conocer detalles sobre las más secretas operaciones de inteligencia del
amplio sistema de espionaje de los Estados Unidos. Otros funcionarios participarían del
encuentro, pero McConnell aclaró que tenía orientaciones del ex presidente Bush de
no revelar esta información relacionada con los espías, las nuevas técnicas de
infiltración de Al Qaeda, las guerras en Irak y en Afganistán y la
protección de la nación, a nadie más que no fuera el presidente electo.
“Michael J. Morell, jefe del Departamento de
análisis de la CIA, y McConnell se sentaron a solas con Obama en un cuarto de
seguridad. Se le informó, entre otros temas, que la principal amenaza
para los Estados Unidos provenía de Pakistán, y que ésta era la
prioridad No. 1 de la DNI. Si los Estados Unidos se
retiraban, la India y Pakistán llenarían el
vacío de poder en Afganistán. Lo mejor era que Obama buscara la paz entre estos
dos países. Bush había ordenado los
ataques de aviones no tripulados contra los campamentos en Pakistán e instruyó que se le notificara a este país
de manera ‘concurrente’, es decir, mientras se producía el
ataque o, para mayor seguridad, unos minutos después.”
Recomendamos a los lectores
ir reteniendo los nombres de cada una de las personalidades mencionadas, así
como las teorías elaboradas para justificar los hechos increíbles que llevan a
cabo.
“Al Qaeda reclutaba a personas de 35 países cuyos pasaportes no
necesitaban visa para entrar en los Estados Unidos, y eso era una gran
preocupación. A Obama se le informaron las palabras claves para los ataques de
los aviones no tripulados (SYLVAN-MAGNOLIA), sólo conocidas por las
personas con el más alto nivel de acceso a los temas de seguridad, entre las cuales se
encontraba ahora el nuevo presidente.
“Los principales éxitos
provenían de las fuentes humanas, los espías en el terreno, que le indicaban a la
CIA hacia dónde mirar, a dónde ir de cacería y dónde matar. Los espías eran los verdaderos secretos que
Obama llevaría consigo de ahora en lo adelante.
La CIA era muy cuidadosa con sus
fuentes.
“Cada una tenía un nombre
en clave, como, por ejemplo, MOONRISE. Cuando demasiadas personas sabían
de él o ella o de sus éxitos, se le liquidaba. El oficial al frente del caso informaba que
MOONRISE había hecho el sacrificio máximo, pero la persona en
cuestión no había muerto realmente. Sólo
su código cambiaba, y ahora la
CIA tendría otra fuente llamada SOOTHING STAR, la misma persona con un
nuevo nombre.
“Un
secreto importante que nunca había sido reportado en los medios ni en ninguna
otra parte era la existencia de un ejército encubierto de 3 000 hombres en
Afganistán, cuyo objetivo era matar o capturar a los talibanes y en ocasiones
adentrarse en las zonas tribales para pacificarlas y obtener apoyo.
“McConnell y Morell se
refirieron al programa nuclear iraní. Se
sabía que ellos trataban de obtener el arma nuclear y que había instalaciones
ocultas. McConnell dijo estar seguro de
que Irán obtendría un arma nuclear tipo
fusil, probablemente primitiva, pero que pudieran detonarla
en el desierto con un gran efecto y que en su opinión esto ocurriría entre el
año 2010 y el 2015.
“Otra gran amenaza era
Corea del Norte, que tenía suficiente material como para fabricar seis bombas. Los coreanos iban a conversar, iban a mentir, iban a amenazar con
retirarse y después iban a tratar de renegociar.
“Los chinos habían
pirateado las computadoras de la campaña de Obama en el verano de 2008 y también las de McCain, y habían sacado ficheros y
documentos a una velocidad asombrosa. McConnell dijo que los Estados Unidos
eran vulnerables a los ataques cibernéticos.”
De inmediato, el libro de
Woodward refleja la primera reacción de Obama ante el enredo y la complejidad
de la situación creada por la guerra antiterrorista desatada por Bush.
“Obama le comentó a uno de
sus más cercanos asesores que había heredado un mundo que podía explotar en
cualquier momento en más de 6 formas diferentes, y que contaba con medios
poderosos pero limitados para evitarlo. Obama reconoció que, después de las
elecciones, todos los problemas del mundo eran vistos como su propia
responsabilidad y que las personas decían: ‘Usted es la persona más poderosa
del mundo. ¿Por qué no hace usted algo
al respecto?’
“CAPÍTULO 2
“John Podesta, ex jefe de gabinete de
Bill Clinton, estaba convencido de que la
política debía diseñarse, organizarse y monitorearse a través de un
sistema centralizado en la
Casa Blanca. Pero Obama
tenía en mente a otro para el cargo: Rahm Emmanuel, quien se convirtió en el
No. 3 de la
Casa Blanca. Ambos eran de Chicago pero no se conocían bien.
“Obama, en su condición de
candidato presidencial, le había dicho a David Petraeus en Irak que
le pidiera todo cuanto él necesitara si finalmente se convertía en comandante
en jefe del ejército. Obama estaba
preparado para decir ‘no’ a lo que Bush había dicho ‘sí’.
“Petraeus casi redefinió el
concepto de guerra en un nuevo manual de su autoría (Counterinsurgency Field
Manual) que puso en práctica en Irak. Su idea principal era que los Estados
Unidos no podían salirse de la guerra.
Tenían que proteger y ganarse a la población, vivir entre ellos, para que un gobierno
estable y competente pudiera prosperar.
El nuevo soldado, según él, debía ser un trabajador
social, un planificador físico, un antropólogo y un
psicólogo.
“Petraeus tenía pocos hobbys (no pescaba, no cazaba, no jugaba golf). Podía pasar por un hombre de 35 años. Podía correr 5 millas en alrededor de 30
minutos. Obtuvo el grado de Doctor en la Universidad de Princeton. Su padre murió y él decidió permanecer en
Irak para supervisar la guerra. Los
iraquíes lo llaman el Rey David. Algunos
de sus colegas lo llaman La Leyenda de Irak. Pero la presidencia de Obama iba a cambiar el
estatus de Petraeus.
“CAPÍTULO 3
“El nuevo Director de la
CIA, Mike Hayden, viaja a Nueva York para discutir con el Presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, sobre los ataques de los
aviones no tripulados ‘Predator’ en el interior de ese país. La gran lección
aprendida en la Segunda Guerra Mundial y en Viet Nam era
que los ataques desde el aire, incluso los bombardeos masivos, no pueden ganar una
guerra.
“Los medios de prensa
pakistaníes se preocupaban por el número de víctimas civiles. Pero la muerte
accidental de pakistaníes era sólo parte de la historia.
“En una reunión que sostuvo
Hayden con el presidente pakistaní, este último le dijo: ‘Mate
a los principales. Los daños colaterales
les preocupan a ustedes, los estadounidenses. A mí no me preocupan.’ Zardari le daba así luz verde a la CIA y Hayden agradeció su
apoyo.
“En una de sus largas
conversaciones, Obama abordó el tema de Hillary Clinton
con David Axelrod, su principal asesor político y el más
cercano a él. Éste le preguntaba a Obama cómo podía confiar en Hillary. Obama contestó: ‘Creo conocerla bien. Si es parte del equipo, va a sernos fiel.’ Ella se mantuvo al lado de su esposo durante
el escándalo de Mónica Lewinsky y Obama quedó impresionado por su resistencia.
Él necesitaba a alguien con la estatura suficiente como para convertirse en un
actor principal en la escena internacional.
“La Clinton no estaba
convencida de que ese puesto sería para ella.
No existía ninguna reserva de confianza entre el equipo de ella y el de
él.
“Vinieron después los
problemas con su esposo y los contribuyentes de fuertes sumas para su
biblioteca presidencial, su fundación y la Iniciativa Global Clinton. Los abogados de Obama dijeron que estas
empresas no podían aceptar dinero si Hillary era nombrada Secretaria de
Estado. Ella reconocía que esto era un gran obstáculo pero que no
enviaría a Bill a vivir en una cueva durante cuatro u ocho años. ‘No voy a decirle que cancele las operaciones
que tiene en 26 países y que están salvando vidas’, dijo ella. ‘No vale la
pena.’ Podesta le prometió que
trabajarían en eso.
“Se preparó un discurso
donde ella le daba las gracias a Obama, por teléfono, por haberla tenido en
cuenta para el cargo, pero Podesta se encargó de que ambos no
pudieran conectarse.
“El ‘no’ de Hillary se
transformaba en un ‘quizás’. Marke Penn, el principal estratega de
su campaña, pensaba que si se mantenía en el Departamento de Estado durante ocho años, estaría en la mejor
posición para nominarse como Presidenta nuevamente. Sólo tendría 69 años, la misma edad de Reagan
cuando asumió el poder.”
“CAPÍTULO 4
“James L. Jones, un General retirado,
consideraba que el gobierno de Bush era asombrosamente desorganizado y
penosamente poco serio en lo que respecta a la paz en el Medio Oriente. Jones dijo que el Consejo de Seguridad de
Bush carecía de personal y era disfuncional, y que el asesor para la
seguridad nacional tenía que aplicar medidas para garantizar un avance
razonable en el logro de los objetivos.
“Un sector demasiado amplio
de la política estaba en el módulo de piloto automático, y el asesor de seguridad
nacional tenía que encontrar la forma de lograr resultados sin tener que
controlar al detalle lo que los diferentes departamentos y agencias debían
hacer. Obama preguntaba cómo se debía lograr eso. Convenza a sus subordinados
de que la visión de ellos es la suya, le recomendaba Jones. […] Obama
decidió que Jones fuera su asesor para la seguridad nacional.”
“Jones se sorprendió de que
Obama lo nombrara para este cargo de tanta responsabilidad y que confiara en
alguien que apenas conocía. Jones
pensaba que todo se basaba en las relaciones personales, y él no mantenía tales
relaciones con Obama.”
“El 26 de noviembre Bush
convocó una de las últimas reuniones del Consejo de Seguridad Nacional para
analizar un informe muy secreto sobre la guerra en Afganistán, elaborado por el teniente general
del Ejército Douglas Lute, conocido como el Zar de la
Guerra. El informe concluyó diciendo que los Estados Unidos no
podrían mantenerse en Afganistán a menos que se resolvieran tres grandes
problemas: mejorar la gobernabilidad, disminuir la corrupción y
eliminar los santuarios de los talibanes en Afganistán.”
Viene ahora otro
sorprendente episodio, tras el cual estaba la mano del gobierno de Estados
Unidos, demostrando el riesgo del que nos habló hipotéticamente el autor de la
teoría del “Invierno Nuclear”. Bastaría ―nos dijo― una guerra entre
Pakistán y la India, los dos países que menos armas atómicas poseen en el Grupo
de los 8 que pertenecen al “Club Nuclear”. Lo que se revela en el libro “Las
guerras de Obama”, demuestra que cualquier irresponsabilidad de la política de
Estados Unidos puede conducir a la catástrofe.
“Condoleezza Rice no se
sintió complacida con el informe. Bush
decidió que no iba a hacerlo público.
Posteriormente, 10 personas armadas comenzaron a merodear
por la ciudad india de Bombay, creando un espectáculo
de caos y violencia transmitido en vivo
por la televisión durante 60 horas. Seis ciudadanos estadounidenses resultaron
muertos. La operación fue organizada por un grupo conocido por la sigla LeT, que
significa el Ejército de los Puros, y estaba siendo financiado por la agencia
de inteligencia de Pakistán. Bush quería evitar tensiones entre la
India y Pakistán. La base de su
mandato era cero tolerancias para los terroristas y sus aliados. El FBI se horrorizó al ver que una operación
de bajo costo con el uso de la alta tecnología había paralizado a la ciudad de
Bombay. Las ciudades estadounidenses
tenían el mismo grado de vulnerabilidad.
Un funcionario del FBI expresó: ‘Bombay lo cambió todo.’
“CAPÍTULO 5
“Al asumir el cargo como
director de la CIA, Hayden había heredado una
organización que, según él, padecía del ‘síndrome del niño golpeado’.
“Obama lo había convocado
para una reunión de información sobre
las operaciones encubiertas. Hayden
consideró que ésta era la oportunidad de probar cuán graves eran las amenazas y
cuán seriamente se las tomaba la
CIA. Se refirió a 14 operaciones
altamente secretas, cuyo objetivo era
llevar a cabo operaciones clandestinas y letales contra el terrorismo, impedir que Irán
desarrollara armas nucleares, disuadir a Corea del Norte de no fabricar
más armas nucleares, llevar a cabo operaciones contra la
proliferación en otros países, operar de manera
independiente o en apoyo a los Estados Unidos en Afganistán, aplicar una serie de
operaciones letales y otros programas en Irak, apoyar los esfuerzos
clandestinos en aras de detener el genocidio en la región sudanesa de Darfur, brindarle a Turquía
información de inteligencia para que impida que el Partido de los Trabajadores
en el Kurdistán establezcan un enclave separatista dentro de Turquía.
“El 5 de enero de 2009 Hayden se entera, por un artículo
publicado por la versión en línea del diario The Washington Post, que había sido sustituido como director de la
CIA y en su lugar habían nombrado a Leon Panetta. Hayden consideraba que ser reemplazado por un
político era una humillación personal.
Panetta posee habilidades para construir relaciones personales. Hayden, en su encuentro con
Panetta, le advierte: 1) Usted es el comandante de la nación en la guerra
global contra el terrorismo. 2) Cuenta con el mejor personal del gobierno
federal. 3) He leído algunos de sus
artículos; no vuelva a utilizar las palabras CIA y tortura en el mismo
párrafo. La tortura es una felonía. Puede no gustarte pero no digas nunca que hay
tortura. Legalmente la
CIA no ha torturado a nadie.
McConnell le advirtió a Panetta: ‘Tienes que entender la batalla que vas
a tener que librar con la CIA, porque ellos te ven como si fueras el enemigo.’
“CAPÍTULO 6
“Obama le pide a Biden que
viaje a Afganistán y a Pakistán antes de su investidura como presidente y le
pide que lleve a un Republicano. Lindsey
Graham, de Carolina del Sur, es el seleccionado.
“Biden le dijo oficialmente
al Presidente pakistaní cuál era la idea de Obama: Afganistán sería su guerra;
en breve enviaría más tropas, pero para ello necesitaba trabajar de
conjunto con Pakistán.
“Zardari por su parte
reconoció no tener tanta experiencia
como su difunta esposa, Benazir Bhutto, pero que su misión no era
diferente, y necesitaba que los Estados Unidos le ayudaran a ganar un apoyo
suficiente en el plano interno; que existía mucho anti-americanismo en el
país…”
“Biden le advirtió que para
ello era necesario que Zardari dejara de jugar en los dos bandos, pues la
CIA pensaba que había mucha información de inteligencia que estaba siendo
utilizada para alertar a los campamentos de los terroristas en contra de los
ataques de los aviones no tripulados.
“Biden y Graham partieron
hacia Kabul. Después de las elecciones
de 2004 las relaciones de Karzai con los Estados Unidos se habían tornado muy
volátiles. Con frecuencia criticaba a los estadounidenses por el número de
víctimas civiles. Las evidencias de corrupción en su gobierno y en su familia
exacerbaban las tensiones con los Estados Unidos.
“Biden le advirtió a Karzai
que no estaba interesado en hacerle la vida difícil, pero que de él dependía en
gran medida el éxito de los Estados Unidos.
“Karzai
convocó a varios miembros de su gabinete para que le informasen directamente a
Biden y a Graham lo que estaban haciendo.
A Karzai se le dijo que Obama quería ayudar, pero que esa idea de
levantar el teléfono y llamar al Presidente Obama, como él hacía con Bush,
ya no iba a ocurrir más. Biden le criticó a Karzai su incapacidad de gobernar
todo el país, su negativa a recorrer el país para crear consenso entre las
diferentes tribus, las casas suntuosas de los funcionarios
afganos cercanas al palacio presidencial, sin dudas pagadas por los
Estados Unidos. ‘Usted es sólo el alcalde de Kabul’, le dijo Biden a Karzai.
“Karzai les criticó el alto
número de víctimas civiles y Biden se comprometió a minimizarlas, pero le advirtió que tenía
que estar con ellos en esta guerra; que si ésta no era una guerra para ellos, los Estados Unidos no enviarían
más soldados. Karzai respondió que no
estaba haciendo ninguna crítica, sino haciéndoles saber que
existía un problema.
“Biden
sugirió tratar el asunto en privado, no en una conferencia de
prensa, y Karzai no estaba de acuerdo.
Las víctimas civiles eran un problema público y Biden lo había denigrado
ante los miembros de su gabinete. Karzai
advirtió que el pueblo afgano no lo iba a tolerar; que los afganos debían ser
sus aliados, no sus víctimas. El
embajador William Word intervino para
decir que la conversación había sido útil pero que demostraba que existían
frustraciones de ambas partes.
“Biden
se entrevistó con David McKiernan, el jefe de las tropas
estadounidenses en Afganistán, quien le dijo que para
ganar esa guerra era necesario el envío de los
30 000 efectivos aún pendientes desde el gobierno de Bush. Biden indagó acerca de Al Qaeda y David le
respondió que no había visto ni un solo
árabe en dos años allí. Ello confirmaba
las sospechas de Biden: Al Qaeda, el motivo principal de
esta guerra, era un problema pakistaní.
“Biden
le recomendó a Obama tomar distancia con Karzai. Graham le confesó: ‘Sr. Presidente, estamos perdiendo esta
guerra.’ Graham estaba convencido de que
era imposible ganar la guerra en Afganistán si se perdía la guerra en Irak.
“CAPÍTULO 7
“La ceremonia de
investidura de Obama el 20 de enero estuvo a punto de suspenderse. Información
de inteligencia confiable indicaba que un grupo de extremistas somalíes
planeaba atacar a Obama con explosivos. Sin embargo, toda la atención se
concentraba en el discurso de Obama y en qué diría.
“El
general Petraeus se encontraba nuevamente en Afganistán.
“Obama
convocó una reunión de su grupo nacional de seguridad el 21 de enero. La decisión clave era nombrar a Petraeus al
frente del Comando Central. Obama pidió
que se le propusieran tres opciones acerca de la guerra en Irak. Ordenó que se hiciera un estudio en 60 días
para saber ‘cómo íbamos a llegar a donde queríamos llegar’. Una de las opciones a tener en cuenta, a solicitud del Presidente, era el retiro de las
tropas en un período de 16 meses.
“Un
equipo de 80 personas comenzó a estudiar la situación de Afganistán. Se analizaron los interrogatorios a los
prisioneros, los reportes del campo de batalla, los registros financieros, la propaganda y los comunicados emitidos por los talibanes.
“Al
preguntar Petraeus qué se había encontrado, Derek Harvey, de la
Agencia de Inteligencia para la Defensa, le respondió que la
situación era como la de un ciego ayudando a caminar a otro ciego; que los
Estados Unidos tenían un gran desconocimiento acerca de la insurgencia afgana, quién era el enemigo y
dónde estaba, cómo veían ellos esta guerra y cuáles eran sus motivaciones. Se sabía
demasiado poco acerca del enemigo como para trazar una estrategia que condujese
a la victoria. Harvey trataba de revolucionar la obtención de información de
inteligencia y se dedicó por entero a ello.
Él era de la opinión de que la guerra podía ganarse, pero que el gobierno de
los Estados Unidos iba a tener que hacer grandes compromisos durante muchos años;
que quizás no iban a tener mucha aceptación entre los electores. ‘Yo creo que
la guerra en Afganistán se puede hacer, pero no se puede vender’,
expresó Harvey.
“Obama anunció que el envío
de nuevos efectivos tendría que anunciarse como parte de una nueva
estrategia. Petraeus indicó que los
objetivos no se alcanzarían sin una mayor cantidad de tropas, que no se podía contar
sólo con los ataques de los aviones no tripulados. Petraeus insistió en el envío de los 30 000
efectivos. Obama preguntó si era
necesario enviar todas esas tropas a la vez, y advirtió que era
necesario antes contar con una estrategia y que el Presidente necesitaba se le propusieran las
decisiones a tomar. El Presidente parecía entender que esta guerra no se
ganaría en uno o dos años. El Presidente abandonó la reunión para cumplir otros compromisos sin haber
tomado ninguna decisión al respecto.”
Prosigue mañana.
Fidel Castro Ruz
Octubre 10 de 2010
6:00 p.m.