MENSAJE DE FIDEL A LOS ESTUDIANTES
Queridos estudiantes universitarios y demás
invitados:
Me satisface mucho la presencia en esta reunión del
Ministro de la enseñanza superior, los Rectores de las universidades
de La Habana, una representación de la Unión de Jóvenes
Comunistas, presidida por su Primera Secretaria, la Dirección Provincial y la
Nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media.
Recuerdo bien aquel 17 de noviembre de 2005. Se
conmemoraba el Día Internacional del Estudiante. Ustedes los universitarios
habían decidido que yo hablara ese día. Se cumplían, me dijeron, 60 años de mi
ingreso en la Universidad, a fines de 1945. Era entonces un poco más joven que
hoy; tenía la edad de ustedes. Pero hemos vivido juntos una etapa de la vida.
Pensaba que aquella reunión que sostuvimos en la
Universidad de La Habana, hace 5 años, no se repetiría nunca. Había cumplido ya
79 años. Pero hace apenas dos meses, para ser más exacto, cuando presenté en el
Aula Magna el segundo libro de nuestra guerra revolucionaria: “La
contraofensiva estratégica”, el 10 de
septiembre de 2010, al finalizar, conversé con muchos veteranos de aquellas
luchas y a la salida del recinto saludé un entusiasta grupo de dirigentes
estudiantiles universitarios que allí esperaban, intercambié con ellos, me
explicaron su ansiosa espera del día 17 para que les hablara del discurso.
Me agradó aquel grupo. No estaban promoviendo una
“revolución cultural”, deseaban escuchar nuevamente una reflexión sobre las
ideas expuestas aquel día.
Ese encuentro era ya una propiedad suya. Me pareció
que transcurriría mucho tiempo entre el 10 de septiembre y el 17 de noviembre;
otras cosas pasaban por mi mente y les respondí: “nos veremos ese día”.
Sabía sin embargo que aquel discurso levantó ronchas,
dado el momento que estábamos viviendo frente a un poderoso enemigo que nos
amenazaba cada vez más, bloqueaba férreamente nuestra economía y se esforzaba
por sembrar el descontento, promoviendo la violación de las leyes y las salidas
ilegales del país, privándolo de una reserva de fuerza de trabajo joven,
cultural y técnicamente bien preparada. Muchos de ellos eran conducidos más
tarde a las actividades ilícitas y al delito.
Estaba también el hecho de mi tendencia a la
autocrítica y la ironía con relación a nuestras propias acciones. Aunque fui
cáustico en mis palabras, defendí principios y no hice concesiones.
Todo eso recordaba, pero no las palabras exactas que
usé, la totalidad de los argumentos esgrimidos, y la considerable extensión del
discurso.
Solicité a los archivos del Consejo de Estado una
copia textual del mismo, y me encontré con 115 páginas a un solo espacio que
implica más de 200 como estas que apenas rebasan las 40.
Durante las últimas semanas ha sido intenso el
trabajo, dedicado a muchas tareas; entre ellas, reuniones de entrevistas con el
editor principal del sitio Web Global Research, Michel Chossudovsky; la victoria electoral aplastante de la
extrema derecha de Estados Unidos y, dentro de ella, la del grupo fascista del Tea Party; la crisis económica sin
precedentes; guerra de divisas, seguida de cerca por la Cumbre del G-20 en
Seúl; la Cumbre de la APEC en Yokohama, Japón y dentro de dos días, la Cumbre
de la OTAN en Portugal el 19 y 20 de noviembre, que debe seguirse de cerca.
A pesar de eso, no me resignaba a posponer o
suspender la fecha de nuestro encuentro.
Apoyado en el texto original, fui entresacando las
ideas principales del discurso que pronuncié aquella vez, para presentarlas con
las mismas palabras que utilicé entonces. Omití, en aras de la brevedad,
numerosos ejemplos que complementaban los criterios que sostenía.
Confieso que me sorprendió la actualidad de las ideas
expuestas que, 5 años después, son más actuales que entonces, ya que muchas se
relacionaban con el futuro, y los hechos se han ido comportando tal como fueron
previstos, solo que hoy, con los conocimientos disponibles sobre fenómenos como
el cambio climático, la crisis económica que rebasa cualquier otra anterior,
los peligros de guerra y la derivación del poder imperial hacia el fascismo,
demandan de los jóvenes universitarios un máximo de consagración y esfuerzo en
la batalla ideológica.
Una de las primeras ideas que expresé fue:
“El conjunto de factores que hicieron posible la vida
se dieron al cabo de miles de millones de años en el planeta Tierra, esa frágil
vida que puede transcurrir entre unos pocos grados por debajo de cero y unos
pocos grados por encima de cero…”
“Yo trataba de recordar cómo eran aquellas
universidades, a qué nos dedicábamos, de qué nos preocupábamos. Nos estábamos
preocupando de esta pequeñita isla. [...] No se hablaba todavía de
globalización, no existía la televisión, no existía Internet, no existían las
comunicaciones instantáneas de un extremo a otro del planeta [...] Al menos en
mis tiempos, allá en 1945, nuestros aviones de pasajeros apenas llegaban a
Miami…”
“…acababa de ocurrir una terrible guerra, que costó
alrededor de 50 millones de vidas, y estoy hablando del momento aquel, en 1945,
cuando yo ingresé en la universidad, el día 4 de septiembre; bueno, ingresé en
esa época, y ustedes, desde luego, se han tomado la libertad de celebrarlo
cualquier día de ese año.”
Más adelante pregunté: “¿Qué mundo es ese donde un
imperio bárbaro proclama el derecho de atacar sorpresiva y preventivamente a 60
o más países, que es capaz de llevar la muerte a cualquier rincón del mundo,
utilizando las más sofisticadas armas y técnicas de matar?”
“Ahora mismo el imperio amenaza con atacar a Irán si
produce combustible nuclear.”
“Hoy ya se debate en la esfera internacional qué día
y qué hora, o si será el imperio, o utilizará -como utilizó en Iraq- al satélite israelí para el bombardeo preventivo y
sorpresivo sobre centros de investigación que busquen obtener la tecnología de
producción del combustible nuclear.”
“…aquella nación reclama su derecho a producir
combustible nuclear como cualquier nación entre las industrializadas y no ser
obligada a destruir la reserva de una materia prima, que sirve no solo como
fuente energética, sino como fuente de numerosos
productos, fuente de fertilizantes, de textiles, de infinidad de materiales que
hoy tienen un uso universal.”
“…veremos qué ocurriría si se les ocurre bombardear a
Irán para destruir cualquier instalación que le permita la producción de
combustible nuclear.”
“Cuba nunca intentó producir armas nucleares.
Nosotros poseemos otro tipo de armas, son nuestras ideas [...] armas del poder
de las nucleares en virtud del poder invencible de las armas morales. [...] ni se nos ha ocurrido buscar armas biológicas
[...] Armas para combatir la muerte, para combatir el SIDA, para combatir
las enfermedades, para combatir el cáncer, a eso dedicamos nuestros recursos…”
“…en cualquier parte del mundo se encuentra una
cárcel secreta donde realizan torturas los defensores de los derechos humanos;
son los mismos que allí en Ginebra ordenan a sus corderitos votar uno tras otro
contra Cuba, el país que no conoce la tortura, ¡para honor y gloria de esta
generación, para honor y gloria de esta Revolución, para honor y gloria de una
lucha por la justicia, por la independencia, por el decoro humano que debe
mantener incólume su pureza y su dignidad!”
“…esta mañana llegaban noticias informando sobre el
uso de fósforo vivo en Fallujah, allí donde el
imperio descubrió que un pueblo, prácticamente desarmado, no podía ser vencido
y se vieron los invasores en tal situación que no podían irse ni quedarse: si
se iban, volvían los combatientes; si se quedaban, necesitaban esas tropas en
otros puntos. Ya han muerto más de 2 000 jóvenes soldados norteamericanos,
y algunos se preguntan, ¿hasta cuándo seguirán muriendo en una guerra
injusta?…”
“…han convertido el enrolamiento para el ejército en una
fuente de empleo, contratan desempleados, y muchas veces trataban de contratar
el mayor número de negros norteamericanos para sus guerras injustas, y han
llegado noticias de que cada vez menos afronorteamericanos
están en disposición de inscribirse en el ejército, a pesar del desempleo y la
marginación a que son sometidos…”
“Buscan latinos, inmigrantes que, tratando de escapar
del hambre, cruzaron la frontera, esa frontera donde están muriendo más de 500
inmigrantes cada año, muchos más en 12 meses que los que murieron durante los
28 años que duró el muro de Berlín.”
“…entraban los jóvenes en esta universidad, que no
era, por cierto, la universidad de los humildes; era la universidad de las
capas medias de la población, era la universidad de los ricos del país, aunque
muchos jóvenes solían estar por encima de las ideas de su clase y muchos de
ellos eran capaces de luchar, y así lucharon a lo largo de la historia de Cuba.
“Ocho estudiantes fueron fusilados en 1871 y fueron
cimientos de los más nobles sentimientos y del espíritu de rebeldía de nuestro
pueblo…”
“Mella era uno de ellos, también procedente de la
capa media; porque los de las capas más pobres, los hijos de los campesinos, no
sabían leer ni escribir…”
“…mencioné a Mella, podría mencionar a Guiteras,
podría mencionar a Trejo, que murió [...] un 30 de septiembre, en la lucha
contra Machado…”
“…cuando volvió con todo el rigor la tiranía batistiana, muchos estudiantes lucharon y muchos
estudiantes murieron, y aquel jovencito de Cárdenas, Manzanita, como le
llamaban, siempre risueño, siempre jovial, siempre cariñoso con todos los
demás, se iba distinguiendo por su valentía, su entereza [...] cuando se
enfrentaba a la policía.”
“Si usted va, incluso, a la casa donde vivió
Echeverría -José Antonio, vamos a llamarlo
así-, es una casa buena, una excelente casa. Vean cómo los estudiantes
muchas veces pasaban por encima de su origen social y de su clase, en esa edad
de tantas esperanzas, de tantos sueños.
“En aquella universidad, para estudiar medicina había
una sola facultad y un solo hospital docente, y muchos obtenían premios, primer
premio en medicina, y algunos, incluso, de cirugía sin haber operado nunca a
nadie.”
“Algunos lo lograban [...] Así surgieron buenos
médicos, no una masa de buenos médicos -sí había una masa de médicos [...] que
estaban sin empleo, y cuando la Revolución triunfa se marchan precisamente a
Estados Unidos, y quedaron la mitad, 3 000, y el 25% de los profesores. De
ahí partimos hacia el país de hoy, que se yergue ya casi como capital de la
medicina mundial.”
“…el país [...] tiene ya más de 70 000 médicos.”
“Nosotros entramos en la universidad a finales del
año 1945, e iniciamos nuestra lucha armada en el Moncada el 26 de Julio de
1953, [...] casi ocho años después, y la Revolución triunfa cinco años, cinco
meses y cinco días después del Moncada, tras un largo recorrido por las
prisiones, el exilio y la lucha en las montañas.”
“…no conocíamos ni muy bien las leyes de la gravedad,
íbamos cuesta arriba luchando contra el imperio, que era ya el más poderoso,
[...] cuando todavía existía otra superpotencia, [...] marchando cuesta arriba
fuimos ganando experiencia, marchando cuesta arriba fue fortaleciéndose nuestro
pueblo y nuestra Revolución, hasta llegar a hoy.”
“…el ser humano es el único capaz [...] de pasar por
encima de todos los instintos. [...] la naturaleza le impone los instintos, la
educación impone las virtudes…”
“…a pesar de la diferencia entre los seres humanos,
puedan ser uno en un momento o [...] pueden ser millones a través de las
ideas.”
“Son las ideas las que nos unen, son las ideas las
que nos hacen pueblo combatiente, son las ideas las que nos hacen, ya no solo
individualmente, sino colectivamente, revolucionarios, y es entonces [...]
cuando un pueblo no puede ser jamás vencido…”
“…aquí a 90 millas del colosal imperio, del más poderoso
que existió jamás a lo largo de la historia, y han pasado 46 años y ahí está
más distante que nunca de lograr poner de rodillas a la nación cubana, aquella
que humillaron y ofendieron durante algún tiempo…”
“Creo que fue Agramonte,
otros dicen que Céspedes, quien respondiendo a los pesimistas, cuando tenía 12
hombres, exclamó: [...] con 12 hombres se hace un pueblo. [...] eso que se
llama una conciencia revolucionaria, que es la suma de muchas conciencias [...]
Es hija del amor a la patria y el amor al mundo, que no olvida aquello de que
patria es humanidad, pronunciado hace más de 100 años.”
“No olvidar jamás a aquellos que durante tantos años
fueron nuestra clase obrera y trabajadora, que vivieron décadas de sacrificio,
las bandas mercenarias en las montañas, las invasiones como la de Girón, los
miles de actos de sabotaje que costaron tantas vidas a nuestros trabajadores
cañeros, azucareros, industriales, o en el comercio, o en la marina mercante, o
en la pesca, los que de repente eran atacados a cañonazos y a bazucazos, nada más porque éramos cubanos, nada más porque
queríamos la independencia, nada más porque queríamos mejorar la suerte de
nuestro pueblo…”
“Cuba habla cuando tenga que hablar y Cuba tiene
muchas cosas que decir, pero no está ni apurada ni impaciente. Sabe muy
bien cuándo, dónde y cómo debe golpear al imperio, su sistema y sus lacayos.”
“…pienso que esta humanidad y las grandes cosas que
es capaz de crear, deben preservarse mientras puedan preservarse.”
“…este admirable y maravilloso pueblo, ayer semilla y
hoy árbol crecido y con raíces profundas; ayer lleno de nobleza en potencia y
hoy lleno de nobleza real; ayer lleno de sueños de conocimientos y hoy lleno de
conocimientos reales, apenas está comenzando en esta gigantesca universidad que
es hoy Cuba.”
“…van surgiendo nuevos cuadros, y cuadros jóvenes.”
“Como ustedes saben, estamos envueltos en una batalla
contra vicios, contra desvíos de recursos, contra robos…”
“…no piensen que el robo de materiales y de recursos
es de hoy, o del período especial; el período especial lo agudizó, porque el
período especial creó mucha desigualdad y el período especial hizo posible que
determinada gente tuviera mucho dinero.”
“En el tiempo de que les hablo, para producir una
tonelada de hormigón se consumían 800 kilogramos de cemento, y una tonelada de
un buen hormigón [...] debe ser de alrededor de 200 kilogramos. Vean cómo se
despilfarraba, cómo se desviaban recursos, cómo se robaba.”
“En esta batalla contra vicios no habrá tregua [...]
y nosotros apelaremos al honor de cada sector. De algo estamos seguros:
de que en cada ser humano hay una alta dosis de vergüenza. Cuando él se
queda consigo mismo, no es un juez severo, a pesar de que, a mi juicio, el
primer deber de un revolucionario es ser sumamente severo consigo mismo.”
“Crítica y autocrítica, es muy correcto, eso no
existía; pero si vamos a dar la batalla hay que usar proyectiles de más
calibre, hay que ir a la crítica y autocrítica en el aula, en el núcleo y
después fuera del núcleo, después en el municipio y después en el país.”
“Después pueden venir otras preguntas: ¿Cuánto
ganamos? Y si viene la pregunta de cuánto ganamos, se comenzaría a comprender
el sueño de que cada cual viva de su salario o de su justísima
jubilación.”
“…hemos ido tomando conciencia y que toda la vida es
un aprendizaje, hasta el último segundo, y muchas cosas las empiezas a ver en
un momento…”
“Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años:
entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era
creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye
el socialismo. Parecía ciencia sabida, tan sabida como el sistema eléctrico
concebido por algunos que se consideraban expertos en sistemas eléctricos.
[...] somos idiotas si creemos, por ejemplo, que la economía -y que me perdonen
las decenas de miles de economistas que hay en el país- es una ciencia exacta y
eterna, y que existió desde la época de Adán y Eva.
“Se pierde todo el sentido dialéctico cuando alguien
cree que esa misma economía de hoy es igual a la de hace 50 años, o hace 100
años, o hace 150 años, o es igual a la época de Lenin, o a la época de Carlos Marx. A mil leguas de mi pensamiento el revisionismo, rindo
verdadero culto a Marx, a Engels
y a Lenin.”
“Cuando era estudiante supe teóricamente lo que era
el comunismo utópico, descubrí que yo era un comunista utópico, porque todas
mis ideas partían de: ‘Esto no es bueno, esto es malo, esto es un disparate.
Cómo van a surgir las crisis de superproducción y el hambre cuando hay
precisamente más capacidad de crear riquezas. ¿No sería más sencillo
producirlas y repartirlas?’
“Por ese tiempo parecía, como le parecía también a
Carlos Marx en la época del Programa de Gotha,
que el límite a la abundancia estaba en el sistema social; parecía que a medida
que se desarrollaban las fuerzas productivas podían producir, casi sin límites,
lo que el ser humano necesitaba para satisfacer sus necesidades esenciales de
tipo material, cultural, etcétera.”
“Cuando escribió libros políticos, como El 18 Brumario, Las luchas civiles en Francia,
era un genio escribiendo, tenía una interpretación clarísima. Su Manifiesto Comunista es una obra
clásica. Usted la puede analizar, puede estar más o menos satisfecho con unas
cosas o con otras. Yo pasé del comunismo utópico a un comunismo que se
basaba en teorías serias del desarrollo social…”
“En este mundo real, que debe ser cambiado, todo
estratega y táctico revolucionario tiene el deber de concebir una estrategia y
una táctica que conduzcan al objetivo fundamental de cambiar ese mundo
real. Ninguna táctica o estrategia que desuna sería buena.
“Tuve el privilegio de conocer a los de la Teología
de la Liberación una vez en Chile, cuando visité a Allende, en el año 1971, y
me encontré allí con muchos sacerdotes, o representantes de distintas
denominaciones religiosas, y planteaban la idea de unir fuerzas y luchar, con
independencia de sus creencias religiosas.
“El mundo está desesperadamente necesitado de una
unidad, y si no conseguimos conciliar el mínimo de esa unidad, no llegaremos a
ninguna parte.”
“Lenin sobre todo estudió las cuestiones del Estado; Marx no hablaba de la alianza obrero-campesina, vivía en un
país con gran auge industrial; Lenin vio el mundo subdesarrollado, vio aquel
país donde el 80% o el 90% era campesino, y aunque tenía una fuerza obrera
poderosa en los ferrocarriles y en algunas industrias, Lenin vio con absoluta
claridad la necesidad de la alianza obrero-campesina, de la cual no había
hablado nadie, todo el mundo había filosofado, pero no había hablado sobre
eso. Y en un enorme país semifeudal, semisubdesarrollado, es donde se produce la primera
revolución socialista, el primer intento verdadero de una sociedad igualitaria
y justa; ninguna de las anteriores que eran esclavistas, feudales, medievales,
o antifeudales, burguesas, capitalistas, aunque
hablaran mucho de libertad, igualdad y fraternidad, ninguna se propuso jamás
una sociedad justa.
“A lo largo de la historia, el primer esfuerzo humano
serio por crear la primera sociedad justa, comenzó hace menos de
200 años…”
“Con dogmatismo no se hubiera jamás llegado a una
estrategia. Lenin nos enseñó mucho, porque Marx
nos enseñó a comprender la sociedad; Lenin nos enseñó a comprender el Estado y
el papel del Estado.”
“…cuando la URSS se derrumbó se quedó sola mucha
gente, entre ellas nosotros, los revolucionarios cubanos. Pero nosotros
sabíamos lo que debíamos hacer y lo que teníamos que hacer, cuáles eran
nuestras opciones. Estaban los demás movimientos revolucionarios en
muchas partes librando su lucha. No voy a decir cuáles, no voy a decir quiénes;
pero se trataba de movimientos revolucionarios muy serios, nos preguntaron si
negociaban o no ante aquella situación desesperada, si continuaban luchando o no,
o si negociaban con las fuerzas opuestas buscando una paz, cuando uno sabía a
qué conducía aquella paz.”
“…les decía: ‘Ustedes no nos pueden pedir opinión a
nosotros, son ustedes los que irían a luchar, son ustedes los que irían a
morir, no somos nosotros. Nosotros sabemos qué haremos y qué estamos
dispuestos a hacer; pero eso solo lo pueden decidir ustedes.’ Ahí estaba
la más extrema manifestación de respeto a los demás movimientos y no el intento
de imponer sobre la base de nuestros conocimientos y experiencias y el enorme
respeto que sentían por nuestra Revolución para saber el peso de nuestros
puntos de vista.”
“Pienso que la experiencia del primer Estado
socialista, Estado que debió arreglarse y nunca destruirse, ha sido muy
amarga. No crean que no hemos pensado muchas veces en ese fenómeno
increíble mediante el cual una de las más poderosas potencias del mundo, que
había logrado equiparar su fuerza con la otra superpotencia, un país que pagó
con la vida de más de 20 millones de ciudadanos la lucha contra el fascismo, un
país que aplastó al fascismo, se derrumbara como se derrumbó.
“¿Es que las revoluciones están llamadas a
derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las revoluciones se
derrumben? ¿Pueden o no impedir los hombres, puede o no impedir la
sociedad que las revoluciones se derrumben? Podía añadirles una pregunta
de inmediato. ¿Creen ustedes que este proceso revolucionario, socialista,
puede o no derrumbarse? (Exclamaciones de: ‘¡No!’) ¿Lo han pensado
alguna vez? ¿Lo pensaron en profundidad?
“¿Conocían todas estas desigualdades de las que estoy
hablando? ¿Conocían ciertos hábitos generalizados? ¿Conocían que
algunos ganaban en el mes cuarenta o cincuenta veces lo que gana uno de esos
médicos que está allá en las montañas de Guatemala, miembro del contingente
‘Henry Reeve’? Puede estar en otros lugares
distantes de África, o estar a miles de metros de altura, en las cordilleras
del Himalaya salvando vidas y gana el 5%, el 10%, de
lo que gana un ladronzuelo de estos que vende gasolina a los nuevos ricos, que
desvía recursos de los puertos en camiones y por toneladas, que roba en las
tiendas en divisa, que roba en un hotel cinco estrellas, a lo mejor cambiando
la botellita de ron por una que se buscó, la pone en lugar de la otra y recauda
todas las divisas con las que vendió los tragos que pueden salir de una botella
de un ron, más o menos bueno.”
“También se puede explicar por qué no cortamos caña
hoy, no hay quien la corte y las pesadas máquinas destruyen los cañaverales. Los
abusos del mundo desarrollado y los subsidios condujeron a precios del azúcar
que eran, en ese mercado mundial, el precio del basurero del azúcar, mientras
que en Europa pagaban dos o tres veces más a sus agricultores.”
“Pero vamos llegando -yo he llegado, y hace mucho
tiempo- a plantearnos esta pregunta, frente a ese superpoderoso
imperio que nos acecha, nos amenaza, tiene planes de transición y planes
militares de acción, en determinado momento histórico.
“Ellos están esperando un fenómeno natural y absolutamente
lógico, que es el fallecimiento de alguien. En este caso me han hecho el
considerable honor de pensar en mí. Será una confesión de lo que no han
podido hacer durante mucho tiempo. Si yo fuera un vanidoso, podía estar
orgulloso de que aquellos tipejos digan que tienen que esperar a que yo muera,
y ese es el momento. Esperar que muera, y todos los días inventan algo,
que si Castro tiene esto, que si tiene lo otro, si tal o más cual enfermedad.”
“Sí, yo me di una fortísima caída, y todavía estoy
rehabilitándome de este brazo (Señala), y va mejorando. Agradezco
muchísimo las circunstancias en que me rompí el brazo, porque me obligó a más
disciplina todavía, a más trabajo, a dedicar más tiempo, a dedicar casi las 24
horas del día a mi trabajo, si las venía dedicando durante todo el tiempo del
período especial, ahora dedico cada segundo y lucho más que nunca…”
“Eso es como aquel tipejo (Me refería a la revista Forbes) que
descubrió que yo era el hombre más rico del mundo.”
“Les hice una pregunta, compañeros estudiantes, que
no he olvidado, ni mucho menos, y pretendo que ustedes no la olviden nunca,
pero es la pregunta que dejo ahí ante las experiencias históricas que se han
conocido, y les pido a todos, sin excepción, que reflexionen: ¿Puede ser o no
irreversible un proceso revolucionario?, ¿cuáles serían las ideas o el grado de
conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario?”
“Es tremendo el poder que tiene un dirigente cuando
goza de la confianza de las masas, cuando confían en su capacidad. Son
terribles las consecuencias de un error de los que más autoridad tienen, y eso
ha pasado más de una vez en los procesos revolucionarios.
“Son cosas que uno medita. Estudia la historia,
qué pasó aquí, qué pasó allí, qué pasó allá, medita lo que ocurrió hoy y lo que
ocurrirá mañana, hacia dónde conducen los procesos de cada país, por dónde
marchará el nuestro, cómo marchará, qué papel jugará Cuba en ese proceso.”
“Fue por eso que dije aquella palabra de que uno de
nuestros mayores errores al principio, y muchas veces a lo largo de la
Revolución, fue creer que alguien sabía cómo se construía el socialismo.”
“¿Qué sociedad sería esta, o qué digna de alegría
cuando nos reunimos en un lugar como este, un día como este, si no supiéramos
un mínimo de lo que debe saberse, para que en esta isla heroica, este pueblo
heroico, este pueblo que ha escrito páginas no escritas por ningún otro en la
historia de la humanidad preserve la Revolución? No piensen ustedes que
quien les habla es un vanidoso, un charlatán, alguien que le gusta el bluff.
“Han pasado 46 años y la historia de este país se
conoce, los habitantes de este país la conocen; la de aquel imperio vecino
también, su tamaño, su poder, su fuerza, su riqueza, su tecnología, su dominio
sobre el Banco Mundial, su dominio sobre el Fondo Monetario, su dominio sobre
las finanzas mundiales, ese país que nos ha impuesto el más férreo e increíble
bloqueo, del cual se habló allá en las Naciones Unidas y Cuba recibió el
apoyo de 182 países que pasaron y votaron libremente por encima de los riesgos
de votar abiertamente contra ese imperio. [...] No solo hicimos esta Revolución
con nuestro propio riesgo durante un montón de años, en determinado momento,
habíamos llegado a la convicción de que jamás si éramos atacados directamente
por Estados Unidos lucharían por nosotros, ni podíamos pedirlo.” Me venía
refiriendo a la URSS.
“Con el desarrollo de las tecnologías modernas era
ingenuo pensar o pedir o esperar que aquella potencia luchara contra la otra,
si intervenía en la islita que estaba aquí a 90 millas, y llegamos a la
convicción total de que ese apoyo jamás ocurriría. Algo más: se lo preguntamos
un día directamente varios años antes de su desaparición: ‘Dígannoslo
francamente.’ ‘No.’ Respondieron lo que sabíamos que iban a
responder y entonces, más que nunca, aceleramos el desarrollo de nuestra
concepción y perfeccionamos las ideas tácticas y estratégicas con las cuales
triunfó esta Revolución y venció, con una fuerza que inicia su lucha con siete
hombres armados, contra un enemigo que disponía de 80 000 hombres, entre
marinos, soldados, policías, etcétera, tanques, aviones, cuanta arma moderna
para aquella época podía poseerse, era infinita la diferencia entre nuestras
armas y las armas que tenía aquella fuerza armada, entrenada por Estados
Unidos, apoyada por Estados Unidos y suministrada por Estados Unidos.”
“Hoy tenemos mucho más que siete fusiles, tenemos
todo un pueblo que ha aprendido a manejar las armas; todo un pueblo que, a
pesar de nuestros errores, posee tal nivel de cultura, conocimiento y
conciencia que jamás permitiría que este país vuelva a ser una colonia de
ellos.
“Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta
Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos;
nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.
“He tenido el privilegio de vivir muchos años, eso no
es un mérito, pero es una excepcional oportunidad para decirles a ustedes lo
que les estoy diciendo, a ustedes, a todos los líderes de la juventud, a todos
los líderes de las organizaciones de masa, a todos los líderes del movimiento
obrero, de los Comités de Defensa de la Revolución, de las mujeres, de los
campesinos, de los combatientes de la Revolución, organizados en todas partes,
luchadores durante años que en número de cientos de miles han cumplido
gloriosas misiones internacionalistas…”
“…es impresionante ver los más humildes sectores
sociales de este país convertidos en 28 000 trabajadores sociales y
cientos de miles de estudiantes universitarios, ¡universitarios! ¡Vean
qué fuerza! Y pronto veremos también en acción a aquellos que graduamos
hace poco en el coliseo deportivo.
“El coliseo nos enseña sobre marxismo-leninismo; el
coliseo nos enseña sobre clases sociales; el coliseo reunió no hace mucho
alrededor de 15 000 médicos y estudiantes de medicina y algunos de la
ELAM, y otros que vinieron hasta de Timor Oriental
para estudiar medicina, jamás podrá olvidarse. No creo que se trate de un
sentimiento personal de cualquiera de nosotros.
“Jamás esta sociedad olvidará esas imágenes de las
15 000 batas blancas que allí se reunieron el día en que se graduaron los
estudiantes de medicina, el día en que se creó el contingente ‘Henry Reeve’, que ya en una cifra considerable ha enviado sus
fuerzas a lugares donde ocurrieron cosas excepcionales, en un tiempo mucho más
breve de lo que habíamos podido imaginar.
“Permítanme decirles que hoy prácticamente el capital
humano es, o avanza aceleradamente para ser el más importante recurso del país,
muy por encima de casi todos los demás juntos. No estoy exagerando.”
“Por ahí se han ido descubriendo servicentros
privados, alimentados con el combustible de los piperos.
“Algo que se conoce es que muchos de los camiones del
Estado van por un lado y por otro, y el que más y el que menos ve a un
pariente, un amigo, una familia, o la novia.
“Recuerdo aquella vez, varios años antes del período
especial, que vi, rápido, por la Quinta Avenida, un
flamante cargador frontal Volvo, casi acabado de comprar, que en aquella época
valían 50 000 ó 60 000 dólares. Sentí curiosidad de saber para dónde
iba a aquella velocidad, le pedí al escolta: ‘Aguanta, pregúntale qué iba a
ver, que te diga con franqueza.’ Y confesó que iba a visitar a la novia
con aquel Volvo, que corría a toda velocidad por la Quinta Avenida.
“Cosas veredes, Mío Cid,
-dijo alguien- que harán hablar las piedras.”
“…cosas como esas han estado ocurriendo. Y, en
general, lo sabemos todo, y muchos han dicho: ‘La Revolución no puede; no, esto
es imposible; no, esto no hay quien lo arregle.’ Pues sí, esto lo va a
arreglar el pueblo, esto lo va a arreglar la Revolución, y de qué manera.
¿Es solo una cuestión ética? Sí, es primero que todo una cuestión ética;
pero, además, es una cuestión económica vital.”
“Este es uno de los pueblos más derrochadores de
energía combustible del mundo. Aquí quedó demostrado, y ustedes con toda
honradez lo dijeron, y es muy importante. Nadie sabe lo que cuesta la
electricidad, nadie sabe lo que cuesta la gasolina, nadie sabe el valor que
tiene en el mercado. Iba a decirles que es muy triste cuando una tonelada
de petróleo puede valer 400 y de gasolina 500, 600, 700, en ocasiones llegó a
1 000, y es un producto que no va a bajar de precio, algunos solo circunstancialmente,
y no mucho tiempo, porque se agota…”
“Nosotros vemos nuestras minas de níquel, que van
dejando el hueco donde hubo mucho níquel. Eso le está pasando al petróleo, los
grandes yacimientos ya aparecieron, cada vez son menos. Ese es un tema sobre el
cual hemos tenido que pensar mucho.”
“…había, si mal no recuerdo, alrededor de 3 000
entidades que manejaban divisas convertibles y decidían con bastante amplitud
gastos en divisas convertibles de sus ganancias, si compro esto o lo otro, si
pinto, si adquiero un mejor carrito y no el cacharrito viejo
que tenemos. Nos dimos cuenta de que en las condiciones de este país aquello
había que superarlo…”
“Hubo, sencillamente, que cerrar centrales o íbamos
hacia la fosa de Bartlett. El país tenía muchos
economistas, muchos muchos, y no intento criticarlos,
pero con la misma franqueza que hablo de los errores de la Revolución les puedo
preguntar por qué no descubrimos que el mantenimiento de aquella producción,
cuando hacía rato se había hundido la URSS, el petróleo valía 40 dólares el
barril y el precio del azúcar estaba por el suelo, por qué no se racionalizaba
aquella industria y por qué había que sembrar 20 000 caballerías ese año,
es decir, casi 270 000 hectáreas, para lo cual hay que roturar la tierra
con tractores y arados pesados, sembrar una caña que después hay que limpiar
con máquinas, fertilizar con costosos herbicidas, etcétera, etcétera,
etcétera.”
“Hacía rato se había hundido la URSS, nos quedamos
sin combustible de un día para otro, sin materias primas, sin alimentos, sin
aseo, sin nada. Tal vez fue necesario que ocurriera lo que ocurrió, tal
vez fue necesario que sufriéramos lo que sufrimos, dispuestos, como estábamos,
a dar la vida cien veces antes que entregar la patria o entregar la Revolución…”
“Quizás fue necesario porque hemos cometido muchos
errores, y son los errores que estamos tratando de rectificar, si quieren, que
estamos rectificando.”
“…¡sin abuso de poder!, nada justificaría jamás que
alguno de nosotros tratara de abusar del poder. Sí debemos atrevernos,
debemos tener valor de decir las verdades [...] usted no está obligado a
decirlas todas de una vez, las batallas políticas tienen su táctica, la
información adecuada, siguen también su camino. [...] No importa lo que los bandidos
digan y los cables que vengan mañana o pasado, los que ríen último, ríen
mejor.”
“No es cuestión de imprimir billetes y repartirlos
sin que tengan una contrapartida en mercancías o servicios…”
“Las casas terminamos regalándolas, algunos las compraban,
eran dueños, habían pagado 50 pesos mensuales, 80 pesos, bueno, al cambio, si
se lo mandaban de Miami, eran como tres dólares; algunos la vendían,
15 000, 20 000 dólares, al final de los años la habían pagado con
menos de 500.
“¿Puede el país resolver su problema de vivienda
regalando casas? ¿Y quién las recibía, el proletario, el humilde?
Había muchos humildes que recibieron la casa regalada y la vendieron después al
nuevo rico. ¿Cuánto podía pagar el nuevo rico por una casa? ¿Es eso
socialismo?
“Puede ser una necesidad en un momento dado, también
puede ser un error, ya que el país sufrió un golpe anonadante, cuando de un día
para otro se derrumbó la gran potencia y nos dejó solos, solitos, y perdimos
todos los mercados para el azúcar y dejamos de recibir víveres, combustible,
hasta la madera con que darles cristiana sepultura a nuestros muertos. Y
todos creían: ‘Eso se derrumba’, y siguen creyendo los muy idiotas que esto se
derrumba y si no se derrumba ahora, se derrumba después. Y mientras más
ilusiones se hagan ellos y más piensen ellos, más debemos pensar nosotros, y
más debemos sacar las conclusiones nosotros, para que jamás la derrota pueda
enseñorearse sobre este glorioso pueblo que tanto ha confiado en todos
nosotros.”
¡Que no venga el imperio aquí a tener cárceles
secretas para torturar a los hombres y mujeres progresistas del resto de este
continente que hoy se levanta decidido a la segunda y definitiva independencia!
“Más vale que no quede ni la sombra del recuerdo de
ninguno de nosotros y de ninguno de nuestros descendientes antes de que
tengamos que volver a vivir tan repugnante y miserable vida.”
“Habían engañado al mundo. Cuando surgieron los
medios masivos se apoderaron de las mentes y gobernaban no solo a base de
mentiras, sino de reflejos condicionados. No es lo mismo una mentira que
un reflejo condicionado: la mentira afecta el conocimiento; el reflejo
condicionado afecta la capacidad de pensar. Y no es lo mismo estar
desinformado que haber perdido la capacidad de pensar, porque ya te crearon
reflejos: ‘Esto es malo, esto es malo; el socialismo es malo, el socialismo es
malo’, y todos los ignorantes y todos los pobres y todos los explotados
diciendo: ‘El socialismo es malo.’ ‘El comunismo es malo’, y todos los
pobres, todos los explotados y todos los analfabetos repitiendo: ‘El comunismo
es malo’.
“‘Cuba es mala, Cuba es mala’, lo dijo el imperio, lo
dijo en Ginebra, lo dijo en veinte lugares, y vienen todos los explotados de
este mundo, todos los analfabetos y todos los que no reciben atención médica,
ni educación, ni tienen garantizado empleo, no tienen garantizado nada:
‘La Revolución Cubana es mala, la Revolución Cubana es mala.’”
“¿De qué hablan? ¿Qué hace el analfabeto?
¿Cómo puede saber que el Fondo Monetario Internacional es bueno o malo, y que
los intereses son más altos, y que el mundo está siendo sometido y saqueado
incesantemente por mil métodos de ese sistema? No lo sabe.
“No enseñan a leer y escribir a las masas, gastan un
millón de millones en publicidad cada año; pero no es que gasten, lo gastan en
crear reflejos condicionados, porque aquel compró Palmolive,
el otro Colgate, el otro jabón Candado, sencillamente
porque se lo dijeron cien veces, se lo asociaron a una imagen bonita y le
fueron sembrando, tallando el cerebro. Ellos que hablan tanto de lavado
de cerebro, ellos lo tallan, le dan una forma, le quitan al ser humano la
capacidad de pensar; y si todavía le fueran a quitar la capacidad de pensar a
alguien que se gradúa en una universidad y puede leer un libro sería menos
grave.
“¿Qué puede leer el analfabeto? ¿Cómo se entera de
que lo están engatusando? ¿Cómo se entera de que la mentira más grande
del mundo es decir que eso es democracia, el sistema podrido que impera ahí y
en la mayor parte, por no decir casi todos los países que copiaron ese sistema?
[...] Eso es lo que hace que cualquiera pueda ser, al cabo del tiempo, muchas
veces más revolucionario de lo que era cuando ignoraba muchas de esas cosas y
solo conocía los elementos de la injusticia y de la desigualdad.
“En el momento en que les digo esto no estoy
teorizando, aunque hay que teorizar; estamos actuando, estamos marchando hacia
un cambio total de nuestra sociedad.”
“El precio del petróleo
hoy no obedece a ninguna ley de oferta y demanda; obedece su precio a otros
factores, a la escasez, al despilfarro colosal de los países ricos, y no es
precio que tenga que ver con ley económica alguna. Es su escasez frente a
una creciente y extraordinaria demanda.”
“Nosotros estamos invitando a todo el pueblo a que
coopere con una gran batalla, que no es solo la batalla del combustible, de la
electricidad, es la batalla contra todos los robos, de cualquier tipo, en
cualquier lugar.”
“No tengo nada contra alguien, pero tampoco tengo
algo contra la verdad. No estoy casado con mentira alguna, el que quiera
ponerse bravo, lo lamento, pero le advierto de antemano que va a perder la
batalla, y no va a ser un acto de injusticia ni de abuso de poder.”
“Tú gastas en total 1,9 dólares por 300 kilowatts de electricidad; es decir, un precio de 0,63
centavos (Menos de 1 centavo) de dólar por un kilowatt
cubano de electricidad. ¡Qué maravillosamente bello!
“¿Cuánto gasta el pueblo de Cuba, por culpa de ese
dólar que te enviaron de allá? Porque este no fue un dólar que tú te
ganaste, o un peso, trabajando [...] te lo envían de allá, alguien que fue
saludable, todo lo que estudió fue gratuito desde que nació, no está enfermo,
son los ciudadanos más saludables que llegan a Estados Unidos, tienen una Ley
de Ajuste, y tienen, además, prohibido enviar remesas.”
“Claro que no gastaste ni un centavo de lo que te
enviaron en medicina, la medicina está subsidiada, si la compraste en una
farmacia, la que no se llevaron y no vendieron por ahí, tú gastaste en
adquirirla el 10% de lo que cuestan en divisas. Si fuiste al hospital y a
lo mejor te operaron hasta del corazón, el tobillo, tu operación puede costar 1
000, 2 000, 10 000; allá en Estados Unidos si a ti te da un infarto y te ponen
una válvula, puede ser lo que le costó a un empleado nuestro allá en la Oficina
de Intereses, 80 000 dólares. A ti nunca te dejaron de atender; puede
haber un maltrato en un hospital, pero, ¿tú has ido alguna vez a algún hospital
donde no te hayan atendido?”
“…un día [...] la Revolución, con los instrumentos
desarrollados por la técnica, podrá saber dónde se encuentra cada camión, en
cualquier lugar, en cualquier calle. Nadie podrá escapar en el camión e ir a ver a la tía, [...] a la novia. No es que
sea malo ver el familiar, el amigo o la novia, pero no en el camión destinado
al trabajo…”
“Necesitamos aplicar el máximo de racionalidad en el
salario, los precios, las jubilaciones y pensiones. Cero derroche. [...]
No somos un país capitalista, en que todo se deja al azar.
“Subsidios o gratuidades, solo en cosas esenciales y
vitales. [...] ¿Y con qué pagamos los costos? [...] Todo está a nuestro
alcance, todo pertenece al pueblo, lo único no permisible es despilfarrar
riquezas egoísta e irresponsablemente.
“Realmente yo no tenía el plan de enfrascarme en una
conferencia sobre tan sensibles temas, pero habría sido un crimen desaprovechar
esta oportunidad para decir algunas de las cosas que tienen que ver con la
economía, con la vida material del país, con el destino de la Revolución, con las
ideas revolucionarias, con las razones por las cuales iniciamos esta lucha, con
la colosal fuerza que tenemos hoy, el país que somos y podemos seguir siendo, y
mucho más de lo que somos.”
“A ustedes les he hablado con toda la confianza que
les puedo hablar.”
“…el país tendrá mucho más pero no será jamás una
sociedad de consumo, será una sociedad de conocimientos, de cultura, del más
extraordinario desarrollo humano que pueda concebirse, desarrollo de la
cultura, del arte, de la ciencia [...] con una plenitud de libertad que nadie
puede cortar. Eso lo sabemos, no hay ni que proclamarlo, aunque sí recordarlo.”
“Nadie debe tener derecho a fabricar armas nucleares.
Menos aun el derecho privilegiado que ha impuesto el imperialismo de imponer su
dominio hegemónico y arrebatarles a los países del Tercer Mundo sus recursos
naturales y materias primas.”
“Debe acabarse en el mundo la zoquetería,
los abusos, el imperio de la fuerza y del terror. Este
desaparece ante la ausencia total de miedo y cada vez son más los pueblos
que tienen menos miedo, cada vez serán más los que se rebelen y el imperio no
podrá sostener el infame sistema que aún sostiene.”
“Es muy justo luchar por eso, y por eso debemos
emplear todas nuestras energías, todos nuestros esfuerzos, todo nuestro tiempo
para poder decir en la voz de millones o de cientos o de miles de millones:
¡Vale la pena haber nacido! ¡Vale la pena haber vivido!”
Así concluí aquel discurso, que hoy de nuevo
ratifico.
Muchas gracias.
Noviembre 17 de 2010