Reflexiones del compañero Fidel
DORMIR CON LOS OJOS ABIERTOS
Observé bien
a Obama en la famosa “reunión Cumbre”. El cansancio a veces lo vencía, cerraba
involuntariamente los ojos, pero en ocasiones dormía con los ojos abiertos.
En Cartagena
no se reunía un sindicato de Presidentes desinformados, sino los representantes
oficiales de 33 países de este hemisferio, cuya amplia mayoría demandan
respuestas a problemas económicos y sociales de gran trascendencia que golpean
a la región del mundo con más desigualdad en la distribución de las riquezas.
No deseo
adelantarme a las opiniones de millones de personas, capaces de analizar con profundidad
y sangre fría los problemas de América Latina, el Caribe y el resto de un mundo
globalizado, donde unos pocos lo tienen todo y los demás no poseen nada.
Llámese como se llame, el sistema impuesto por el imperialismo en este
hemisferio está agotado y no puede sostenerse.
En un futuro
inmediato la humanidad tendrá que enfrentar, entre otros problemas, los relacionados
con el cambio climático, la seguridad y la alimentación de la creciente población
mundial.
Las lluvias
excesivas están golpeando tanto a Colombia como a Venezuela. Un análisis reciente
revela que, en marzo de este año, en Estados Unidos se produjeron calores 4,8
grados Celsius más altos que el promedio histórico registrado. Las
consecuencias de esos cambios bien conocidos en las capitales de los
principales países europeos, engendran problemas catastróficos para la humanidad.
Los pueblos esperan de los dirigentes
políticos respuestas claras a esos problemas.
Los colombianos, donde tuvo
lugar la desprestigiada Cumbre, constituyen un pueblo laborioso y sacrificado
que necesita como los demás la colaboración de sus hermanos latinoamericanos,
en este caso, venezolanos, brasileños, ecuatorianos, peruanos, y otros capaces
de hacer lo que los yankis con sus armas sofisticadas, su expansionismo, y su
insaciable apetencia material no harán jamás. Como en ningún otro momento de la
historia será necesaria la fórmula previsora de José Martí: “¡los árboles se
han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la
hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado,
como la plata en las raíces de los Andes.”
Muy lejos del brillante y
lúcido pensamiento de Bolívar y Martí están las palabras masticadas,
edulcoradas y machaconamente repetidas del ilustre premio Nobel, dichas en una
ridícula gira por los campos de Colombia y que escuché ayer en horas de la
tarde. Servían solo para rememorar los discursos de la Alianza para el
Progreso, hace 51 años, cuando todavía no se habían cometido los monstruosos
crímenes que azotaron este hemisferio, donde nuestro país luchó no solo por el
derecho a la independencia, sino el de existir como nación.
Obama habló de entrega de
tierras. No dice cuánta, ni cuándo, ni cómo.
Las transnacionales yankis jamás
renunciarán al control de las tierras, las aguas, las minas, los recursos
naturales de nuestros países. Sus soldados debieran abandonar las bases
militares y retirar sus tropas de todos y cada uno de nuestros territorios;
renunciar al intercambio desigual y el saqueo de nuestras naciones.
Tal vez la CELAC se
convierta en lo que debe ser una organización política hemisférica, menos Estados
Unidos y Canadá. Su decadente e insostenible imperio se ha ganado ya el derecho
a descansar en paz.
Pienso que las imágenes de
la Cumbre debieran conservarse bien, como ejemplo de un desastre.
Dejo a un lado los
escándalos provocados por la conducta que se atribuye a los miembros del
Servicio Secreto, encargados de la seguridad personal de Obama. Tengo la
impresión de que el equipo que se ocupa de esa tarea se caracteriza por su
profesionalidad. Fue lo que observé cuando visité la ONU y ellos atendían a los
Jefes de Estado. Sin duda que lo han protegido de quienes no habrían vacilado
en actuar contra él por prejuicios raciales.
Ojalá Obama pueda dormir
con los ojos cerrados aunque sea unas horas sin que alguien le endilgue un
discurso sobre la inmortalidad del cangrejo en una Cumbre irreal.
Fidel Castro Ruz
Abril 16 de 2012
7 y 40 p.m.