Compañeros Economistas del CIEM:
Con motivo de la Resolución 1929.
En junio 27 de 2010, en mensaje enviado con motivo de
la Resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU el 9 de junio de 2010,
expresaba a su destinatario lo siguiente:
“Sólo de una cosa podemos estar seguros. Cuba esta
vez estará lejos de ser atacada con armas de ese tipo, y el resto de América
Latina, desde el Norte de México hasta el Cabo de Hornos.
“Cuando se apague el fuego nuclear, que necesariamente
será breve, puede hablarse de la crisis posbélica que vendrá de inmediato.
“Todo parecería una fantasía como lo fue que por puro
milagro, Cuba escapó del ataque nuclear en octubre de 1962.
“…no se podrá hablar de capitalismo o socialismo.
Sólo se abrirá una etapa de administración de los bienes y servicios
disponibles en esta parte del continente. Inevitablemente seguirán gobernando
cada país los que hoy están al frente del gobierno, varios muy cercanos al
socialismo, otros llenos de euforia por la apertura de un mercado mundial que
hoy se abre para los combustibles, el uranio, el cobre, el litio, el aluminio,
el hierro, y otros metales que hoy se envían a los países desarrollados y ricos
mercados, que desaparecerán repentinamente.
“En semejantes circunstancias, los productos más
elementales que se requieren para vivir: los alimentos, el agua, los
combustibles y los recursos del hemisferio al Sur de Estados Unidos, abundan
para mantener un poco de civilización, cuyos avances descontrolados han dirigido
la humanidad a semejante desastre.”
Conozco que algunos compañeros se preocupan
seriamente de que yo arriesgue mi credibilidad, al afirmar algo tan importante
como sería un conflicto que inevitablemente se volvería nuclear.
Es lo que he venido haciendo desde que, el 1º de
junio de 2010, informé del grave peligro que entrañaba para la humanidad a
partir del hundimiento del Cheonan, buque insignia de
las fuerzas navales de Corea del Sur.
Para mí lo más importante es que nuestro pueblo esté
bien informado de los graves peligros que nos amenazan, no la credibilidad
personal.
Le he pedido al compañero Osvaldo que convocara en
esta sede hoy, martes 13 de julio, al grupo de economistas destacados, para
reunirme con ellos y rogarles realicen un trabajo de “Ciencia Ficción”-vamos a
calificarlo así- a fin de que en los próximos 10 días meditaran y analizaran
durante 4 horas diarias sobre estos delicados asuntos, con el propósito de
responder a una pregunta: ¿qué deben hacer los países de “Nuestra América” si se
produjera una situación como la que en mis palabras entrecomilladas expliqué?
Se trataría por supuesto, de impulsar una nueva
civilización, a partir de los colosales conocimientos científicos que hoy posee
nuestra especie, a fin de que no se reproduzca lo irrepetible, que a mi juicio
sucederá.
Le rogué igualmente a Osvaldo, que les entregue copia
de estas palabras.
A partir de la información que poseía del Ministerio
de Relaciones Exteriores, expresé a varios embajadores ubicados en países
claves y a cuatro presidentes latinoamericanos que, a mi juicio, a partir del
jueves, viernes o a más tardar el sábado, estallaría el conflicto.
Mi explicable amargura obedece a que trabajaba con
una información oficial que, al no incluir los dos largos párrafos finales, me
indujo al error en la Reflexión del 4 de julio y habría asestado un golpe
irreparable a mi credibilidad en este decisivo momento histórico, de lo que me
percaté ayer domingo 11 alrededor de las 11 de la mañana.
Le he solicitado también a Osvaldo que distribuya
entre los economistas copia de este mensaje y añada una copia del texto escrito
tomado del documental “Home”, del director francés Yann Arthus-Bertrand,
realizado por un selecto grupo internacional de las más preclaras y bien
informadas personalidades, acerca de la otra terrible amenaza para nuestra
especie: la destrucción del medio ambiente ante nuestros propios ojos.
Existen todavía alternativas que dejan margen a la
esperanza, si somos capaces de optar por ellas.
Fraternalmente,
Fidel Castro
Ruz
Julio 13
de 2010